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LA SOCIEDAD Y EL ECOTURISMO

Por Francisco Manuel Zamorano

Sectores que deben participar en el desarrollo de un proceso


integral de ecoturismo

 Gobierno. Es vital que le conceda una gran prioridad en sus planes.


Autoridades y personal de áreas protegidas. Tienen una mayor
responsabilidad en su conservación directa.
 Comunidades locales. Son un elemento fundamental, ya que pueden
convertirse en una amenaza y un obstáculo si no reciben un beneficio.
 Industria turística. Ejerce una gran influencia en los destinos, actividades
y experiencias de los viajeros.
 Organizaciones no gubernamentales. Ofrecen fuentes de asistencia
técnica y financiera a proyectos específicos.
 Instituciones financieras. Son protagonistas importantes en la planeación y
el desarrollo de proyectos ecoturísticos.
 Turistas. Son los consumidores, ellos deciden.
 Planeación. La planeación es la dirección consciente y la integración
colectiva de todas aquellas actividades que se basan en el uso de la tierra,
como asentamiento, recurso o estructura.
 Inventarios. De los atractivos ecoturísticos existentes como potenciales.

Inclusión activa de las poblaciones locales en el proceso ecoturístico.


El ecoturismo es un proceso multisectorial, donde las comunidades locales
constituyen un sector, cuya participación se da de una manera local, y entre
otras cosas poseen muchos conocimientos científicos.

IMPACTOS DEL TURISMO

Impactos negativos del turismo

1. Sobre el suelo. Pueden ser causados por vehículos motorizados, caballos o


bestias de carga, bicicletas, todos los cuales causan compactación, lo que
produce aumento en la densidad y disminución en la porosidad. Asimismo,
intervienen la erosión eólica e hidráulica.

2. Sobre los recursos hídricos. Los cambios no son tan obvios como en
ecosistemas terrestres. Hay contaminación por organismos, arrastre de
partículas contaminantes inorgánicas y orgánicas. También descargas de
drenajes, navegación de embarcaciones motorizadas, las cuales causan daño
físico y químico por la descarga de aceite y gases. Se da el problema de
proliferación de algas en aguas dulces alimentadas por descargas de aguas
residuales.

3. Sobre la vegetación. Son a causa de caminatas, campamentos, uso de


vehículos motorizados, caballos, bestias de carga y bicicletas, así como las
construcciones sobre tal vegetación.

4. Sobre la fauna silvestre. Los más desmesurados son la caza, pesca y la


colección de ejemplares. Se ha comprobado que la presencia del ser humano
basta para causar disturbios en las actividades de la fauna silvestre,
independientemente de la actividad de los turistas o de su número.
Aparentemente esto se agrava cuando las personas usan vestimenta de colores
brillantes, se sabe de cambios en la conducta de los animales, lo que afecta su
reproducción, nutrición y desarrollo. La basura que se deja modifica los tipos
de especies beneficiando a las especies carroñeras y causando cambio del
habitat y de las poblaciones de ciertos animales.

5. En la estética del paisaje. La actividad turística irresponsable y/o controlada


puede producir serios impactos negativos, tanto naturales como artificiales. Los
principales son al tirar basura, como desechos de alimentos, envases y
envolturas, papel sanitario y plásticos. La infraestructura que se erige sin
planeación (postes, cableado, señalizaciones excesivas), vandalismo como
grafitis sobre formaciones geológicas o pastoreo excesivo también tienen un
impacto negativo.

6. De carácter sanitario. La basura y los desechos fecales que dejan los turistas
afectan no sólo a ellos mismos, sino también a las comunidades locales; pueden
afectar a suelos, aire y agua. Hay que dividir la basura en orgánica e inorgánica;
de la orgánica, hacer fertilizantes, y la inorgánica tratar de reciclarla.

7. De carácter cultural. Los saqueadores, excavadores y coleccionistas ilegales


dañan considerablemente las zonas arqueológicas.

