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I.

INTRODUCCIÒN

Actualmente se ha evidenciado en la población, un aumento de distintos


problemas en lo que respecta a la salud mental, tales como la ansiedad,
el estrés, la depresión, problemas alimenticios, etc. Todo ello provocado
por diversos malos hábitos en las personas e incluso por
acontecimientos traumáticos que se les ha presentado en el transcurso
de sus vidas. La cual, si no es detectada a tiempo, estas alteraciones
pueden afectar a largo plazo su estabilidad emocional y física.
Asimismo, la crisis sanitaria que se ha dado globalmente debido al Covid
– 19, ha provocado un ambiente de nerviosismo, tensión, preocupación
y estrés, asimismo ha dado como resultado, los fallecimientos y miles de
personas infectadas por el virus; convirtiéndose en un estilo de vida
agitado, tanto en lo laboral, escolar, universitario y cotidiano.

Asimismo, Espejo (2020) ha indicado que globalmente, el trastorno de


ansiedad afecta a más de 264 millones de personas a nivel global,
entonces debido a estas estadísticas, se observa que este trastorno está
ubicado como la sexta causa de disminución de poseer una vida
saludable. De igual manera se distingue que el mayor porcentaje de
ansiedad, lo presentan las mujeres, la cual se ubican en un (4,5%), de
tal forma que los hombres están ubicados en un rango de (2,6%).
Mientras que la edad promedio de sufrir ansiedad debería ser entre los
40 a 49 años, hay una cifra bastante congruente y mayor en los jóvenes
entre 15 a 25 años de edad. Asimismo, se calcula que
aproximadamente 1 de 4 personas se ve afectada por cualquier
trastorno mental durante su vida, por ello según las estadísticas de la
OMS, citado por Valencia (2007) indica que, en el año 2007, se infiere
que más de 121 a 150 millones de ellos sufren de depresión, por otro
lado 70 y 90 millones de personas padecen de abuso al alcohol o
drogas; de 24 a 25 millones sufren de esquizofrenia, la cual les genera
sufrimiento e incapacidad.

Además Chávez (2021) infiere que en un estudio realizado por el


Ministerio de Salud Y Unicef en Perú, indicó que 3 de cada 10 menores
de edad entre niños y adolescentes de 6 años a los 17 años promedio,
mostraron algún tipo de deficiencia u problema en lo que respeta la
salud mental, por ende los problemas mas frecuentes fueron la
depresión (26,6%), ansiedad generalizada en un (18,5%), estrés a un
promedio de (27, 2%), asimismo problemas conductuales, emocionales,
como por ejemplo irritabilidad, sudoración, problemas para dormir,
dificultad para concentrarse. Por ende, la pandemia afecta a toda la
población, pero en general a los niños, adolescentes y jóvenes que son
los mas vulnerables.

