REVISTA PAE

ESPAÑA
1941
2,5O PTAS.

© Biblioteca Nacional de España

inUülLn/l
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O R - L I M EA - D I R E C T O
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RAltüFDO LULIQ 5 • T E L : 4 2 4 O 1 Í
© Biblioteca Nacional de España
 ¡ A T E N C I Ó N !
ESTA ES LA MAQUINA DE COSER QUE LA REVISTA "Y1'
REGALA A SUS LECTORAS. ENTRE LAS PÁGINAS DE ESTE
NUMERO VERÉIS LAS CONDICIONES PARA OBTENERLA,

$
NUMERO 4 6
U M A R I
NOVIEMBRE, 1941
0
JOBS ANTONIO
Evocaciones de noviembre. ftüpt X imán*» d* Sondowtd.

ARTE, LITERATURA Y REPORTAJES

Dos mujeres célebres y aus hijas , Mtrcedt» Fórmica-Coftí.
Las supersticiones de los toreros . -• • Chaolta.
Don Juan ! • . . . . Esperama Ruii-Cresfto.
Los cuadros del Ministro Japonés . , , . . . . - 1 . . : Rafael Salaxar Soto.
4 amigos de viaje " José-Vicente Puente.
Corona a Mercedes José Alvarex Eileban.
El bautito, fiesta familiar **•.
Canción d» la División Aml. , , , ••*.
Caldo y condecorado do la División Azul .- '•*-

DECORACIÓN, VARIEDADES, MODAS T BELLEZA

Modas , . . . . Baldrtch.
Fioricola Gabriel Bornát.
El cuarto de los niños f .,'.", ,•.=:' •*
En, sobre la cabeza , , **
La alimentación del niño Dr, Ñauas Migueton.
Nuestros amigos los libros ••"
¿Qué haces tú para la División Azul?. h -. , , . , **
Lu canastilla •*
Dos mantelerías ••
Palabras cruzada» •••*

COCXNA
Esta semana no tengo aceite ••*,
Castañas calientes • •••.
Cómo podéis preparar una buena merienda para los nffioa ••*.
CONSULTORIOS
GrafologlR Matilde Ras, Leticia y Rtrg.
Matrimonial ür. Don Luis Fernándtx,
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 distinguidos; pero, en cambio, tienes mus •> JENARO.—Rapidísima asimilación inw-
que temer de ru corazón y de tu tempera- lectual; dulzura de carácter, que no exclu-
mento, que pueden hacerle una jugarreta. ye firmeza ; sentimienios más benévolos que
Así e s ; asi es como yo lo veo. apasionados; muy buen gusto; con verda-
dero horror a la ramplonería, a la confu-
•> ENAMORADA (AlmerU).—Y que segu- sión, el alboroto... Mucho te agradezco tus
ramente lo estás hasia lo más hondo de los amables frases.
tiernos hígados, porque estás dotada de la
más apasionada sensibilidad y, la que es •I* MADRILEÑA \'ETA.—No, tu letra no
más grave, con una atroz tendencia & los es mala, aunque algo desigual. Revela inteli-
ocios... Mucha constancia; genio primoroso gencia perspicaz, voluntad débil, tempera-
y activo; economía y previsión. Nada, que menta impresionable, tímido, y unas veces
bien puede «star contento tu novio, salvo franco en extremo, en tonto que otras ie
en lo de los celos, que son condición insu- envuelves en casi hurona reserva. Tendencia
frible... al ahor.ro, temor a rebasar el presupuesto.
•> UNA SEÑORITA DE PUEBLO.—Lo que í» PLANT1TA SIN FLOR.—Intuición, cora-
•o te impide tener distinción y gustos ele- lonadss que se cumplen ¡ imaginación fanta-
gantes ; curiosidad muy viva; sagacidad, in- seadora ; excesiva sensibilidad; celoso apa-
tuición, gracia ; fácil alejija ; genio socia- sionamiento ; voluntad débil, que se deprime
ble y comunicativo ; esplendidez. por la menor contrariedad ; melancolía, gusto

I
por el aislamiento, que debes procurar com-
•í* MARY-TERE.—¡ Buena suene y eterna batir, y ya verás, Plantita sentimental, cómo
luna de rale?. Te la mereces, pues eres de florecen las alegrías en ti...
imaginación "fantaseadora, que no excluye
buen sentido; de carácter firme y perseve- •> A VECES NO ME COMPRENDO (Ge-
rante, dolado de paciencia y de dulzura ; ge-
nio franco y generosidad con excelente d s- rona).—¡ Todo sea por Dios ! Vamos a ver
tribucióa. sí te comprendo yo... Espíritu deductivo V
lógico; temperamento impresionable, pero con
<• EL MISERERE. — ¡ CaTsmba, qué lema freno en tus emociones, pues posees un«
tan fúnebre I Y en verdad que no pega, ni voluntad bastante firme. Algo de tendencia
con cola, a una personits tan ávida de di- a llevar la contraria. Genio caviloso. Expan-
versiones y tan hecha para agradar como sión... a ratos, y luego eres de los que se
tú... Porque eso del genio atroz es musca. enfadan contra sí mismos pensando: «¿Pof
|Quí va! Tu voluntad es firme y, sin embar- qué diría yo esto o lo otro?» ¿ E s eso?
go, eres tímida. Gustos estéticos ; sentimien- •I* MARI-LOLA-CRUZ-—Juicio claro; carác-
tos afectuosos y muy leales. ler afectuoso y muy tímido, que lucha con-
<• JENNY T.—Pues si, si que tienes mal tra el deseo de agradar y de ser sociable!
LIMPIA Y l i ü geniecillo, sobre todo con teTñble propensión iFán de viajes, cambios y diversiones ; genio
a llevar la con ira ría; pero eres buena en el impaciente; pareces expansiva, pero «abe*
fondo, algo impresionable, y te complaces reservarte bien lo que te conviene... Sí.
más en ta casa ajena que en la propia ; eres «e ve el estado de ánimo por la letra. Es
muy concienzuda y te asaltan escrúpulos por mejor no enviarme ningún escrito que desees
minucias | y bastante reservadilla. conservar.
•!• MAYA.—fmasinaclón v ' v a y graciosa ; "5> OLGA.—Pues no, no has variado mu-
aptitudes musicales ; amor ti placer y ál cho... Continúa tu temperamento apasionado,
dinero, que no excluye rectitud y sinceros vehemente, impaciente, casi impulsivo y ce-
afectos; mucha franqueza, que incluso, en loso ; tu esplendidez, tu amor a ias bellas
n c/Congreso de la C A L V i c I E ocasiones, raya en imprudencia, por aquello
de oue «DalabTa y piedra suelta, no l i e n "
vuelta...»
cosas, tu fuerza de voluntad ; quizá la única
variación es que has vencido tu timldei--
*;• ADORADA (Vigoi. — ¡No está mal e!
•> VIOLETA (Sama de Langreo).—¿Viole- lema I Pues te lo mereces por tu gentil ca-
ta? ¡Hum, kuml Eres demasado smiga de rácter ; afectos vivos y sinceros, gustos es-
brillar, tu voluntad es demasiado acerada, tu téticos ; delicadeza, voluntad firme, genero-
dominio sobre ti misma demasiado positivo, sidad bien entendida. Eres persona de re""
tu espíritu demasiado burlón—en ocasiones cencías : es decir, que vas a decir algo y t e
hasta agresivo—para que vsya bien el mo- detienes...

PII95UBIFV\B>
desto lema... Además, mucho afán de dine-
ro ; CIBTO que no por tacañería, sino por <• VIOLETA.—El modesto seudónimo no «
satisfacer gustos fastuosos. pega mucho que digamos, pues te gusta b"*

Hañdoproclamado el te'nice capilarporexcelentia

•> MUNEQUITA RUBIA.—Juicio claro, aun-

SECCIÓN DE
GRAFOLOGÍA
Comunicamos a nuestras lectoras que ¡as
condiciones para cursar una consulta grafo-
légica sgn; enviar cuatro cupones (uno se
ofrece en ¡cada número de "Y"), y át ÍS
a 20 líneas escritas en papel sin rayar y con
texto original, es decir, no copiado, advir-
Hendo que la caria a la que falle alguna de
estas condiciones será destruida al momen-
to, siendo, por ¡o tanto, inútiJ que nos en-
víen por separado tos cupones o cumplan
tardíamente cualquier requisito que faltare.
La Sección Grafológica de "Y" está aten-
dida por ¡as más prestigiosas autoridades en
estos estudios.
Matilde Ras, cuyas publicaciones y parti-
cipación en Sociedades internacionales coma-
gradas a estas materias le han val'do una
reputación que podemos calificar sin hipér-
bole de europea.
"Leticia", seudónimo de una elegante mu-
chacha, muy versada en Grafología, que dic-
tamina con juventud y sentido literario. Sus
"contestaciones" ¡a han hecho acreedora a
una verdadera simpatía, ya que funto al'acier-
tí grafoiógico une siempre ¡a frase feliz, dis-
pensando acogida amable a cuantos mucha-
chos y muchachas exponen sui problemas...
"Ruy" es el seudónimo de un conocido
escritor muy preparado en Grajologla. "Ruy"
que poca cullura; grandísimo afán de ser
amada, mimada y halagada ; temperamento
Ce lo» i lio; espíritu de contradicción, lo que
no va muy bien con el mencionado afán...
Algunos rsagos de egoísmo o, por lo me-
nos, de excesiva economía.
<• PLANTIFICADO,—Espíritu reflexivo has-
la foyer en caviloso; aficiones casi gatu-
nas de vida cómoda y confortable ; impacien-
cia, enojo por minucias (por si el agua DO
está bastante fresca o e! café bastante ca-
liente, o el pañuelo mal planchado, o si
tarda el tranvía...) Cansando, pesimismo ;
d« se o de cambiar radicalmente de vida.
<• ¿MARIANELA? TAL VEZ (Larache).
No veo la conexión con la desdichada pi
[agonista galdosisna... Si, lo que hay es .r
carácter vehemente, impaciente, apaaionaj.
y celoso; por 01ra parte, franco, leal y do-
tada de verdadera generosidad ; y con una
volumad bastante firme.
•> CUPONCITO. — Sentimientos juveniles;
extraordinario afán de divenirte y de lucir-
te, de' no catar quieto un momento ; tem-
peramémó burlón ; tendencia al derroche ¡ es-
caso amor al estudio, entre otras causas, por
dificultad de fijar la atención largo tiempo
-en nada... ¡ Ay, Señor I
•> .OJOS GAHZOS. (Barcelona).—Buen sen-
tido que no excluye áureos sueños; carác-
ter .tímido, . reservado,, desconfiada, sensible
V de amor propio un unto vidrioso; volun-
tad lenai; ejes de esas muchachas que no
les gusta dejar una labor a medio hacer, n!
empezar un libro antes de acabar otro, ni
variar de programa si no es con mucho mo-
Sean o no prematuras, dan sensación de VEJEZ; icón

"AGUA DE ABISINIA'4
derrocha ingenio y simpatía en sus respues- tivo...
ta t, [y sus admiradoras "grgfalógicas" son
incalculables. *> A VER QUB ME DICES (Barcelona).—
AgMidad mental, mucha lógica, espíritu In-
NOTA.—¿a* con*ufó» grafológicas se han vesiigadoT, ingenia vivo ¡ lu voluntad es re-
acumulado ante Matilde Ras. Le es im suelta, emprendedora y autoritaria; carácter
posible a nuestra colaboradora atender con vehemente e impetuoso, Incluso un tamo
obtendrá cualquiera de Jos cuatro colores de moda
celeridad ¡as nuevas consultas. Por ello ro- agresivo. "NEGRO DE DAMASCO"
gamos a nuestras lectoras se abstengan de
enviárselas a ¡a señorita Matilde Ras y, por <J« AJEDREZ.—Inteligencia perspicaz y cal- "MORENO BIZANTINO"
ahora, lo hagan a "Leticia" o a "Ruy". culadora ; guatos elegantes; frialdad de *en-
limientos ; claro concepto del deber; volun-
tad, no de gran impulso, pero ai perseve- "CASTAÑO OSCURO DE FLORENCIA"
rante y seguida ¡ generosidad bien enten- • ' P R O D U C T O S A B I S I N I A '
'> EL PROCEDER DE COMA.—Mal « c o - dida ; depresión, melancolía.
gido lema, pues eres de carácter bulante
inflexible... Y te gusia mía mandar que obe- •I* ¿ES ASI?—Me figuro que eres hermano
decer. Tempe rímenlo apasionado y con te- del anterior, a juzgar por la semejanza de
rrible tendeada a los picaro» celos; amor vuestros granamos, pues en la escritura bay
propio muy vldri«ao j genio que se irrita parecidos de familia, como en las fisono-
fácilmente. Inteligencia v[*a y graciosa. mías. También «res calculador y d* gustes
CRISTAL r 9 -
C U P Ó N
para la»
© Biblioteca
secciones da Nacional de España

- y como
y beba
l o que
quiero
AGUA
Propietario: Juan Ribas Barreras - Oficinas: Marqués de Valladares, 58 - VIGO
llar y prevalecer entre los demás y, aunque !
con algunas ráfagas de timideí, tienes un
genieclto vivo e incluso agresivo; además,
mucho afán de dinero, no precisamente por
tacañería, sino por el susodicho gusto de
'ida brillante...
•> JESUSA DE LOS DOLORES. — Juicio
perspicaz; espíritu caviloso, que se preocu-
pa demasiado por detalles sin importancia y
que después de hacer las cosas lo mejor que
puede, teme haberlas hecho mal ; voluntad
no de mucho arranque, pero si perseverante
1 seguida. Lealtad. No has puesto lema al
grafismo adjunto al tuyo, por lo que lo pon-
dré yo a continuación,
•> LA AMIGA QUE ESTA DE LUTO.—In-
teligencia despejada; carácter afectuoso, im-
paciente y vehemente, muy resuelto; e* ni o
expansivo y sociable, con afán de viajes, di-
versiones y novedades; deseo de ser amada,
halagada y mimada ; alguna tendencia a los
celos, aunque no le gusta dejarla traslucir,
por amor propio...
•> ¿POR QUEP—Espíritu observador y ss-
gaz ; temperamento sensible, emotivo y líml-
do; bondad, delicadeza, ternura, modestia;
tendencia a la melancolía, o por lo menos, te-
nias gran depresión al escribirme; voluntad
más bien débil e indecisa. Generosidad.
MATILDE RAS
'*.* CORSARIO.—Su escritura indica una
manera de ser nerviosa y sensible, con §.pa-
«ionamienios. Indecisión y vacilaciones. Fran-
queza y desconfianza. Tendencia a las melan-
colías y desalientos. Claridad de juicio. Vo-
lumad poco estable y desigual.
•> HELENA. Figueras. {Gerona).—Encanta-
da de complacerla. Su análisis grafológieo es
*1 fiÍEuiente: Juicio claro y cultivado. Volun-
tad desigual, con inclinación a constante,
Gran sensibilidad, con apasionamientos, re-
servada y afectuosa. Ligeros egoísmos y un
Poquito desconfiada. A menudo, tristeza.
Corrección.
3» BLANCA NIEVE.—Por tu grafismo he
Podido saber que tienes un carácter nervlo-
Sl)
. con signos de impulsividad y muy sen-
sible. Afectos vehementes y un poquitin ce-
losos. Tendencia a ser reservada. Ligeros
"goisrnoa y susceptibilidad. Ciertos d-seos
^ halagos y de recibir homenajes. Cultiva-
os, de voluntad impulsiva. Económicamente,
desinteresada.
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FUENTE DE JUVENTUD
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que duerme y despierta cada día.
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FONTENOVA"
F I N Í S I M A DE MESA
LAUREANO
•!• JUANA G.—Tu problema <s tan relativo
que casi no existe. El iprimeroi, te halaga;
el usegujido", no e s propicio a formular ho-
menajes, pero no dudes de que te quiere.
Por lo que dices, es de una formalidad
extraordinaria. Nada hay más «cotizable •.
Piénsalo bien, no vaya a ser que cuatro
palabras halagadoras te vayan a hacer la'
memsr de tu destino... Tu análisis es :
Juicio claro, voluntad desigual. Carácter pru-
dente, ordenado y sensible. Cien» timidez e
indecisión. Ligeros egoísmos. Desinterés mo-
netario.
GARAJE CASTILLA * EL CATEDRÁTICO DE VETERINARIA
R. G. R.—El escrito enviado reveis que es
una persona de juicio claro y cultivado. Vo-
luntad desigual y una manera de ser activa.
nerviosa, afable y de gran sensibilidad. Afec-
Taller de reparación y tos vehementes y apasionados. Ligeros
egoísmos y obstinaciones, justa economía y
corrección.
estación de engrase •I-FLOK BLANCA.—El milisls grafológíco
es el siguiente: Carácter nervioso, con do-
minio de sí mismo y en momentos ciertos
deseos de disimular la autentica personalidad.
Con ráfagas de independencia. Veraz, <"on
ligeros egoísmos y algunos fatalismos. Emo-
tiva, económica y un poquito vanidosa. Jui-
cio claro y cultivado.
*> UNA GALLEGA CIEN POR CIEN,—
Críame. Nadie pasa por la vida sin haber
tenido—y sentido— una aran admiración amo-
rosa. El amor siempre llega... Su informe
grafológlco indica veracidad, expansión, do-
minio de si misma y firmeza. Ligeros egoís-
mos y vanidad. Claridad de juicio. Voluntad
desigual, con obstinaciones y cortesía.
í* UNA <OVELLA..—Hago el análisis de
su escritura, que demuestra una persona
afectuosa, reservada y («rutible, con apasio-
namiento. Nerviosa, con indecisiones y algu-
nos egoísmos. Enierés monetario y corte-
sía. Juicio C!BJO y voluntad desigual, a veces
impulsiva.
Carretera de •> LA GALLEGA MAS ARISCA.—Has equi-
vocado el seudónimo. Tu letra me dice que
eres afable—aunque a veces desees disi-
mularlo—, activa, reservada, pero con momen-
Villacasíín, 54 tos de gran expansión. Un poquito des-
igual—no sabes a qué «carta quedarte»—i
todos los matices se suceden rápidamente en
tu i;arác:er. Nerviosa, con pequeños egoís-
T e l é f o n o 1 0 7 mos y distracciones. Cortesía. Juicio claro
y voluntad poco entable y desigual. He
agradecido mucho tu amable carta, y des-
de luego podías haber hecho cuantas pre-
Á V I L A guntitas hubieras querido. Como habrás podl-
 PALABRAS CRUZADAS N.c 1, por R. RAMÍREZ

1 2 3 4 5 6 7 8 9 D

HORIZONTALES.—1. Sin savia (fem.).- VERTICALES. ~ 1. Habla sólo. — Z.

