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Universidad Laica Eloy Alfaro De Manabí

Extensión Chone

Carrera:

Ingeniería Tecnología De La Información

Asignatura:

Deontología
Profesional
Tema:

Solidaridad profesional
Estudiante:

Jazmín Briceida Viejó Flecher

Docente:

Lcda. Dalila Alcívar Cedeño

Periodo:

2021
Introducción
SOLIDARIDAD. Es un término derivado del Derecho Romano, en el que la
“obligación solidaria” (in solidum) indicaba una obligación con pluralidad de sujetos pero
con identidad del objeto. Así, varios deudores o acreedores podían tener derecho a una
misma prestación pero sobreentendiéndose que cada uno respondía por todos “in
solidum.”

La progresión y el aumento de estos riesgos está teniendo consecuencias políticas y


económicas claras. Un primer efecto directo consistiría en la implementación de políticas
gubernamentales orientadas al control y a la reducción de los mismos, como consecuencia
directa de la mayor visibilidad que, para la opinión pública, tienen los problemas ambientales.
De la misma manera que, desde una perspectiva económica, podemos establecer un claro
paralelismo entre la teoría de la modernización ecológica y las nuevas estrategias
ecoproductivas. (Dukuen, 2016)

Solidaridad profesional
En la sociedad moderna las agrupaciones profesionales ya se han convertido en órganos
esenciales, que cada día se hacen más necesarios, exigiendo mayor autoridad
y autonomía para el desarrollo del bien común. (Recordemos lo expuesto en los
capítulos III y IV de la Primera parte). Pero la Profesión, (prestación de servicios o
producción de bienes) en tanto puede desempeñar la función orgánica que le ha
asignado la civilización moderna, en cuanto los profesionistas tienen conciencia de que
deben ser una institución disciplinada y organizada por el vínculo del deber, y sienten la
responsabilidad de ese deber (in solidum), hasta el punto de convertirlo en virtud.
A. SENTIDO INSTITUCIONAL. No es difícil entrever en la actividad profesional todo
un estilo de claridad, de serena seguridad, de cortés desenvoltura, de energía
generosa, conciencia iluminada, voluntad eficiente y honesta libertad que debe
cualificar y caracterizar el grupo constituido en organismo indispensable del
bienestar colectivo.
Desde el punto de vista institucional, la solidaridad requiere de todos los
miembros de una profesión esta unidad y organización, que es condición de eficiencia y
bienestar colectivo.
Para que esta solidaridad sea una realidad viva y operante en el cuerpo social,
es indispensable que entre los profesionistas haya unión, mutua ayuda, estatuto
jurídico, jerarquía de los bienes y servicios, responsabilidades y frutos. Para lo cual se
necesita que exista en forma permanente:
a) La suficiente personería civil que consagre los derechos de poseer, adquirir, y
actuar judicialmente ante los Tribunales en representación de los intereses
profesionales, ya sean comunes de la profesión, ya sean de cada uno de sus
miembros.
b) La posibilidad que tienen todos los sindicatos, de socorro mutuo, de retiro o
jubilación, de subvencionar cooperativas, de organizar servicios de compras en
común, de promover cursos profesionales de perfeccionamiento; siempre que
tales iniciativas no se vicien con el fin mercantilista de “realizar ganancias”.
c) La facilidad de cumplir con su misión social, que ya dijimos es orientadora,
educadora, organizadora y constructora del porvenir.
B) SENTIDO MORAL. La solidaridad comienza a ser genuina cuando está inspirada
por la ley moral de la caridad. La que procede exclusivamente del espíritu
corporativo, comienza a languidecer cuando reverdecen los motivos e intereses
personales. Si desciende de la presencia de un perjuicio o peligro común, se extingue
apenas cesa el perjuicio o el peligro. Si está ligada a factores emotivos, adquiere
automáticamente el carácter variable y efímero de esos factores.
La solidaridad debe cultivarse enérgicamente, como educación, especialmente desde la noble
eminencia de las cátedras universitarias, para que pueda luego vitalizarse con la virtud de la
caridad. La misma caridad necesita de otras virtudes que la sostengan en su pureza
moral: necesita suficiente generosidad y desprendimiento del corazón, para ser libre;
humildad, para ser nítida y resistente; prudencia, para no ser torpe; sencillez, para ser
accesible. (Gutiérrez Sáenz, 1993)

El contexto: la sociedad de riesgo


la modernidad, nace de un sistema de seguridades regida por la tradición y avanza hacia la
creación de un mundo de incertidumbres. Por una parte, al librarse de las restricciones de la
sociedad tradicional pone a sus miembros en la situación de tomadores de riesgos, en la
medida en que los diversos aspectos de la vida social son producto de toma de decisiones y
no obra de un destino asumido. Por otra parte, la irrupción de la ciencia y la tecnología en
los diversos aspectos de la vida social y particularmente de la vida familiar e individual, lleva
hasta esos confines las consecuencias negativas de muchos de sus productos. La ciencia y la
tecnología abren el abanico de las opciones, pero también amplían el espectro de los peligros
implícitos en esas opciones. El autor señala la interconexión existente entre los diversos tipos
de riesgos que caracterizan al momento actual: riesgos ecológicos que repercuten en el
mundo financiero, en la moral social y en el mundo de la política. Todo intento por controlar
y moldear el futuro, es decir, toda actividad constructora de riesgos trae consecuencias no
deseadas o negativas sobre el propio orden social.

Conclusión
El profesionista que, al fin y al cabo, es el protagonista de la solidaridad como virtud, sabe
perfectamente que no se puede alimentar ni con la utilidad, ni con el bienestar, y menos aún
con el dominio o el terror. Resulta demasiado claro que ningún instrumento político o jurídico
puede garantizar la solidaridad. La única garantía de que dispone el género humano es la
virtud de la caridad, porque es la única que puede convertir la unión corporativa de la
solidaridad en concordia perdurable de las almas.

Bibliografía
Dukuen, J. y. (2016). Solidaridad, esquemas morales y dispoiciones políticas.
Gutiérrez Sáenz, R. (1993). Introducción a la Etica . México: Editorial Esfinge.

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