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Incluyen, entre otros, peajes de carreteras y ventas de billetes para viajar en trans-
portes públicos, matriculaciones de vehículos y licencias de obras.
10.1
(2) La siguiente gran porción, con el 25%, la constituyen los ingresos procedentes del go-
bierno federal, que son impuestos que se recaudan a nivel federal y después se redistribuyen
entre los distintos estados federados (suelen utilizarse para redistribuir recursos hacia esta-
dos más pobres, que de otro modo obtendrían una recaudación tributaria bastante reducida). 10.2
Los impuestos sobre las ventas (3) Los impuestos sobre ventas conforman la siguiente gran división, con el 18 por
recaen sobre el comprador en ciento. Este impuesto que lo recaudan los estados en Estados Unidos es, en muchos países,
forma de un porcentaje del precio
un impuesto de la administración central y tiene la forma algo distinta de un impuesto so- 10.3
de venta de cualquier artículo
adquirido. Una variante es el bre el valor añadido o IVA. Desde la perspectiva del consumidor tanto el impuesto sobre
impuesto sobre el valor añadido o las ventas como el IVA se calcula a como un porcentaje del precio de venta de un artículo
IVA que se cobra en cada fase del y suelen cobrarlo los vendedores a los compradores en el momento en que se efectúa la
proceso productivo. 10.4
venta. Sin embargo, el IVA también se cobra en cada fase del proceso de producción que
conduce a la venta final, en lugar de recaudarse únicamente en el momento de la venta del
producto final.
(4) Los impuestos sobre bienes inmuebles, que ascienden al 17 por ciento de los ingre- 10.5
sos fiscales, también representan una porción importante de la recaudación tributaria. Son
impuestos sobre terrenos y edificios de los que dependen las administraciones locales para
financiar colegios, bibliotecas y otros servicios públicos, como los cuerpos de policía y de
bomberos.
(5) Igual que el gobierno federal, cuarenta y tres gobiernos de estados federados
y muchos gobiernos locales recaudan impuestos sobre la renta. Éstos ascendieron al
11 por ciento del total de la recaudación en 2011. Aunque es el mismo tipo de impuesto,
cada Estado tiene unas tasas diferentes y suelen ser inferiores a las tasas que cobra el
gobierno federal por este mismo impuesto. No obstante, antes de planear tu próxima
mudanza, ten en cuenta que los Estados que no cobran, o cobran poco, impuesto sobre
la renta suelen compensar el hecho de no gravar la renta cobrando más altos los impues-
tos de otras categorías u ofreciendo menos servicios públicos.
Algunos gobiernos estatales y locales también recaudan el impuesto de sociedades, aun-
que esta categoría representa una porción mucho menor de la recaudación total (el 2,5 por
ciento en 2011).
10.5
Redistribución de recursos El segundo gran objetivo de la recaudación y el gasto
público es la redistribución. Tal como trataremos en el próximo capítulo, el mercado da
lugar a veces a resultados muy injustos en los que altos índices de desigualdad y pobreza
coexisten con fortunas inmensas para unos pocos. Los gobiernos de todas las economías
avanzadas utilizan las transferencias y el sistema tributario para reducir las dimensiones de
esa desigualdad y las penurias económicas que sufren los hogares más pobres de la sociedad.
Los pagos por transferencia se Los pagos por transferencia aluden a pagos que realiza el Estado a ciertos grupos de
producen cuando la administración individuos, como las personas mayores o desempleadas, que no se realizan como pago por
entrega parte de sus ingresos
fiscales a un individuo o grupo.
la provisión de un bien o servicio. En la figura 10.4 se ve que después del gasto en defensa
nacional, el grueso del gasto de la administración federal consiste en gastos pertenecientes
a la seguridad social, seguros médicos para mayores y sanidad en general. Los seguros
sociales, también conocidos como pensiones, seguros de invalidez y fallecimiento, confor-
man el programa de transferencias más extenso.