ORcic* eclesiáat-cos.—2. Tufllos.—3. Mu-
neda. - Río. • Pronombre.—4. Nombre
de mu¡er. - Juma.—5. Hacen colchones.
6. Cercase.—7. Conjugación. - Pronom-
bre. - En francés, medí*.—H. Arriculo. -
Sacerdotisa.—9. Al revés, mide el tiem-
po - A1 revés, sin gracia.—10. Con
Artículo. 3. LibTo sagrado. - AI revés,
moneda antigua.—i. Pueblo OTWIIUI íplu-
ral). - Mirad.—5. Afección de ta pie!.—
6. Enfermedad.—7. Terminación. • Voca-
les. • Letras de *toro».—8. Al revés,
pronombre. - Utilizábase.—9. Cogen. -

ermaso
ovas Ifem. plural). - Consonante. Habitación.—10. Precepto*. - Pronombre.

do observar, mis contestaciones usen una castigo, sino como un bien renovado. Todo
mezcla grafwlíigica y senti mente] Que no nos hace felices ai tenemos las pupilas
desentona. Infinidad de vece? mis junarles y el alma dipútelas a sentirlo. Un sol bri-
y queridas consultan ¡ce me han expuesto llante.,., un aurdec*r apegado..., el vuelo
•sus problemas». Muv afectuosamente le de un pájaro..., unís pajabraa..., una mi-
salud-o. rada. ..
Me Impongo y hablaré de so escritura,
<• LA DE5ESPEtíADA.--No es posible esa que es de carácter nerviosa, reservado y eco-
idea. ; 1.a vida tiene momento* ingratos '• nómico. Muy sensible, con apasionamientos.
Pero «trne, tan solemnemente agradables, Indecisiones y timidei. Frecuentes melanco-
que merece la. pena de aguardarlos. Con lías- Ligeros egoísmo*. Juicio claro, aún
poco cultivado, y voluntad poco eses ble y
LA ULTIMA PALABRA DEL MAQUILLAJE J
lo* labloa en sonrisa v el coraron repleto
de entusiasmos. Mire la vida no como un desigual. OÍA: Leche nacarada, tremo mate, polvos, colorete
NOCHE: Crema limón limpiadora, crema nutritiva huevo, aceite '""
piador nutritivo D E R M A S O L . ' ~
REVISTA PARA LA MUJER JABÓN LECHE DERMASOL
EDITADA POR LA SECCIÓN FEMENINA DE FALANGE
ESPAÑOLA TRADIC1ONALISTA Y DE LAS J, O. N. S. [Md* Vé. f*lr«io b*N«ia DanMatol, ••vio grvHw
DIRECCIÓN: ALMAGRO, 36 - MADRID
TELÉFONOS:
«í« AMOH.—De usied pienso; mejor dicho,
Direccido 33512 - Redacción 46510 - (iminisiración 4-9952 veo por la escritura que ea afectuosa, con
dominio de si misma y iaur reservada, De-
seos de independencia. Ligero» egoísmos y
un poquito eseépfics. De justa economía y
D E L E G A C I Ó N EN V A L E N C I A : ÍOJIÍM. Espíritu cultivado. Voluntad cons-
terne y seguida. Encantad* de que tiara escri-
Pr«nsa y Propaganda de la Sección Femenina de F. E. T- to. La «ludo efectilosamente,
y de las J. O. N. S.
•y PENSANDO EN SEVILLA.—No encuen-
tro tu carácter difícil de comprende^ ni
mucho menoa. Ere* nerviosa, reservada,
muy sensiMe, de afectos apasionados. Rá-
ti gis de impulsividad. Ligeros emolamos, un
BOLETÍN DE SUSCRIPCIÓN poiguito susceptible J desinteresada moneta-
riamente. Juiuo claro. Voluntad desigual, a
reces Imputaira. Cortés. El siguiente análisis
es el de...
<• PENSANDO EN PIES LARGOS.—Me
parece admirable que te haya ruello—«eglín
dice*—«loco> una mu|er. Es lo mejor que
con domicilio en .^;..;,..,.....'. - u podéis hacer: enamoraros... Tu grafismo
demuestra que eres activo, bástame nervio-
calle - '. núm. se suscri- so, en momentos, un poquitln alterable. De
gran sensibilidad. Aféelos vehementes y algo
celosos. Pequeños egoísmos y obstinaciones.
be por semestre por año a *Y» revista para ía Económico y su«eptible. juicio claro y
roluntad poco estable r d«s!cjui1. Espero no
dudes de mi bondad. He dicho, exactamente,
mujer, editada por la Sección Femenina de Falange Española !o que he «leídoi «n IU escritura. A los
dos os enrió un atemo «iludo.
Tradicionalista y de las J. O. N. S. *¡* ARANZAEU.—Muy justos i contesto a tu
carta. Ea para mi una satisfacción hacer
vuestros análisis jrafolfiplco*. No es corriente
(Fita*) . que me fal te la paciencia, pues tengo grsn
reserva, aunque a veces—gracias a Dios,
pocas—gaste una gran dosis, Tu letra es
de persona nerriosa e impulsiva. Verai,
activa y de viva sensibilidad. Afectos vehe-
mentes, con tendencia a celoso*. Ligeros
egoísmos y vanidades. Espíritu culturado.
Precios dtt suscripción.—Por sementé, i» peutat;por un ano, *4 pete- Voluntad ImpuHiva. Corrección.
tas; con derecho a recibir los número 1 extraordinarios.
*•> «LUISI» (MelUla).—Jaicio daro y culti-
vado. Voluntad desigual- Carícter nervioso,
con dominio de si mismo y, en momentos,
NOTA.—Las suscripciones y pedido de números pueden hacerse cierros deseos de disimular !a verdadera ma-
nera de ser, y un ponuito escíptico. Reser-
ala Regidora de prensa y Propaganda de la Sección Feme- vas y egoísmos. Sensibilidad contenida. Afán
nina, en todas las provincias, y en BARCELONA a Bailen, nú-
de ganancias monetarias, unidas a economía.
mero 150 (Delegación para Cataluña), «^ UNA ENAMORADA DE -Y».—La escri-
tura de tu tmabk carta Indica que «res
bastsni* nerviosa, Impulsiva y na poquito
£
Labvralopiat A. PUíO - Valanda, 393. BB'**
Impaciente. Pequeño* ejjoEflmf» y reservas.
Muy sensible, con apasionamientos. Algunatf
Indecisiones cuitado tienes que resolverte.
Ciertos deseos de recibir homenajee y h*'
lagos. Justa economía. Claridad de Jukio V
voluntad bastante desJajual, a veces Impulsi-
va. Contesto a tus preguntas : t.» Tu « " ;
oibilidad. 2." El «excesoi de nervios. A"i*'
blemente te saludo.
•> MARÍA JOSÉ D. E\—Si su Jetra »
agrada, no tiene por qué variarla. Ei <jee
una jían claridad * Indica una manera & ,
ser prudente, afable, coa dominio de ^
misma y reservada. Guatos ordenado». Ind*"
cisión y timidez. Tendencia a Jos sueno*
y quimeras. Cortesía. Juicio claro y voluntad
decidida- Cariñosamente la saludo.
* FLOR DE HOY.—Equilibrio de faculta-
des. Voluntad constante. Carácter prudente-
con dominio de si mUmo y fuerte, Dec1-
sifln. Alguno» egoísmos y vanidad. C¡*JtB
frialdad en loa aféelos, y escepticismo. C<*~
erección y desinterés monetario.
# YO TAMBIÉN.—Voluntad desigual. Gus-
tos estéticos. Espíritu cultivado, Impaciente-
nerviosa, con pequeiios egoísmo* y tenden-
cia a \» Impulsividad, deflexión antes o*
decidirse a emprender una determinación-
Desinterés monetario y cortesía.
<> UNA MORENA DE GRANADA—Es <*
voluntad poco « t i h i t y desigual. Juicio " * '
ro, pero poco cultivad». Carícter rier»*°'£
con Inclinación a alterarse * irritarse. D*
viva sensibilidad, con apasionamientos. Cier-
ta vanidad y egoísmos. Corté* y generosa.
•> BABY.—Ere» cariñosa y sensible, y « ^
bien reservada ; no te «grada que sepan '"a
manera de pensar. Aunque « vece» '
tendencia que tienes a la expansión le i*"
pida silenciar los pensainienios 7 opinión"'
Inclinación a todo lo referente a cuestiones
imaginativas. Espíritu sonador. D iW**
monetario y cortesía. Claridad de juicio >
voluntad perseverante. Encantada de habef
!a complacido.
* MARUJA-MARY.—-Espíritu deductivo. Vo-
luntad desigual. Carácter nervioso, algo • ' '
terabk, des interesa do y con cierta tenden-
cia a la polémica. Gran seoaibnidad. A M *
nada. Reflexión antea d« d«cMirs«,

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 veraz, nerTio&a, actlro V de gran ««risibili-
dad. Afectos apasionados. AfaMe, con fre-
cuentes melancolías y tristeías. Con exacn
economía y conés. Espíritu cultivado. Vo-
luntad desigual, con obstinaciones. La si- / //. /// /v v v/ v//
uuiente contestación también le interes*.
•t* «AVE».—Como verá, hice el injüsls
«raFolAjico. que es : Juicio claro y culti-
vado. Voluntad desigual. Caráoier amaMe,
reservado, con dominio de si míenlo y pru-
dente. Sensibilidad contenida. Económico.
Ciertas dudas e indecisiones, cuando tiene
lúe emprender una determinación. Corleara.
•> LOLA DE TOLEDO— Por (u escritura he
lodido deducir que eres basiante nerviosa,
!i que hace que a veces le alteres. Refle-
\idn antes de decidirse « tomar una deter-
minación. Lífteras eRoismos y reservas, y
su8cernit>"lid»d. Afectos vehementes y muy
«fusibles. Corrección. Juicio claro. Cultiva-
da y voluntad poco esraMe y desigual.
•> LA SOLEDAD EN TOLEDO.—Te reco-
c? dibujo es un fdacer.. nlenda emplees la pr'mera clase de letra.
i y u/¡a carrera cíe /torve/úr' (Con'inúa tu ta página tigu\fnte.)

Ser artista, reproducir—bajo miradas ad- Soluciones a las P A L A B R A S

mirativaS'—las escenas familiares, las actitu-
des fugaces de sus amistades, es gozar do- C R U Z A D A S del mes de
blemente de la vida y ponerse en condiciones octubre
de ganar fama y dinero en cualquiera de loa
caminos abiertos a quien sabe dibujar: pu- N.° I '
blicidad, modas, decoración, retrato, carica- HORIZONTALES.—1. LiiciérnaBa.—2. Ira-
tura, dibujo lineal, etc. nio. • Ab.—3. Bubilas, - Sa..—4. Ebe. -
E. - A. - L.—5. Luz. - R. - Zalá.—«. U. -
Si quiere aprender a dibujar ain moverse O. - Llar.—7. L. - Ideación.—8. A. • Trjer-
de su casa, sin dejar sus ocupaciones, solicita :*.—9. Suertero?.
VERTICALES.—1. Libélulas.—2. Urubú. -
el folleto "Y", y comprobará personalmente V.—3. Cabezón. - E.—4. Ani. - O í r . - 5
cómo puede pasar de los tímidos ensayos del Relie. - Tri.—6. Roa. - Cae.—7. N. - Keal-
principiante a la provechosa segundad del ÍB3.—S. A. - Alero.—9. Cas. - Ladis.—10-
artista, gracias a un método por correspon- Abalaría.
dencia avalado por el mejor profesorado N.° 2 •=••'
de España.
H0R1Z0NTAIES.—1. Ce. - Canana.—2.
Ola. - Colón.—3. Mena. - Nota —4. Ael. -
Academia A. B. C. de Dibujo Vac—5. Re- • Sal. - Ro.—8. Ara. - Cap.—
7. Sino. - Sudé.—8. Tadea. - Ae[.—9. Alu-
MADRID. PLAZA DEL CALLAO, 1. ka. . La.
VPR'MCAI.ES.—I. Contrasta.—2. Ele. -
(Dada la escasez de papel, se ruegan pena- Erial.—3. Ana. - Anda.—4. Aes. - Oes.—5.
tas 3, en sellos, para evitar loa abusos de ' - - I.HC. • Ak.-6. Nim. - Lus --7 \\fin. -
antes del Movimiento.) Púa.—S. Notar. - Del.--9. Anacoreta.

Hejjas • lograr, puea tienes vacilaciones y
dudas en el momento de teaiiiarlo. Genero-
sidad. Muy amable en tus palabras. Cariño-
samente le saludo.
* SOY DE LA RAZA CALÉ.—(.Me alegro
mucho».—Tu jjratismo demuestra que eres
«legre, expansiva. nervii>sa--alieratile—y un
Poquito irónica. Apasionada. Muy «ensble
Y celosa. AljjunuS egoísmos y vanidad. E.o-
nómk-a. Equilibro de facultades y wluntad
desigual, con tendencia • constante.
PARA LABIOS
•> DONA PRESUMIDA.—¡Pues sí que lo
eres! ¡ Poco que le gustan los lialagus y ETERNO
homenajes ! ¡Todas las miradas sobre tu per-
auna ! ; Qué bien !, ¿verdad? Tu éscrhura
umbién dice que eres amable, cariños»,
con rá/aüas de impulsividad, y en momen-
tos, un poqu'to agresiva. Gran sensibilidad.
Algunos egoísmos. Juicio claro y voluntad
desigual. Cortesía y desinterés monetario.
•:• .FE Y ESPERANZA..—Su gratismo re-
vela que ea usted una persona de carácter

1 ]
P A L A B R A S C R U Z A D A S N .
Por Blanca Nüñez de Prado

- 1 2 3 J* F 6 7 & 9 1o 11 12,

HomzONTAI.F.S.—1. Se sirven VHRTICALES.—1. En las flores.

coek-lnik. • {hivrrlirta • spnr> de calió
cuyos chirotes se f¡J«n en 1«B relin-
ftaa de cni.ln de las velas y en el
cual se lineen firmes lus hnllnns.—
2. f Invertido) no es corrirnip. - Sex-
appenl.—3. Aliimhra, • Snn profun-
dos.—4. Los vinos más cotizados, -
l'eiiuido mejiciino.—5. V'njillít. - Ha-
blas en ¡nililico.—6- Lt> hace In mo-
delo. - t.oiisonnnle. - Consonante. -
Kxlsles,—7. Vocal. - Vocitl.—H. l.en-
Kua. - (InverlUiii) ñola.—9. RnlHa,
coraje. - Articulo.—1H. Atn y ador-
n¡\. - Procede del gusano.—11. Flor. -
Opera famosa.
2; Más que afectos. - Nota.—3. Hx-
crnlrteidud. - (-outraccíon.—4, l'ez
niiirino. • Alza.—5. Voctil repelida. -
Despierlu his pusiones.—6. i OHSO-
nntile. - Suljslanciu (|uc se forma.eti
tinos arljolcs de lu India con \u exu-
dación producida pnr las picad i iras
de unos insectos y de la cual se «acá
un precioso Larniz.—7. i uiiKouuule. -
t:ol»r.—S. Mt-pelkJo es de lus prime-
ras p¡>l;ihras f|»e se aprenden. - l'ara
prdir socorro.—St. Dios del aire. - Que
suceda.—ID. Levantaré. - Regulé.—
11. Situar. - (Invertido.) lo hace el
qtie es generoso.—12. La mariposa
colócase en la flor. - Vocal. LABORATORIOS b E G^ U R A BARCELONA ESPAíJA

