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producción
y empleo
17 de marzo de 2020
Síntesis Ejecutiva
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Efecto del Coronavirus sobre las PyME
Al complejo escenario recesivo que atraviesa la economía y la incertidumbre sobre el resultado
final de la renegociación de la deuda pública, se suma inesperadamente el efecto del
coronavirus, nuevo factor externo cuyo impacto final sobre el tejido productivo interno se
desconoce debido a lo inédito de la situación.
Para indagar sobre estos efectos la Fundación Observatorio PyME recogió las opiniones de
empresarios PyME de los sectores de Servicios, Comercio, Industria Manufacturera,
Construcción y profesionales independientes.
Los empresarios y los profesionales se expresaron sobre los efectos negativos en la producción,
las ventas, las compras y el empleo. También opinaron sobre las medidas precautorias y
organizativas adoptadas por ellos y sobre los miembros de la propia comunidad puestos en
cuarentena. Finalmente se expresaron también sobre la dinámica de precios y disponibilidad en
el mercado de los productos necesarios de protección contra el virus.
Las opiniones fueron recogidas entre el viernes 13 y el martes 17 de marzo entre 788
empresarios y profesionales independientes, residentes en AMBA (60%), Centro (25%), NOA
(5%), Cuyo (4%), NEA (3%) y Sur (3%).
El principal impacto negativo registrado es sobre las ventas (58% del total de las respuestas). Los
otros tres impactos relevados tienen una difusión mucho menor: compras 40%, producción 39%
y ocupación 33%. Pero el superior real impacto negativo sobre las ventas con respecto a las otras
variables puede comprenderse mejor si se compara el saldo de respuestas entre las impactadas
y las no impactadas. Los encuestados impactados negativamente sobre sus ventas son el doble
de los no impactados. Mientras que en el resto de las variables (compras, producción y empleo)
las PyME y los profesionales independientes no impactados superan a los impactados.
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Estas proporciones seguramente cambiarán en las próximas semanas, porque obviamente la
caída de las ventas en algún momento impactará negativamente sobre la producción y el
empleo, ya que la capacidad de las empresas menores de acumular existencias en depósito es
limitada, máxime con las condiciones financieras del momento. Por otra parte, la evolución del
problema con las compras dependerá del grado de internacionalización de la cadena de
suministros de cada PyME.
Por el momento, el impacto negativo sobre las ventas es mas importante en el comercio y entre
los profesionales independientes que en Servicios y en la Industria Manufacturera. Las PyME de
Comercio que declaran impacto negativo en las ventas son más de tres veces superiores a las
que no declaran impacto, mientras que en las PyME manufactureras las impactadas apenas
alcanzan a duplicar a las no impactadas. Las empresas de Servicios y los profesionales
independientes se ubican en posiciones intermedias.
Fuente: Fundación Observatorio PyME.
Las empresas y los profesionales independientes están muy activos. Menos del 8% no están
tomando medidas.
El 92% está tomando varias medidas en función de las características del sector. Por ejemplo,
sólo el 24% de las PyME manufactureras y el 23% de las comerciales están organizando
actividades de home office, mientras que ese porcentaje sube al 55% entre las PyME de servicios
y al 46% de los profesionales independientes.
Por el resto, entre el 6% y 8% de las empresas está agregando más turnos para rotar el personal
y otorgando vacaciones anticipadas. Entre el 70% y 80% de las PyME y los profesionales
independientes adoptaron ya medidas con protocolo de higiene y la inducción de
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modificaciones de hábitos sociales. Las PyME industriales están además muy activas en la
capacitación en prevención, ya que tienen menos posibilidad de implementar el home office.
Fuente: Fundación Observatorio PyME.
A pesar de las medidas regulatorias del Ministerio de Desarrollo Productivo y del Ministerio de
Salud sobre precios y disponibilidad de insumos críticos para la prevención como el alcohol en
gel y otros insumos necesarios como barbijos y guantes, la encuesta detectó importantes
dificultades.
Con respecto al alcohol en gel, el 69% de las empresas informó falta de stock y el 41% aumento
de precio. Siguen en importancia los barbijos, con un 49% de faltante y un 19% de aumento de
precio. Los desinfectantes generales registraron respuestas de 30% faltante y 34% aumento de
precio. El menor problema se registró con los guantes descartables: 24% faltante y 28% aumento
de precio.
Estas estadísticas muestran la necesidad de profundizar las medias oficiales para detener la
especulación con estos insumos críticos para asegurar el normal abastecimiento y precios
razonables. Si la estrategia pública adoptada no da resultado, habrá que revisarla.
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Gráfico 4 - Dificultad al adquirir… (% de respuestas, general)
Fuente: Fundación Observatorio PyME.
Los números son alarmantes. El 15% de los encuestados declara que algún miembro de la
empresa o familia están ya atravesando un período de cuarentena. La mayor frecuencia (18%)
se registra en las PyME de Servicios. En la Industria Manufacturera es el 13%, en Comercio el
12% y entre los Profesionales independientes el 10%.
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Informe Coyuntural I-2019: Desequilibrios
sectoriales en la generación de empleo
Mayo de 2019
El sector manufacturero PyME perdió entre el primer trimestre de 2018 y el primer trimestre de
2019 cerca de 40.000 puestos de trabajo, mientras que el sector Software y Servicios
Informáticos (SSI) PyME generó aproximadamente 3.500. En el agregado del segmento de las
PyME, la creación de empleo es negativa. Es sabido además que no hay posibilidades de
sustitución de empleo entre la Industria Manufacturera y el sector de SSI. Extendiendo el
razonamiento, se puede afirmar que el extraordinario crecimiento de la economía del
conocimiento no podrá resolver el problema de la desocupación y la pobreza en Argentina. La
reactivación de la producción y el empleo en la industria manufacturera, junto con la
construcción y el comercio, es imprescindible para la salida de la recesión.
