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Estética I. Resumen del artículo realizado por la Dr.C.

Xiomara Romero Rojas

Pedro David Ortiz Ramirez Dirección de orquesta I año

En este material titulado “La antigüedad y los cimientos de las estética moderna” realizado
por la Dr.C. Xiomara Romero Rojas, dicha autora aborda lo relacionado con el surgimiento y el
establecimiento de los pilares fundamentales que dieron paso al desarrollo y luego
cristalización de la estética como disciplina y como pensamiento en la era moderna.

En este articulo el escritor nos plantea el desenvolvimiento de un pensamiento encaminado a


lo estético lo cual asocia al termino de bello, belleza o arte y que está estrechamente en
armonía con diversos factores físicos, anatómicos, proporcionales y hasta incluso matemáticos.
Si bien se expresa por dicha autora de que en la antigüedad no se puede mencionar un hacer
estético, es preciso señalar que gracias a ella las ideas, concepciones y principios
fundamentales se fueron erigiendo a través de esta.

Es justo señalar que el quehacer estético surge y se vincula estrechamente con la mitología,
con la religión y con la conciencia social que se manifiesta por razón de un principio divino, o
sea como un don o un regalo dado por los dioses a la humanidad. Así el pensamiento estético
se desarrolla en diferentes etapas de la antigüedad con diferentes ángulos, visiones y
concepciones y se trabajan diferentes conceptos y categorías como belleza, arte, creación
artística, representación, contemplación, mímesis o imitación, armonía, entre otros que dan un
mayor entendimiento a lo estético propiamente dicho como noción, afrontados todos estos a
través de diversos pensadores, pero esencialmente por los pitagóricos, Demócrito, Platón y
Aristóteles.

Los pitagóricos con sus concepciones acerca de las matemáticas y su búsqueda del equilibrio,
el balance, la armonía a través de los números. Repercutieron también en la diferenciación de
el mitos del logos ya que sus pensamientos giraban en torno a las concepciones acerca de la
naturaleza y a la perfecta armonía y la proporción humana, esta actitud de ellos contribuyó en
un sentido estético a determinados rasgos de universalidad del arte y perfección del mismo, y
he aquí donde surge la idea de la concordancia y armonía, la cual no era más que la
uniformidad y el balance de y entre sus partes que podía restaurar la armonía del alma del ser
humano.

Por otra parte Demócrito, quien bajo un matiz distinto estudió el arte de forma más descriptiva
que conceptual, considerándolo reflejo de la obra natural del hombre, basado en la naturaleza
y con un objetivo tendiente al placer. Abordaba de la mimesis que no era entendida más que la
imitación de la naturaleza por el arte y que a esto se refería en que el arte no debía más que
copiar a la naturaleza en sus maneras de obrar el mismo, imitando la naturalidad o el
procedimiento de lo original. También miro y desarrollo su concepción del arte como una vía
de placer el arte como una vía de placer y se trata de una declaración de conceptos como
placer, belleza, contemplación, alegría los cuales no están más que encaminados hacia una
búsqueda de los moral.

Platón fue uno de las muchas personas que abordaron los conceptos estéticos como centro de
sus múltiples reflexiones, sobre todo en los temas referidos al arte y la belleza. Entre otras
cosas en sus pensamientos se encontraba la reflexión acerca del arte como la capacidad de
hacer cosas por medio de la inteligencia, mediante el aprendizaje. Para él, el arte o téchne,
tiene una concepción general, es la capacidad creadora del ser humano; o sea entendía el arte
como destreza o habilidad, tanto en el ámbito material como en el intelectual. En otros
escritos trato el arte y lo dividió en habilidades adquisitivas y productivas. Introdujo también y
modifico el concepto de mímesis antes abordado por Demócrito, en donde para él las
imágenes son imitaciones de objetos reales, aunque sin desempeñar la misma función que sus
originales. Estas imitaciones pueden ser genuinas, siempre y cuando muestren relación con sus
mismas propiedades que su modelo; o aparentes si solo se parecen al original. De esta manera
Platón considera esta discrepancia difícil de dilucidar, ya que toda imitación debe por fuerza
ser diferente de su original en algún sentido, ya que si fuesen iguales e idénticas estuviésemos
en presencia de un objeto igual al representado. Para Platón todas las creaciones artísticas
tienen un carácter imitativo que las aleja de la realidad de las formas, las cuales tienen un
sentido despectivo, ya que son apariencias engañosas porque los artistas no representan las
cosas como son sino como aparentan.

