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● Tienes todas las habilidades que gana el monje hasta nivel 5

● Si hay contradicción entre la hoja de Personaje y el Libro (por ejemplo en tus DG o


tus salvaciones) lo válido es lo que está escrito en la Hoja de Personaje.

Volviste al Monasterio, tras tu viaje, pensando


que ya podrías ascender en el círculo de
aprendizaje. La compañía de Yasheira hacía el
largo y solitario trayecto más llevadero realmente:
te habías encariñado de la muchacha. De hecho
ya te habías encariñado desde antes de partir,
era una de las almas más inquietas del pueblo y
una luchadora ágil y astuta. Aunque podías sentir
en sus palabras que no había una verdadera
declaración de intenciones, se te había enseñado
a no juzgar a otros por lo que eligieron no
compartir.
Ver las ruinas humeantes de tu hogar fue
suficiente para romper tu concentración de
acero… La distracción no duró más de un
instante pero fue suficiente para que no
percibieras la saeta que volaba desde un
escondite hacia ti. Sólo rozó tu costado, y no
tuviste problemas para desviar la otra que vino a
continuación, pero ahora podías notar como tus
músculos se hacían más pesados y la visión se
te nublaba poco a poco.
Adelante un drow se incorpora y desenvaina una espada larga de hoja ligera, con la mirada
clavada en ti. Mantienes la posición mientras inspecciones los alrededores, puedes percibir
otro drow que se esconde detrás de una puerta rota, y sabes que hay otro hacia tu espalda,
aunque no estás seguro de la distancia.
Avanzas a la velocidad del rayo y conectas tu rodilla derecha contra la mandíbula del drow
de la espada antes casi de que consiga ponerse en guardia. Antes de siquiera tocar el suelo
tu codo está clavado en su clavícula y esta suena con un satisfactorio chasquido.
Yasheira ha avanzado pegada a ti, tratando de ganar la espalda del mismo adversario, pero
antes de que llegue esquivas por los pelos una flecha que viene del drow escondido tras la
puerta, antes de poder reaccionar nuevamente la espada de tu contrincante hace un corte
en tu torso, no muy profundo, pero empiezas a preocuparte en serio. Apenas consigues
esquivar los embates del último drow, que se mantenía escondido con algunos rasguños,
pero sabes que si tu compañera no hace una buena demostración de sus habilidades la
cosa está perdida.
El mundo estalla en dolor cuando notas que el infierno arde en tu espalda, te das la vuelta
incrédulo aún y ves a la muchacha con lágrimas en los ojos y su puñal empapado en tu
sangre. Las fuerzas te fallan y ella salta encima de ti, caéis al suelo. Su puñal baja una y
otra vez mientras las lágrimas empapan su rostro.

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