La sanción de la Ley de Economía del Conocimiento es muy positiva. En el mediano plazo, puede
acelerar la modernización entre las PyME y así acercar el sistema productivo nacional al estándar
de la economía 4.0. Además, de acuerdo a las estimaciones oficiales, se duplicaría en 10 años la
demanda de empleo en las actividades de la economía del conocimiento, alcanzando más de
300.000 puestos de trabajo. No obstante, las PyME de la industria manufacturera, construcción
y comercio hoy suman 1.300.000 puestos registrados (sobre un total de 2,8 millones en PyME)
y una distribución territorial que se extiende a todos los rincones del país. La supervivencia del
tejido productivo de las pequeñas y medianas empresas requiere acciones más amplias y más
cercanas en el tiempo.
Una nueva Ley PyME más incisiva que la versión anterior, cuya necesidad fue repetidas veces
admitida y anunciada por las autoridades del Ministerio de Producción y Trabajo, aún no ha sido
enviada al Parlamento. Esta nueva versión de la Ley PyME deberá contemplar decididas medidas
de aliento a la inversión (como, por ejemplo, el sistema de amortización acelerada de nuevos
bienes de capital) y una fuerte reducción de la presión fiscal para reactivar el nacimiento de
empresas, aliviar a las firmas más pequeñas para que puedan crecer y, al fin de cuentas, reactivar
el empleo. Este conjunto de medidas, según precisos cálculos de FOP, otorgaría en un plazo de
3 años un superávit fiscal del 1%.
Se agravó entre las PyME industriales el escenario de estanflación -recesión con inflación- que
comenzó en 2011, tal como se observa para la macroeconomía nacional (con años pares en caída
y años impares de expansión, que arrojan para la economía argentina un virtual estancamiento
desde aquel año). Los atisbos de mejora del último trimestre del año pasado se desdibujaron en
el primero de 2019 y las proyecciones para el trimestre en curso y el tercero no muestran signos
claros de recuperación.
1
Los datos relevados por la Fundación Observatorio PyME (FOP) a través de su última Encuesta
Coyuntural muestran que, en términos interanuales (primer trimestre de 2019 en comparación
con el primer trimestre de 2018), las ventas reales de las PyME industriales -empresas
manufactureras que emplean entre 10 y 200 ocupados- se redujeron 10,7% y la ocupación un
6,1%, es decir, cerca de 40.000 empleos menos en este segmento (Gráfico 1). De este modo se
cumple un año de variaciones negativas en las cantidades vendidas y tres años de reducción en
el empleo.
Esta caída en la actividad es similar a la observada durante parte del período de crisis
internacional 2008-2009, más elevada que en 2016, pero no tan aguda como la recesión en
2014. En términos de ocupación, una contracción de tal magnitud no se observa desde la crisis
internacional.
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME industriales y a PyME de SSI de CABA. Fundación Observatorio PyME.
*Ventas deflacionadas por el Índice de Precios de Venta de las PyME de cada sector.
En contraste, continúa el crecimiento acelerado de las PyME del sector de Software y Servicios
Informáticos (SSI). En la Ciudad de Buenos Aires el crecimiento interanual registrado por FOP es
del 37,8% y aumento del empleo del 4,2% (Gráfico 1). Si se proyecta la creación de empleo a
nivel nacional, las PyME de este sector han creado aproximadamente unos 3.500 puestos de
trabajo en el último año.
2
Es clara la diferencia de realidades entre las PyME manufactureras y las de Software y Servicios
Informáticos. Pero en el agregado del segmento de las PyME, la creación de empleo es
claramente negativa.
En términos trimestrales (en comparación con el trimestre anterior, es decir, el cuarto de 2018)
las ventas deflactadas de las PyME industriales -sin efecto de la estacionalidad- prácticamente
permanecieron invariantes (-0,6%), siendo el último trimestre de 2018 el único que no mostró
signo negativo (+0,8%) durante el último año. En cuanto a la cantidad de ocupados, la caída
trimestral alcanza el 1,9%, siendo el segundo semestre de 2017 y el primer trimestre de 2018
los relativamente mejores, sin mostrar grandes variaciones (+0,2% y +0,6%, respectivamente).
Para completar el cuadro de estanflación entre las PyME industriales, la caída en el nivel de
actividad se acompaña con sostenidas alzas de precios (+8,7% en el primer trimestre del año y
9,4% en el último de 2018), mostrando el primer trimestre de 2019 una inflación interanual de
56%, acelerándose 6 puntos porcentuales respecto a la variación del cuarto trimestre de 2018
vs. mismo período de 2017 (Gráfico 2).
Gráfico 2 – Evolución del Precio de Venta del principal producto en PyME manufactureras
(Variaciones % respecto al mismo período del año anterior)
Téngase en cuenta que estos precios conforman los precios mayoristas de la economía general.
El 56% de aumento interanual en los precios de estas PyME queda por debajo del 67% mayorista
de toda la industria manufacturera (Sistema de índice de precios mayoristas SIPM–INDEC),
mostrando así los límites de estas firmas para trasladar todo el incremento de costos a los
precios de venta de sus productos.
