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* A pesar de que todos los factores son importantes, debemos señalar que sin motivación
cualquier acción que realicemos no será completamente satisfactoria. Cuando se habla de
aprendizaje la motivación es el «querer aprender», resulta fundamental que el estudiante tenga el
deseo de aprender. Aunque la motivación se encuentra limitada por la personalidad y fuerza de
voluntad de cada persona.
* Por último, nos queda la inteligencia y los conocimientos previos, que al mismo tiempo se
relacionan con la experiencia; con respecto al primero, decimos que para poder aprender, el
individuo debe estar en condiciones de hacerlo, es decir, tiene que disponer de las capacidades
cognitivas para construir los nuevos conocimientos.
También intervienen otros factores, que están relacionados con los anteriores, como la
maduración psicológica, la dificultad material, la actitud activa y la distribución del tiempo para
aprender.
Dichas operaciones son, entre otras, Una recepción de datos, que supone un reconocimiento y
una elaboración semántico-sintáctica de los elementos del mensaje (palabras, iconos, sonido)
donde cada sistema simbólico exige la puesta en acción de distintas actividades mentales: los
textos activan las competencias lingüísticas, las imágenes las competencias perceptivas y
espaciales, etc.
1. La comprensión de la información recibida por parte del estudiante que, a partir de sus
conocimientos anteriores (con los que establecen conexiones sustanciales), sus intereses (que dan
sentido para ellos a este proceso) y sus habilidades cognitivas, analizan, organizan y transforman
(tienen un papel activo) la información recibida para elaborar conocimientos.
2. Una retención a largo plazo de esta información y de los conocimientos asociados que se
hayan elaborado.
3. La transferencia del conocimiento a nuevas situaciones para resolver con su concurso las
preguntas y problemas que se planteen.
I. TECNICAS DE ESTUDIO
De este modo y bajo esta denominación se integran y agrupan técnicas directamente relacionadas
en el proceso del estudio, tales como la planificación de dicha actividad, el subrayado, el resumen,
la elaboración de esquemas, etc. , así como otras estrategias que tienen un carácter más
complementario, como puede ser la toma de apuntes o la realización de trabajos escolares.
En los próximos capítulos, desarrollaremos las cuatro técnicas de estudio más importantes y
utilizadas en los procesos de estudio tanto a nivel básico y secundario como superior. Nos
adentraremos en la implementación de los siguientes métodos de estudio:
* El subrayado
* El esquema
* La toma de apuntes
* El resumen
II.1 EL SUBRAYADO
El subrayado es fundamental en una rutina de estudio, puesto que no sólo nos ayuda a memorizar
el tema, sino que es tremendamente útil en el repaso. Un sólo vistazo al texto nos indicará las
cosas importantes. Además, el subrayado es el soporte fundamental de los resúmenes, que se
hacen partiendo de las ideas esenciales.
2. Realizar buenos resúmenes y cuadros que nos ayuden a fijar los contenidos.
La acción de subrayar responde a la necesidad de destacar las cosas importantes de una materia,
por tanto está totalmente desaconsejado subrayar sin conocer las nociones básicas del subrayado,
porque lo único que se conseguirá es "emborronar" los apuntes y que luego no sólo no ayuden
sino que dificulten el estudio. Para dominar la técnica del subrayado se deben tener en cuenta
algunas particularidades:
* Los Títulos: se subrayan siempre puesto que son los que dan la idea global del tema que trata
esa parte del libro o apuntes.
* Los Subtítulos: también se subrayan siempre porque aportan datos complementarios útiles
para recordar el tema que ahí se está tratando.
* El texto en sí: esto es lo más difícil, porque para obtener un buen subrayado se deben realizar
tres lecturas diferentes del texto:
* Segunda: más lenta en la que se subraye sólo las ideas generales, títulos y subtítulos.
* Tercera: en la que se subrayan frases con sentido por sí mismas. Deben tener un hilo que les dé
lógica, sino a la hora de hacer los resúmenes y el repaso habría que leer todo para saber el
contexto. Se trata de sintetizar los textos en frases que se entiendan.
Pero si se desea otro tipo de "marcas" para los textos, se debe saber que también existe la
posibilidad, utilizada por mucha gente, de emplear las flechas, los círculos, el subrayado con
colores fluorescentes que destacan toda la palabra.
Y como complemento a ambas formas de subrayar, está la opción de anotar cosas en los
márgenes, que te ayuden a complementar esa información que has querido destacar.
II.2 EL ESQUEMA
Es la expresión gráfica del subrayado que contiene de forma sintetizada las ideas principales, las
ideas secundarias y los detalles del texto.
