- Analiza la evolución de la obra de Goya, como pintor y grabador, desde su llegada a la
Corte hasta su exilio final en Burdeos. Goya nació en Zaragoza, y comenzó a pintar en un modesto taller de su tierra. Además, intentó conseguir una beca para viajar a Roma, pero no se la dieron y acabó viajando a Italia por sus propios medios. Cuando volvió a España, recibió sus primeros encargos importantes, como los frescos de la Basílica del Pilar de Zaragoza. En 1773, se casó con la sobrina de Francisco Bayeu, que le introdujo en la Corte. Así, de 1774 a 1791 trabajó realizando modelos, denominados cartones para la elaboración de tapices en la Real Fábrica de Tapices. Estos cartones eran en realidad pinturas al óleo sobre lienzo. En esta etapa, Goya pintó más de 50 cartones de temática costumbrista. Al mismo tiempo, Goya se fue convirtiendo en un gran retratista, lo que hizo que en 1780 ingresara en la Academia, en 1786 fuera nombrado Pintor del Rey, y en 1789 Pintor de la Cámara de Carlos IV. A continuación, encontramos la segunda etapa, coincidente con su crisis personal. En 1792 sufrió una grave enfermedad que hizo que se quedara sordo. A esta enfermedad hay que sumar la situación por la que estaba pasando Francia, la cual tuvo una gran repercusión sobre la aristocracia española con la que Goya trabajaba. De este modo su pintura se vuelve cada vez más personal, y se observa el paso de la visión desenfadada de la etapa anterior, a una visión crítica y atormentada, que refleja los aspectos más negativos de la sociedad. Una de las obras fundamentales de este periodo es “La familia de Carlos IV”. En tercer lugar, se desarrolla la etapa coincidente con la Guerra de la Independencia contra los franceses, por lo que su pintura refleja la crueldad, la tragedia y el espanto de la guerra. Además, los protagonistas de estas obras no son personajes conocidos, sino personas anónimas de ambos bandos, habitualmente ejerciendo o sufriendo la violencia. Así, Goya ofrece un punto de vista horrorizado con le que quiere denunciar la brutalidad de la guerra. Una de las principales obras de esta etapa son “Los fusilamientos del 3 de mayo de 1808”. Posteriormente, encontramos la etapa de la posguerra, en la que Fernando VII vuelve a España, restaura el absolutismo y persigue a los afrancesados y liberales. Goya, sospechoso de ser partidario de las ideas reformistas, vivió unos años de temor que aumentaron la visión pesimista y angustiada de sus obras. A esto hay que añadir otra grave enfermedad. Todo ello, dio lugar a la composición de las Pintura Negras, cuyos temas predominantes son el dolor y la muerte. Entre estas destaca “Saturno devorando a sus hijos”. En 1824, Goya, desengañado de España, se exilió a Francia. Allí, siguió pintando algunos cuadros, como “La lechera de Burdeos”, ciudad donde murió en 1828 - Explica las características del historicismo en arquitectura y su evolución hacia el eclecticismo. La Revolución Industrial supuso un cambio en la arquitectura, tanto por la posibilidad de usar nuevos materiales y técnicas, como por la necesidad de nuevas construcciones. Respecto a los materiales destaca el hierro, que se va a convertir en el material fundamental de la arquitectura porque se pueden producir muchos elementos iguales a bajo precio, trasladarse al lugar de la obra y ensamblarse directamente. Además, permite una construcción rápida, estandarizada y barata que se adapta a las nuevas necesidades. También destaca el vidrio, que puede ser sostenido por el hierro para crear espacios de aspecto diáfano y ligero. A finales de siglo aparecen también el acero, más duradero y resistente que el hierro, y el hormigón artificial que se convertirán en materiales fundamentales para las estructuras de la nueva arquitectura del siglo XX. Además, la nueva sociedad necesitaba numerosos edificios que debían construirse rápido y a bajo coste, pero a pesar de las ventajas de los nuevos materiales y técnicas, los arquitectos se resistían a usarlos. Surge así una lucha ente arquitectos (artistas) e