La aceleración del ritmo de crecimiento de los precios también se verificó en el sector del
Software y los Servicios Informáticos, con un incremento interanual de 36% vs. 29% interanual
al cuarto trimestre de 2018 (Gráfico 3).
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Gráfico 3 – Evolución del Precio de Venta del principal producto/hora de trabajo facturada
en PyME de Software y Servicios Informáticos de CABA
(Variaciones % respecto al mismo período del año anterior)
De todos modos, hacia finales del año anterior y en el primer trimestre del corriente año, las
empresas industriales se vieron obligadas a aumentar sus precios de venta para poder continuar
operando. De este modo, la rentabilidad que evolucionaba desfavorablemente durante buena
parte del año pasado, mostró una muy moderada mejora durante octubre 2018 y abril 2019.
Vinculado a los precios de sus productos, están por supuesto los costos enfrentados por las estas
industrias PyME. En tal sentido, se observa para el nivel medio de remuneraciones al personal
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de producción un aumento en torno al 9% trimestral, superior al promedio de 2018, y para el
costo del principal insumo (bien intermedio o materia prima) un aumento superior al 12% (por
debajo de la media del año anterior, que se caracterizó por la crisis cambiara).
Por otra parte, entre el resto de los problemas planteados, la dificultad para acceder a
financiamiento prácticamente se duplicó entre el primer trimestre de 2017 y el mismo período
de 2019. No obstante, otra “buena noticia” es que no ha empeorado la problemática vinculada
a la pérdida de mercado interno a causa de importaciones, que se mantiene en torno al 30% de
las PyME industriales.
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Gráfico 6 - ¿Cuáles de los siguientes problemas afectan actualmente a su empresa?
(% de PyME de SSI)
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Gráfico 7 – Evolución de Ventas en términos reales, según tamaño de empresa
(Variaciones % respecto al mismo período del año anterior)
Entre los sectores de actividad manufacturera, los mejores desempeños relativos se observan
en las industrias química y de maquinaria y equipo, con un aumento interanual en las cantidades
vendidas de 6,9% y 2,4%, respectivamente. Son también estos sectores dos de los que menor
impacto en el nivel de empleo muestran en relación al promedio de las PyME industriales de
todo el país (-4,6% y -4,2%, respectivamente).
Por el contrario, sectores más débiles como el maderero y de indumentaria y calzado (con menor
desarrollo interno de las firmas y menor competitividad), se presentan entre los que más severas
retracciones han experimentado en el primer trimestre con relación a un año atrás: en
cantidades vendidas, el primero descendió casi 33% mientras que el segundo muestra una
contracción del 25,6%; en empleo, redujeron planta en 12,3% y 11,4%, respectivamente.
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Gráfico 9 – Termómetro sectorial: Ventas reales*
(Variaciones % respecto al mismo período del año anterior)
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Gráfico 11 – PMIPyME: General y Componentes
En la composición del PMIPyME (Gráfico 11), se observa que la cartera de pedidos, el stock de
materias primas y la velocidad de entrega se los proveedores continúan en niveles similares a
los de la última medición; la producción vuelve a descender y el empleo, aunque en menor
magnitud, también.
La caída de la cartera de pedidos inició en julio de 2017, es decir un trimestre antes del inicio de
la fase contractiva, y anticipa la retracción experimentada por las PyME manufactureras de todo
el país entre el segundo semestre del año pasado y el primero del actual.
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Gráfico 12 – ICEPyME vs. PMIPyME
La confianza también puede nutrir la comparación entre las empresas de SSI y de la Industria
Manufacturera. Si bien las realidades experimentadas por cada segmento discrepan, la
evolución de la confianza muestra movimientos en el mismo sentido (aunque el nivel de
confianza entre las primeras es mayor). No obstante, en la última medición, el ICEPyME se
mostró descendente entre las PyME informáticas de la Ciudad de Buenos Aires, mientras el
ICEPyME de sus pares manufactureras prácticamente no varió en relación a fin de 2018 (Gráfico
13). En el primer caso, tanto la percepción de la coyuntura como las expectativas sobre la
evolución futura se deterioraron mientras que, en el caso de la industria manufacturera, se
compensa un componente con el otro.
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME de SSI de CABA y a PyME industriales. Fundación Observatorio PyME.
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El deterioro de la confianza entre las PyME de SSI de CABA en parte indica que estas empresas
observan una situación muy por debajo del evidente potencial de su actividad. Adicionalmente,
las perspectivas sobre el desempeño macroeconómico nacional muestran un deterioro similar
a lo observado entre las PyME de la Industria Manufacturera de todo el país.
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Nota Metodológica
La Encuesta Coyuntural a PyME industriales – Primer trimestre de 2019 es una de las encuestas
que periódicamente realiza la Fundación Observatorio PyME, en aras de cumplir con su misión,
que consiste en promover la valorización cultural del rol de las pequeñas y medianas empresas
en la sociedad, la investigación microeconómica aplicada y las políticas públicas de apoyo al
desarrollo productivo.
Características:
▪ Periodicidad trimestral
Características:
▪ Periodicidad trimestral.
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Informe Coyuntural II-2019: La recuperación
que no pudo ser
Agosto de 2019
La recuperación, aunque moderada, parecía ser la pauta para el tercer trimestre del año, de no
ocurrir alguna perturbación imprevista. Pero la turbulencia cambiaria y la elevada incertidumbre
que dejaron los resultados de las elecciones primarias, probablemente truncarán ese pequeño
repunte de la actividad de la industria manufacturera PyME experimentado durante el segundo
trimestre de 2019.
