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Reporte de lectura

Existe un modelo de Estado-nación, conformado en Europa y que será adoptado por


América Latina, esta segunda aplica criterios de unificación y de homogenización que se
verán reflejadas en una preocupación por juntar, confrontar y enriquecer las maneras de
encarar la producción visual latinoamericana, trazando cronologías que son aparentemente
compatibles, donde se señalan periodos, factores políticos e históricos que juegan un papel
importante en la definición de lo latinoamericano.

Para nosotros como historiadores del arte, el problema consiste en cómo definir y trasladar
un concepto de territorio (escenario de afinidades históricas y sociales) al campo cultural.
Lo latinoamericano en el arte se ha ido estructurando como una multiplicidad de conceptos,
cada país cuenta con sus dos etapas características: la colonial y la republicana (Acha [1994]
1993, páginas 101-105). Pero cada uno de esos procesos recibirá un fuerte impulso a partir de
los movimientos/luchas independentistas y su emergencia como un Estado políticamente
autónomo, lo mismo sucede con el arte. (Acha [1994] 1993, página 106)

Los artistas de los primeros tiempos independientes no salen de los talleres coloniales, sino
de las academias europeas, porque es en Europa donde se piensa que se “forma”, adoctrina,
estudia y se manifiesta el verdadero Arte (Acha [1994] 1993, página 111). Para que más
adelante estos mismos artistas registren y legitimen en imágenes todo lo relacionado con la
fundación de una nueva nacionalidad. Por lo que surgen propuestas de reformular, desde un
punto de vista cultural , las artes plásticas latinoamericanas en las distintas republicas.

Esta conexión que se forma de las artes plásticas latinoamericanas con las identidades
nacionales alcanza su punto crítico a finales del XIX. En el que muchas veces los artistas
llegan a coincidir con literatos en el compromiso de fijar los rasgos constitutivos de la
identidad nacional siempre estando dentro de los limites nacionales (Acha [1994] 1993,
páginas 110-113). Del mismo modo, algunos medios masivos procuran dar a las
manifestaciones populares un sello “nacional” a través de la litografía, fotografía, radio y
cine. (Acha [1994] 1993, página 109)
Hasta avanzados los años cincuenta se hablará más bien de arte Hispanoamericano. El
reflexionar sobre identidad o modernidad, lo nacional y lo europeo, en realidad son también
otra forma de analizar el papel que desempeña el nacionalismo, que parte del
reconocimiento de la existencia de una nación latinoamericana.

Como se ha podido apreciar, los rasgos distintivos de la identidad cultural latinoamericana,


han variado en sus atribuciones, históricas e ideológicas. Podemos encontrar teóricos, cuyas
investigaciones en la historia del arte latinoamericano tienen un gran peso como son Néstor
García Canclini o Juan Acha, este último reflexiona sobre el lugar de la producción artística
latinoamericana dentro del panorama occidental. Reúne y analiza las características de está
producción desde la época Colonial hasta la consolidación de las repúblicas. (Acha [1994]
1993, páginas 101-116)

Lamentablemente como hemos podido observar en este breve reporte existe una tendencia a
analizar los distintos movimientos de acuerdo a una visión del arte europeo, que podríamos
considerar como una supremacía occidental.

Bibliografía

I. Acha, Juan.[1994] *1993. “Capitulo 3. La Independencia y consolidación 1810-


1920”. En Las culturas estéticas de América Latina. (México: UNAM, 1993): 101-
116.

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