Está en la página 1de 11

TRASTORNOS MENTALES :

Diagnóstico

Tienes las siguientes opciones para determinar un diagnóstico y verificar si hay


complicaciones relacionadas:

Una exploración física. Tu médico tratará de descartar problemas físicos que


podrían causar tus síntomas.

Análisis de laboratorio. Estos pueden incluir, por ejemplo, un chequeo de tu


función tiroidea o un examen para la detección de alcohol y drogas.

Una evaluación psicológica. Un médico o profesional de la salud mental


hablará contigo sobre tus síntomas, pensamientos, sentimientos y patrones de
conducta. Es posible que te pida que completes un cuestionario para ayudar a
responder estas preguntas.

Cómo determinar la enfermedad mental que padeces

A veces es difícil determinar qué enfermedad mental puede estar causando los
síntomas. Pero tomarse el tiempo y el esfuerzo para obtener un diagnóstico
preciso ayudará a determinar el tratamiento apropiado. Cuanta más
información tengas, más preparado estarás para trabajar con su profesional de
salud mental y comprender lo que pueden representar tus síntomas.

Los síntomas característicos de cada enfermedad mental se detallan en el


Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5, Manual
Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales), publicado por la American
Psychiatric Association (Asociación Estadounidense de Psiquiatría). Los
profesionales de salud mental utilizan este manual para diagnosticar trastornos
mentales, y las compañías de seguro lo usan para reembolsar el costo del
tratamiento.

Clases de enfermedades mentales

Las principales clases de enfermedades mentales son las siguientes:

Trastornos del neurodesarrollo. Esta clase abarca una amplia gama de


problemas que generalmente comienzan en la infancia o niñez, a menudo
antes de que el niño comience la escuela primaria. Algunos ejemplos incluyen
el trastorno del espectro autista, el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) y trastornos del aprendizaje.

Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Los trastornos


psicóticos causan pérdida de contacto con la realidad, como delirios,
alucinaciones y pensamiento y habla desorganizados. El ejemplo más notable
es la esquizofrenia, aunque a veces se pueden asociar otras clases de
trastornos con la pérdida de contacto con la realidad.

Trastorno bipolar y trastornos relacionados. Esta clase incluye trastornos con


episodios alternados de manía (períodos de actividad excesiva, energía y
excitación) y depresión.

Trastornos depresivos. Estos incluyen trastornos que afectan la manera en que


te sientes emocionalmente, como el nivel de tristeza y felicidad, y pueden
afectar tu capacidad para funcionar. Algunos ejemplos incluyen el trastorno
depresivo mayor y el trastorno disfórico premenstrual.

Trastornos de ansiedad. La ansiedad es una emoción caracterizada por la


anticipación de un futuro peligro o desgracia, junto con una preocupación
excesiva. Puede incluir comportamientos con el objeto de evitar situaciones
que causan ansiedad. Esta clase incluye el trastorno de ansiedad generalizada,
el trastorno de pánico y las fobias.

Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados. Estos trastornos


implican preocupaciones u obsesiones y pensamientos y acciones repetitivos.
Algunos ejemplos incluyen el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de
acumulación y la tricotilomanía.

Trastornos relacionados con el trauma y el estrés. Estos son trastornos de


adaptación en los cuales una persona tiene problemas para lidiar con una
situación estresante de la vida durante o después de esta. Algunos ejemplos
incluyen el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno de estrés
agudo.

Trastornos disociativos. Estos son trastornos en los cuales el sentido de sí


mismo se ve alterado, como el trastorno de identidad disociativa y la amnesia
disociativa.

Síntomas somáticos y trastornos relacionados. Una persona con uno de estos


trastornos puede tener síntomas físicos que causan una gran angustia
emocional y problemas de funcionamiento. Puede o no haber otra afección
médica diagnosticada asociada con estos síntomas, pero la reacción a los
síntomas no es normal. Los trastornos incluyen el trastorno de síntomas
somáticos, el trastorno de ansiedad por enfermedad y el trastorno facticio.

Trastornos alimenticios y de la alimentación. Estos trastornos incluyen


problemas relacionados con la alimentación que afectan la nutrición y la salud,
como la anorexia nerviosa y el trastorno por atracones.