© Biblioteca Nacional de España


TíTA
RARA
[CERA DE FLORES
dará i su cutis una
B fusiín de ideas. Deseo* de no p?sar inad-
MÁGICA
Si usted
na vivido en Jas'
perfumadas regiones
del Sur, sabrá cómo em-
bellece y blanquea la piel la
maravillosa cera virgen que la Na.
turaleza ha puesto en el corazón
•de las flores. Una vez extraída
y refinada esta delicada y oleosa
sustancia, llamada Cera Aseptina,
actúa sobre la piel con un poder
mágico muy raro.
Aplicada por la noche, la Cera
Aseptina reblandece y hace que
caiga la capa externa, dura y ás-
pera de vuestra piel, en pequeñas
partículas que se desprenden poco
a poco. Por la mañana aparece
una piel nueva, bellísima, fresca.
blanca y transparente. Los poros
dilatados, los puntos negros, las
pecas y todos los defectos que ha-
bía el día anterior han desapare-
cido. Es conveniente que se use
también la crema en el cuello, en
la espalda, en los brazos y manos
de manera que no existan contras-
tes desagradables y su conjunto
sea bello y atractivo. De aplicación
sencilla y de poco coste. Recuerde
su nombre, CERA ASEPTINA.
Puede usted encontrarla en cual»
quier farmacia o perfumería. Sus
resultados están garantizados, pues
nosotros, en caso contrario, esta-
mos dispuestos a devoiver el dinero.
La Cera Aseptina está fabricada
en España.
TUBO DE ENSAYO. — Para que
pueda usted apreciar por si misma el
extraordinario valor de este producto,
remítanos 0,40 en sellos e inmediata-
mente se ]e enviaré una muestra. Di-
rección: Laboratorios Viñas, Sección
S B. Vía Laye tan a, 151, Barcelona. -
© Biblioteca Nacional de España
GRAFOLOGIA
(Viant ie U pátina *ni*ti*r.)
Es «encina f asiufal. Bs l i que analrio. In-
dica feracidad, reflexión. Piensas snies de
resolver y emprender un proyecto, \o que no
ie privtj tener duda e Indecisión. Suscepti-
ble, nerviosa y de viva sensibilidad, con
apasiona míenlos. Deseos de ¿anátidas mone-
tarias, unido a una economía justa. Volun-
tad desigual y ¡uicio claro y cultivado. El
silencio ante la persona amada e« muy
elocuente, pero es necesario imponerse. Es
muy fácil sostener una conversación senci-
lla con fondo atractivo. Tu actitud de «muda»
supongo habrá sido las primera* veces. Es
difícil mantenerla viéndole i menudo.
•I* ISA {Barcelona).—Por tu graflsmo pue-
do decirte que tienes un carjcier bastante
nervioso. Franco jf veraz. Muy sensible, con
arxsionñnvenin* y freeuemes crismas, que
suelen terminar en desalientos. Cierta coi
vert'da y de recibir homenaies. Expansión.
Ligeros egoísmo* / ranidad. Justa econo-
mía. Corrección y roluntad desguat.
•> UNA SEV1LLAN151MA.—Puea iú «re*
reservada, nerviosa, con ráfagas de impul-
sividad afectuosa. Con 1'í-roa eeoísmos. un
poquito susceptible y muy sensible; de afec-
tos vehementes y celosos.-Optimismo» y obs-
tinaciones. Claridad de Inicio y voluntad des-
igual.
•J* TETIS SALE DEL MAR.—Claridad de
juicio. Voluntad cons:anie y seguida. Carác-
ter nervioso, con tendencia al d'simulo de
la personalidad. Emotivo, con indecisiones y
vacilaciones. Pequeños egoísmos, vanidad y
algunos materialismos. Deseo de hacer sen-
tir su presencia y de recibir halagos. Exac-
ta economía y corrección.
•J» 1O-Í-2Í.—Tu escritura revela una perso-
na amable, emotiva, y que tiene deseos de
ocultar li verdadera manera de ser. Reserves.
Reflexión antea de decidirse, que no ie priva
de ser indecisa y vacilar cuando tienes que
emprender la determinar'ftn. Algunos fatalis-
mos. Cortesía. Juicio claro y roluntid des-
igual, a veces obstinada.
*> MARt FLOR.—Recibo cu amistad y abra-
zo. Te envío otro unido * la mis. Tu escri-
tura demuestra que eres expansiva, franca
Plaza de Colón, 2
•i antea de la verdad. Con dominio de si
misma. Gusina ordenado» y apncillos. Eco- TELÉFONO 40Ó62
nómica, de juicio claro y voluntad desigual.
Ciertos deseos de aislamiento y soledad,
Con esta.
M A D R I D
•í* CONCHITA {Barcelona).—Ame todo, re-
cibe mi simpatía y un saludo muy cariñoso.
Contesto a cu pregunta. No hay que ser
confiada, pero lampoco incrédula. Un térmi-
no medio es lo más apropiado para reconocer
quién es digno de recibir un amor y quién
no merece ni una mirada. Tu análisis reve-
la una persona reservada, pero que tiene
sus momentos de expansión. Reflexiva, ner-
JULIÁN
viosa, con signos de Impulsividad, y «ensi-
Me. afectos apasionados. Un poquito celosa
v susceptible. Juicio claro y voluntad desigual.
Espíritu cultivado.
•;• MY OWEN NINOTCHKA.—Voluntad des-
icual, a veces impulsiva. Inteligencia cul-
RUEDA
tivada. Expansiva, vera» y nerviosa. De
viva sensibilidad, con ar-as'onamíentns. AFán
de no pasar itiad venida, de recibir ha-
lagos. Algunos egoísmos y coqueterías. Justo
interés monetario. Impaciencias. D-sens de
independencia y corrección. Encantada de que
me cons'deres fcuena amiga. Te envío mi
BENITO
sincera amistad y afecto.
•I* MARELL1.—Le aseguro que no hay na-
die capar de anticiparnos una sola semana
de nuestro destino. Xa Gaafoloíls no suarda,
en absoluto, relación con esas «cíenlas»
atrevidas. Su informe ftrafoliífiico es; Vo-
luntad desigual, s reces obstinada. Juicio
PIELES
claro y una manera de ser afectuosa, pru-
dente, con dominio de si misma, y reservada. CUEROS
Emotiva, con optinvsmos e indecisiones y ti-
midez. Cortesii y ¡usts economía.
•> SOTILEZA ISirníonderl.—No me « i r a t l i
y
le [fusre su tierra. Yo 1* conozco y me aera-
da, pues la encuentro s:mnáiics y atractiva.
LANAS
El paisaie es ideal. Su eraF'smo revela grm
sensibilidad, con aT>»aÍonam>nt<is. Reflexión
antes de determinarse. Esoirltu «orador.
ATaHe, comunicativa, con ligeros efpfamns y
difracciones. Justo ínteres monetario. Cliri- F A B R I C A C I Ó N DE
dad de luido. Cultivada. Voluntad desigual.
•í» HUMO.—Querida ami^a : [Si rieras cuán- BADANAS EN PASTA
tas veces se arlofa un sillo tranquilo, de
paisaje próximo y reducidas estíos I... ; Re»I-
men'* no jenmpartan los grandes ett flcloe
v las multhudes, sino un Fino esnfptu. Tú
lo llenes. Recuerda Ins célebres *srsis : «A
mis soledades TOV, —de nv» sotedad's vengo;
—poroue pars andsr contrito—me bastan mis
S E G O V I A
nrnsam'entasi. El análisis graToiÓpico es :
Juicio claro y cultivado. - Volumad cons-
tante. CVñcier amable, con reservas, v c ; 'rto CASA EN M A D R I D !
desro de ocu!t*r la autánt'ca personalidad.
Tendencia al dominio de sí misma. Emotiva, Av.°del Generalísimo, 60
con indecU'ones y deseos d^ ganancias mo-
(Tetuán de las V i c t o r i a s )
netarias. Cusios refinados. D^s'ntíré» y co-
rrecciAn. Te saludo con un carlfloso abraio.
<* DFSILUStONADA.—¿Por qué? Tu Ierra
revela que eres frinca y retí?. Nerviosa y D I R E C C I Ó N ;
activa. Muy. sensible. Apasionada y de afec- telegráfica, « R U E D A »
tos un ronuito celosos. I.ísreroa eanísmo» y
auacefrbWdad. Juicio claro, cultivado y
voluntad desigual, s reces festinada. t e l e f ó n i c a , núm. 8 6
•:• UNA ENAMORADA DEL MORO MUZA-
(¿De Tentad?) Tu escritura m« dic« que

Ustedfnasaveüa rumdad,setwt*€L p
uces aue
cyuue.ka saJlído eJc
Cí sietepesetas sevende ¿n tocia Csnaña,
<u antes auese agote,dése m.rna/ia,
núes tendrá
uw-entud, vdíJUtceL y, wzariLa,
usándola KM&^ltuko^
CINCUENTA AÑOS DE ÉXITOS EN EL MUNDO ENTERO
Producto de THE STILLMAN C-.AURORA ILL.E.U.A
" « una peraoni bastante nerviosa y sn
Poquito alterable, con deseos de disimular
'a' auténtica personalidad, y Frecuentes op-
timismo*, que suelea terminar en iristeii.
Algunos egoísmo* y pequeña rarezas y TBUÍ-
dd Emotiva e interesada económiíamente.
<* C. R. MARCO.—Veremos 6¡ también jo
logro descifrarle. Su carácter es susceptible,
bastante nervioso y a veces un poquito alte-
rable. De TÍT« sensibilidad, apasionado y con
«endencla a loa celos. Opt'm irnos que no
Perduran y que suelen terminar en melan-
colías. Cien* indecisión. Economía bien en-
tendida. Juicio claro y cultivada y voluntad
dte'gua], • menudo impulsiva. Mi opinión es
que nunct •* ha enamorado. ¡V» I< llega-
rá el Instante de •«ufrir alegremente» ! No
sé por qué mezclan, aus amigos, 1a Tolumtd
en el amor ; ; e s tan relativo SB papel!... ¿He
logrado mi propósito?
í* AURORA.—Por tu escritura lie podido de-
ducir que eres de voluntad desigual. Jui-
cio claro y una mineTa de ser nerviosa, im-
presionable y un poquito versátil t desigual.,
Los cambios de tu carácter se suceden rápi-
damente. inteTée monetaria. Espíritu culti-
vado * emotividad.
<* JAZMINES.—¿Que" rfmo resolverla yo
'u Ciio? Pues, por ahora, aguardando. Deja
P»sir los días. Como no t^ene importancia
*o ocurrido no creo raides mucho en volver
* pasear a su lado. Tu Informe grafológlro
*» *I signleni* ! Temperamento nervioso. Ca-
rácter expansivo, que no le pri*a de tener re-
*«rva5. Sensible, con apasionamientos. Fre-
cuente» desalientos, que a menudo se trans-
forrnaTi en depresiones. Claridad de juicio.
•Qn poco cultivado. Voluntad desigual. Yo
•amblen, cariñosamente, te saludo.
V JAIME.—Agradezco mucho tu amable c«r-
••• No es molestia, ni murho menos. Muy
¿QUERÉIS SER ADMIRADAS?
Usad PILDORAS CIRCASIANAS. Don a la mujer «sté
tica y vitalidad. Buito perfecto, firme, bello y desarro-
llado, cutis limpio y rostro animado, base da la belleza
femenina, obtendréis con eite preparado regenerador
de vuestro organismo. Mande 10 ptas. por Giro a
M. Y. POUJ • Apartado, 481 - Borcelona, y las recibirü
con reserva, certificadas. Venta Farmacias
© Biblioteca Nacional de España
tarro
guatos» analizo tu letra, que revela una
manera de ser prudente, con dominio de «í
mismo y algo egcépiico. Cierta frialdad en
los afectos. Escisión, deseos de llegar a un
ñn determinado. Creo lo lojjrarís fácilmente,
pues tienes cualidades en tu cirácier para
que así sea. Generoso, de espíritu cultivado
y voluntad constante y firm«.
•> ¡ARRIBA ESPARA ! I Madrid.—Espíri-
tu cultivado. Voluntad consume y jircio cla-
ro. Cus tos artísticos rebuscados. Carácter
impulsivo, a veces alterable, actÍTo y sensi-
ble. Con ligeros egoísmo» y vanidad. Des-
interesado y cortés.
•> M. J. S.—Celebro ls exactitud del snáli-
s's y deseo que ocurra lo mismo con e'
que ahora lia enviado. Este e s : Voluntad
dea'guil. Juicio claro y cultivado. Caráctei
viro, nervioso, con impaciencias y ráfagas
de impulsividad. En momentos, alterable
Gran sensibilidad, car ños vehementes y
susceptible. ljj¡eros enoismoa. Interés econó-
mico y cortesía. Le envío un saludo cariñoso.
i* ESTUDIOS.—Su erafismo Indica una
manera de ser amable, prudente, con domi-
nio de si mismo y muy tranquila, quizá
un poqu-to lenta. Uiteroí egoísmos y cierta
frialdad de afectos. Gustos ordenados y sen-
c'llos. Justa economía, y cortés. Voluntad
constante y juicio cliro.
•> UNA RUBIA QUE SE LLAMA MARÍA.—
Pues bien, María, 1c diré que tienes un ca-
rácter neTiioso, de eran sensibilidad, con
apasionamientos y frecuentes melancolías e
indecisiones. Interesada monetariamente. Gus-
tos distinguidos. Espíritu cultivado y volun-
tad poco estable v desigual.
<• UNA CHICA (BnífM-—Juicio claro,
pero poco cultivado. Gustos sencillo» y or-
denados. Ciertos deseos de oculiar la mane-
t» de ser, debido a la rlmldei. Emotiva. Ha-
bilidad pare iodo lo que se reflers s cues-
tiones manuales. Economía, Voluntad com- SASTRERÍA Y CAMISERÍA
íante.
(Confección • madlda)
•> IMPROVISACIÓN.—Equilibrio de facul-
tades. Cultivada. Voluntad desigual. Carácter
comunicativo, afiducien, con signos de Im- ENRIQUE PÉREZ EGEA
pulsividad y tensibie. Apasionamientos. Lige-
roe egoísmos. Interés, monetario. Corrección. Alameda Calvo Sota lo, I
*> UN ESPAÑOL.—Voluntad muy desigual, SAN SEBASTIÁN
a veces débil. Juicio claro. Carácter muy
nervioso, con cierta facilidad para alterarse,
e intranquilo. Tendencia al disimulo de la
personaídad. Muy emo;ivo. Des inte resallo
económicamente y corté*.
Sucursal» «n EIBAR y TOLOSA
con ot>Bi:nac¡onea. Es sumamente difícil te-
•í* MONSERRAT.—Su prafismo revela que es ner amigos. Quien liene la dicha de encon-
de espíritu cultivado. Voluntad desigual, con trar uno sólo puede darse por muy satis-
inclinación a decidida. Carácier TÍVO, diná- fecho. El trata con ¡as personas es fácil y se
mico, nervioso, a veces impulsvo y dMtme- pueden adquirir muchos conocimientos. La
resado mo^etariarneme, De gran sensibilidad. posición más apropiada es la sencilla y na-
Afectos vehementes. Ligeros epnísmos y va- tural.
nidad. Un poquito desconfiad». Cierta len-
dencta a un elegante aislamiento. ¿Su edad? •> D, JE NANA f?> {Morón).—Ruejo la ma-
Diecinueve años. ¿ H « acertado? yor claridad en los seudónimos, para «vitar
confusiones. £1 gnfisrno enviado demuestra
•> MARÍA DEL OLVIDO.—No te nrerwupes. que es una persona baaiinte reservada, con
pues tu carácter no es raro, ni mucho me- deseos de d «¡mular la. auténtica persona! dad,
nos, fres nerviosa, en momentos un poqui- y nerviosa. Impulsiva j desinteresada mone-
tin alteraU*: bastante reservada. CI>T len- tariamenie. Ligeros egoísmos y vanidad.
dencia a ser suscepiiMe y reconcentrada. De Emotiva. Afane» lucrativos, juicio claro y
gran sensibilidad. Afectos apasionados. Acti- voluntad cnnsranie y seguida. El rasgo más
va i con ¡ndecVones. Justa economía. Jui-
cio claro y cultivado, y voluntad desigua!,
sálleme e¿ la reserva y la emotividad.
(Continúa en la p&g. 44.)
PALABRAS CRUZADAS N.° 3 r por " G u i l l e n "
. I II m iv v Vi Virvrtiix X XI XII
HORIZONTALES.—1. Para guar- VERTICALES.— I. Trece con*o-
dar documentos. J - Masa de nieve.— nanles iguales.—2. Trece vocules
2. Limosnas. - l rcposiei6n.—;i> Mo- 1fiu;«les.—3. Trece consonantes igua-
neda tic piala del I lempo de (.ar- los.——i, Tripnl;ir¡J. - Nomlirc de va-
los V. - Mide el llampo.—\. Descom- ron.—5. Tubliqué por ui¡ cuenta. -
posición de la palabra -corla*. - Lrtras Río español.—6. Golpe de tambor. -
de «amusaba*.—5. Oficio (plural). - Villa de la provincia d r J onloba. -
Deseo.—6. hemlilanie. - Nota. - Re- En el billar.—7. ['reposición Insepa-
frrencla.—7. Oficio. —8. Embarca- rable. - Recipiente de crislül, - Kxls-
te.—8. l'erioilos de tiempo. - líl ratón
ción. - Pueblo do la provincia de
Burgos.—9. h.x1remo ínlerior do la lo hace. - Jumioie.—í*. 1-n la bara-
antena. - Aru;iimcnto.—10. Nombre ja. - Nota. - Fábulas.—10. Descom-
de mujer. - Zancuda.—11. IMmienla posición de la pnlitbra isalat. - Subió
de la India. - Uno de tos cuatro dia- judio.—11. Pluviómetro, - Humor
leclos de la lengua griega.^,-12. Oficio.- seroso.—12. Abandonado. - Peque-
Al revés (negitclriu).—13. Querido. - ña. - Ladrona-
Animales. - Divinidad egipcia.
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 EVOCACIONES DE NOVIEMBRE
P O R X I M N
"X 70VIEMRRE, con sus dalias sin olor y sus mañanas
X V con neblina y frío, es en todo el mundo católico el
mes de los muertos. Más que para nadie lo es para España,
por la conmemoración de los mártires, sin tierra sagrada,
que en él cayeran en 1936 y, sobre todo, porque en no-
viembre de 1936, a los treinta y tres cristianos años de
una existencia maravillosamente bella, José Antonio Primo
de Rivera, Fundador y primer Jefe Nacional de la Fa-
lange Española de las J. O. N. S.r abrió su camisa azul a
las balas de un piquete de criminales marxistas. •
Noviembre, días cortos y largas noches húmedas, es
para las gentes que creen en Dios y en la otra vida, trein-
tena de meditaciones profundas, y para nosotros, falan-
gistas, además, de examen de conciencia y contrición.
¿Qué falangista puede sentir alegría en este mes del
recuerdo horrible y pesado de la muerte de su Jefe? Todo
el goce de la primavera que quiere nuestra Falange no
puede sacudirnos esta tristeza invernal del noviembre en
que nos faltara su presencia física para siempre. Y en que
su tremenda presencia moral nos oprime la conciencia na-
cional, como un fiscal implacable que nos exigiese una
exacta rendición de cuentas.
En estas noches de noviembre, más que nunca vuelven
a bordarse en el cañamazo de la memoria de sus fieles
amigos los gestos y palabras más íntimos de José Anto-
nio. Para mí, a quien la Providencia deparó la fortuna de
su trato durante quince años y de su capitanía arrolladora
los dos años y nueve meses de servicio en la Falange a sus
órdenes, noviembre revuelve y mezcla los días felices de
• la adolescencia estudiantil ilusionada y la edad viril, durí-
sima en el riesgo de las esquinas de una capital señoreada
por la chusma socialista. Indistintamente, en ese «sueño
dirigido» que es el recuerdo en el silencio de la estancia
a solas conmigo mismo, se me aparecen el José Antonio
de la Universidad—estudiante apasionado del Derecho civil
o la política social; el José Antonio de Foro—enamorado
de su profesión; el José Antonio Jefe, con sus órdenes es-
cuetas e indiscutibles, creadoras del clima en que había
de nacer una Patria diferente, o el José Antonio amigo y
camarada del diálogo ágil sobre el libro o el cuadro, la
fiesta popular o la doctrina filosófica reciente.
Tenía José Antonio tantas facetas, era tan rica y com- marcha. El lento expediente adquiere alas. Las decisiones
pleja su calidad humana, que difícilmente se puede hablar
de él—-queriendo dar una imagen exacta a quienes no le
conocieron—en la brevedad de espacio de un artículo de
periódico. Recientemente he publicado una larga historia
de su vida. En el repaso y corrección de pruebas he podido
advertir que faltan una mitad aproximada de los detalles
y anécdotas que de él conservo. Ya compuesto el libro,
numerosos camaradas se han acercado a contarme otros
mil que yo ignoraba; atisbos psicológicos,, actitudes de
mando, rasgos de valor y energía, detalles de ternura o
gracejo, definiciones de cosas, retratos o caricaturas de
personas con dos frases, expresión del alma nacional con
una sola imagen.
¡Y murió de treinta y tres años! Yo no quiero pensar
si su vida—truncada en el mediodía de la edad—hubiera
llegado a la sazonada estación de la cincuentena. Si sobre
sus experiencias juveniles de la vida—en que hubo gloria
y duelo, amor, estudio y acción—hubiese llegado a acumu-
lar las de una madurez humana y política, ¡qué lecciones
habría dejado a la posteridad!
Muerto cuando cayó, nos ha dado una norma perma-
nente de entendimiento juvenil y heroico de la vida y
la muerte, pero nos falta en esa norma la explicación
serena que dejan los genios que recorren la órbita de un
destino más extenso, más vasto y menos lírico. Junto al
«sueño dirigido» de que antes hablaba, muchas veces el
«sueño liberal*, el delirio inconsciente y onírico, me presenta
a un José Antonio vuelto a nosotros de su cautiverio,
planteándose y planteándonos los complejos problemas que
© Biblioteca Nacional de España
E D E N D O V
el ritmo acelerado de la Historia presenta a los pueblos
del mundo y a sus conductores. Me le imagino en la diva-
gación del ensueño sin control, capitán en su puesto de
mando: la mesa sencilla y con pocos papeles, los teléfonos
temblorosos de timbres, el Crucifijo sobre su sillón, y cinco
rosas frescas en un vaso de agua. Una gran ventana entre-
abierta, filtrando la luz y los ruidos de la calle madrileña.
El azar de las combinaciones políticas le hubiese dado una
u otra de las carteras ministeriales: Asuntos Exteriores o
Gobernación, Agricultura o Justicia, Educación u Obras
públicas. Para cualquiera y para todas juntas, su honda
preparación filosófica, jurídica, histórica y política, sus dotes
excepcionales de clarividencia y seguridad, «libres—-como
ha dicho el Presidente de la Junta Política de Falange—
de la pueril y estúpida omnisciencia, de la jactancia e inso-
portable satisfacción a que tanto propenden las mentes
limitadas que se creen en posesión del saber entero*, le
hubiesen hallado dispuesto. De la mañana tierna a la noche
entrada en sombras, su voluntad de trabajo y de estudio,
su afán de la verdad, tendrían en tensión su cerebro- Los
más oscuros temas se esclarecerían con su comentario
sagaz; el expediente más embrollado se llenaría de luz
con su apostilla marginal. Los jefes de sección del Minis-
terio entrarían azorados a plantearle el problema insolu-
ble y saldrían a los cinco minutos con el asombro de verlo
resuelto de una manera lógica, matemática.
• Durante los años tristes de la decadencia española, el
ministro liberal era un ser peregrino, omnisciente y pedante,
envenenado y corroído de politiquería trapacera, para quien
el gobernar era, en vez de arte, artimaña. Bajo la dirección
de hombres así la burocracia—que no es siempre mala
y casi nunca es responsable de los grandes fracasos de la
gobernación—recaía gravemente en su pereza atávica, en
su indolente escepticismo, en la desgana de la misión inde-
finida. El funcionario se sabía pieza de una máquina en-
mohecida, sin que nadie se preocupara de cuidar su áspero
funcionamiento. Pero después de hecha la Revolución
Nacional, la burocracia cambia, se despierta y agiliza y
sólo necesita para encontrarse encontrar el conductor.
Con José Antonio hubiera sido así, como lo es con otros
ministros falangistas. El viejo renqueo se hace paso de
se adoptan sin titubear, luego del estudio técnico. Con
José Antonio, el deber burocrático habría adquirido rango
y alegría de servicio de armas, disciplina y fe de milicia.
Terminaría la jornada a satisfacción de todos. El pueblo,
viendo apagarse muy tarde las luces del despacho de José
Antonio, sentiría la emoción que José Antonio sintió en
Roma ante las ventanas del Duce: la emoción de saber
que sus hombres mejores velan por su destino, rinden su
cuerpo y su espíritu en la fatiga del servicio más duro y
arriesgado; que no en vano el puesto de mando, en la pazy en
la guerra, es el que busca y ataca con más saña el enemigo.
José Antonio, que habría tenido en la jornada tiempo
para cien cosas graves, encontraría allá a la media noche
la ocasión de la intimidad familiar o amistosa. Los de
siempre le rodearían en alguna pequeña reunión acogedora
donde se devanarían incesantes proyectos para el porvenir,
en su imaginación fresca y alegre...
Despertamos del sueño. No está con nosotros. Xo está
entre nosotros. Pero nos ha dejado su manera de ser y
de actuar, y hay, camaradas, quien está con nosotros y
entre nosotros, y así trabaja y vive, inspirado por él; que
pudieron quitárnosle de los ojos y no del alma; que pudie-
ron alejarle, aunque no impedir que nos guíe y nos am-
pare desde su más allá, al que no puede llegar el desaliento
ni ofender la envidia.
* **
Es noviembre. Dediquemos, españoles, unas horas de
nuestros días a pensar en quien murió por todos nosotros
y tratemos de imitar su conducta serena. ¡Arriba España!

