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Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad No 226,

>  Coyuntura marzo-abril de 2010, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>.

Terremoto en Haití: las causas persistentes


de un desastre que no ha terminado
Luis Rolando Durán Vargas

El 12 de enero de 2010 un terremoto de 7 grados en la escala de


Richter dejó la capital de Haití bajo los escombros, con un saldo
de más de 200.000 muertos. La infraestructura del gobierno central
y los gobiernos locales quedó completamente colapsada. El artículo
sostiene que las verdaderas causas del desastre no deben buscarse
en el movimiento sísmico sino en las condiciones socioeconómicas
extremas, las aglomeraciones urbanas, los estilos precarios de
construcción, la degradación ambiental, la debilidad del Estado
y las presiones internacionales. En suma, en la histórica exclusión y
pobreza. Por eso, además de la necesaria solidaridad, América Latina
debe aprender las lecciones que deja la catástrofe de Haití.

■■ El peor escenario posible millones quedaron en la calle. El


centro de comando de la Misión
El 12 de enero de 2010 la capital de Estabilización de las Naciones
de Haití quedó bajo los escombros. Unidas (Minustah) también colap-
En pocos segundos, un movimien- só, dejando sin cabeza a la fuerza
to sísmico de 7 grados en la escala de de militares de múltiples banderas
Richter dejó el 65% de las construc- que operaba en el país.
ciones en la zona metropolitana de
Puerto Príncipe-Pétionville totalmen- El presidente, René Préval, vio cómo
te colapsadas o con un alto grado de el Palacio de Gobierno, para muchos
destrucción. Más de 200.000 perso- emblema de la añorada belleza que
nas perdieron la vida y más de dos un día tuvo la ciudad, se hundía de

Luis Rolando Durán Vargas: investigador costarricense, por más de 30 años ha trabajado en
temas de reducción del riesgo de desastre en todos los países de América Latina y el Caribe y en
la región subsahariana. Ha sido consultor en Haití durante 12 años.
Palabras claves: sismo, desastre, desarrollo, Haití.
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repente. El primer ministro, Jean- internos, que hoy nadie sabe adónde
Max Bellerive, salió a recorrer la ciu- y en qué condiciones están, ni en qué
dad para evaluar el daño subido a un medida se han llevado consigo, entre
mototaxi, con el cual fue a buscar a sus ropas, el riesgo del que huyen,
los funcionarios del gobierno para con sus necesidades perennemente
iniciar las tareas de coordinación de insatisfechas.
la crisis. El Palacio de los Ministros
colapsó, las oficinas de la Protección El desastre en Haití es una población
Civil quedaron inservibles y su per- mayoritariamente pobre que hoy se
sonal fue privado de los mínimos encuentra en las peores condiciones
medios de coordinación, igual que de inseguridad, condiciones que an-
los alcaldes de las comunas afectadas tes del sismo caracterizaban sobre
y los responsables locales de protec- todo las zonas de exclusión más vio-
ción civil. Por la hora del sismo (poco lenta de los asentamientos precarios
antes de las cinco de la tarde), una de Carrefour Feuilles, Bel Air o Cité
gran cantidad de funcionarios im- Soleil, entre otros. Hoy, miles de per-
portantes se encontraba aún en sus sonas que luchaban diariamente por
centros de trabajo; muchos perdieron alejarse de esa realidad de espanto
la vida. se encuentran sumidas en ella, en la
marginalización extrema, la insalu-
En resumen, el peor escenario posi- bridad y la intemperie; la desespe-
ble: un desastre de proporciones su- ranza de quienes tocan fondo.
perlativas que afectó de lleno al cen-
tro del poder. La misma información científica sir-
ve para constatar estas aseveracio-
■■ Las causas subyacentes y el nes: en la historia reciente, pocos
verdadero desastre eventos sísmicos de una escala simi-
lar habían provocado una cantidad
Pero el desastre en Haití no fue el de muertos y daños tan importantes
movimiento sísmico. El verdadero como los que acontecieron en Haití.
problema no fue una falla que se mo- Los efectos del sismo superaron los
vió lateralmente y que con toda cer- de todos los terremotos que se han
teza lo seguirá haciendo en los próxi- registrado desde 1900, aun aquellos
mos meses y años. La catástrofe son que registraron magnitudes mucho
los dos millones de personas que mayores. La información científica,
deambulan por las plazas y calles aún en proceso de estudio, indica
y que viven en espacios precarios que la liberación máxima de energía
superpoblados, con escasos medios del terremoto estuvo orientada hacia
de protección contra la intemperie. las zonas de Léogane, Petit Goâve y
Es el medio millón de desplazados Grand Goâve, hacia el suroeste de
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Terremoto en Haití: las causas persistentes de un desastre