Es importante hacer esquemas porque es la mejor manera de conseguir la seria comprensión del
texto que se estudia. Es uno de los recursos más eficaces en el estudio, sobre todo cuando la
dificultad de la materia es grande o cuando se trata de un libro de difícil comprensión. El ir muy
despacio para destacar las ideas centrales del texto obliga a la profunda comprensión del mismo y
facilita su perfecta captación.
3. Anotar al margen la idea central del párrafo mediante alguna palabra clave, siguiendo el
esqueleto lógico del texto.
4. Pasar al papel el primer esquema del texto que sobre el margen del libro ha salido,
ampliándolo después con frases breves y algunas ideas secundarias.
* La estructura lógica del texto con la debida subordinación de ideas principales y secundarias.
* Concisión de términos.
Existen muchos modelos posibles de esquemas. Cada estudiante ha de llegar el modelo y el estilo
que mejor cuadre con su manera de ser y le permita la rápida comprensión del texto y el mejor
repaso posterior del mismo.
En cualquiera de los modelos que se utilicen, hay que tener en cuenta algunas indicaciones
prácticas de redacción.
1. Escribir con frases cortas, concisas, casi telegráficas, empleando signos convencionales para
simplificar al máximo el texto y reducir el trabajo de transcripción.
3. Deben destacarse de forma clara los títulos de los párrafos principales y secundarios,
divisiones, subdivisiones, etc. de forma tipográficamente distinta, utilizando:
* Mayúsculas y minúsculas;
* Los subrayados;
* Los signos de igual categoría, que equivalen a ideas de igual valor deben corresponderse, así
como los títulos de igual importancia.
* Conviene dejar siempre un margen discreto a ambos lados, arriba y debajo de la página, para
anotaciones posteriores.
* El modelo de llave.
* El modelo de flecha.
* El modelo numérico.
Al momento de estudiar, los alumnos deben afrontar las clases con una actitud activa, las horas
que están con los profesores son también horas de estudio. Para ello es de suma utilidad la toma
de apuntes. Esto exige prestar atención y valorar continuamente qué es lo más importante de
entre todo lo que el profesor está contando. De este modo reducimos al mínimo la dispersión y las
distracciones, que con tanta facilidad nos hacen perder el tiempo y reducir nuestro rendimiento.
Por tanto, la actitud de oyente del estudiante durante las sesiones de clase es fundamental a la
hora de tomar los apuntes para su posterior estudio.
Ser buen oyente significa tener capacidad de:
e) Captar las expresiones, silencios, palabras clave, cambios de tono, etc. que introducen alguna
idea importante o un cambio en la exposición.
Escuchar una lección, tomar notas mientras el profesor explica o en una conferencia, es mucho
más difícil que resumir lo que se estudia, y requiere mayor entrenamiento, porque no se puede
volver sobre lo dicho, si uno se distrae o no entiende algo de primera intención. La ventaja del
libro es que se puede volver a ver las mismas cosas cuantas veces se quiera.
La claridad de exposición puede ser muy distinta según el profesor o conferencista y según el
tema que se trate. El sentarse en las primeras filas también es de gran utilidad para estos fines.
El alumno que aprovecha al máximo las explicaciones del profesor tiene ya mucho adelantado a la
hora de estudiar el tema ya que el profesor suele explicar en clase lo fundamental o las partes de
más difícil comprensión.
El secreto para tomar bien unos apuntes personalizados y prácticos se encierra en tres palabras:
escuchar, pensar y escribir.
Saber escuchar: Conviene estar muy atento a expresiones significativas, a palabras o toques de
atención que ordinariamente emplea el que habla, como, por ejemplo, “es importante”, “en una
palabra” o “concluyendo”. Todas estas expresiones que indican la intención de sintetizar, explicar
y aclarar ideas básicas de parte del profesor o exponente, nos dan pautas para identificar que es
importante y debe ser anotado.
También se debe poner especial atención tanto al comienzo como al final de la exposición, ya que
la síntesis de la exposición con que suele iniciarse cualquier tema facilita la comprensión y ofrece
una valiosísima idea general. Por otra parte, la síntesis con que se concluye no es menos
interesante, ya que suele ser más detallada y completa, y donde se concentra lo más rico e
interesante de cuanto se ha dicho.
Saber pensar: Es decir, escuchar reflexionando y siguiendo mentalmente el orden expositivo del
tema: título, que se pretende probar, aspectos bajo los cuales se aborda el tema, pasos que se
aproximan al objetivo propuesto, conclusión final y consecuencias que se derivan. En esta escucha
reflexiva es decisivo no perder el hilo expositivo, por lo que se debe atender bien a los
mecanismos y nexos que hay entre una cuestión y la que sigue dentro de un mismo tema.