Durante dicho período, los pedidos que recibieron estas empresas aumentaron, así como
también la producción, sin recuperación del empleo perdido (permanecía cerca del -6%
interanual). Complementariamente, la confianza en la evolución económica presente y futura
también había mejorado.
Un dato adicional que permitía interpretar que la salida de la recesión continuaría durante el
tercer trimestre del año en curso, era que no existía disociación entre el indicador que registra
la evolución de las órdenes de compra recibidas por el sector industrial (PMIPyME) y el indicador
de confianza de los empresarios PyME (ICEPyME) tanto del sector manufacturero como de
software y servicios informáticos (Gráfico 1). En síntesis, realidad productiva y confianza
empresarial marchaban en la misma dirección, permitiendo razonablemente anticipar que hacia
fin de año las PyME industriales y del resto de los sectores de servicios ligados a la producción
estarían fuera del escenario recesivo, de no ocurrir un shock exógeno tal que generara una
excesiva volatilidad y por ende una mayor incertidumbre.
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME industriales (de todo el país) y a PyME de SSI de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundación Observatorio PyME.
1
Sin embargo, los resultados de las P.A.S.O. impactaron en los mercados generando volatilidad e
incertidumbre, en particular por la falta de estabilidad del tipo de cambio, que en una semana
(viernes anterior a las elecciones y viernes de la semana siguiente) aumentó un 24%, es decir, se
depreció el peso argentino contra el dólar casi un cuarto de su valor preelectoral. Esto en un
contexto donde desde dos meses atrás el peso venía experimentado pequeñas apreciaciones
(dos caídas sucesivas en junio y julio en torno al 3% cada una).
Esta falta de previsibilidad ha ocasionado, en otros momentos y se han observado en estos días
también, que las transacciones comerciales queden suspendidas y/o postergadas o se realicen
“sin precio”, dado que éste está vinculado en forma directa o indirecta a la evolución del tipo de
cambio y una suba del mismo se traslada parcial o totalmente a precios de insumos y bienes
intermedios. En este sentido, es esperable que no se vuelva a observar en lo inmediato otra
mejora de la actividad o, incluso, se experimente un leve descenso en relación al segundo
trimestre.
Este contexto impacta sobre un nivel de confianza que lograba repuntar a mediados de año,
tanto por una mejor perspectiva de las condiciones actuales como por mejores expectativas
sobre la evolución económica futura. Esta recuperación tenía lugar luego de una abrupta caída
desde fin de 2017 a valores tan bajos casi como los observados durante la recesión de 2014 o
cercanos a la crisis de 2008-2009 (Gráficos 2 y 3). Difícilmente la imprevisibilidad sobre la
concreción de compras y ventas y los precios a los cuales se realicen pueda seguir mostrando
perspectivas en alza, eventualmente podría sostenerse la confianza en el nivel de julio.
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Gráfico 3 – ICEPyME General, Condiciones actuales y Expectativas futuras
Software y Servicios Informáticos
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME de SSI de la Ciudad de Buenos Aires. Fundación Observatorio PyME.
Ventas y empleo
Por primera vez en un año y medio, las PyME manufactureras mostraron un aumento
intertrimestral, leve pero no despreciable, de sus ventas deflactadas (facturación descontado el
efecto precio) en un 2,3%. Este incremento fue liderado por las empresas medianas (51-200
ocupados). Así también se alcanzó en el segundo trimestre de 2019 una caída interanual de
6,2%, más leve que en los dos períodos anteriores cuando se observaron reducciones del 11%
(Gráfico 4).
Gráfico 4 - Evolución de Ventas deflactadas de las PyME industriales de todo el país, por
tamaño de empresa (variaciones % interanuales)
No obstante, la evolución del empleo no mostró ningún tipo de recuperación (Gráfico 5). A pesar
del fuerte repunte de la cartera de pedidos y la positiva evolución de la confianza empresarial,
la creación de empleo siguió siendo negativa tanto en las empresas medianas como en las más
pequeñas (10-50 ocupados). La atención de las mayores órdenes de compra se basó
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enteramente en el incremento de la productividad, sin ninguna creación de empleo industrial,
que registra una continua caída desde hace más de tres años (con casi 40.000 puestos de trabajo
perdidos respecto al segundo trimestre de 2018).
En este sentido, un dato que agrega preocupación con respecto al empleo del sector privado es
la constatación de que el desempeño productivo de las empresas industriales más pequeñas -
aquéllas que son creadoras de empleo por excelencia en Argentina y en todo el mundo- sigue
siendo sistemáticamente inferior al de las empresas medianas (Gráfico 4).
Gráfico 5 - Evolución de Ocupación de las PyME industriales de todo el país, por tamaño de
empresa (variaciones % interanuales)
Cabe señalar también que las industrias medianas mostraron reducciones de planta de personal
durante el primer semestre de 2019 (en relación al mismo período de 2018), hecho que no se
observaba desde el tercer trimestre de 2017.
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Gráfico 6 – Termómetro sectorial: Ventas deflactadas
(Variaciones % II trimestre 2019 vs. II trimestre 2018)
También durante el segundo trimestre se observó la consolidación de las PyME del sector de
software y servicios informáticos, el segmento más importante de la llamada “economía del
conocimiento” (Gráfico 8). Pero en este caso no sólo se experimentó un nuevo aumento de la
facturación en términos reales, sino también un pequeño incremento del nivel de ocupación de
cerca de 3.000 puestos de trabajo en relación a un año atrás (explicado entre otras razones por
la escasa oferta laboral con las capacidades y habilidades específicas que demanda este sector).