Muchas veces el daño ecológico que se causa en el medio natural es reversible.


Sin embargo, la pérdida de la identidad cultural es casi siempre irreparable en
aldeas y comunidades tradicionales. Aunque se puede argumentar que ello
ocurriría igualmente -tarde o temprano- con o sin la presencia del turismo, es
evidente que la participación de la actividad turística contribuye a acelerar este
proceso de globalización cultural.
CAPACIDAD DE CARGA

En lo que se refiere al cuidado de la tierra, la capacidad de carga ambiental es


la capacidad de un ecosistema para sustentar organismos sanos y mantener al
mismo tiempo su productividad, adaptabilidad y capacidad de renovación. La
capacidad de carga turística es la capacidad de carga del medio biofísico y social
en relación exclusivamente con la actividad y el desarrollo turístico. Se refiere
al nivel máximo de uso de visitantes e infraestructura correspondiente que un
área puede soportar sin que se provoquen efectos perjudiciales sobre los
recursos, se disminuya la calidad de satisfacción del visitante o se ejerza un
impacto adverso sobre la sociedad, economía o cultura de un área. Para fines de
planeación y manejo, podemos considerar que el concepto de capacidad de
carga tiene al menos los siguientes componentes: biofísico, socíocultural,
psicológico y administrativo.

Criterios por considerar en la planeación física y el diseño arquitectónico de


edificios e instalaciones para el ecoturismo

 Energía solar.
 Captación y utilización del agua pluvial.
 Tratamiento y reciclaje de desperdicios.
 Tratamiento sanitario de aguas negras y grises (o jabonosas).
 Producción de alimentos.
 Criterios bioclimáticos.
 Utilización de la vegetación y de accidentes topográficos.
 Utilización de materiales y procedimientos de construcción locales.
 Uso de métodos sencillos de purificación del agua.
IMPACTOS SOCIALES

Durante las décadas de los sesenta y setenta se gestaron muchas críticas sobre
el desarrollo turístico mundial, señalando a la industria como una fuerza
extremadamente negativa en los cambios culturales de los pueblos. Los centros
turísticos y su estilo convencional por ser en su esencia extranjeros y para
extranjeros, se criticaron como agentes degradantes que influenciaban a las
sociedades receptoras. El antropólogo Frank Manning (1972) describe el
enclave turístico como un complejo hotelero o gran centro turístico totalmente
ajeno a la comunidad receptora. Los turistas de estos centros no tienen un
acercamiento con el país anfitrión, pues su relación sólo se da con el personal
al servicio cuyo trabajo es mimarlos y divertirlos. Estas áreas simbolizan el
bienestar del extranjero y los privilegios en medio de la pobreza local. Los
centros turísticos están deliberadamente diseñados para ser ajenos al entorno
social, se asemejan mucho unos a otros y muy poco a sus alrededores.

Aunque esta modalidad puede tener efectos negativos en las sociedades, por
otro lado, limita la interacción cultural y los cambios en la cultura local. Otra
modalidad que ha mostrado tener un alto impacto en la cultura es el llamado
etnoturismo. Este es el turismo que realizan viajeros interesados en las
costumbres, tradiciones, sitios históricos, rituales y celebraciones de otras
culturas. En ocasiones se traslapan el ecoturismo y el etnoturismo.

Cualquiera de ellos no viene necesariamente acompañado de una sensibilidad


cultural. En algunos casos las comunidades son forzadas a acomodar sus
costumbres y tradiciones con el afán de satisfacer las experiencias que los
turistas buscan. Existen muchos ejemplos de esto en los libros.
En Fuenterrabia, España, la gente de Alarde fue forzada por el Ministerio de
Información y Turismo a realizar la celebración ritual de la victoria de 1638
para los turistas, lo que dio como resultado su desaparición (Greenwood, 1982).

En Tana Toraja, Indonesia, un grupo de planeadores estructuraron el calendario


turístico de tal manera que el Toraja tuviera lugar en un transporte totalmente
fuera de época y contexto en el cual la ceremonia se realizaba (Adams, 1982).