Figura 10.6 Impuestos Con ingresos imponibles entre… El tramo impositivo es del…
federales en 2013 0 $ y 8.925 $ 10%
para una sola persona 8.925 $ y 36.250 $ 15%
36.250 $ y 87.850 $ 25%
87.850 $ y 183.250 $ 28%
183.250 $ y 398.350 $ 33%
398.350 $ y 400.000 $ 35%
400.000 $ o más 19,6%
Fuente: Tax Rate Schedule X, Internal Revenue Code, sección 1c.
40 20,4 15,5
30 20
14,2 17,6
20
10 20 9,6 9,1
0.4
5,1 3,8
Percentil de ingresos Proporción de ingresos Proporción
de impuestos federales
del 5,1%, mientras que su proporción de renta después de pagar impuestos fue del 6,2%;
la proporción de renta del 1% de los hogares más ricos estadounidenses antes de pagar
impuestos fue del 14,9%, mientras que después de pagar impuestos descendió al 12,8%.
10.3
Sistema tributario: incidencia fiscal y pérdidas de eficiencia
¿Quién carga con el peso de los impuestos, es decir, quién los paga realmente?
A primera vista, la respuesta a la pregunta de quién carga con el peso fiscal parece
obvia: carga con él todo el que paga impuestos. Si se le cobra un impuesto al consumidor,
10.4
entonces es el consumidor el que carga con ese gravamen. Si se le cobra al vendedor o al
productor, el peso recae sobre ellos. Pero en este apartado veremos que, curiosamente, las
cosas no son tan simples: la carga fiscal puede estar repartida entre un comprador y un ven-
10.5 La incidencia fiscal alude a cómo se dedor, aunque parezca recaer tan sólo en uno de ellos. El término incidencia fiscal alude a
reparte el peso de los impuestos. cómo se reparte la carga de un impuesto entre varios agentes económicos.
Para ilustrarlo, supongamos que las autoridades de la ciudad de Sevilla quieren recaudar
fondos para construir un parque a orillas del Guadalquivir. Sabedores de que los restauran-
tes locales atraviesan una buena racha, deciden gravar cada plato de jamón que se consuma
al día con un impuesto de 2 $. Cada vez que un restaurante venda
un plato de jamón, tendrá que mandar 2 $ a la administración mu-
Los resultados del mercado son a nicipal. Veamos cómo afecta este impuesto sobre los restaurantes
en sus resultados comerciales.
veces muy injustos, y altos índices El gráfico (a) de la figura 10.10 muestra la oferta y la demanda
de desigualdad y pobreza coexisten del mercado de platos de jamón y el equilibrio previo a la creación
con fortunas inmensas para unos del impuesto, el cual indica la venta de una cantidad diaria de
4.000 platos de jamón al precio de equilibrio de 6,50 $ por plato.
pocos. Las administraciones públi- El gráfico (b) de esta figura ilustra qué ocurre cuando se grava los
cas utilizan los pagos por transfe- restaurantes con un impuesto de 2 $ por plato. Incluimos una curva
rencia y el sistema tributario para virtual de oferta (Oimpuesto) para mostrar la curva de oferta tras el
pago del impuesto. Como se ve, en cualquier nivel de cantidad,
reducir las dimensiones de esa des- la curva de oferta (Oimpuesto) tras el pago del impuesto es 2 $ más
igualdad y las penurias económicas alta que la anterior curva de oferta O (previa al impuesto). Para
que sufren los hogares más pobres. entender por qué, sólo hay que fijarse en que si 2 $ de la venta de
cada plato van a parar a la administración, los restaurantes reciben
2 $ menos que el precio de venta. Por ejemplo, si el plato se vende
a 6,50 $, ellos no reciben esa cantidad, sino 4,50 $. Pero en ese caso, tras la creación del
impuesto, sólo estarán dispuestos a ofrecer por 6,50 $ lo que habrían ofrecido por 4,50 $
según la curva de oferta inicial. El gráfico (b) evidencia que el impuesto reduce la cantidad
de platos de jamón que se venden cada día de 4.000 a 2.500, y eleva el precio de equilibrio
hasta 7,50 $ por plato. (Esto significa que, después de pagar los 2 $ del impuesto, el ven-
dedor obtiene ahora 5,50 $ = 7,50 $ – 2 $, y la oferta del mercado asciende a 2.500 platos.)