Si el adagio que. dice «Nunca segundas partes fueron buenas'
produce desconsuelo en nuestro espíritu, jqué inquietud no traerá
a nuestro ánimo la posible comparación de las grandes figuras de
la Historia con sus hijos! Salir airoso de ella significa un triunfo;
vencer y superarla, un imposible.
Dos mujeres, Isabel de Castilla y María Curie, gigantes en las
respectivas órbitas de sus mundos inmortales, pasan hoy por de-
lante de nuestros ojos. Las dos tuvieron hijos que llevaron sobre st
la responsabilidad de un antecedente glorioso. Veamos, pues, cuáles
de entre ellas supo hacer honor a su herencia.
ISABEL DE TRASTAMARA Y LAS REINAS DE ESPAÑA
Y DE INGLATERRA
De Norte a Sur y a todo lo largo de Castilla corre la mila
nueva: El principe don Juan, el heredero, ha muerto de amor.
Ha muerto a los veintitrés años, de recién casado, por el mucho ca-
riño que tuvo a su esposa, la archiduquesa doña Margarita.
La reina doña Isabel, católica antes que nada, sobreponiendo
su fe religiosa a su sentimiento de madre, contestó siempre a las
insinuaciones que se le hicieron en ese sentido: *Lo que Dios unió,
no lo separe el hombreo, y pocos meses después, de Xorte a Sur y
a todo lo largo del reino, corría la mala nueva: ¡El principe heredero
había muerto! En el trono de Castilla no se sentaría figura de varón.
Quedaba, pues, en cabeza de dinastía su hermana, la princesa
rasada con el archiduque de Austria.
DOSA J.UANA I DE CASTILLA • • . :
De las cuatro hijas de la reina Isabel, sólo dos se logran para
la Historia; doña Juana de Castilla y doña Catalina de Aragón, rei-
nas de España y de Inglaterra, respectivamente.
Si su madre habla soñado con una Castilla y un Aragón unidos,
con una India nueva y floreciente, con un Gibraltar que nunca
se perdiera, su hija sólo soñó con un tierno amor de casada, y
cuando su esposo muere, pone su poder de reina al servicio de su
corazón, y la vemos caminar de ciudad en ciudad, de pueblo en
pueblo, en un largo cortejo fúnebre. Celosa hasta de la muerte, no
quiere posada en conventos de monjas jóvenes, ni damas de honor
que sean bellas.
Su madre, dona Isabel, reina antes que nada, galopa días y días
a lomos de muías blancas para controlar voluntades rebeldes, para
vencer al enemigo árabe, y cuando vende sus joyas lo hace para
comprar tres carabelas que crucen los mares nuevos.
Doña Juana, mujer antes que reina, no piensa más que en su
corazón, y si se queda al frío y al aire noche y día, es porque lleva
junto a sí el cuerpo muerto de don Felipe.
Fue grande y consecuente en su amor, como grande y conse-
cuente habla sido su madre en el desempeño de su alto destino.
Colocada entre dos grandes figuras—la reina doña Isabel; su hijo, el
emperador—, la suya vacila y palidece. La Historia, sin embargo,
no ha sido justa con ella.
Se Ja recuerda para achacarle todos los males que padeció la Casa
.Moña Isabel, rtína antes que nada, galopadta&u dtas alomo* <U muías blanca*
para controlar voluntades rebeldes.,.
© Biblioteca Nacional de España
EOS M
CELEBREN
Y.SUS HIJAS
Por MERCEDES FÓRMICA-CORSI
de Austria. La melancolía de Felipe II, la deficiencia mental del príncipe Carlos, la
terrible decadencia de] Hechizado. Y se la olvida cuando hay que resaltar la gran-
deza de los Trastamara, la gloria de Carlos I, la voluntad imperial de Felipe II,
la espléndida magnitud femenina de la infanta Isabel Clara. Sin pensar que lo
mismo fue ella transmisora de la decadencia que de la grandeza, y que de una y
otra fue eslabón de continuidad esta mujer desdichada.
CATALINA DE ARAGÓN
Catalina de Aragón tiene para nosotros la fuerza de lo inconmovible. Tenaz
y consecuente, nunca se negó a sí misma, y es en esta tenacidad donde reside su
mayor grandeza.
Casada con el rey Enrique VIII de Inglaterra, su virtud no pudo evitar que los
encantos de una dama de su corte, Ana Bolena, conquistasen el favor del rey.
Ambiciosa, la dama no quiso limitarse a representar en la corte de los Tudor el
papel siempre desairado de la favorita, y como aspiraba al primer lugar quiso
convertirse en esposa legítima del monarca.
Un gran obstáculo se oponía a sus deseos: el matrimonio del rey con Catalina
de Castilla. Una sola solución podía allanar el problema: que Catalina confesase
que su anterior matrimonio con el príncipe Arturo, hermano de Enrique, había
sido consumado.
Muchas y muy poderosas fueron las presiones que se -ejercieron en el ánimo
de Catalina para inducirla a esta confesión, que llevaría consigo una dispensa
del Papa anulando el matrimonio; pero de su esforzado espíritu no se consiguió
nada.
Hija de la reina Isabel, había heredado de ella su profunda fe católica y un
sentido de la responsabilidad y de la realeza que la llevaba a mirar su situación
como algo más que un símbolo expuesto a los caprichos de la carne.
Perseguida, humillada, negándosele lo necesario, los ingleses no consiguieron
de esta española ni una sola claudicación. Terca e inflexible la llamaron cortesanos
y embajadores; pero con su actitud salvó de] estigma de bastardía a su hija, María
Tudor, que así pudo ocupar en su tiempo el trono de sus mayores.
Buena católica y mejor madre, con un sentido exacto de la Monarquía, demos-
tró que ei capricho humano puede durar muy poco, mientras los valores eternos
se salvan siempre.
Ana Bolena moría decapitada por mandato del propio Enrique VIII a los dos
años de su boda sacrilega, y Marta Tudor, nieta de nuestra gran Isabel, podía
subir al trono que su madre, con tanto acierto, le había salvado.
MARÍA CURIE Y SUS HIJAS
Cuando recuerdo la cabeza de María Curie, nimbada con extraña belleza por
la aureola de su pelo blanquísimo, pienso siempre en el hielo que endurecía el agua
de su buhardilla de París.
Si una mujer ha luchado sola hasta llegar al puesto que la Ciencia le tenía
reservado, esta mujer es la descubridora del «radio*: María Stokowska.
Hay que meditar sobre aquel pacto con su hermana, para comprender toda
ia firmeza de su vocación.
Pobres, bellas y jóvenes, estas dos muchachas polacas deciden ir a París para
estudiar Medicina una, Ciencias químicas la otra. Pero como carecen de los más
elementales recursos económicos, se les ocurre la siguiente idea: una quedará en
el país natal, trabajando para pagar a la otra sus estudios en el extranjero. Y así,
la primera que acabe la carrera se llevará a la otra, que comenzará la suya.
Perseguida,humillada,
negándosele lo necesa-
rio, los ingleses no
consiguieron de esta
española ni un a sota
claudicación.
mujer «' fl
que r
p iensa
en su
 Por voluntad de (a suerte, María queda en Polonia, y durante cinco largos años, sin
desmayar un solo dfa, sin abandonar un momento la idea de comenzar sus estudios, llena
su cargo de señorita de compañía en ta casa de una importante familia del país.
Hay que imaginarse la fuerza de voluntad de esta muchacha, a la que ni ia más amar-
ga de las desilusiones hace desistir de sus propósitos.
Como en la más vulgar de las novelas rosas, el hijo de la gran familia se enamora de
ella. Pero—coma ocurre siempre en la realidad—no tiene el valor de casarse.
María, esclava de su vocación, marcha en su día a Parí¿ y, paso a paso, sobreponiéndose
al hambre y al frío, en una soledad casi mística, va conquistando primero el amor, y más
tarde la ¿"loria. La insignificante señorita de compañía se convierte en ese astro de la Ciencia
que pasa a la Historia con el nombre de «la Reina del Radio*. De sus dos hijas Irene y Eva,
la mayor sigue sin vacilar el camino de sus padres. Ca-
sada con Pedro Jotiot, el discípulo preditécto del ma-
trimonio Curie, recorre firme el camino de la Ciencia,
y en el año 1935 consigue para Francia el Premio
Nobel.
Irene salva la comparación. Eva, por el con-
trario, se desvía totalmente de la senda de sus
mayores. Como ella misma confiesa, durante mu-
cho tiempo1 vive despistada, sin encontrar su vo-
cación. Muy femenina, admira a su madre, pero
no tiene el valor de seguirla. No niega que María
Curie las amaba con ternura y que en el cuader-
no de. notas de la gran sabia se leían, mezcla-
das, fórmulas químicas y recetas de papillas
infantiles.
Eva Curie, de un lado para otro, sin
rumbo, quiere primero ser bailarina, mas
tarde, pintora. Como no consigue descollar,
aparta de sí el reino del espíritu para
triunfar en el reino de la materia. Du-
rante algún tiempo, Eva consigue ser la
mujer más elegante de Francia, o lo
que es igual: del mundo entero.
Cansada también, es lástima que
en los últimos tiempos, del brazo del
judío Bernstcin, se dedique a hacer
odioso un nombre que siempre ha-
híamos respetado. ...María queda en Polonia, y durante cinco largos aftas, sin des-
mayar un solo día, sin abandonar un móntenlo la idea de comen
Desde su voluntario destierro
¡íir sus estudios, llena su cargo de señorita de cfttnftañía en la
de America, Eva Curie se entrega
casa de una importante familia del país- La insignificante seño-
a la más desaforada e injusta
ra de compañia se convierte en ese astro de la Ciencia que pasa
propaganda política.
a ¡a Historia con ti nombre de *la Reinaricí ftadio*.
Cuando se tiene la suerte de
llevar como apellido el nombre ,•
glorioso que ella lleva, no se pue-
de volver la cara, escatimando
responsabilidades. Eva Curie, de un lado para otro, sin
rumbo, quiere primero ser bailarina.
A Eva Curie le lalta lo que "fe sobró a su más tarde, pintora. Como no consigue
madre: vocación. Saber lo que quería: ésa fue descollar, aparia de sí el reino del espt-
la mayor fuerza de María. No saberlo, el gran ritu para triunfar en el reino de'
fracaso de su hija. m aieria.

