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1. SUSTENTO TEÓRICO
La teoría y la práctica psicoanalíticas están básicamente interesadas en la
consideración del conflicto intrapsíquico inconsciente, que se constituye por los
avatares de los deseos pulsionales procedentes del inconsciente en la interacción
con el objeto, sobre todo durante los primeros años de la infancia, lo que sirve
como fundamento, si no fueron adecuadamente resueltos, para ocasionar los
diversos desajustes que el sujeto tendrá a lo largo de su vida. Tales hechos se
elaboran de una u otra manera por el aparato psíquico, dejando en la esfera de lo
inconsciente las temáticas pulsionales rechazadas, más o menos conectadas con
experiencias de naturaleza psicotraumática ocurridas en las primeras relaciones
objetales (en los primeros años de vida), ES DECIR, EL SUSTENTO TEÓRICO
DEL PSICOANÁLISIS SE BASE EN CÓMO SE FORMAN LAS PRIMERAS
RELACIONES DEL SUJETO, CON QUÉ INTENSIDAD Y DE QUÉ MANERA
INFLUYEN EN SU COMPORTAMIENTO ADULTO.
Ello conlleva la presencia de una cierta cantidad de energía libre, que es invertida
en la organización de determinados productos caracteriales y conductuales, ya
normales, ya patológicos, propiciando así la adaptación o la desadaptación DEL
SUJETO EN LA SOCIEDAD. En el momento del encuentro clínico psicoanalítico,
este conjunto de elementos psíquicos sufre una nueva y peculiar reelaboración en
la mente del sujeto, con la participación o no de ingredientes objetivos
procedentes de la interacción clínica, lo que lleva a su expresión en los llamados
fenómenos transferenciales, el campo genuino del trabajo psicoanalítico
(recordemos que la transferencia es la función psíquica mediante la cual un sujeto
transfiere inconscientemente y revive, en sus vínculos nuevos, sus antiguos
sentimientos, afectos, expectativas o deseos infantiles reprimidos, hacia otra
persona). El psicoanalista, por ello, no sólo está interesado por la interacción real
o fantaseada que tuvo lugar entre el sujeto y sus padres en la infancia y por
eventos puntuales que pudieran haber traumatizado psíquicamente al individuo,
así como por el esclarecimiento de los deseos que en tales circunstancias
pudieron movilizarse y entraron en conflicto con los controles normativos
superyoicos (que en gran parte proceden del entorno cultural, la moral), sino sobre
todo por lo que aparece en la relación dada por el aquí y ahora del encuentro
psicoanalítico, ES DECIR, CÓMO ESE PASADO CONTEMPLA O CONDICIONA
EL COMPORTAMIENTO DEL AHORA DEL SUJETO.
El psicoanálisis, sigue diciendo Habermas (1982), se consolida como una
tecnología particular porque Freud capta, en las acciones y expresiones
aparentemente discordantes del neurótico, una intención, un sentido, un
significado, cuyo origen se hunde en el inconsciente: la interpretación analítica se
ocupa, así, de aquellos contenidos deformados, alterados y mutilados a través de
los que el sujeto se engaña a sí mismo.
Habermas (1982). La hermenéutica psicoanalítica, por otra parte, no tiene como
objetivo final la mera comprensión intelectual de contenidos simbólicos, sino que
su meta principal está en lograr que el sujeto alcance una autocomprensión
saturada de afectos (lo que conocemos como el insight): no basta, e incluso desde
el punto de vista terapéutico es inútil, que el psicoanalista proponga un significado
del acto o del contenido mental y que el analizado lo acepte intelectualmente,
puesto que es imprescindible que éste, superando las barreras de las defensas/
resistencias, tenga ocasión de experimentar el INSIGHT cognitivo y afectivo que
indica que su yo ha alcanzado la total comunicación con contenidos antes
inaccesibles.
Finalmente, el psicoanálisis necesita de un complejo proceso de translaboración,
por medio del cual pueden superarse todas las resistencias y asumirse los
contenidos reprimidos: el psicoanálisis no busca, pues, un mero análisis seguido
de una síntesis, sino lo que Habermas (1982) bautizó como autorreflexión y
Lorenzer (1977) como tarea crítico-hermenéutica, que en lenguaje psicoanalítico
sería hacer consciente lo inconsciente, pasar lo que está regido por el proceso
primario al proceso secundario o cambiar el dominio del ello en dominio del yo,
relacionando lo expresado con los oportunos elementos inconscientes,
transformando lo ignoto en conocido y lo ingobernable en controlable. Semejante
idea late en la fórmula lacaniana que sitúa como meta pasar al orden simbólico lo
que está en el orden imaginario.
2. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA:
El psicoanálisis se gesta en plena época victoriana, llamada así por el largo
reinado de Victoria de Inglaterra, los beneficios económicos, otorgados por la
revolución industrial alcanzaba su máxima expresión, generando cambios de
enormes proporciones en todos los órdenes de la vida humana. No solo la
economía europea prosperaba por aquellos días, la fecunda producción intelectual
de la época, ayuda al nacimiento de distintas corrientes filosóficas, que nacen a la
luz del comportamiento de la nueva sociedad. Los conceptos freudianos sobre la
vida mental están dominados por ellas: dualismos de pulsiones, polaridad sujeto-
objeto, placer-displacer, activo-pasivo. Estos conceptos se encontraban arraigados
en la población de la época, con la consiguiente discordancia entre lo que se
debía hacer en público, versus el actuar privado, una época en donde la sociedad
se caracterizaba por ser muy conservadora, los temas sexuales pasaban a ser un
tabú, un tema restringido, un tema que no se abordaba y quien osara a atreverse,
era considerado libertino y libidinoso, con un consiguiente estigma social. Este
aspecto hace de las posturas de Freud verdaderas innovaciones, al atreverse a
plantear temas que no se hablaban en público, lo que otorga a Freud un plus extra
por tanto se atreve a irrumpir con posturas revolucionarias para la época. Un
antecedente clave para el nacimiento del psicoanálisis fue que, Freud se convierte
en alumno de Jean Martin Charcot, en el hospital de Salpetriere de París, entre los
años 1885 y 1866, en este lugar Freud se familiarizará con las investigaciones
llevadas a cabo sobre la histeria, y posteriormente a concluir que esta se originaba
por impulsos reprimidos, justamente por la sociedad. ENTRE ESTOS
RECORDEMOS EL CASO DE ANNA, UNA PACIENTE CONSIDERADA COMO
LA DESENCADENANTE DEL SURGIMIENTO DEL PSICOANÁLISIS, SUS
SÍNTOMAS PRINCIPALES CONSISTÍAN EN PARÁLISIS, CEGUERA, SORDERA
Y MUDEZ DE CARÁCTER POSIBLEMENTE PSICÓGENO (ES DECIR,
GENERADOS POR AUTOSUGESTIÓN), FREUD Y CHARCOT NOTARON QUE
LOS SÍNTOMAS SE ALIVIABAN TEMPORALMENTE SI LA PACIENTE HABLABA
SOBRE ELLOS, SOBRE SUS SUEÑOS Y SOBRE SUS ALUCINACIONES Y
CONSEGUÍA ATRIBUIRLES UNA CAUSA, ESPECIALMENTE MIENTRAS ERA
SOMETIDA A HIPNOSIS.
El 13 de marzo de 1848 la revolución, que había estallado en febrero en París,
llega a Viena. La revolución burguesa o democráticoburguesa. El estadillo de la
primera guerra mundial, la social-democracia antimoderna, entre otros sucesos,
son algunos de los acontecimientos que se dan en la Viena en donde se formó
Freud, después de inmigrar de su ciudad natal. En realidad Viena representaba
por entonces, una alternativa de progreso material y social para los judíos, había
todavía muchas posibilidades para los jóvenes judíos de talento y era frecuente
que estos muchachos buscaran destacarse en las profesiones liberales,
particularmente el Derecho y la Medicina, porque con las reformas que se
introdujeron después de la revolución y particularmente a partir del año 60
disminuyeron las trabas que existían para su desarrollo intelectual y social. La
prensa adquirió cierta libertad, los partidos políticos comenzaron a desarrollar una
actividad libre de trabas y a educar a las masas en el sentido del liberalismo, para
transformar a la monarquía en una monarquía constitucional según el modelo
británico.
En la década de 1880 ya se podía constatar que por lo menos la mitad de todos
los médicos, abogados y periodistas de Viena eran judíos, lo que naturalmente
despertaba un gran resentimiento en el resto de la población. La Universidad
comienza a gozar en la época liberal de garantías legales, de independencia
académica, libertad de enseñanza y finalmente un mínimo de protección contra la
interferencia burocrática del Ministerio de Religión y Educación, en el cual siempre
se había dado una lucha entre liberales y clericales.
¿CÓMO RELACIONAMOS ESTO CON FREUD Y SU TEORÍA? La vida
pulsional está moldada por la expresividad de varios lenguajes
inconscientes que se estructuran dentro de un proceso histórico y dinámico,
provenientes de las relaciones entre el individuo y las culturas en la
constitución del sujeto psíquico, en la medida en que unen el presente al
pasado en la construcción del futuro. Esos lenguajes son parte integrante
de la construcción de marcos internos, referencias que se construyen con la
edificación de la identidad. Se trata de procesos de incorporación,
transformación y mutación que participan en la construcción de la
subjetividad individual y colectiva, influidos por aspectos internos, por la
constitución psíquica, fantasías inconscientes, relaciones de objeto,
mecanismos defensivos prevalentes, y otros externos, tales como la cultura,
los eventos históricos, migraciones, guerras, cambios tecnológicos. Unos
son factores que intervienen de manera imprevisible y otros son
imponderables pues afectan a la memoria, al yo y al superyó. De aquí a que
sea tan importante estudiar el contexto y la cultura o los hechos históricos
en donde experimentó el sujeto épocas como la infancia, así como la
manera en que estos impactaron.
