Está en la página 1de 34
Escata DE ANSIEDAD MANIFIESTA EN NINOS (revisada) CMAS-R Manual Cecil R. Reynolds, PhD ‘Traducido por: Bert O. Richmond, EdD Fayne Tinajero Esquivel Responsable editorial: Lic. Lorena Blanca FES Zaragoza Universidad Nacional Autnoma de México Normativizaci6n uruguaya: Dr. Gustavo J. Rodrigo Universidad Regional Francisco de Asis G Manual Moderna e2sspresstae (2.s5p265-1100 Titulo original deta obra: Revised Children’s Manifest Anxiety Seale (RCMAS) Copyright © 1985 by Westem Psychological Services. “Translated and reprinted by permission of the publisher, ‘Wester Psychological Services. Noto be reproduced {in any form without written permission of Western Psychological Services, 12031 Wilshire Boulevard, Los Angeles, California 90025, US.A. scala de ansiedad manifiesta en nifios (revisada) CMAS-R ‘Manual, Cuestionario, Plantilla de calificaci. Copyright © 1985 por Western Psychological Services. ‘Traducido y reimpreso con autorizacidn de la Eitri! Wester Psychological Services. Prohibida su reproduccin en forma alguna sin autorizacin eserita de Western Psychological Services, 12031 Wilshire Boulevard, Los Angeles, California 90025, U'S.A. D.R.O 1997 por Editorial EI Manual Modemno, S.A. de CV, ISBN 968-426-738-X Miembro dela Cémara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, Reg. nim. 39 “Tedos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicacién puede ser reproducida, almacenada fensistemaalguno de tarjetas perforadas 0 transmiida por otro medio —electnico, mecinico, fotocopiador, ‘egistrador,etoStera— sin permiso previo por escrito dela Editorial. All sights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, for transmitted in any form or by any means, cleetronic, mechanical, photocopying, recording ‘or otherwise, without the prior permission in ‘writing from the Publisher. @ manuzrmoderr® aunt ae Beaton enc Reynolds, Ceil R Escala de ansiedad manifesta en ninos:revisada (CMAS-R / Cel R Reynold, Bert O. Richmond / Fayne Tingjero Esquivel. ~ México: Editorial El Manual Moderno, 1997 130 p. +28 em. + plata de caliieaciones. Traducctin de: Revised children's manifest anxiety scale (REMAS). Bibliograia +p. 143-146 ISBN 968-426-738-X 1 Ansieda en los nis - Pruchaspsicolipicas 1. Richmond, Bert OIL Tinjero Esquivel, Fayne, te 158.41246 REVe, Biblioteca Nacional de México Para mayor informacion en: * Catalogo de producto * Novedades * Pruebas psicoligicas en linea y mas www.manualmoderno.com Formacién: Gabriela Castillo Dominguez Lectura final: Twonne Areiniega Torres Disco de Portad Biol, Amuro Delgado Fuentes etre Bana! Morne Soccer tn tren te, IntRobuccION No hay tiempo ni lugar registrado en la historia en donde cl miedo y la ansiedad no sean parte de la existencia humana, El miedo a lo dafino o a los incidentes que amenacen la vida es una experiencia comin en el ‘mundo animal y una respuesta adaptativa para la espe cie humana. Por consecuencia, a muy corta edad el nifio aprende, através de experiencias dolorosas y me- dante la ensefianza de adultos y compafieros, a anti- cipar o a evitarcircunstancias dafiinas en potencia Enum libro que se public6 originalmente en 1872, Darwin (1965) sugiere que las reacciones de miedo se desarrollan a lo largo de un proceso de seleccién natural. Ademés de ello describe manifestaciones fisicas especificas de miedo y seftala que las reac- ciones del mismo varfan de la sorpresa media a un pinico extremo o terror. Desde comienzos del siglo XI, se describe que un filésofo drabe sostenfa que la ansiedad era una condici6n universal y basica de la cexistencia humana (Kritzech, 1956) ‘Aunque por lo general se considere al miedo como ‘uma respuesta adaptativa ante la amenaza, en algunos ‘casos la ansiedad puede ser nociva para el funciona- miento efectivo del individuo. Es probable que el nivel de ansiedad del individuo sea tan elevado que éste no pueda tomar decisiones o acciones adecuadas para re~ solver un problema. De manera clara