La belleza la a bordo de diversas maneras, la aborda como una conveniencia que no es más
que la adecuación de la finalidad lo cual hace que un objeto determinado se encamine sobre lo
bello, o también la utilidad entrelazando la belleza con el bien y con la dimensión moral.
También manifiesta que el hombre tiene inclinación a la búsqueda de la perfección, de la
belleza y que las cuales se pueden alcanzar a través del amor, que no es más que una manera
de conocimiento, una fuerza que nos guía. Distinguía diferentes categorías de amor, ya que el
amor es la búsqueda de la belleza, donde también relaciona con la verdad y que desemboca
por el amor por la ciencia.

El concepto de belleza de Platón era muy amplio, abarcando tanto la belleza física como
espiritual, la moral y cognoscitiva, la belleza de los cuerpos, de los objetos artísticos, tanto
como la de colores, sonidos, leyes, actitudes morales, etc. Igualmente, relacionaba belleza con
bondad, que para él eran sinónimos.

Aristóteles se centró más en el terreno de la física, aplicando la lógica al estudio de la


naturaleza y del ser humano. Para él, la naturaleza tiene un germen que da pie a la forma y el
movimiento, que son las bases de la naturaleza. En el arte (cultura) el germen es el artista (el
hombre); así, distinguía naturaleza, de origen orgánico, de cultura, de origen psicológico,
buscaba una causa material en el origen de todo acontecimiento; después de la material viene
una causa eficiente o motriz y, por último, una causa formal.

La teoría estética de Aristóteles, provenía en buena parte de la obra de Platón, sobre todo en
el concepto de mímesis. Para Aristóteles, la belleza consistía en magnitud y orden, cuestiones
puramente físicas, y se encuentra en las proporciones perfectas, en la justa medida, en la
simetría. En su estudio de la tragedia –lamentablemente, la parte de la comedia se ha
perdido–, definió ésta con base en la mímesis, como imitación de una acción honrada y
acabada, que implica cierta magnitud, hecha en un lenguaje refinado, realizada por personajes
que actúan y que opera una purificación de las emociones o catarsis.

La función del arte imitativo es la de acabar y perfeccionar los productos de la naturaleza. Para
Aristóteles, el arte humaniza la naturaleza, magnificando la realidad. Así pues, la tragedia es un
proceso estético: de la mímesis, la imitación de la realidad y la producción creativa. Es una
operación moralizadora, de humanización de la realidad. La tragedia separa la realidad de la
ficción, pero también reconduce la ficción a la realidad, por medio de la catarsis; el primer
camino es estético, mientras que el segundo es ético. Para Aristóteles, la poesía trágica
responde a leyes psicológicas, que denomina conducta «universal», ya que responde a
criterios racionales de comportamiento del individuo, concepto que sentó las bases de la
teoría artística –sobre todo literaria– hasta la edad moderna.

El concepto de belleza de Aristóteles se desarrolló más ampliamente en la Retórica: es bello lo


que, por un lado, nos agrada y, por otro, lo que es valioso por sí mismo. Es decir, la belleza ha
de proporcionar placer, y ha de tener un valor intrínseco independientemente de su finalidad.
Para Aristóteles, la belleza es buena, aunque no todo lo bueno es bello; por otro lado, la
belleza es agradable, aunque no todo placer es bello. A su vez, la belleza ha de ser buena y
agradable a un mismo tiempo.

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