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corriente de cebado es muy débil. Por ello, la dv/dt que soporta el tiristor depen
de de la tensión final de ánodo: un determinado tiristor que no admita más que
5 0 V /p s para una tensión final de 5 0 0 V admitirá 100 V /p s cuando la tensión
final sea de 3 0 0 V (fig. 4- 18) .
dv_
di
% de la tensión
dv 300
directa en el estado 75
de bloqueo 50
Qt'yZUO 25
160
'•FTT
Fig. 4-16. — Limite de la deri Tiempo
vad a de tensión directa que no
provoca c e b a d o en los C 35. 120
60
Fig. 4 - 1 7 . — Influencia de la
polarización negativa so b re un
tiristor de aleación (sin corto
circuito de emisor).
V
500
Ceba do *
400 A
/
1C
/
Fig. 4-18. — Ensayo d e dv/dt:
el tiristor c e b a a 5 0 V/ps c u a n 300 L\ /
do la tensión final e s de 5 00
volt, m ientras que cu a n d o e s ta
200
/ <
ten sió n e s de 3 0 0 V el tiris \
tor so p o rta 100 V/ps. / 5 s
100
/ /
/
)
V
10 12
Mji »)
52 TIRISTORES Y TRIACS
9. Influencia de la temperatura
0,5 1 2 3 4
C aíd a máxima d e ten sió n en e l tiristo r (V f u ) V
E L TIRISTOR E N CO N M U TA C IÓ N 53
olvidar que el nivel energético a partir del cual se efectúa la elevación de la tem
peratura de la unión viene fijado por la tem peratura ambiente. Por consiguiente,
la tem peratura de unión puede alcanzar valores relativamente elevados, sobre todo
si tenemos en cuenta que las tem peraturas ambientes industriales suelen ser, con
bastante frecuencia, del orden de los 5 0 ó 6 0 ° C.
Los fabricantes suelen dar unas familias de curvas que indican la potencia
media disipada por un cierto tiristor, en función del ángulo de conducción (cuyo
significado veremos más adelante), cuando se trabaja en régimen senoidal (frecuen
cia hasta de 4 0 0 H z, por ejemplo).
E n la figura 4 -2 2 se puede ver un ejemplo de una familia de curvas de
este tipo.
E sta potencia disipada se manifiesta bajo la forma de calor, que eleva la tem
peratura de la unión T.t. En la práctica se usa la ecuación:
T.t — T c = P R th
donde:
E sta ecuación sirve para calcular la potencia máxima admisible en c.c. cuan
do se tom a T j = tem peratura m áxim a.
Im pulso
de calor t
A m biente Tiem po
7Ü
Continuo
60
/
\ Á ngulos de conducció n y
S 50 > 180* /
1
Fig. 4-22. — Potencia media disipada en 0• 1
F / / y
Angulo de co n d u cció rr, /
función de la co rriente directa media r y / y
para distintos valores del ángulo d e c o n o. 30
/ Vt y /
ducción en tiristo res de la s e rie C 35. -5 / , '/ y
/ / y & yy
/ M &y >
/ Tj=125X:
5 10
Á
I i
£ 0 8 12 16 20 24 2G 32 36
C o rrie n te media d irecta (A)
T j — T c = P Z fft
Esas curvas se han trazado en función del ángulo de conducción, para tiris
tores C 35 (3 5 A eficaces) de General Electric. Vem os que, de 3 5 A en c .c ., la
corriente pasa a 13 A , por ejemplo, para un ángulo de conducción de 6 0 ° .
No obstante, sólo son válidas cuando se puede despreciar el fenómeno de
di/dt. E n el caso de conducciones no repetitivas, o en régimen senoidal no per
manente, es necesario calcular los límites admisibles teniendo en cuenta las for
mas de onda, las pérdidas y la im pedancia térm ica.