Puerto Príncipe, mientras que la ciu- sintetiza en el gráfico de la página si-


dad estuvo sometida a una descarga guiente y que en el caso haitiano dio
de energía sensiblemente menor. Los como resultado un complejo y eleva-
especialistas coinciden en que la in- do riesgo de desastre.
tensa destrucción tiene más que ver
con la densidad urbana y el modo de El nexo entre pobreza y riesgo es más
construcción de viviendas que con la que evidente en Haití. Las cifras son
distribución de la energía sísmica1. elocuentes. Haití es el país más pobre
del continente: 80% de su población,
Por eso, entender las razones que antes del sismo, sobrevivía con me-
han generado estos efectos permitirá nos de dos dólares al día. El entorno
comprender mejor lo que sucedió en está degradado a niveles impresio-
Haití, identificar sus causas y anali- nantes, con solo 2% de cobertura fo-
zar hasta qué punto su población se restal y con procesos galopantes de
encuentra hoy en un riesgo mayor al erosión y pérdida de tierras cultiva-
del pasado. La clave es el desarrollo. bles. La principal fuente de energía
El Informe de evaluación global sobre la es el carbón vegetal, y hasta el mo-
reducción del riesgo de desastres seña- mento prácticamente ningún inten-
la que «los países más pobres se ven to de frenar la deforestación ha sido
afectados por riesgos de mortalidad exitoso. La escasa rentabilidad en la
y de pérdidas económicas en grados agricultura y la baja competitividad
desproporcionadamente más eleva- de sus productos de exportación, da-
dos si se los compara con niveles si- das la inequidad de los aranceles y la
milares de exposición a amenazas». injusta protección en los países desa-
El informe incluye «estudios de caso rrollados, generan un elevado flujo
en ciudades concretas que indican migratorio, de unas 75.000 personas
que tanto la incidencia de desastres al año3, hacia las ciudades, donde se
como las pérdidas se vinculan con registra una urbanización caótica y
procesos que hacen que aumente la desenfrenada, con procesos de cons-
exposición de las personas pobres a trucción anárquicos y sin ningún
amenazas, como por ejemplo la ex-
pansión de asentamientos informales
1. Entrevistas del autor con equipos científicos
en zonas propensas a amenazas»2. en Puerto Príncipe y Léogane. Reporte aún en
proceso.
2. Estrategia Internacional para la Reducción
No es la amenaza física, en este caso de los Desastres: Informe de evaluación global
la actividad sísmica, lo que determina sobre la reducción del riesgo de desastres, onu,
Ginebra, 2009.
la magnitud de la catástrofe, sino la ex- 3. Programa de las Naciones Unidas para el
posición de los grupos sociales. Esto es Desarrollo (pnud): Plan Cadre des Nations Unies
pour l’Aide au Développement, undaf 2009-2011,
resultado de la estrecha relación en- 2009, < www.ht.undp.org/public/publication
tre pobreza y vulnerabilidad, que se details.php?idpublication=1>
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Gráfico

Nexo entre riesgo de desastres y pobreza

Factores globales
Desarrollo económico Cambio Gobernanza débil
y urbano climático y capacidades
no equilibrado endógenas limitadas

Factores Riesgo intensivo Impactos de


subyacentes Grandes concentraciones poblacionales los desastres
del riesgo y activos económicos vulnerables expuestos Elevado índice
Gobernanza a amenazas extremas de mortalidad
urbana y local y pérdidas
deficiente económicas
Medios Riesgo extensivo Daños a
de vida viviendas,
Exposición geográficamente dispersa
rurales infraestructura
de poblaciones y activos económicos
vulnerables local, ganado
vulnerables expuestos a amenazas
de intensidad baja o moderada y cultivos
Declive de los
ecosistemas

Falta de acceso
a la transferencia Riesgo cotidiano Consecuencias
del riesgo Hogares y comunidades expuestos a para la
y la protección inseguridad alimentaria, enfermedad, pobreza
social delincuencia, accidentes, contaminación Impactos
y falta de saneamiento y de agua potable de corto
y largo plazo
en ingresos,
consumo,
Pobreza bienestar
Pobreza económica y otros factores de pobreza e igualdad
como falta de poder, exclusión, analfabetismo
y discriminación. Oportunidades limitadas
de acceso a movilización de activos.