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Gráfico 8 - Evolución de Ventas deflactadas y Ocupación de las PyME de Software y Servicios
Informáticos de CABA (variaciones % interanuales)
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME de SSI de la Ciudad de Buenos Aires. Fundación Observatorio PyME.
Nota: La Ciudad de Buenos Aires nuclea a cerca del 70% del empleo y del total de empresas del sector SSI.
La reciente depreciación cambiaria, marcada tanto por su magnitud como por la volatilidad que
propició, es esperable que tenga algún impacto en los precios finales de la economía, pero
previamente en los precios mayoristas. Entre estos precios se puede ubicar a los precios de
venta de las manufacturas producidas por las PyME, si bien en general estas empresas están
más vinculadas a los eslabones finales de la cadena (hay sectores de insumos y bienes
intermedios, pero varios otros directamente ligados al comercio mayorista).
Análisis de depreciaciones pasadas brindan algunas pistas del traslado a precios de los cambios
en el nivel de tipo de cambio que tuvieron lugar en enero de 2014, diciembre de 2015 y en 2018.
Por supuesto, para cada período pueden hallarse condiciones macroeconómicas particulares
(libre mercado o control de cambios, distinta política monetaria, etc.) y comportamientos ya sea
en las ventas, la producción o el empleo entre las PyME. No obstante, todos estos períodos están
encuadrados en el proceso de recesión e inflación que deja por resultado, visto en el lapso de
los 10 últimos años, un patrón de estancamiento económico.
Tómese, por ejemplo, la devaluación implementada por el BCRA en enero de 2014. El tipo de
cambio pasó de una tasa de variación interanual de 21% en el tercer trimestre de 2013 al 52%
1
Un alza del tipo de cambio de la moneda local en relación a una moneda extranjera se denomina
depreciación (el término devaluación es comúnmente utilizado para subas del tipo de cambio con
intervención o disposición de la política cambiaria). Una caída de la relación de cambio entre la moneda
local y la extranjera se suele denominar apreciación (revaluación) cambiaria.
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en el primer trimestre de 2014, mientras que los precios medidos por FOP entre las PyME
industriales crecían en el tercer trimestre de 2013 al 27% interanual y luego en el primer
trimestre de 2014 esta tasa resultó en 40%. Por lo tanto, la tasa de depreciación cambiara entre
el primer trimestre de 2014 y el tercer trimestre de 2013 aumentó 31 puntos porcentuales,
mientras que la tasa de inflación PyME aumentó para el mismo período 13 p.p. En consecuencia,
puede concluirse que el 40% de la devaluación se trasladó a precios.2
Aún cuando al tercer trimestre de 2018 se acumularon dos devaluaciones, las empresas venían
ajustando mínimamente sus precios y las ventas reales evolucionaban en ascenso desde el
segundo trimestre de 2017, se observa que el traslado a precios de las devaluaciones se ha
ubicado en la franja 25-40%.
Si bien la devaluación de 2018 fue de tal magnitud que en términos interanuales el tipo de
cambio en el segundo trimestre de 2019 mostró una variación de más del 80%, el nuevo salto
de agosto imprimirá algún tipo de variación en los precios de venta de las PyME. Es esperable
que el traslado a precios sea de aproximadamente un 25% (porque ya se venían ajustando
2
No se toman en consideración las tasas de cambio de los precios y del tipo de cambio en sí mismas dado
que ya existían previamente variaciones en ambas variables, explicadas por diversos factores, al margen
del shock cambiario.
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levemente, la volatilidad cambiaria ha estado latente y las ventas se recuperaron levemente al
final del primer semestre del año).
Asimismo, dada la evolución histórica del nivel de precios de los productos de las PyME
industriales vs el de las PyME de software y servicios informáticos (SSI), comparada en el Gráfico
10, también es esperable que el posible impacto de la devaluación sea mayor en la industria
manufacturera que en SSI.
Gráfico 10 - Evolución del Precio de venta PyME Industria Manufacturera vs. Software y
Servicios Informáticos
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME de SSI de CABA y a PyME industriales, Fundación Observatorio PyME.
En particular, en julio de 2019 la mitad de las PyME industriales y de las de software y servicios
informáticos declararon nuevamente entre sus principales problemas para el desarrollo de la
actividad habitual de la empresa, los vinculados al financiamiento. Asimismo, entre las firmas
manufactureras también es grave el retraso en el pago de los clientes, acentuando la
problemática de financiar el capital de trabajo.
Entre las PyME de la industria manufacturera -que no gozan de las ventajas tributarias de sus
pares de SSI, son menos exportadoras y más dependientes de una demanda interna
virtualmente estancada durante prácticamente los últimos 10 años (con 2018 y lo que va de
2019 recesivos)- las dificultades para financiar su actividad tienen impacto en su desempeño. En
efecto, en el Gráfico 11 se muestra que los problemas en la obtención de financiamiento han
crecido durante los últimos dos años (variación interanual en cada primer semestre), a la par de
un volumen de crédito en términos reales decreciente y con su correlato en caída del empleo.
8
Gráfico 11 - Crédito a PyME en términos reales, difusión de las dificultades de financiamiento
y empleo (variaciones % interanuales)
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta Coyuntural a PyME industriales-Fundación Observatorio PyME, BCRA
y DGEyC-BA.
