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Carros de combate del Ejército de Tierra español

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Los M-48A5E2, modernizados con un motor diésel Continental AV-1790-2A de 760 CV,
cañón M-68 de 105 mm,1 dirección de tiro electrónica Hughes Mk.7, cámara
termográfica y telémetro láser, fueron los tanques más poderosos de que dispuso el
Ejército de Tierra hasta la llegada de los Leopard 2 en la segunda mitad de la
década de los 90. En la imagen un ejemplar en el Museo de Medios Acorazados
(MUMACET) de la Base de El Goloso (Madrid).
El tanque o carro de combate tiene más de un siglo de historia en el Ejército de
Tierra español, desde el primer FT-17 francés entregado en 1919 hasta el Leopard 2
alemán de principios del siglo XXI. El FT-17 y el Schneider CA1 tomaron parte en la
Guerra del Rif y en el primer desembarco anfibio con tanques de la historia en
Alhucemas.23 En 1925, el Ejército español emprendió un programa para desarrollar y
producir un carro de combate autóctono llamado Trubia A4, basado en gran medida en
el FT-17. A pesar de que el prototipo funcionó bien en las pruebas, el tanque nunca
se produjo en masa. España también experimentó con el italiano Fiat 3000,
adquiriendo una unidad en 1925 e iniciando otro programa llamado Landesa para
conseguir uno nacional. Ninguno de ellos evolucionaría en un programa
armamentístico a gran escala y como resultado de ello el FT-17 continuó siendo el
carro de combate más numeroso en el Ejército español hasta el principio de la
Guerra Civil Española de 1936.

Entre julio de 1936 y abril de 1939, durante la guerra, los dos ejércitos
enfrentados recibieron grandes cantidades de carros de combate de las potencias
extranjeras. Las tropas nacionales fueron ayudadas por Alemania e Italia, mientras
que las republicanas los recibieron de la Unión Soviética, muchos de los cuales
serían capturados e incorporados a sus filas por el ejército enemigo. La Guerra
Civil sirvió así de campo de pruebas eficaz de la guerra mecanizada para los
intereses de las naciones que finalmente tomarían parte en la Segunda Guerra
Mundial. A pesar de los intentos de los observadores y soldados soviéticos,
alemanes e italianos de usar las nuevas teorías ideadas, la falta de calidad de las
tripulaciones y tanques, y la insuficiente cantidad de estos últimos, causaron una
mala impresión sobre la utilidad de sus carros de combate.

El Ejército español terminó la Guerra Civil con una flota de tanques ligeros.
Mirando los más modernos y capaces carros de combate del mercado, el Gobierno y el
Ejército españoles aprobaron diseñar y fabricar un carro ligero mejor, llamado
Verdeja. A pesar de que probó ser extremadamente competente, la falta de materias
primas e incentivos condenaron el programa al fracaso. Además, los requerimientos
del ejército fueron satisfechos temporalmente con la obtención de los Panzer IV a
finales de 1943. Sin embargo, el fracaso a la hora de adquirir más Panzer IV
condujo a España a tener un grupo de tanques ligeros bastante anticuado y un
insuficiente número de tanques medios. La decisión norteamericana de no permitir a
España emplear el nuevo equipamiento durante la guerra con Marruecos fue la causa
de que España buscara en otro sitio un complemento a su flota de tanques Patton (M-
47 Patton y M-48 Patton), adquiriendo finalmente el AMX-30E, versión del blindado
francés AMX-30.

Leopard 2A4 de la Brigada de Infantería Mecanizada «Extremadura» XI.


Casi inmediatamente después, el Ejército y el Ministerio de Defensa comenzaron a
planear un futuro tanque español, que desembocó en el proyecto Lince. A pesar de
las numerosas ofertas, el programa Lince fracasó debido a problemas financieros,
tomándose en su lugar la decisión de modernizar la flota existente de AMX-30E y
posteriormente de adquirir un gran número de tanques estadounidenses M-60 para
reemplazar la flota de los por entonces ya muy viejos M-47 y M-48. La mitad de los
AMX-30E se modernizaron a la versión AMX-30EM2, mientras que el resto se sometió a
una modificación más limitada denominada AMX-30ER1. Sin embargo, ni el M-60 ni el
AMX-30 modernizado proporcionaron a España un tanque lo suficientemente moderno
para el siguiente siglo, por lo que en 1994 el Ministerio de Defensa comenzó a
negociar con el Gobierno alemán la compra de los Leopard 2. En última instancia,
108 Leopard 2A4 se adquirieron e integraron en el E. T., mientras que 219 Leopardo
2E (basados en el alemán Leopard 2A6) se montaron y fabricaron parcialmente bajo
licencia en España. Los Leopard 2A4 y 2E sustituyeron a la flota de tanques M-60,
mientras que los AMX-30EM2 fueron reemplazados por los cazacarros italianos B1
Centauro. En la actualidad, el Ejército español posee 108 Leopard 2A4 y 219
Leopardo 2E.

Índice
1 El nacimiento de la Caballería moderna: 1919–1926
2 Los primeros programas de desarrollo de tanques autóctonos: 1925–1935
2.1 Tanque ligero Trubia
2.2 Otros programas de carros de combate
3 Los tanques en la guerra civil española: 1936–1939
3.1 Fuerzas blindadas republicanas
3.1.1 Organización
3.2 Fuerzas blindadas del bando nacional
4 La posguerra: 1939–1953
4.1 Programa del tanque Verdeja
4.2 Blindados alemanes en servicio con el ejército español
5 La ayuda militar norteamericana: 1954–1970
6 Décadas finales de la Guerra Fría: 1970–1991
7 El Ejército español moderno: 1992–presente
8 Véase también
8.1 Listas relacionadas
9 Notas
10 Referencias
11 Bibliografía
12 Enlaces externos
El nacimiento de la Caballería moderna: 1919–1926

FT-17 del Ejército español, en el Museo de Medios Acorazados de la Base de El


Goloso (Madrid).
El interés del Ejército español en el tanque empezó al final de la Primera Guerra
Mundial, cuando el 18 de octubre de 1918 se hizo una petición formal de un tanque
ligero Renault FT-17 al Gobierno francés.4 La petición, no obstante, no fue
procesada hasta el 15 de enero de 1919. La Comisión de Experiencias, Proyectos y
Comprobación del Material de Guerra emitió una petición formal para adquirir un FT-
17 armado con un cañón de 37 mm y días después amplió la petición para incluir tres
tanques armados con cañones y otro FT-17 equipado con ametralladora.

El 5 de marzo la petición fue autorizada y posteriormente ampliada para incluir dos


unidades más del FT-17, armados con un cañón de 37 mm.5 El 20 de marzo, el Gobierno
francés declaró que no podía proceder a la venta, y el 12 de abril el proceso para
la adquisición de estos vehículos comenzó de nuevo.6 En mayo de 1919, los franceses
accedieron a la venta de un solo tanque ligero FT-17 al Ejército español, cuya
entrega se realizó el mes siguiente.7 Este FT-17 en particular estaba armado con
una ametralladora Hotchkiss Modelo 1914 de 8 mm, y posteriormente fue rearmado con
una ametralladora española de 7 mm. Tras una inspección por el Gobierno español, se
decidió la adquisición de otros diez vehículos: ocho armados con ametralladoras y
dos con cañones. El Gobierno francés declaró no disponer de estos vehículos para la
venta, y luego agregó que bajo ninguna circunstancia se permitiría a España
rearmarlos con las ametralladoras españolas de 7 milímetros, y en consecuencia
denegó la venta. Como resultado, España comenzó a acercarse a otros gobiernos,
entre ellos el del Reino Unido y el de Estados Unidos, pero sin éxito.8
Después de la derrota colonial de España en la Batalla de Annual, el 22 de julio de
1921,9 otro emisario militar fue enviado a Francia para solicitar más tanques. Esta
vez, el Gobierno francés aceptó y accedió a la venta de diez M-17 armados con
ametralladoras y un tanque de mando único.10El tanque de mando consistía en el
chasis de un FT-17, con la torreta reemplazada por una superestructura, que
incorporaba solamente equipos de radio.11 Estos fueron presentados a la tercera
sección de la Escuela Central de Tiro el 12 de enero de 1922,10 y se organizan en
una compañía de doce tanques ligeros.12 En septiembre de 1921, el Gobierno español
adquiere seis tanques Schneider CA1, siendo desplegados estos en Marruecos el 28 de
febrero de 1922.13 El 13 de marzo de 1922, seis FT-17 fueron descargados también en
Melilla.