ingenieros (técnicos) que perdurará durante todo el siglo XIX y que llevó a dos visiones de la arquitectura. Los ingenieros defendían la explotación de los nuevos avances en la llamada arquitectura del hierro, que les permitía crear formas novedosas para cubrir las nuevas necesidades de forma funcional. Por el contrario, los arquitectos decidieron volver a los estilos artísticos de épocas anteriores, lo que dará lugar al historicismo y el eclecticismo. En este siglo se sientan además las bases de la arquitectura del siglo XX. En un principio aparecen los “revivals” que recuperan estilos ya desaparecidos (historicismo). Uno de los motivos por los que se ahonda en el pasado es el intento de encontrar el modelo nacional. Así surgen el Neogótico, el Neorrománico o el Neomudéjar entre otros. De todas las evocaciones al pasado, la más persistente será la gótica, en la que destaca Violett Le Duc que partiendo del sistema constructivo gótico proyecta nuevos edificios cuyo material básico es el hierro. En Inglaterra el Neogótica sirve sobre todo para que el país encuentre su identidad, y este es magistralmente interpretado en el Parlamento de Londres de Charles Barry. Por otro lado, el gusto románico por lo lejano y exótico unido al contacto con tierras extraeuropeas por la colonización favorece el desarrollo del Neoegipcio, el Neochino o el Neoindio, al que pertenece el Pabellón Real en Brighton de John Nash. Junto al historicismo debemos hablar del eclecticismo que consiste en mezclar distintos estilos en una misma obra para fusionar lo mejor o más representativo de cada uno. Esta es la forma más extendida e influyente de entender la arquitectura de todo el siglo XIX. Es una arquitectura sólida, colorista y variada en la que prima la libertad de inspiración, y en la que destaca la Opera de Paris de Garnier, de estilo neobarroco. - Explica las características y principales tendencias de la arquitectura modernista. El Modernismo es un movimiento que va de 1890 a 1920 y surge como rechazo y superación de la arquitectura historicista y ecléctica. Este recibió distintos nombres según la zona, como “Art Nouveau” o “Liberty” y fue un arte promovido por la burguesía, que quería un estilo propio que no estuviera sometido a las normas del pasado. Además, este se interesó por la obra de arte total, desde la estructura arquitectónica hasta el diseño de muebles y utensilios domésticos. Desde el punto de vista técnico y formal, se incorporaron los avances de la arquitectura del hierro, que se exhiben sin tapujos y se revalorizan estéticamente. Así, se combinan los materiales tradicionales y los nuevos, y las estructuras metálicas que sostienen el edificio a menudo quedan a la vista. En cuanto a la decoración, esta es muy variada, rica en colores y abundante, pero no oculta la estructura del edificio, de hecho, los elementos constructivos tienen a menudo una función decorativa. Respecto al espacio interior, este adopta plantas libres que huyen de la simetría, y la luz tiene un gran protagonismo, entrando desde ventanas, miradores, vidrieras o claraboyas. Igualmente, el aspecto exterior presenta la misma libertad de volúmenes y formas en un intento de transmitir alegría y variedad. Además, el Modernismo se aplicó a todo tipo de construcciones, y en el se suelen distinguir dos grandes tendencias: En primer lugar, encontramos la ondulante, con un amplio desarrollo en Bélgica, Francia y España, principalmente Cataluña. Todos sus elementos están dotados de gran plasticidad y dinamismo, con especial predilección por la línea curva, tanto en lo estructural como en lo decorativo. En esta tendencia destaca Antonio Gaudí con obras como “La casa Milá”, “El Parque Güell” o “La Sagrada Familia”. Por otro lado, destaca la rectilínea, característica del mundo anglosajón (Gran Bretaña, Austria y Alemania) que enlaza con el racionalismo del siglo XX. Su concepción se basa en la línea recta y en una decoración de carácter geométrico.
- Especifica las aportaciones de la Escuela de Chicago a la arquitectura.