¿Ves lo que pasa aquí? En primer lugar, hay una diferencia de 2 $ entre lo que paga
el consumidor y lo que recibe el proveedor debido al impuesto de 2 $ sobre los platos de
jamón. En segundo lugar, no todo el peso del impuesto recae sobre los restaurantes: el con-
sumidor está pagando 1 $ más por plato (la mitad de la carga fiscal) y el proveedor recibe
1 $ menos por plato (de modo que también soporta la mitad de la carga fiscal).
Este cambio en el equilibrio del mercado repercute en los excedentes del consumidor y
del productor, tal como muestra el gráfico (b) de la figura 10.10. El excedente del consumi-
dor se indica mediante la región azul etiquetada como EC, y el excedente del productor se
indica mediante la región sombreada en color rosa EP. La zona verde representa la porción
del ingreso fiscal que los productores pagan. Esta es la recaudación tributaria, y es igual
al importe del impuesto multiplicado por el número de platos vendidos. En este caso, con
un impuesto de 2 $, se sirven al día 2.500 platos a un precio de 7,50 $ (el punto en el que
se cruzan D y Oimpuesto). Así que los ingresos fiscales por este impuesto ascienden a 2.500
× 2 $ = 5.000 $.
Este desglose del gráfico (b) también revela que el triángulo amarillo, que formaba parte
del excedente del consumidor y del productor antes del impuesto, ahora no pertenece a
EC EC
EC 7,50 7,50
Recaudación
6,50 6,50 Pérdida 6,50 Pérdida
tributaria de eficiencia de eficiencia
EP 5,50 5,50
EP EP Incidencia sobre
D D productores D
6,50 6,50
Recaudación
tributaria
5,50 5,50
EP EP
Dimpuesto D Dimpuesto D
DECISIÓN Y CONSECUENCIA
Precio en $
Precio en $
que la demanda Incidencia sobre Incidencia sobre
consumidores consumidores
10.2 La incidencia fiscal recae más sobre O
la parte inelástica del mercado. Pérdida Pérdida O
En el gráfico (a), la incidencia EC de eficiencia EC de eficiencia
7,50 7,50
fiscal recae por igual sobre
10.3 consumidores y vendedores. 6,50 6,50
En el gráfico (b), mantenemos
5,50 5,50 EP
igual la curva de demanda, EP Incidencia sobre
Incidencia sobre
pero contemplamos una curva productores productores
10.4 D D
de oferta más elástica (de menor
pendiente). Ahora la incidencia 2.500 4.000 Cantidad 2.500 4.000 Cantidad
(de platos diarios) (de platos diarios)
fiscal recae mucho más sobre los
(a) (b)
10.5 consumidores.
Precio en $
La herramienta principal que emplean los gobiernos para tratar las externalidades y otros
fallos del mercado es la regulación (que incluye la regulación directa y los controles de
precios). La regulación alude a aquellas actuaciones de la administración destinadas a 10.2
La regulación alude a aquellas
actauciones de la administración influir en los resultados del mercado, como la cantidad que se comercia de un bien o ser-
destinadas a influir en los resultados vicio, su precio, o su calidad. A veces incluye también medidas antimonopolio para evitar
del mercado, como la cantidad que que algunas empresas tengan un poder monopolístico excesivo, así como aquellas activi- 10.3
se comercia de un bien o servicio, su
dades útiles para hacer cumplir leyes y derechos de propiedad y para resolver disputas con
precio o su calidad.
la finalidad de mejorar la distribución comercial de los recursos. En el capítulo 9 vimos
que un gobierno puede valerse de impuestos pigouvianos y subsidios para corregir las
10.4
externalidades. En muchos casos, sin embargo, la administración regula de manera directa
la actividad que crea externalidades negativas. Por ejemplo, la administración suele impe-
dir que las empresas viertan residuos peligrosos a los ríos, en lugar de limitarse a gravar
esas actuaciones con un impuesto. También se suele utilizar la regulación para limitar el 10.5
poder comercial de determinadas empresas que, al impedir que los mercados sean verda-
deramente competitivos, constituye otra fuente importante de fallo del mercado, tal como
exponemos en el capítulo 12. En este apartado nos centramos en la regulación directa y los
controles de precios que se emplean para influir en los resultados del mercado.