El 18 de marzo de 1922 la compañía de tanques ligeros FT-17 participó en su primera


operación de combate durante la Guerra del Rif. La orden fue de operar junto con la
fuerza de la Legión Española con la misión de capturar la ciudad de Tunguntz, en el
norte de Marruecos.12 Sorprendiendo a los defensores con su aparición, la compañía
de blindados, con los legionarios detrás de ella, tomaron la ciudad de Anvar.14
Continuando su avance hacia Tunguntz, los tanques comenzaron a llegar bajo un
intenso fuego, ya que, debido a la velocidad de su avance, se habían aislado de los
legionarios.15 Como resultado, los tanques se vieron obligados a retirarse a Anvar
buscando la protección de la infantería.12 Dos FT-17 fueron abandonados por su
tripulación debido a problemas mecánicos,16 siendo destruidos por los defensores
marroquíes con dinamita.12 Un análisis posterior a la operación de las acciones
concluyó que los malos resultados de la compañía de tanques fue consecuencia de la
escasa cooperación con la infantería, la falta de fiabilidad de las ametralladoras
de los tanques y la falta de formación previa antes de ser enviados al frente de
operaciones.17 A partir de entonces, la compañía de blindados de España es
utilizada de manera casi continua18 en operaciones de pequeña escala entre finales
de 1922 y septiembre de 1925.19 El 8 de septiembre de 1925, las fuerzas blindadas
de España tomarán parte en el primer desembarco anfibio con tanques de la
historia.20

Cañón corto Schneider & Cie Modelo 1916 de 75 mm, único resto que se conserva de
los Schneider CA1 del Ejército español (El Goloso).
Después de haber sido reequipada con nuevas unidades de FT-17 para reemplazar las
pérdidas sufridas durante los tres años de operaciones en Marruecos, la compañía de
tanques fue trasladada a Ceuta para preparar las operaciones anfibias planeadas en
los alrededores de la bahía de Alhucemas.21 En los días previos al desembarco de
Alhucemas, la compañía motorizada tomó parte en numerosos ejercicios de
entrenamiento, mientras las 4 naves de desembarco tipo K eran modificadas para
permitir llevar tres tanques cada una.nota 122 No obstante, el día del desembarco
las naves de desembarco entraron en un bajío a unos 50 m de la costa;23 con la
consecuencia de que los tanques no pudieron desembarcar hasta el día siguiente, 9
de septiembre de 1925.24 Tras el desembarco, los vehículos sirvieron para apoyar el
flanco izquierdo del ataque español y ayudaron a capturar las posiciones elevadas
que rodeaban la playa y controlaban los puntos de salida hacia el resto de la
isla.19

La Guerra del Rif acabó en mayo de 1926,25 y la compañía motorizada fue trasladada
a la península en julio de ese año.2627

Los primeros programas de desarrollo de tanques autóctonos: 1925–1935


A raíz de su experiencia en Marruecos, el Ejército de Tierra decidió financiar un
programa de desarrollo de un nuevo tanque ligero español. El nuevo vehículo se
inspiró en el francés FT-17, el vehículo blindado más numeroso en servicio en el
Ejército español en ese momento y uno de los más utilizados por los ejércitos
extranjeros.28 El programa fue encabezado por el capitán de artillería Carlos Ruiz
de Toledo, que había comandado anteriormente la batería de tanques de asalto
Schneider CA1 en Marruecos.29 Toledo presintió que el tanque se convertiría en una
baza extremadamente destacada en futuros conflictos y consideró que el Ejército
español precisaba de un modelo de fabricación nacional.29 Como resultado de ello,
realizó una gira por varios países europeos, en un esfuerzo por recopilar
información sobre las nuevas tendencias en el diseño de los tanques y tratar de
integrarlos en el programa de tanques españoles.30 El vehículo resultante fue
conocido como el Carro de Combate Trubia serie A.29

Tanque ligero Trubia


Artículo principal: Tanque Ligero Trubia

Carro Trubia A4 en la Fábrica de Armas de Trubia.


El primer prototipo comenzó a desarrollarse en 1925.31 Producido en la Fábrica de
Armas de Trubia, en Asturias,32 el tanque estaba impulsado por un motor de cuatro
cilindros 40/50 Hispano-Suiza, el mismo motor que los camiones del Ejército español
tenían equipados desde 1915.29Dada la opinión del Ejército español de que los FT-17
estaban limitados en potencia de fuego, el tanque Trubia incorporaba una torreta
especial. La torreta estaba diseñada en dos mitades articuladas, las cuales podían
operar independientemente, cada una armada con una ametralladora. Teóricamante, si
una ametralladora se encasquillaba, el tanque tenía aún otra para poder defenderse.
Además el casco del vehículo incorporaba troneras, que permitían a la tripulación
disparar por ellas desde el interior del tanque.33 Este prototipo fue sometido a
una serie de pruebas, y su éxito provocó la decisión de continuar con el desarrollo
de un tanque de factura española, que conduce a un mejor diseño del tanque Trubia,
conocido como el Modelo Trubia 75HP, tipo rápido, serie A.34

Mientras viaja por segunda vez por Europa, buscando integrar las tendencias de
diseño extranjeras en el nuevo Trubia, el capitán Ruiz de Toledo encontró en
Alemania un nuevo tipo de sistema de tracción. Diseñado para evitar que el sistema
se descarrilara del vehículo, el nuevo diseño sustituía el tren de rodaje
tradicional por un sistema que se mantenía unido gracias a una pared metálica
lateral, con el sistema de rodamiento suspendido en el chasis. Este sistema de
oruga o banda fue el más innovador y exclusivo del nuevo tanque ligero Trubia.
Además de este nuevo sistema de tracción, el Trubia iba a desarrollar una mayor
velocidad, de al menos 30 kilómetros por hora, y alcance que el FT-17.35 Para
refrigerar el motor y la tripulación, se instaló dentro del chasis un dispensador
de aire comprimido. Esto resuelve los problemas relacionados con la claustrofobia
de la tripulación y la entrada de gases procedentes del motor instalado en el FT-
17, e hizo la cabina de las tripulaciones mucho más ergonómica.36 Los 50 caballos
de fuerza originales (37 kW) fueron aumentados hasta los 75 caballos de vapor (56
kW) gracias a un motor Daimler de cuatro cilindros. La transmisión tenía cuatro
marchas adelante y cuatro marchas atrás.37 El nuevo tanque resultó satisfactorio, e
incluso mejoraba los franceses FT-17 en algunos aspectos, y el Ejército español
ordenó la construcción de cuatro prototipos.

El primer prototipo fue fabricado en 1926.38 Un total de cuatro prototipos fueron


ordenados, pero la producción fue lenta y en 1928 solo uno de los tanques se había
terminado, mientras que los otros tres prototipos no estaban armados. El vehículo
completo, llamado Trubia A4, fue enviado a la Escuela Central de Tiro de
Carabanchel, donde fue sometido a una serie de pruebas.39 En 1931, un segundo
prototipo fue completado, en tanto que los dos últimos se concluyeron en 1934.40 El
prototipo original fue devuelto a la fábrica en 1935 para integrar una serie de
modernizaciones y reparar cualquier daño sufrido por el vehículo durante el proceso
de prueba. Los otros tres tanques fueron remitidos al Regimiento de Infantería
Milán, en Oviedo, donde continuaron las pruebas.41

Otros programas de carros de combate


Mientras continuaba el desarrollo del Trubia, el Ejército español adquirió un
tanque italiano Fiat 3000A. Ordenado en octubre de 1924, se recibió en enero de
1925 y fue asignado a la Escuela Central de Tiro de Carabanchel. Allí pasó por una
serie de experimentos y pruebas.42 El tanque fue desarrollado originalmente como
una copia aproximada de los FT-17 franceses, de los que Italia había intentado
adquirir cien unidades. Tenía un chasis más pequeño e iba propulsado por un motor
de 50 caballos de potencia. El Fiat 3000A tenía una torreta con dos ametralladoras
de 6,5 mm. Posteriormente fue mejorado con un cañón de 37 mm y bautizado como Fiat
3000B.43

En 1928, la fábrica de Trubia, al mando del mayor (comandante) de Artillería Víctor


Landesa Domenech, diseñó y comenzó la producción de un nuevo prototipo de tractor
blindado, los cuales llevan su nombre, Landesa. El tractor desarmado finaliza su
producción en 1930, pasando por una serie de pruebas. Entre 1931 y 1932, el
vehículo pasó por una serie de mejoras en la fábrica y fue enviado a Madrid para
hacer más pruebas, las cuales superó de manera satisfactoria en abril de 1932.
Landesa, que en este momento es ascendido a teniente coronel, empieza una preserie
de tres vehículos, con motores L-2000 de 55 caballos (41 kW), diseñados por
Daimler-Benz. Finalmente, dos se produjeron y se entregaron para ser probados por
el Ejército, mientras que otros nueve fueron encargados con la idea de utilizarlos
para remolcar cañones antiaéreos Škoda de 76,5 mm Modelo 1919.44 Al mismo tiempo,
la fábrica de Trubia comenzó a planear una versión blindada y armada del vehículo
para el Ejército.45 Dos de ellos fueron producidos en 1934, pero la fábrica de
Trubia tuvo problemas con la producción de los motores L-2000, y a consecuencia de
ello carecían de motor cuando estalló la Guerra Civil. Iban armados con una única
ametralladora de 7 mm.46