¿Qué hacer?
Las empresas más pequeñas no pudieron sumarse a la dinámica productiva positiva que
registraron las empresas medianas y es muy improbable que lo puedan hacer cuando tenga
lugar la recuperación económica, en ausencia de una política pública orientada hacia este sector
caracterizado por una menor productividad que el resto del sector industrial. Divergencias tan
notorias de productividad no pueden ser atendidas con políticas uniformes. Así lo entienden casi
todos los países más avanzados que acreditan políticas fiscales diferenciadas por tamaño de
empresas y región geográfica.
FOP ha elaborado una propuesta de política pública, sin costo fiscal, orientada a favorecer la
creación de empresas y de empleo, reducir las asimetrías regionales e impulsar la modernización
tecnológica. Puede acceder al documento en
http://www.observatoriopyme.org.ar/project/propuesta_tecnica_desarrollo_productivo/.
Como allí se hace notar, las dificultades son principalmente estructurales y de no solucionarse,
tampoco dejarán de experimentarse frecuentes vaivenes económicos. Aún más, las crisis
recurrentes van agravándose paulatinamente, al acumularse una tras otra sobre una estructura
productiva con desequilibrios severos.
Las propuestas de política pública en este sentido son pensadas para el mediano y largo plazo;
mientras tanto debe acompañarse la transición y paliar la coyuntura a través de medidas que
operen, por ejemplo, sobre el capital de trabajo y el nivel de demanda.
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Nota Metodológica
Características:
▪ Universo de estudio: empresas clasificadas entre los CIIU 10-33 y 58 de la CIIU Rev.4.
▪ Periodicidad trimestral
Características:
▪ Periodicidad trimestral.
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Informe Coyuntural III-2019: “Emergencia
pública” y perspectivas 2020 para las PyME
Diciembre de 2019
1. Contexto. Para las PyME el segundo semestre del año tendrá aún mejores perspectivas que el
primero, a menos que no se llegue a una renegociación exitosa de la deuda pública y ello acarree
una nueva y alta devaluación de la moneda argentina, con su impacto negativo en la producción
mediante una nueva aceleración de la inflación.
El tardío plan de la Administración Macri con la propuesta de refinanciación de las deudas fiscales
de las PyME en 120 cuotas no ha tenido suficiente adhesión debido a la alta carga de los intereses,
que ahora con la moratoria sancionada serían reducidos tanto por antigüedad de la deuda, como
por la condonación de intereses resarcitorios y punitorios (y multas), además de pautar por 12
meses una tasa mensual del 3% y luego la tasa variable equivalente a BADLAR bancos privados.
Podrán ingresarse en la moratoria fiscal todas las deudas hasta el 30 de noviembre de 2019 (sin
sentencia en firme) y podrán acceder todas las empresas con certificado MiPyME vigente o que se
obtenga hasta el 30 de abril de 2020. Un verdadero alivio financiero para las empresas menores.
1
ya preparados para consolidar el sendero de reactivación que iniciaron a mediados de 2019,
mientras que los tres últimos dependen de la reactivación del consumo.
Tampoco la ecuación económica es la misma entre las PyME con tamaños cercanos a los 200
ocupados que entre aquéllas que rondan los 30. Con la presión fiscal resultante de la Reforma
Tributaria de 2017, uniforme para todos los tamaños de empresas, la ecuación económica de las
micro y pequeñas empresas (hasta 50 ocupados) será muy difícil de cerrar.
Por esta razón, es correcto introducir diferenciaciones por tamaño y sector. La incompatibilidad
entre niveles de productividad y presión fiscal uniforme para todos los tamaños de empresa se
manifiesta claramente a través de la concentración de la informalidad laboral entre las empresas
menores y el achicamiento de la planta de personal de las mismas, prácticamente continuo desde
2011.
1 En este aspecto el proyecto ingresado a Diputados por el Poder Ejecutivo contemplaba la diferenciación tomando el
límite de 48 millones de pesos en las ventas anuales de las empresas privadas del rubro de Servicios y Comercio (superado
ese límite, en estas dos actividades, tributarían contribuciones patronales a una tasa del 20,4% sobre la base salarial
imponible). De ese modo se focalizaba mucho más aún en las heterogeneidades por tamaño. Sin embargo, la Ley
sancionada considera sólo la diferenciación entre PyME hasta tramo 2 y grandes empresas de tales sectores.
Para los restantes empleadores del sector privado (de los demás sectores, cualquiera sea el tamaño) la alícuota será del
18%.
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como posibles reducciones de las retenciones para bienes que alcancen mayor generación de valor
agregado.
6. Tarifas. En la Ley se incluyen, asimismo, medidas que tenderían a favorecer un mayor consumo y
aliviar financieramente a las empresas por otros canales. En este sentido, se mantiene el cuadro
tarifario para gas natural y electricidad de jurisdicción federal por un plazo de hasta 180 días (en lo
concreto sería continuar sin otorgar los aumentos acordados previamente, aumentos que no había
aplicado ya la gestión anterior) y se estipula durante ese plazo configurar un esquema de revisión
de tarifas que balancee el impacto sobre usuarios y proveedores de energía eléctrica y gas.
Adicionalmente, se invita a las provincias a adherir a este lineamiento tarifario.
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Gráfico 1 – ICEPyME vs. PMIPyME: Confianza vs. Actividad real - Industria Manufacturera
Un dato para nada desdeñable es la situación financiera de las empresas, en particular la situación
de endeudamiento. En el marco de la renegociación/ reestructuración de la deuda soberana en los
primeros meses del próximo año, vale la pena reparar en las deudas del sector productivo, en
particular la situación de las deudas acumuladas por las PyME luego de sucesivos períodos recesivos.