Por otro lado, Ruiz y Calle (2020) dicen que la pandemia y el aislamiento
ocasionaron distintos trastornos tanto en niños, jóvenes y adultos. Ello
se ve reflejado en el aumento desmedido en casos de ansiedad y estrés.
Huarcayo (2020), médico psiquiatra, señala en un estudio en China
realizado durante la fase inicial de la pandemia; se descubrió que el
(35%) de los participantes experimentaron estrés psicológico. A su vez,
Palomino y Huarcaya (2020) en su estudio realizado a mujeres de 18 a
30 años en el contexto de la pandemia, encontró que el (37%) mostró
tener una reacción al estrés asociada a síntomas de hiperactividad,
recuerdos recurrentes y alteraciones en el estado de ánimo.
Asimismo, Ozamiz, Dosil, Picaza y Idoiaga (2021) en otro estudio
realizado en Latinoamérica pone en evidencia que el (16,5%) de las
personas mostraron síntomas depresivos de nivel moderados a graves;
el (28,8%) síntomas de ansiedad y el (22,1%) presentó niveles de estrés
moderados a graves.
A su vez Bernal (2018) refiere que dentro de un estudio epidemiológico
de salud mental del Perú hace mención que aproximadamente al año en
el país, hay un promedio de 20,7% de la población mayor de 12 años,
presenta algún tipo de trastorno mental, y mayormente las tasas más
altas se encuentran en poblaciones de zonas urbanas de las ciudades,
como, por ejemplo, Puerto Maldonado, Iquitos, Tumbes, Ayacucho, Puno
y Pucallpa. Además, según los estudios del Instituto Nacional de Salud
Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi (2017) nos brinda la
información que, dentro del Perú, se registran problemas psicológicos
como la ansiedad, depresión, violencia doméstica, estrés, etc. Por ende,
corresponde a la capital limeña con un (26.5%) en depresión, Ayacucho
a un (26.0%) en ansiedad, Puerto Maldonado (25.4%) en estrés y en
Lima la depresión va sumando a un porcentaje de (15.4%), acompañado
con el trastorno de ansiedad con un (14.8%).
Por ende, a raíz de los trastornos, se ha adjudicado tratamientos
psicológicos para las personas que lo requieran, convirtiéndose así en el
eje principal de la salud mental, en este caso hablamos de uno de los
enfoques más importantes de la psicología, denominado la terapia
cognitivo-conductual la cual aborda diversas problemáticas como las
antes mencionadas, en este caso la ansiedad generalizada, pánico,
estrés, fobias, trastornos alimenticios, estrés, esquizofrenia y entre otros.
Asimismo, ayuda de manera psicoterapéutica, para poder controlar,
cambiar de pensamientos y conductas, con la intención de que el
paciente logre percibir el mundo de una manera positiva y estable.
Según Puerta y Padilla (2011) hace referencia que efectivamente la
terapia cognitivo-conductual se encuentra encargada de las cogniciones
distorsionadas las cuales producen en los pacientes diversos
comportamientos la cual perjudica sus emociones y su vida, es por este
motivo que este enfoque se centra en aceptar las cogniciones negativas,
para poder modificarlos por los positivos, de esta manera va a dar
resultados favorables.
Por ende, el objetivo principal será describir el modelo cognitivo-
conductual centrado en determinados problemas mentales de la
actualidad. Como objetivos específicos será brindar la reseña histórica
del modelo, asimismo identificar las bases filosóficas, acompañado con
los antecedentes teóricos del propio modelo, al mismo tiempo evidenciar
la conceptualización del proceso terapéutico del modelo elegido, luego
saber las principales técnicas y estrategias terapéuticas que abarca el
cognitivo - conductual, a la mano de cuáles serían los trastornos
psicológicos abordables por el modelo y que limitaciones presenta dicho
modelo. Finalmente, la importancia de esta monografía es brindar al
lector información sobre un modelo de terapia e identificar los
parámetros teóricos de la terapia cognitivo-conductual, la cual puede
mejorar, la mente y el cuerpo transformando sus vidas.
CUERPO

2.1. Reseña histórica del modelo

Fuente: El modelo cognitivo-conductual, se originó con estudios realizados por


James Watson, luego se agregaron estudios de Thordike, Skinner y A.Bandura.
Se sabe que los autores mencionados encaminaron la psicología conductista
desde lo clásico hasta lo que se conoce como condicionamiento operante,
hubo un punto medio de encuentro con modelos que son cognitivos, esto
creando los que se conoce hoy como modelos Cognitivo – conductual.

Díaz, Soto y Ortega, (2016) expresa sobre la terapia cognitivo


conductual, a fin de explicar las intervenciones que dan como resultado la
disminución de dificultades psicológicas y comportamientos no adaptativos. A
su vez, se indica que las emociones y los comportamientos son los detonantes
de las cogniciones.

Según, Díaz (2016) indica a los autores de mayor descubrimiento


acerca de este modelo terapéutico son Albert Ellis y Aaron T. Beck. Asimismo,
Acuña (2018) manifiesta que este modelo se centra en la investigación de tipo
científica y se establece con la práctica científica, estas se comprueban con el
pasar del tiempo.

Kosovsky (2018) indica que esta terapia cognitivo-conductual ha ido


teniendo un desarrollo constante por los años 70 hasta la actualidad. La
generación inicial que trabajó con este modelo se centró en el comportamiento
y su desarrollo, y también en el aprendizaje, generando investigaciones sobre
este, un autor que se toman sus aportes como contribuciones a este modelo
fue Bandura con su teoría del aprendizaje.

Por otro lado, Mera (2015), Vernon y Doyle (2017) mantienen sobre la terapia
cognitivo conductual que es una terapia con la que mejor se puede trabajar
actualmente, se indican tres motivos, uno de ellos es por ser estudiada
constantemente en la psicoterapia, un segundo motivo, es debido a que los
estudios de este modelo muestran un gran resultado a diferencia de otros
modelos y otro motivo es que los modelos de TCC son constantemente
estudiados.

Se sabe que la terapia cognitivo conductual es una terapia eficiente, aún está
en constante desarrollo y mejora, existen diferentes casos donde pacientes no
logran brindar una respuesta óptima en el enfoque, o vuelven a reincidir en el
problema, asimismo ya que la TCC se centra en la investigación, sus avances
están sujetos de su enfoque científico e integrador (Paredes-Rivera, 2016).

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