Fuente: Estrategia Internacional para la Reducción de los Desastres: ob. cit.

control. Los cerros de la ciudad esta- unas encima de las otras. Muchos
ban cubiertos de pequeñas viviendas edificios de más de cinco pisos, pro-
construidas en un cemento pesadísi- ducto de incipientes procesos de in-
mo y de mala calidad, aglomeradas versión extranjera, comenzaban a
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alterar el paisaje urbano, la mayoría estaban en la superficie y siguen ahí,


de los cuales también se vio afectada ancladas en el desarrollo histórico,
por la mala calidad de su construc- la exclusión y la configuración espa-
ción4. Por otra parte, Haití cuenta con cial del área metropolitana de Puerto
un Estado débil, permanentemente Príncipe y Pétionville.
afectado por crisis políticas y conflic-
tos, muchos de ellos determinados ■■ El contínuum del riesgo en Haití:
por intereses extranjeros, que gene- una vulnerabilidad acrecentada
ran condiciones de escasa gobernabi- y una población en perenne
lidad y corrupción. búsqueda

Pero, más allá de este panorama ge- En los próximos días, cuando se des-
neral, hay que distinguir los facto- peje el polvo de los bulldozers que
res globales y subyacentes del ries- han comenzado a remover los escom-
go, cuya configuración se analiza en bros de la ciudad, quedará esa colec-
el gráfico. En primer lugar, el riesgo ción de causas y factores de riesgo. Se
cotidiano (la población expuesta a la trata de condiciones que ya existían
inseguridad alimentaria, enfermeda- antes del desastre, pero que se han
des, delincuencia, etc.) que afectaba a exacerbado a niveles aún no estima-
una abrumadora mayoría de haitia- dos. Si se considera el riesgo como
nos. Paralelamente, un riesgo exten- algo dinámico y cambiante, es pre-
sivo, que también afectaba a la pobla- ciso tomar en cuenta que, en el caso
ción más dispersa, exponiéndola a haitiano, la noción de contínuum en
miles de impactos de pequeña esca- el proceso de acumulación de riesgo
la, pero altamente significativos para es especialmente relevante. El ries-
sus medios de vida. Fue este riesgo go secundario que se genera sobre
extensivo, presente en toda la zona las condiciones preexistentes pasa
rural, el que generó una presión per- a alimentar el riesgo que ya existía,
manente sobre los centros urbanos, acrecentándolo5.
con altas tasas de inmigración, que
elevaron la densidad urbana y la ex- En ese sentido, podemos afirmar que
posición al desastre. Y, por último, el la vulnerabilidad de la población se
riesgo intensivo, que se ha hecho ma- ha incrementado por cuatro razones
nifiesto en la zona metropolitana de fundamentales. En primer lugar, por
Puerto Príncipe, con las característi-
cas extremas que ya se han visto.
4. Ibíd.
5. Allan Lavel: La gestión local del riesgo: Nocio-
Claramente, el desastre que se inició nes y precisiones en torno al concepto y la práctica,
Cepredenac / pnud, Guatemala, 2003, disponi-
el 12 de enero a las 16:53 no se gene- ble en <www.crid.or.cr/cd/cd_Inversion/pdf/
ró en el subsuelo haitiano: la causas spa/doc15783/doc15783-contenido.pdf>.
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los efectos físicos producidos por el La cercanía de las lluvias y de la es-


