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MODELO COMENTARIO LÉXICO SEMÁNTICO

TEXTO
Volvía de Europa Eduardo tras diez años de ausencia. Diez años en que su atolondrado
rastacuerismo rodó de país en país sin ningún objeto edificante. Obseso únicamente por
moceriles aventuras y porque la paternal munificencia, constante renovadora de los
depósitos en los bancos, garantizara los despilfarros del granuja.
Apenas si, de tarde en tarde, presuroso garrapateaba dos líneas para la madre que, aquí
en América, languidecía en la ausencia. Eran dos líneas de un sentimentalismo forzado y
ramplón, que exaltaba el dolor de esta ausencia y columbraba la felicidad del retorno al
regazo materno; pero más tarde, cuando se concluyeran los estudios, que Eduardo seguía
asiduamente por todos los cabarés de Montmartre.
Pero un día salió de su atolondramiento sintiendo que el mundo se le desquiciaba. Un
cable fatal comentaba el fracaso de su vida holgazana y feliz. Su padre había muerto y la
madre lo llamaba recordándole su responsabilidad de único hijo varón en el hogar
dolorido […].
Cuando, a bordo del Steamer que lo volvía a América, oyó los pitazos de zarpe y sintió
la pulsación sorda y profunda del vapor en marcha […] un dolor agudísimo le echó largo
rato sobre la borda sollozando, como si Europa se le hubiese corporizado en las entrañas
y ahora se le arrancara bruscamente. Y muchos días, sin salir del camarote, pasose
humedeciendo con besos y lágrimas el retrato de Nette, una linda cocota de allá en París
que le chupaba el vigor y los bolsillos.
“Simona”, La lente opaca, Flavio Herrera
COMENTARIO
Comenzaremos el análisis léxico semántico del texto por el comentario de las familias
léxicas, entre las que destacan “paternal” y “padre” y “madre” y “materno”. Ambas son
muy similares, ya que están compuestas por el sustantivo patrimonial y el adjetivo, este
último, formado con la raíz culta [recuerden que esto de “raíz culta” quiere decir que tiene
el lexema del término latino, PATER y MATER, respectivamente]. Las familias léxicas
anteriores hacen referencia a dos personajes secundarios de la narración; mientras que
“felicidad” y “feliz” y “dolorido” y “dolor”, de nuevo formadas por el sustantivo y el
adjetivo, se relacionan con el protagonista.
En cuanto a los campos semánticos, destaca el de los continentes, integrado por dos
términos, “Europa” y “América”, que tienen unos marcados valores connotativos, ya que
funcionan como si fueran antónimos. El protagonista se encuentra entre estos dos
mundos; el primero de ellos, “Europa”, se relaciona con toda una serie de aspectos
positivos, sobre todo, ligados a las diversiones juveniles; mientras que el segundo,
“América”, está unido a las obligaciones familiares, de ahí la tristeza del protagonista por
su regreso. Y esta pesadumbre tan exagerada, que llega a resultar incluso cómica, viene
expresada por otro campo semántico vinculado a las emociones y constituido por los
sustantivos “dolor”, “besos” y “lágrimas”.
Muchas palabras de este texto tienen unos importantes significados connotativos, con
los que se construye una imagen bastante caricaturesca del hijo pródigo. De esta manera,
en cuanto a su comportamiento, se dice que está “obseso” por las diversiones, que le han
llevado al “despilfarro” del dinero paterno, esto es, a realizar gastos excesivos y
superfluos, por lo que ambos términos tienen unos sentidos muy negativos.
La mala conducta del protagonista también se demuestra con la poca atención que
presta a su madre. Así, el verbo que se emplea para la escritura de las cartas es
“garrapateaba”, ‘hacer garrapatos’, que se definen como ‘letras o rasgos mal trazados con
la pluma’; y el contenido de las misivas aparece caracterizado como “ramplón”, vocablo
que significa ‘vulgar, chabacano’. De nuevo, seguimos con palabras de connotaciones
poco positivas. [Como pueden ver, para realizar un buen comentario léxico semántico es
imprescindible acudir, de vez en cuando, al diccionario, ya que, en muchos casos, se
necesita precisar con cierto detalle los significados de las palabras. Y así lo tendrán que
hacer, siempre que sea posible].
Los sufijos apreciativos suelen estar relacionados con significados connotativos. Y así,
el aumentativo de “pitazos” acentúa la violencia de este sonido y la conmoción emocional
que le produce al protagonista la partida del barco. Dicho sentimentalismo ridículo llega
a su paroxismo [significa ‘exaltación extrema de los afectos y pasiones’] cuando el joven
se encierra en su camarote y se pasa los días “humedeciendo” el retrato de una amante
parisina, ya que el término empleado tiene un valor hiperbólico, con el que finaliza la
patética caricatura de este joven bohemio.
Respecto a las relaciones semánticas, podemos comentar la polisemia del término
“tarde”, pues en la línea quinta forma parte de la locución adverbial “de tarde en tarde”,
que significa ‘de vez en cuando, transcurriendo largo tiempo entre una y otra vez’;
mientras que en la línea octava tiene el sentido de ‘en tiempo futuro relativamente lejano’;
no obstante, como se puede comprobar, ambas acepciones se encuentran estrechamente
relacionadas.
