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ARQUEOLOGÍA OAXAQUEÑA 4

PANORAMA ARQUEOLÓGICO:
DOS OAXACAS

Marcus Winter
Gonzalo Sánchez Santiago
Editores
ARQUEOLOGÍA OAXAQUEÑA 4

PANORAMA
ARQUEOLÓGICO:
DOS OAXACAS

Marcus Winter
Gonzalo Sánchez Santiago
editores

2014
Arqueología Oaxaqueña es una publicación eventual del Centro
INAH Oaxaca dedicada a documentar y difundir el pasado arqueológico del
Estado de Oaxaca.

Editor: Marcus Winter


Centro INAH Oaxaca
Pino Suárez 715, 68000, Oaxaca, México

PANORAMA ARQUEOLÓGICO: DOS OAXACAS


Primera edición 2014
Centro INAH Oaxaca
© Marcus Winter y Gonzalo Sánchez Santiago, editores.

ISBN: 978-607-9305-34-5

Diseño de portada por Philippe Cottenier. Muestra una hacha de piedra caliza (altura ~30 cm)
procedente de Chuxnabán, Sierra Mixe, y una vasija efigie (altura ~60 cm) de cerámica gris
procedente del área de Tlaxiaco. Ambas de colecciones particulares.

Diseño Editorial: Color Digital

Se terminó de imprimir en junio de 2014 en los talleres de


Carteles Editores P.G.O., S.A. de C.V., oficinas ubicadas en
Colón 605-4, Centro, Oaxaca, Oax.

Tiraje efectivo: 700 ejemplares


CONTENIDO

P R E FAC IO V

I N T RODUCC IÓN : D O S OA X AC A S 1
Marcus Winter y Gonzalo Sánchez Santiago

E T L AT ONG O, L O S OL M E C A S Y L A C OM P L E J I DA D S O C I A L E N L A
M I X T E C A A LTA DU R A N T E E L P R E C L ÁSIC O T E M P R A NO 31
Jeffrey P. Blomster

O T R A NA R R AT I VA DE J UG A D OR E S DE P E L O TA E N DA I N Z Ú 43
Javier Urcid

U NA M A N DÍBU L A H U M A NA C ON GR A BA D O S DE E S T I L O ÑU I ÑE 57
Ángel Iván Rivera Guzmán

L A A RQU E OL O GÍA DE L A SI E R R A M A Z AT E C A 63
Henry Munn

L A C E R ÁM IC A P OL IC ROM A Y L O S C ÓDIC E S 101


Michael D. Lind

C U E VA S SAGR A DA S Y SAG A S DE M IGR AC IÓN : P E R E GR I NAJ E S ,


A L I A N Z A S Y R E DE S DE I N T E RC A M BIO E N E L SU ROE S T E DE
M E S OA M ÉR IC A DU R A N T E L A ÉP O C A P O S T C L ÁSIC A 111
John M. D. Pohl y Javier Urcid

L A S E V I DE NC I A S A RQU E OL ÓGIC A S DE L A A N T IGUA C A P I TA L DE


T U T U T E P E C 135
Marc N. Levine y Arthur A. Joyce

7 F L OR E N L O S X A N T I L E S DE T E O T I T L ÁN DE F L OR E S M AG ÓN 153
Gonzalo Sánchez Santiago y Laura Diego Luna

U NA M A N I F E S TAC IÓN M A Z AT E C A DE L E S T I L O NA H UA-M I X T E C O :


T R E S OBJ E T O S DE L A C U E VA DE T E NA NG O 167
John M. D. Pohl y Marcus Winter

EL SEÑORÍO DE GUAXOLOTITLÁN (HUITZO) DURANTE EL POSTCLÁSICO


TARDÍO Y SU “ATALAYA DE GUERRA” O HUÌA TÀO 179
Cira Martínez López y Robert Markens
LÁMINAS A COLOR

L A A RQU E OL O GÍA DE L I S T MO OA X AQU E ÑO : PAT RON E S DE


A SE N TA M I E N T O, C OM U N I DA DE S Y R E SI DE NC I A S 197
Alma Zaraí Montiel Ángeles, Víctor Manuel Zapien López y Marcus Winter

L O S I NS T RU M E N T O S M USIC A L E S DE L VA L L E DE JA L A PA DE L
M A RQU ÉS 245
Gonzalo Sánchez Santiago y Marisol Yadira Cortés Vilchis

A RT E FAC T O S P R E H I SPÁN ICO S DE L A SI E R R A M I X E 267


Scott Hutson

L A T U M BA 1 DE C H U X NA BÁN, QU E T Z A LT E P E C , M I X E S 279
Robert Markens y Marcus Winter

L A C U E VA DE L R E Y KONG -OY 293


Marcus Winter, Tamara Ballensky, Jason Ballensky y Javier Pérez Guerrero.

OL L A S Y C A Z U E L A S DE L A M AYOR D OM ÍA DE SA N P E DRO J IC AYÁN 321


Frances Ahern

AU T OR E S 329
7 FLOR EN LOS XANTILES
DE TEOTITLÁN DE FLORES MAGÓN
Gonzalo Sánchez Santiago
Laura Diego Luna