De acuerdo a los datos de FOP, el conjunto de las empresas entre 10 y 249 ocupados del sector
industrial manufacturero afrontan una deuda de aproximadamente 200 mil millones de pesos (estas
firmas componen el 30% de las empresas de la industria manufacturera y el 20-25% de las PyME del
país).
Cabe destacar que los datos oficiales indican, por una parte, que el total de las empresas pequeñas
y medianas se halla en una situación de deuda con entidades financieras reguladas por el Banco
Central de la República Argentina por un monto cercano a los 400 mil millones de pesos a octubre
de 2019; por otra parte, las deudas con AFIP alcanzarían un importe aproximado de 150 mil millones.
De acuerdo a la información de FOP que se muestra en el Gráfico 2, los 200 mil millones de deudas
de las PyME manufactureras se concentran esencialmente en: i) 47% cadenas de valor (mayormente
proveedores, con un 43%, es decir, unos 86 mil millones), ii) 27% en deudas sociales y fiscales de los
distintos niveles de gobierno (54 mil millones de pesos), iii) el financiamiento bancario adeudado
privado y público conforma un 18% (36 mil millones).
Sólo un 2% corresponde a algún banco de tipo cooperativo o social, las deudas adquiridas vía
mercado de capitales, al igual que los programas públicos, sólo representan en cada caso un 1% y
con los propios socios las deudas alcanzan un 3% del stock total. En otros conceptos ingresa
aproximadamente un 2%, reuniendo una variedad de financiadores, pero posiblemente entidades
financieras no reguladas (prestamistas individuales y similares).
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Gráfico 2 – Estructura del stock de deuda de las PyME manufactureras
Ésta es la situación de endeudamiento con que las firmas del segmento industrial pequeño y
mediano iniciarán el 2020, sumado a la estructural restricción de crédito bancario. Se hace
imprescindible trabajar sobre una reestructuración de estas deudas, para sanear la situación del
tejido productivo, así como idear una política de “créditos blandos” para modernización tecnológica
y comercial, modernización que garantizaría un mejor desempeño productivo. Así también lo
propulsarían incentivos fiscales sobre la inversión, en particular la amortización acelerada sobre
nuevos bienes de capital. La complementación con reducción de la carga tributaria laboral para las
microempresas, como podría ser la compensación de contribuciones patronales contra otros
impuestos y la territorialización de las alícuotas de estas cargas laborales para las pequeñas y
medianas compañías, sería una óptima combinación para la generación de empleo y valor agregado.
El año que se termina acumula, entre las PyME industriales, una contracción de su actividad (medida
por las ventas deflactadas del segmento) de prácticamente un 6%, con una variación similar en el
nivel de ocupación (casi 6% también). Es decir, comparado a los mismos 9 meses de 2018, el
segmento PyME manufacturero debió reducir su planta de personal en casi 40.000 personas y las
unidades vendidas (entre el mercado interno, que conforma un 85% de sus ventas, y el mercado
externo) perdieron aproximadamente 6%. En términos de actividad, comparando con el agregado
de todas las empresas manufactureras (todos los tamaños), el Índice de Producción Industrial
Manufacturero (IPI manufacturero) construido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC) arroja una caída interanual acumulada para enero-octubre 2019 de casi 8%, mientras que
el respectivo indicador del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA) ronda esta
magnitud también -Gráfico 3-.
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Gráfico 3 – Desempeño relativo: Actividad industrial PyME vs. Total Industria Manufacturera
(variaciones % interanuales)
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME industriales, Fundación Observatorio PyME e Índice de Producción Industrial (IPI)
manufacturero, INDEC.
*Dato provisorio
A esto se le suma que el año 2018 es en sí mismo una base de comparación baja, cuando las
industrias pequeñas y medianas sufrieron una recesión de 2,5% y una caída del número de ocupados
del 2% (el empleo no crece en este grupo de empresas desde hace 4 años). Recuérdese que la crisis
cambiaria agravó la estanflación, contrayéndose el producto total generado por el país (PBI) en un
2,5% también, acompañado en igual medida por el consumo privado y con una contracción de más
del doble en la inversión (evolución que se perpetraría para 2019).
No obstante, los resultados del año 2019 para las PyME manufactureras muestran comportamientos
diferenciados entre el comienzo y fin del año, habiendo conseguido una reactivación a medio
término que quizás pueda ser aprovechada entre fin de año y comienzos de 2020. Sucede que en el
segundo trimestre se observó una mejora en la cartera de pedidos (órdenes de compra recibidas)
del segmento PyME industrial, que se concretó durante ese período, pero también durante el
tercero, y de ese modo lograron estas empresas en conjunto no caer al término del tercer trimestre
del año (Gráfico 4).