Saber escribir: No hay que escribir lo que dice el profesor copiando textualmente sus palabras,
sino lo que cada uno es capaz de sintetizar con sus propias palabras.
En la toma de apuntes es muy importante la rapidez y la concisión. Por este motivo hay que utilizar
una serie de abreviaturas o signos convencionales personales, una especie de código personal que
pueda ser interpretado con facilidad y permita limitar la escritura de los apuntes a lo
estrictamente imprescindible para una buena comprensión posterior.
II.4 EL RESUMEN
El resumen consiste en sintetizar o reducir a términos más breves y precisos lo más esencial del
tema que se está intentando aprender. Por eso, un buen resumen no debe exceder más del 30%
de la extensión del texto original y debe reflejar solamente las ideas más importantes expresadas
de forma personal, con las propias palabras. Con esta técnica, se consigue desarrollar la capacidad
de síntesis y mejorar la capacidad de expresión escrita.
Además de resumir el texto, se debe repasar y repetir mentalmente o en voz alta el mismo, para
retener las ideas principales del texto estudiado, al igual que hacerse preguntas sobre él para
saber qué resume.
Después de clase, es bueno resumir las notas escribiendo en la columna de observaciones palabras
clave y frases cortas. Resumir clarifica significados, revela relaciones, establece continuidad, y
consolida la memorización, los aspectos que deben ser reforzados y nuevamente repasados, en fin
que el resumen es el último paso para completar el éxito de nuestro método de estudio.
Primero hemos leído el texto (mediante pre lectura y lectura comprensiva), lo hemos
comprendido a la perfección, lo hemos subrayado y realizado un esquema con las ideas más
destacadas de su contenido.
Pues bien, el siguiente paso consiste, sencillamente, en realizar una breve redacción que recoja las
ideas principales del texto pero utilizando nuestro propio vocabulario. Pero hay que tener cuidado
porque si al resumen se incorporan comentarios personales o explicaciones que no corresponden
al texto, tenemos un resumen comentado.
Para hacer un buen resumen se han de tener presente los siguientes puntos:
* Tener muy claro cuál es la idea general del texto, las ideas principales y las ideas secundarias.
* Es necesario encontrar el hilo conductor que une perfectamente las frases esenciales.
* Debe ser enriquecido, ampliado y completado con anotaciones de clase, comentarios del
profesor, lecturas relacionadas con el tema de que se trate y, sobre todo, con las propias palabras
del estudiante.
CONCLUSIÓN
Las técnicas de estudio son estrategias y procedimientos que nos permiten la consecución
del principal objetivo de estudiar, que es el aprendizaje mediante la adquisición de conocimiento.
Aprender implica no solo una predisposición natural para hacerlo, sino que hemos visto a lo largo
de este trabajo que depende en gran medida del empeño que pongamos en lograrlo y además
influirán también las herramientas que utilicemos.
Dentro de las principales técnicas de estudio que podemos mencionar está el subrayado, que
consiste en evidenciar mediante el empleo de líneas, trazos o resaltadores, las ideas principales y
secundarias de un texto. También está el esquema, mediante el cual podemos mostrar de manera
gráfica las ideas que pretendemos resaltar.
Hemos destacado hasta ahora la utilidad de las técnicas de estudio y su importancia en el proceso
de aprendizaje, pero si bien es cierto que estas garantizan un estudio exitoso, también es cierto
que dependerá en gran medida de nuestra capacidad de análisis, y de lo acertados que seamos al
momento de elegir cual debemos aplicar por ser la más adecuada en cada situación que se nos
presente.
Podemos concluir luego de este trabajo de investigación, que los estudiantes cuenta con las
técnicas suficientes que les permitirán obtener todo el conocimiento que requieran para lograr el
éxito personal y profesional que persigan; y no solo debemos circunscribirnos a las técnicas de
estudio, sino además al enorme mar de información que emerge ante nosotros gracias a las
nuevas tecnologías con que hoy contamos. Así que la educación, hoy más que nunca está al
alcance de nuestras manos.
BIBLIOGRAFÍA
* BRUNET GUTIERREZ, JUAN JOSE (1980): Técnicas de estudio –Curso Practico. Editorial Bruño.
España. Pág. 127-155.
* HERNÁNDEZ, P. y GARCÍA, L. (1991): Psicología y enseñanza del estudio. Pirámide. Madrid. ISBN
84-368-0542-9.
* TIERNO, B. (2003): Las mejores técnicas de estudio. Madrid: Temas de Hoy ISBN 978-84-8460-
247-7