Regulación directa
Un método habitual de intervención pública en los mercados consiste en la regulación
La regulación directa, se refiere directa como mencionamos en el capítulo 9. La regulación directa se refiere a las actuacio-
a las actuaciones directas de la nes directas de la administración para controlar cierta actividad. Las regulaciones directas
administración para controlar cierta
están en todos los ámbitos de la vida, desde la seguridad de los alimentos y medicinas,
actividad.
hasta la cantidad de kilómetros por litro de combustible que recorren los coches o cuánto
dura la escolarización obligatoria. En muchos casos, estas regulaciones persiguen objetivos
de peso. Por ejemplo, pensemos en un órgano destacado que regula la calidad de los bie-
nes: la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, o Food and Drug Administration)
de Estados Unidos. La FDA es una de las burocracias más complejas de ese país, que da
empleo a 9.000 personas y opera con un presupuesto aproximado de 2.000 millones de
$ al año. No es un organismo perfecto, sino todo lo contrario, y a menudo se lo acusa (a
veces con razón) de ser lento a la hora de autorizar la salida de medicamentos nuevos al
mercado con la rapidez que deberían. Con todo, la FDA tiene un cometido trascendental:
asegurarse de que los fármacos que se ponen a la venta sirven para lo que se supone que
sirven. La FDA se encarga también de evitar que empresas fraudulentas vendan ungüento
de serpiente, por decir algo, a consumidores inocentes.
Sería difícil dejar en manos del mercado este tipo de regulación dirigida a garantizar
que productos complejos reúnan una calidad y unos requisitos informativos determinados,
porque sería complicado que cada consumidor accediera a esa información. Si cada consu-
midor tuviera que comprobar de manera individual si es seguro tomarse un medicamento,
tendríamos una redundancia masiva de esfuerzos.
Aunque la regulación desempeña un papel indispensable en cualquier sociedad mo-
derna, también tiene costes y limitaciones. Veamos un experimento mental rápido sobre
regulaciones que afectan a cantidades. Las regulaciones cuantitativas, que incluyen cuotas
de pesca, restricciones urbanísticas, leyes antitabaco, y leyes que limitan las actividades
comerciales en domingo, se encuentran en cualquier economía de mercado. Supongamos
que el Estado decide que hay escasez de físicos. Concretamente, establece que dadas las
externalidades positivas que brindan los físicos a la sociedad, deberíamos tener 5.000 más.
Así que instaura una regulación cuantitativa para seleccionar a 5.000 personas que se con-
vertirán en físicos sin que ningún mecanismo comercial guíe esa selección. ¿Conducirá
este procedimiento a un resultado eficiente?
Lo más probable es que no. A diferencia de las fuerzas del mercado, que guían los
recursos hacia su mejor uso, este tipo de imposiciones seguramente fracasará estrepitosa-
mente. La razón está en que obligará a una persona con talento artístico o a un corredor de
bolsa consagrado a realizar unos estudios que exigen la resolución de ecuaciones matemá-
ticas complejas para las que no tienen ninguna habilidad especial. Como aprendimos en el
Figura 10.15 Excedente del consumidor y del productor con controles de alquiler
Sin control de alquiler, el equilibrio se sitúa en una renta de 1.200 $ al mes, y el gráfico (a) ilustra que el excedente 10.5
del consumidor viene dado por la zona azul y el excedente del productor se corresponde con la zona rosa. El gráfico
(b) plasma la situación después del control de alquiler máximo de 750 $ al mes. El excedente del productor cae por-
que los propietarios sólo reciben 750 $ de alquiler por 2.500 unidades (esto se nota en que se reduce el triángulo
rosa). El excedente del consumidor depende de qué inquilinos de los 5.500 potenciales consiguen quedarse con las
2.500 viviendas que ofrece el mercado a 750 $ al mes. El gráfico (b) plasma el excedente del consumidor bajo el su-
puesto de que los primeros que consiguen piso son los que están dispuestos a pagar más. Incluso en este caso, que
sería el mejor, la suma de los excedentes del consumidor y del productor es inferior en el gráfico (a), y la diferencia
es la pérdida de eficiencia creada por el control de alquiler, ilustrada con el triángulo amarillo.
