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Guerrero Johan Deber6 s8p1
Guerrero Johan Deber6 s8p1
Tema:
Fuerzas de Van Der Walls
Movimiento Browniano
Hidrólisis de los coagulantes
Adsorción
Acción de barrido
Se sabe cómo fuerzas de Van Der Waals o relaciones de Van Der Waals a un cierto tipo de
fuerzas intermoleculares atractivas o repulsivas, diferentes de esas que producen los enlaces
atómicos o la atracción electrostática entre iones y otras moléculas. (Raffino, 2020)
La polaridad química es una propiedad de las moléculas que tienden a dividir las cargas
eléctricas en su composición. Es una propiedad bastante relacionada con las fuerzas
intermoleculares, con la solubilidad y con los aspectos de fusión y ebullición. (Raffino, 2020)
Moléculas polares: Permanecen formadas por átomos con electronegatividad bastante distinto.
El átomo con más electronegatividad interesa los electrones del enlace y queda con una
densidad de carga negativa sobre él. (Raffino, 2020)
Cuando se encuentran a una distancia moderada, las moléculas se atraen entre sí pero, cuando
sus nubes electrónicas empiezan a solaparse, las moléculas se repelen con fuerza. (Corzo, 2016)
El término "fuerzas de Van Der Waals" engloba colectivamente a las fuerzas de atracción entre
las moléculas. Son fuerzas de atracción débiles que se establecen entre moléculas
eléctricamente neutras (tanto polares como no polares), pero son muy numerosas y desempeñan
un papel fundamental en multitud de procesos biológicos. (Corzo, 2016)
Fuerzas dipolo-dipolo (también llamadas fuerzas de Keesom), entre las que se incluyen
los puentes de hidrógeno
Fuerzas dipolo-dipolo inducido (también llamadas fuerzas de Debye)
Fuerzas dipolo instantáneo-dipolo inducido (también llamadas fuerzas de dispersión o
fuerzas de London) (Corzo, 2016)
Movimiento Browniano
En determinadas ocasiones una gota de agua puede quedar atrapada en un fragmento de roca
ígnea durante su solidificación. El botánico escocés Robert Brown descubrió una gota así en
un trozo de cuarzo a principios del siglo XIX.
El agua, pensó, tenía que haber permanecido aislada durante siglos del polen y de las esporas
transportadas por el viento y la lluvia. Pero al enfocarla en un microscopio observó trazas de
minúsculas partículas suspendidas en ella que oscilaban sin cesar con un movimiento
completamente irregular. (Lavenda, 2019)
Este movimiento le resultaba familiar a Brown: había observado antes semejante tipo de
oscilaciones en sus estudios de granos de polen en agua.
El nuevo experimento, sin embargo, invalidaba la explicación que hasta entonces había
propuesto: "La vitalidad se mantiene por largo tiempo después de la muerte." Brown concluyó
con razón que la agitación de las partículas atrapadas en el interior del cuarzo tenía que ser un
fenómeno físico y no biológico, pero no pudo llegar a mayores precisiones. (Lavenda, 2019)
Los principales coagulantes utilizados para desestabilizar las partículas y producir el floc en
agua son:
Sulfato de Aluminio.
Aluminato de Sodio.
Cloruro de Aluminio.
Cloruro Férrico.
Sulfato Férrico.
Sulfato Ferroso.
Polielectrolitos (Como ayudantes de floculación).
Siendo los más utilizados las sales de Aluminio y de Hierro; cuando se adiciona estas sales al
agua se producen una serie de reacciones muy complejas donde los productos de hidrólisis son
más eficaces que los iones mismos; estas sales reaccionan con la alcalinidad del agua y
producen los hidróxidos de aluminio o hierro que son insolubles y forman los precipitados.
(ACOUA, 2020)
Cuando una sal de aluminio se agrega al agua, se desencadena una serie de reacciones con la
alcalinidad, el agua y los iones presentes en ella, de acuerdo con procesos de hidrólisis y
polimerización.
El pH del agua es de vital importancia para establecer la carga media de los productos de las
hidrólisis, y por consiguiente es significativo en la determinación de la velocidad de la
coagulación. (Murillo, 2011)
La coagulación y la floculación tienen lugar en sucesivas etapas, de forma que, una vez
desestabilizadas las partículas, la colisión entre ellas permita el crecimiento de los
microflóculos, apenas visibles a simple vista, hasta formar mayores flóculos. Al observar el
agua que rodea a los microflóculos, ésta debería estar clara; si esto no ocurre, lo más probable
es que todas las cargas de las partículas no han sido neutralizadas y por tanto la coagulación no
se ha completado, en este caso será necesario añadir más coagulante. (Lorenzo, 2006)
Formación de polímeros
Son polímeros de alto peso molecular, naturales o sintéticos. Contienen unidades de bajo peso
molecular combinadas químicamente para formar una molécula de tamaño coloidal en las que
cada una de ellas tiene una o más cargas o grupos ionizables. (Pérez, 2018)
Cuando hay interacción entre las superficies de dos partículas recubiertas por polímeros que se
encuentran próximos, la repulsión entre ellas puede ocurrir de dos formas. En una de ellas, con
la colisión entre las partículas, cada capa de polímero puede ser comprimida, lo que reduce el
volumen disponible para las moléculas adsorbidas y restringe el movimiento de los polímeros
y causa, asimismo, la repulsión entre las partículas. En casos más frecuentes las capas
adsorbidas se intercalan, lo que aumenta la concentración de los segmentos de los polímeros
en esa región; si los segmentos extendidos de los polímeros fueran fuertemente hidrofílicos,
ocurre preferentemente la reacción entre ellos en el agua, y tienden a repelerse. En las aguas
naturales las sustancias húmicas, que son polímeros aniónicos, pueden ser adsorbidos en la
interfaz sólido-líquido y contribuir a la estabilidad por efectos estéricos. (Barrenechea, 2019)
Acción de Barrido
Debido a que la distancia entre las partículas es mayor, las fuerzas de atracción son menores y
se requiere mayor cantidad de coagulante y energía para desestabilizarlas, lo que aumenta la
potencial zeta y el tiempo de reacción, que puede llegar hasta 7 segundos. (Barrenechea, 2019)
CONCLUSIONES
Para que el tratamiento de aguas residuales y aguas destinadas al consumo humano sea eficaz,
es necesario conocer las propiedades químicas y físicas del agua a ser tratada.
No existe una regla que le permita inferir de antemano qué coagulantes y cuáles darán los
mejores resultados, por lo que las pruebas de laboratorio siempre son recomendables.
REFERENCIAS