los niveles altos de ansiedad pueden interferir con los procesos de pen- samiento racional, l6gico. En este caso, la ansiedad se ‘vuelve un problema clinico que necesita terapia profe~ sional para resolverse. Spielberger (1972) distingue entre estés, amenaza yy ansiedad. Sefala que el “estrés se refiere alas pro- piedades objetivas del estimulo de una situacién, laarme- raza alude a la percepcisn idiosincrética que tenga el individuo de una situacién particular como peligrosa fisica 0 psicolégicamente” (p. 30). En contraste, el es- tado de ansiedad, como lo describe Spielberger, es tuna reaccién emocional evocada cuando el individuo percibe una situacién especifica como amenazante, sin importar siexiste algtin peligro presente. La emocién de miedo o ansiedad en reaccién a un estimulo amenazante extemo puede impulsar al individuo a tomar una accién répida y algunas veces drdstica para evitar una situacién dafiina. Las res- puestas fisiol6gicas del organismo, como son el au ‘mento en el fluido de adrenalina, palpitaciones répi- das del corazén, aumento en la transpiraci6n, entre otros cambios, sefialan el intento de confrontar 0 es~ capar de la amenaza. Sin embargo, cuando el inciden- te que se percibe como amenazante en realidad no lo es, entonces el estado emocional de ansiedad resulta tuna conducta inapropiada y constituye una respuesta no adaptativa para el ambiente. En algunos casos, la preparacién que se les pro- porciona a nifios o adultos se calcula para malograr tuna respuesta natural de miedo como un esfuerzo para conseguir que el individuo se involuere en situa- ciones que amenazan la vida. A los muchachos con frecuencia se les instruye 0 condiciona para no ex- presar ansiedad. Las fuerzas militares, la poticia y otras ocupaciones peligrosas ensefian a sus emplea- dos a tratar con situaciones que producen ansiedad sin expresar miedo. En general, con frecuencia se considera inapropiado para los varones expresar miedo ‘0 ansiedad, mientras a las mujeres se les permite ‘manifestar sus emociones de una manera més libre. Hacia la mitad del siglo XX, figuras literarias, psicélogos y filésofos comentaban sobre el siglo actual ‘como una “edad de ansiedad”, Auden (1947), en su bien conocido poema titulado “La edad de la ansie~ dad’, describe los sentimientos intensificados de so- Jedad e incapacidad para amar como indicadores de ansiedad. Camus, Kafka y Kierkegaard fueron otros {que sefialaron el nivel de ansiedad y se refirieron a éste comoel siglo de la ansiedad. Muchos de los escri- tores, poetas, sociélogos y fildsofos que observaron la ansiedad acrecentada de este siglo atribuyeron su ‘aumento al incremento en la incertidumbre y a la i terferencia burocritica con los esfuerzos del indivi- duo haciael autorreconocimiento y la autorrealizaci6n. Los psicdlogos, orientadores y terapeutas tam bign estuvieron conscientes det aumento en la ansie~ dad debido a que un mayor nimero de sus pacientes ‘aparecfan con quejas relacionadas con la ansiedad. Por tanto, en este siglo se ha desarrollado un volumen considerable de investigacién y teoria, en especial a par tirde la Segunda Guerra Mundial, en un esfuerzo para entender las causas y tratar los efectos de la ansiedad. ‘May (1977) describe la ansiedad como una respues- ta humana dirigida hacia la reducci6n o destruccién de fuerzas como la agresién, la fatiga, el aburrimiento yy la muerte. En las mismas palabras de May, la ansie- dad es la “experiencia del ser que se afirma asf mismo contra no ser” (p. XV). May contintia presentando tuna variedad de interesantes antecedentes filos6fi- cos, culturales y psicol6gicos de la ansiedad y regis- trando el aumento mundial de ésta, También analiza el tratamiento de Ia ansiedad a partir del marco de trabajo de los psicoterapeutas y otras personas que desempefian relaciones de ayuda. Kierkegaard (1944) ha indicado en su trabajo del siglo XIX que arriesgar- se provoca ansiedad, y May concluye que “los aspec- 10s positivos