UNA DEPORTISTA.—Ignoro e] re- de rosas por medio de un muctlago de

sultado de esas pildoras que usted ha visto
anunciadas, y por lo tanto no puedo CONSULTORIO DE HIGIENE Y BELLEZA goma tragacanto.
aconsejarle sobre las rrue ilefie elegir. MILI filNGER SETABIS.—Les man-
Pregunte usted en las farmacias de Se- Tiene a su cargo esta Sección ta joven doctora en Farmacia Ascensión do dos fórmulas para estimular c] creci-
villa, si es que se decide a tomarlas; miento del cabello. Clorhidrato de qui-
pero creo debiera antes consultar con su Más-Gutndal. nina, 4 grs.; tanino, 10 grs.; alcohol di-
médico. luido de 6S por TOO, 880 grs.; tintura de
No creo sea un defecto tan grande el cantáridas, 10 grs.; glicerina peso especi-
suyo, más con una figura tan bonita fico 1,23, 60 grs.; agua de colonia, -10 grs.;
como usted misma confiesa tener. Xo NOTA.—La enorme cantidad de cartas acumuladas en la Sección de Higiene vainilina, 0,1 grs.; polvo de sándalo rojo,
obstante puede hncer un poco de gim- 5 grs. Déjese en reposo la mezcla cuatro
u Belleza nos obliga, provisionalmente, a no admitir nneiias consultas. Nuestras dias y fíltrese.
nasia para el desarrollo del pecho. Lea lectoras sabrán perdonarnos. En el numero de*Y* oportuno dorémosla orden de
la consulta de "Una Morucha», que es el Cloruro mercúrico, 1 gr.; agua desti-
mismo caso de usied. la nueva apertura de esta Sección. lada, fiOO grs.; agua de colonia, 200 grs.;
Siempre a su disposición. glicerina peso específico 1 ¿¿'.i, 2110 grs. Para
usarla se moja un nedacito de franela en
el liquido y se Trota con él el cuero ca-
MARÍA ISABEL LÓPEZ.—Siento no dudendo un poco de enrojecimiento, se una pierna y apoyar el cuerpo sobre belludo.
poderle recomendar ningún producto de señal de su acción inmediata. la otra en flexión. Espalda: FI llamado ' Tengan cuidado con ellas, porque son
belleza, pero voy a darle un tratamiento Los poros se le cerrarán con la mas- ejercicio de la bicicleta, que consiste en tóxicas,
con el cual le quedará el cutis perfecto. carilla. descansar sobre los hombros puestos en Verín cómo les desaparece ese pelo
Que le preparen en una farmacia la si- Siempre a su disposición. el suelo y pedalear con los pies en alto. tan «terrible».
guiente formula: Caolín químicamente Piernas: Hny que tocar los pies con la
puro, 300 grs.; borato de sosa, 5 grs.; mano, extendida la pierna, sin doblar la ARSÉNICO Y TELURO.—Encantada
CAMAttADA,—No
alumbre calcinado en polvo, 5 grs.; goma la depilación eléclrica no tengas miedo; con rodilla, alternando una y otra pierna. de saludar a dos «metaloides» tan sim-
vuelve a repro- Hinto! Movimiento de rotación de los pálicos como vosotras. Ya sabréis que
tragacanto, 3 grs. ducirse el vello. Los depilatorios qufmieos brazos hasta tocar las manos delante y
Para usar esta mascarilla tiene que tienen ese inconveniente, rnie vuelve a los productos vegetales tiñen el cabello,
detrás del cuerpo. Brazos: Sin doblar la pero el color que producen es poco in-
darse primero tin poco de masaje con crecer otra vez. Sin embargo, hny uno rodilla, hay que tocar ta pierna derecha tenso y se necesilan varias aplicaciones*
vaselina simple durante dos minutos; des- que, aunque lento fmesesl, el éxito con con la mano del mismo lado. No obstante, como no queréis ningún
pués un baño de vapor; se seca bien y él es seguro. Eslá muy indicado contra E« un poco fatigoso este ejercicio, tinte metálico, os daré un procedimiento
^e extiende por Ja cara la pasta, hecha el vello de la cara, pero tienes que tener ;pero qué no se hará por la belleza! Así para leñir de negro, absolutamente in-
con una cucharada grande de la formula cuidado porque es unn preparación tóxica: no tiene necesidad de suprimir nada en ofensivo.
y un poco de agua. Déjelo secar sin Acetato de taíio, 0,30 grs.; oxido de la comida. Con polvo de hojas de *henné* (Law-
hacer ningún gesto. Cuando eslé seco cinc, 2 grs.; vaselina, 20 grs.; lanolina, sonia inermis) y agua caliente, se ob-
se lo quita con una toalla mojada en 5 grs.; agua de rosas, 5 grs. La cantidad REMEDIOS.—No tengo que perdo- tiene una cataplasma acuosa y libia,
agua caliente y luego se lava con agua que se aplique será, un trono del tamaño narla; a mf no me molesta que me pre- que se aplica sobre los cabellos durante
fría. No es preciso usarla a diario; basta de un guisante; no se aplicará diaria- gunte todo lo que quiera. Yo encantada tres o cuatro horas. Se consigue asi un
dos veces por semana. Con esto le des- ' mente más de 0.50 grs. de pomada y
si puedo serle útil. rubio caoba, Para obtener el color negro,
aparecerán las espinillas al mismo tiempo. ésta no ha de ser extendida sobre gran-
KSRS manchas encarnadas de las pier- se aplica sobre el cabello ti-ñido por el
Una buena crema de d(a es ésta: Kstea- des superficies. Si se da lugar a la ab-
nas son debidas ni eritema producido henné otra cataplasma complementaria
rato triet, 80 grs.; gticerina, 200 grs.; sorción del tallo, la depilación no queda
limitada al sitio que se desea, sino que por la lumbre (el eritema es una quema- de hojas de Índigo. Kl color de éste se
vaselina colesterinada, 25 grs.; agua de se extiende mucho, pudiendo generali- dura de primer grado). I.e irá hien esta fija sólo en caliente, siendo necesaria la
rosas, 190 grs.; carbonato sódico, 1U grs.; zarse la depilación a todo el cuerpo. crema: Sulfato de quinina. 20 gfs.; presencia del'agua. Debe estar aplicada
Perfume. Kefiiniluse después de prepa- agua, 430 grs.; alcohol cetillco. 50 grs.; esla cataplasma unas tres o cuatro horas.
rada y bátase durante el enfriamiento. estearalo triet, 12ü grs.: glicerina, 300 grs.; Otra fórmula a base de henné: Hojas
Contra el relajamiento de los tejidos UNA PALENTINA ACCIDENTAL.— vaselina colesterinada, 12.rj grs. La crema de henné, 50 grs.; cásenras de nueces
^sta indicada la siguiente crema de vita- En sustitución a su acostumbrado paseo, se prepara en la forma corriente, tritu- verdes, 50 grs.; agua destilada, 500 grs.
mina A y yema de huevo: Kstearato que ha tenido que suprimir por estar en rando primero en un mortero con un Calentad hasta ebullición durante cinco
trtet, 1 J 0 grs.; glicerina, 200 grs.; acei- su colocación, voy a darle, conforme a poco de crema el sulfato de quinina, minutos, separad del fuego, macerad tres
te de parafina, 100 grs.; agua, 540 grs.; su deseo, unos movimientos de gimnasia añadiendo después la crema restante sin días, separad el liquido por presión, fil-
lecititia de huevo, 7 grs.; caroteno olea- para mantener la eshellez de su linea, cesar de mover para que se reparta trad y añadid: ácido pirogálico, 5 grs.;
ginoso, 3 grs.; perfume, cantidad sufi- de la' que tan orgullosa esta. bien en la masa el principio activo. amoniaco, 5 grs, lina vez disuello, agre-
ciente. Combate la flacidez de las meji- Para el abdomen: El cuerpo descan- Si acaso no pudieran hacerle esta fórmu- gad: glicerlna, 8 grs.; esencia de rosas,
llas. Debe usaría dos veces por se- sara sobre los brazos en flexión conti- la en el pueblo, que le preparen lini- 0.15 grs. Antes de ufarlo conviene des-
¡nana. Se hace penetrar practicando un nuada, de arriba abajo, y muy^rígido. mento óleo calcáreo, que contiene aceite engrasar el cabello con solución acuosa
Ügero masaje; es asimilada pronto, pro- Talle: Alternativamente debe levantar- de olivas y lechada de cal, unidos al agua de carbonato sódico al 2 por 100.

© Biblioteca Nacional de España

 'PO-

"7 Abriguito de crespón con festones a juego

con nuestros modelos 3, 2, 3, 4 y 5.

P Vestido áa plumetis con trabajo de plie-

gues y trencilla; si la tela es blanca,la tren-
cilla será blanca asimismo, y ai fuera es-
tampada a lunares rosa, azul o rojo, de
color de los lunares.

Q Traje para bautizo, de muselina o linón, con

motivos de encaje y trabajo de jaretitas.

Saco cubremantillas, de cres-

pón rosa o azul pálido, con
adorno de liras recortadas en
festón; el saco va forrado de
lana suave y lleva una cinta
de ciniurón.

O Zapa'itos de fieltro ro;o y

blanco, recordando el motivo
del cubre man tul a a.

3 Guantecitos a juego.

Capucha del mismo crespón

que el cubr©mantillas y con
idéntico motivo.

Colchita para cuna o coche;

lleva, además dé los festones,
adorno de pespuntes de re-
lieve. Funda de almohada
completando eL juego.

Delantalito de seda lavable

con bordada en perlé de un
color que c o n t r a s t e : azul
fuerte y blanco sobre seda
azul pálido; marrón y blanco
sobre amarillo maíz, stc

© Biblioteca Nacional de España

 Modelo de era apon con trabajo áa vómicas.

Gorro a juego.

Zapatitos da a n ' e charolada, da dos tonos:

rosa y blanco y azul y blanco.

Abrigo do paño cgloi pastal.

Dalaníal de género e3UTapaiJ dd lunares,

con adorno de tiras de festón del tona de
OB Lunares.

Vealidilo de vuela inarrugable. fruncida al

cuello, con adornos de biaaea lavables for-
mando cinta.

lg TrajacLto dB seda lavable aoa -rabajo de

vainiocis y jaretas en el canaaú.

DelantalLlo ep'ampadc de lunares, con [esto-

nes del coló: de los lunares.

© Biblioteca Nacional de España

 -Ka tas influenciada por las jardineras que ves en casa, que, desde
luego. Cuido con más esmero que nada; pero te diré i]«s así como las,
azaleas, Lis gloxinias, tas cimas y algunas begonias son para admirar
¡úsbiditiis en su tiesto, no hay nada comparable como efecto decora-
tivo floral ¡» una jardinera de dos o tros metros di! largo—y tú *!.u*
tienes tcrrny.11 aún puedes tenerla mayor—lien;) lie pi-tunias, genmios
o capuchinas m¡irc:mdo una verdadera franja de culor. Además, ten
en cuenta que a las plan!as les haces un gran favor, pues se encuen-
tran mus libres sus raices para respirar y desarrollarse.
— SI, pero excuso decirte que si en mi cusa me. cuesta trabajo
convencerlos de comprar tintos, más difícil es que so decidan a «na
cosa más cura. •
-No creas, Porque le las puede hacer un carpiniero cualquiera
con tablas sencillas, porque la madera es el material mejor. según
he leído en una Floricultura, ya que conserva la temperatura i l i a S
igual que el cinc o el'cemento. *
—Nunca creí. Margarita, que estuvieses tan enterada. Me tv>1as
dando, no una lección, sino un curso, y animando, entre sorbo y sorbo
de le, a la floricultura casera. Pero cada ve/ voy a ponerte más *pcgas-.
¿TU no has observado que cuando compras un tiesto la tierra viene
muy bien distribuida y muy sueltecita y al cabo de poco tiempo de
cuidarlo se lia descarnado jimio a la plantita y se ha puesto dura, ta
tierra cuino un» piedra? A mi me parece que aquellas raíces estarán aho-
gadas sin posibilidad de respirar...
—Tu sentido común se va aguzando,.. Si se queda desigual la tierra
es porque riegas con un vaso o'jarra y el chorro fuerte va arrastrando
la tierra donde lo aplicas. Si lo hicieses como yo, coit un embudo o
con una pequeña regadera fina, no te ocurriría. Además, después d°
regar debes arañar la tierra con un peine o escardillo. Además regaras
demasiado, pues siempre que de la tierra sensación de frescura y hume-
dad no se debe, regar.
—Quiza me haya excedido en mis ensayos, pero en los dias y. horas
de calor me parecía tfiie si no echaba mucha agua...
—Acabas de confesar tu error, ya que se debe regar en Jas horas
en que el calor no sea grande: por la mañana temprano y al anochecer.
—¡Ahora si que 1e voy a poner en un aprifto! ¡Esto sí que nadie •
me lo ha sabido resolver!... Para tener bellas flores hay que echar abo-
no a los tiestas, y esto todo el riuimlo lo hace a ojo o con unos sobre-
cilos maravillosos que a mi na mi' sirvieron de nada, y que venden
con nombres tan raros como ése del botánico que antes me soltaste.
- -Conmigo le falla, pues me sucedió como a ti y desde entonces
o ¡mies de las cinco llega Josefina a casa de
MI amiga intima, de acuerdo con lo convenido en
la conversación telefónica de] di¡i anterior.
Motivo, -un rato de charla intrascendente desdí-
hace tiempo aplazada. Pretexto, como tantas otras
\eccs, tomar juntas una taza de té.
l\l «¿aloncillo intimo presentaba en aquella hora
i>n aspecto alegre, acogedor, que impresionó viva-
mente a la visitante.
, -Siempre admiro, Margarita, conin por vez pri-
mera, el exquisito pisto con que sabes preparar cada día un ambiente simpá-
tico, vistoso >' variado en cualquier rincón de tu casa. A esto se le llama vulgar-
mente existencia de «un» mano Lie mujer», por ser raro en los pisos de soltero,
pero entre nosotras hay que confesar que indudablemente, no todas las manos
son lo mismo- ¡Cuántas viviendas para mi familiares no tienen ese encanto espe-
cial, :\ pesar de existir en ellas una casi perfecta «mujercila de. su casas.
—¡Hija niia, eres suinaniente amable! ['ero cneo que tu apreciación puede
ser puramente personal, p»es mi casa nada'tiene de especial, y tú bien sabes que
mis medios son limitados pitra dotarla del lujo-y del detalle que yo quisiera, por-
que, eso si, estimo más que nada el tener un hogar bello, no para los demás, sino
para mi propio deleite.
—Perdona. Margarita; pero estaba distraída contemplando esta habitación
i-tni intención de descifrar... Pero ya e^tá. (-reo haber dado con la clave de tu
éxito si le digo que tienes una manera muy peculiar de disponer y cuidar'lus
plantas y tus flores, que, desde luego, predominan como motivo decorativo.
•^Cuiirá tengas razón, porque, desde luegn, no hay mejor posibilidad para dar
continua variación y alegría al ambiente quitando a los 'interiores esa monoto-
nía indudable que les da el mobiliario, por muy bonito n,ue sea, al cabo de meses
o de años. Va puedes volverte loca a cambiar'de Jugarla mesa, la estantería, lo»
sillones. Sólo es aplazar la monotonía, l'ur lo meiTos asi opino yo. que sabes lo
r inquieta que soy.
- -Kstoy convencida; pero al mismo tiempo muy triste..,
—¿Por qué?
—Sencillamente porque me creo ^torpísima para cuidar tiestos, y siempre que
he ensayado, mi fracaso ha sido rotundo.
—Querida .Josefina: perdona que le diga que m t,n caso es imperdonable, pues
tienes, además dv una casa muy mona, una terraza estupenda.
—...Donde tú harías maravillas; pero yo me contento con tener unos sillones
para, las noches de verano. Kn fin, no quiero ser pesimista, y ya que me recriminas
ÚL- este modo, te dejo la. responsabilidad de convencerme! .
¿(Jué plantas me recomiendas para empezar con éxito'.'
—Me pides una lección de floricultura; pero ahí va mi La disposición da unos tiestos puede de-
opinión; cinerarias, geranios, petunias y fucsias... corar atractivamente una pared, y no di-
—Va ine dijiste un nombre raro para desanimarme... gamos una ventana, para ta que son ele-
memo casi itnpieacindLbJe.
—No seas nial pensada, hija tnla. ¿Qué culpa tengo yo Búsquese que los colores de Jas plañías
de que- la trajera de América un l>olánico que se llamaba tengan BU oportuno y beIJo contraste.
l-'uehs? Pero, sin embargo, a pesar de pareeerte tan raro,
habrás tenido hace unos aííus el correspondiente trajecilo
ilc moda de su color...
—¿Y me podría atrever con ciclamen, gloxinias y bulbosas, como jacintos,
narcisos y tulipanes?
—Veo que ya te vas animando... Si tienes en cuenta que sus flores son más
delicadas, sobre todo las dos primeras, que debes procurar no mojar sus flores
al regar, y sabes conservar en sitio seco en invierno los bulbos y tubérculos entre
arena, y en cajones, para volverlos a plantar al año siguiente, le aseguro que
puedes intentarlo.
—Ten en cuenta que quiero llenar la terraza, que es bastante grande1, y que
mi casa tiene muchos rincones que decorar...
—Seguiré la lista con todas las de hoja verde permanente: los laureles, los
íicus con sus largas hojas separadas. Jas aucubas punteadas, las aralias y las
coniferas de poco porte. La decoración Invernal debe precisamente basarse en
eslns últimas, y para tu terraza la tuya y el ciprés pueden formarte unos con-
trastes muy interesantes en las esquinas. Y aprovecho para decirte un secreto:
estoy cansadísima de las aspklistras que eternamente hemos visto en Jos pasillos
de casa de nuestra abuela y que sólo servian para recoger el polvo de toda la
casa. No sé si por esa causa les tomé manía.
—l'ues yo te confesaré, en cambio, en este momento de sinceridades, que~el
tiesto, como recipiente, no me convence en todos los. casos,

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 l'iL-tiIlcflmríH cu fj prenciH*' núrnrrn las ron tí'star Iones a las con-iiiltas hffhím por
" l " n a ("amaradaÉ marlrílí-rta", "Riv-a temprana' 1 , " F l o r i l r tf>", "Mary *|r»l C a r m e n " ,
"Flor rt<* t í s " , " líspi>rarizn", "Ilusionada ríe la vida'', "•Una victima del amor"',
" E n a m o r a d a u n a tarde de veram»", " A m o r perdido" y "L'na que quinte de voras".
F!n el próximo nlimfr» de dfrtamhn 1 oontesl aromo*ftla» onnxiilInnlfH "SlPmpre de
Itafiiel", "Sdiflii", "VI punía Ilhiirón", " l . u «IPKÍTTHMRI inromprcniUda", "FViirha
San I t . ' \ " I ' n a pregruntuna Impaciente", " R o s a <IP m a y o " y "MarlpottlIlB loca por
nitrito".

Nuestras lectoras que asi ¡o deseen escribirán a "Y" planteando sus problemas sen-
'imentales del momento, esos tproblemas* para cuya solución o esctarecim'ento lu
muier se decide en ciertas ocasiones a buscar un cánselo desinteresado e inteligente
En la sección daremos la carta de consulta, guardando el anónimo o seudónimo de ¡a
consultante, y publicaremos la contestación de nuestro d'stinguido colaborador. Es fácil
adivinar—\y en es\as importante» cuestiones sentimentales, sobre to¿o\—que los consejos
y contestaciones de nuestros colaboradores son de su plena Incumbencia y responsabilidad.
P *a poder acudir a esta sección será necesario incluir por cada consulta seis capones
de ¡os que se insert'n, uno en cada número, y en sobre cerrado hacer constar: Para
el tCorreo Sentimental*.

