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Jean Michel Garduño González

Principios de bioética

Frente a los continuos – y lamentablemente inacabables – problemas médicos, cada uno con sus
particularidades, pero todos, sin duda alguna, relacionados con el sufrimiento del paciente,
resulta imprescindible la propuesta de principios que ayuden a la resolución o al mejoramiento
de dichos problemas. El enfoque principialista, con su propuesta de los principios de “no
maleficiencia”, de “beneficiencia”, de “autonomía” y de “justicia”, a primera vista pareciera ser
suficiente para asegurar que todos los casos se respondan eficazmente, ofreciéndole a todas las
partes involucradas la mejor opción. Sin embargo, dos cuestiones se alzan en contra de dicho
principio: su aplicación y su efectividad dentro de culturas no occidentales.

Quizá la primera complicación para llevar a cabo dichos principios la encontremos en el


cuarto, en el principio de justicia. Si bien en teoría podemos dilucidar qué le corresponde a cada
persona, una vez puesto en práctica no resulta tan sencillo. Esto se debe principalmente al
sistema político que tenga cada Estado, así como la disponibilidad gubernamental hacia la
obtención de medicamentos especializados, los cuales, en muchos casos, llegan a costar grandes
sumas de dinero. Al comparar el sistema de salud estadounidense con el mexicano, por poner un
ejemplo, poder observar cómo en cada país el principio de justicia no llega a efectuarse
eficazmente por razones diversas. En el caso estadounidense se debe más a la configuración
política de la nación – ya que no hay un Estado de beneficencia –, mientras que en el caso
mexicano la razón reside en la escasez de recursos para proporcionarle a los ciudadanos los
medicamentos que deben de recibir. Todo lo anterior sólo enfatiza la complejidad de la bioética,
así como la necesidad de tener un enfoque multidisciplinario.

Si antes destacaba la importancia de un enfoque multidisciplinario, el tema se complejiza


todavía más cuando tomamos en cuenta la aplicación de los principios en distintas culturas.
Como Siurana Aparisi explica en su artículo “Los principios de la bioética y el surgimiento de
una bioética intercultural”, estos principios no se adecuan completamente con la visión propuesta
por Beauchamp y Childress, ya que en distintas culturas la noción de autonomía está subordinada
al colectivo. Así, por ejemplo, en gran parte de los países africanos, el enfermo tomará sus
decisiones de acuerdo con lo que sea mejor para la comunidad, y en casos de extrema gravedad –
como sería una enfermedad muy contagiosa – el enfermo incluso optaría por la muerte, con el fin
de evitar daños a los demás.
Jean Michel Garduño González

El ejemplo anterior también demuestra que las nociones de maleficencia o beneficencia


están estrechamente vinculadas con las concepciones culturales de cada sociedad, de modo que
en varios casos el daño será más visto en términos colectivos que individuales. No obstante, tales
ejemplos culturales más que verlos como un problema a solucionar, habría que considerarlos
como zonas de diálogo, a partir de las cuales puedan definirse con una mayor amplitud y
exactitud, los principios de la bioética. Al fin y al cabo, en todas las comunidades humanas se
vela por el bienestar de las personas.

Referencias

SIURANA APARISI, Juan Carlos. Los principios de la bioética y el surgimiento de una bioética
intercultural. Veritas [online]. 2010, n.22 [citado 2022-02-02], pp.121-157. Disponible en:
<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
92732010000100006&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0718-9273. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-
92732010000100006

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