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A LOS MINISTROS DE 

EUCARISTIA.
MINISTROS EXTRAODINARIOS DE LA EUCARISTIA

“En virtud de la reverencia debida a este sacramento nada lo toca sino las cosas
consagradas; por eso, para tocar este Sacramento, se consagran el corporal y el cáliz así
como las manos del sacerdo…te” (III, q. 82, a. 3). Santo Tomás de Aquino
Las manos del sacerdote, no son manos comunes y corrientes, son manos consagradas.
Sólo manos Consagradas pueden tocar y dispensar el Pan Vivo bajado del Cielo
“En virtud de la reverencia debida a este sacramento nada lo toca sino las cosas
consagradas; por eso, para tocar este Sacramento, se consagran el corporal y el cáliz así
como las manos del sacerdote” (III, q. 82, a. 3). Santo Tomás de Aquino
Con tristeza, Actualmente no se necesita recibir el sacramento del orden sacerdotal para
administrar el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo,las manos comunes y
corrientes de los laicos lo administran a los fieles y en la mano, como si fuera una goma
de mascar.
Lo que debería ser extraordinario se ha convertido en norma, y lo que debería ser norma
se ha convertido en extraordinario.
La introducción de la comunión en la mano fue invariablemente seguida por la
introducción de ministros extraordinarios de la Eucaristía. El uso de ministros
extraordinarios durante la Misa no tiene precedente histórico. Ni la más mínima
evidencia puede ser invocada para probar que la Sagrada Comunión haya sido jamás
administrada durante la liturgia sino por un obispo, sacerdote o diácono.
Para el siglo trece era ya una tradición establecida que sólo aquello que había sido
específicamente consagrado para ese propósito podía entrar en contacto con el
Santísimo Sacramento hasta que Éste hubiera sido colocado en la boca del comulgante.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) escribió a este respecto (III, q. 82, a. 3):
“La distribución del Cuerpo de Cristo pertenece al sacerdote por tres razones. Primero,
porque él consagra in persona Christi. Pero así como Cristo consagró Su Cuerpo en la
Cena, también Él lo dio a los otros para que participaran de él. Consecuentemente, así
como la consagración del Cuerpo de Cristo pertenece al sacerdote, del mismo modo su
distribución también le corresponde a él. En segundo lugar, porque el sacerdote es el
intermediario establecido entre Dios y el pueblo, por lo cual, así como le pertenece
ofrecer los dones del pueblo a Dios, también le pertenece a él dispensar al pueblo los
dones consagrados. Tercero, porque en virtud de la reverencia debida a este sacramento,
nada lo toca sino las cosas consagradas; por eso, para tocar este sacramento, se
consagran el corporal y el cáliz, así como las manos del sacerdote. En consecuencia, a
nadie le es lícito tocarlo, excepto caso de necesidad, por ejemplo, si estuviera por caer al
suelo o en otro caso de urgencia”.

MENSAJES DE JESUS SOBRE LOS MINISTROS DE LA EUCARISTIA.

¡Yo no instituí ministros de la Eucaristía! Leed la Sagrada Escritura: ¡A mi hijo no se le


recibe en las manos sino con mucha dignidad!

MI POBRE IGLESIA, MI AMADA IGLESIA, MI PRINCESA LA IGLESIA” Mis


pequeños: Mis lluvias de bendiciones caen sobre ustedes humildes. 
Mi pobre Iglesia, mi amada Iglesia, mi princesa la Iglesia. Yo, convoqué la Iglesia; mi
hijo amado fundó la Santa Iglesia, el poder del Espíritu Santo sostiene mi Santa Iglesia.
¡Si no fuera por esa fundación Divina, mi Iglesia ya no existiría! Yo os lo dije en mi
Santa Palabra y se lo dije a Pedro (Mt. 16), yo le inspire a Pedro decirle a mi hijo (Mt
16,13) ‘Tú eres el Cristo el hijo del Dios vivo”; y mi hijo amado en intimidad Conmigo
y el Espíritu Santo proclamó solemnemente: “¡Pedro, piedra, eso no te lo ha revelado ni
la carne ni la sangre sino mi Padre que está en los cielos!, y yo te digo: tú eres Pedro y
sobre esta piedra, edificaré mi Iglesia y las fuerza del demonio no podrán destruirla. A
ti, a ti Pedro, te doy las llaves del reino de los cielos, lo que ates en la tierra, atado queda
en el cielo; lo que desates en la tierra, desatado queda en el cielo”.