CONSULTA ha deJHdo de beher. No as que :i> dude

de su sinceridad, pero usied nos declara que
Queridas enmaradas : Me dir'ln a vosotros el muchacho está estudiando fuera y sólo
pura hiceros ana pregunta ; ¿Existe >¡ amor? se ven de tarde en tarde. -¡Cómo puede «fir-
Esia pregunta me viene a los labios i propó- mar entonces que ya no se «achispa»? Si
sito de lo que j o pueda sentir por un joven., tiene alguna amiga en la li^-al dad en que
a qvien conocí a principios de la liberación. se encuenir» él procure enterarse. Y cuando
Sentí por él una grin s'mpiffa—me pi'ece esté completamente segur» de que ha deradü
que es algo más, a iuzgar por el nervosismo el vicio, hágaselo ver a sus padres; apro-
que se apodera de mi cuando tengo que ha- veche Ua Tacaciones de su novio para que
blar de él—. Mi nfyor anhelo es verle,r pero 'a conducta de éale sea la prueb* irrefuta-
cuando le lengo delante es ícJ mí aio nmien- ble de su cambio de costumbres, y ya »erá
ta que no si ni qui decir. El me distingue cómo papá, a peaar de la edad, y siempre
con su meinr amistid y he creído notar algo contundo con que el joven no icoga más de-
más. Yo siempre he creído que de exisltr el fectos que el que uaied señala, pierde poco
amor éste snle a fos «ios y se revela en cual- & poco su ílre severo.
quier mirada o palabra, y si lo jut siento Los celos son tan antiguos coma ,Í Huma-
y3 es esto mismo, y aunque quiera no Jo nidad, y lo p«or es que no se ha <le«cu
puedo ocultar, ¿por qné ti no hiihli. si yo bierto todavía un remedio «ficaz p¿rs su
si que no le soy indiferente?... ¿O es que curación. Se tienen celr» como se tiene dolor
no existe el amor?—L'NA C*MA»AD* MADBI- de cabeza o se tienen anginsiSí Con >a dife-
rencia de que para el dolor de cabeza exis-
RESPUESTA ten loa calmantes y para !as anginas las
garuaras d« eucalipto. Nad» de esto sirve
Usred. señorita, de** de aer muy ¡oven. De para el caso. Ni le puedo recetar la tableta
íitri> modo no nos plantearía « I B pregunta. ni, mucho menos, la pueda mandar a hacer
Exisie el amor. Lo que ocurre es qje us- gárgaras. La solución está en usted misma.
ted, hasta Jihor», no hqMa emr<iado i des- J Le ha dado motivos para aeniisee celos*?
cubrirlo. j_Cree que de no aer «sí hubie- Porque no nos lo dice en su caria. Si no
ran llenado po*tas y escritores de tidos !i>s se los ha dado se tortura usted inútilmente.
tiemrms pirámides de cuartlras? Por amor Y si es lo contrario, querrá decir jue 61
se han hecho las más grandes locuras y las no merece su cariño y que tiene raión «ü
más Sellas o^ras. Pnr amor han Id'i unos papá. ^
•! 5ii!cid;o, oíros a la gloria y muchos • IR
VÍCHTNI. .; Pero no ha oído nunen decir que
cía rlds sin amor no ae comprpnde»? Ahora CONSULTA
bien : ¿Cuándo fcrora e! amar? j E n qué
momento podemos decir que e s t ' t m s ena- Estimados enmaradas: Mi caso, segura-
morados? He aquí SIRO más complicado. A mente, será muy vulgar, pero me tiene muy
veeea «tumos enamorados sin saterli. Otras, preocupada. Tengo veintiún años. Desde Ha-
confundimos el amor con un capricho r> ce _ unos meses me acompaña un chico de
una simparía une no llega a profundizar ae- treinta y cuatro a/los, muy formal, de muy
rfcmente en el alma. Pnr lo que nis tPce, buena posición..., en fin, no se 1« j y A
es rnuv positile, cas! sepuro, que la simna- reprochar nada, pero a mi na me tf*sfn
pizca. No sé explicarme ¡a ratón,
me lacinia un amigo de mi marido un p«cf* dn abono del que vmnlea en el ¿ampo, tía inicial hacia ese joven ae haya ;o"?er- graciadamente es asi. Y digo ¿&
l.a fórmula, que tiene algo de farmacéutica, es la siguiente, que tengo apuntada ildo en amor. Fn este caso, nosotros ne diría- mente porque en mi casa, y toda 1 fE
aqui en mi agenda: 2-J<) firs. de sulfato amónico, 350 fErs, de sulfato de potasa y mos que proceda con cuidado, que se •-•emo- eslán conformes y hasta í m p e r i a i S
100 itrs de superfosfíito; tndo mezclado forma un kilo, que sirve para abonar, mez- T* antea de oue este amor es ooifr-sp^n- me cuse con él, pues ya ha
clándolo con 100 kilogramos de tierra para tiesto; luego para cada 1f) kilogramos dido, p*ra ev'tarse un posible des;¡i(t'fto. papá. Satamente esperan mi
que necesitarás para tu terraza y tus tiestos, te basta crni ltíi> grs. de esa mezcla. U
^A L'Sf^d le consta que no le es ¡ndiferfíi- pues él quiere casarse aníes de ir ^ey
Eita pequeñísima cantidad te la regala cualquier agricultor amigo... V no me t*1? Pi'es prueTie a vencer au timídeT. délfl viernq a Málaga, para ponerse al frénU
digas que te complico muclio la cosa, porque recetas de este tipo estamos todas facilidades en !i conv#rsnc!rin nara jije así un negocio que está organizando. Con gracias
acostumbradas a copiar. . . . . , . , , ae airme a nro-iunHar las nsl°bras avr anticipadas os saluda cariñosamente. - HLOK
—Pero, oye: eso de añadirlo a )a tierra y mezclarlo todo es algo molesto; ¿no ust^d esnera. Pero si sigue callada ante él, DI; Té
hay otro medio de hacerlo? creerá que elln es d»bidi a que no se inte-
Para todo tengo remedios: puedes echar de uno a dos gramos de la mezcla resa vnt su persona. De mftdo que ánimo ;y RESPUESTA
en cada litro de agua para el riego, y asf al regar lo añades cou facilidad en unos a la lucha '
Su caao es, en efecto, bástame corriente,
cuantos dias. , „ ,. . ., , señorita. Su familia cree que labora (Hir su
|>ispuesta ya a llenar la casa de llores, quisiera también colocar alguna Jar- bienesiar, ya que no por su felicidad comple-
dinera li¡:cia el exterior de los balcones y la baranda de la terraza. ¿Qué plantas CONSULTA ta, al aconsejarle que se case con ese
me recomiendas? . , , , , , , . . , • _, • .. Estimados camarades: Con la con*ianzn • chicoi, no tan chico, ¡caramba ! Son mu-
Capuchinos y pelargonios de hoja de hiedra son los más apropiados junto de que vosotros me s(\c"rí:s de dulas, os chos los matrimonios que ác celebran así y
a las petunias y campánulas. Puedes empezar en primavera con geranios y seguir contirf mi caso. Hice t'rs años que estny a la larga acaban por comprenderse y esti-
con las demás, acabando con las capuchinas, aunque muchas de ellas pueden du- enimQrada de un mufhicho de mi pueblo. marse. Si usied *s capai de resignarse a
rarte hasla cinco meses sin sustituir. Kse problema déla sustitución de floraciones Somos navlns, pero en cas* se oponen a esto sólo, no veo otro inconveniente que
«a difícil desde luego, pero creo irla dominándolo al conocer unas y oirás especies. nuestras relicionet. El es bnenQ y para mí los años que los separan. No e* que sean
Bueno1 admitido que yo voy a plantar por mi propia mano toda Ja terraza no ¡o fciy mejor. Está estufando, y antes excesivos, pero si la distancia entre SUK
alrededor, ;que son unos cuantos metros! ¿Tengo que mandar venir un jardinero? de ser yo su rtoi'ía era excesivamente dido edades fuera menor sería más fácil «1
Porque si* me dan la planta en tiesto o suelta con su pequeño cepellón de tierra, a In bebida, pero ahora no. Por Ii de li hacerle a usted cambiar de opinión. SI to
¿ o n o e 3 nada complicado. Llenas de tierra la jardinera hasta sus dos bebida es TÍ"" ' " <J"e pnpS se onone. Vi que busca usted es e! amor, «monees con-
tengo dieciocho años y él va a cumplir vein- venza a sus padres la imposibilidad de saa
ter - - > . . . .. . < , . tiuno. No sé si se opq/idrá también pnr la boda, ya que si ahora no le Rusta <ni pizcan
ed^d, pero... no somot chiquillos, ¿ver- .su hoRsr distaría mucho de ser ese fjriíso
O.! | I1CSLO \ ^iü\tiWiítHXU l'iiliiii i * J j | n p , j

Invertido 'contra el borde de una mesa. Es sencillamente sacar el contenido conteni de con e! que sueñan las solieras. Si no rusra
un moldé teniendo sólo cuidado de sujrtar j tú sobre la mano esc contenido.
Tam- dad?
poco me parece complicado lid ra quien sabe repostería
para repostería. Todo se reduce d después Quiero qne me dfis el cíinsejn que vos- e! caso tac urgente, le aconsejaría que deja-
a que coloques «aquello- en los pegúenos huecos que ruis señalado en la tierra de otros, buenos amigos, estiméis cqnvenniente. ra po
pasar unos meses, a ver si con e! tiem-
brotaba «1 cariño en su t o m ó n ; pero
la Jardinera o cajón y aprietes algo la siiperticie pura lograr adherencia. Dec'dme si debo seguir con él u obedecer
Mc interesarían tantas cosas más..., como el semillado, los despuntes, lograr a pava. Xi-navio está estudiando fuera y me como que
no puede ser no veo otro camino sino
escoja usted misma entre el porvenir
después semilla por mí misma... Pero todo esto es ya muy complicado y te estoy escribe a diirío. Cuando viene a vernte ten- confortable que se le ofrece o dejar pasar
dando una solwrana lata. . . . go aue Qi-ultárselo a mi famil'a. Decidme sí e&ia oportunidad hasta que se le presente
Lo que pasa, hija mía, es que tenemos que hablar de otras cosas. debo olvidar mi único amor o seguir batiin- otro hombre que acierte a despertar en us-
—De acuerdo. ¿Te ha gustado el número de «Y. de este mes? dome. con mi fam'lla. ted los sentimientos que el «chico• no ha
Mujer me recuerdas una cosa, aunque volvamos al tema. Si quieres per- Todavía me ocurre otra cosa '. que toy satido provocar h u t a ahora.
feccionar tus conocimientos floricolns, tienes alli un consultorio abierto. muy celosa y tengo miedo de que no me
p u e 9 n o ] o sabia... He visto alguna vez unos artículos sobre el jardín y la quiera comn yo a él. Fspern vuestra contes-
tación y viviré impaciente hasta recibirla.—
ROSA TEMPRANA.
CONSULTA
tidad de cosas que me dejé olvidadas: l'orque, por ejemplo, nada te he pregun- RESPUESTA Suy una muchacha como hay muchas '. lo
tado sobre el empleo de la flor cortada en la decoración de interiores.
Seflcirita Rosa Temprana : Deberla naied ven, alegre, bastante bonita y rica ( « » ts lo
- S i quices lo dejamo* para otro dia... G A B m E L BORNAS cerciorarse de que. íf«e!ÍT»nusnie, au adorada I Continúa en la píg- 29.1

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En España abundan mucho las personas supersticiosas, que
tiemblan como azogadas cuando se vierte el aceite, la tinta o
la sal, cuando "se da vueltas a algún objeto, cuando se nombra
un reptil, etc., etc.
Pero estas supersticiones suben de punto y se agudizan más,
mucho más, en los toreros, que tienen supersticiones como el
resto de los mortales y otras bien distintas a las de los espa-
ñoles que sufren con lo dicho en el párrafo anterior.
Ha habido toreros que han hecho famosas sus supersticiones.
Antiguamente fue el matador de toros apodado «El Lavi», que
dejó su vida artística esmaltada de frases y de hechos ocurrentes
y graciosos, dada vez que por los chiqueros le salía un toro negro
se volvía loco de terror y de espanto, y ya se sabía que la lidia
del negro bicho transcurría en medio de huidas, saltos y carre-
ras. Esta fue la superstición más acusada del citado torero.
Aquella animadversión hacia Jos toros negros podía ser enton-
ces, porque en las ganaderías, en casi todas ellas, abundaban
las reses de capas o pelos distintos, e incluso había vacadas en
las que estaban en franca minoría los toros de pelo negro.
Loa toros negeos no eran
del agrado de los su-
persticiosos.
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La cruz de Granero a Jdla
"i que lo mató un tora.
p o r CHAVITO
Actualmente, si esa superstición continuase, los toreros pa-
sarían muy malos ratos en todas las corridas, pues han desapa-
recido de la mayoría de las ganaderías los pelos que no sean
negros, y si antes era raro un toro negro, ahora lo raro son las
reses de otros colores.
Más modernamente, Rafael «El Gallo» se llevó la palma de
los supersticiosos, y, entre otras cosas que se le achacaban, se
decía que tampoco le eran gratos los toros de pelo muy negro,
aunque con toros negros obtuvo también grandes y ruidosos
éxitos.
En nuestros días, el torero supersticioso tipo es «Caganchofr,
del que se cuentan hechos y dichos que demuestran esta cuali-
dad fiel gitano.
No se crea que tan sólo los toreros qué mentados quedan
han sido y son los únicos supersticiosos. No. En el toreo todos
lo son, porque a todos o a casi todos los toreros les molesta y
sufren por superstición, con lo que a continuación narro:
Los vuelve locos que la víspera de la corrida se les recuerde
que deben cuotas en el Montepío de Toreros y que, por tanto,
no están en el pleno uso de los derechos de Sanatorio y socorro
durante el tiempo que dura la curación del que caiga herido.
Hablarles de las enfermerías y de sucedidos desagradables
que en ellas hayan ocurrido.
Cuando en un café o restaurante les sirve el camarero con
la mano izquierda o colocándola al revés de como es costumbre
hacerlo para verter el líquido en una copa. "
Ver colchas amarillas en las camas de los hoteles, pensiones,
casas de huéspedes o en las enfermerías y sanatorios, si a ellos
entran o llegan heridos. Este color les «molesta» tanto, que muy
pocos toreros habrán visto los lectores vestidos de amarillo, y
esta superstición se acentuó más cuando al desgraciado «Vare-
lito» se le ocurrió hacerse un traje de luces amarillo. Le habla-
ron de la mala suerte de este color; el espada no hizo caso, y si
poco tiempo le mató un toro.
También descompone mucho a los toreros, el día de la corrida,
el ver cómo uno de los admiradores o amigos que van a pre-
senciar el acto de vestir el traje de luces encienden un pitillo
en la lamparilla o «mariposa» que alumbra los santos e imágenes
de la devoción del torero. Y este acto de mal agüero no llega
 ni ton mucho al mal «íario» que tiene el hecho de que uno de hace falta es que no vayas a ser tan primo que complazcas
esos amigos o admiradores a que he hecho referencia, al descu- también al bárbaro aquel que te gritaba diciendo: fljAsí te mate
brirse, deje caer o coloque el sombrero en la cama del torero un toro en Talavera!»
donde éste ha dormido y donde suelen hallarse el traje o las pren- Cuando el «gracioso» abandonó el cuarto, Joselito, cada vez
das de torear que aún tiene que ponerse el diestro. más malhumorado, se expresó así:
Camino de la plaza, en la mañana de la corrida, y en la misma —]Qué mal ángel—. Y guardó silencio.
plaza, ios descompone ver y que los miren personas que tengan A partir de ese momento, el torero apareció nervioso y des-
la desgracia de ser tuertas, y si son tres las que se encuentran, compuesto, y este nervosismo subió de punto cuando durante
la tragedia la «dan» como segura. la corrida se le soltó la faja, teniendo que suspender una faena
También creen en la superstición de cruzarse con un entierro de muleta para volvérsela a ceñir.
o marchar en la dirección del fúnebre cortejo cuando el torero Joselito, desde su regreso de América, cosa que había ocu-
se dirige a la plaza. Pero respecto a esto, quiero hacer la siguiente rrido casi al comenzar su trágica temporada, cantaba con de-
aclaración: Sé de toreros que si encuentran el entierro cuando masiada frecuencia las coplas del «Espartero». Sobre lodo una
va el cadáver dentro de ia carroza, es de mal augurio; pero cuan- que decía así:
do es el clero que regresa o la carroza aparece vacía, puede ser
anuncio de buena suerte. El desgraciado Manuel García «Espar- *El veintisiete de mayo
tero», eJ día que le mató en Madrid el toro «Perdigón», de Miura, es un día «revesero*, -.
al ir hacia el coso laurino se cruzó con un entierro que iba hacia :
que en la plaza de Madrid
el cementerio. un loro mató a «Espartero*.
L'na vez en la plaza, ya en el ruedo, durante la lidia, no les
hace gracia ninguna que se les desate el lazo de la zapatilla o Mientras en Talavera se ceñía el traje de luces, se oyó a Jose-
que se les suelte la faja. lito canturrear la tal copla, y días antes de cumplirse el aniver-
Hay más detalles y hechos que soliviantan y preocupan a sario de la muerte de Manuel García,. José Gómez «Gallito» caía
los toreros, y recuerdo que a Ignacio Sánchez Mejías le ni decir asesinado por el pitón de un manso col>;irde y difícil.
en cierta ocasión, dirigiéndose a unos
amigos que se encontró días antes de
una corrida:
—Os agradeceré mucho que cuan-
do estéis en la plaza agachéis la ca-
beza al pasar yo, para que no os vea,
pues he notado que en cuantos feste-
jos os saludo, la cosa se me da mal v
el mitin es seguro.
Teniendo en cuenta lo dicho por
el desventurado Ignacio,, añado que
no sólo los supersticiosos temen cosas,
casos y hechos, sino que también les
preocupan algunas personas a las que
consideran como «gafes» o seres de mal
agüero.
La superstición en los toreros, como
en todas las profesiones donde el indi-
viduo pasa por momentos de peligro,
está muy arraigada. Algunos, dándose-
las de más decididos, de más cultos o de
más despreocupados, no temen a nada
ni nada: para ellos es un anuncio de algo alado.
bueno u malo. Pero en el fondo hay co- Uzo cié la « P * "
rsas que los preocupan y hechos que los
desazonan.
Recién muerto el desventurado y gran Cuando ^ camar
torero Manuel Granero, se popularizaron
con enorme rapidez las fotos de su última
y trágica corrida en Madrid, y de toda
aquella colección la que más llamó la aten-
ción es una tomada durante la faena que
ejecutó el valenciano en el toro anterior al
que le causó la muerte.
Kn dicha foto, que ilustra estas líneas, se
ve a Granero dando un pase natural, y so-
bre el lomo del astado, perfectamente simé-
trica, una banderilla y el estoque que em-
puñaba Manolo con la mano diestra forma-
ron una cruz, y momentos después, el toro
siguiente que le. correspondió a Granero, el
llamado «Pocapena», del duque de Veragua,
segaba en flor la prometedora vida artística
del famoso diestro.
Aquella cruz se grabó en la mente de mu-
chos toreros y con más fuerza en la de los
supersticiosos/ que vieron en ella un presa-
gio de muerte, que desgraciadamente quedó
confirmada en el cuerpo joven y espigado de
Manolo Granero.
Para dar más fuerza a estas líneas, voy a
narrar algo de lo ocurrido el día que Joselilo
«El Gallo» cayó muerto en Talavcra de la Reina. '
Con un grupo de amigos, el torero marcha- Encontrar un
ba en el tren camino de la muerte.
Al llegar el convoy al pueblo de Torrijos,
Fernando, uno de los hermanos de «Gallito», bajo
a la estación y allí tuvo un incidente con un
hombre del campo. Advertido Joselito de la cues-
tión, se apeó rápidamente, y ante el insulto soez
contra él proferido propinó una fuerte bofetada
ai desconocido, que, al ponerse en marcha el tren.
una vez terminada la cuestión, chilló con enorme
fuerza para ahogar el estrépito del convoy:
—] Permita Dios que te mate un toro esta
tarde!
Joselito oyó la maldición, y el que hasta en-
tonces se había mostrado durante el camino más
dicharachero y jovial que de costumbre hizo el via-
je preocupado y triste.
Ya en Talavera, cuando se hallaba vistiéndose
para dirigirse a la plaza, llegó a su cuarto un ad-
mirador (?) que, bromeando, le dijo:
—Ya diste gusto a los madrileños que ayer en
Madrid te chillaban: «¡Yete a Talaveral» Ahora lo que