E
ntre la cerámica postclásica proveniente del del suroeste de Mesoamérica (Figura 1). La Relación
norte de Oaxaca y del sur de Puebla destacan de Teutitlan escrita a finales del siglo dieciséis
las efigies antropomorfas denominadas xantiles. (Acuña 1984) da cuenta que este antiguo señorío
Varias de estas esculturas se encuentran actualmente mantenía relaciones de comercio a larga distancia
en museos, tanto nacionales como del extranjero y con la región del Soconusco, en la actual costa de
aparecen ilustradas en diversas publicaciones, pero Chiapas y Guatemala, Suchitepéquez también en
poco se ha dicho sobre su significado. Estos artefactos Guatemala y Sonsonate en El Salvador. En Teotitlán
se manufacturaron en el área de Teotitlán de Flores se manufacturaban huipiles de algodón que eran
Magón y el Valle de Tehuacán, Puebla. Con base en enviados a aquellas regiones a cambio de cacao.
recientes estudios iconográficos, planteamos
que cierto tipo de xantiles, identificados con la
imagen de Xochipilli–7 Flor, fueron utilizados
en el culto a los ancestros reales. De acuerdo
con las fuentes históricas, 7 Flor junto con 9
Viento formaban una pareja de deidades de
especial relevancia para diferentes grupos que
habitaban el norte y noroeste del actual Estado
de Oaxaca durante el periodo Postclásico
(900–1521). La muestra seleccionada para este
estudio está conformada por 12 ejemplares
de los cuales dos se encuentran en el Museo
de las Culturas de Oaxaca, dos en el Museo
Nacional de Antropología, tres en el Museo
de Arte Prehispánico de México Rufino
Tamayo en Oaxaca, uno en el Museo del Valle
de Tehuacán, otro en el Museo Etnológico
de Berlín y tres más en colecciones privadas.
Antes de describir los xantiles, comentaremos
la escasa información disponible acerca del
antiguo señorío de Teotitlán.
Las Relaciones geográficas (Acuña 1984)
mencionan la presencia de grupos nahuas y
mazatecos en el área de Teotitlán a finales del
siglo dieciséis. Respecto a los nahuas, se estima
que éstos llegaron a la región de la Cañada
alrededor del siglo once d.C. La antigüedad
de los grupos mazatecos es difícil de estimar
por la ausencia de datos. Otros grupos como
cuicatecos, ixcatecos, mixtecos y popolocas se
encontraban en las inmediaciones del antiguo
señorío Postclásico de Teotitlán.
Durante el Postclásico (900–1521
d.C.) Teotitlán fue un importante centro Figura 1. Mapa del Valle de Tehuacán y la porción norte de la Cañada de
comercial y posiblemente también religioso Cuicatlán. Modificado de MacNeish (1967:Figura 3).
154 7 Flor en los Xantiles

Gracias a su situación geográfica, Teotitlán formó TEIZTAPALI y, el otro, COATL,” (Acuña 1984:198–199).
parte de las rutas de comercio e intercambio entre En el mapa que acompaña a la Relación se representan
las tierras altas de Oaxaca, el Altiplano Central y la tres basamentos piramidales, posiblemente de forma
planicie costera del Golfo de México. En la época de circular, al este de la iglesia de San Miguel (Figura 2).
la Colonia se le conoció como San Miguel Teotitlán La forma de estos edificios es similar a los templos
del Camino (actualmente Teotitlán de Flores Magón) dedicados a Ehécatl, la deidad del viento entre los
haciendo alusión a su posición estratégica en una nahuas del Altiplano Central. René Acuña, el editor
de las rutas que comunicaban a Antequera (hoy la de las Relaciones geográficas retomando los comentarios
ciudad de Oaxaca) con la capital de la Nueva España de Francisco del Paso y Troncoso que acompañan a
(actualmente la Ciudad de México). Hasta la década de una edición más temprana de estos cuestionarios,
1950, Teotitlán fue un importante centro comercial para comenta que el número de cúes “… corresponde con
la región Cañada y la Sierra Mazateca. Posteriormente, el de los reyes–sacerdotes que gobernaban el pueblo:
su importancia disminuyó significativamente a raíz de el Teuctlamacaz, “sacerdote mayor” o “del dios”; el
la construcción de la carretera a Huautla; esta situación Ecatlamacaz, “sacerdote del viento”, y el Tetzatlamacaz,
se agudizó décadas más tarde con la apertura de la “sacerdote de los agüeros” (Acuña 1984:193). Eduard
supercarretera Cuacnopalan–Oaxaca y la desaparición Seler (2002:28 [1904]) argumenta que las ciudades cuyos
del Ferrocarril Mexicano del Sur. nombres contenían la raíz nominal Teo fueron antiguos
asentamientos del culto al sol. En el capítulo 13 de
VESTIGIOS DEL ANTIGUO SEÑORÍO DE TEOTITLÁN la Relación de Teutitlan se dice que Teotitlán significa
“junto a Dios” (Acuña 1984:198). Esto coincide con la
En el actual poblado de Teotitlán de Flores Magón propuesta de Seler quien traduce el nombre de Teotitlán
aún se pueden encontrar restos materiales que datan como “cerca del dios del sol” (Seler 2002:28 [1904]).
de la época prehispánica. Entre los más comunes se Al sureste del centro del pueblo se encuentra el
encuentran fragmentos de cajetes de cerámica con sitio conocido como Iglesia Vieja, desde la superficie
fondo sellado y soportes trípodes característicos de las se aprecian tiestos de cerámica, lítica y montículos;
fases Venta Salada Temprana (700–1150 d.C.) y Venta lamentablemente ha sido muy saqueado. Es posible
Salada Tardía (1150–1521 d.C.) del Valle de Tehuacán que este sitio haya sido el que documentó el equipo de
(MacNeish et al. 1970:186–189; Ramírez Barrera 2011). MacNeish (1972) y que también corresponda con uno
También hay cerámica de pasta porosa con engobe de los cúes representados en el mapa que acompaña
blanco y decoración de líneas rojas o anaranjadas a la Relación de Teutitlan, ya que el sitio se localiza
(Winter 2004:97), además de tiestos de pasta gris precisamente al sureste del poblado y al lado derecho
y del tipo Teotitlán Inciso. Durante el recorrido del Río Teotitlán, tal como se ilustra en el mapa de
arqueológico en sitios del Valle de Tehuacán, MacNeish finales del siglo dieciséis. Sin embargo, mientras no
y sus colaboradores identificaron un asentamiento se lleve a cabo un reconocimiento sistemático de la
en lo alto de un cerro localizado al este del centro de zona, no se puede afirmar la correspondencia de los
Teotitlán. Según estos autores, es probable que el sitio montículos representados en el mapa con estos sitios.
identificado como Tr 115a haya sido la sede del antiguo
señorío que aparece mencionado en los documentos
históricos (MacNeish et al. 1972:485–486). Por otra
parte, Winter ha mencionado la existencia de sitios
arqueológicos alrededor del actual Teotitlán; uno de
ellos es Cerro Hidalgo (Winter 2004:72), localizado al
noreste del centro del pueblo en la salida hacia Huautla
de Jiménez. Este autor también señala la existencia de
residencias y palacios elegantes que cubrían las lomas,
muchos de los cuales han sido destruidos debido al
crecimiento urbano (Winter 1990:107).
En el capítulo 10 de la Relación de Teutitlan se
menciona la existencia de “… tres cúes antiguos
de gran fortaleza, donde estaban poblados: parece
por ellos, haber sido frontera y poblada de mucha
gente” (Acuña 1984:197). Mientras que en el capítulo
14 del mismo documento, en el apartado en donde
se relata la fiesta de Tlacaxipehualiztli, se dice que Figura 2. Detalle del mapa que acompaña a la Relación de
los cautivos eran llevados con “mitote y baile a dos Teutitlan. Atrás de la iglesia se observan tres basamentos
cúes grandes donde tenían sus ídolos, el uno llamado piramidales. Modificado de Acuña (1984).
Sánchez Santiago y Diego Luna 155