¡Que verdad tan grande!, verdad poderosa, es la santa verdad sublime, pacto de amor,
pacto de bendición entre el cielo y la tierra, así se instituyó mi Iglesia, mi única Iglesia,
la única verdadera, la única Santa, pero habitada por pecadores; no instituida por manos
de hombres sino por voluntad Divina.
Recordad mis hijos que mi Hijo amado tenía que ir a Jerusalén para ser Crucificado,
para morir por los pecadores; que debía padecer mucho, que resucitaría al tercer día.
Pero mi hijo Pedro cogió a mi Hijo de la mano: ¡Cómo se te ocurre Señor, eso no te
puede suceder! Y lo dijo con un corazón sincero, pero no con la verdad; sus palabras
aunque protectoras de mi Hijo, escondían una gran tentación del demonio. Pero mi Hijo,
se volvió y le dijo a Pedro: “¡Apártate de mi Satanás!, porque no piensas como Dios
sino como los hombres”. 
Pedro lloró mucho, le dolió su corazón y se arrodilló ante el Maestro, le besó sus pies y
le dijo: ¡Perdóname mi Señor, soy tan pecador! Así es la humildad mis niños. ¿Que le
ha pasado a mi Iglesia? ¡Cuanto dolor en mi Iglesia!, la que fundó mi Hijo, mi Iglesia en
la que el Espíritu Santo se gozaba y se alegraba, mi Iglesia en la que puse mis mayores
deseos. A la perla más preciosa, mi Reina Santa, mi Santa Iglesia. ¿Qué hay de mi
Iglesia?
Mis hijos ¿Queréis que os diga a qué se parece hoy mi Iglesia?, y me duele decirlo. Se
parece a un leproso cuyas heridas parecen incurables, se parece a un río fangoso donde
parece no haber vida, se parece a un muro donde todo el mundo escribe y no se entiende
nada, se parece a un desierto donde sólo sobreviven los mejores. ¿A qué se parece mi
Iglesia, en mi corazón amada por siempre?, se parece a un árbol podrido y sin frutos,
aun sostenido por su raíz que es su fundador: El Señor Jesucristo. 

¿A qué se parece mi Iglesia?, se parece a un supermercado donde todo el mundo entra y


toma lo que quiere, vota lo que no quiere y no mira lo esencial. ¿A qué se parece mi
Iglesia? ¿A qué la compararé? La compararé en esta época a un basurero: todo el mundo
la ensucia, la pisotea, denigra de ella, la hace quedar mal y huele a podredumbre.
¿Duelen estas palabras? ¿Cómo me dolerán a mí que la he pensado desde siempre? Me
duele pensar en mi Santa Iglesia. 
¡Yo le amo tanto! Mi Hijo amado, mi Hijo me dice: “Padre, Papito mío, ¡Pobrecita tu
Iglesia!, el celo por tu casa me devora”.
Creedme mis niños que sería peor ahora que cuando mi Hijo cogió un látigo y sacó esa
basura del Templo.
¡Ay, ay hijos míos!, pedid misericordia, pedid misericordia por vuestros Pastores;
porque el castigo Divino está suspendido sobre ellos. salvo muy pocas excepciones por
que hay sacerdote, consagrados y fieles que luchan por la santidad en mi Iglesia.
Muchos consagrados son sepulcros del demonio, desiertos de Asmodeo, moradas de
Leviatán, jerarquía al servicio del mundo y del demonio, y no al servicio del Creador,
jerarquía postrada ante el maldito mundo y sus comilonas y placeres, se olvidan de su
Señor. Jerarquía que se le olvido servir, y sólo viven para que les sirvan, llenos de
orgullo, llenos de soberbia y vanidad, más preocupados por el perfume de su cuerpo que
por el olor a Santidad. Pide venganza su maldad… y yo quise una Jerarquía en la Iglesia
para el amor, para el servicio y la contemplación, para la postración y la adoración; para
que caminara de rodillas ante mí y me abrazara como Pastor a su rebaño. Pero ya mis
hijos no reconocen la voz de los Pastores.
