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PROPUESTA PARA LA CANDIDATURA PRESIDENCIAL

TEMÁTICA: FUNCIONALIDAD DE LOS ENTES DE CONTROL EN COLOMBIA

CANDIDATA: MARIA CAMILA LOBOA RODRIGUEZ

PARTIDO: DEMOCRACIA AFRO

El Estado colombiano se rige en aras de cumplir continuamente y arduamente en


todas sus actuaciones con los fines esenciales consagrados en la Constitución,
tales como el hecho de promover la prosperidad, la posibilidad de garantizar la
efectividad de los principios, derechos y deberes allí previstos, facilitar la
participación de todos los ciudadanos colombianos en la vida económica, política,
administrativa y cultural de la nación en general y además asegurar la convivencia
pacífica junto a la vigencia de un orden justo a nivel nacional.

Por tanto, para que la vida en nuestra sociedad sea solidaria e integral y se
respete lo que a cada ciudadano colombiano se le atribuye y/o consigue por mérito
propio, nuestro país cuenta con entidades como la Contraloría General de la
República, que su principal tarea y función es vigilar lo concerniente al manejo
óptimo y responsable de los recursos públicos, así mismo también se encuentra la
Procuraduría General de la Nación, que dentro de sus funciones y deberes, cuenta
con el hecho de ejercer la pertinente vigilancia de conductas en el cargo u
ocupación de quienes desempeñan funciones públicas en las entidades estatales
a nivel nacional y la Fiscalía General de la Nación, que se encarga de investigar,
acusar y solicitar ante los jueces de la republica las sanciones penales pertinentes
cuando cualquier funcionario público o ciudadano nacional comete un delito.

Es así como se deja en evidencia que existen entidades encargadas de vigilar,


controlar, fiscalizar y judicializar a quien lo amerite por su comportamiento,
logrando el incremento a diario de trabajo para dichos entes puesto que en
nuestro país por el nivel de corrupción desarrollado hasta la fecha, es de
conocimiento nacional por medios televisivos o radiales diversos escándalos en
razón a una adjudicación de un contrato fue entorpecida, una asignación de un
contrato a una persona natural o jurídica donde por supuestos facticos se
encuentra que estuvo motivada por la exigencia o el ofrecimiento de dadivas o
beneficios estatales, en el caso de alguna infraestructura por desarrollar en vía
nacional o departamental o incluso municipal la corporación elegida o el contratista
asignado para hacer dicha obra no es idóneo, incluso en los medios amarillistas
de nuestros país diversas veces escuchamos que se desembolsaron recursos del
Estado en las cuentas designadas dentro del contrato estipulado y dichas obras no
fueron realizadas e incluso que las obras se dejaron a medias, investigaciones
extensas por obras en determinados departamentos que no sirvieron o no eran
necesarias o primordiales, incluyendo también el tema de los sobrecostos en la
compra de los materiales o los recursos que se necesitan para el desarrollo de
una obra, trabajo o tarea, es decir, que en nuestro país a diario estamos
impactados por actos de corrupción en detrimento de los recursos estatales
destinados para el beneficio de todos los ciudadanos colombianos.

La Procuraduría General de la Nación y la Contraloría General de la República son


dos entes de control importantes en el diseño institucional característico del estado
colombiano en materia de control a todos los servidores públicos en el ejercicio y
proyección de sus funciones y en el cuidado, manejo y buena destinación de los
recursos públicos.

Pero aunado a lo anterior, es válido hacer diferentes ajustes válidamente


importantes con el fin de equilibrar y mantener a largo plazo el poder de la
Procuraduría General de la Nación el mandato y oficio democrático, para alivianar
su excesiva nómina actual y hacerla de forma eficaz y central más inmune en su
capacidad de lidiar con la corrupción, endureciendo su representación en las
regiones de todo el país.

En tanto que, en razón a la Contraloría General de la República, debe ponerse


sobre la mesa la importancia de modernizar sus operaciones en cuestión de
auditoría, con el fin de que pueda prevenir el detrimento patrimonial lo cual es su
función, pero, sin que ello implique congestión en su trasegar.

