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Fisiología Renal
Fisiología Renal
Las dos funciones principales de los riñones son la excreción de los productos
metabólicos de desecho, la regulación del volumen y la composición del líquido
extracelular. Otras funciones son la secreción de hormonas y la hidrólisis de péptidos
pequeños. Las hormonas participan en la regulación del equilibrio hídrico y electrolítico,
en el metabolismo óseo de calcio y fósforo y en la producción de glóbulos rojos. La
hidrólisis de péptidos, inactiva péptidos tóxicos y regula niveles plasmáticos efectivos de
algunas hormonas peptídicas.
La nefrona
La unidad funcional del riñón es la nefrona. El número de nefronas varía
considerablemente entre especies, aunque entre individuos de la misma especie el
número de nefronas es relativamente constante. El riñón de los mamíferos tiene dos tipos
principales de nefronas que se identifican por la ubicación de sus glomérulos y por la
profundidad de la penetración de las asas de Henle dentro de la médula renal. Las
nefronas que tienen glomérulos en las cortezas externa y media se llaman nefronas
corticales. Estas se asocian con un asa de Henle que se extiende hacia el punto de unión
de la corteza y la médula o hasta la zona externa de la médula. Las nefronas que tienen
glomérulos en la corteza cercana a la médula se conocen como nefronas yuxtamedulares.
La excreción final de cada tipo de nefrona está sujeta a los mismos factores que afectan
la filtración y reabsorción renal.
Una nefrona típica y las partes que la componen. La cápsula glomerular (cápsula de
Bowman) es el fondo de saco dilatado de la nefrona. El corpúsculo renal abarca la
invaginación de las redes capilares, el glomérulo se utiliza para denotar la cápsula
glomerular y la red capilar que se unen íntimamente. Luego la nefrona se continúa desde
la cápsula glomerular hasta el túbulo proximal, formado por una parte proximal
contorneada y otra recta. La parte contorneada está contenida en la corteza y la parte
recta se extienden hasta casi la mitad de la médula externa. Posterior a la parte proximal
recta, se extiende el asa de Henle a través de la rama delgada descendente, que luego se
continúa con la rama delgada ascendente. Posterior a esta, se continúa con la rama
gruesa ascendente del asa de Henle. En este punto comienza la nefrona distal que
consta del túbulo distal, el túbulo de unión, el túbulo colector cortical, el conducto colector
medular externo y el conducto colector medular interno, algunas veces se denomina
túbulo contorneado distal al conjunto de las estructuras dístales hasta el túbulo colector
cortical.
Las fibras de la división simpática del sistema nervioso autónomo inervan el riñón. Su
actividad ayuda a regular el flujo sanguíneo renal, la tasa de filtración glomerular y la
reabsorción de sales y agua. La regulación del flujo sanguíneo renal y la tasa de filtración
glomerular se logra mediante la vasoconstricción iniciada por reflejos mediados por el
centro vasomotor en el bulbo raquídeo. El aumento del tono simpático provoca la
secreción de renina e intensifica la absorción de sodio.
La sangre llega a las nefronas por las ramas de las arterias interlobulillares. La arteriola
aferente lleva sangre al glomérulo y la que sale de éste circula por la arteriola eferente. El
flujo de las arteriolas eferentes se redistribuye hacia otra red capilar conocida como
capilares peritubulares, que irrigan los túbulos de la nefrona. El lado del túbulo adyacente
al glomérulo entra en contacto con las arteriolas. Allí las células epiteliales son mas
gruesas y reciben el nombre de mácula densa, las células musculares lisas de las
arteriolas que hacen contacto con la macula densa se denominan células
yuxtaglomerulares (YG) y son especializadas en la secreción de renina. La macula densa,
las células YG y las células mesangiales, que regulan el flujo sanguíneo, constituyen el
aparato yuxtaglomerular. Después de irrigar los riñones, la sangre regresa a la vena cava
posterior por las venas renales.
Formación de la orina
Los tres procesos en los que participan las nefronas en la formación de la orina son: la
filtración glomerular, la reabsorción tubular y la secreción tubular.