3. REPRESENTANTES:
FREUD:
1. Para Freud la actividad mental tiene lugar según dos modalidades:
consciente e inconsciente. Los contenidos conscientes los conforman los
datos inmediatos, obedecen a las leyes de la gramática y a la lógica formal,
y están gobernados por el principio de realidad, lo que implica la adaptación
al mundo exterior. Los contenidos inconscientes sólo pueden ser inferidos,
el sujeto no está advertido de ellos, ignoran las categorías de espacio y
tiempo, y están regidos por el principio del placer, una de cuyas
manifestaciones es la reducción de la tensión por medio de la realización
alucinatoria del deseo. Los procesos inconscientes son de dos clases: los
que están sujetos a represión (dinámicamente inconscientes) y los que son
inconscientes en un momento determinado, pero que al no ser reprimidos
tienen la posibilidad de transformarse en conscientes; a estos últimos se los
denomina preconscientes. Posteriormente, en lo que se conoce como
segunda tópica, Freud estructuró el aparato psíquico en el yo, el ello y el
super-yo. Así, el yo vendría a ser identificado con el consciente y, en
palabras de Freud, representaría a la razón y al sentido común, y se
gobernaría por el principio de realidad. El ello, que se correspondería con el
inconsciente y estaría gobernado por el principio del placer, sería el
depositario de los instintos; Freud lo describe como desorganizado,
emocional, oscuro y difícilmente accesible. Por último, el super-yo, que
procede de la introyección de las figuras de los progenitores, tal como eran
vividas en la niñez y por lo tanto depositarias de lo que está «bien» y «mal».
El super-yo incluye elementos conscientes e inconscientes; los mandatos e
inhibiciones que derivan de él, al pertenecer al pasado del individuo,
pueden estar en conflicto con sus valores actuales; la conducta en conflicto
con el super-yo produce culpa.
2. Teoría de la Libido:
Freud atribuyó carácter sexual a ciertas actividades infantiles cuyo fin es lograr, en
diversas zonas del cuerpo, un placer distinto al de la satisfacción de necesidades
de conservación del organismo. En relación con esas actividades, estableció la
existencia de múltiples pulsiones sexuales parciales, distintas por sus fuentes y
sus fines, que se unen en organizaciones sucesivas de la libido (Freud, 1981).
ALFRED ADLER
1. Teoría del carácter y el estilo de vida: Carácter es para Adler el estilo de
vida peculiar de cada individuo y que hace de él un ser único. El carácter o
estilo de vida se forma durante los primeros 4 o 5 años de vida a través del
intercambio y reciprocidad (perturbada o no) con los padres y hermanos. Es
decir, son las experiencias dentro del marco familiar las que dan lugar al
conjunto de pautas que conforman el plan de vida. Los patrones de
pensamiento y conducta así acuñados tienden a aplicarse, con diferencias
sólo formales, en la vida adulta. El carácter se organiza alrededor de un
objetivo de vida futuro, conocido o no por el individuo, y para alcanzar ese
objetivo el individuo define programas, métodos o proyectos, esto es, un
plan de vida. Así, un punto básico en la teorización adleriana es que cada
persona es un organismo unificado, que tiene una experiencia organizada,
y que avanza hacia una meta por medio de patrones significativos.
Con este bagaje, la persona enfrenta las áreas importantes de la vida. Las tres
áreas básicas de las que se ocupa un individuo, es decir, a las que aplica su plan
de vida, son la profesión, las relaciones de amistad y la sexualidad (entendida ésta
como una tarea de dos seres humanos, y por tanto subordinada al amor). La
capacidad de enfrentar estas áreas es para Adler un índice de salud mental. Las
alteraciones en cualquiera de las tres áreas pueden llevar a perturbaciones
neuróticas.
ERIC FROMM: Fromm postula una serie de necesidades del hombre que nacen
de las condiciones en que el propio hombre desarrolla su existencia: sus pasiones
y necesidades más intensas no son las enraizadas en su cuerpo (como la libido
freudiana) sino las que nacen de las condiciones de su existencia. En este cambio
de foco con respecto a las propuestas de Freud hace radicar Fromm la
peculiaridad de su psicoanálisis humanístico. Para describir estas necesidades,
Fromm las presenta en forma de pares: relación contra narcisismo; creatividad
contra destructividad; fraternidad contra incesto; individualidad contra conformidad
gregaria y razón contra irracionalidad.