CAPITULO 5
D IF E R E N T E S T I P O S DE T IR IS T O R E S
— Tensión bloqu eable: el elemento debe poder bloquear una tensión máxima su
perior, no sólo al valor de cresta de la red usada sino también a los valores máxi
mos de las sobretensiones parásitas o de conm utación.
— Intensidad de corriente: es necesario considerar no sólo el valor medio o eficaz
sino también el valor de pico, que puede llegar a ser muy alto cuando sea pequeño
el ángulo de fase. Tam poco debe olvidarse la posibilidad de una sobrecarga, por
ejemplo un cortocircuito. E s a menudo este último punto el que determina el ca
libre del tiristor en las instalaciones de potencia.
— Parámetros d e conmutación (dv/dt; d i/d t): en general, los elementos de uso
corriente presentan unas características suficientes para frecuencias bajas o de red
y cargas normales. No sucede lo mismo cuando se trata ya de frecuencias elevadas,
en las que estos parám etros cobran una importancia primordial.
58 TIRISTORES Y TRIACS
2. Tiristores sensibles
ñas decenas de m icroam pere, con tensiones de puerta del orden de 0 ,7 volt. Su
empleo en la red de c.a . a 5 0 H z tropieza con ciertas dificultades debidas pre
cisamente a su gran sensibilidad; de ahí el interés por un dispositivo que per
mite soslayar este inconveniente: el ICD (Integrated Control D evice*).
CARGA
Fig. 5-2. — Aplicación del ICD. U san d o sólo un i— w w v -----------
c o n d e n sad o r y un re s is to r p u e d e m o n tarse un va-
A 0 ,5 Mn :
riador de velocidad para g o b e rn a r un m otor de V
una perforador rotativa, po r ejemplo. Al final de A
esta obra se en c o ntrarán e s q u e m a s d e m ontajes
clásicos equivalentes con los q u e p u e d e e s t a b l e / '
c e rs e la com paración. 50 n F j
E n suma, se trata de una estructura compuesta, form ada por un tiristor sen
sible que gobierna el elemento principal a través de la cap a N2. Un “cortocircuito”
variable con la tem peratura permite además el correcto funcionamiento del con
junto a tem peraturas relativamente elevadas (fig. 5 -1 ).
E l elemento com ercializado permite controlar una corriente de 6 A en red
de c.a . de 1 1 0 ó 2 2 0 V . L a corriente de mando es de aproximadamente 2 5 pA
(figura 5 -2 ).
A pesar de ciertas similitudes, el ICD es muy diferente del Darlistor, que des
cribiremos posteriorm ente. Con respecto a éste, el ICD tiene la ventaja de necesitar
menos silicio para la estructura de m ando; de ahí la posibilidad de la fabrica
ción de elementos pequeños sin gravar demasiado los costes.
3. Tiristores rápidos
4. El Darlistor
de cátodo próxim a a la puerta hace que sea posible la destrucción del elemento
por disipación excesiva de potencia (figs. 5 -3 y 5 -4 ) en volumen reducido.
Se puede retardar la aparición de este fenómeno destructivo variando la ve
locidad de propagación de la zona de cebado, la cual aumenta cuando crece la
p
(kU
CO NTACTO
C O N TAC TO d e p uerta de cáto d o
E l tiristor principal posee una zona prim aria de cebado con una superficie
importante, gracias a la corriente elevada de disparo que recibe, lo cual constitu
ye una ventaja esencial del m ontaje. Adem ás, su sensibilidad es escasa debido a
cortocircuitos existentes entre emisor y base. Por consiguiente soportará perfec
tamente altas d v /d t adem ás de presentar un tiempo muy corto de extinción, ca
racterísticas que se encontrarán en definitiva en la asociación Darlistor.
rriente principal del tiristor auxiliar se inyecta en la puerta del de potencia, y pue
de verse que se produce una amplificación en las corrientes de disparo (fig. 5 -8 ),
con una ganancia considerable que asegura la inyección de una corriente muy ele
vada en puerta del elemento de potencia. El com ponente, por tanto, soporta unas
d i/dt muy superiores a las admisibles por un elemento clásico.