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Gráfico 4 - Evolución (variaciones % interanuales) de Ventas deflactadas de las PyME industriales
de todo el país, por tamaño de empresa
Ahora bien, el desempeño del conjunto no es homogéneo entre sectores de actividad y menos aún
entre distintos tamaños de empresas. En el primer caso, debe señalarse que los sectores mejor
posicionados en los mercados interno y externo, con mejores características microeconómicas (más
competitivos internacionalmente, mejor organizados puertas adentro de las firmas, de mayor
escala, más inversores también) mostraron durante los tres trimestres en comparación a los mismos
períodos de 2018, aumentos en las ventas deflactadas (facturación en pesos sin IVA, con el debido
descuento del aumento de precios de sus propios productos, es decir, unidades vendidas), aunque
no así en el empleo que se contrae entre estos sectores también -Gráfico 5-. Aquí pueden
mencionarse, emblemáticamente, a las empresas de Maquinaria y equipo y Sustancias y productos
químicos. En el otro extremo, los sectores más débiles que vieron caer sus ventas reales y redujeron
su cantidad de ocupados son Textil, prendas de vestir, productos de cuero y calzado y Madera,
corcho y paja.
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Gráfico 5 - Termómetro sectorial: Ventas Deflactadas y Ocupación en PyME manufactureras
(variaciones % interanuales)
Pero esto no termina aquí. El cese de la caída en el nivel de actividad entre las PyME manufactureras
que se observó en el conjunto durante el tercer trimestre del año fue liderado por las empresas
medianas (51 a 249 ocupados) que por segundo período consecutivo mostraron una mejora en
relación a un año atrás -Gráfico 4-. En cambio, las pequeñas empresas (10 a 50 ocupados) continúan
sumergidas en la recesión, a lo largo de cinco trimestres, alcanzando entre julio y septiembre de
2019 una reducción del 6,8% interanual contra un aumento del 9,3% entre las medianas.
Las asimetrías por tamaño son también visibles en cuanto al nivel de ocupación, aunque en este
caso la amplitud de la brecha es menor, pero lamentablemente el signo de la variación es para
ambos grupos negativo -Gráfico 6-: entre las empresas pequeñas cayó 7,6% durante el tercer
trimestre de 2019 en relación al mismo período de 2018, mientras que entre las medianas la
reducción de personal alcanzó el 2%. En el agregado, el conjunto PyME continúa sin generar empleo,
es más, reduciéndolo. Esta contracción de la cantidad de ocupados de todo el segmento de PyME
industriales, junto a la brecha por tamaño con desventaja entre las pequeñas firmas, estaría
señalando también un achicamiento en la dimensión media de estas unidades económicas.
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Gráfico 6 - Evolución (variaciones % interanuales) del nivel de Ocupación de las PyME
industriales de todo el país, por tamaño de empresa
Asimismo, cabe agregar que la reducción de empleo en el conjunto, junto a unas ventas en términos
reales que casi no muestran variaciones en términos interanuales, arroja por resultado un esfuerzo
de productividad (unidades físicas por ocupados) entre estas firmas. Esto es entendible en el marco
de la recesión, inflación, crisis cambiaria, incertidumbre política y falta de financiamiento enfrentada
por estas empresas, que para 2019 muestran una proporción de inversoras menor a la mitad que
15 años atrás e, incluso, un 40% menor a 3 o 4 años atrás.
Por último, otra variable central a observar es la evolución de precios que, por supuesto, muestra
aceleraciones trimestrales como consecuencia de las devaluaciones (efecto pass through de la
devaluación a precios), cerrando el año probablemente en menor tasa que 2018 –de no sufrir saltos
bruscos en el tipo de cambio hacia fin de año ni existir comportamientos que ajusten
anticipadamente para alcanzar un nivel de precios más alto ante el inminente acuerdo de precios y
salarios a nivel nacional-. Esta evolución está en línea con la de los principales indicadores de precios
mayoristas reportados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) -Gráfico 7-.
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Gráfico 7 - Evolución (variaciones % interanuales) del nivel de Ocupación de las PyME
industriales de todo el país, por tamaño de empresa
Fuente: Encuesta Coyuntural a PyME industriales. Fundación Observatorio PyME, y SIPM, INDEC.
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Gráfico 8 - Evolución (variaciones % interanuales) de Ventas deflactadas y Ocupación de las
PyME de Software y Servicios Informáticos (SSI) de CABA
Aquí es de remarcar otra diferencia entre el sector tradicional de las manufacturas y SSI: una política
de promoción para el segundo, con fuertes incentivos fiscales, que reporta beneficios de mayor
número de emprendimientos formales, mayor volumen de ocupados, mayores exportaciones. No
obstante, como los datos de FOP y los oficiales (Ministerio de Producción) lo evidencian, la
generación de empleo es muy inferior a la demanda por parte de los sectores industriales
tradicionales. Adicionalmente, esta demanda abarca a las distintas calificaciones de mano de obra,
incluidos ante todo los trabajadores no calificados, mientras que esta virtud no se halla en el
segmento de SSI. Esto no aboga contra la promoción de una actividad moderna, dinámica y
transversal a todas las actividades económicas, más bien se intenta remarcar la bondad de las
medidas de promoción industrial (que no necesariamente consisten en subsidios) como así también
la inminente necesidad de aplicarla para las PyME en general.
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Nota Metodológica
La Encuesta Coyuntural a PyME industriales – Tercer trimestre de 2019 es una de las encuestas que
periódicamente realiza la Fundación Observatorio PyME, en aras de cumplir con su misión, que
consiste en promover la valorización cultural del rol de las pequeñas y medianas empresas en la
sociedad, la investigación microeconómica aplicada y las políticas públicas de apoyo al desarrollo
productivo.
El objetivo de esta encuesta es analizar el desempeño económico de las PyME industriales durante
el trimestre precedente y el último trimestre del año anterior, individualizar las principales
problemáticas del sector, conocer las expectativas de los empresarios y medir el humor empresarial.
Características:
Características:
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Universidad Nacional de la Matanza.