La materialización y adecuación de la Toraja era obvia como producto turístico


realizado por los consultores, quienes renovaron el área distorsionando la
realidad de la vida diaria al crear un entretenimiento industrial como si fuera de
la vida real. Esta materialización y estereotipamiento de las culturas como
estrategias de mercadeo por parte de las empresas turísticas occidentales se
utilizan frecuentemente para vender el destino.

Esta práctica fomenta la ignorancia y las predisposiciones racistas (Sachs,


1993). Frecuentemente los cambios sociales que ocurren en los países están
influenciados por los cambios en el mundo; el turismo actúa como un
catalizador para estos cambios.

La interacción entre las personas de diferentes culturas y estratos como sucede


en el turismo internacional, resulta en la paradoja "nosotros queremos lo que
ustedes tienen". Obviamente el viajero es quien puede pagar por lo que no puede
tener en su propio país.
IMPACTOS AMBIENTALES

En 1977-1978 la organización Economic Cooperation and Development


(OECD), dio a conocer cuatro maneras en cómo el turismo afecta el medio.
Estas eran: cambios permanentes que modifican el paisaje, generación de
desechos, actividades turísticas y efectos de la población (Lea, 1988). Ejemplos
de los cambios que modifican el paisaje son los edificios de los hoteles y los
aeropuertos en los pantanos, tierras agrícolas o en los habitats de la vida
silvestre. Baines (1987) proporciona un buen ejemplo de esto en un estudio de
los impactos ambientales del turismo en algunas de las islas y cayos del Pacífico
Sur. En la Isla del Tesoro de Fiji, la pequeña reserva de agua potable se minó
para surtir de tal líquido a los hoteles que acabaron con la vegetación que servía
como parapeto entre el océano y el cayo, lo que produjo un severo daño por la
erosión. En las playas de Waikiki, Hawai, se construyeron rompeolas para
proteger a los hoteles, lo que originó una severa erosión de la playa que trajo
como consecuencia que cada año se tenga que traer arena a Waikiki para que
los turistas tengan playas en donde asolearse (Locke, 1992).

Otros problemas adicionales son la contaminación del aire por el crecimiento


de medios de transporte; el crecimiento de la población que ha sobrepasado la
capacidad de carga en las áreas naturales, así como en los parques nacionales y
reservas de la biosfera; el incremento en la demanda de energía, agua y
contaminación. Muchos lugares sufren problemas de contaminación por el
desmedido crecimiento de la industria turística. Los grandes hoteles se
construyen sin meditar. En Ocho Ríos, Jamaica, por causa del turismo la
población del pueblo creció al punto que el sistema de drenaje era inservible
para la cantidad de desechos producidos, lo cual orilló a la población a
bombearlos directamente al mar (Walker, 1992). En pequeñas áreas en donde
los hoteles son relativamente pequeños, pero en donde el crecimiento es
sustancial, las deficiencias de infraestructura tales como la red de agua potable
o sistemas de alcantarillado, pueden crear graves problemas de salud tanto para
los turistas como para los residentes. Puerto Viejo de Talamanca, Costa Rica,
multiplicó su población drásticamente en los últimos cinco años debido al
turismo.

El pueblo no cuenta con un sistema de drenaje y algunos de los hoteles bombean


sus desechos directamente al mar. Se cuenta con reportes de niños que juegan
en pozas formadas por la marea cerca de los desagües (Paterson, 1994).
Cualquier país desarrollado que promueve el turismo en cualquier forma,
fomenta los problemas ambientales y cambios sociales que se han descrito. La
identificación del impacto de estos problemas es lo que ha motivado a las
personas a tratar de integrar los principios de la sustentabilidad en todas las
esferas de la industria del turismo. En un estudio complementario, Dowling
(1992) describe la evolución del pensamiento y relación entre ambiente y
turismo desde 1950 a 1990. Fennel y Eagles (1990) dicen que el ecoturismo se
caracteriza por un deseo de estudiar los elementos de la naturaleza en los
ambientes sensibles. Según ellos hay tres componentes que identifican a la
industria:

1. La atracción de turistas a un área natural accesible única.


2. La utilización del turismo como una herramienta para la conservación
mediante la educación, el aprovechamiento, el cambio de actitudes, el
desarrollo comunitario y las políticas prioritarias.
3. La creación de empleo y el desarrollo de empresas locales.
IMPACTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DEL TURISMO EN LA
ECONOMÍA LOCAL DE LOS DESTINOS TURÍSTICOS

Como se ha señalado en los apartados anteriores, para que la actividad turística,


en cuanto a actividad económica que es, pueda desarrollarse 135 en el largo
plazo, debe ser rentable y, por tanto, competitiva, para las empresas que la
desarrollan. No obstante, para que pueda decirse que la dimensión económica
de la sostenibilidad tiende a alcanzarse en el tiempo, se hace también necesario
que esta actividad impacte de forma positiva en la economía de los territorios
en los que se desarrolla, es decir, en los destinos turísticos. De esta manera,
tenderán a maximizarse los impactos económicos positivos mientras se
minimizan los impactos económicos negativos. En este sentido, en este epígrafe
se tratan de analizar los diferentes impactos económicos, positivos y negativos,
que puede generar la actividad turística en los territorios donde se desarrolla.
No en vano, mediante un profundo conocimiento de estos impactos, y a través
de una adecuada gestión de los destinos turísticos, se podrán maximizar los
positivos y minimizar los negativos. Ello hará que la gestión económica del
turismo sea eficiente y eficaz para los destinos turísticos en los que se desarrolla.
Por tanto, la competitividad de los destinos turísticos deberá tener como efecto
la maximización de los impactos económicos positivos y la minimización de
los impactos económicos negativos de la actividad turística sobre los mismos,
motivo por el cual se hace imprescindible analizar cada uno de ellos con objeto
de comprender las causas que lo generan

Como ya se ha destacado en anteriores epígrafes, el turismo repercute


enormemente en la economía de los países y regiones en los que se desarrolla,
si bien esta influencia tiene distinta intensidad según el dinamismo y
diversificación de las economías de estas regiones de destino.
Así, estas economías pueden ser las propias de países desarrollados o en vías de
desarrollo, pueden estar basadas en una o varias industrias, etc., por lo que el
turismo puede representar una opción importante para la misma o ser
completamente irrelevante.

A. Impactos económicos positivos

En general, los efectos económicos positivos que la actividad turística ejerce


sobre la economía de un destino se pueden sintetizar en el efecto
“multiplicador” que provoca el gasto turístico. Éste puede definirse como la
riqueza añadida que se genera por cada unidad de gasto turístico, es decir, la
oleada de gastos -y consecuentemente creación de riqueza que se produce al
realizar un primer gasto en turismo. Entre toda esta serie de efectos
provocados por el gasto turístico se distinguen las siguientes categorías:

1. Los efectos directos: hacen referencia al gasto realizado por los visitantes
en el destino. Así, influyen en esta categoría los flujos monetarios recibidos
por los establecimientos turísticos de primera línea -hoteles, restaurantes,
taxis, autobuses, etc.- directamente de los visitantes.

2. Los efectos indirectos: los ingresos obtenidos por los establecimientos de


primera línea serán gastados en otros proveedores y servicios locales, dando
continuidad al proceso.