Como resultado de la filtración glomerular aparece en la cápsula de Bowman un
ultrafiltrado de plasma conocido como filtrado glomerular. Debido a la reabsorción y
secreciones tubulares, la composición del filtrado glomerular comienza a cambiar
inmediatamente el entrar al túbulo proximal y de ahí en adelante se le conoce como
liquido tubular. La reabsorción y la secreción tubulares continúan a todo lo largo de la
nefrona, de manera que el liquido tubular no se convierte en orina hasta que entra a la
pelvis renal.
El filtrado glomerular se forma a partir del plasma en los glomérulos y la rapidez con la
que se forma se conoce como tasa de filtración glomerular (TFG), la que se mide en
mililitros por minuto.
Filtración glomerular
Se considera que los capilares glomerulares constituyen un sistema de alta presión
hidrostática que favorece la filtración y los capilares peritubulares un sistema de baja
presión hidrostática que favorece la reabsorción. La formación de orina comienza cuando
el ultra filtrado del plasma pasa a través del endotelio capilar glomerular, la membrana
basal y el epitelio de la cápsula de Bowman hacia el espacio tubular de ésta. El corazón
genera la energía para este proceso de filtración, en la forma de presión hidrostática (PH)
dentro de los capilares glomerulares y a la que se opone la presión coloidosmótica de las
proteínas plasmáticas (PCO) y la presión hidrostática del filtrado.
El filtrado glomerular es un ultra filtrado sanguíneo porque los componentes más grandes
(coloides y células sanguíneas) no se filtran. Dada las características de
fenestración del endotelio de los capilares glomerulares éstos presentan poros que
facilitan el filtrado de moléculas grandes, aunque la filtración de proteínas es
relativamente restringida.
La tasa de filtración varía por cambios en el diámetro de las arteriolas aferente o eferente.
La dilatación de la arteriola aferente aumenta el flujo de sangre hacia el glomérulo, lo
que a su vez aumenta la presión hidrostática y el potencial de filtración. La constricción de
la arteriola eferente aumenta la presión hidrostática glomerular. Estos cambios son
inducidos por factores nerviosos y humorales que luego se analizaran.
Existe una filtración neta porque la PH capilar de 60 mm Hg excede el valor combinado de
la PCO capilar de 32 mm Hg y la PH del espacio urinario de la cápsula de Bowman de 18
mm Hg. Debe tenerse en cuenta además, que el flujo continuo de filtrado hacia los túbulos
evita que éste se acumule, de tal modo que la PH del espacio urinario no aumenta
significativamente.
El flujo sanguíneo renal (FSR) y la TFG permanecen relativamente constantes aunque
haya cambios en la presión arterial sistémica, este fenómeno se conoce como
autorregulación del FSR y de la TFG. La explicación fisiológica de la autorregulación se
basa en la teoría miogénica, la cual propone que el aumento en presión es compensado
con la contracción de las arteriolas y en la teoría yuxtaglomerular que propone la
participación del sistema renina angiotensina.
Transporte tubular
Se llama transporte tubular a todos los fenómenos relacionados con el líquido tubular
durante su paso por la nefrona y a lo largo de los túbulos y conductos colectores. El
transporte de la cápsula de Bowman a la pelvis renal se realiza por un gradiente en la PH.
La reabsorción tubular incluye el transporte de agua y de soluto del líquido tubular a los
capilares peritubulares. Se esquematiza las estructuras implicadas en la reabsorción y en
la secreción tubular. A diferencia de la filtración que ocurre en el glomérulo, la dinámica
capilar peri tubular favorece la reabsorción. Esto ocurre porque allí el balance de PH y de
PCO favorece la reabsorción.
Reabsorción tubular
Las sustancias importantes para el funcionamiento del organismo como el Na+, la glucosa
y los aminoácidos, pasan al líquido tubular por medio de la filtración en el glomérulo.