¡El fuego del infierno se ha infiltrado en mi Iglesia Santa! Ya no soy el centro de sus
corazones, ya no me aman mis ministros, ya no piensa en mí. En el dinero, en el poder y
el placer, alabados por el mundo y hundidos por el mismo mundo. Se dejaron convencer
por la antigua serpiente: los seduce, los halaga, los acomoda, los besa, les da muchos
regalos y los pone a trabajar para su reino infernal. ¿Acaso mis ministros, Sacerdotes del
Señor les gusta que los llamen Padre y dan la vida por sus hijos? Ya no tienen tiempo, el
mundo les robo el tiempo. Las casas cúrales, seminarios, conventos, son muchas veces
moradas del demonio, son cloacas infernales de lujuria y bajas pasiones; de alcohol, de
destrucción.
Se olvidaron de mí, y adoran a la criatura en vez del Creador. Mis ministros: ¡cuanto me
hacen llorar!, ¡cuanto dolor causan a mi corazón! Ya no me aman, ya no piensan en mí;
los Santos Misterios los viven a las carreras, confiesan de cualquier manera, alcahuetean
los pecados, o le dicen a mi pueblo que ya nada es pecado, venden los Sacramentos, se
entregan a placeres mundanos. ¡Ay mis Sacerdotes! ¿Hasta cuando aguantaré su
soberbia?, y eso no se los puedo decir, porque si se los mando decir se reirían.
Comercian con mi Iglesia, venden a mi Iglesia por unos centavos, por diez pesos, como
vendieron a mi Hijo por treinta monedas. Es Institución en mi Iglesia cobrar por mis
dones: una Misa vale dinero, el sacrificio de mi Hijo cuesta dinero, sin saber que es la
cruz que se renueva en la Santa Eucaristía. 
Yo respetos las decisiones de los Jerarcas de mi Iglesia, pero eso no quiere decir que me
placen y estoy de acuerdo con sus decisiones y normas. ¡Como si mi Hijo hubiera
cobrado por morir en la cruz! ¿Cuánto cobró en la Última Cena, bautizo o matrimonio?
¿Cuánto cobró mi Hijo por enterrar a una persona? Los Sacerdotes tienen un sueldo,
¿acaso yo les mandé a cobrar por ser Ministros? ¿Acaso yo no los mando sin alforja, sin
nada para el camino? A veces se excusan diciendo que mi Hijo dijo que todo el que
trabaja merece un salario…¿y piensan que ese salario es el dinero?…. ¡Gratis lo
recibisteis dadlo gratis! Las Curias Episcopales, son oficinas de funcionarios; las
reuniones de Sacerdotes son reuniones mundanas, ni rezan, ni oran, sólo juzgan, critican
y buscan la complacencia de su Obispo para que les de una mejor Parroquia, donde haya
más dinero que otra.
¡Cuánto me duele el comercio en mi Iglesia! Lo que tanto cuidaron los apóstoles, es
ahora un pecado, una simonía, solo dinero. Los Sacerdotes ya no son bendición para su
pueblo, sólo abren sus brazos para pedir dinero. Dicen en sus homilías: “estamos mal de
dinero, tienen que dar más limosna”, y se sientan a atender a alguien sólo si les va a dar;
pero si llega un pobre lo miran con rechazo y displicencia y no le atienden diciendo
“ahora no tengo tiempo”. ¡Cuantas cosas se han infiltrado en mi Iglesia! ¡Cuantos
demonios hay en los templos riéndose a carcajadas de los pobres Sacerdotes! Y hacen
que la gente también se burle de ellos. Ya no son vistos como hombres sagrados, sino
como pobres hombres mujeriegos, borrachos, adúlteros, homosexuales, y peor:
abusadores de menores… hazmerreír del demonio. Y así mi Iglesia es una risa para el
demonio que se carcajea diciendo: “¿Esta es tu obra? ¿Esos son tus Sacerdotes? ¿esos
son tus Ministros, esos son? ¿esos son la presencia de tu amado hijo? Mira la gente
como deja de creer en ti porque tus sacerdotes ya no muestran santidad”. Ya sólo
producen tristeza a mi corazón, ¡ya no creen en mí los sacerdotes!