En 1936 se inicia el desarrollo del Carro de Combate Trubia Modelo 1936, que a
causa del estallido de la Guerra Civil se quedaría en los planos, que serían
llevados a Bilbao y en los cuales se basaría la SECN de Sestao para fabricar el
carro de combate Trubia-Naval, cuyas principales diferencias con el original serían
un menor tamaño y la sustitución del cañón Arellano de 40 mm por 2
ametralladoras.47

Los tanques en la guerra civil española: 1936–1939


Artículo principal: Anexo:Tanques en la Guerra Civil Española

Varios de los tanques usados durante la guerra civil española en el Museo de Medios
Acorazados situado en la base militar El Goloso (Madrid). Al fondo dos T-26, cada
uno con un esquema de color (republicano/nacional) y a su derecha un Panzer I. A la
izquierda del todo un Verdeja.
Al comienzo de la guerra civil española, el Ejército español contaba con un total
de diez FT-17 en condiciones de trabajo distribuidos por igual entre los dos
regimientos de tanques ligeros, uno en Madrid y otro en Sevilla. El primero (1.º
Regimiento de Tanques Ligeros) permaneció leal al gobierno de la Segunda República
Española, mientras que el Segundo Regimiento de Tanques Ligeros (en Sevilla) se
integró en el Ejército sublevado.48 El único Fiat 3000A se cree que estaba en
servicio en ese momento, pero fue canibalizado para obtener piezas de repuesto.49
Seis tanques de asalto Schneider CA1 de España fueron puestos en servicio por el
Ejército republicano, entrando en combate en torno a Madrid, antes y durante la
batalla de Madrid y durante el asedio del Alcázar de Toledo, resultando todos
destruidos durante la batalla de Madrid.50 Los tres prototipos del Trubia A4
entregados al Regimiento de Infantería Milán quedaron en manos de los nacionales,
mientras que el cuarto prototipo, que se encontraba en la Fábrica de Trubia, fue
tomado por los trabajadores de la propia planta y rápidamente reparado para poder
ser puesto al servicio del Ejército Popular de la República.51

Fuerzas blindadas republicanas


Las fuerzas republicanas fabricaron diversos vehículos blindados a lo largo de la
guerra. A pesar de su escaso valor militar, debido a la baja calidad de su diseño y
construcción, fueron factores importantes en la elevación de la moral de las tropas
del Frente Popular.52 Las fábricas en las zonas del norte de España produjeron un
buen número de tractores y automóviles blindados; por ejemplo, dieciséis vehículos
blindados, denominados Naval-Somua, basados en el chasis de los autobuses franceses
Somua.53 La fábrica de la SECN de Sestao, que en este tiempo trabajaba para la
República, fabricó entre quince y veinte tanques ligeros conocidos como Trubia-
Naval,54 que estaban muy influenciados por el Landesa y el A4 Trubia.55

T-26 embarcados durante la guerra civil española56


Fecha Barco Número de vehículos Notas
15 de octubre de 1936 Komsomol 50 Dirigidos por el teniente coronel
Krivoshein
30 de noviembre de 1936 Cabo Palos 37 Dirigidos por el general Pávlov
30 de noviembre de 1936 Mar Caribe 19
6 de marzo de 1937 Cabo Santo Tomé 60
8 de marzo de 1937 Darro 40
7 de mayo de 1937 Cabo Palos 50
13 de marzo de 1938 Gravelines 25 Último embarque recibido
Total 281 178 fueron capturados por los nacionales
(de los cuales unos 150 prestaron servicio hasta los años 1950).

Réplica de un UNL-35.
Sin embargo, la mayoría giró en torno a la construcción del blindaje de los
camiones, conocido como "Tiznaos" por el color gris de su blindaje de acero. Debido
al peso del blindaje y a la salida de baja potencia de sus motores, muchos de ellos
no fueron capaces de moverse más allá de 20 metros sin descomponerse.57 Estos
fueron construidos en su mayoría en las regiones altamente industrializadas en el
norte de España y en Cataluña.58 La Unión Naval de Levante diseñó y produjo,
primero en Valencia y luego en Elda y Petrel (las dos últimas en la provincia de
Alicante), el que fue considerado como uno de los mejores automóviles blindados de
la guerra, el UNL-35. Este vehículo se basaba en el automóvil blindado soviético
BA-20, al que superó gracias a su mayor potencia y fiabilidad. Se construían sobre
la base de camiones soviéticos ZIS-5, y fueron fabricados entre principios de 1937
y marzo de 1939, a un ritmo de no más de cinco por mes. Además hubo otras
versiones, utilizando como base chasis distintos, tales como Ford modelo 817T,
sobre el que se fabricaron alrededor de otros 120,59 Ford modelo 79, Chevrolet
modelo T y algunos modelos británicos.

Tanque soviético T-26, modelo 1933, suministrado al Ejército Popular durante la


Guerra Civil Española. Este ejemplar fue capturado por el bando nacional. El motivo
por el que lleva una bandera española en la torreta era para evitar fuego amigo y
evitar confusiones. Por el mismo motivo llevaba un aspa en la escotilla para evitar
un ataque de la aviación amiga por confusión.
El 15 de octubre de 1936 llegó a Cartagena el primer envío de cincuenta tanques
ligeros T-26 soviéticos.60 Estos entraron en combate muy pronto, el 26 de octubre,
bajo la dirección del teniente coronel soviético Semión Krivoshéin, al sur de
Madrid.61 La primera operación de combate en España de los T-26 tuvo lugar cerca de
la ciudad de Seseña, cuando una compañía de tanques republicanos contraatacaron
contra la punta de lanza de la unidad de los nacionalistas durante su avance hacia
Madrid.62 El contraataque, a pesar de un éxito parcial, no impidió el avance
nacionalista. Al inicio de la operación, los tanques se habían separado de la
infantería, siguiendo ellos. Sin embargo, las fuerzas blindadas republicanas
sorprenderon con éxito una compañía de soldados de infantería nacionalista,
confundiéndoles en ese momento por aliados italianos, y los puso en fuga. La
compañía de tanques continuó hacia la ciudad de Esquivias, al oeste, donde fue
contraatacacada por la caballería de la Legión Española y, finalmente, obligada a
retirarse. Debido a la falta de apoyo de la infantería, unos T-26 fueron eliminados
por los soldados de la infantería nacionalista con pequeñas bombas usando botellas
de vino. Este fue el primer uso registrado de un cóctel molotov;63 La compañía de
tanques se retiró a través de Seseña, que había sido ocupada de nuevo por la
infantería nacionalista, y estuvo bajo fuego pesado. A pesar de la retirada, el
contraataque fue muy publicitado en Madrid por la República, como una victoria.64
La falta de éxito se atribuye a la falta de coordinación entre los tanques
republicanos, infantería y artillería.65 A pesar de que comúnmente se menciona que
España recibió 312 T-26, este número incluía varios FT-17s, entregados por
Polonia,nota 2 y quince T-26 que en realidad nunca llegaron a España.60 En última
instancia, 281 T-26 fueron entregados a España durante la Guerra Civil Española.56

BT-5 republicano.
La Unión Soviética también suministró a España 50 tanques BT-5.6667 Aunque era un
poco más pesado que el T-26,nota 3 el BT-5 era más rápido, siendo capaz de alcanzar
velocidades en carretera de 65 km/h con orugas y 90 km/h con ruedas.68 Sin embargo,
dada la dificultad del terreno español, el BT-5 rara vez fue capaz de sacar partido
a su velocidad.69 La pérdida de muchos BT-5 republicanos durante la Batalla del
Ebro hizo que lo relegaran a la reserva.68 El BT-5 fue una producción perfeccionada
de J. Walter Christie bajo el concepto de tanque rápido, usando la suspensión
Christie,70 y estaba armado con un cañón de 45 mm.71

Organización
Los primeros 50 tanques T-26 que llegaron a España, bajo el mando de Krivoshein,
fueron tripulados por personal soviético. Sin embargo, el teniente coronel
soviético abrió una escuela de formación en la localidad de Archena, cerca de
Cartagena, reclutando principalmente a conductores de camiones y autobuses de
ciudades como Madrid y Barcelona. La escuela de Archena quedó bajo el mando del
coronel Rafael Sánchez-Paredes. Al mes siguiente, abrió una segunda escuela en
Alcalá de Henares, al noreste de Madrid.72 No obstante, solo a los soldados
comunistas se les permitió tripular los tanques soviéticos, y como resultado el
grupo de soldados para reclutar fue limitado, y con frecuencia conductores menos
expertos fueron escogidos frente a otros con mejores cualidades solo debido a su
ideología política. Por ejemplo, en un caso un comandante de tanque rompió el
contacto con el enemigo porque no había aprendido a disparar su arma principal. Por
otra parte, en un primer momento, los entrenadores soviéticos no tenían intérpretes
para comunicarse con sus estudiantes españoles.73