Debido a su tamaño pasan con facilidad la membrana glomerular, de tal modo que la
concentración en el filtrado glomerular es casi la misma que su concentración en el
plasma. Estas sustancias deben regresar a la sangre para que no se pierdan en la orina.
Para que el Na+, la glucosa y los aminoácidos del líquido tubular regresen a la sangre, es
necesario el trabajo de la bomba de Na+- K+ ATPasa de las superficies basolaterales
de las células epiteliales tubulares, dado el gradiente electroquímico que ésta genera. El
sodio utiliza tres mecanismos para su absorción. El uniporte o unidireccional, que utiliza
una proteína que facilita la difusión de sodio al interior. El segundo mecanismo de
transporte de sodio, es el antiporte o cotransporte, en el cual la difusión del sodio por su
gradiente electroquímico, se acopla por medio de una proteína portadora con la difusión
de H+ en la dirección opuesta, del interior de la célula hacia la luz tubular. El
HCO3- celular resultante de la formación de H+, se difunde a través de
las membranas basolaterales hacia el espacio peritubular o pasa a la luz tubular en
contratransporte de la difusión de Cl- hacia el interior de la célula. El primer caso
da como resultado la recuperación de NaHCO3 en el plasma y el segundo produce la
recuperación de NaCl en el plasma. Existe un tercer mecanismo de reabsorción de sodio
que aprovecha el gradiente de Cl- para ingresar conjuntamente sodio y cloro, a través de
las uniones estrechas y así mantener la neutralidad eléctrica.
La reabsorción en los túbulos proximales de aproximadamente el 65% del Na+ y los
aniones que lo acompañan, es la responsable de la mayor parte de la presión osmótica
efectiva en el espacio peritubular. En consecuencia el 65% del agua se reabsorbe en el
túbulo proximal. A medida que se reabsorbe el agua en la luz tubular se concentran la
urea y otros solutos que no se reabsorben en forma activa. La reabsorción dependerá de
su gradiente de concentración y de la permeabilidad del epitelio tubular a éstas, la cual es
muy baja y por lo tanto la reabsorción de éstas es muy baja.
La glucosa y los aminoácidos se reabsorben cotransporte. Ambos se acoplan con
portadores específicos que deben unirse al sodio y se difunden al interior de la célula
debido al gradiente electroquímico del sodio.
Las proteínas con peso moléculas inferior a 69000 pueden convertirse en parte del filtrado
glomerular pero éstas y los polipéptidos se reabsorben en el túbulo proximal. Las
proteínas y péptidos se reabsorben por endocitosis y luego en el interior son hidrolizados
por los lisosomas. Los péptidos pequeños son hidrolizados en el borde de la luz tubular y
los aminoácidos resultantes ingresan utilizando los mecanismos ya descritos.
Otras sustancias como los ácidos orgánicos intermediarios del metabolismo de la energía
(lactato, piruvato, citrato y otros), al igual que los iones Ca++, Mg++, K+ y fosfatos,
además de las vitaminas hidrosolubles se reabsorben por mecanismos modulados acorde
con la concentración plasmática de los mismos.
Otras sustancias se transportan desde los capilares peri tubular al líquido intersticial y
luego a ala luz tubular a través de las células epiteliales tubulares. Este mecanismo se
denomina secreción tubular y es utilizado para la secreción tubular de H+ y K+. Ambos
sistemas de secreción tubular están regulados acorde con el balance ácido- base y
electrolítico del plasma. Al aumento en la cantidad de orina formada se le conoce como
diuresis; cuando es producto de la retención de agua en los túbulos por aumento de la
presión osmótica efectiva en la luz tubular, se le conoce como diuresis osmótica.
Los mecanismos de absorción en el túbulo proximal están sujetos a un ligero grado de
control, por el contrario existen varias hormonas que influyen en los segmentos de la
nefrona distal para producir un ajuste fino en la reabsorción que permita una regulación
precisa del equilibrio de sal y agua. Cuando la TFG disminuye la reabsorción de filtrado en
el túbulo proximal disminuye significativamente, ocurriendo principalmente en el túbulo
distal donde los procesos de regulación tienen oportunidad de funcionar. Cuando la TFG
es alta, la cantidad adicional de filtrado no continua hacia la nefrona distal, solo una
tercera parte de él, y de esta forma no se sobre carga la capacidad limitada de regulación.
