Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Correlatoria 9 Mayo JuanD KristianC RobertM V 0.3
Correlatoria 9 Mayo JuanD KristianC RobertM V 0.3
Profesora
María Teresa Pérez Hernández, PhD
Presentado por
Estudiante Robert Fabián Martínez García
Estudiante Kristian Juseth Cobo Buitrón
Estudiante Juan Diego Ortega Garzón
La relatoría de la Sesión del día 2 de mayo permite concebir una aproximación comprensiva al
desarrollo de la historia como área del conocimiento y sus diálogos con las disciplinas de las
ciencias humanas y sociales. Además la relatoría da cuenta de la importancia de los procesos
culturales y como estos influyen en la construcción de subjetividades, enfrentando a los sujetos
a circunstancias de transformación constantes. Así mismo, se evidencia la prolongada disputa
en las ciencias sociales y humanas para la determinación de los procedimientos técnicos y
metodológicos que permitan una adecuada vinculación para investigar los hechos de la
realidad a los que está sujeto el ser humano.
De ese ejemplo sobre experiencias narradas, entre los elementos a resaltar, como un terreno
por explorar, la puesta en evidencia de la falta de documentos sobre la condición de las
mujeres y sus vínculos con lo público en la Colombia del siglo XIX. Entre otros motivos, por su
relación con los altos niveles de vulnerabilidad en las relaciones sociales, en un claro ejemplo
reproducción de hijos de la violencia, en este caso violencia de género. Lo anterior, porque si
bien la historia puede ser vista como una narración, también se debe reconocer su papel en la
construcción de significados y de mediación entre los momentos que se relacionan, el presente
y el futuro que se construye.
De otra parte, surge una reflexión en torno a los temas y autores mencionados en la
relatoría, resaltando la importancia de acercarse a procesos de investigación y construcción de
conocimientos que permitan abordar de manera ética las realidades sociales postmodernas e
intervenir acertadamente en los procesos de cambio en la sociedad. Pues esto permite
clarificar el camino mediante el cual se pueden hacer estudios objetivos e inclusivos en la
sociedad.
Lo anterior conduce a posibilitar herramientas metodológicas que permitan interpelar el
discurso totalitario y las características hegemónicas de objetivación rigurosas que se han
impuesto a las ciencias humanas y sus disciplinas afines, mejorando las condiciones para la
comprensión, donde la subjetividad juegue un papel trascendental y este proceso interpretativo
nos de luces para un análisis sobre la compleja situación que hoy estamos atravesando como
humanidad.
La sesión del sábado 02 de mayo del 2020, dio inicio con la intervención de la profesora María
Teresa Pérez, quien nos ofreció una generosa introducción de los orígenes y desarrollo de la
Historia como disciplina; en dicha intervención se destacan, entre otros aspectos, una serie de
afirmaciones muy potentes, como que: “para el saber histórico el testimonio cuenta”, frente a la
labor del historiador como aquel que, no sólo construye relatos, sino que, además, testimonia, el
historiador como aquel que da cuenta de las huellas, e incluso da testimonio de lo no vivido.
Esto, frente a esa hermosa tensión presente también en las ciencias humanas, cuyo peso recae en
la pretendida objetividad de las ciencias, incluso frente a la comprensión que “el hecho histórico
es una construcción y que el documento no es inocente”, desde sus orígenes, la Historia como
disciplina nos enseña cómo los seres humanos estamos repletos de subjetividades.
Frente a la propuesta de Joan Scott, en la sesión se discutió cómo esta perspectiva nos ubica
frente al problema del lenguaje humano, problemático, precisamente por mostrarnos cómo se da
la construcción del sentido, que conduce a la historia a encontrase de frente con la pregunta por
el sentido, la cual será fundamental para todo el desarrollo posterior de las ciencias humanas.
Además, en la sesión se tematizó cómo la historia ha generado una tensión entre las mujeres y las
diversas categorías de pensarlas, en los múltiples intentos de abordarlas; esta tensión es de orden
conceptual y metodológico, en la medida en que, según el texto, el género las reconoce, pero no
las nombra. La discusión llevó a la afirmación del concepto de género en un plano de
identificación histórica, mostrando que aunque siempre parezca algo coherente y establecido en
realidad es muy inestable. En el mismo sentido, se analizó que el género se encuentra en un
proceso de construcción constante, aunque siempre habrá símbolos disponibles que evoquen
múltiples representaciones.
En relación con las formas como se fue configurando la disciplina de la historia, en la sesión se
discutió sobre la tensión mencionada por Burke entre sociólogos e historiadores, y cómo al
respecto Fernand Braudel define esta actitud como un diálogo entre sordos. De igual manera, se
destaca en la sesión, cómo la sociología enfoca su estudio de la sociedad humana mediante el
análisis de sus estructuras y desarrollos, mientras que la historia ha basado sus abordajes de la
experiencia humana desde distintos enfoques espacio-temporales. Estas disciplinas han tenido
encuentros y desencuentros, aunque pudieran ser complementarias. Finalmente se concluye que
la discusión entre historiadores y sociológicos se torna entre un abordaje general y de lo
concreto, es decir, una tensión entre estructuralismo e historia de los Annales.
En la sesión se analizó cómo se encuentran distintas formas de configuración de la disciplina de
la historia, entre ellas se destaca la propuesta de Focault (1968), para quien desde el origen de las
disciplinas que pertecenen a las ciencias humanas puede encontrarse en el discurso que se
constituye en cada época, una serie de epistemes, asumidas como “cuerpo de conocimientos,
conjunto de discursos que toma por objeto al hombre con lo que tiene de empírico”.
Finalmente se evidenció cómo la dinámica epistémica de la última década del siglo XX, dio paso
en las formas como se fue configurando la historia como disciplina a la consolidación de la teoría
cultural, que en una crítica frontal al estructuralismo, entre otros aspectos, se ha constituido en la
historia del presente, asumiendo que todo trabajo se escribe en un presente. Además, esta
dinámica constituyó una revisión del modo en que actúa el poder en el modelo diádico de
conocimiento y de encontrar modos de ir más allá de su lógica positivista, estructuralista,
marxista y reduccionista, para incluir dentro de las formas como se fue tejiendo en la disciplina
de la historia el análisis los valores de ambivalencia e indeterminación, así como el rechazo de
las interpretaciones totalizadoras, lo cual requiere de una apertura al acto de interpretación y un
conocimiento de su provisionalidad por parte del historiador, pero también le exige reflexividad,
así como una conciencia crítica del contexto en el que está situado y del conocimiento que
genera.