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 CUNARÍAS TU2
A los niños les es necesaria ¡a merienda, que tes pro/rorciona el suplemento
de calorías u vitaminas Indispensables para su crecimiento. He aquí algunas Poi ESPERANZA RUI/-CRESPO
ideas que pueden guiaros, anudándoos u resalxer esíe problema, di ftcil muchas
!.a# utujerev, triemprt. deseónos de ejercitar sus bueno» sentifnientoe,
LA MERIENDA DIARIA tienen una perdurable, inclinación a convertir herejf.8. Don Juan h
SORPRESAS e.K en materia sentimental. Pero ellas le perdonan su dualidad, nn
Para un huevo se necesita aproximadamente una cucharada de harina /alacia, mi fanfarronería con -una rencilla condición: la d* su fasc-i-
y un cuarto de litro de leche.
Salad ligeramente, azucarad según el gusto y sazonad con vainilla, limón nación personal. Así, ante un Tenorio voluminoso y blando, la virtud
rallado o un poco de ron. Voleadlo en un plato sopero rngrasado (si es posi-
ble, extended en él l.i manteca cié varias pellas pequeñas; sf no, espolvoread femenina aumenta probabilidades df triunfo.
de pan rallado) y haced que cueza a horno'mediano. Se sirve irlo.
PASTEL DE CALABAZA La curva de la tristeza otoñal se acentúa en noviembre, cuando
Hnced un ptiré de calabaza Pon azúcar o miel. rspesado mediante un [n<rn P! deshojarse de ]a Naturaleza abre ni alma tan sutiles perspecti-
de fécula diluida en Ligua fría, dejad que -— • vas. Mes de duelos y de recuerdos, en el que el ciprés, recto símbolo
cueza lentamente unos minutos y añadid ,
citando esté tompNulo, Ircs yemas de funerario, tiene su exaltación íntegra. Ei invierno asoma ya su he-
huevo por cada kilo, con sus claras ba- lada silueta en este mes, que es acaso et más desapacible y triste
tidas a punto de nieve; perfumad a volun- de los doce hermanos.
tad y dejadlo a horno suave tres cuartos
de hora en un molde untado de man- Y en *ada noviembre español, siempre último figurín del tema
teca. literario, las cínicas aventuras de Don Juan se declaman desde
PUDDING A1.SAC1ASO los escenarios, para que una tras otra las generaciones puedan
Un litro de leche, al que afladiríis azú- reprochar o admirar su comportamiento.
car o miel a -voluntad y un lluevo; batid Dejemos a más doctos comentadores la discusión eterna de si
todo junio y meted dentro un cuscurro Don Juan es conquistador o conquistado. Don Juan, creyente en
de pan; cuando el pan haya absorbido Tirso, €n Moliere temerario, matón en Zamora, y en Zorrilla jac-
suficienie cantidad de liquido volcad todo
en un molde redondo, colocando el pan en el centro con la corteza vuelta tancioso, no es en ninguna de sus biografías !o que hoy llamamos
hacia arriba. un intelectual. Tal vez ni siquiera exactamente lo que ahora juz-
Dejadlo al horno durante Un cuarlo de hora; el liquido forma costado, gamos un. hombre peligroso. Demasiado rápido, demasiado fan-
rodeando la corteza dorada. farrón en sus procedimientos, esperemos que la mayoría de las
Adornadlo con fruías Frescas de la estación (naranjas, manzanas, alba-
r¡coques) y aJguuas aceitunas o rábanos rosa. mujeres requieran de una más lenta y hábil preparación para su-
cumbir a BU influjo. Todos los Don Juanes de la literatura son
MERIENDA AL AIRE LIBRE exquisitos conversadores, de palabra fácil, que por igual discretea
en lo agudamente ingenioso o en lo sentimentalmente poético.
Lo mismo en et campo que a la orilla del mar o rn un jardín publico, los Gran peligro para la mujer, que si muchas veces fue acusada de
niñas torren, se agitan u se les abre el apetito. Llevadles su merienda; algunas habladora, tal vez se defiende así de la tristeza de no poder escu-
empanadillas, por ejemplo, ¡} no olvidad las frutas freacas, tan fáciles de transportar.
rhar aquello que le canta dentro...
PUDDING DE MANZANAS S¡.\ AZÚCAR
Hervid unas cascaras de naranja en un poco de agua, añadid 250 grs. Pero concedamos una inferrogación a esta posibilidad peligrosa:
de miga de pan desmenuzada (miga de pan durol, escurridla y aplastadla ¿llegaría Don Juan a sumar aceleradamente conquista tras con-
con un tenedor para hacer un quista sin la «preparación del terreno» por su atractivo físico?
puré espeso, «1 que añadiréis Veamos un poco, a través de estas viejas fotografías, algunos
una cucharada de ron, de saca-
rina o de almíbar de higos de los conquistadores en quienes se ha personificado ante damas
para azucararlo. que todavía andan por el mundo, «e\ caballero joven, gallardo,
Hacud aparte una merme- libertino y rico a quien dominaba 1a sensualidad y p) afán de se-
lada de manzanas muy espe-
sa, cocida casi sin agua con rtucir>\
una cascara de naranja. Azu-
carad con el azúcar de higos
o miel, mezclad el pan con ]a
mermelada y voleadlo en un
molde untado de caramelo
para que cueza de una hora
a hora y media. Macaülo del
molde y servidlo rociado con
una salsa de ron.
PAN DE TAPIOCA
Colocad, rodeando el fondo de. un molde, algunas rebanadas muy fina»
de pan, y encima una capa de dátiles deshuesados.
Aparte poned a hervir una taza de tapioca en tres veces su volumen de
agita, añadid una cascara do limón y azucarad a voluntad. Verted la tapioca
sobre los dátiles y colocad otra cupa de dátiles sobre el pan. Antes de servir
dejad que se enfríe.
ALMÍBAR DE HIGOS
Kn un litro de agua se hierven 300 grs. de higos secos corlados en peque-
ño» pedazos y esperad que se consuma hasta !a mitad. I,os higos servi-
rán como postre, y con el Jarabe obtenido podréis azucarar pastelillos, leche
y toda clase de bebidas.
PASTEL DE HIGOS
Tritura'd bien 250 grs. de pun empapado en leche caliente o agua. Haced
que cuezan 300 grs. de higos, ciruelas o pasas (o bien una mezcla de las Ires
cosas), mezclad la pasta de pan
con Jas fruías, añadid uno o dos
huevos y voleadlo todo en un
molde untado de manteca. Se
cuece a horno fuerte.
PASTEL
Oh AI.HARICOQUES
Prensad en puré espeso 2.J0 grs.
de albarícoques.
Poned a hervir.300 grs. de higos
picados con vainilla en un poco de
agua, mezcladlos después con el
puré, removiendo siempre basta
que se convierta en una pasta muy
espesa, poncdlo en un molde a enfriar y, por último, lustrad de chocolate, si
leñéis, o bien servidlo adornado con avellanas, almendras molidas o rociado
con almibaT de fruías muy espeso.

MERIENDA CON LOS AMIGUITOS RAFAEL RIVELLES)

l'or muchas que sean las dificultades actuales, con un pequeño esfuerzo i\u
na será muu costoso et tseñalar* e! día de fiesta redoblando M alegría de los fuegos
en común con la ilusión del pequeño *cxtrat.
El p<ist»¡ tsurpresa» de la merienda diaria patléls moldearlo en pequeños
platitos individuales y servirlo adornado con una cupa de mermelada a algunos
trozos de fruías confitadas En fin, vosotras mismas hallaréis nueims ideas para
presentar una merienda 'decorativa* que entusiasme a vuestros niños.
Líos surcos de la frente, parte noble de] rostro, son los mas parlanchines reveladores
de cada personalidad. No dicen aniversarios, sino carácter y BemimientoH. Y las mujer*»íl
cambian muchas veces el curso de loda una existencia por la inquietud profunda do " °
mirada ardiente bajo eaos enigmas de la pieL abrasada por la idea.
Eate Don Juan, tan bien enmarcado, tiene un gesto irónico y una interrogante e s d -
tadora en el gesto. Parece hombre conocedor del valor de BUS ailencioa y de U supreij*
habilidad de aabei escuchar. Este caballero inteligente y precavido estaría mejor eníren *
do en la m e u con una señora romana que le forzara a ta esgrima dialéctica, «in sucua">
con la •costurabxvda rapidez.

© Biblioteca Nacional de España

 (GRABADO FRANCÉS*
«Quisiera, dicB £l Jema, que hubiera var;oa mundos para podst extender mis conquistas
•morosas.:* Y es aiüdadilo, recargadilo y dñiiciuso. UeU~iogo paia colocaría así. en el viejo
ffrabado francés, al alcance de nuestra sonrisa. > Toüs mujm inteligente asante, para em-
pezar, un profundo desprecio por et hombre «Don Juan»... Cero IQB años pasan, v Don ]uan
es eterno, y eternamente las muchachas 31oran desengaños de amor y cuitas de ilusión.-
Ahora no son loe atavíos loa que pueden deslumhrar; van iodos iguales...
íMORANO
Muchas v enas »e cierra misteriosamente la audición a o q u e dice e ser amado para ponar
el alma e ntera en llenarse tas pupilas con su imagen, sintiendo un dulce placer en notarle
penetrar hasta el más profundo riñeron del pecho.
«Lo que adhiero a tni, lomado está», piensa este hombre cuando siente postadas en él las mi-
radas da Us mLisrBs , Y para descanso, para no encontrar esa raíeada Don fuan tiene
que elevar sus ojo* al cielo o al lecho. .

(DÍAZ DE MENDOZA) DE SALAVERRIA; (ROMEUí

C
' n^110 "**! «mor hay más elticuencU «ilenciofla que T«r- Pensamos que i?ata interpretación pictórica dot burlador puaher* estar inspi- Esta Don Juan, cínico burlador, espadachín atildado, ea
u
y*i^ Wido Tenorio nos mueaua aquí Ja estampa de uno de rada [Jiractamfiíiie por una desee ti diente de la señorita de Ulloa, celosa de de esta Balería, el que nos parece menos digno de la, f
P os es
;;>'ti,:. * paflolea que rtiáa digno y be]Jo cu.to rindieron justiJicDjf las debilidades humanas de la dulce novicia. * Dan Juan OB aquí indulgencia- , Y tes miente, y Jas deslumhra, y deja... Per<
"^ y al hogar—al sentido señonal del teatro también™. la ffn--arnacion de un MoíiBtóíelee recargado de sedas, coliares, adornos, Señor, ai Don Juan burla siempre fingiendo riqueaaB y amare
"|«aspiramos con cierta melancolía. ¿Por Don Juan' coquean y amanerado, rnity poco simpático. E] diablo, con una efigie tan elernaies. ¿dónde está au personal poder de «educir, da a<rm*
¿Por su interprete? clasica, pierde presagio. Irradia petulancia y es muy fav. por si mismo j por ser como «a?

(ENHIQUE BORRAS) (RICARDO CALVO)

Admitamos como verdad Lncontroveiiib'e la prestancia varonil de Don
Juan. Todas las descripciones clasicas coinciden en que eia apuesto,
atractivo, y que realsaba BUS cualidades físicas con las gracias del ax&-
vio. Ningún conquistador habitual deacitidará este a d o importantisimo,
de verdadera trascendencia. Para despertar 3a admiración y ot deslum-
bramiento que con frecuencia preceden al amor, al harable, «mana» de-
coratlvo» por si mismo que la mujer, necesita ir bian portado. • Este
Don ]uan, gasto un poco cansado, gran estampa varonil, es el precursor
de ese hombre maduro, desdeñoso, casi tata hila, que et ciña ha elevado
a categoría de irresistible pal a las Doña Inés de nuestra época.
Lo que queda, revoloteando poi el aima femenina, abierta al amot corno
al roció las floree, es la voz. En toda vida es precisa la sensación de pa-
reja, caminante. Divagaciones sobre el compadecí miento, la incógnita, la
vida, 3a muerte, el hambre de Dios y el apetito del pecado penetran en
la anhelante sensibilidad femenina transmitidas por el arrullo de quien
dice enltatanto que la quiere. « Escita Calvo con su mirado Ausente,
su ademán pausado, su prestancia abacial.,. Lo ¡maginatnoa mal en ce-
rrarlas violentan o en pendencias fanfarronas, Si no fuera por s] terri-
ble peligro de su vos en las cadencias murmiuanlea de tos TOrsoa que
diceti amor...

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 N Omejor
hay adorno mejor para una mesa que una bonita
mantelería; todo lo que en ella se coloca parece de
calidad y de mayor gusto, dando pruebas de
distinción a quien así sabe presentar una comida o una taza
de té.
Muchas amas de casa creen que as preciso un gran desem-
bolso para conseguir una mantelería bonita, y nosotras que-
remos demostrarles hoy que con un poco de ingenio y habi-
lidad se puede conseguir el objeto deseado sin que para ello —d
sea preciso grandes dispendios.
¿Quién no tiene en su casa algunos recortes de tela que
le han sobrado de otras labores? Pues para darles aplicación
aquí tenéis un lindo modelo de mantelería de té, que no
necesita explicación por lo claro de su dibujo. Unas tardes
de labor entretenida y simpática y habréis logrado aumen- En nuestros pasados números hemos hablado de la posibilidad
tar el número de vuestra ropa de mesa. que tendrían nuestras suscriptoras de obtener GRATUITA-
Para la comida, este otro modelo original y sencillo y MENTE una máquina de coser Necchi. Hemos recibido nu-
de una gran novedad, al tiempo que de fácil ejecución.
Sobre tela de distinto color qite el mantel sacaréis el dibujo merosas cartas en demanda de detalles para poder optar a ese 13
de los tulipanes, que aplicaréis al mantel con un punto concurso. En la imposibilidad de responder particularmente, 13
de incrustación, o bien con un cordón negro que al mismo y con el fin de que sea de todas conocido, damos hoy publicidad 13
tiempo perfila el contorno. Las tiras que adornan el mantel 13
se unen por medio de un calado en la grande, y de una de las "Bases para el sorteo de la máquina Necchi". 13
13
vainica en la tira pequeña. ¡¡A optar al concurso y tener mucha suerte!! 13
Las servilletas no llevan más adorno que una tira in- 13
crustada en forma de cenefa. 13
ts
13
13
Para optar a la máquina de coser Necchi que regala la 13
19
casa RICSA, sólo dos condiciones son necesarias: 13
i.» Enviar a esta Dirección (Almagro, 36, Madrid), un
boletín de suscripción de la Revista " Y" (SIEMPRE QUE
EN SU PLAZO SE COMPRENDA UN NÚMERO DE 1942.)
2.* Al dorso de este boletín de suscripción vendrá un
número en tinta. Otorgado el premio al número exacto, o, 13
a falta de él, al más aproximado del primer premio de la 19
13
Lotería Nacional del 2 de enero de 1942. En caso de que 13
13
fuesen más de una las soluciones exactas, se procederá a 13
un nuevo sorteo entre las agraciadas. m
13
El precintaje de boletines y el sorteo se harán públicos ante 13
13
la Asesora jurídica de la Sección Femenina, que procederá 13
13
al lacrado y apertura de los mismos, siendo este fallo inape- 3
13
lable por ningún concepto.
0

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 Traje sastre de ¡ana negra, adornado con astrakán,
modelo Vogue, de IVONNE LECONGE (Serrano, y)

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 Nada más interesante en una casa que una buena biblioteca, y ésta sólo se puede conse-
guir a fuerza de tiempo y de saber cuidar y conservar los libros en perfecto estado. Para
ello, os vamos a dar hoy unos cuantos consejos, que si sabéis ponerlos en práctica os
darán excelentes resultados.
¡'mu culiyur rn la

PRELIMINARES.—No dejéis vuestros libros di- También la aplicación de una pasta hecha
seminados al azar. A falta de una biblioteca, el de bencina y magnesia hace desaparecer
mejor sitio para ellos es un anaquel aplicado a las manchas si éstas son recientes; cuando
la pared; los libros ocupan de este modo muy ya son muy antiguas, generalmente no resis-
poco sitio y constituyen incluso un elemento de ten al éter sulfúrico, embebiéndolas con el
decoración. pincel después de colocar la hoja manchada
Nada de anaqueles profundos en una estancia entre dos secantes blancos.
de pequeñas dimensiones, sino estantes de 25 cms. Manchas de moscas.—Desaparecen inme-
de proFundidad como máximo, que bastan para diatamente al contacto del vinagre fuerte.
alojar los volúmenes de tamaño corriente. Cuando
el número de libros es importante y las propor- Manchas de sangre. — Golpeadlas viva-
ciones de la pieza lo permiten, se puede organizar mente con una tela empapada en una libera
un anaquel "doble qtie encierre un segundo estante disolución de perborato de sodio o de cloro;
estrecho, colocado unos centímetros más bajo, con enjuagad inmediatamente.
objeto de poder leer cómodamente los titulos de Manchas de petróleo.—-Frotadlas con una
los volúmenes del fondo, así como los de delante
(mirad croquis).
Los montantes que sostienen los estantes no
deben distar unos de otros más de un metió,
porque si están muy separados podrían partirse
aquéllos.
La distancia entre los estantes puede ser de
21 cms. para libros corrientes y de 27 cms. para
los volúmenes de mayores dimensiones. Un sis-
tema de cremallera permite variar esta distancia.
El abeto no es elegante, pero aparte de su precio
módico se recomienda para la instalación de una
Sobre el suelo- biblioteca, porque los olores resinosos que des-
prende alejan los insectos, pudiendo no obstante
construirse el frente y el centro de los estantes
y montantes de otra madera.
El instalar el fondo de madera sería algo costoso; por tanto,
si los muros son bastante secos, los libros quedarán protegidos
con la proximidad de un fondo de papel pintado simplemente
(elcfjid un tinte neutro y poco manchadizo).
Las leyes de la estética ordenan la clasificación por tamaños: los
libros más voluminosos sobre los estantes inferiores, y los más
pequeños en lo alto; excepción hecha, sin embargo, con los libros
encuadernados, a los cuales les está vedados los estantes muy
altos, porque el calor tiene tendencia a ascender y puede deterio-
rarlos.
Independientemente de esla clasificación por tamaños, agru-
pad vuestros libros, si es posible, por materias: Historia, viajes,
teatro, etc.. y dentro de cada grupo alineadlos por orden alfabé-
tico de autor, yendo de izquierda a derecha; sin embargo, vuestro
gusto personal puede también guiaros. Son muchos los que colocan
a la entrada las obras que aprecian más o aquellas que consultan
con mayor frecuencia; otros colocan los más decorativos delante
y los de peor aspecto detrás; lo importante es poder hallar en
seguida el libro 'deseado.