Trastornos de eliminación. Estos trastornos se relacionan con la eliminación


inadecuada de orina o heces por accidente o a propósito. Mojar la cama
(enuresis) es un ejemplo.
Trastornos del ritmo circadiano. Se trata de trastornos del sueño lo
suficientemente graves como para requerir atención clínica, como el insomnio,
la apnea del sueño y el síndrome de las piernas inquietas.

Disfunciones sexuales. Estas incluyen trastornos de la respuesta sexual, como


la eyaculación precoz y el trastorno orgásmico femenino.

Disforia de género. Esto se refiere a la angustia que acompaña al deseo


declarado de una persona de ser de otro género.

Trastornos de mal comportamiento, control de los impulsos y de la conducta.


Estos trastornos incluyen problemas de autocontrol emocional y conductual,
como la cleptomanía o el trastorno explosivo intermitente.

Trastornos relacionados con las sustancias y las adicciones. Estos incluyen


problemas asociados con el uso excesivo de alcohol, cafeína, tabaco y drogas.
Esta clase también incluye el trastorno del juego compulsivo.

Trastornos neurocognitivos. Los trastornos neurocognitivos afectan la


capacidad para pensar y razonar. Estos problemas cognitivos adquiridos (en
lugar de problemas de desarrollo) incluyen el delirio, así como trastornos
neurocognitivos debidos a afecciones o enfermedades como lesiones
cerebrales traumáticas o la enfermedad de Alzheimer.

Trastornos de personalidad. Un trastorno de la personalidad implica un patrón


duradero de inestabilidad emocional y comportamiento poco saludable que
causa problemas en la vida y en las relaciones. Algunos ejemplos son los
trastornos límite, antisocial y narcisista de la personalidad.

Trastornos parafílicos. Estos trastornos incluyen el interés sexual que causa


angustia o impedimento personal o causa daño potencial o real a otra persona.
Algunos ejemplos son el trastorno de sadismo sexual, el trastorno voyerista y el
trastorno pedófilo.

Otros trastornos mentales. Esta clase incluye los trastornos mentales que se
deben a otras afecciones médicas o que no cumplen con todos los criterios de
uno de los trastornos mencionados anteriormente.

Tratamiento

El tratamiento depende del tipo de enfermedad mental que tengas, la gravedad


y lo que sea más efectivo en tu caso. En muchos casos, combinar tratamientos
es lo que mejor funciona.

Si tienes una enfermedad mental leve con síntomas bien controlados, el


tratamiento del proveedor de atención primaria puede ser suficiente. Sin
embargo, en ocasiones, el enfoque de equipo es más adecuado para asegurar
la respuesta a todas tus necesidades psiquiátricas, médicas y sociales. Esto es
particularmente importante para las enfermedades mentales graves, como la
esquizofrenia.

Tu equipo de tratamiento

Tu equipo de tratamiento puede comprender:

Médico de atención primaria o médico de cabecera

Enfermero especializado

Asistente médico

Psiquiatra, un médico que diagnostica y trata las enfermedades mentales

Psicoterapeuta, por ejemplo, psicólogo o consejero habilitado

Farmacéutico

Un asistente social

Integrantes de la familia

Medicamentos

Si bien los medicamentos psiquiátricos no curan la enfermedad mental, con


frecuencia pueden mejorar los síntomas en forma significativa. Los
medicamentos psiquiátricos pueden ayudar, además, a la efectividad de otros
tratamientos, como la psicoterapia. Los medicamentos más adecuados para ti
dependerán de tu situación particular y de la forma en que el cuerpo responda
a la medicación.

Los medicamentos psiquiátricos con receta utilizados con mayor frecuencia son
los siguientes:

Antidepresivos. Los antidepresivos se utilizan para el tratamiento de la


depresión, la ansiedad y, en ocasiones, otras enfermedades. Pueden ayudar a
mejorar algunos síntomas, como la tristeza, la desesperanza, la falta de
energía, la dificultad para concentrarse y la falta de interés en las actividades.
Los antidepresivos no son adictivos, por lo que no crean dependencia.