Organigrama de la Brigada de Carros de Combate.74


Con el entrenamiento en marcha, y los tanques incorporándose rápidamente al
combate, los primeros 50 vehículos del Ejército Popular se organizaron en el primer
batallón de tanques. El batallón estaba formado por tres compañías de tanques (cada
compañía con diez tanques) y un cuartel general para cada compañía. Cada compañía
tenía tres secciones, con tres tanques, repuestos y un tanque de mando. A mediados
de noviembre se organizó un segundo batallón.72 En diciembre de 1936, el general
Pavlov organizó nuevos vehículos blindados soviéticos en una brigada blindada, la
componían cuatro batallones de tanques y una compañía de reconocimiento.75 Esta
brigada, conocida como Brigada de Carros de Combate, se componía de 56 tanques y 68
vehículos blindados, e inmediatamente entró en combate en torno a Madrid, incluso
en las batallas del Jarama y Guadalajara. Sin embargo, la brigada se utilizó para
apoyar a las fuerzas republicanas de infantería y no como un grupo armado móvil, y
como resultado su papel estratégico durante la guerra se vio limitado por su mal
uso.76 En julio de 1937, la brigada participó en la Batalla de Brunete, la batalla
más grande con tanques desde el principio de la guerra,77 tomando parte unos 150
tanques republicanos.78 La batalla fue también uno de los pocos ejemplos durante la
Guerra Civil Española de la utilización de tanques para explotar una penetración a
lo largo del frente.79 La batalla tuvo un coste elevado para Ejército Popular, con
alrededor de 159 vehículos blindados de combate destruidos o gravemente dañados.80
Organigrama de la División de Ingenios Blindados.74
Después de la batalla de Brunete, la brigada se reorganizó en una nueva división
española, conocida como la "División de Ingenios Blindados". Esta estaba compuesta
por una brigada de tanques y una brigada blindada; la segunda estaba formada por
los vehículos ligeros blindados de combate, como el BA-6. La división fue puesta al
mando del coronel español Sánchez-Paredes. En este momento, la mayoría de los
buques soviéticos regresaron a la Unión Soviética para proporcionar información
sobre la guerra mecanizada en España. Los soviétcos dejaron solamente una unidad,
un regimiento de tanques pesados, dotado con el nuevo BT-5, que no se había
utilizado en el combate aún.81 Este regimiento estaba compuesto por una tripulación
de soviéticos y veteranos de los tanques españoles, y fue puesto bajo el mando del
coronel soviético Kondriatev.nota 4 Por último, la división también incorporó una
brigada de infantería y una compañía de artillería antitanque. Sin embargo, en este
momento el mando militar republicano había relegado el tanque simplemente para el
papel de apoyo de infantería, disuadido por el pobre desempeño de los blindados
republicanos a esa fecha.81 La última gran batalla en la que los blindados
republicanos tomaron parte fue la Batalla del Ebro, en el año 1938.82

Los soviéticos llegaron a la conclusión de que, si bien las formaciones de tanques


en España no fueron lo suficientemente grandes como para llevar a cabo una
penetración ideal motorizada en las líneas enemigas,83 formaciones de tanques
demasiado grandes tampoco eran lo ideal debido a que el terreno irregular impedía
su utilización en masa. Como resultado, comandantes de blindados como Pavlov
consideraron que el mejor papel del tanque era el apoyo a la infantería.84 El uso
de los blindados republicanos durante la Guerra Civil Española no constituyó una
buena demostración de batallas mecanizadas en profundidad.80

Fuerzas blindadas del bando nacional


Envíos de CV-33/35 durante la Guerra Civil Española85
Fecha Número de vehículos
26 de agosto de 1936 5
7 de octubre de 1936 10
8 de diciembre de 1936 20
Enero y febrero de 1937 24
Marzo de 1937 24
Abril de 1937 12
Septiembre de 1937 16
Abril de 1938 12
Noviembre y diciembre de 1938 32
Total 155

Una CV-33 del Ejército español en El Goloso.


Durante la Guerra Civil, el Ejército nacional desarrolló un único modelo de tanque,
el Carro de Combate de Infantería Tipo 1937.86 Aprovechando la toma de la Fábrica
de armas de Trubia en 1937, los franquistas se basaron en el Trubia-Naval
republicano, el Panzer I alemán, el T-26 soviético y la CV-33 italiana, buscando
unir lo mejor de los tres principales tanques ligeros utilizados por el Ejército
franquista durante la guerra.87 Sin embargo, no funcionó tan bien como se esperaba
ni se produjo su fabricación en masa.87 El Ejército Nacional sí que fabricó un
pequeño número de camiones y tractores blindados, y además inició el desarrollo del
tanque ligero Verdeja, pero ninguno de ellos contribuyó significativamente al
esfuerzo nacional contra el Ejército Popular.88

Los primeros tanques extranjeros en entrar en servicio con los rebeldes fueron
cinco tanquetas italianas CV-33, que llegaron a Vigo el 26 de agosto de 1936. Junto
con ellas arribaron diez tripulantes, que actuaron como instructores de las
tripulaciones españolas.89 Las tanquetas estaban armadas con dos ametralladoras de
8 mm y tenían un blindaje de acero de un espesor máximo de 15 mm.90 El 10 de
diciembre de 1936, el dictador italiano Benito Mussolini decidió enviar tropas de
combate a España, en un intento por poner fin a la guerra tan pronto como fuera
posible. Estos hombres estaban organizados en el Corpo Truppe Volontarie (Cuerpo de
Tropas Voluntarias, CTV), y al final del año sus filas habían aumentado en una
estimación de 47.000 hombres, 20.000 de los cuales provenían del Regio Esercito
(Ejército Real) y otros 27.000 más de los Camicie nere (Camisas negras). El cuerpo
fue puesto bajo el mando del general italiano Mario Roatta.91

En primer plano una tanqueta L3/35 en un museo según el esquema de color del bando
nacional, y detrás suyo un Panzer I y 2 T-26.
La primera batalla importante del CTV se produjo en marzo de 1937, cuando se
decidió atacar a las fuerzas republicanas en la Batalla de Guadalajara. Una fuerza
compuesta por unos 35.000 hombres y 81 tanques atacó el 8 de marzo de 1937.92 Al no
tener en cuenta las condiciones meteorológicas del campo de batalla, al día
siguiente las tropas italianas se encontraron atacando sobre un terreno que se
había convertido en barro debido a las fuertes lluvias.93 La lentitud del avance
permitió a la Fuerza Aérea republicana atacar constantemente sobre el avance de las
fuerzas italianas, dispersando columnas enteras en las carreteras principales y
obligándolas a pararse en el barro. Un contraataque republicano el 18 de marzo,
dirigido por la brigada blindada de Pavlov, obligó a los italianos a retirarse.94
Además la aviación de los nacionales no pudo proporcionar apoyo aéreo cercano a las
tropas italianas porque las pistas de aterrizaje estaban inundadas.95 Por su parte,
los blindados italianos demostraron no ser rival para los tanques T-26 y BT-5, más
pesados y rápidos.94 Oficialmente, los italianos perdieron unos 2.700 soldados
durante la campaña cerca de Guadalajara, mientras que las bajas del Ejército
Republicano se estiman en 4.000.96 Según otras fuentes las pérdidas del CTV se
estiman en 5.000 bajas durante la batalla.97 Sin embargo, las pérdidas de blindados
resultaron relativamente bajas, ya que los republicanos perdieron 7 T-26 y los
italianos 19 CV-33.98 A pesar de este revés inicial, el Régimen de Mussolini
continuó el suministro de personal y equipo al CTV en España, y a finales de 1938
el cuerpo de voluntarios italianos fue equipado con tres batallones de tanques. Al
finalizar la guerra habían sido enviados a España un total de 155 CV-33.99

Los alemanes entregaron un total de 122 tanques ligeros Panzer I a las Fuerzas
nacionales en el curso de la guerra.100 El primer cargamento llegó en octubre de
1936, constando de 41 tanques.101 Estos tanques entraron pronto en combate el 30 de
octubre, cerca de Madrid, cuando se vieron involucrados con una columna de
vehículos blindados republicanos, que fueron capaces de noquear a los tanques
alemanes a distancias de 500 metros con sus armas de fuego más potentes.69 Aunque
la munición perforante disparada por las ametralladoras de 7,92 mm de los Panzer I
podía penetrar el blindaje de los T-26 a distancias de hasta 150 metros, los
tanques republicanos simplemente comenzaron a atacar a distancias de hasta 1000
metros, con sus pesados cañones de 45 mm. Además, las miras del T-26 fueron
calibradas para distancias mucho más lejanas que las calibradas por el equipo
alemán.102 Esta desventaja en poder de fuego llevó al Ejército nacional a
experimentar con la adopción de cañones antiaéreos italianos Breda M35 de 20 mm
para su flota de Panzer. Disparando un proyectil perforante de 140 gramos, este
cañón podía penetrar hasta 40 mm de blindaje de acero a una distancia de 250 m.103
La instalación del cañón requiere que la parte superior de la torreta del tanque
sea cortada y extendida hacia arriba, aumentando el perfil del vehículo y la
disminución de la visibilidad de la tripulación. Además, la mira de la nueva arma
fue dispuesta dentro de un pliegue abierto en la parte delantera de la nueva
extensión de la torreta, obligando al artillero a apuntar y disparar desde una
posición relativamente insegura.104 En un principio los nacionales solo terminaron
cuatro prototipos, con el objetivo de dotar al menos un Panzer I de cada sección de
cada batallón con el cañón más grande. La captura de los T-26 republicanos y su
retorno al servicio con el Ejército franquista hizo innecesario el interés por la
modificación de los Panzer, mientras que los intentos posteriores de colocar un
cañón en la parte superior de los tanques ligeros alemanes fracasó por la falta de
disponibilidad de cañones automáticos Breda de 20 mm.105 También se intentó montar
un cañón antitanque de 37 mm y un cañón de 45 mm, tomados de un vehículo soviético
capturado, pero los intentos fracasaron antes de que los prototipos fuesen
terminados.106