Los términos “madre”, “padre” e “hijo” son cohipónimos de una relación de
hiperonimia, en la que el término superior sería “miembros de la familia” y hacen
referencia a los personajes del relato.
Hay un ejemplo interesante de antonimia léxica gradual entre “atolondramiento”,
que describe la disipada vida que estaba llevando el hijo en Francia, y “responsabilidad”,
pues, tras el fallecimiento del padre, debe volver a su hogar natal y ocupar el puesto de
este en la administración de los bienes familiares, de modo que también hay una
antonimia léxica recíproca entre “padre” e “hijo”, donde ambos términos tienen
acentuados valores connotativos.
Una última relación semántica que comentaremos es la sinonimia parcial entre
“Steamer” y “vapor”, para referirse a un tipo de barco. En este caso, la sinonimia está
motivada por una cuestión estilística, para evitar repetir el mismo término en líneas
consecutivas del texto.
Como es habitual, la mayor parte del léxico es de origen patrimonial, esto es, ha
seguido la evolución fonética y gramatical esperada desde el latín, incluso si se trata de
términos que pertenecerían más bien a la lengua culta, como “munificencia”, que significa
‘generosidad espléndida’ y “columbraba”, ‘divisar o ver desde lejos algo, sin distinguirlo
bien’.
A pesar de lo dicho anteriormente, hay algunos aspectos léxicos en los que debemos
detenernos. Por ejemplo, “rastacuerismo” es un neologismo formado a partir del adjetivo
“rastacuero”, que es un galicismo, pues procede de la palabra francesa RASTAQUOUÈRE,
y en español se emplea para referirse a una persona vividora, inculta, adinerada y
jactanciosa, tal y como es el protagonista del relato.
Otro galicismo es “cabarés”, que se encuentra ya adaptado al español, y mantiene el
significado del CABARET francés, esto es, ‘local nocturno donde se bebe y se baila y en el
que se ofrecen espectáculos de variedades’. Más interesante resulta “cocota”, adaptación
del francés COCOTTE, que era el término con el que se denominaba, de manera
eufemística, a las prostitutas elegantes parisinas de finales del siglo XIX y principios del
XX. La aparición de tantos galicismos en el texto está relacionada con el relato, ya que el
protagonista es un acaudalado americano bohemio que estaba disfrutando de la vida en
París.
Un anglicismo curioso es “Steamer”, que se trata de un xenismo, ya que el vocablo
mantiene la forma escrita y la pronunciación inglesa, de ahí que se escriba en cursiva.
Como ya hemos dicho, la palabra significa ‘barco de vapor’, y procede del inglés STEAM,
‘vapor’, así que es un término importante para enmarcar la narración en un determinado
momento histórico.
El último de los apartados del análisis léxico-semántico es el de los cambios
semánticos, de los que ya hemos escrito algunos aspectos, pero en los que debemos
profundizar, ya que tienen bastante importancia en el texto.
Frente al eufemismo ya comentado de “cocota”, encontramos el disfemismo
“granuja”, aplicado al joven protagonista del relato, debido a su comportamiento alocado
y vagabundo, en busca de constantes entretenimientos.
También hay un caso de contagio semántico en “vapor”, ya que el sintagma originario
sería “barco de vapor”, pero en la lengua coloquial se ha simplificado al último término,
que, por tanto, ha ampliado su significado. Este fenómeno es parecido al de “Steamer”,
si bien en este caso es más correcto hablar de una antonomasia, porque, en su origen,
este término inglés hacía referencia a cualquier máquina movida por vapor, y luego pasó
a emplearse únicamente a los barcos de este tipo, con lo que se produjo una reducción
semántica.
Observamos varias metáforas, como “rodó de país en país”, para hacer referencia a
los continuos viajes del protagonista; “retorno al regazo materno”, en la línea octava, con
la que se expresa la vuelta al hogar, y “la pulsación sorda y profunda del vapor”, por la
semejanza del ruido que realiza el buque al zarpar con los latidos del corazón.
Varias de estas metáforas tienen un sentido humorístico. Por ejemplo, “estudios” se
emplea para narrar las diversiones a las que el protagonista dedicaba su tiempo, en vez de
aplicarse al aprendizaje académico, supuestamente, el motivo por el que llevaba una
década en Europa; o “chupaba el vigor y los bolsillos”, forma eufemística de referirse a
la vana pérdida de fuerzas y dinero que conllevaba su relación con Nette.
Precisamente, la exagerada desolación del joven por su partida de Europa se expresa
con dos metáforas seguidas, cuando se dice que Europa se le “corporiza en las entrañas”
y que, por tanto, apartarse de ella es tan doloroso como si “se la arrancara bruscamente”,
tropos ambos que acentúan los rasgos hiperbólicos del texto, al igual que “mundo” en la
décima línea, en el sentido de ‘circunstancias vitales de una persona’.
Para finalizar nuestro comentario, señalaremos dos casos de metonimia. El primero
es “cable” en la línea once, ya que se designa a un mensaje telegráfico mediante el medio
por el que se transmite; y el segundo es “dos líneas”, en referencia a la brevedad de la
carta que escribe el hijo a su madre. En cualquier caso, ambos tropos [se denomina
“tropo” a la metáfora, la comparación y la metonimia] son propios de la lengua común y
fácilmente entendibles.

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