¿QU É S ON L O S X A N T I L E S? estas representaciones le otorgaban el valor fonético


de la raíz xan al signo del muro de adobe y de esta
Se les conoce como xantiles a las efigies de cerámica forma podían leer los nombres cristianos de las
con representaciones de hombres y mujeres casi poblaciones en los manuscritos (por ejemplo Xan Juan)
siempre en posición sedente. Estas esculturas se (Galarza 1980:13–15). Castillo Tejero (2007:138) plantea
manufacturaron utilizando las técnicas de modelado, que conforme la evangelización se fue extendiendo
moldeado y pastillaje (Figura 3). La base es el torso hacia el sur de Puebla, el vocablo xan se utilizó para
modelado de forma cilíndrica o cónica, hueco, al referirse a todas las esculturas en barro incluyendo
que se le agregaron los brazos y piernas formados a las representaciones de deidades del panteón
por cilindros con manos y pies moldeados en los mesoamericano, las que con el paso del tiempo se
extremos, la cabeza también se obtuvo de un molde. nombraron como xantiles, santos o santitos.
Detalles de los atavíos se añadieron al pastillaje. Sin embargo, en el léxico actual de la región de
El cuerpo se cubrió con pintura azul, blanca, roja, la Cañada xentil se utiliza para referirse a cualquier
amarilla y negra con motivos que forman parte del resto arqueológico no importando si es de barro,
repertorio iconográfico del llamado estilo internacional piedra u otro material. Así que resulta más factible
mesoamericano del Postclásico Tardío (Boone y Smith que dicho vocablo sea una nahuatlización de ‘gentil’,
2003) dentro del cual se ubica el subestilo Mixteca– que es como los evangelizadores denominaban a los
Puebla (Nicholson 1966, 1982; Nicholson y Quiñones objetos relacionados con el culto pagano y que a través
1994; Vaillant 1962) o Nahua–Mixteco (Pohl y Winter, del tiempo la gente lo empleara para referirse a los
este volumen). En la literatura arqueológica se han vestigios de los antepasados.
descrito estos artefactos como braseros, porque tanto
en el cuerpo como en la boca tienen perforaciones por L O S X A N T I L E S Y E L C OL E C C ION I SMO
donde salía el humo resultado de la combustión de
materia orgánica como copal, colocado en un recipiente Algunos autores han propuesto que durante el
que quedaba cubierto por la efigie (MacNeish et al. Postclásico Teotitlán fungió como el centro de
1970:225; Sisson 1991–1992:5; Winter 1994a:174; Winter distribución de los xantiles (Seler 1963); sin embargo,
1994b:50). Más adelante comentaremos sobre este es probable que estas efigies también se hayan
último punto. manufacturado además del norte de Oaxaca, en el
Según Galarza (1980), el término xantil es una Valle de Tehuacán y las áreas contiguas de Puebla
degeneración del término xante, el cual tiene el valor y Veracruz, ya que también son frecuentes en
del sonido xan o san o santo. Este autor sugiere que estas regiones (Sisson 1991–1992:8). La presencia
durante la época de la Colonia los escribanos indígenas de xantiles en museos y colecciones particulares
recurrieron a la representación de un muro de adobe, se debe a que éstas fueron obtenidas a través de
o xamte1 en náhuatl. Los indígenas que podían ver compra o de excavaciones ilícitas. En Teotitlán, la
gente aún recuerda que en el siglo pasado
había en Tehuacán una tienda de abarrotes
perteneciente a un español, quien compraba
todo vestigio arqueológico que se le ofreciera.
Al parecer, este comerciante tenía vínculos
con compradores extranjeros, sobre todo en los
Estados Unidos, lo que explicaría la presencia
de xantiles en colecciones privadas.
Es por esta lamentable situación que
la mayoría de los xantiles completos que
se conocen no proceden de excavaciones
sistemáticas. MacNeish y otros (1970:225)
han reportado numerosos fragmentos
procedentes de reconocimientos de superficie
y de excavaciones en diferentes sitios en
el Valle de Tehuacán. Por su parte, Sisson
(1991–1992) documentó fragmentos de xantiles
en contextos domésticos en sitios del área
de Coxcatlán. Otro caso es el de Tehuacán
Figura 3. Efigies cerámicas conocidas como xantiles. (a) Teotitlán del Viejo en donde Castillo Tejero (2007) encontró
Camino. Museo de las Culturas de Oaxaca. No. de catálogo: 10–104903; fragmentos con los que pudo reconstruir una
Fotografía: G. Sánchez; (b) Art the Walters Museum. efigie femenina.
156 7 Flor en los Xantiles