Los Misterios son celebrados a la carrera; consagran tan mal como si no supieran quién
esta ahí. Cuando dan a mi Hijo parecen repartiendo dulces y peor aun, nombran
ministros de eucaristía que yo desconozco, yo no los conozco. Tendría que decirles a
aquellos que instituyen ministros como le dije a Pedro: “¡Apártate de mi Satanás,
porque no piensas como Dios, sino como los hombres!”: Yo los desconozco, YO LOS
DESCONOZCO ante mi presencia: ¿Quién se creen para tocar lo más sagrado: a Mi
Hijo? ¡Sacrílegos! estos ministros ¿quién se creen, sacerdotes? ¿Qué preparación tienen
para tocar a Mi Hijo? ¿quien se han creído? ¿Acaso di mi Hijo a los sacerdotes para que
ellos se lo entreguen como cualquier cosa a los laicos? ¡Yo no instituí ministros de la
Eucaristía! Leed la Sagrada Escritura: ¡A mi hijo no se le recibe en las manos sino con
mucha dignidad! 
Todo hace parte de ese plan macabro y astuto para destruir la sacralidad de mi Hijo en
este Sagrado Misterio y entrar en mi Templo Santo. Pues yo os digo y os certifico que el
99% de los dones que dicen haber entre los fieles, ¡son falsos y son del demonio! lo
ratifico. La mayoría de los dones, lo digo de nuevo, ¡SON FALSOS!; especialmente
todos aquellos que creen tener dones de liberación; ¡como si los demonios fueran pulgas
que cualquiera puede sacar! ¡ES FALSO! Sólo los sacerdotes, a quienes he escogido
desde siempre, pueden ejercer estos ministerios. Y si hay algún laico de PROBADA
VIRTUD, difícil encontrarlo. Yo prefiero que me amen en la humildad y el amor y no
se fíen en dones que nunca les he dado. Mis niños laicos, ¡Están llamados a la
Santidad!, ¿pero quien ha dicho que con dones y carismas se van a salvar? (Lv. 19,2 y
Mt.4)
“Sed Santos como vuestro Padre del Cielo es Santo”, es lo que he dicho, no he dicho
nada mas. Pero muchos andan tras milagros, sanaciones y liberaciones de laicos, de
grupos de oración que no he instituido. Mi hijo dijo: “Si hay dos o tres reunidos en mi
nombre yo estaré en medio de ellos” no “actuaré” a través de ellos. Hay Sacerdotes que
gozan de dones y carismas escogidos por Mi; todos los Sacerdotes deberían liberar y
sanar pero el 99% no creen en Mi, entonces me ha tocado escoger algunos. Espero que
lo que he dicho quede muy claro, os lo digo para que améis a mi Iglesia, oréis,
sacrifiquéis, ayunéis, hagáis penitencia. Amad a los Sacerdotes y ofreced sacrificios de
reparación por ellos. Veis a un Sacerdote pecar, poneos de rodillas y orad por ellos, no
juzguéis; si lo veis es para que lo améis en la reparación. ¡Ah mis hijos amen a María!,
ella os ama con todo su corazón: amadla, consentidla, mimadla. ¡Cuánto llora María por
la humanidad, en especial por la Santa Iglesia! Mis hijos, amad a mi Iglesia, a María, a
mis sacerdotes, vuestro amor entre vosotros es el mejor signo de amor.
Cuandocomulguéis, unid vuestras dos manos y decid: JESUS MIÓ TE AMO EN
MARÍA” y recibid a mi Hijo con amor. 
Mi Paz os dejo, mi paz os doy, no la doy como la da el mundo. Os la doy en la caricia
de un Papá que ama a sus pequeños. Os amo en María, os abrazo en María, os beso en
María Amén, Amén, Amén. A: P.J.