En 1871 la mayor parte de la ciudad de Chicago de destruyó por un incendio, l que supuso la necesidad de una actividad constructiva rápida y económica. Como consecuencia, surgió en el último tercio del siglo XIX un grupo de arquitectos conocidos como Escuela de Chicago. Un aspecto que conviene destacar es que la renovación que representa esta Escuela fue obra de arquitectos y no de ingenieros, como ocurrió en Europa. Una de las causas es que los arquitectos del Nuevo Mundo no estaban condicionados por una larga tradición artística, sino que dirigían su mirada al presente y al futuro, dispuestos a enfrentarse a las nuevas necesidades de ciudades relativamente recientes. Además, dieron primacía a la funcionalidad sobre la estética, por lo que la forma de los edificios debe adaptarse a ello. La característica fundamental que los define es la edificación en altura, que dio origen al rascacielos. Este surge por la necesidad de reducir el coste del suelo que la especulación había elevado mucho en el centro comercial y financiero de la ciudad. Por otro lado, se vio favorecido por la utilización de armazones metálicos, que permitían superponer muchos pisos y la invención del ascensor. Entre los elementos comunes utilizados destacan los pilares de hormigón para los cimientos, el armazón de hierro para las estructuras, la ampliación de los ventanales y la reducción de los elementos decorativos. Por último, entre sus representantes destacan Le Baron y Louis Sullivan.
- Describe las características y objetivos de las remodelaciones urbanas de París,
Barcelona y Madrid en la segunda mitad del siglo XIX. La ciudad del siglo XIX es consecuencia de las concentraciones en torno a las fábricas y del desarrollo del transporte. Por ello, se hizo imposible realizar cambios en las viejas ciudades donde la industrialización estaba provocando un crecimiento continuo y desordenado. De este modo, las características de la nueva ciudad son las siguientes: En primer lugar, la separación funcional y la creación de barrios burgueses, con calles amplias, ordenadas y limpias, y zonas obreras con gran cantidad de población. Por otro lado, destaca la importancia de las vías de comunicación, que le dan un carácter dinámico, y de las zonas verdes y las fábricas como configuradoras del paisaje. Además, los cambios producidos por la Revolución Industrial y el fuerte aumento demográfico aumentaron la aglomeración y la contaminación, por lo que, para embellecer los alrededores, se crean las ciudades jardín o las ciudades satélite. La ciudad jardín trata de volver a la pureza de la naturaleza, para lo que se diseñaban barrios alargados a modo de senderos con arbolado, césped y viviendas individuales. Es el caso de Arturo Soria en Madrid. La ciudad satélite la definió Taylor y debía ser una ciudad que no excediera los cien mil habitantes y que estuviese rodeada de zona de campesinado.
- Describe las características del Romanticismo en la pintura de Ingres y de Delacroix.
El Romanticismo es un movimiento artístico y cultural que alcanzó su plenitud entre 1820 y 1850 y estuvo relacionado con las ideas liberales. Este se caracteriza por conceder la exaltación del individualismo, el anhelo de libertad, la reivindicación del sentimiento y la tendencia a la ensoñación y la evasión, es decir, es una manera de sentir. En el terreno artístico, se desarrolla fundamentalmente en la literatura y la pintura, en las que el espíritu romántico se manifestaba a través de los temas. La temática abarcaba un amplio abanico de intereses que respondían a la visión personal y exaltada del artista, como hechos históricos o de actualidad, temas relacionados con la Edad Media, lugares exóticos, situaciones límite o desesperadas y paisajes sublimes o pintorescos. Respecto al lenguaje formal, la mayoría de los pintores se sirvieron de recursos propios del Barroco como la primacía del color para expresar sentimientos, los acusados contrastes de luces y sombras por su dramatismo, y los movimientos acusados y actitudes expresivas por su vitalidad y fuerza. Así el Romanticismo se puede considerar el primer movimiento vanguardista, pues representó temas de actualidad rompiendo con la tradición de representar solo temas históricos. Por último, en la pintura romántica podemos distinguir dos estilos. En primer lugar, el Romanticismo de la línea, representado por Ingres para el que lo esencial era el dibujo, por lo que a menudo se le considera academista y perteneciente al Neoclasicismo. Su obra, en la que abunda la pintura histórica y los retratos, destaca sobre todo por los desnudos femeninos de sensibilidad romántica. Entre sus principales obras destaca “El baño turco” ambientada en la exótica Turquía. Por otro lado, Delacroix representa el Romanticismo del color. Este era admirados de pintores barrocos como Rubens o Rembrandt. Su obra más conocida es “La libertad guiando al pueblo”, una alegoría presidida por la figura de la Libertad que avanza sobre los muertos en combate. En ella se aprecia el espíritu de exaltación.