L O S ATAV ÍO S

En términos generales podemos decir que el personaje


representado en los xantiles está pintado de rojo
aunque hay algunos ejemplos en color negro. Los
hombres están ataviados con un paño de cadera o
máxtlatl y las mujeres con enredo. Usualmente llevan
cacles o sandalias (Figura 4). Las representaciones
masculinas portan muñequeras de las que cuelgan
objetos ovalados o circulares de color amarillo,
posibles borlas, cascabeles o cuentas. Sobre el pecho
llevan una pechera semicircular de la que penden
objetos ovalados similares a los de las muñequeras.
Otra posibilidad es que se trate de collares de
varios hilos con cuentas de turquesa y coral. En los
pocos ejemplares que conservan la policromía se
advierten elementos iconográficos, entre los que
se reconocen círculos que han sido interpretados
como “ojos estelares”. Ambos atavíos son comunes
en los personajes masculinos que aparecen en los
códices mixtecos. En los xantiles mejor conservados,
se observa pintura facial alrededor de la boca con
diseños que semejan una mariposa, una flor o una
mano extendida. En algunos ejemplares el personaje
lleva sobre la espalda dos bandas que parecen colgar
del cuello o la cabeza. La boca siempre se representa
abierta y en algunos casos muestra colmillos a la altura
de las comisuras. En todos los casos portan orejeras
circulares. Las representaciones femeninas son menos
frecuentes; se han identificado efigies de la diosa
Xochiquetzal (Castillo Tejero 2007:142) y otras más que
muestran el cuerpo desnudo y llevan un tocado en la
cabeza (Figura 5). Por el momento, no nos referiremos
a estas efigies. Regresando a las efigies masculinas,
hemos notado que a partir de los atuendos que portan
sobre la cabeza (tocados, yelmos, bandas y peinados) y
los diseños de la pintura facial alrededor de la boca, se
pueden identificar dos variantes.

VA R I A N T E 1

La variante 1 (n= 9) se distingue por un yelmo de ave


que cubre la cabeza del personaje (Figuras 3, 4, 6, 7, 8, 9
y 12). En la parte posterior se observa que dicho atavío
es una representación ornitomorfa que no guarda
proporciones reales (Figura 4). El pico aparece abierto y
de él se asoma la cabeza del personaje, de tal forma que
la parte superior del pico queda sobre la frente mientras
que la inferior a la altura del mentón. En vista frontal
pareciera que el personaje porta un tocado cónico, pero
es la forma triangular del pico. En vista dorsal se pueden
observar los ojos del ave, el plumaje azul del cuerpo y las
plumas de la cola; estas últimas son de color blanco con
motivos en azul, amarillo y rojo. Las alas se encuentran a
los lados del yelmo desplegadas sobre las orejas. Entre el Figura 4. Vista frontal, lateral y dorsal de un xantil de la
pico y los ojos aparece un manojo de plumas que puede variante 1 y desglose de los atavíos que porta. Fotografía: G.
confundirse con una cresta. Sánchez. Dibujo: Ismael Vicente Cruz.
Sánchez Santiago y Diego Luna 157

VA R I A N T E 2

Los xantiles de la variante 2 (n= 3) carecen de yelmo


y portan una especie de casco o gorro ceñido a la
cabeza (Figuras 10 y 11). En la parte posterior llevan
un prendedor que en algunos ejemplares se asemeja
a un disco solar; también se observan tres cintas
adornadas con cuentas que cuelgan hasta la altura de
los hombros, las cuales pueden ser parte del peinado.
Sobre el supuesto casco llevan cinco tubos atados,
posibles representaciones de plumas, que rematan
con una cuenta esférica. Portan orejeras circulares y
no llevan nariguera. Otro elemento característico de
esta variante es la pintura facial en colores amarillo
Figura 5. Xantiles con representaciones femeninas. Museo del y negro; destaca también el diseño de una mano
Valle de Tehuacán. Fotografía: G. Sánchez. extendida, de color blanco alrededor de la boca,
aunque también hay ejemplares con diseños de pétalos
de flor. Las piezas que hemos podido documentar
Los ejemplares de esta variante llevan una siempre tienen marcados los colmillos.
banda o diadema a la altura de la frente la cual En las láminas 47 y 48 del Códice Borgia hay
tiene tres aplicaciones de forma circular, probables representaciones de cinco Ciuateteoh y cinco
representaciones de botones o discos de turquesa u Macuiltonallehqueh (Anders et al. 1993:247)
otras piedras preciosas conocidas como chalchihuites. o Macuiltonal (Pohl 2007). Cada uno de éstos
En algunos casos el botón del centro se asemeja a tiene pintado un rectángulo amarillo que cubre
una flor tetrapétala. También hemos notado que este parcialmente la frente y llega hasta los pómulos; el
tipo de xantiles invariablemente porta una nariguera resto de la cara está pintado con un color que varía en
dispuesta de forma horizontal. Dicho adorno es un cada caso, negro, azul, café, rojo o verde. Al parecer,
símbolo de poder entre varios grupos mesoamericanos cada uno de estos personajes exhala humo en dirección
(Olivier 2008). Alrededor de la boca tienen pintura a un recipiente colocado enfrente. De acuerdo con
facial en forma de mariposa. John Pohl, Macuiltonal2 era un dios que junto con sus
cuatro hermanos, los Macuiltonallehqueh, habitaba
en el quinto de los trece cielos. Por su parte, Anders

Figura 6. Xantil procedente de Teotitlán de Flores Magón (variante 1). Museo de las Culturas de Oaxaca. Fotografía: G. Sánchez.
158 7 Flor en los Xantiles

Figura 7. Xantiles procedentes de Teotitlán de Flores Magón


(variante 1). Museo Nacional de Antropología. (a) No. de catálogo:
7–1696; (b) No. de catálogo: 7–1695. Fotografía: G. Sánchez.