Medicamentos para la ansiedad. Estos medicamentos se utilizan para tratar los


trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizado o el
trastorno de pánico. También pueden ayudar a reducir la agitación y el
insomnio. Los medicamentos contra la ansiedad que se administran a largo
plazo son generalmente antidepresivos que también sirven para tratar la
ansiedad. Los medicamentos de acción rápida contra la ansiedad brindan alivio
a corto plazo, pero pueden crear dependencia, por lo que idealmente solo
deberían usarse durante períodos cortos.
Medicamentos estabilizadores del ánimo. Los estabilizadores del ánimo se
utilizan, con mayor frecuencia, para el tratamiento del trastorno bipolar, que
supone la alternancia entre episodios de manía y de depresión. En ocasiones,
los estabilizadores del ánimo se utilizan con antidepresivos para tratar la
depresión.

Medicamentos antipsicóticos. Los antipsicóticos se utilizan, generalmente, para


el tratamiento de trastornos psicóticos, como la esquizofrenia. Los
antipsicóticos también se utilizan para tratar el trastorno bipolar o con
antidepresivos para tratar la depresión.

Psicoterapia

La psicoterapia, también llamada terapia de conversación, consiste en hablar


sobre tu afección y temas relacionados con un profesional de la salud mental.
La psicoterapia te permite conocer tu enfermedad, tus estados de ánimo,
sentimientos, pensamientos y conductas. Esa comprensión y ese conocimiento
te permiten adquirir capacidades para enfrentar situaciones y controlar el
estrés.

Existen muchos tipos de psicoterapia, cada uno con su enfoque para mejorar el
bienestar mental. Con frecuencia, la psicoterapia se completa con éxito en
pocos meses, aunque en algunos casos puede ser necesario el tratamiento a
largo plazo. Puede llevarse a cabo de forma individual, grupal o con los
miembros de la familia.

A la hora de escoger a un terapeuta, es importante que te sientas cómodo y


confíes en su capacidad de escuchar lo que tienes para decir. Además, es
importante que el terapeuta comprenda la historia de vida que te ha convertido
en la persona que eres y ha definido la forma en que vives.

Tratamientos de estimulación cerebral

Los tratamientos de estimulación cerebral se utilizan, en algunos casos, para la


depresión y otros trastornos de salud mental. Por lo general, se reservan para
las situaciones en las que los medicamentos y la psicoterapia no dieron
resultado. Entre ellos se incluyen la terapia electroconvulsiva, la estimulación
magnética transcraneal repetitiva, la estimulación cerebral profunda y la
estimulación del nervio vago.

Asegúrate de comprender los riesgos y los beneficios de cualquier tratamiento


recomendado.

Programas de tratamiento hospitalario y residencial

En ocasiones, puede que la enfermedad mental sea tan grave que necesites
que te atiendan en un hospital psiquiátrico. Esto se recomienda, por lo general,
si no puedes cuidar de ti mismo adecuadamente o si estás en peligro inminente
de lastimarte a ti o de lastimar a otra persona.

Las opciones son la hospitalización durante 24 horas, la hospitalización parcial


o diurna y el tratamiento residencial, que ofrece un entorno temporal de
atención donde vivir. Otra opción puede ser el tratamiento ambulatorio
intensivo.

Tratamiento por el abuso de sustancias

Junto con la enfermedad mental comúnmente se presentan problemas con el


consumo de sustancias. Por lo general, interfiere en el tratamiento y empeora
la enfermedad mental. Si no puedes dejar de consumir drogas o alcohol por tus
propios medios, necesitas tratamiento. Consulta con el médico acerca de las
opciones de tratamiento.

Involúcrate en tu propia atención

Trabaja con tu proveedor de atención primaria o profesional de salud mental


para decidir juntos cuál es el tratamiento más adecuado en tu caso de acuerdo
con tus síntomas y su gravedad, tus preferencias personales, los efectos
secundarios de los medicamentos y otros factores. En ciertos casos, la
enfermedad mental puede ser tan grave que tenga que ser el médico o un ser
querido quien decida acerca de la atención que recibes hasta que estés en
condiciones de participar en la toma de decisiones.