3. Efectos secundarios inducidos: durante las rondas de gasto turístico


directo e indirecto, parte de la renta obtenida irá a parar a manos de la
población residente bajo la forma de salarios, dividendos e intereses, los
cuales incrementarán las rentas de los mismos. Más en particular, entre los
efectos positivos que genera el turismo sobre las economías de los destinos,
algunos de los cuales ya han sido comentados a lo largo del presente artículo,
pueden enumerar los siguientes:

1. Contribución del turismo al equilibrio de la balanza de pagos. El papel del


turismo en la balanza de pagos de un país suele expresarse en términos de
ingresos generados por los visitantes internacionales y de gastos realizados
por los nacionales en el extranjero. Y, como se ha comentado anteriormente,
para los países en desarrollo con elevados déficits exteriores, el turismo es
una actividad importante para equilibrar o corregir, en la medida de lo
posible, sus cuentas exteriores, al ser los ingresos por turismo superiores a
los pagos.

2. Contribución del turismo al Producto Nacional Bruto (PNB). La


producción de bienes y servicios para satisfacer la demanda de los turistas
cuando estos viajan supone en el ámbito mundial 147 alrededor del 4 por
100 del PNB de los países. Evidentemente, esta contribución varía de unos
países a otros, existiendo países en los que la actividad turística supone más
del 50 por 100 de su PIB Bahamas, Seychelles, por ejemplo, lo cual
representa una parte muy importante de sus economías.

3. Contribución del turismo a la creación de empleo. Como ya se ha


comentado, la actividad turística es una industria intensiva en el factor
trabajo, por lo que su desarrollo incide en buena medida en la creación de
empleo.

4. El turismo como motor de actividad empresarial: el turismo está


considerado como un motor importante de la actividad económica por sus
múltiples conexiones con los demás sectores de la economía, pues puede
decirse que prácticamente todo el sistema productivo del destino turístico se
pone a disposición del turista para satisfacer las necesidades de éste.

5. Distribución de la renta: otro de los beneficios económicos del turismo es


no sólo el aumento de la renta, por su contribución al PIB, sino también la
distribución de la misma, tanto entre la población como en términos de
contribución al equilibrio regional de un país. En general, puede afirmarse
que el turismo representa una posibilidad de mejora económica en el nivel
de vida de la población residente, así como un instrumento óptimo para
acelerar los posibles cambios positivos que puedan operar en el lugar
concreto en el que desarrolle.

B. Impactos económicos negativos

El desarrollo turístico lleva aparejado, al igual que ocurre con el desarrollo


de cualquier otra actividad productiva, ciertos costes que deben ser
considerados al mismo tiempo que los beneficios para poder evaluar
correctamente los impactos económicos del turismo sobre los destinos.

Entre los costes económicos destacan:

1. Coste de oportunidad: puesto que los recursos de un destino son siempre


limitados, ya sean naturales, humanos o financieros, el hecho de ser
aplicados a la actividad turística en lugar de a usos alternativos, tiene un
coste de oportunidad que debe ser evaluado la oportunidad desperdiciada.
En este sentido, es necesario valorar los beneficios económicos que surgen
de la inversión de dichos recursos en el turismo, comparándolos con los
beneficios que se obtendrían si estuvieran destinados a otros usos. Sin
embargo, debido a las dificultades existentes para evaluar los costes de
oportunidad correctamente, éstos suelen ser ignorados a la hora de planificar
y desarrollar la actividad turística.

2. Costes derivados de las fluctuaciones de la demanda turística: las


fluctuaciones e inestabilidad de la demanda turística disminuye la
rentabilidad de las inversiones turísticas, ya que esta demanda, en teoría, es
tremendamente estacional y muy sensible a aspectos tales como: las
variaciones de los precios, los cambios en las tendencias económicas, los
cambios políticos y las modas. En este sentido, la llegada de turistas sólo en
determinadas épocas del año estacionalidad de la demanda reduce la
rentabilidad de las inversiones en esta actividad, siendo éste uno de los costes
más importantes a los que tienen que hacer frente todos los negocios
relacionados con la actividad turística.

3. Inflación: el crecimiento turístico en los destinos suele traer consigo en


muchas ocasiones un incremento de los precios, ya que los turistas suelen
tener un poder adquisitivo más elevado que la población local de los destinos
visitados, por lo que pueden afrontar en mayor medida una subida de precios
de los productos y servicios ofertados en el destino.