Figura 8. Xantiles sin procedencia (variante 1). Museo de


Arte Prehispánico de México “Rufino Tamayo”. (a) No. de
catálogo: CT 0007–71; (b) No. de catálogo: CT 1009. Fotografía:
G. Sánchez.

Figura 10. Xantil procedente de Teotitlán de Flores Magón


Figura 9. Xantil procedente del Valle de Tehuacán (variante 1).
(variante 2). Princeton University of Museum. No. de catálogo:
Museo del Valle de Tehuacán. Fotografía: G. Sánchez.
PUAM 2006–60. Fotografía cortesía de John Pohl.
Sánchez Santiago y Diego Luna 159

haberse convertido en los patronos de diversos actos


humanos, simbolizados por la mano.” (Anders et al.
1993:252–253). En el caso de los Macuiltonallehqueh
hay una asociación de la mano en el rostro con su
función como patronos de los actos que realiza
la mano, como el juego de los dados, la artesanía,
etc. (Anders et al. 1993:253). Pohl (2007) agrega que
los Macuiltonallehqueh representan las fuerzas
espirituales que descendían e investían de poder a los
especialistas en las artes mánticas, específicamente en
la lectura de los códices.

XO C H I P I L L I E N L O S X A N T I L E S

El mesoamericanista Eduard Seler (2002:29


Figura 11. Xantiles de la variante 2. (a) Valle de Tehuacán, The [1904]) mencionó a principios del siglo veinte que
Metropolitan Museum of Art, New York. Tomado de Winter al entonces Real Museo de Etnología de Berlín
(1994a:174); (b) sin procedencia, Museo de Arte Prehispánico (hoy Museo Etnológico de Berlín) habían llegado
de México “Rufino Tamayo”; No. de catálogo: CT 22–5. Foto- procedentes de Teotitlán del Camino varias figuras
grafía: G. Sánchez. con representaciones de Xipe y del dios de la lluvia,
Tláloc. Sin embargo, la que más llamó su atención fue
un ejemplar cuya iconografía era similar a la de las
representaciones del dios Xochipilli en los códices del
grupo Borgia (Figura 12). A partir de la decoración en
forma de mariposa alrededor de la boca, el yelmo de
ave y la cresta erecta, Seler (2002 [1904]) propuso que
se trataba de Xochipilli, una deidad del panteón nahua
relacionada con el placer, la danza, la música y el juego.
En museos y colecciones privadas existen fragmentos
de xantiles que representan a otras deidades como
Xochiquetzal, Tlazoltéotl y Tláloc, entre otras (Sisson
1991–1992: 22; Winter 1994a:176). En este trabajo sólo
nos referimos a las efigies cuyos atributos se pueden
asociar directamente con Xochipilli.
En la segunda mitad del siglo dieciséis, en
el Altiplano Central se elaboraron una serie de
documentos pictográficos conocidos actualmente como
Grupo Magliabechi, cuya temática gira entorno a las 18
veintenas del calendario nahua. Estos documentos están
conformados por pictografías de estilo prehispánico
y textos en español que describen las fiestas y los
atavíos de los dioses. Doesburg (1996:37) propone
que los códices Magliabechi, Tudela e Ixtlixóchitl fueron
elaborados a partir de un primer documento que sirvió
como prototipo, elaborado posiblemente antes de 1553 y
que actualmente está extraviado. Este documento base
Figura 12. Xantil procedente de Teotitlán del Camino (variante se le conoce como Proto Magliabechi. Nos referimos a
1). No. de catálogo: IV Ca 10957. Museum für Völkerkunde, estos documentos ya que en ellos se plasmaron pinturas
Berlin. de Xochipilli cuya iconografía puede ser equiparable
con la de los xantiles (Figuras 13 a 15).
y otros (1993:248) opinan que las Ciuateteoh y los En los documentos mencionados se representó
Macuiltonallehqueh son manifestaciones de la Diosa a Xochipilli sentado sobre un palanquín hecho de
Madre Tlazoltéotl y de Macuilxochitl, respectivamente. cañas de maíz, el cual es cargado por dos personajes.
Dichas imágenes “parecen representar, por un lado, Xochipilli, o el personificador de éste, tiene el cuerpo
a los humanos que son deificados por cumplir su pintado de rojo; sus atavíos incluyen un yelmo de ave
misión ―morir en la batalla. Por otra parte, parecen y atrás de éste un manojo de plumas o cresta; lleva
160 7 Flor en los Xantiles

además una pechera adornada con plumones de la


que penden pequeños círculos, un pectoral circular,
una especie de camisa, pantalón corto y cacles o
sandalias. En una mano porta un bastón o una flecha
envuelta en papel, con un corazón atravesado. En una
de las representaciones parece ser un viejo (Figura
13) mientras que en otras tiene una mancha en la
mejilla (Figuras 14 y 15). Por delante de Xochipilli va
un músico tocando una trompeta de caracol (códices
Tudela y Magliabechi) (Figuras 13 y 14) o una flauta
(Códice Ixtlixóchitl) (Figura 15). El texto que acompaña a
la pintura en el Códice Ixtlixóchitl relata:

Esta fiesta se llamaba tequilguitl [tecuiluitl], en la


Figura 13. Xochipilli en la Lámina 23r del Códice Magliabechi.
qual los mançebos llevaban en hombros al demonio
vestido como papagayo y en un carro aforrado con
ojas de caña de mais tañéndole flautas por delante del
y en la mano le ponían un çetro de pluma que ellos
llamaban yolotopil [yolotopilli] que quiere desir coraçon
de bara, el demonio que se festejaba aquí se llamaba
tlaçopilli [tlazopilli] que quiere desir presioso s[eño]r.
(Doesburg 1996:56).