- Describe las características y evolución de la arquitectura del hierro en el siglo XIX,
en relación con los avances y necesidades de la evolución industrial. Los avances de la Revolución Industrial repercutieron directamente en la arquitectura tanto por la posibilidad de disponer de nuevos materiales y técnicas, como también por las nuevas necesidades. Respecto a los materiales destaca el hierro, que se va a convertir en el material fundamental de la arquitectura porque se pueden producir muchos elementos iguales a bajo precio, trasladarse al lugar de la obra y ensamblarse directamente. Además, permite una construcción rápida, estandarizada y barata que se adapta a las nuevas necesidades. También destaca el vidrio, que puede ser sostenido por el hierro para crear espacios de aspecto diáfano y ligero. A finales de siglo aparecen también el acero, más duradero y resistente que el hierro, y el hormigón artificial que se convertirán en materiales fundamentales para las estructuras de la nueva arquitectura del siglo XX. Además, la nueva sociedad necesitaba numerosos edificios que debían construirse rápido y a bajo coste, pero a pesar de las ventajas de los nuevos materiales y técnicas, los arquitectos se resistían a usarlos. Surge así una lucha ente arquitectos (artistas) e ingenieros (técnicos) que llevó a dos visiones de la arquitectura. Los arquitectos decidieron volver a los estilos artísticos de épocas anteriores, lo que dará lugar al historicismo y el eclecticismo. Por el contrario, los ingenieros defendían la explotación de los nuevos avances en la llamada arquitectura del hierro, que les permitía crear formas novedosas para cubrir las nuevas necesidades de forma funcional. Esta última recibe ese nombre porque el material utilizado era fundamentalmente el hierro en dos modalidades fundamentales. Por un lado, encontramos el hierro colado o fundido de gran consistencia y que una vez transformado en líquido podía adoptar cualquier forma. Por otro lado, el hierro forjado era muy duro y más elástico y adquiría su forma definitiva exponiéndolo al fuego en una fragua y maleándolo después con un martillo sobre el yunque. Aunque esta arquitectura acabaría extendiéndose a todo tipo de construcciones, en esta primera etapa sus realizaciones más significativas fueron los puentes y tiempo después los invernaderos. Después, a partir de 1845, al uso del hierro se sumó el del acero que se producía en grandes cantidades y permitía un tratamiento distinto para cada necesidad, y se generalizó también el uso del cristal. El uso de estos materiales supuso cambios en la estructura de los edificios. Así, el muro pasó a ser un mero elemento de cierre, ya que el armazón interno hacía innecesaria su función de sostén, lo que permitía revestirlo con materiales tradicionales a modo de decoración o sustituirlo por superficies de cristal. Además, los pilares y columnas de piedra se sustituyeron por pies de acero laminado y columnas de fundición que a veces imitaban las formas tradicionales. Por último, las cubiertas de armazón metálico adoptaron formas variadas y al igual que los muros permitían la cubrición con elementos tradicionales o con láminas de cristal. Por el contrario, los elementos decorativos metálicos fueron muy escasos o inexistentes, por lo que en los revestimientos externos fue frecuente el uso de materiales tradicionales. Algunas obras que debemos destacar son la “Torre Eiffel” de Paris o el “Crystal Palace” de Londres.