No se debe dejar de lado el hecho de que en un estado social de derecho como el


nuestro, el poder que deriva del mandato ciudadano
necesita equilibrios institucionales para evitar el abuso y la extralimitación,
provocando la irregularidad social y el descontento general de la ciudadanía. Por
tanto, dentro de esta propuesta, no se concibe el hecho de la eliminación de
dichos entes de control, por el contrario, se está a favor de su existencia y su labor
dentro de la sociedad colombiana, pero se considera el hecho de generar cierto
tipo de ajustes a las funciones ejercidas por cada entidad estatal con el fin de
apresurar su buen actuar y evitar el descontento de la sociedad en general por los
resultados arrojados en el momento de la rendición de cuentas.

Según lo dispuesto en el artículo 118 de la Constitución Política de Colombia, al


Ministerio Público le “corresponde la guarda y promoción de los derechos
humanos, la protección del interés público y la vigilancia de la conducta oficial de
quienes desempeñan funciones públicas”.

Así mismo, según los artículos 277 y 278 de la Constitución Política de Colombia,
el Procurador General, siendo director del Ministerio Público, debe proteger los
derechos y garantías fundamentales y disciplinar a los servidores públicos que lo
ameriten en cuanto a sus malas conductas dentro de sus cargos, incluidos los
servidores públicos que son de elección por voto popular.

El Procurador General puede intervenir en los procesos judiciales en defensa del


orden jurídico y/o del patrimonio público, lo cual es una de sus funciones más
destacadas y personalmente apoyo su ejercicio. Pero, en cuanto a su participación
en los procesos penales bajo el nuevo sistema acusatorio, donde la actuación del
ministerio público resulta redundante, su participación es nula e innecesaria,
permitiendo que su presencia dentro de cualquier audiencia de índole penal, sea
excesiva e indeseable. Por tanto, esta sería una de las funciones a suprimir.
En cuanto a la función de promover los derechos humanos en sus diversos
escenarios políticos y sociales, considero que esta función en específico fuera
designada a la Defensoría del Pueblo y a las Personerías Municipales, por cuanto
estas en el ejercicio de sus tareas cumplirían a cabalidad con dicha función por
cuanto para ello fueron creadas, más sin embargo, no solo el hecho de promover
sin tener un resultado más objetivo sino que aunado a ello se les dotara de
poderes constitucionales disciplinarios para sancionar a los funcionarios públicos
que ejerzan su función en contra de la garantía y el respeto a los derechos
humanos.

Ahora bien, en razón a la Contraloría General de la República también otorgaría


un par de cambios constitucionales que aseguren su efectividad y no permitan el
descontento de la ciudadanía; El artículo 119 de la Constitución Política menciona
qué, “la Contraloría General de la República tiene a su cargo la vigilancia de la
gestión fiscal y el control de resultados de la administración”. Así mismo, el artículo
267 predispone que el control fiscal se ejerce de manera posterior y selectiva, y
así lo decidió el constituyente para eliminar la congestión laboral que implicaba el
control previo, por cuanto las entidades se inhibían de tomar decisiones sin el aval
pertinente del auditor, lo que provocaba altos niveles de corrupción a nivel
nacional y descontento social por los resultados arrojados.

El sistema de control posterior tiene el defecto de actuar cuando el daño ya está


hecho, y por eso la Contraloría ha venido aplicando la figura de los controles de
advertencia, pero a pesar de ello, las recuperaciones fiscales obtenidas de esta
manera por la Contraloría General no logran un porcentaje superior al 14% en
recuperación de los dineros.

Por lo tanto, el hecho de lograr que la intervención de la Contraloría se realice de


manera eficaz en tiempo real dentro de los procesos de planeación, presupuesto,
ejecución y contratación de las entidades públicas, especialmente en las
Contralorías Regionales fortalece la presencia de la Contraloría dejando en
evidencia su actuar no después de haberse ejecutado el gasto, más sin embargo
no hay que olvidar que la función del control fiscal, más que sancionar, es proteger
y recuperar los recursos públicos independientemente su cantidad, con el ánimo
de que previa su recuperación se inicie todo el proceso disciplinario y penal por la
indebida actuación de los funcionarios públicos envueltos en ello.
La solución no es acabar con dichas instituciones, por el contrario, con el hecho de
su mantenimiento, auditorias y reformas internas por medio de la Constitución
Nacional, permitirán que el país se desarrolle en su total potencial con la efectiva
actuación idónea de los entes de control que prevén las malas actuaciones de
unos cuantos ciudadanos cobijados con el pormenor de servidores públicos que
afectan la cartera de las instituciones y aprovechan la indebida destinación de los
recursos públicos con el atentado a la ciudadanía en general.

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