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Defender la vida y la verdad

DEFENDER LA VIDA, LA CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA


CONOCER LA VERDAD
CIUDAD DEL VATICANO, 24 OCT 1998 (VIS).-Los obispos de Nueva
Inglaterra
fueron recibidos esta mañana por el Santo Padre con motivo de su
visita
"ad
limina". El Papa les habló sobre la necesidad de defender la vida,
especialmente el derecho a la vida de los no nacidos, y sobre la
necesidad
de defender también "la capacidad de la razón humana de conocer la
verdad".
Juan Pablo II subrayó que mientras nos acercamos al nuevo milenio,
"necesitamos meditar profundamente sobre los signos de una nueva
crisis
espiritual, cuyos peligros son evidentes no solo a nivel personal, sino
que
conciernen a la civilización misma. Si esta crisis se agudiza, el
utilitarismo reducirá cada vez más los seres humanos a objetos
manipulables. Si la verdad moral revelada en la dignidad de la persona
humana no disciplina y dirige las explosivas energías de la tecnología,
a este siglo de lágrimas seguirá una nueva era de barbarie, en lugar de
una
primavera de esperanza".
"Porque la crisis espiritual de nuestros tiempos es de hecho una huida
del misterio trascendente de Dios, es al mismo tiempo una huida de la
verdad sobre la persona humana, la más noble creación de Dios sobre
la
Tierra. La cultura de nuestros días busca construir sin hacer referencia
al
arquitecto".
Subrayó que el mayor contraste entre la visión del Evangelio y la
cultura
contemporánea está "en el dramático conflicto entre la cultura de la
vida y
la cultura de la muerte". Agradeció a los obispos "su liderazgo en
defensa
de la vida humana", y señaló que "subrayan correctamente la prioridad
que
debe darse al derecho fundamental a la vida de los no nacidos".
Sobre la cuestión del conocimiento de la verdad, Juan Pablo II
observó:
"La violenta historia de este siglo se debe en no pequeña medida al
cierre
de la razón a la existencia de la verdad última y objetiva. El resultado
ha
sido el escepticismo y el relativismo extendidos. Aseguró que con su
última
encíclica "Fides et Ratio", desea "defender la capacidad de la razón
>humana
para conocer la verdad. (...) Mucha gente ha sido llevada a creer que
las
únicas verdades son las que se pueden demostrar mediante la
experiencia
o
la experimentación científica. (...) Una de las muestras más llamativas
de
la actual falta de confianza en la verdad es la tendencia de algunos a
contentarse con verdades parciales y provisionales".
"Si la razón -dijo el Santo Padre- no puede alcanzar verdades últimas,
la
fe pierde su carácter razonable e inteligible, y se reduce al campo de
lo
indefinible, lo sentimental y lo irracional. El resultado es el
fideismo.
Desligada de su relación con la razón humana, la fe pierde su validez
pública y universal, y queda limitada a la esfera privada y subjetiva.
Al
final, la fe teológica queda destruida".
El Papa pidió a los prelados estadounidenses: "Haced todo lo que
podáis
para elevar el nivel de la reflexión filosófica y teológica, no sólo en
los
seminarios y en las instituciones católicas, sino también entre los
intelectuales católicos y entre todos aquellos que buscan una
comprensión
más profunda de la realidad. (...) La fe y la razón en cooperación
manifiestan la grandeza del ser humano. (...) La larga tradición
intelectual de la Iglesia nació de su confianza en la bondad de la
creación
y en la habilidad de la razón para alcanzar verdades metafísicas y
morales".
Juan Pablo II expresó su gratitud a los obispos "por la comunión
>espiritual, solidaridad y apoyo que habéis mostrado durante los 20
años
de
mi pontificado".
AL/VIDA:FE:RAZON/EE.UU. VIS 981026 (600)

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