movimiento sísmico, con toneladas tación de huracanes, en un contexto
de materiales caídos, un incremen- de fragilidad extrema como el que
to en el potencial de avalanchas y hoy se vive en el país, exige una
la afectación o activación de movi- acción decidida, rápida y eficiente
mientos de tierra, desestabilización por parte del gobierno haitiano, la
de laderas y deterioro de cuencas ya sociedad civil y la cooperación in-
gravemente afectadas. En segundo ternacional. Precisamente, el grado
término, el riesgo se potencia por la de extensión de la vulnerabilidad
movilización de más de medio mi- requiere una acción de alta inten-
llón de personas hacia zonas alejadas sidad que supera las capacidades
de la ciudad. Se trata, en su mayoría, del gobierno y los cooperantes. La
de áreas vulnerables a las inundacio- sociedad civil organizada y las or-
nes y al impacto de los huracanes. ganizaciones no gubernamentales
La población expuesta aumenta y, que operan en Haití conocen a su
por lo tanto, las capacidades y la re- población y su cultura y deben ju-
siliencia se reducen. En tercer lugar, gar un rol preponderante en las ac-
hay que señalar el hacinamiento de ciones por implementar.
los centros de refugio y albergues, en
su mayoría improvisados, que gene- Mientras tanto, la población haitiana
ra altos niveles de riesgo social para se levanta, actúa y resuelve. La re-
las personas, principalmente para las construcción ya comenzó, al margen
mujeres y los niños. Finalmente, el de la gran ciencia o de la burocra-
deterioro de la condiciones socioeco- cia nacional e internacional. La gen-
nómicas y ambientales homogeneiza te no esperará la firma de un acuer-
hacia abajo la vulnerabilidad de una do, la renegociación de un préstamo
inmensa mayoría de la población en o las rondas inacabables de discu-
la región metropolitana de Puerto sión y consenso para volver a rein-
Príncipe-Pétionville. ventar su vida y buscar el bienestar
de sus familias. Se inician pequeños
En muchas zonas ya se ha reporta- negocios en los centros de refugio;
do un menor acceso al agua debido alguien encontró un modo de al-
a la afectación de las fuentes por el quilar electricidad para cargar celu-
sismo; pequeñas lluvias han genera- lares, una joven instaló una sala de
do anegamientos en las zonas de al- belleza, grupos pequeños comienzan
bergue y un deslizamiento destruyó a comerciar con los escombros, otros
una escuela, con un saldo de cuatro limpian terrenos contratados por los
niños muertos. Todo esto sugiere el dueños, que no pueden esperar a las
desarrollo inmediato y creciente de grandes máquinas. El pueblo de Hai-
factores de riesgo secundario. tí se levanta.
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■■ Enseñanzas de la catástrofe des enfrentan diariamente escenarios


dramáticos de riesgo concentrados en
El terremoto en Haití debe dejar mu- sectores de la población que han su-
chas enseñanzas y encender muchas frido una exclusión histórica, muchas
luces rojas. Debe alertarnos ante la veces centenaria, con una vulnerabi-
incesante acumulación de riesgo en lidad que se refleja en dinámicas so-
las ciudades de América Latina y del ciales y políticas desatentas y urgidas
Caribe, ciudades que reciben perma- más por la acumulación y el desarro-
nentemente a miles de inmigrantes llo de los macroindicadores que por
sin la adaptación necesaria para ofre- las necesidades específicas de quienes
cer condiciones adecuadas de segu- menos posibilidades tienen. Es el fra-
ridad; ciudades que, en general, no caso de Copenhague, es el comercio
incluyen en sus mecanismos de pla- desigual que empuja a las sociedades
nificación criterios sólidos para redu- a carcomer poco a poco el suelo que
cir el riesgo y que carecen de una es- les da sustento. Ahí está el desastre de
trategia para enfrentar una catástrofe Haití: esa lección debería ser el aporte
que comprometa el centro de poder y indeleble del dolor de tanta gente.
lo deje en la calle, sin saber qué hacer,
como sucedió en Haití. Pero Haití es también un país que
sonríe en su dolor, que siempre ha
Pero el desastre en Haití enseña sobre enseñado sobre resiliencia, sobre
todo que el riesgo no es algo que se la capacidad de reponerse y seguir
crea en un minuto devastador, no es adelante. Hoy, la comunidad inter-
la casualidad súbita de una inversión nacional y sus políticos enfrentan
de temperaturas y el calor del agua el reto de contribuir a la capacidad
que mueve un huracán, o la fuerza de un pueblo con buenas decisiones,
acumulada durante años que se libe- con inversión oportuna, con ideas
ra de pronto, sacude y licua los sue- que tienen que ser concebidas sobre
los, la infraestructura y los sueños de la base del respeto y la comprensión.
bienestar de miles de familias. Por eso, además de la necesaria soli-
daridad, América Latina debe mirar
La tragedia de Haití muestra, de ma- en la catástrofe en Haití su propio
nera extrema, que nuestras socieda- reflejo.

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