Envíos de Panzer I a España (1936–1939)107


Fecha Número de vehículos
Octubre de 1936 41
Diciembre de 1936 21
Agosto de 1937 30
Finales de 1937 10
Enero de 1939 30
Total: 132

El Panzer I influyó fuertemente en el diseño de la torreta del Verdeja.


La inferioridad de los tanques del bando nacional respecto a los republicanos hizo
que los comandantes franquistas llegaran a ofrecer a sus soldados hasta 500 pesetas
por cada tanque T-26 capturado.108 A consecuencia del número de T-26 capturados, y
vueltos a poner en servicio contra sus dueños anteriores, la Unión Soviética,
también sin darse cuenta, se convirtió en el mayor proveedor de vehículos blindados
de combate del ejército nacional.109 Un total estimado de 178 T-26 fueron
capturados durante la Guerra Civil Española, de los cuales 98 fueron puestos de
nuevo en servicio, 30 vehículos irreparables se utilizaron para piezas de repuesto
y 50 T-26 no entraron en servicio con el ejército nacional.110 En mayo de 1939,
Francia entregó a la España nacional 10 T-26 que se habían internado en su país,
después de haber cruzado la frontera.111 El número de capturas de los BT-5 fue
mucho menor. En mayo de 1938, la fuerza de tanques nacional había puesto en
servicio solo 4 BT-5, en comparación con 39 T-26.112 La primera compañía de tanques
franquistas equipada con T-26 entró en combate durante la batalla de Brunete, desde
el 18 hasta 23 de julio de 1937.113

En última instancia, la cantidad de equipos capturados obligó a los franquistas a


organizar una unidad de recuperación, diseñada para recuperar blindados soviéticos
fuera del terreno y su reparación a fin de que pudieran volver al combate.114

La posguerra: 1939–1953

BA-6 del Ejército Popular.


Al final de la Guerra Civil Española, el Ejército español contaba con unos 10
Renault FT-17 para enseñanza, 94 Panzer I (incluyendo 4 vehículos de mando), 60 CV-
33/35, 140 T-26 y 110 autoblindados (unos 30 modelos de BA-6 y Chevrolet AAC-1937,
que serían enviados a las colonias de Ifni y el Sáhara Español, y el resto
autoametralladoras UNL-35), sin contar vehículos de recuperación. Los Panzer I y
los CV-33 se organizaron como tanques "ligeros", denominados tipo I, mientras que
los T-26 fueron considerados como tanques "medios" y se clasificaron como tipo
II.115 Estos se organizaron en cuatro regimientos blindados: el Regimiento de
Carros de Combate n.º 1, con sede en Canillejas (entonces todavía municipio
independiente), el n.º 2, en Sevilla, el n.º 3, en Valls (Tarragona) y el RCC n.º
4, en Estella (Navarra). La organización del tercero se basó en la utilizada por
las fuerzas franquistas durante la Guerra Civil, mientras que el cuarto se basó en
la de los italianos del CTV.116 En septiembre de 1941 se constituyó el regimiento
n.º 5, en Laucién (Protectorado español de Marruecos).117 De igual manera, la
mayoría de las autoametralladoras fueron encuadradas en las unidades de Caballería.
Posteriormente, un Decreto de 21 de diciembre de 1943 introdujo diversos cambios:
el RCC 1 pasó a ser el Regimiento de Carros de Combate «Alcázar de Toledo» n.º 61,
el RCC 2 cambió a Regimiento de Carros de Combate «Brunete» n.º 62, el RCC 3 y el
RCC 4 fueron disueltos y su personal y material transferidos al RCC 61, y por
último el RCC 5 pasó a denominarse Regimiento de Carros de Combate «Oviedo» n.º
63.118

Programa del tanque Verdeja


Artículo principal: Verdeja
Entre finales de 1937 y 1938, el capitán Félix Verdeja Bardales comenzó a
desarrollar en privado el concepto de un nuevo tanque ligero. En el nuevo tanque se
tendrían en cuenta todas las cualidades y los problemas existentes con los tanques
en servicio con el ejército nacional, incluyendo el Panzer I y el T-26, y se
combinarían una serie de características que lo convirtiesen en el mejor tanque
ligero en servicio hasta el momento.119 Su tanque ligero ideal incluía un cañón de
45 mm, con 360 grados de desplazamiento y 72 de elevación. Al mismo tiempo, el
vehículo iba a tener la silueta más baja posible, y no menos de 15 mm de blindaje
en todo su alrededor y 30 mm en su frente. Además, el blindaje iba a estar
inclinado para maximizar su eficiencia y posibilidades de que los proyectiles
rebotasen en él. Con una velocidad máxima de 70 km/h, el tanque ligero sería
impulsado por un motor de 120 CV. Además, la fiabilidad mecánica del vehículo
mejoraba la de los tanques existentes en servicio con el ejército nacional.120 A
pesar de los obstáculos iniciales, incluyendo la oposición a un programa de tanques
autóctonos españoles del general alemán Wilhelm Ritter von Thoma,121 el primer
prototipo fue entregado a finales de 1938; este prototipo fue construido a partir
de piezas de repuesto tomadas de una serie de tanques diferentes. El prototipo tuvo
un buen comportamiento en las pruebas y se encargó un nuevo prototipo.52

Obús autopropulsado Verdeja de 75 mm.


El nuevo prototipo estaba mucho más cerca de lo que el capitán Verdeja había
planeado originalmente. El chasis había sido ampliado y el motor se movió hacia el
lado izquierdo del compartimiento frontal del casco. El volumen de los depósitos de
combustible y el grosor del blindaje también se incrementó, mientras que la altura
de la torreta se redujo en pendiente por ambos lados.122 Una de las características
del tanque más inusuales (para la época) eran las orugas, diseñadas para eliminar
la posibilidad de que se deslizasen cuando el tanque estaba en movimiento. El
tanque tenía una rueda dentada en la parte delantera del casco, a cada lado, y un
tensor en la parte trasera. Las orugas eran guiadas por cuatro rodillos de retorno
y cuatro ruedas de rodaje.123 Las orugas habían sido previamente probadas en el
prototipo original y fueron diseñadas para encajar en todo el sistema de rodaje, y
por lo tanto encajaban en su lugar, evitando la posibilidad de deslizamientos.124
La construcción del prototipo fue aplazada hasta mayo de 1940 por la escasez de
fondos.125

El prototipo fue denominado Verdeja 1 y entregado al campo de pruebas de


Carabanchel, donde compitió contra un T-26B en una serie de pruebas. En última
instancia, el Verdeja anotó un total de 243 puntos, en comparación con los 205
conseguidos por el T-26.126 La prueba culminó en una serie de modificaciones
realizadas para el tanque, incluyendo la elevación de la suspensión para permitir
que el tanque salvara obstáculos más altos, el aumento del grosor del blindaje y de
la anchura del tanque y la creación de un espacio vacío en la parte trasera para
permitir la futura instalación de una radio.127 Después de dos meses de trabajos,
el Verdeja I fue sometido de nuevo a prueba y esta vez anotó un total de 261,98
puntos.128 Aunque el éxito del tanque convenció al Gobierno español a emitir una
orden para la construcción de 1000 tanques en 10 tandas de 100, en última instancia
la falta de incentivos para el desarrollo de la industria relacionados con la
construcción de estos, la mala situación económica tras la Guerra Civil Española y
la falta de clientes extranjeros hizo que todo el programa de producción se
colapsase poco después.129

A medida que el Verdeja entraba en un programa de disolución, el capitán Verdeja


comenzó a diseñar un sucesor, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas durante
las campañas de apertura de la Segunda Guerra Mundial. En el nuevo diseño aparece
un compartimiento del motor reorganizado en la parte trasera del chasis, lo que
significa mover la rueda dentada de la parte trasera también. El traslado de la
ubicación del motor mejora la refrigeración del motor del vehículo y de la cámara
de combate, así como permite mover la torreta hacia adelante. El blindaje del
vehículo también se incrementó sustancialmente.130 Este nuevo tanque no fue
aprobado para su producción y desarrollo debido a la continua postergación de la
producción del Verdeja 1, y por razones que incluyen ofertas por parte del Gobierno
alemán para suministrar el motor del Panzer IV para el Verdeja 1. Aunque la
producción del nuevo vehículo empezó finalmente en 1942, no fue hasta agosto de
1944 que el prototipo del Verdeja 2 fue entregado.131 La compra de una serie de
blindados alemanes132 retrasó la decisión de iniciar la producción del Verdeja 2, y
en última instancia el vehículo fue dejado intacto hasta 1950, cuando hubo un
intento fallido de montar un nuevo motor.133 El único prototipo del Verdeja-2 se
conserva en el Museo de la Academia de Infantería de Toledo.