Tal como dijimos en el capítulo 7, esta escasez causada por el control de alquileres im-
puesto por la administración conlleva un coste: una pérdida de eficiencia. El gráfico (a) de la
figura 10.15 muestra el excedente del consumidor y del productor antes de la imposición del
precio máximo autorizado. El gráfico (b) muestra la situación después de la entrada en vigor
de la regulación dando por supuesto que entre los inquilinos, los que están dispuestos a pagar
más son los primeros en la lista para conseguir apartamento. De acuerdo con este supuesto,
las 2.500 unidades acaban en manos de los 2.500 consumidores que más pagan por ellos.
La pérdida de eficiencia resultante se ilustra mediante el triángulo amarillo de la figura.
Tal vez te preguntes: si es tan evidente que el control de alquileres reduce el bienestar,
¿por qué existe en la práctica? Una razón es que no reduce el bienestar de todo el mundo.
Como se ve al comparar los gráficos (a) y (b) de la figura 10.15, el excedente del consumi-
dor es más alto con el control de alquileres (gráfico (b)) que sin él (gráfico (a)). Además,
si esos inquilinos son pobres y la administración quiere redistribuir los ingresos desde
propietarios más adinerados hacia este grupo, el control de alquileres habrá logrado ese
objetivo. Pero, por supuesto, algunos inquilinos salen perjudicados por la medida: ahora se-
rán menos los que encuentren apartamento. Es más, el control de alquileres disuadirá a los
propietarios de mantener en condiciones las viviendas, puesto que incluso las más dejadas
encontrarán inquilino en un mercado con escasez de apartamentos
Cuando el precio máximo autorizado no tiene ninguna incidencia Piensa qué suce-
dería si se produjera una expansión de una gran fábrica de la ciudad de Oakland y contratara a
miles de personas de San Francisco (a 10 km de distancia). Ahora mucha gente querrá mudar-
se a Oakland. La curva de demanda de las unidades que se alquilan en San Francisco se des-
plaza hacia la izquierda, tal como muestra la figura 10.16. Este desplazamiento de la curva
de demanda da lugar a un equilibrio en el precio de mercado de 600 $, que se corresponde
con la intersección entre la nueva curva de demanda y la curva de oferta inicial. Ahora la
regulación pública no tiene ninguna incidencia porque el precio está por debajo del máximo
autorizado de 750 $. Como se ve en la figura 10.16, la imposición de un precio máximo sólo
repercute en el mercado cuando se sitúa por debajo del precio que da equilibrio al mercado.
10.5 Zelanda en 1894, y en la actualidad más del 90 % de los países cuentan con ellas. En
Estados Unidos, el gobierno federal ha fijado un salario mínimo de 7,25 $ la hora, lo que
significa que ese es el sueldo mínimo que un empleador puede pagarle a un trabajador.
Algunos estados tienen leyes de salario mínimo que estipulan un salario mínimo más
alto para los trabajadores dentro de su territorio. Por ejemplo, en el estado de Illinois, los
empleadores deben pagar al menos 8 $ por hora a los trabajadores.
Los precios mínimos autorizados tienen consecuencias parecidas a las del precio
máximo autorizado, con la salvedad de que, en lugar de crear escasez, suelen dar lugar a
un excedente, porque la cantidad ofertada a un precio mínimo autorizado suele ser mayor
que la cantidad demandada. Como los precios mínimos autorizados tienden a mantener el
precio artificialmente alto, el excedente se desplaza de los consumidores a los productores.
Por tanto, un precio mínimo autorizado no sólo conlleva una pérdida de eficiencia, sino que
además redistribuye el excedente hacia los vendedores.