del egoismo se desarrollan conforme el individuo confronta, maneja y supera las experien- cias que crean ansiedad” (p. 393). ‘Tanto Kierkegaard como May parecen estar ala- pando el potencial para el crecimiento humano que surge de la respuesta satisfactoria hacia un incidente {que produce ansiedad, De hecho, existe bastante teoria Y cierta evidencia para sugerir que la ereatividad es ‘un antfdoto contra la ansiedad (Torrance, 1965). Qui- ‘2 a partir de esta suposicién puede deducirse que la ‘ansiedad proporciona el estimulo que provoca un en~ foque creativo para solucionar un problema. En la actualidad muchos psicblogos y educadores deseri- ben una relacién curvilinea entre el aprendizaje y la ansiedad, donde los niveles de ansiedad tanto muy bbajos como muy altos se relacionan de manera nega tiva con el aprendizaje, dando como resultado la bien conocida curva en forma de U invertida entre la an- siedad y el desempefio en tareas complejas, Como sugiere un antiguo comercial de televisién, todos ne- cesitamos un poco de ansiedad en nuestras vidas. Frankl (1963) presenta las bases para la ansiedad existencial. El dejar de sentir que la vida tiene sentido yel darse cuenta de que la vida humana es finita con- ‘ribuyen al continuo estado de ansiedad. También se- jiala que la tensi6n provocada pot los esfuerzos de la persona para encontrar un significado en la vida es una forma estimulante y productiva de ansiedad. Sin embargo, la ansiedad anticipatoria en la que el indivi- ‘duo teme un evento desagradable, con frecuencia pro~ vvoca que éste ocurra. Por ejemplo, la persona que teme hablar ante un grupo debido a que es probable quele tiemble la voz puede sufrir mucha angustia an- tes de hacerlo y después darse cuenta que de hecho su vor tiembla. Frankl descubrié que la intencién pa~ radéjica con frecuencia era una técnica logoterapéutica ceficaz para librar a la persona de este tipo de ansie- dad anticipatoria, wmoovccry En alos recientes, los psicélogos conductuales han descartado el concepto de ansiedad como un estado emocional. Prefieren examinar la ansiedad en términos de un estimulo o condicién especificos bajo los cuales ocurre. Por ejemplo, la ansiedad ante una prueba se presenta debido a que la persona a la que se le aplica la prueba teme tener un resultado inade~ cuado en la misma. El pénico escénico, las matema- ticas, las relaciones heterosexuales y la autoridad son otros estfmulos que crean un estado de ansiedad para muchas personas y por tanto se han examinado con frecuencia, Otros psicélogos consideran la ansiedad no como respuesta 0 emocién sino como una interrelacién com- pleja de emociones o rasgos humanos. Cattell (1966) y Cattell y Scheier (1961) describen la ansiedad como lun factor de segundo orden. Los componentes de primer orden de la ansiedad incluyen la debilidad del yo, la tensién érgica, la tendencia a la culpa, integra- ‘cién defectuosa del autoconcepto, y durabilidad o des- confianza. Es probable que estos términos parezcan ms vagos y confusos que la nocién de ansiedad, la cual tiene més valor de comunicacién universal. Sin embargo, Cattell y sus colaboradores de hecho mues- ‘ran con ejemplos que la ansiedad es un concepto complejo, poseedor de numerosos origenes y miilti- ples métodos de expresién. Izard (1972) es mids claro y especifico en su definicién de ansiedad como una “combinacién variable de emociones fundamentales de angustia, furia, vergiienza (incluyendo timidez y culpabitidad), y de emocién-interés” (p. 102). Su te- sis principal consiste en que la ansiedad no es un c cepto unitario sino una mezcla compleja de emocio- nes y sus interacciones con antecedentes en los as- pectos culturales, de aprendizaje, psicoldgicos y fisio- logins del individu, Gottschalk y Gleser (1969) también consideran la ansiedad como un concepto multimodal. Descri- bieron la ansiedad, desde la perspectiva de su trabajo clinico con clientes, como clasificable dentro de seis categorfas: muerte, mutilacién, separacién, culpa- bilidad, vergtienza, y ansiedad difusa 0 no especifi- ca. Aparentemente, cada una de éstas puede estar asociada con graves sentimientos de ansiedad en el individuo que busca ayuda a través de la asesoria o la terapia Katz y Zigler (1967) trataron tanto el tema de autoconcepto como el de culpabilidad con relacién a laansiedad. En sus conceptuaciones, el individuo pue- de percibir una brecha cada vez més amplia entre el yo ideal y el yo real conforme envejece. En alguna etapa del desarrollo, con frecuencia en la adolescen- ciao en la adultez temprana, es probable que el indi- vviduo se sienta culpable y ansioso por no haber logra- do lo que esperaba lograr. Como se han dado cuenta Ja mayor parte de los clinicos, este fendmeno de cul- pa por metas no realizadas puede surgir més adelante en la vida en los afios de descenso de una carrera. Maher (1966) y Spielberger (1979) también se refi ren a la culpa como una forma social 0 un caso de ansiedad, En contraste con aquellos que igualan la ansiedad y la culpa, Mosher (1966) las describe como ‘conceptos relacionados, cada uno con cierto grado de autonomia. Informa sobre una medida de culpa que se correlaciona en .65 con la Escala Taylor de ansie- dad manifiesta (Taylor Manifest Anxiety Scale) (Taylor, 1951). En vista de que dos medidas de ansie- dad por Jo general se correlacionan en més de .65, sostiene que la culpa, aunque relacionada con la an- siedad, no es la misma emocin. Sullivan (1953) parece estar describiendo la an- siedad desde el punto de vista del cliente cuando reconoce que la ansiedad se caracteriza por un sent miento, siempre desagradable, de que “no todo est saliendo tan bien” (p. 378). También informa, como lo hacen muchos cronistas de la ansiedad, que las expresiones faciales, temblor de voz, palmas sudoro- sas, sensaciGn de mtisculos tensos, y malestar en la boca del estémago pueden sefialar Ia presencia de un estado de ansiedad. También menciona la naturaleza compleja de la ansiedad y comenta sobre su relacién con la vergiienza, la culpa y la timidez. ‘Aunque en la actualidad no haya un acuerdo u versal sobre una definicién de ansiedad, existen cier- tos aspects del concepto que se aceptan de manera comitin, Por ejemplo, la nocién expresada a principios de este siglo por Freud (1924) de que la ansiedad es algo que se siente como un estado afectivo desagra- dable 0 una condicién que es una respuesta simple ante un estimulo, un estado emocional o una interaccién compleja de muchas emociones se deba- te vehementemente por ponentes de diversas posicio- nes te6ricas. Aunque quizé esta descripcién te6rica parezca vaga en la superficie, la ansiedad es algo que sin duda todos conocemos, experimentamos y reco- nocemos en nosotros mismos y con frecuencia en otros. Es un fenémeno universal de la humanidad, jSeguramente lo conocemos cuando lo sentimos! Los te6ricos e investigadores que examinan la naturaleza de la ansiedad porlo general también con- ‘uerdan que el concepto debe distinguirse del miedo, El miedo es una respuesta inmediata hacia una situaciOn ‘amenazadora que probablemente se haya desarrollado ‘ilo largo del proceso de selecciGn natural dela espe- ‘ie humana y del resto de los animales. Sin embargo, ts probable que la ansiedad ocurra cuando no haya ‘ona amenaza real para el individuo. Esta percepci6n frecuente de amenaza, en particular donde no existe amenaza fisica o psicolégica real, puede crear un es~ tado de ansiedad que interfiera gravemente con lt cfectividad del individuo en sus actividades diarias y (quizddesorganice el proceso de pensamiento normal ‘En la actualidad la conceptuacién més generali- ‘zada de ansiedad es la distincién entre estado-rasgo. Spielberger (1972) analiz6 los eonceptos de estado y rasgo a gran detale, y en relacin con el estado de an~ siedad (A-estado), dijo que éste “puede conceptuarse ‘como algo que consisteen sentimientos desagradables de tensién y aprensi6n, percibidos de manera