Las series Verdeja comparadas con el T-26, el Panzer I y el Panzer IV


Verdeja 1 Verdeja 2 Verdeja 75 mm T-26B134 Panzer I Ausf. B135 Panzer
IV Ausf. H
Peso 6,5 t 10,9 t 6,5 t 9,4 t 5,4 t 25 t
Armas Cañón de 45 mm Cañón de 45 mm Obús de 75 mm Cañón de 45 mm Dos
ametralladoras de 7,92 mm Cañón de 75 mm
Munición 72 disparos 146 disparos 32 disparos 122 disparos 2.250
disparos 87 disparos
Autonomía 220 km 220 km 220 km 175 km 200 km 200 km
Velocidad máxima 44 km/h 46 km/h 44 km/h 31,1 km/h 50 km/h 42
km/h
Blindaje 7–25 mm 10–40 mm 7–25 mm 7–16 mm 7–13 mm 80 mm
A partir de 1945,136 el ahora comandante Verdeja recibió la orden de diseñar una
pieza de artillería de un obús de tiro rápido de 75 mm L/40 diseñado por la
Sociedad Española de Construcción Naval, basado en el chasis de un Verdeja.137 El
techo del chasis y la pared trasera se eliminaron y en su lugar se colocó un escudo
blindado en la parte frontal. Un freno mecánico se instaló al lado del piñón de la
rueda para detener el movimiento hacia atrás de la pieza de artillería durante el
proceso de disparo.138 La disponibilidad de las piezas necesarias y la ausencia de
cambios complicados significaron que el vehículo fue preparado de forma rápida y
ampliamente probado. El destino de la pieza autopropulsada fue muy similar al del
Verdeja 2, y el vehículo fue dejado intacto en el campo de pruebas de Carabanchel
hasta 1973, cuando fue trasladado a la base Alfonso XIII de Sevilla, sede por
entonces del Regimiento de Infantería Mecanizada Wad Ras n.º 55. Se trasladó pronto
a otra base y finalmente fue entregado a la base de El Goloso, en las afueras de
Madrid, para formar parte del museo de vehículos blindados.139

Blindados alemanes en servicio con el ejército español

Panzer IV Ausf. H pintado en el color con el que llegaron estos vehículos a España,
el Dunkelgelb (amarillo oscuro), RAL 7028. Las insignias corresponden al Regimiento
de Carros de Combate «Alcázar de Toledo» n.º 61, una de las unidades a las que
fueron asignados.

Stug III modelo G del Ejército Español completamente restaurado en el museo de


Cartagena. Se recibieron 10 unidades. Estuvieron en servicio en España desde 1943
hasta 1954, siendo sustituidos por material americano.
En 1943, el Ejército y el Gobierno decidieron sustituir gran parte de los blindados
españoles, dado que los tanques de los que se disponía, los Panzer I y los T-26, se
habían quedado obsoletos en comparación con los tanques más modernos, tales como
los soviéticos T-34 y los alemanes Panther. Como resultado, el 15 de marzo de 1943
España comenzó a negociar con la Wehrmacht las alternativas de adquisición y fechas
de entrega de las piezas de este plan, conocido como «Programa Bär» (oso). La
petición original solicitaba 250 Panzer III y 100 Panzer IV. Alemania denegó la
petición, puesto que necesitaba el material para sus propias fuerzas y se hallaba
en plena guerra, y ofreció en su lugar la venta de tan solo 20 Panzer IV Ausf. H,
Sd.Kfz. 161/2,nota 5 aparte de 10 cañones de asalto Sturmgeschütz III (StuG III)
Ausf. G, Sd.Kfz. 142/1, y otros materiales, principalmente piezas de artillería (de
campaña, antitanque y antiaérea). El 29 de abril España aceptó la oferta.140 El
Panzer IV Ausf. H supuso un gran salto para el Ejército, ya que era un tanque muy
fiable y que contaba con un potente cañón de 75 mm KwK 40 y un blindaje que
comprendía una plancha de acero homogénea de 80 mm en el glacis,141 pero una
cantidad tan sumamente reducida de piezas no cubría las necesidades de España, por
lo que al poco tiempo, en enero de 1944, el Gobierno comenzó nuevas negociaciones
con Alemania para adquirir vehículos adicionales («Programa Ankara»). Esta vez las
negociaciones giraron en torno a la venta de 33 Panzer IV, tres de los cuales
serían de la versión de mando, y posteriormente se hizo una propuesta por 67 Panzer
IV más.142 España incluso llegó a sugerir la venta de cierta cantidad de Panzer VI
Tiger, aunque esta propuesta nunca trascendió a algo serio. En cualquier caso, el
programa para adquirir los 100 nuevos Panzer IV jamás llegó a materializarse, pues
al poco de comenzar las negociaciones los aliados desembarcaron en Normandía y se
cortaron las comunicaciones entre España y Alemania.143

Los primeros 18 Panzer IV llegaron por ferrocarril a la Estación de Irún el 6 de


diciembre de 1943. Todos los tanques de este modelo fueron asignados a la recién
constituida División Acorazada n.º 1 (más tarde designada División Acorazada
«Brunete» n.º 1), y fueron repartidos entre el Regimiento de Carros de Combate
«Alcázar de Toledo» n.º 61, de Canillejas, y el Regimiento de Carros de Combate
«Brunete» n.º 62, de Sevilla, en cada uno de los cuales dotaron una compañía de 10
carros, uno de mando y tres secciones de carros de línea.144 En 1949 fue disuelto
el RCC «Brunete» n.º 62 y sus tanques pasaron al RCC «Alcázar de Toledo» n.º 61,
que de este modo reunió en su III Batallón, de dos compañías, todos los Panzer IV
españoles. En 1957 fueron traspasados a unidades de caballería, en concreto al
Regimiento de Dragones de Santiago n.º 1, Regimiento de Caballería Acorazado
«Almansa» n.º 5 y Regimiento de Caballería Ligero Acorazado «Farnesio» n.º 12.
Finalmente, en 1965 fueron vendidos 17 a Siria y dos años más tarde, en junio de
1967, participaron en la Guerra de los Seis Días contra Israel, combatiendo en los
Altos del Golán.118 Los tres que quedaron en España se conservan en Burgos
(Acuartelamiento "Diego Porcelos"), Madrid (Museo de Medios Acorazados de la Base
de El Goloso) y Santovenia de Pisuerga, Valladolid (Base Militar "El Empecinado").

Al final de la Segunda Guerra Mundial, el E. T. contaba con una fuerza de tanques


compuesta por 20 Panzer IV, 116 T-26, 84 Panzer I (incluyendo vehículos de mando),
60 CV-33/35 y 8 Renault FT-17 . El parque acorazado se completaba con 10 cañones de
asalto Sturmgeschütz III y 90 coches blindados. En 1949 el regimiento de blindados
fue reorganizado en dos batallones de 60 T-26, cada uno de ellos con dos Panzer I
de mando, seis Panzer I de combate y dos CV-33 de reconocimiento. Un tercer
batallón se componía de 20 Panzer IV, más 6 Panzer I. Se estima que el regimiento
lo componían 1.500 hombres y 100 tanques.145

La ayuda militar norteamericana: 1954–1970

Un M-41 en el museo de El Goloso.