- Explica el Realismo y su aparición en el contexto de los cambios sociales y culturales
de mediados del siglo XIX. El Realismo surgió en Francia a mediados del siglo XIX como una reacción frente al Romanticismo, por lo que los artistas adoptaron una actitud provocadora y de rebeldía ante las ensoñaciones románticas y defendieron una representación lo más objetiva posible. Así, prima la máxima objetividad, veracidad y en ocasiones crudeza, apareciendo temas y personajes inhabituales cuya representación se convertía en una denuncia de las condiciones en las que vivía la mayor parte de la población. El primer gran cambio revolucionario del Realismo fue que ya no había temas dignos para el arte, sino que todo podía ser pintado incluso lo tradicionalmente considerado vulgar o feo, lo que supuso una provocación al buen gusto burgués establecido. De este modo, se representan escenas consideradas poco artísticas como un entierro de pueblo o un encuentro casual entre dos personas. A veces, estas representaciones pretenden denunciar las condiciones de dureza y miseria de los campesinos. Además, el Realismo mostró temas hasta entonces nunca representados, llegando a representar de forma heroica a personajes de la clase trabajadora. Los pintores también quisieron romper las imposiciones y normas del arte académico, por lo que en los salones estas pinturas no fueron admitidas. El nacimiento de este movimiento tuvo mucho que ver con los cambios sociales y culturales de la primera mitad del siglo XIX y con la agitada situación política del momento como los avances de la Revolución Industrial y la aparición de una sociedad urbana y capitalista o el crecimiento del proletariado y sus problemas. Asimismo, el surgimiento del Realismo coincide con la oleada revolucionaria de 1848 y su fracaso hace que los artistas dirijan su mirada a la representación objetiva de la realidad social. También influyeron en él las ideas socialistas y el nacimiento del movimiento obrero y el sindicalismo, y las nuevas corrientes como el positivismo o el materialismo. Todo ello hizo que algunos artistas e intelectuales intentaras realizar un arte comprometido con la época y acorde a la nueva sociedad, rompiendo con las normas y tradiciones. Así destacan pintores como Courbet. - Describe las características generales de Impresionismo. El Impresionismo surgió en Francia en el último tercio del siglo XIX y ante el rechazo de los Salones oficiales, algunos pintores como Monet, Renoir o Cézanne decidieron exponer sus obras en una exposición pública que se convertiría en la primera exposición impresionista. Por otro lado, a pesar de que hay grandes diferencias de un autor a otro, todos comparten las siguientes características. En primer lugar, pintan escenas contemporáneas, y rechazan la realidad como algo racional y objetivo realizado en un taller. Así, sostienen que la pintura debe realizarse al aire libre, para poder captar la luz y sus efectos. Además, también intentan captar la inmediatez y fugacidad de la realidad, por lo que intentan incluir en la pintura la percepción visual del pintor en un determinado instante. En esta misma línea, los autores no les dan tanta importancia a los objetos representados como a su tratamiento y a la luz, que se convierte en la gran protagonista. De este modo, en ocasiones se pinta el mismo objeto en distintas épocas del año o en distintas horas del día, para así reflejar la fugacidad. Para reflejar estas variaciones de la luz, el pintor se sirve del color e introduce algunos cambios en la técnica como el uso de una pincelada rápida y corta para captar el instante, o la yuxtaposición de manchas de color en la obra para que se mezclen en la retina del espectador. Asimismo, no suelen usar el negro, los contornos de las figuras son borrosos, dando sensación de abocetamiento, y suelen dejar de lado la perspectiva apostando por pinturas de aspecto plano, influencia de los granados japoneses. Asimismo, utilizan encuadres atrevidos por influencia de la fotografía. En cuanto a los temas, esto es lo menos importante, pues lo que interesa es la forma de representarlos, habitualmente con una sensación optimista y desenfadada de la vida. Sin embargo, sí desaparecen los temas históricos, épicos, religiosos o mitológicos. Respecto a los factores que pudieron influir en el desarrollo de este movimiento destacan los cambios en la sociedad, la influencia de la fotografía y los avances en la física, el estudio de la luz, la teoría del color y la industria química. Como antecedentes podríamos señalar la pintura veneciana o los grandes pintores barrocos. Por último, en este movimiento destacan pintores como Monet, Manet, o Renoir.
