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GASTROSQUISIS

Manejo del neonato

La atención de un niño con gastrosquisis empieza al momento del nacimiento, para reducir al
minimo el periodo entre el nacimiento y la reparación quirúrgica. La atención inmediata del
lactante con gastrosquisis tras el nacimiento se enfoca en tres áreas: proporcionar al intestino una
cobertura protectora esteril, prevenir la hipotermia y asegurar la reanimación adecuada con
liquidos

El manejo inicial debe encaminarse hacia la estabilización del neonato para luego continuar con el
reparo del defecto de la pared. El contenido del defecto se debe mantener húmedo y caliente, con
el fin de evitar el enfriamiento, con la consecuente acidosis metabólica. Se debe garantizar un
adecuado acceso venoso, líquidos endovenosos, mantener la glicemia normal, descompresión
gástrica con sonda orogástrica y proporcionar un soporte ventilatorio apropiado

El cubrimiento antibiótico de amplio espectro es mandatorio en los niños con gastrosquisis. Los
niños con gastrosquisis requieren el doble de líquidos endovenosos para su mantenimiento, pues
pierden más fluidos por evaporación y en un tercer espacio
Los lactantes con gastrosquisis son con frecuencia pequeños para su edad gestacional y están
sometidos a grandes perdidas de agua y calor por la exposición intestinal. En sala de partos las
vísceras expuestas se protegen con envolturas esteriles mojadas en solución salina o con una bolsa
intestinal de platico y se coloca el paciente en un calentador infantil. Se instala una sonda
bucogastrica para descomprimir el estomago y prevevnir la deglución del aire, asi como la
aspiración

En la UCIN se inicia reanimacin con liquidos isotónicos. Es probable que estos pacientes necesiten
2.5 a 3 veces mas volumen para mantenimiento que un RN normal en alas primeras 24 horas leugo
de nacer. La reanimación con liquidos se continua hasta que se logre GU adecuado y equilibrio
acido base

En la gastrosquisis, la pérdida de fluidos, las alteraciones metabólicas y el riesgo de lesiones de


órganos intraabdominales hacen de la cobertura del defecto una prioridad. El manejo inicial debe
basarse en la reanimación, y en sitios donde no haya cirujano pediátrico y para el transporte del
niño, debe usarse una bolsa plástica para cubrir las vísceras expuestas (bolsa de líquidos
endovenosos) (véase figura 45.7). Sobre la bolsa, se deben poner gasas para protegerla y dejarla
en una posición tal que las vísceras queden perpendicular al abdomen, para evitar la angulación
del meso y, consecuente, isquemia intestinal. Esta práctica minimiza la pérdida de fluidos por
evaporización, previene el trauma intestinal adicional y permite una mejor perfusión tisular. Una
vez ya sea posible la valoración por el cirujano pediátrico, después de la reanimación y la
estabilización del bebé, este debe ser llevado a cirugía para el cierre primario del defecto o para
colocarle el silo.

Leugo de estabilizar al niño, se lleva a cabo la reparación, se practica con anestesia general y
relajación muscular completa. La anestesia epidural continua tiene la ventaja adicional de aliviar el
dolor postoperatorio

Al abdomen se prepara con solución de yodopovidona.

—— Tamizaje antenatal, con ecografía y alfafetoproteína materna, sugestivo de gastrosquisis.

—— Confirmación de gastrosquisis por perinatólogo.

—— Interconsulta con cirujano infantil.

—— Seguimiento mensual, con ecografía, por perinatólogo.

—— Cesárea electiva a las 36 a 38 semanas, o más temprana, dependiendo de las necesidades


maternas o indicaciones fetales (controversial en la literatura).

—— Reparo de la gastrosquisis en los primeros 90 minutos después del nacimiento.

—— Intentar reparo primario, con las siguientes sugerencias:

• Evacuar el intestino.

• No extender el defecto de la pared.

• Reducción temprana de las vísceras.


• Retener y usar el cordón umbilical duranteel cierre de la piel.

• Medir las presiones vesicales, para determinar la presión intraabdominal durante y después de la
cirugía.

Es necesario tener mucho cuidado cuando se manipula el intestino edematoso las adherencias
deben dejarse intactas
Tratamiento quirúrgico

El manejo quirúrgico de la gastrosquisis ha cambiado dramáticamente, desde el reporte del cierre


primario exitoso de defectos pequeños de la pared abdominal en 1943

En la gastrosquisis y el onfalocele, los objetivos principales del tratamiento son reducir las vísceras
herniadas dentro del abdomen, cerrar la fascia y la piel para crear una pared abdominal sólida y
minimizar los riesgos del bebé. Para lograr estos objetivos, muchas técnicas diferentes han sido
descritas; sin embargo, el tratamiento depende del tamaño y el tipo del defecto y de las
malformaciones asociadas.

El cierre por etapas utiliza cuatro fuerzas: la gravedad, la compresión, la tracción y la expansión,
las cuales son aplicadas directamente sobre la pared abdominal y las vísceras, ayudando a reducir
el edema visceral, la congestión venosa y facilitando el retorno de las vísceras, al aumentar la
capacidad de la cavidad abdominal. La sedación y la relajación en la unidad de cuidados intensivos
(UCI) mejora este efecto, por acción sobre los músculos de la pared abdominal.[19] Cierre primario
vs. Cierre por etapas. El manejo quirúrgico óptimo de las gastrosquisis ha sido el tema central de
numerosos estudios en las últimas dos décadas. Las conclusiones de los dos modos más frecuentes
de reparo (reparo primario vs. reparo por etapas) han variado, aunque la mayoría de las series han
favorecido el cierre primario,[19] ya que el reparo por etapas se ha asociado con un incremento en
el tiempo para lograr la alimentación plena, en el tiempo con NPT y en la edad del niño al alta.[20]

Los bebés que tienen gastrosquisis con atresia intestinal asociada representan un reto. Si el
intestino está en una buena condición y el abdomen puede ser cerrado sin dificultad, se debe
combinar un cierre primario con la corrección del defecto intestinal; pero tales circunstancias
ideales son inusuales. Por lo anterior, cuando la atresia está presente o es sospechada, la prioridad
es cerrar el abdomen por cierre primario o reparo diferido, y el bebé debe ser mantenido con
descompresión gástrica y nutrición parenteral por varias semanas hasta que se pueda reparar la
atresia intestinal. El período de espera permite que se resuelva el proceso inflamatorio y que el
contenido herniario vuelva al interior del abdomen antes de abrir el intestino y crear una
anastomosis vulnerable.

Todos los pacientes sufren retraso de la función intestinal y necesitan NPT hasta que toleren la vía
enteral, lo que puede tardar 3 a 4 semanas después del cierre de la pared abdominal. El íleo
prolongado es la complicación más frecuente en los pacientes con gastrosquisis. También se
puede presentar sepsis, complicaciones asociadas a la NPT y enterocolitis necrosante.
RESULTADOS

El pronóstico de los pacientes con gastrosquisis depende de la condición del intestino vulnerable,
La sobrevida de los pacientes con gastrosquisis alcanza el 90 al 95% y la mortalidad es secundaria a
pérdida de intestino, sepsis y complicaciones a largo plazo del síndrome de intestino corto.

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