A partir del yelmo en forma de ave, Aguilera (2004) y


Doesburg (1996) identifican a Tlazopilli con Xochipilli.
En este sentido, Aguilera (2004:71–72) propone que
el ave representada en el yelmo corresponde a una
guacamaya roja (Ara macao), ave asociada a la deidad
solar. En términos generales podemos decir que sí existe
una correspondencia entre las representaciones de
Xochipilli en los códices Tudela, Magliabechi e Ixtlixóchitl
con los xantiles de la variante 1. Sin embargo, notamos
que hay una ligera diferencia sobre todo en los colores
del yelmo, ya que en las pictografías la cabeza del ave
es roja mientras que en los xantiles es azul. Aunque
también hay una coincidencia en los colores del manojo
Figura 14. Xochipilli en la Lámina 17r del Códice Tudela. de plumas atrás del yelmo de Xochipilli en el Códice
Ixtlixóchitl con el xantil de la Figura 6. Lo anterior
sugiere la posibilidad de que en las efigies cerámicas
se representó otro tipo de ave, posiblemente una
guacamaya verde (Ara militaris) cuyo plumaje es azul,
rojo, amarillo y verde. Esta especie habita en la región
de la Cañada, principalmente en el cañón del Río Sabino
en Tecomavaca (Arizmendi y Valiente Banuet 2006:50).
Otra posibilidad es que se trate de un quetzal.
Por otro lado, en los xantiles el personaje se
encuentra sentado en cuclillas. Tiene los brazos
flexionados y las manos encontradas a la altura del
pecho, como si sostuviera algún objeto (Figura 4). Los
dedos índice, medio, anular y meñique están juntos y
ligeramente flexionados mientras que el pulgar está
por encima del índice. Al parecer esta peculiar forma
de colocar los dedos también se observa en las láminas
37 y 39 del Códice Porfirio Díaz. La posición sedente
con las manos a la altura del pecho es similar a la
Figura 15. Tlazopilli en la Lámina 97r del Códice Ixtlixóchitl. de la escultura mexica identificada como Xochipilli
Sánchez Santiago y Diego Luna 161

procedente de Tlalmanalco, Estado de México, la cual


forma parte de las colecciones del Museo Nacional
de Antropología (Figura 16). Algunos autores han
sugerido que esta efigie representa a un individuo
en estado de trance, provocado por la ingesta de
plantas enteógenas tales como hongos alucinógenos
(teonanácatl) y ololiuhqui, las cuales decoran el cuerpo
de dicha escultura (Wasson citado en Cáceres 1984:45).
Para el caso de los xantiles proponemos que el estado
de trance se puede reflejar en la pupila dilatada y en
el estrabismo que presenta el personaje, elemento
distintivo de estas efigies.

XO C H I P I L L I O 7 F L OR E N E L ÁR E A DE OA X AC A

Figura 16. Escultura que representa a Xochipilli. Procede


En el Altiplano Central Xochipilli también era
de Tlalmanalco, Estado de México. Museo Nacional de
conocido como 5 Flor o Macuilxóchitl, mientras que Antropología.
en el área oaxaqueña recibió el nombre de 7 Flor
Tonacatecuhtli, el patrón de los ancestros reales (Furst
1978; Pohl 1994; Pohl y Winter, este volumen). Esta
deidad junto con su pareja Tonacacihuatl Xochiquetzal
presidían el treceavo cielo que era la morada —el
paraíso— de los grandes señores o niños que murieron
antes de experimentar el pecado (Garibay 1973:23).
En el Códice Vaticano A también conocido como Códice
Ríos, esta pareja aparece iconográficamente igualada
a Ometecuhtli, la deidad creadora (Figura 17) (Pohl
y Winter, este volumen). Su cuerpo está pintado de
rojo, porta un braguero blanco y una pechera de
color azul de la que cuelga un atavío circular con
cascabeles. Lleva en las manos muñequeras también
con cascabeles y sobre su cabeza porta un tocado de
plumas de colores. Lind (2008:29) y Hermann Lejarazu
(2009:24, 48) proponen que para los mixtecos el Señor 7
Flor era un dios patrón de los nobles relacionado con el
sol, la creación y la escritura.
En los códices mixtecos hay referencias a 7 Flor,
Figura 17. 7 Flor–Tonacatecuhtli en la Lámina 13v del Códice
por ejemplo en la lámina 24 del Códice Vindobonensis
Vaticano A. Modificado de Anders y Jansen (1996:108).
(Figura 18), este personaje aparece junto a la deidad 9
Viento en la ceremonia de los hongos alucinógenos.
En esta escena 9 Viento canta y toca al mismo tiempo
un ludidor o raspador con estrías sobre una vasija en
forma de cráneo que sirve como resonador, mientras
7 Flor sostiene con su mano derecha un par de
hongos. En este tipo de rituales la ingesta de plantas
enteógenas —plantas de los dioses— servía como
medio para entablar comunicación con las deidades
y los ancestros. En la Lámina 38 del Códice Bodley se
muestra a un personaje de nombre 7 Flor con tocado de
ave tropical (Pohl y Winter, este volumen) (Figura 19b).
En el reverso del Códice Nuttall, Lámina 76–b, 7
Flor aparece representado como un personificador
de un lingote o joya de oro portando un bastón o
punzón de sacrificio (Figura 19a) (Pohl 1994:56). En Figura 18. 9 Viento (derecha) y 7 Flor (izquierda) en la
el contexto de dicha lámina, 7 Flor forma parte del ceremonia de los hongos alucinógenos, Lámina 24 del Códice
grupo de deidades o sus representantes que fueron Vindobonensis. Tomado de Pohl y Winter este volúmen.
162 7 Flor en los Xantiles

Figura 19. (a) 7 Flor en la Lámina 76–b del Códice Nuttall. To-
mado de Pohl (1994:Figura21c). (b) 7 Flor en la Lámina 38 del
Códice Bodley. Tomado de Pohl y Winter este volúmen.

