Análisis críticos de los aspectos teóricos de cultura escolar y reformas educativas y su
aplicación en el sistema educativo nicaragüenses y hondureños.
Actualmente vivimos en una época donde las bases de la educación y la lucha que se llevó a cabo por la restitución de derechos como la educación en Nicaragua, quedaron como parte de la historia que no tiene ningún reconocimiento para las generaciones contemporáneas. Esto tiene por ende un impacto en el proceso evolutivo de los diferentes sistemas educativos de Nicaragua condicionado por factores internos y externos. En un principio remontándonos a los sistemas de gobiernos caudillistas o somocista de los años 40 y 70 se evidencio un claro sistema elitista que se caracterizaba por estudios universitarios en el exterior para tener acceso a una educación de calidad, dejando a la gran mayoría de nicaragüenses a expensas de docentes retrogradas y conformistas porque estaban conscientes que quienes ellos preparaban no figurarían en los cargos de poder económico o político. Peor aún aquellos individuos de la sociedad que pertenecieran a clases de campesinos y obreros, estos ni siquiera podían soñar con educación secundaria. Al triunfar la revolución y con la política socialista traída por el gobierno del FSLN, Nicaragua dio un giro importante a la Historia implementando desde los poderes del estado, con el trabajo organizado de todos los ciudadanos que contaran con un nivel básico de conocimiento en las letras, el lanzamiento de una campaña de alfabetización en las comunidades más alejadas de los sectores rurales y se creó un sistema educativo integrador e igualitario que velaba porque se enseñara con amor y sin preferencias en todos los rincones del país. Al regresar el neoliberalismo Nicaragua observa un retroceso en la educación con la llamada autonomía escolar que vicia la educación y cercena muchos de los aspectos fundamentales de la identidad nicaragüense que se venían impulsando anteriormente. Al retomar el poder el gobierno de corte popular se restablecen las políticas inclusivas que vieron detenidas por el periodo neoliberal y se procura promover y brindar las oportunidades a aquellos sectores marginados de la población durante ese periodo. En la actualidad se trabaja por impulsar programas educativos que sirven de modelo a nivel regional y que con la participación de todos los sectores como la comunidad educativa, escolar y del estado ha logrado el desarrollo del país. Honduras por su parte ha permanecido por muchos años en un sistema educativo autónomo y descentralizado, lo que en laguna medida condiciona las oportunidades para los sectores más vulnerables y carece de políticas educativas beneficiosas para estos. Aunque se promueva la calidad en materia del conocimiento o eso se pretende no cuentan con el apoyo suficiente del estado para fortalecerse en las debilidades que presentan actualmente. A nivel de comunidad el sistema educativo está organizado por concejo de padres que evidencian las necesidades de los estudiantes y los atienen dándoles asesoramiento a los padres. En conclusión la cultura condiciona nuestros sistemas educativos, puesto que, lo que somos está condicionado de los que los otros ha dejado en nosotros, aunque también modelado por aquellos factores determinantes que son parte de nuestra esencia según la comunidad donde se desenvuelva nuestra labor docente.