DEJAD DE TOCARME, MINISTROS DE LA EUCARISTIA.
27 DE SEPTIEMBRE DE 2013.
(EN MI HABITACION) 
EN LA SANTA MISA, UNA MINISTRA DE LA COMUNION TIRO SIN QUERER
UNA HOSTIA AL SUELO Y FUE RECOGIDA POR ELLA Y JESUS ME INSPIRO
ESTE MENSAJE: 

DEJAD YA DE OFENDERME! DEJAD DE TOCARME CON MANOS SUCIAS,


MANOS NO CONSAGRADAS…ASI COMO ME TRATEIS SEREIS TRATADOS!!
NO QUIERO MINISTROS (DE LA COMUNION) EN MI IGLESIA QUE YO NO
NOMBRE QUE YO NO INSTITUI…YO NO QUIERO ESTO EN MI IGLESIA…NO
QUIERO MINISTROS DE LA COMUNION EN MI IGLESIA. 
ESTOY EN ESA HOSTIA, LLENO DE AMOR POR VOSOTROS 
NO PARA TOCARME, NO PARA TIRARME.
REZAD REZAD PARA ENMENDAROS, REZAD PARA NO SER SOBERBIOS. 
OH PADRE APARTA DE MI ESTE CALIZ…..ESTE SUFRIMIENTO DE ESTOS
HIJOS MIOS!!! 
LOS MINISTROS DE LA EUCARISTIA SE CREEN SANTOS….PALABRAS DEL
DEMONIO AL PADRE WILSON SALAZAR. DURANTE LOS EXORCISMOS.
Sigue hablando el demonio de las
> monjitas y monjes, me preocupan aquellas mujercitas con la
> cabeza cubierta, (las monjas contemplativas) que abandonan
> todo y a todos por recluirse dentro de cuatro paredes para
> santificar todo lo que es bello, y bueno por Aquel Dios que
> yo he logrado vencer en la Cruz.
> Dia y noche se mortifican con vigilias y ayunos
> inconcientes, no comen segun las necesidades de su cuerpo,
> no duermen, no hablan, esas me hacen llorar.
> Ave María Purísima, sin pecado concebida…..
> (esto esta tomado de exorcismos y liberaciones realizadas
> por el Padre Wilson)
> Esto le agrada al demonio, los que rezan y pecan, van a la
> Iglesia e hipócritamente rezan y parecen debotos, pero
> cuando salen pecan y pecan con su lengua, con su midada,
> estan mirando a otros para juzgarlos y miran lujuriosamente
> a las mujeres, o chimosean en la misma Iglesia sobre los
> demas.
> La Comunión en la mano es uno de los mas grandes triunfos
> de satanas. Que toquen al mismo Dios con sus manos
> manchadas, cuando ni siquiera los angeles pueden tocarlo.
> Que dicha como se pasena los soberbios y orgullosos con sus
> manos negras de maldad tocando a su Dios como si fuera un
> pedaso de pan.
> La Iglesia se degrada en lo mas sagrado que tiene al mismo
> Dios en sus manos, es uno de los mas grandes logros que he
> tenido en toda la historia.
> La abominacion de la desolacion en el Templo de su Dios, ya
> no necesito robar esa Ostia, para los cultos sátanicos,
> ahora mis subditos estiran sus manos y se la entregan sin
> problemas.
> O podrida Iglesia como sirve a mis fines, y destruye a sus
> súbditos. Su Iglesia se pudre, es como una leprosa que
> nadie ve, porque se han atrevido a tocar a su Dios.
> Los Apóstoles en el Cielo lloran de dolor al ver como
> tocan a su Dios, solo a ellos se les dio ese poder.
> Ahora todos lo tocan como si fueran dueños de Dios.
> El que tenga oidos para oir, que oiga…..
> Los ministros de la Eucaristia, se creen santos, sacan a su
> Dios de los Sagrarios, para darlo a los otros, con
> arrogancia pensando que tienen autoridad para tocarlo.
> No toda ley de la jerarquía eclesiastica es querida por
> ese Dios, esta sí la quice yo.
> Creen que son importantes y que un curso los habilita para
> tener a Dios en sus manos. Como me sirve a la
> desacralizacion de esa Iglesia que odio.