prisioneros del Señor 8 Venado, Jarra de Jaguar, como


resultado de sus conquistas en su camino hacia la
morada del dios del Sol (Hermann Lejarazu 2007:86). Figura 20. Detalle del hueso grabado encontrado en la cueva
En el lado 2 (anverso) del mismo códice, hay cuatro de San José Tenango. Tomado de Winter este volúmen.
láminas en donde aparece 7 Flor. En la parte central
de la Lámina 4 aparecen dos bultos mortuorios, el de
7 Flor (con yelmo de ave) y el de 4 Movimiento. Según 20) representa una escena en donde aparecen dos
Hermann Lejarazu (2009:20) dichos bultos representan personajes caminando en dirección diestra. El primero
los restos de dos deidades que murieron en la llamada porta un yelmo de ave y lleva pintura facial con un
“guerra contra la gente de piedra” en el año 6 Conejo diseño posiblemente de flor o de mariposa alrededor
(966 d.C.). Estos dioses fueron patronos de los lugares de la boca, en la mano izquierda carga un escudo y
Juego de Pelota y Peña del Tabaco Ardiente. Hay otras un banderín de sacrificio y en la mano derecha un
láminas del mismo códice en donde también aparece lanzadardos. Según Pohl y Winter (este volumen) se
este personaje pero sin el yelmo de ave; en este caso trata de 7 Flor. Junto a éste y ligeramente más abajo se
su identificación se basa en el nombre calendárico y encuentra otro personaje que porta una máscara bucal
en ocasiones por la pintura alrededor de la boca. Por de ave y un tocado semicircular dentro del cual se
ejemplo, en la Lámina 26 aparece un personaje cuyos alojan dos punzones de hueso para el sacrificio. Sobre
atavíos son muy similares a los xantiles: yelmo de ave el pecho lleva un pendiente de caracol cortado, y de
con cresta o plumas de color verde y pintura blanca acuerdo con Pohl y Winter (este volumen) se trata de
con diseños en forma de mariposa alrededor de la 9 Viento o Ehécatl–Quetzalcóatl. Más abajo hay una
boca. No obstante, su nombre no es 7 Flor sino 9 Flor, posible representación de un bulto mortuorio.
hermano del famoso gobernante mixteco 8 Venado, En la sección mantica del Códice Porfirio Díaz
Garra de Jaguar. Este personaje desempeñó un papel o Códice Tututepetongo, un documento procedente
importante como sacerdote durante varias prácticas de la región cuicateca, hay dos láminas en donde se
rituales llevadas a cabo por su hermano (Hermann representó a Xochipilli llevando a cabo un ritual junto
Lejarazu 2009:66). Si el Señor 9 Flor fue un personaje a otra deidad. En la Lámina 39 (Figura 21) aparece
histórico, implica que éste, junto con otros individuos sentado sobre un trono frente a Xólotl, en medio hay
cuyo nombre es 7 Flor y que también aparecen en una vasija enjoyada sobre la que desciende un quetzal
los códices, fueron sacerdotes o personificadores del (Anders y Jansen 1994:284). En la Lámina 37 (Figura
dios Xochipilli–7 Flor. Además de estas referencias, 22) Xochipilli está frente a Xochiquetzal, de nueva
hay más representaciones de 7 Flor–Tonacatecuhtli cuenta una vasija y un quetzal se encuentran en medio
en los códices mixtecos por ejemplo en el anverso del de ambos personajes (Anders y Jansen 1994: 286). Los
Vindobonensis. rasgos que permiten identificar a Xochipilli son la
En otras regiones de Oaxaca también se tiene pintura facial en forma de mariposa alrededor de la
documentada la posible presencia de Xochipilli–7 boca, pero sobre todo el tocado en forma de ave con
Flor. En San José Tenango, una comunidad localizada cresta (Figura 22), que lo relaciona directamente con la
en la Sierra Mazateca, al este de Teotitlán de Flores imaginería de los xantiles. En la Relación de Quiotepec,
Magón, se halló una cueva con numerosos artefactos un pueblo al sur de Teotitlán, se menciona que las
prehispánicos entre los que destacan huesos principales deidades veneradas hasta antes de la
grabados en el estilo Nahua–Mixteco (Winter 2008; llegada de los españoles eran Chicome–Xóchitl (7 Flor)
Pohl y Winter, este volúmen). Uno de éstos (Figura y Chiconahui–Ehécatl (9 Viento) (Acuña 1984:236).
Sánchez Santiago y Diego Luna 163