Este mecanismo de regulación de la cantidad de filtrado a reabsorber en los túbulos
proximales y/o dístales se denomina equilibrio glomérulo tubular.
Concentración de la orina
El mecanismo para la concentración del líquido tubular depende de la existencia de una
osmoloridad muy grande en líquido intersticial de la médula renal. La gran osmolaridad
existe por el mecanismo de contracorriente. Esta se establece por la actividad del asa de
Henle y se mantiene por las características especiales de la irrigación sanguínea de la
médula.
Calcio
Aproximadamente la mitad del calcio plasmático está ligado a albúmina y no se filtra en el
glomérulo. La mayor parte del resto existe como calcio iónico y una parte está unida al
citrato, bicarbonato o fosfato. Cerca del 80% del calcio que se filtra se reabsorbe
pasivamente en el túbulo proximal y las zonas medulares del asa de Henle. La regulación
de la reabsorción de calcio ocurre en el túbulo distal y en el túbulo conector. La hormona
paratiroidea y la vitamina D estimulan la reabsorción de calcio en estos segmentos. La
vitamina D induce la síntesis de una proteína transportadora de calcio.
Magnesio
Cerca del 25% del magnesio plasmático esta unido a proteínas, de modo que se filtra
cerca del 75%. La mayor parte se reabsorbe en el asa de Henle y cerca de un 30% en el
túbulo proximal. No se han identificado los factores específicos que regulan la
concentración de magnesio en el plasma.
Fosfato
Cerca del 80% del fosfato filtrado se reabsorbe en el túbulo proximal. Tanto la
concentración de fosfato plasmático como la hormona paratiroidea regulan la absorción
de fosfato. La paratiroidea favorece la excreción de los excesos de fosfato posiblemente a
través de un sistema de transporte sodio-fosfato.
Micción
Los uréteres son túbulos con músculo liso que transportan la orina por peristalsis de la
pelvis renal de cada riñón a la vejiga urinaria. Estos entran a la vejiga en ángulo oblicuo
formando una válvula que impide el retroceso cuando esta se llena. La vejiga es un
órgano hueco con paredes de músculo liso. El vaciado de la vejiga se lleva a cabo por
medio de la contracción de su musculatura, la cual esta arreglada en tres capas y que
confluyen en el cuello de la vejiga. La uretra es la continuación caudal del cuello de la
vejiga y lleva la orina de la vejiga hacia el exterior. El esfínter externo esta formado por
músculo esquelético y se encuentra circundando la uretra inmediatamente después de la
vejiga. La contracción del esfínter externo impide el escape de orina. La relajación del
esfínter externo y la contracción de los músculos de la vejiga provocan la micción.
Características de la orina
La orina se forma para mantener constante la composición del LEC, por lo tanto la
composición de la orina varía dependiendo de las sustancias que se requiere retener o
excretar. Generalmente la orina es de color amarillo debido al urobilinogeno, el cual se
oxida al contacto con el oxigeno, formando la urobilina de color amarillo. El olor de la orina
depende de cada especie y es influenciado en gran medida por la alimentación. La orina
es de consistencia acuosa en todas las especies, excepto en el equino en el que la
secreción de moco por las glándulas de las pelvis renales imprimen una consistencia
diferente. El principal componente nitrogenado de la orina de los mamíferos es la urea. La
cantidad de orina excretada, así como la densidad relativa varían con la alimentación, el
trabajo, la temperatura externa y la ingestión de agua.
El estudio citológico de la orina consiste en la visualización de las células que se eliminan por la orina.
Para su realización es necesario recoger muestras de orina durante tres días. Se buscan sobre todo
células malignas en orina, provenientes de tumores de la vía urinaria (que del riñón van a los uréteres
y de ahí a la vejiga).