- Define el concepto de postimpresionismo y especifica las aportaciones de Cézanne y
Van Gogh como precursores de las grandes corrientes artísticas del siglo XX. El Postimpresionismo se desarrolla a finales del siglo XIX y se refiere a un grupo de pintores relacionados con el Impresionismo en algún momento de su trayectoria, que evolucionaron hacia estilos personales y ejercieron gran influencia posterior. Estos trataron de superar la captación fugaz de la realidad propia del Impresionismo y buscar una pintura más expresiva y acorde con los tiempos acelerados de fin de siglo. En esta época surgieron también formas de pensamiento que prestan atención a la subjetividad o lo irracional. Así, el término Postimpresionismo incluye obras de autores muy diferentes cada uno con su estilo peculiar. Para ellos la obra de arte debe ser un proceso creativo personal, por lo que, en general, los temas serán muy variados, con abundancia de retratos, bodegones o ambientes exóticos. Además, casi todas las vanguardias recogieron aspectos desarrollados por los postimpresionistas. Respecto a Paul Cézanne, este se inició en el Impresionismo, pero se separó del grupo porque lo que realmente le preocupaba eran la estructura y el volumen de las formas, es decir, no le interesaban los colores en sí, sino la forma que debían adoptar para reflejar las estructuras de la realidad, el color al servicio de las formas, y no al revés. Por ello en sus obras no captaba la fugacidad, sino que eran fruto de un trabajo lento y reflexivo para representar la estructura permanente de las cosas, que según el se reducía a esferas, conos y cilindros. En cuanto a los temas, pintó paisajes, naturalezas muertas y figuras humanas, pero su verdadera aportación estuvo en el tratamiento de estas. Así, sometía las formas a una ordenación simétrica, y rompió las leyes de la perspectiva combinando distintos puntos de vista, preparando el camino al Cubismo. Por otro lado, Vincent Van Gogh empleó sobre todo colores claros, abordó la temática del Impresionismo, se fascinó por los grabados japoneses y se sintió atraído por el puntillismo. A partir de 1888, desarrolló un estilo personal y maduro caracterizado por colores muy vivos y contrastados, sobre todo el amarillo cromo con azules y violetas, y por las pinceladas sinuosas y pastosas que transmiten su agitación. Así Van Gogh puso el color al servicio de la expresión, y preparó el camino para el Expresionismo.
- Explica las características de la renovación escultórica emprendida por Rodin.
Auguste Rodin cambió la historia de la escultura occidental, al romper con los cánones académicos y con el concepto de estatua-monumento, abriendo los caminos de la escultura a nuevas formas expresivas, por lo que se le considera el “padre de la escultura moderna” y se le considera uno de los iniciadores de la revolución escultórica del siglo XX. Este se formó en el academicismo, pero tras un viaje a Italia estudió la obra de Miguel Ángel y Donatello, de los que aprendió que la escultura no solo consistía en la búsqueda de la belleza ideal, sino que debía reflejar un estado interior. Para lograrlo, Rodin utilizó todos los recursos plásticos disponibles de modo expresivo, libre y sin sometimiento a las reglas académicas. Además, aunque su obra toma como referencia el mundo exterior, este consideraba que la escultura no debía ser una mera representación de la realidad, sino que debía expresar un estado interior, por lo que es el propio autor el que recrea una nueva realidad con total libertad. En cuanto al naturalismo de sus obras, este está animado por una intensa vida interior, es decir, el artista crea una realidad capaz de transmitir emociones, reflejando la psicología del ser humano. Así, convierte sus obras en símbolos sobre la humanidad como es el caso de “El pensador” o “El beso”. Además, destaca su magnífico tratamiento de la anatomía, y el tratamiento de la superficie. Así, le da gran importancia a su modelado mediante la luz y multiplicando los ángulos y los planos consiguiendo efectos rugosos, de aspecto inacabado. Por ello algunos han considerado su obra impresionista. Otro aspecto innovador de su obra es el hecho de dejar partes inacabadas, dando la sensación de que la obra surge de la materia escultórica. También se interesó en representar el movimiento a través de la luz. Por último, destaca su visión circular de la escultura, con puntos de vista múltiples. Por todo ello, su obra se ha calificado como impresionista, simbolista o expresionista.