cons- ‘ciente, con activacién o excitacién asociada del sistema tpervioso auténomo” (p. 29). En esencia, el estado de ansiedad es un complejo de reacciones emocionales que ‘surgen cuando el individuo percibe una situacin com> ‘menazadora, sin importar ue exista una amenaza real ‘Asi, el estado de ansiedad es una condicién transito- tia, asociada con una situaciGn espectfica, y puede va- Har de manera amplia en intensidad y duracién. ‘También se entiende Ia ansiedad como un rasgo de personalidad en algunos individuos. Esta idea sv- giere que ésta es un aspecto més permanente del tnodo de funcionamiento del individuo. Si se evoca 0 no el estado de ansiedad en un momento especifico, Uepene de la situacion dada y del estimulo evocador ‘Sin embargo, el rasgo de ansiedad describe la perso~ ralidad de un individuo que de manera frecuente eX perimenta ansiedad, a menudo aunque la fuerza due tenga el estimulo para provocar ansiedad sea relative: mente débil. El rasgo de ansiedad se refiere al gravlo de propensidn que tenga el individuo para experimentar ranviedad. Este rasgo parece variar, de acuerdo con fumnas personas hasta una experiencia casi constant de Ensiedad en otras, y su base es amplia, no especifica ‘tun episodio breve o una situaciGn muy particular. Debido a que Ia ansiedad es una experiencia muy penetrante para las personas, sin respeto aparente por sus circunstancias culturales, intelectuales, socia- Tes o econémicas, hay esfuerzos considerables para medir su incidencia e intensidad. En el punto de vista de Martin (1961), la ansiedad es un complejo de res~ puestas neuropsicolégicas, y debemos aprender a Fredir tanto estas respuestas como el estimulo que las provoca para poder entenderla. Krause (1961) informa, a partir de una amplia revi- sn de la iteratura.en psicologia y psiquiatria, ue la an- ‘ied por lo general se infiere a patirde: a) autoinformes, ») signos fisiolégicos, c) conducta (como postura cor poral, habla, intranquilidad), d) desempefio de tareas, ©) intuicién clinica y f) respuesta al estrés. También registra que los autoinformes se emplean con mayor frecuencia para describir la ansiedad que un indivi- duo experimenta, ‘Taylor (1951) informa acerea de uno de los pri- eros esfuerzos para derivar una medida objetiva e independiente de la ansiedad, Seleccion6 reactivos del Inventario multifésico de la personalidad Minnesota (MMPI; Hathaway & McKinley, 1942) para constituir una Escala de ansiedad manifiesta (MAS, por sus siglas en inglés, Manifest Anxiety Scale), Su teorfa era que la ansiedad manifiesta era tuna medida de la pulsi6n, y por tanto aquéllos con ‘mayor ansiedad lograrfan medidas mis altas que los sujetos que informan tener menos ansiedad. Taylor ¢x- ppuso 30 sujetos con unt puntuacion alta y 30 que obf Fieron una puntuacién baja en la Escala de ansiedad ‘manifiesta para un experimento que condicionaba ‘espuestas del pérpado. Su hallazgo de que los sue tox mis ansiosos fueron superiores en la cantidad de ‘ondicionamiento exhibido ofrecié apoyo parasuteoria de que Ia ansiedad se relaciona con la pulsin 0 a moti- vac ‘Numerosos estudios siguieron a trabajo inicial de Taylor conforme los investigadores utilizaron st 1e- ccaén desarrollada Escala de ansiedad manifiesta en | j | | i INTRODUCCION —_ la poblacién adulta. Pocos afios después, Castaneda, McCandless y Palermo (1956) informaron sobre una versién para nifios de la Escala de ansiedad mani- fiesta, Hamada Excala de ansiedad manifiesta en ni- fos (CMAS, por sus siglas en inglés, Children’s ‘Manifest Anxiety Scale). En esencia, la CMAS utili- zaba reactivos de la MAS, pero se expresaron con ‘otras palabras para hacerlos mas apropiados para los nifios. Se aplicé la nueva CMAS a.un total de 386 nifios que cursaban del 4° al 6° grados; el resultado fue un factor de ansiedad general al igual que una escala de Mentira. En este estudio inicial, las nifias obtuvieron luna mayor puntuacién que los varones tanto en el factor de