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DOS CHORROS DE PODER EN MI HOGAR

CITA BIBLICA: LUCAS 13:11-17.

INTRODUCCION. Dieciocho años con un espíritu de enfermedad que la tenía encorvada,


cargando tristezas, emociones negativas, violaciones. Las emociones que no expresamos se van
al cuerpo, a los huesos, a los órganos. Dios está en medio nuestro para soltar una Palabra de Fe
y que tu vida empiece a producir lo que antes no producía, para desatar tu vida y que vivas en
victoria. Jesús vio a la mujer, la llamó y le dijo: 12Cuando Jesús la vio, la llamo y le dijo. Mujer,
eres libre de tu enfermedad. 13Y puso las manos sobre ella y ella se enderezo, luego glorificaba a
Dios. Y puso sus manos sobre ella y la enderezó. La mujer empezó a Glorificar a Dios. No sé
cuántos años el enemigo te ha encorvado, te ha pegado; cuántos años has estado cargando
algo que nadie sabe. Pero hoy tu boca se va a abrir para cantar una palabra de alabanza, de
felicidad y de gratitud. Profetizo que de tu boca no saldrá queja, ni amargura, ni miedo, ni
vergüenza; de tu boca saldrá alabanza y sé que terminarás en victoria.
 
Dios te quitará todo el peso que te hacía mirar hasta la punta de tu nariz y levantara nuevamente
tu visión para que veas tu casa bendecida, tu familia bendecida, para que te veas alcanzando tus
sueños, viajando, prosperando y en victoria. Quizá pasaste mucho tiempo mirando para abajo
pero cuando Dios te toca, te deja de pie mirando para arriba y para adelante. Cuando la mujer se
levantó apareció el religioso, el líder de la sinagoga y dijo, No, no hay reunión de sanidad hoy. El
Señor se le acercó y le dijo, Hipócrita, esta mujer estuvo atada por un demonio durante dieciocho
años. Por qué Jesús no reprendió el demonio porque el demonio no estaba dentro de ella,
estaba al lado de ella y en el líder de la sinagoga. Jesús les reprochó que ellos desataban a sus
burros en día sábado, sería un acto de crueldad no hacerlo si se tenía compasión de un animal
para darle de beber y comer, cuanto más un ser humano. Él te desatará de la gente que te ha
tenido atada, oprimido, lastimado tu estima, te dijeron nunca te quise o nadie te ama. Él te
desata por el poder de la palabra de fe.
 
Jesús le puso las manos en el cuerpo, Cuando Dios sana nuestro cuerpo, sana también nuestra
alma, todas las partes de él que hemos rechazado. A esta mujer nadie la abrazaba, nadie la
quería, y los abrazos pueden sanar a una persona, una caricia, tocar puede sanar a una
persona. Hoy el Señor nos abraza y pone su mano sobre los cuerpos enfermos, sobre los
cuerpos rechazados, los que nunca fueron abrazados. Los declaro libres en su nombre porque Él
es el buen pastor.

Si tienes una deuda económica, problemas en la familia o en la pareja. Vas a terminar


glorificando y cantando. Aprende a cantar porque el Señor te restaurará la visión y dejarás de
mirar hasta la punta de tu nariz, para empezar a ver más lejos y más alto, para empezar a soñar
otra vez. Cómo festeja la gente este feriado de semana santa, Emborrachándose, drogándose o
acostándose todos con todos y haciendo algo que los lastima. Por eso, el pecado los arruina
porque en el fondo eso no resuelve nada, no tapa los agujeros espirituales que el Señor tiene
que sanar. Pero Dios pondrá su mano para que las cosas sucedan, por eso lo amamos.

El Señor la defendió, Además de tratarlo de hipócrita, Jesús le dijo algo al final que fue lo más
violento, Esta hija de Abraham. El líder y los que estaban ahí se sorprendieron. Esa frase para
nosotros no significa nada pero para el pueblo judío significa mucho porque solos los varones
eran herederos de las promesas de Abraham. El Señor le estaba diciendo que esta mujer tenía
los mismos derechos que todos los varones e iba a recuperar su prosperidad. Aquí hay algo
extraordinaria para las mujeres. Dios les va a devolver las finanzas, el tiempo perdido y todo lo
que los hombres usaron y abusaron en ustedes. Tal vez, mujer, te dijeron que nunca accederás
al Rey de la gloria pero Él mismo te restaurará y te dejará alabando, cantando a su nombre. 

ISAIAS 46:9-10. 9Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy
Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10que anuncio lo por venir desde el
principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo. Mi consejo permanecerá, y
haré todo lo que quiero. Gracias a la soberanía de Dios tenemos libre albedrío y somos
capaces de elegir y tomar decisiones que moldean nuestras vidas. Pero los decretos de
Dios que son su palabra, son a la vez su eterno propósito y nadie los puede cambiar ni adaptar
como más le guste. Su palabra está para que nuestra vida esté ajustada a ella. Si su Palabra dijo
que nos va a ir bien, nos va a ir bien, Si el Señor dijo que todo lo que hagas prosperará, todo lo
que hagas prosperará. Su con consejo permanece la hierba se puede secar, la flor se puede
marchitar pero Su palabra permanece para siempre.
 
LEVANTA MANO DERECHA BIEN ALTO. Esto simboliza tu autoridad, Primer chorro tu identidad.
Dios va a restaurar toda estima baja, toda vergüenza, auto rechazo, miedo, culpa, inferioridad,
egoísmo, toda comparación. Todo eso se cae, se pudre, se rompe, se seca en el nombre de
Jesús. Y por esa mano de autoridad, sabrás que puedes, que tienes capacidad, que lo lograrás,
que nadie te detendrá, que caerán mil y diez mil pero a ti no te tocarán. Porque eres la niña de
los ojos del Padre, estás escondido en su mano y nadie podrá tocar tu morada, tu presente o tu
mañana.

LEVANTA MANO IZQUIERDA BIEN ALTO. Representa el hablar fe. Tu boca será restaurada
para que empieces a hablarle al problema. Recuerda algo lindo, un momento en el que Dios te
haya cuidado, una caricia que te llegó esta semana, una noticia que te hizo alegrar. Y el Señor te
dice, Quiero que tomes esa vara de Aarón, ese recuerdo lindo de lo que Yo hice por vos. No me
veías pero yo estaba ahí y te lo di por gracia, por amor. Te amo y en medio de la crítica, de la
dificultad, yo te di vida, te hice reverdecer y ahora con ese recuerdo, restauro tu hablar de fe.
Hablémosle a la deuda, Deuda, estás vencida. Hablémosle a la droga, al alcohol, Ya no te
necesito más porque Cristo está en mi vida. Hablemos victoria. Vayamos allí donde está la gente
encorvaba, endemoniada, sin voz y declaremos en el nombre de Jesús. Vengo a decirte que
eres libre. Declaro que toda enfermedad se cancela, que toda carga se va, que toda canción
vuelve a escucharse. Hoy miramos y anunciamos que todo nos saldrá bien. Toma autoridad y
sabe quién sos en Dios; hablá fe y, si te cuesta hacerlo, traé al presente un recuerdo lindo que te
permitirá hablar y decretar victoria. Amén.

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