_ . . , .. . P u erta d el D arlisto r
C o n tacto de cáto d o
C O R T O C IR C U IT O
cátodo tiris to r a u x ilia r
tiris to r p rin c ip a l
TIR ISTO R P R IN C IP A L
a u x ilia r
No obstante, hay que advertir que puede aparecer una reacción diferente
de la producida por los tiristores clásicos, sobre el propio circuito de disparo. En
la figura 5 -9 a se ha representado un D arlistor con un posible circuito elemental
de mando. E n el esquema simplificado equivalente (fig. 5 -9 b ) puede estudiarse el
— mwv
©
D I F E R E N T E S TIPOS D E TIRISTORES 63
com portam iento del sistema frente a la señal de puerta, siendo el resistor r 23 una
impedancia parásita de integración cuyo valor es del orden de la fracción de ohm.
Cuando conduce el tiristor auxiliar, su corriente principal pasa por r 23 im
poniendo una contratensión / 23 r 23 al circuito de cebado. Por esta razón, en cuanto
se cierra el elemento auxiliar, se observa una disminución de la señal de cebado,
la cual puede incluso llegar a anularse y hasta a cam biar de signo (fig. 5 -1 0 ). La
deformación es tanto más pequeña cuanto m ayor es la tensión del generador. El
fenómeno es característico del Darlistor, pero no indica absolutamente nada, a
priori, sobre su funcionamiento.
P ara admitir d i/d t del orden de los 5 0 a 1 0 0 A /p s , los tiristores clásicos ne
cesitan una señal “fuerte” de m ando, de 1 A , con un flanco ascendente muy corto
(inferior a 1 ps), de form a que se ensanche al m áxim o la zona primaria de
cebado.
E l D arlistor, aunque menos exigente, no ha sido concebido para impulsos de
mando muy inferiores — en amplitud o en velocidad de subida — a los de los ti
ristores clásicos. E n efecto, si se intenta obtener las m áximas prestaciones posi
bles (más de 4 0 0 A /p s ), es necesario conservar la ventaja que supone la ampli
ficación de la corriente de puerta, y no perderla a nivel del circuito de mando del
conjunto.
P or otro lado, una señal demasiado “ floja” se traducirá en una dispersión de
los tiempos de cebado que resultará indudablemente molesta a la hora de asociar
varias unidades en serie o en paralelo.
Por tanto, aunque se hayan podido obtener funcionamientos satisfactorios
(di/dt = 5 0 0 A /p s ) con señales de puerta de flancos de subida superiores a
10 ps, para amplitudes de 3 0 0 A , es aconsejable limitarse a las especificaciones,
que indican unas características para el generador de E = 2 0 V , R = 2 0 Q, tr =
= 1 ps.
E n definitiva, podemos decir que el Darlistor, en razón de sus especiales ca
racterísticas, es adecuado para aplicaciones difíciles, com o la descarga de líneas
de retardo para moduladores de radar, troceo de corriente continua para vehículos
de tracción eléctrica, etc.
64 TIRISTORES Y TR IA C S
5. El tiristor complementario
Puerta
<Je ánodo
Cátodo Cátodo
Anodo
Fig. 5-12. — Tiristor de doble puerta:
en a , re p re s e n ta c ió n de principio, en
b e s q u e m a equ ivalen te y en c su
Puerta símbolo.
de cátodo
C átodo
D I F E R E N T E S TIPOS D E TIRISTORES 65
D ISPARO APERTURA
Fig. 5-13. — En a, es tru c tu ra real del tiristor d e doble pu erta (llam ado a v e c e s tiristor tetrodo).
En b, s e ñ a le s d e d isp aro y en c s e ñ a le s de apertura.
7. El tiristor bloqueable