ansiedad como en la escala de Mentira. Los nifios de sexto grado obnivieron una puntuacién menor que los de ‘cuarto 0 quinto grados en la escala de Mentira pero no se present6 ninguna otra diferencia entre grados. Unestudio relacionado publicado al mismo tiem- po por Castaneda, Palermo y McCandless (1956) uti- liz6 1a CMAS para determinar si la ansiedad estaba relacionada con la dificultad de las tareas en una prue- ba de aprendizaje complejo. Bl estudio incluia nifios de quinto grado, 15 varones y 22 mujeres, que fueron ivididos casi de manera igualitaria conforme infor- maron mayor © menor ansiedad en la CMAS. Los resultados de este estudio revelaron una interaccién significativa entre la ansiedad y la dificultad de las tareas. Esta interaccicn se basaba en la tendencia ha- cia un desempefio inferior en niflos muy ansiosos en comparacién con nifios menos ansiosos en los com- ponentes dificiles de la tarea. Sin embargo, los nifios ‘mas ansiosos superaron a los nifios menos ansiosos en los componentes de la tarea que eran menos difi- ciles. La Escala de ansiedad manifiesta en nifios (CMAS) original fue muy popular tanto como ins- trumento clinico como de investigacién. Aparecieron ms de 100 art{culos en la literatura alo largo de dos decenios afirmando la utilidad de la CMAS. En nues- tra experiencia en clinicas para niflos con problemas emocionales, la CMAS result6 til para identificar el grado asf como la naturaleza especifica de la ansie- dad experimentada por nifios. Se critics mucho a la CMAS original cuando deci- dimos desarrollar la Escala de ansiedad manifiesta en niftos-revisada (CMAS-R) en 1978. Por ejem- plo, los maestros protestaron acerca de que algunas palabras eran muy dificiles y que la CMAS no valora- ba ciertas dreas de la ansiedad. Los maestros ¢ inves- tigadores querian un instrumento que pudiera utilizar- se através de los afios escolares basicos y medios del primero al «ltimo grados. Una critica siempre en au- ‘mento por parte de los investigadores y estudiosos de la psicometria era que los reactivos no podian reunit todos los criterios de un buen reactivo de prueba. Por tanto, la revisién de la CMAS se Hlevé a cabo para consignar todas estas preocupaciones (Reynolds & Richmond, 1978). En una sociedad cada vez mis compleja, parece in- evitable que la ansiedad aumente conforme las op- ciones de accidn y toma de decisiones se expanden pasos agigantados. Los adultos en nuestra socie- dad experimentan esta ansiedad pero también, a un grado siempre creciente, lo hacen los nifios. Confor- ‘me los nifios tienen més oportunidades de tomar op- ciones, y con las expectativas multiplicadas de los padres, compaferos y ellos mismos, de elegir opcio- nes sensatas, aumenta la probabilidad de que los niftos sufran ansiedad. La ansiedad parece ser un fen6meno universal; ocurre através de Iineas culturales y ha sido evidente a lo largo de la historia registrada. Esta suele ser de ayuda pero, cuando es muy frecuente, resulta un sin- toma de estrés que agobia y disminuyc la eficiencia del individuo. La ansiedad eselindicador mas frecuen- te de problemas generales de salud mental; se cree ‘que la ansiedad subyace a todas las formas de depre- sién y es uno de los primeros sintomas que los psi- uiatras intentan aliviar mediante psicofarmacoterapia. Incluso la psicocirugia (por ejemplo, lobotomia fron- tal) se ha utilizado para tratar la ansiedad (Reynolds, 1981b). Enel trabajo terapéutico con adultos y nifios, la primera tarea del orientador 0 psicdlogo es la de aliviar el grado de ansiedad para que la persona pueda funcionar de una manera més fécil en su propio nivel de competencia Una fuente comin de ansiedad en nifios es su progreso académico, en particular durante un exa- men, Con frecuencia se documenta que algunos nifios se desempefian mucho mejor bajo las condiciones rnormales del salén de clases que en una situacién de ‘examen, Este es el ejemplo principal de niftos que no han aprendido a controlar