Más información

Proveedores de atención de la salud mental: consejos para encontrar uno

Estimulación cerebral profunda

Estimulación del nervio vago

Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Estilo de vida y remedios caseros

En la mayoría de los casos, una enfermedad mental no mejorará si intentas


tratarla por tu cuenta sin atención profesional. Sin embargo, puedes hacer
algunas cosas por ti mismo para colaborar con tu plan de tratamiento:

Cumple con tu plan de tratamiento. No faltes a las sesiones de tratamiento. No


dejes de tomar los medicamentos, aunque te sientas bien. Si dejas de
tomarlos, los síntomas pueden reaparecer. Además, podrías tener síntomas
similares a los de la abstinencia si dejas de tomar un medicamento
abruptamente. Si tienes efectos secundarios molestos u otros problemas con el
tratamiento, habla con el médico antes de hacer cambios.
Evita el consumo de alcohol y drogas. El consumo de alcohol o de drogas
recreativas puede dificultar el tratamiento de una enfermedad mental. Si eres
adicto, dejar el hábito puede ser un verdadero desafío. Si no puedes hacerlo
por tu cuenta, consulta con el médico o busca un grupo de apoyo que te ayude.

Mantenerte activo. El ejercicio puede ayudarte a controlar los síntomas de la


depresión, el estrés y la ansiedad. La actividad física también puede
contrarrestar los efectos de algunos medicamentos psiquiátricos que pueden
causar aumento de peso. Considera caminar, nadar, hacer jardinería o
cualquier otra forma de actividad física que disfrutes. Incluso la actividad física
ligera puede tener un efecto positivo.

Toma decisiones saludables. Mantener un cronograma regular de actividades


que incluya suficientes horas de sueño, alimentación saludable y actividad
física periódica es importante para tu salud mental.

No tomes decisiones importantes cuando los síntomas son graves. Evita tomar
decisiones cuando te encuentres transitando los síntomas de una enfermedad
mental, ya que es posible que no estés pensando con claridad.

Determina las prioridades. Puedes disminuir el impacto de tu enfermedad


mental si manejas el tiempo y la energía. Reduce la cantidad de obligaciones
cuando sea necesario y establece objetivos razonables. Permítete hacer
menos cosas cuando los síntomas empeoran. Quizás te resulte útil hacer una
lista de tareas diarias, o utilizar una agenda para estructurar tu tiempo y
mantenerte organizado.

Aprende a adoptar una actitud positiva. Concentrarte en las cosas positivas de


tu vida puede ayudarte a mejorarla e incluso puede mejorar tu salud. Trata de
aceptar los cambios cuando ocurran y no sobredimensiones los problemas. Las
técnicas de control del estrés, incluidos los métodos de relajación, pueden
ayudar.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Afrontar una enfermedad mental puede ser difícil. Habla con tu médico o
terapeuta sobre cómo mejorar tu capacidad de enfrentar desafíos o
situaciones, y ten en cuenta estos consejos:

Infórmate acerca de la enfermedad mental. Tu médico o terapeuta puede


facilitarte información o recomendarte clases, libros o sitios web. Involucra a tu
familia también; eso puede ayudar a las personas que se preocupan por ti a
comprender lo que te está pasando y aprender a ayudarte.

Únete a un grupo de apoyo. Conectarte con otras personas que estén


afrontando desafíos similares puede serte de ayuda. Los grupos de apoyo para
personas con enfermedades mentales están disponibles en numerosas
comunidades y en Internet. Un buen lugar para comenzar es la National
Alliance on Mental Illness (Alianza Nacional de Enfermedades Mentales).

Mantente en contacto con tus amigos y familiares. Intenta participar en


actividades sociales y reunirte con familiares o amigos periódicamente. Pide
ayuda si la necesitas y sé sincero con tus seres queridos acerca de cómo te
sientes.

Lleva un diario personal. O bien, escribe notas breves sobre pensamientos o


registra los síntomas en una aplicación para teléfonos inteligentes. Llevar un
registro de tu vida personal y compartir información con el terapeuta puede
ayudarte a identificar qué desencadena o mejora tus síntomas. También es una
forma saludable de explorar y expresar el dolor, la ira, el miedo y otras
emociones.