lo misterioso; es decir, la atmósfera en la que se dan los


rituales de trance para contactar a los dioses (Anders
et al 1993:188; Jansen 1997:16 y 26). Lo anterior junto
con los hallazgos de Sisson (1991–1992) nos encamina a
proponer el uso de los xantiles en rituales domésticos
dedicados a los ancestros, así como la posibilidad de
que los identificados con la imagen de Xochipilli–7 Flor
estuvieran remembrando a los ancestros reales.
En cuanto a la afirmación de que los xantiles
fungieron como braseros, nuestra opinión es más
prudente con respecto a lo que han afirmado otros
autores (MacNeish et al. 1970; Sisson 1991–1992; Winter
1994a, 1994b; Pohl y Winter, este volumen). Hasta el
momento sólo hemos podido revisar físicamente cinco
Figura 21. Xochipilli y Ehécatl–Quetzalcóatl en la lámina 39 ejemplares resguardados en el Museo de las Culturas
del Códice Porfirio Díaz. Modificado de Doesburg (2001). de Oaxaca y el Museo de Arte Prehispánico de México
Rufino Tamayo y no observamos en ellos marcas de
humo, aunque cabe la posibilidad de que éstas se
hayan eliminado durante la limpieza de las piezas.
La mayoría de los ejemplares tiene dos perforaciones
al frente y una apertura en la boca. Éstas no fueron
realizadas para evitar problemas durante la cocción ya
que la figura es hueca y no representa ningún obstáculo
para la circulación de aire, por lo que su función era
liberar humo o vapor; por esta razón, consideramos
más apropiado llamar a estas efigies cubre brasero.
Alicia Herrera Muzgo Torres (comunicación personal
2011) sugiere que al interior de la efigie se pudo haber
colocado alguna sustancia caliente que emitía vapor
liberado a través de los orificios, para que la gente que
estaba alrededor de la efigie pudiera inhalarlo.3
Una de las tareas futuras será comparar con
Figura 22. Xochipilli y Xochiquetzal en la lámina 37 del Códice mayor detalle las variantes 1 y 2. Por el momento
Porfirio Díaz. Modificado de Doesburg (2001). no podemos precisar si se trata de dos personajes o
deidades diferentes o si únicamente es una variación
en la forma de representarlos. Una observación es que
C OM E N TA R IO S los xantiles de la variante 1 siempre llevan el cuerpo
pintado de rojo, mientras que los de la variante 2,
Esta revisión sobre los xantiles y su iconografía arroja negro o rojo.
datos que precisan la interpretación iconológica. En Los códices mixtecos, en particular el Códice
nuestra lectura proponemos que el yelmo de ave y el Nuttall, contienen imágenes de algunos personajes cuyos
estado de éxtasis que aparecen frecuentemente en los atuendos son similares a los del dios Xochipilli de los
xantiles son elementos asociados a la comunicación con xantiles. Esto podría interpretarse como la evidencia del
el mundo sobrenatural. En la tradición chamánica el culto a Xochipilli en la Mixteca un par de siglos antes del
médico–sabio ingiere sustancias para alcanzar estados arribo de los nahuas al Valle de Tehuacán y a la Cañada
alternativos de conciencia y trae consigo adornos de Cuicatlán—aledaños a la Mixteca. No obstante, no
ornitomorfos que hacen alusión a su transformación tenemos argumentos para afirmar que los nonoalcas
en ave (Eliade 1996:137–138). Lo que se observa en los incorporaron la figura del dios Xochipilli en su sistema
xantiles con la efigie de Xochipilli es precisamente de creencias. Quizá sólo se trata de una deidad que no
el momento en que éste entabla comunicación con el es exclusiva de un grupo étnico en particular, sino que
mundo de los ancestros. El humo o vapor ascendente más bien es un dios panmesoamericano cuya imaginería
que salía de la boca y cuerpo del objeto junto con la es más frecuente durante el Postclásico en el Altiplano
representación de éxtasis son una clara alusión del viaje Central y en el norte de Oaxaca.
emprendido hacia el treceavo cielo, la morada de 7 Flor. Si bien es cierto que desde hace ya más de un
Los ojos estelares representados en el collar o pechera de siglo se tiene la idea de que los xantiles representan
algunos ejemplares se asocian con la noche, la oscuridad, a Xochipilli, no se les había relacionado con la
164 7 Flor en los Xantiles

iconografía de la región oaxaqueña. Actualmente


podemos afirmar que 7 Flor o Xochipilli tuvo durante
el Postclásico una presencia significativa no sólo para
un grupo etnolingüístico sino para varios entre los que
se encuentran los mazatecos, mixtecos y cuicatecos.

Tabla 1. Datos de procedencia, variante, dimensiones, ubicación y número de catálogo de los xantiles.
No. Procedencia Variante Dimensiones Ubicación No. de catálogo
1 Teotitlán de Flores 1 Alto 39 cm, ancho 27 cm. Museo de las Culturas de Oaxaca 10–104903
Magón
2 Sin procedencia 1 Alto 32.39 cm, ancho 25.4 cm, The Walters Art Gallery, s/n
espesor 12.7 cm Baltimore
3 Teotitlán de Flores 1 Museo de las Culturas de Oaxaca
Magón
4 Teotitlán de Magón 1 Alto 40.5 cm, ancho 17 cm. Museo Nacional de Antropología 7–1696
5 Teotitlán de Flores 1 Alto 39.4 cm, ancho 27.2 cm, espesor Museo Nacional de Antropología 7–1695
Magón 15.7 cm
6 Sin procedencia 1 Alto 36 cm, ancho 17.5 cm Museo de Arte Prehispánico de CT 1009
México Rufino Tamayo, Oaxaca
7 Sin procedencia 1 Alto 45.5, ancho 27 cm Museo de Arte Prehispánico de CT 0007–71
México Rufino Tamayo, Oaxaca
8 Valle de Tehuacán 1 Museo del Valle de Tehuacán
9 Teotitlán de Flores 1 Altura 35.3 cm Museum für Völkerkunde, Berlin. IV Ca 10957
Magón
10 Teotitlán de Flores 2 Altura 64 cm Princeton University of Museum PUAM 2006–60
Magón
11 Valle de Tehuacán 2 Altura 57.5 cm The Metropolitan Museum of
Art, New York
12 Sin procedencia 2 Alto 69 cm, ancho 48 cm, espesor Museo de Arte Prehispánico de CT 22–5
34 cm México Rufino Tamayo, Oaxaca

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NO TA S

1 En el Vocabulario en lengua castellana y mexicana de Molina


(1977:f. 4r [1571]) la entrada para adobe es xamitl; mientras
que muro de ciudad o cerca es tenamitl (Molina 1977:f. 98v
[1571]. Aubin (2002) fue el primero en proponer que la raíz
de la palabra xamitl funcionaba como referente fonético en
el sistema de escritura nahua.
2 Pohl (2007) traduce Macuiltonallehqueh o Macuiltonal
como “los Señores con Cinco Almas”, mientras que Anders
y otros (1993:247) “Hombres Divinizados, Dueños del
Número Cinco”.
3 Sam Koren, de Princeton University Art Museum,
desarrolló una animación virtual de los xantiles, la cual
puede consultarse en la página web: http://mcis2.princeton.
edu/sorcerers/nahua.html
ISBN: 978-607-9305-34-5

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