> Así me río de lo mas sagrado, me burlo de su Dios que ve
> impotente como lo manipulan. Piensan que son santos elegidos
> para tocar a Dios con sus manos y sacarlo de los Sagrarios y
> llevarlo a otros.
> Auque me arda el fuego del infierno tengo que reconocer que
> ni yo mismo puedo tocar a ese Dios. Que raBia me da.
> Pobres ministros, piensan que son mas santos y yo los hago
> servidores mios.
> Las penitencias son hoy en día tan tontas que no reparan
> nada, y los curas ahora enseñan que los malos pensamientos
> no son pecado.
> Ya muy pocos desean confesarse porque los curas son malos y
> no inspiran santidad.
> Las Iglesias se han convertido en moradas de maldad. Quien
> quiere hoy confesarse con un cura que regaña, que mira con
> rabia, que cobra todo, que sus actos son mas pecadores que
> los de uno. Que mira con lujuria, y ni hablar de los curas
> que generan escandalos.
> He logrado infiltrar en la Iglesia malos curas, para que
> los acaben desde adentro.
> En los medios de comunicacion salen cada vez mas curas
> escandalosos que destruyen la fe de los fieles. Pobre
> Iglesia podrida en sus maldades y todo lo he hecho yo.
> El Padre Wilson ahora hace esta confesion:
> …Yo confieso ante Dios y ante la Santa Iglesia del Señor
> que he sido malo, adúltero, corrompido, y pervertido…..
> Dice el demonio:
> no veis como todo se ha degradado en la Iglesia, los tontos
> cristianos ya no se arrodillan, ya no creen como antes, ya
> no se inclinan ante esa Ostia, hasta comen en los Templos y
> entran vestidos de cualquier manera, desvergonzados. Que
> alegría me dan esos que van a la Iglesia y ya no creen en
> nada, los hago bostesar y aburrir en la Misa, solo calientan
> sillas, los hago creer que la Misa no tiene ningun sentido.
> Pecado y maldad en los Templos de ese Dios falso, y mas
> falsos que rezan pero en el fondo me adoran a mi. No tienen
> nada de amor en sus corazones.
> El amor no vende, y como no vende a muy pocos les gusta
> amar. Los estúpidos esclavos mios, solo les gusta mirarse
> el bolsillo y con el maldito dinero piensan que son
> felices, pobres estúpidos como si cuando se murieran
> podrían compar el cielo con sus monedas.
PORQUE ES UN SACRILEGIO LA COMUNION EN LA MANO (Confidencias del
Señor al hermano Antonio de Sevilla)
Hijos míos:
Mi Cuerpo, mi Sangre y mi Divinidad, sólo pueden ser dados por manos consagradas;
os lo repito; sólo por manos consagradas de mis sacerdotes y ministros. Me duele y
entristece ver como profanáis mi Divinidad, tomándome con la mano; vosotros mis
hijos laicos no sois dignos de ejercer este ministerio de la Eucaristía; esto compete sólo
a mis sacerdotes y demás ministros de mi Iglesia. Vosotros mis pequeños debéis de
ocuparos en otros menesteres dentro de mi Iglesia, pero nunca dando la comunión. ¡No
ultrajéis mi Divinidad, porque soy Yo, Vivo y Real el que se hace Vida en vosotros en
la sencillez de cada Hostia Consagrada!
Vuestras manos no son dignas para tomarme. Todos vosotros hijos de Adán traéis
cargas intergeneracionales por pecados de vuestros antepasados en la línea paterna y
materna, que entran en vosotros en el momento de la concepción; maldiciones de
antepasados que la mayoría de las veces os hacen obrar en contra de vuestra voluntad.
Hay generaciones enteras con espíritus de resentimientos, impurezas sexuales,
adulterios, lujurias, homosexualismos, envidias, ocultismos, brujerías, etc. Ya
entenderéis por qué no sois dignos de dar mi Cuerpo y mi Sangre; diréis entonces que
mis sacerdotes también traen estas cargas; tenéis razón en esto, pero con la diferencia
que son mis consagrados y sólo a ellos di la potestad de ejercer el ministerio de la
Eucaristía.