Al entrar en la década de los 50, el estado de los carros de combate del ejército
era cada vez más precario146 por la falta de la necesaria renovación. La
composición de las fuerzas blindadas de España permaneció sin cambios hasta febrero
de 1954, cuando Estados Unidos entregó los primeros 12 tanques M-47 Patton, como
resultado del Programa de Ayuda Mutua (Mutual Assistance Program, MAP) que había
firmado con España el año anterior. En 1957, el Ejército contaba con 29 tanques M-
47,147 y en el transcurso de la década de 1950 recibió un total de 389. Los tanques
M-47 y M-48 fueron una importante modernización del armamento blindado del ejército
español. Por ejemplo, mientras que el T-26 estaba armado con un cañón de 45 mm, los
tanques americanos disponían de un cañón mucho más potente de 90 mm.148 Mientras
que un Panzer IV (Ausf.G) 75 mm 7,5 cm KwK 40 podía penetrar 77 mm de blindaje de
acero a 1.800 m (usando la Panzergranate 39),149 el M-47 (utilizando munición con
ojiva HEAT M348) podía penetrar 190 mm con su cañón de 90 mm. Además, el blindaje
del M-47 era de 110 mm de espesor en la placa del glacis y de 178 mm en la parte
delantera de la torreta.150 España también recibió una serie de tanques ligeros M-
41 Walker Bulldog.151 Fueron asignados al Regimiento de Caballería Ligero Acorazado
Villaviciosa n.º 14, salvo cuatro que fueron al Regimiento de Infantería Acorazada
«Alcázar de Toledo» n.º 61, en el que desempeñaron la función de tanques de
reconocimiento.152

A pesar de haberse quedado absolutamente obsoletos, no sirviendo prácticamente más


que para instrucción, los M-47 fueron durante décadas los carros más numerosos del
arsenal español. En la imagen un ejemplar de la versión modernizada M-47E1 con el
escudo del desaparecido Regimiento de Caballería «Calatrava».
Entre 1953 y 1968, el Ejército español recibió un total de 446 tanques medios (M-47
y M-48), 123 tanques ligeros (M-24 y M-41), así como 30 vehículos blindados de
recuperación (M-74, basados en el M-4A3 Sherman). En 1970, los Estados Unidos
acordaron extender el Programa de Ayuda Mutua por otros cinco años, enviando a
España otros 17 M-41A3.153

En cuanto al M-48, se recibieron inicialmente 48 en 1965, dentro del Programa de


Ayuda Mutua. Entre 1971 y 1972 llegaron otros 62, de la versión M-48A1, pero estos
ya comprados. A finales de los 70 se decidió modernizar la flota disponible (todos
salvo 2 que se habían quemado), y además se adquirieron otros 54 que habían sido
dados de baja en el Ejército alemán, de la versión M-48A2C, con el fin de
someterlos también a la actualización. De este modo, al final del proceso el
Ejército pudo contar con un total de 162 tanques M-48 modernizados a la versión M-
48A5E, posteriormente mejorados a las versiones M-48A5E1 y A5E2.154

Los vehículos recibidos se distribuyeron sobre la base de la reorganización de la


División Acorazada Brunete llevada a cabo en 1965. Comprendía el Estado Mayor
General, con sede en El Pardo, y el Núcleo de Tropas Divisionario. Este último
estaba integrado por el Regimiento de Caballería Ligero Acorazado Villaviciosa n.º
14, el Regimiento de Artillería de Campaña, el Grupo de Artillería Antiaérea n.º 1,
el Regimiento de Ingenieros n.º 1 y el Grupo Logístico Divisionario. También
formaba parte de la división la Brigada de Infantería Mecanizada XI, que incluía al
Regimiento de Infantería Mecanizada "Saboya" n.º 6, al Regimiento de Infantería
Mecanizada Wad-Ras n.º 55, al Grupo de Artillería Autopropulsada XI, al Batallón de
Ingenieros XI y al Grupo Logístico XI. El otro componente de la división era la
Brigada de Infantería Acorazada XII, compuesta por el Regimiento de Infantería
Acorazada «Alcázar de Toledo» n.º 61, el Regimiento de Infantería Mecanizada
"Asturias" n.º 31, el Grupo de Artillería Autopropulsada XII, el Batallón de
Ingenieros XII y el Grupo Logístico XII. La mayor parte de los blindados de la
división se concentraba en el Regimiento «Alcázar de Toledo», que poseía un
batallón de carros con 54 M-47 y otro con 48 M-48.155

Décadas finales de la Guerra Fría: 1970–1991

Uniforme azul Mahón modelo M-68, reglamentario para los carristas en los años 70,
80 y principios de los 90.nota 6
Las restricciones que impusieron los Estados Unidos sobre el uso de los materiales
suministrados como ayuda militar a España durante la Guerra de Ifni, entre 1957 y
1958,156 impulsaron a España a buscar equipo alternativo que pudiera ser empleado
libremente en caso de un conflicto en el norte de África.157

A lo largo de la década de 1960, el Gobierno español se había acercado a los


gobiernos de Francia y Alemania Occidental, con la esperanza de conseguir el AMX-30
o el Leopard 1, respectivamente.157 En última instancia, los alemanes se vieron
imposibilitados de vender el Leopard 1 a causa de que su cañón L7A3 era de origen
británico,158 y el Gobierno laborista de Harold Wilson había decidido no vender
armas al régimen de Franco,159 como muestra de rechazo político (igualmente vetó la
posible adquisición de fragatas clase Leander por la Armada).nota 7

Por el contrario, Francia, presidida por el general de Gaulle, se mostró más


condescendiente, espoleada por la necesidad de conseguir exportaciones para el AMX-
30, que estaba perdiendo concurso tras concurso frente al netamente superior
Leopard 1. Por ello otorgó además amplias facilidades industriales, que permitieron
que gran parte del tanque fuera fabricado en España bajo licencia. Como resultado,
España y Francia acordaron en mayo de 1970 la venta de 19 tanques AMX-30, siendo
entregados los seis primeros en noviembre de 1970. Uno de los carros quedó en la
Península, en la Escuela de Aplicación de Caballería, y el resto fue enviado de
inmediato al Sáhara, para integrarse en la recién creada Compañía de Carros de La
Legión, conocida como "la Bakali", dentro del Tercio «Don Juan de Austria», 3º de
La Legión.118160 A partir de 1974, España comenzó a fabricar su propia versión del
AMX-30, denominada AMX-30E. La producción del primer lote de 180 tanques concluyó
el 25 de junio de 1979, mientras que los 100 AMX-30E del segundo lote se fabricaron
entre 1979 y 1983. Esto le dio al ejército español un total de 299 AMX-30E.161

El AMX-30E fue armado con un cañón de 105 mm Modèle F1162 y propulsado con un motor
diésel HS-110 de 680 CV.163 Con un depósito de combustible de 970 litros, el tanque
poseía una autonomía de 600 km y el combustible, en promedio, suficiente para 18
horas de viaje. El sistema de rodaje tenía una vida de por lo menos 500 km.164 Sin
embargo, los nuevos tanques comenzaron a sufrir problemas mecánicos por la falta de
fiabilidad del embrague y la caja de cambios. En consecuencia, el Ejército y Santa
Bárbara Sistemas (fabricante del vehículo en España) empezaron a investigar una
serie de modificaciones para mejorar el AMX-30.165 En ese momento, el Ejército
español ya había iniciado la actualización de sus tanques M-47 y M-48 a los modelos
M-47E y M-48E, que los equiparó con el M60 Patton en parte de sus capacidades.166

AMX-30E exhibido en el Museo de Medios Acorazados de El Goloso.


Mientras que el ejército estaba estudiando una posible modernización del nuevo AMX-
30E de su flota, el Ministerio de Defensa español asignó 120.000 millones de
pesetas para un futuro programa de tanques, que atrajo el interés de cinco empresas
extranjeras.167 Una oferta fue realizada por la empresa alemana Krauss-Maffei para
el tanque conocido como Lince, siempre sobre los más avanzados diseños técnicos. El
tanque tendría un peso de 49 toneladas métricas y estaba equipado con un cañón
Rheinmetall 120 mm. Se podría disparar esta arma en movimiento y apuntar a
objetivos con eficacia en operaciones diurnas y nocturnas. Dotado con un motor de
1.200 CV, el Lince puede moverse a una velocidad tan alta como hasta 70 kilómetros
por hora en carretera.168 Aunque basado en gran medida en el Leopard 2A4, el Lince
era más pequeño y ligero, primando la movilidad sobre la protección. En concreto,
el Lince posee mayor movilidad sobre el irregular terreno español.169 Además, las
restricciones fueron impuestas debido al tamaño de las capacidades existentes de
los ferrocarriles españoles y de su red de carreteras.170 La reducción del blindaje
podía haber levantado recelos, dada la insatisfacción con el escaso grosor del AMX-
30E,165 pero el hecho es que el Lince estaba diseñado con un blindaje de múltiples
capas similar al de los alemanes Leopard 2A4, que hubiera proporcionado una mayor
protección que un blindaje estándar de un peso similar. La protección se vio
reforzada además por la torreta de perfil bajo, una vez más similar a la de los
Leopard 2A4.169 A pesar de la oferta y a la colaboración permanente con los
italianos,171 la inversión española en el programa del tanque Lince alemán-español
alcanzó los 200.000 millones de pesetas (1,8 billones de dólares). Sin embargo, el
Gobierno español no dio a conocer un ganador para el contrato. Esta indecisión
llevó a Krauss-Maffei a congelar su candidatura para el Lince. Krauss-Maffei
también citó la pérdida de millones de dólares debido a fallas por parte de la
empresa Santa Bárbara Sistemas, que sería la encargada de fabricar el Lince.172 En
1987, el programa Lince fue suspendido por el Ministerio de Defensa, tomando en su
lugar la decisión de modernizar la flota de AMX-30E.173 En última instancia, la
recepción de una serie de tanques M-60, la modernización de los AMX-30E y los
continuos problemas presupuestarios hicieron, finalmente, que el Ministerio de
Defensa cancelara el programa del Lince.174