Preparación para la consulta

Ya sea que programes una consulta con tu proveedor de atención médica


primaria para conversar acerca de tus inquietudes en materia de salud mental o
que te remitan a un profesional de salud mental, como un psiquiatra o un
psicólogo, toma las medidas siguientes a fin de prepararte para la consulta.

Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe. Alguien que


te conoce desde hace mucho tiempo puede brindar información importante, con
tu permiso.

Qué puedes hacer

Antes de la consulta, prepara una lista de lo siguiente:

Los síntomas que tú o las personas cercanas hayan notado, y durante cuánto
tiempo se presentaron

La información personal más importante, incluso los acontecimientos


traumáticos del pasado y cualquier factor importante de estrés actual

Tu información médica, incluidas otras enfermedades físicas o mentales

Cualquier medicamento, vitaminas, productos herbales u otros suplementos


que tomes, y sus dosis

Preguntas que debes hacerle al médico o profesional de la salud mental

Estas son algunas preguntas que puedes hacer:

¿Qué tipo de enfermedad mental puedo tener?

¿Por qué no puedo vencer la enfermedad mental por mi cuenta?

¿Cómo se trata este tipo de enfermedad mental?


¿Me ayudaría la psicoterapia?

¿Existen medicamentos que me puedan ayudar?

¿Cuánto tiempo durará el tratamiento?

¿Qué puedo hacer para ayudarme a mí mismo?

¿Tiene algunos folletos o recursos impresos que me pueda llevar?

¿Qué sitios web me recomienda?

No dudes en hacer otras preguntas durante la consulta.

Qué esperar de tu médico

Durante la consulta, es probable que el médico o profesional de la salud mental


te haga preguntas sobre tu estado de ánimo, pensamientos y comportamiento,
tales como:

¿Cuándo notaste los síntomas por primera vez?

¿Cómo se ve afectada tu vida cotidiana a causa de tus síntomas?

¿Has recibido tratamiento para alguna enfermedad mental?

¿Qué has intentado hacer por tu cuenta para sentirte mejor o controlar tus
síntomas?

¿Qué te hace sentir peor?

¿Tus familiares o amigos han hecho comentarios acerca de tu estado de ánimo


o de tu conducta?

¿Tienes familiares consanguíneos que padezcan de enfermedades mentales?

¿Qué beneficios esperas obtener del tratamiento?

¿Qué medicamentos recetados o hierbas y suplementos de venta libre tomas?

¿Consumes alcohol o drogas recreativas?

El médico o profesional de la salud mental te hará preguntas adicionales según


tus respuestas, síntomas y necesidades. Preparar y anticipar las preguntas te
ayudará a aprovechar al máximo el tiempo con el médico.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Solicite una Consulta en Mayo Clinic

Síntomas y causas
July 29, 2021

Imprimir

Comparte en: FacebookTwitter

Relacionado

Intervención: Ayuda a un ser querido a superar una adicción

Proveedores de atención de la salud mental: consejos para encontrar uno

Salud mental: cómo superar el estigma de las enfermedades mentales

Procedimientos asociados

Estimulación cerebral profunda

Estimulación del nervio vago

Estimulación magnética transcraneal

Productos y servicios

Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de Mayo
Clinic) 5.ª edición

Enfermedad mental

Síntomas y causas

Diagnóstico y tratamiento

Advertisement

Mayo Clinic no respalda compañías ni productos. Las recaudaciones de los


avisos comerciales financian nuestra misión sin fines de lucro.

Avisos comerciales y patrocinio

Política

Oportunidades

Opciones de avisos

Prensa de Mayo Clinic

Consulta estos éxitos de venta y ofertas especiales en libros y boletines


informativos de Mayo Clinic Press.

NUEVO: Cook Well, Eat Less (Cocina inteligente para una buena alimentación)
Evaluación GRATUITA de la dieta de Mayo Clinic

Mayo Clinic Health Letter (Carta de salud de Mayo Clinic): libro GRATUITO

Live Younger Longer (Vive más joven durante más tiempo)

También podría gustarte