¡Noli Me Tangere! ¡No me toques! Recapacitad pues hijos míos y dejad que mis
sacerdotes ejerzan este ministerio. No ultrajéis más mi Divinidad y no hagáis más llorar
al cielo con vuestra actitud. Porque en verdad os digo: De la forma como me tratéis, así
también seréis tratados vosotros cuando os presentéis ante Mí. No os hagáis Reos de
Culpa, para que no tengáis de qué lamentaros mañana. Soy vuestro Padre, Jesús
Sacramentado. El Amado que no es Amado.
¿POR QUÉ NO COMULGAR EN LA MANO?
Porque lo prohibió el Sínodo de Ruán y el Concilio Dogmático de Trento contra los
protestantes, que por negar la presencia real de Jesús en la Eucaristía, enseñaban que
todos debían tomar el Pan con la mano. El Concilio estableció con Suprema Autoridad
(D 881): “Solamente los sacerdotes celebrantes reciban por sí mismos la Comunión, y
que esta norma la observe la Iglesia por Tradición Apostólica”.
El Sínodo de Ruán (649-653), prohíbe la Comunión en la mano: “No se debe entregar la
Eucaristía en manos de ningún laico, hombre o mujer, sino solamente en la boca”.
(Canon 2, Mans. 10, 1199 ss.)
El Papa JUAN PABLO II renovó la prohibición de comulgar en la mano en Roma y en
toda Italia. Negó varias veces la Comunión en la mano a personas que se la pedían, (aún
a la esposa del presidente de Francia Giscard d’Estaign.) Y en su visita a Alemania
declaró: “no estoy de acuerdo con los decretos que autorizan la Comunión en la mano.”
Santo Tomás de Aquino nos dice: “Por reverencia a este sacramento, ninguna cosa entre
en contacto con ella (la Eucaristía), a no ser que esté consagrada; por lo cual se
consagran no solo el corporal, sino también el cáliz, y así mismo las manos del
Sacerdote para tocar este sacramento. De donde se deduce que a ningún otro le es lícito
tocarlo.” (Summa Teol., IIIQ, 82,a,3 )
San Francisco de Asís dice: “Sólo los sacerdotes deben administrarlo y no otros.”
(Carta 2ª, a todos fieles, 35.)
San Agustín había advertido: “Sería locura insolente el discutir qué se ha de hacer
cuando toda la Iglesia Universal tiene ya una práctica establecida.” (Carta 54,6; a
Jenaro.)
Mayo 2013
1. *No me gustan los ministros de la comunión (Jesús)
Aquel que Me ama, aquel que Me sigue, aquel que cree en Mí, tiene ya puestos los
cimientos de la Vida Eterna. Yo, Jesús, os hablo. 
Hijos Míos, Yo Soy camino para la Vida Eterna, Soy Verdad que nunca cambia y Soy
vida para todo el que se encuentra muerto por el pecado. Y por eso en Mí está el
fundamento de todo, de la perfección, del amor y de la gloria a Dios, porque quien Me
honra, honra al que Me envió y quien Me ama, ama a Mi Padre Celestial que está
siempre Conmigo. Yo, Jesús, os hablo. 
No tenéis que temer nada si Me amáis y Me dais lo que Me corresponde, un amor de
obra y no de palabras. No todo el que dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los
Cielos (Mt 7,21). Pero aquel que reconociéndome como Hijo de Dios Me sirve como
tal, ese ya tiene el pasaporte para la Vida Eterna. Yo, Jesús, os hablo. 
Muchos os desalentáis por vuestras miserias, sobre todo los sacerdotes, que viéndose
mediocres y poco ejemplares, temen no edificar a las almas. No os desalentéis a la vista
de vuestras faltas y pecados, que el desaliento lo induce Mi enemigo mortal para
hundiros y haceros claudicar. Esforzaos por levantaros de las caídas, proponeros desde
el inicio del día vencer batallas, y así, ya estaréis predispuestos a ganarlas. Yo, Jesús, os
hablo.