4. Salida de beneficios económicos al exterior: este coste negativo es


superior en los países en vías de desarrollo, pues generalmente sufren déficit
de capital y, por tanto, dependen del capital extranjero para realizar las
inversiones turísticas necesarias para hacer frente al proceso de desarrollo
turístico. También estos países se caracterizan por poseer un sistema
productivo muy poco diversificado, por lo que las importaciones de bienes
y servicios para atender las necesidades de los turistas son mayores,
incidiendo ello de forma negativa en la balanza de pagos turística.
5. Distorsiones en la economía: el desarrollo de la actividad turística puede
crear perjuicios y desequilibrios en el desarrollo de otros sectores
económicos o de algunas otras zonas del mismo país que, por sus
condiciones, no goza de las mismas circunstancias para competir. Esto
sucede cuando el turismo capta todos los recursos productivos económicos,
humanos financieros y naturales de un país en territorios muy puntuales del
mismo quitándoselo al desarrollo de otros sectores.

Ahora bien, todos estos costes que se derivan del crecimiento turístico,
pueden ser evitados o, al menos, minimizados a priori mediante la
implementación de una adecuada política turística que tenga en cuenta las
características estructurales, tanto económicas como socioculturales y
medioambientales, de los destinos turísticos que se pretendan desarrollar,
pues sólo a partir de estas consideraciones se podrá implementar un proceso
de desarrollo turístico que incida positivamente en el desarrollo económico
de los destinos.

TURISMO Y AMBIENTE

Sin un entorno ambiental atractivo el turismo no puede tener éxito y, en algunos


casos, sin turismo la conservación del medio ambiente se queda también en una
posición de riesgo. Por lo tanto, existe una fuerte relación entre turismo y medio
ambiente: cada uno depende del otro para mantener un equilibrio, de manera
que, si el medio ambiente se deteriora, tendrá un impacto directo sobre el
turismo.

El rápido crecimiento de la demanda turística internacional producido en la


segunda mitad del siglo XX se ha traducido en un aumento de las
preocupaciones éticas sobre cómo el medio ambiente físico y cultural de los
destinos son aprovechados para el desarrollo de turismo.

En consecuencia, la interacción del turismo con estos entornos físicos y


culturales da origen a cuestiones sobre cómo estos son utilizados por la industria
y los turistas. Al mismo tiempo, efectos como el calentamiento global,
agotamiento de la capa de ozono, desertificación y/o lluvias ácidas, son
ejemplos de los tipos de cambios ambientales negativos que han sido acelerados
por acciones humanas, entre las cuales se encuentra la actividad turística a nivel
mundial.

Como señala Gössling (2002:284), a nivel mundial el turismo contribuye para:

 Cambios en el uso de la tierra. Una vez que el turismo es un importante


‘consumidor de territorio’ (por ejemplo, para el desarrollo de aeropuertos y
estructuras de apoyo, urbanización turística, campos de golf, etc.)
 Uso de energía. El turismo puede ser un gran consumidor y competidor en
el uso de recursos y combustibles fósiles
 Extinción de especies silvestres
 Distribución geográfica de enfermedades, como el SRAS y la gripe aviar.
 Cambios en la percepción del medio ambiente, que se convierte en un
recurso para ser consumido como parte de una experiencia.

Por otro lado, el aumento de tiempo libre para ocio, de recursos económicos y
de desarrollo tecnológico que generó el crecimiento masivo de la industria del
turismo, ha sido acompañado en los últimos años de diferentes respuestas que
se han desarrollado como alternativas al turismo de masas, fundamentadas en
un mayor interés y conciencia pública hacia el medio ambiente y hacia los
impactos de la actividad humana, como el ecoturismo, turismo de nicho, verde,
ecológico, ‘soft’, etc.