AMX-30EM2.
Entre 1989 y 1993, 150 AMX-30E fueron modernizados al estándar AMX-30EM2.175 La
modernización implicó la introducción de nueva munición perforadora AP de blindaje
descartando los proyectiles Sabot, la modificación de la escotilla de la torreta
para permitir la instalación de una ametralladora antiaérea más grande, y un nuevo
sistema de control de incendios. Además de estas modernizaciones de poder de fuego
del tanque, se mejora su movilidad a través del intercambio del viejo motor y la
transmisión a los más fiables Ka-501 diésel del fabricante alemán de motores MTU
Friedrichshafen, con una potencia de 850 CV, junto con el sistema de transmisión
LSG-3000 de la empresa alemana ZF Friedrichshafen. También se instaló un nuevo
generador de humo, vinculado al nuevo motor del tanque.176 Los otros 149 AMX-30E
derivaron, a través de una modificación menos costosa y extensa, en el modelo
conocido como AMX-30ER1. Aunque estos recibieron de la empresa estadounidense
Allison una transmisión CD-850-6A de tres velocidades (dos adelante y una atrás),
la nueva transmisión causaba un extenso sobrecalentamiento en el compartimiento del
motor.177 Estos 149 AMX-30ER1 finalmente serían reemplazados por tanques M-60,
recibidos de los Estados Unidos a principios de los años 90.178

El Ejército español moderno: 1992–presente


Artículo principal: Programa Coraza

De izquierda a derecha: un tanque AMX-30, un tanque M-60 y un tanque Leopard II en


el Museo de Unidades Acorazadas de El Goloso.

Los M-60 tuvieron un paso fugaz por el Ejército español, debido al mal estado en
que llegaron y a la falta de un programa de modernización ante el cambio de
criterio del Gobierno, que optó finalmente por adquirir tanques de nueva
construcción, los Leopard 2. En la foto un M-60A3 TTS en el museo de El Goloso.
Para reemplazar la flota de M-47, M-48 y AMX-30ER1,179180 España recibió entre 1992
y 1993 260 carros de combate estadounidenses M-60A3 y M-60A3 TTS (Tank Thermal
Sight, Visor Térmico de Carro, denominados así por ir equipados con una cámara
térmica AN/VSG-2), 16 de ellos para la Infantería de Marina, que estaban siendo
retirados de la Europa Central en cumplimiento del Tratado de las Fuerzas Armadas
Convencionales en Europa (FACE), además de otros 50 de la versión A1, los cuales
fueron puestos en servicio a partir de 1992. La previsión era haber recibido 110 M-
60A1 más, pero cuando llegaron los primeros y se vio el mal estado en el que se
encontraban, se renunció finalmente a ellos. El Ejército estadounidense los cedió
gratuitamente, al igual que a otros países de la OTAN, como Grecia y Turquía, que
recibieron cantidades muy superiores, pero en unas condiciones que dejaban mucho
que desear, pues eran vehículos que ya entonces tenían muchos años encima y además
la mayoría de ellos no procedían de unidades operativas, sino de depósitos, en los
que habían estado almacenados desde hacía mucho tiempo. Por si fuera poco, la
cesión no incluía los equipos, gran parte de los cuales les fueron desmontados
antes de la entrega, puesto que las condiciones de esta simplemente establecían que
los carros fueran capaces de "desplazarse, girar la torreta y disparar". Dada esa
situación, en un primer momento se pensó aplicarles el programa de modernización
que se había llevado a cabo en los AMX-30EM2, que comprendía un sistema de control
de fuego digital Hughes/ENOSA Mk.9 A/D, cámara termográfica ENOSA y motor diésel
MTU 833 con transmisión automática ZF LSG 3000. Sin embargo, la aprobación del
programa para adquirir los Leopard 2 supuso la cancelación de dichos planes. Los 50
de la versión A1 son los únicos que permanecen en servicio, transformados 38 de
ellos en vehículos de combate de zapadores Alacrán (M-60 CZ 10/25E) y los otros 12
en carros lanzapuentes (M-60 VLPD 26/70E).181

Lamentablemente, eso no representó una gran mejora para la flota existente y, como
resultado, a principios de 1994 el Gobierno español empieza a negociar buscando el
futuro tanque español, el que reemplazaría a los M-60.182 Aunque los alemanes
ofrecieron a España un excedente de tanques Leopard 1 y equipos soviéticos
incorporados al Ejército alemán (Heer) después de la Reunificación alemana, el
Gobierno español rechazó esas ofertas y presionó por conseguir el Leopard 2,182
conocido como el Leopardo 2E en el Ejército español. El alcance del programa se
extendió a la integración de 108 Leopard 2A4,183 que se arrendaron a España a
finales de 1995.184 Además de la adquisición, el Programa Coraza estaba destinado a
preparar al Ejército desde el punto de vista logístico para la introducción del
nuevo material.185 Los Leopard 2A4 fueron cedidos en principio por un periodo de
cinco años, para ir formando a las tripulaciones y al personal de mantenimiento
hasta que comenzaran las entregas de los Leopardo 2E. Una modificación posterior
extendió la cesión hasta 2016, momento en que los tanques pasarían a ser propiedad
de España, aunque hubo un nuevo cambio y finalmente en enero de 2006 fueron
adquiridos de forma definitiva al Ejército alemán por 15.124.014 euros.186

Leopardo 2E durante el desarrollo de un tema táctico.


Un memorándum de entendimiento fue firmado el 9 de junio de 1995 entre los
gobiernos alemán y español, sentando las bases para la adquisición de hasta 308
nuevos Leopardo 2E. Estos iban a ser montados en España por la empresa Santa
Bárbara Sistemas, con un 60-70 por ciento de los componentes fabricados por
empresas españolas. La producción tuvo lugar entre 1998 y 2003. Además, el Gobierno
alemán aceptó ceder al Ejército español 108 Leopard 2A4 para fines de entrenamiento
por un período de cinco años, un alquiler para el que se estableció un "precio
político" de 800 millones de pesetas anuales.187 Estos vehículos fueron entregados
entre noviembre de 1995 y junio de 1996.184 En 1998, España acordó reducir la
cantidad de Leopardo 2E a 219 vehículos y, a cambio, comprar los Leopard 2A4
cedidos, por un precio de 16,9 millones de euros, pagaderos entre 2005 y 2016, del
que se descuentan las cantidades previamente abonadas durante el periodo de cesión,
resultando un saldo final de 15,1 millones.188 Los Leopardo 2E se basaban en los
tanques alemanes Leopard 2A6,189 y se fabricaron entre el año 2003190 y el 2008.191

Los M-60 fueron reemplazados por los Leopard 2, pero los 150 AMX-30EM2, en cambio,
no fueron sustituidos por otros tanques, sino por 84 cazacarros sobre ruedas B1
Centauro,192 mucho más económicos, tanto en lo referente a su adquisición como a su
operación, pero también de capacidades muy inferiores en cuanto a movilidad campo a
través, potencia de fuego y sobre todo protección.

Véase también
Ejército de Tierra de España
Carro de combate
Listas relacionadas
Anexo:Materiales históricos del Ejército de Tierra de España desde la posguerra
Anexo:Materiales del Ejército de Tierra de España
Notas
Fueron conseguidas de los británicos en 1922 y eran del mismo tipo que las
empleadas en la batalla de Galípoli durante la Primera Guerra Mundial; Álvarez
(1999), p. 86.
Estos arribaron a España el 3 de marzo de 1937; García (septiembre de 2004), p.
12.
El T-26 pesaba alrededor de 10 toneladas, mientras que el BT-5 pesaba alrededor de
11 toneladas y media. Baryatinskiy (2006), pp. 30 y 44, respectivamente.
Candil (1999), p. 33; al final de la guerra, todo el regimiento de tanques pesados
se había perdido, excepto un tanque BT-5. Se dice que el único sobreviviente fue
regalado al líder italiano Benito Mussolini como un trofeo después de la Guerra
Civil Española.
Ausf. es la abreviatura de Ausführung, versión en alemán, y Sd.Kfz. de
Sonderkraftfahrzeug, vehículo especial.
El ceñidor mimetizado no corresponde a este uniforme, sino a un modelo posterior.
Paradójicamente, el cañón L7, en su versión estadounidense, M-68, finalmente entró
en grandes cantidades en el E. T. unos años más tarde, al emplearse para modernizar
los M-48 a la versión M-48A5, y posteriormente al recibirse los M-60. Además el
Rheinmetall Rh-105-30, desarrollado a partir del L7, equipó a los M-47 modernizados
a la versión M-47E2.
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