Comulgad con el alma limpia de pecado. Recibid la Comunión de Mis sacerdotes,
muchos laicos no están en las debidas disposiciones y algunos viven en continuo
pecado. Y aunque un sacerdote también esté en pecado, ya contaba Yo con ello cuando
les di la vocación. Pero ellos Me representan y es su ministerio atender a las almas y
administrar los sacramentos, porque hijos, hoy el ministro extraordinario de la
Eucaristía, se ha convertido en ministro ordinario, sustituyendo en lo más elemental al
párroco y esto en nada Me agrada.
Quiero que sean los sacerdotes quienes visiten a los enfermos y Me lleven a sus casas,
porque el sacerdote tiene la gracia de estado para saber decir a un enfermo o agonizante
las palabras adecuadas, pero aunque no supieran decirlas, sus palabras tienen fuerza y
valor para el enfermo o agonizante por el hecho de ser un sacerdote.
Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en
práctica. LIBRO DADME DE BEBER. 
¡NADIE MÁS FUERA DE MIS SACERDOTES Y MINISTROS PUEDE TOCAR MI
HOSTIA SANTA!
FEBRERO 15/2013 – 8:15 A.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS SACRAMENTADO A SUS SACERDOTES Y
MINISTROS Y AL MUNDO CATÓLICO EN GENERAL
Mis hijos predilectos, mi amado rebaño, que mi paz esté con vosotros.
Qué tristeza siento al ver que muchos de mis sacerdotes y ministros ya no ejercen mi
ministerio sacerdotal, han delegado en mis hijos laicos la potestad de repartir mi cuerpo
y mi sangre. ¿Quién os dijo pastores de mi rebaño, que los laicos pueden ejercer mi
ministerio sacerdotal?. Acordaos de mis palabras cuando instituí el sacramento de la
eucaristía en mi última cena con mis discípulos: Tomó pan, lo bendijo y dando gracias
al cielo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: Esto es mi cuerpo, que es entregado
por vosotros; haced esto en recuerdo mío. Y luego tomó el cáliz, diciendo: Este cáliz es
la nueva alianza sellada con mi sangre, que es derramada por vosotros. (Lucas 22, 19.
20).
Sólo a vosotros que sois los representantes de mis apóstoles, se os ha dado la potestad
de repartir mi cuerpo y mi sangre. Nadie más fuera de mis sacerdotes y ministros puede
tocar mi Hostia Santa. Os lo repito: Sólo manos consagradas de mis sacerdotes y
ministros pueden repartir mi santa comunión. Mis hijos laicos jamás podrán suplantar a
mis ministros, porque de hacerlo cometen sacrilegio. Mis hijos laicos deben de
participar en mi Iglesia llevando a cabo otras funciones, pero nunca suplantando en mi
ministerio sacerdotal a mis sacerdotes y ministros.
Hijos predilectos, este ultraje que se viene cometiendo a mi divinidad constituye una
falta grave que va en contra de mi evangelio y doctrina de mi Iglesia. Esto no proviene
de Mí, esto es obra de mi adversario y sus agentes del mal, infiltrados en el interior de
mi Iglesia. El cielo llora conmigo viendo todos los ultrajes que se están cometiendo
contra mi divinidad de parte de muchos de mis predilectos. Mi adversario se burla de
Mí, en muchas de mis casas al ver la forma como soy ultrajado por muchos de vosotros.
Cada ultraje a mi divinidad son azotes que recibo de parte de mis amados; ¡parad ya de
ofenderme, no sigáis ultrajándome! Recapacitad pastores de mi rebaño, recapacitad
pueblo mío, para que mañana no tengáis de qué lamentaros. Porque en verdad os digo:
De la forma como me tratéis, seréis también vosotros tratados cuando os presentéis ante
Mí. Os aseguro, que así como no tenéis misericordia conmigo, así también no habrá
para vosotros misericordia cuando os llame a pediros cuenta de vuestras acciones.
Corregid pues vuestra actitud, mis amados hijos, para que mañana cuando lleguéis a la
eternidad podáis ser justificados. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y
convertíos, porque el Reino de Dios está ceca. Jesús Sacramentado, El Amado, que no
es amado.
Dad a conocer mi mensaje en todas mis casas.

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