El ecoturismo, en particular, es a menudo considerado como una alternativa al


turismo de masas, siendo interpretado como un turismo de base sostenible
natural y cultural (Fennell, 2003).

El concepto de ecoturismo, que fue introducido en la década de 1960, discutido


por los ecologistas en la década de 1970, aceptado por los investigadores del
turismo en la década de 1980 y considerado como el segmento de más rápido
crecimiento de la industria turística en la década de 1990, ha sido considerado
teóricamente correcto, pero difícil de poner en la práctica. Para Higham (2007:
25), “el desarrollo del ecoturismo en la práctica ha estado plagado de
problemas”. Estos han incluido la no obtención de los beneficios prometidos,
nulo o escaso desarrollo y poca o ninguna gestión, problemas que se han
atribuido a una falta de coordinación entre los actores involucrados. Cater
(1993) admite que el ecoturismo se ha considerado más un ideal que una
realidad. De hecho, se han producido varias definiciones distintas y hoy en día
el desafío real es convertir el significado de ecoturismo en principios, guías y
criterios prácticos. Esta es, sin duda, una tarea difícil, dado que las diferentes
áreas de ecoturismo, regiones y destinos alrededor del mundo son únicas en la
mayoría de los aspectos que las hacen especiales.

Está claro que el turismo puede ser una amenaza para la conservación, pero en
un número creciente de casos aporta también beneficios para la conservación y
proporciona a quien trabaja en la industria, especialmente la gente local, un
incentivo económico para proteger la biodiversidad. Porque se basa en un
disfrute del entorno natural y cultural, el turismo puede generar la motivación
para protegerlo, desempeñar un papel positivo en la sensibilización y la
educación de los consumidores, a través de sus canales de distribución amplia,
y puede generar un incentivo económico para proteger hábitats que, de otra
manera, se verán afectados por usos ambientalmente menos respetuosos con el
territorio.

Algunos de los mejores ejemplos sobre cómo el turismo puede hacer una
contribución positiva a la mejora del medio ambiente se encuentran en los
entornos urbanos post-industriales, en los que el turismo ha sido un aporte para
mejorar la calidad ambiental del entorno.

Pero, incluso en estos casos, las mejoras económicas y ambientales generan


aumento de la contaminación, residuos, etc.

Al final, el turismo es una actividad económica más respetuosa del medio


ambiente sólo si se compara con otras más perjudiciales, como la actividad
maderera o minera. Por lo tanto, normalmente, el desarrollo del turismo debe
prestar más interés por el mantenimiento de un entorno de ‘calidad’ en un
destino, si se espera que el turismo desempeñe un papel a largo plazo en la
economía local. Sin embargo, también el significado de lo que es un entorno de
‘buena calidad’ es altamente discutible y dependiente de valores e
interpretaciones individuales que pueden variar muchísimo.

En la actualidad, y en el futuro, lo mejor que la industria del turismo puede hacer


es avanzar hacia mejores prácticas ambientales, a través de una mejor
comprensión del valor de sus entornos, los efectos inadvertidos del desarrollo y
pensar en términos de desarrollo turístico con calidad ambiental a largo plazo,
al tener en cuenta en su planificación y gestión los impactos ambientales que
genera. Pero, atribuir daño ambiental al turismo es difícil por varias razones.
El principal problema es el de separar los efectos provenientes del turismo de
los efectos de la existencia humana en general. Además, la naturaleza compleja
y fragmentada de la prestación turística hace que este problema se vuelve aún
más complejo (Mathieson y Wall, 1982).

Sin embargo, Edington y Edington (1986: 2) señalan que “una comprensión


adecuada de los factores biológicos, o más específicamente, ecológicos puede
reducir significativamente la magnitud de los daños ambientales asociados al
desarrollo recreativo y turístico”, lo que hace importante al menos comprender
las categorías principales de impactos ambientales y los tipos de servicios
fundamentales prestados por los ecosistemas y esenciales al bienestar humano
con los cuales el turismo se relaciona directa o indirectamente.

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