su nivel de ansiedad de una manera adecuada, ‘Otras causas comunes de ansiedad en niftos son las relaciones con los compafieros y con la familia Conforme el nifio madura las relaciones con sus com- pafieros se vuelven cada ver. mas importantes, y en los afios de adolescencia pueden ser los factores més significativos en el nivel de ansiedad y sobre todo en la salud mental del nifo, Es probable que los proble- mas en el hogar entre los padres, entre los padres y el hijo, o entre hermanos puedan manifestarse como ansiedad debilitante en el nitio. Con frecuencia el nfo no reconoce ni el grado de ansiedad que experimenta ni los antecedentes de la misma. El nifo rara vez es capaz. de razonar que las bajas calificaciones son atribuibles al nivel de ansie- dad conexa con las relaciones entre los miembros de su familia. Es probable que tampoco el maestro, orien- tador o psicdlogo estén conscientes de las complejas interrelaciones entre emocién, estrés y desempefio por parte del nitto. Asi, puede ser extremadamente itil una medida ‘objetiva de la ansiedad que experimenta el nifio para identificar los problemas singulares que lo aquejan. Debe incluirse una medida de ansiedad en cualquier rutina de evaluaci6n psicoeducativa practicada a un nifio que experimenta dificultad en la escuela. La (CMAS-Res una de estas medidas de ansiedad y puede ser ttl al proporcionar una puntuacién total de an- siedad, una escala de Mentira, al igual que escalas factoriales individuales para subcomponentes de an- siedad. Lanaturaleza y grado de ansiedad en nifios es una informacién vatiosa para el maestro, los padres, y el niffo, a igual que para otros profesionales que es posi- ble trabajen con el niffo en una relacién de ayuda. En tanto que la ansiedad parece ser el resultado inevitable de nuestra vida en un mundo complejo con consecuen- cias desconocidas, es importante que aprendamos a entender la ansiedad y ayudarle al nifio a adaptarse a laseventualidades. Es importante para el maestro entender el nivel de ansiedad de cada nifio en el salén de clases. Esta informacién puede permitirle al maestro ayudar a los estudiantes en el desarrollo académico al igual que en el emocional. Es probable que la misma informa- cidn sea iit para los padres que desean ayudar al nifio a adaptarse a las situaciones que producen an- siedad y a aprender a responder a la ansiedad de manera allanadora en lugar de debilitante. Los datos objetivos sobre la ansiedad son esenciales para el “orientador o psiedlogo que busca ayudar al nifio que tiene problemas en la escuela, en el hogar, con los compafieros, con las drogas u otras presiones. Con frecuencia la ansiedad es un indicador s6lido de la causa de estrés y puede permitir que el trabajador profesional ayude al nifio de la manera més efectiva y expedita. Koppitz (1982) informa que la CMAS-R es par- ticularmente sitil como parte de la evaluacién de la personalidad a nifios en edad escolar. Koppitz utilize la prueba durante Ja evaluacién individual como un medio de identificar problemas y abrir vias de disci sién con nifios preocupados. También hemos encon- trado que la CMAS-R es itil en este aspecto. Los nifios, de hecho, tienden a ser bastante abiertos en sus respuestas a pruebas como la CMAS-R, en pat ticular sil aplicador los relaja srsopuccioy —______________J La CMASSR, subtitulada “Lo que pienso y siento”, € un instrumento de autoinforme que consta de 37 reactivos, disefiado para valorar el nivel y naturaleza de la ansiedad en nifios y adolescentes de 6 a 19 aftos de edad. Este instrumento puede aplicarse ya sea de manera individual 0 2 grupos de personas como se describe en el capitulo 2. El nifio responde a cada afirmacién encerrando en un cfrculo la respuesta “Si” ‘0 “No”, La respuesta “St” indica que el reactivo est describiendo los sentimientos o acciones del nifio, mientras la respuesta “No” indica que el reactivo por lo general no lo esté describiendo. Si el nifio tiene

También podría gustarte