CATALOGO.—Una lista de los libros no es necesaria más que

Ocupando el hueco de una puerta.
Sobre un mueble bajo.
cuando se posee una gran cantidad de ellos; pero lo que todo
amante de los libros debe tener es una ficha o un carnet con un
lápiz para anolar siempre que preste un libro el título, el nombre
de su auLor, el del impresor, la fecha en que lo prestó e incluso
Jos detalles sobre el estado en que se encontraba antes de ser
prestado. Inversamente, una página de un libro de la misma
biblioteca podrá ser empleada para recordar los libros que os han
prestado y que debéis devolver.
CONSERVACIÓN.—Los libros deben ser sacu-
didos o desempolvados con el aspirador a me-
nudo. Una vez al año, por lo menos, deben sa-
carse para comprobar su estado y limpiarlos.
He aquí las manchas que se suelen encontrar
en las páginas:
Manchas de dedos.—Untad las manchas con
un poco de pasta de jabón, frotad ligeramente,
enjuagad con agua clara y dejadlas secar entre
dos hojas de papel secante nuevo.
Manchas de humedad.—Limpiad el papel con
una solución muy débil de cloro, enjuagad con
agua pura y secad con papel secante.
Manchas de aceite y grasa.—Colocad un se-
cante sobre la mancha y pasad por encima una
plancha templada; repetid esto cambiando el
secante de lugar hasta que haya absorbido
toda la grasa. Paní quitar las últimas seña-
les se frota con un pincel mojado en esencia
de trementina templada al baño de María, de-
jad que se «eque y después aclarad el color
del p:i|)cl, que habrá quedado un poco ama-
rillo, pasando un pincel con alcohol rectificado.
disolución de amoníaco.
Manchas de tinta.—
Agua oxigenada o una
solución compuesta de
4 grs. de ácido oxálico,
un gramo de hiposulfito sódico y 50 grs. de
agua.
Para el tratamiento de todas estas man-
chas se necesitan muchas precauciones: ohrar
rápida y delicadamente; colocar siempre,
antes de frotar o golpear, debajo de la hoja
manchada, un papel secante blanco que sea
nuevo; dejar secar inmediatamente después,
entre dos hojas do secante, y no cerrar el
libro hasta que las hojas no estén comple-
tamente secas.
LAS ENCUADERNACIONES.—Manchas
del roce.—Todas estas manchas cederán con
miga de pan caliente, pero no seca.
Manchas de grasa.— Se limpian perfec-
tamente con una pasta hecha de bencina y
magnesia.
Manchas de tinta.—Son muy delicadas de
quitar. Para ello untaréis la mancha con al-
cohol; después empapad un pincel en una
solución de ácido oxálico y frotad con él. El
color será atacado y es necesario luego
reteñir la parte descolorida con acuarela
antes de encausticarlo.
Limpieza general.— Lavad las encuader-
naciones con una esponja fina empapada

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 en espuma de jabón, enjuagad con agua
pura y después untad una ligara capa de
pasta de engrudo; pasados algJiu* mi-
nutos, antes d¿ qj¿ el e.i.^r.i 1» s3 s3-
que, [rotad fuerteniaiiLe con
trapo flexible y dejad que se
seque completamente. Pa-
sad sobre I os cantos pol-
vorientos una es-
pon ¡ii húmeda.
Una excelente
recita para lacón-
servación da las . •-.
x
encuaderniiíio-
nes. — Diluid una
yema de huevo en
alcohol de 90" y pasad
sobre toda la portada un
trapo mojado en'esta mezcla;
después frotad con un a franela.
Si el cuero se desconcha, fro-
tadlo con una franela empapada
en aceite de espliego.
LUCHA CONTR\LOS INSEC-
TOS Y LA HUMEDAD.—Colo-
cad frascos destapados con esen-
cia de trementina, bencina o te-
tracloruro de carbón sobre los
anaqueles; los vapores que se des-
prenden destruirán los insectos y
sus larvas. Haciendo penetrar, me-
diante un lampón de guata, esen-
cia de tomillo o de espliego entre
las cubiertas del libro' se consigue
ahuyenlar lns insectos. Otro medio
es tamhién espolvorear directamente
las hojas de los libros con polvo
de naftalina.
Antes de emprender un viaje
de alguna duración se debe exten-
der en eJ fondo de los estantes unas
tiras de tela impregnada de tremor-
Una y sobre las tablas un trapo empapado con el
mismo producto; también se dispondrán platillos con
cloruro de cal colocados de trecho en trecho sobre
los estantes, para que absorban la humedad. Esta
cal debe reemplazarse con frecuencia.
DESINFECCIÓN DE LIBROS.—En una caja
que cierre bien, extended cuerdas a unos 10 cms.
de separación para colgar ios libros con ias hojas
abiertas y vueltas hacia el fondo; colocad un reci-
piente que eonleiiRa íormol y cerrad la caja pura
que los libros queden en contacto con los vapores
de formo! durante tres o cuatro días; airead los
libros antes de colocarlos en su sitio.
ÚLTIMOS CONSEJOS.—No cortéis las hojas
jamas con los dedos o un cartón: usad un corta-
papeles o con el filo de una lámina de metal.
No mojéis el dedo para volver las paginas del libro; proteged el libro
forrándolo durante la lectura; no dobléis la esquina de la hoja que queréis
encontrar; no abandonéis nunca abierto el
libro cuando la lectura ha sido interrum-
pida; no dobléis nunca en d;is el libro
para mayor com iriidad, p¡>rqae las
tapas o ¡a encuademación, que-
darían irremediablemente
estropeadas.
© Biblioteca Nacional de España
USTED QUIERE CASARSE
PERO ANTES DESEA SABER...
C o n s u l t o r i o j u r í d i c o canónico-civil
Por el Dr. LUIS FERNANDEZ
A'O7V1 DE LA REDACCI 0S\—Es na- Xo crea usted fine es el primer caso
tural que, titula la trascendencia del ma- de individuos rlesnrircnsivos—[>nr no usar
trimonio, se susciten dudas de carácter otro calificütivo m¡H Tuerie—que han
dogmático o jurídico t¡ se precisen con fre- recurrido a esos subterfugios de mala
cuencia dalos e informaciones coirrofos ley, aljít'rlos |>or unu ley ppnr.
Desde IUPRO que él, en iiqni-llns tiem-
referentes a diiicrsas situaciones de ma- pos, sin duda que liulio rlc prometer
trimonios proi/eclados, contraídos o frus- prestarse a realizar «después» l;i cert-mo-
trados. Para dar cumplida solución a tóelas iitü civil, sin cuyo requisito no hubiera
estas muy ínulas demandas, tenemos esta- sido admitido ¡i] in;ilrlnn>n¡n csrnonico,
blecida esta Sección, tjnf hemos encomen- enlre oirás cosas, para prevonir asi esos
posiMes ühmos. Por eso nslahü ordena-
dado at Doctor don I,ais Fernandez, no- do ¡i los sacerdotes «que no fucrun ¡idnii-
table publicista t/ fiinra destacada en el lidos ni matrimonio ennónico los que no
campo de la Literatura ¡i de ¡a Ciencia, puiliiTiin o no quisieran celebrar la cere-
donde ha obtenido merecidos premios ti monia civil» (Instrucción de i;i Sngrada
Penitenei;irin a los Obispos de Italia,
recompensas. A ella pueden acudir nues- 1,j de enero de ISSii; S. C. pro Nes. Kx-
tras muy queridas lectoras de «V», basíáti- Iraoni. a los Obispos de la Argentina, 20
doles para ello entilarnos sa consulta acnit- de febrero di- 1S8'.(, y S. ('. de Micrunien-
paflada de cuatro cupones de nuestra los, :ii) de junio de 1917).
Revista. V no porrfiR1 esn ceremonia civil ponga
aitfo que ya no posea el matrimonio canó-
nico, sino simplemente porque ¡is! lo exige
CONSULTA ln ley civil bajn graves penas y uniena-
zas. Por esa razón ustedes no debieron
nunca transigir con aquella su nefínliva
Muy anreciado señor; VOIJ a exponerle a cumplir lo que biil>i¡i prometido unte el
a usted el conflicto en que nos enen-dramos, párroco, primerunienic pitra prevenir esta
o el en qnr nos txtmos a poner, que yo creo liimenlnble coii!injíi>nci;i que luego ha
va a ser mayor aán. sucedido, y. además, porque dejando sin
Tengo una hermana que en el n/>0 1035 Ucnnr esa «mera ceremonia extrínseca
se casó como Dio* manda con un much-i- para acoinodnrsc n las formalidades exi-
cho—que, xi usted le hubiera vlslo—parecía ¿idus por la ley civil (a la ciinl compete
una bellísima per-tona. Tanta se las echaba reyulur por medio de sus leyes los efectos
de bueno el mu¡¡ ladino, que nox decía que puramente civiles del matrimonio) coope-
como él no quería ni un tantico así con la raban y eintsenlian los graves perjuicios
que de aquella omisión se habían de
fíepñt'üct, ni siquiera transióla con r."/"- seguir, no solamente pam los cónyuges,
brur rí matrimonio cíntl después itrf ca- sino lambk-n p.tru los liijos, si Jos hu-
nónico, pues con el oerit/tdTO crfei'rado biesen".
ante la Iglesia—decía él—bastaba y so-
braba, lJero eslo yn pasó, y ahora tenemos que
Psm un día el mity perillán—n que me enfrentarnos con el présenle. Y el pre-
dispense la ausencia—.w desconchó con un sente es il que usted expone cu su grata
amigo suijtt » ti- dijo vrie eso que. nox con- consulta.
taba a nosotras era un camelo; que si él I'IIL-S bien; estando él casado canónica-
no se prestaba a la ceremonia cioit era mente con su lierniiina, no sólo no liay
para asi qaetlar libre, ya i¡ue co-rio las obstáculo a que reanude su vida conyu-
¡ei/ps de entonces no reconocían olro ma- gal con su hermana, sino que debe hacerlo,
trimonio que el >{'•! .¡'iz'iatto, al no ci-itrncrlo a pesar de que eslé casado civilmente
él, quedaba «iris soltero que el ,\e/ttuno de con la otra. V no tonjfa usted miedo a
rse otro compromiso civil, b.se pílcele
la fuente ante las lenes. romperlo ciuindo él quiera y tlciji- IUU-LTIO
Efectivamente; asi resultó. Al ¡toco tieaipo
se marritó dejando sota a mi hermana, u CLtuiitu testación.
¡nltcs. l-ii cuanto lea esta con-
V para que sepa cómo ha de
más tarde supimos que se había casado hucerlo, voy u tr:inscnhirle la secunda
con olra por ¡o c¡<>i¡. y hi lercera de las disposicionos transi-
Pero llefó el glorioso Movimiento Na- torias de la ley de 2.t de septiembre
cionut, salairíor tle España, y luego ¡n de líi:iíl relativa al Divorcio {tt. U. del
toma de Uilbuo por las tropas nncia'itdes, •listado, tuim. 27H\, donde se contiene
y entonces eltos, tos *c¡vitcst, hai/aron a lo que en su caso y en otros análogos
. ' • Francia, debe hacerse. Dice usl:
Y he aquí que ahora, después de mil
peripecias y malandanzas na mteito a das•segunda. Las uniones civiles celebra-
durante la vigencia de la Ley que
España este malandrín, u ayer se presenta se deroga,
en nuestra casa un amiffo suyo, que tam- cónyi[«es sey hallasen en que uno o ambos ¡le loa.
divorciados n tenor
bién lo es nuestro, can la papeleta de decir- de la misma, encontrándose ligados canó-
nos que pueloe contrito,
ie na
confeso, confuso nicamente a otra persona, se entenderán
V con dinero, ¡I 1' necesita para ser disuelta.s, para todos los efectos
feliz más que le perdonemos u te atlmila- que civiles
mos—-He—otra o?z a formar parte de cial, procedan, solicitada
mediante declaración judi-
a instancia de cualquiera
nuestra "honradaí familia.
Y ¡o que go di^jo: Para volver otra ti-i, de •Tercera.los interesados.!
>erán causas bastnntes para
¿a que se fugó de esta thonra'iat familia? fundamentar las peticiones a que se re-
Yo, la nerdail, si de mi dependirs-, le man- fieren lus precedentes disposiciones, el
daría a pasca. Pern mi hermana, que ex una deseo ríe cualquiera de los interesados de
infeliz ij uno incauta, dice que le na a reconstituir su legitrno hoyar, o simple-
escribir que si está ya arretwntido qut nnnte, el de tranquilizar su conciencia de
venija en seguida. Asi de tontas somos creyentes.*
las mu/eres. J-.slo está claro.
P<-ro lo que no le diqo; ¿No oes que está
casada civilmente con ¡a otra Í; vais a su Nada me dice sobre si tiene o no hijos
cuñado fie su unión civil; pero'sí los
resultar don tas casadas con él, aunque (miera, <'|a patria potestad de los hijos
de distinta manera? Claro que aquello no nacidos de
uate ante Dios; pero cita puede siempre nes civiles,lascorresponderá, segundas o ulteriores unio-
presentar su partida de casamiento, aunque disolución de éstas, al que en caso de
por mutuo
sea civil, y cualquier día uan a tener un acuerdo determinen sus propios padres,
lio que para que. ¿Xo le parece a usted y H falta de acuerdo, al que el Juez de-
asi, como yo se ío digo? signe.»
Yo lo vea esto tan claro, que le mego listo por lo que toca a la parte legal,
me conteste cuanto antes con un conseio,
flií1 ha de ser bueno, como suyo, y dictán- Pero por lo que respecta a IÍI parte sen-
timental que a usted tanto le preocupa,
dome a la vez lo que mandan, permiten ¿qué quiere que le diga? Xo reprenda a
o aconsejan las leyes de ahora sobre este su hermana porque quiera ser una ves
asunto. más buena y compasiva. ¿No me dice
Muy de veras se lo agradecerá mi her- usted en su cartn que vuelve contrito,
mana, que a iteces ve que tengo razón. confeso y... linsla confuso? l'ues ¿qué
Y esta su afina, y siempre s. s. (Firma). más le quiere usted pedir? Creo que es
Seudónimo; Jacinto Ltenuvente, que realiza la disec-
C. DE LüXEMBUflGO. ción de los aféelos y sentimientos con
uno maestría de cirujano cumbre de los
espíritus, quien, en una de sus obras,
l¡«] vez en «La Ley de los Hijos», pone
CONTESTACIÓN en boca de uno de sus personajes la si-
uicnle pregunta: «¿No es asemejarse a
1 Vnya, vaya! ]Puex sí que es discurrir
lo de ese pollo! ¡NO!; si los hay t[ue ven fhonibris
• ios anticiparse n su misericordia? "Los
no tenemos derecho—y tampoco
crecer la hierba untes de que nazca. las mujeres—a castigar de una. manera
Siempre lie creído que se di-bia someter irrevocable.»
a un examen previo de capacitación moral
a los aspirantes a conlnier m;itrimnnio; Que al fin y al cabo no es sino una
y el qiir- no reuniera l¡i suficiente forma- glosa del fimn precepto tle Jesús de Na-
ción clehiera ser sometido a un plan de gurcl: t.Sctl misericordiosos, como lo es
períecclonamlenlo espiritual. vuestro Padre celestial.»
 ¿Cómo van a llevarse los sombreros esta temporada? En estos doce
modelos vemos claramente la tendencia de la moda. El sombrero
pequeño, sobre la frente. Gran profusión de cintas, lazos, velos, encajes
y plumas. En esta época en que todas las damas más elegantes de
Europa han olvidado lo que es ir en un coche y utilizan el tranvía.

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 el metro o la bicicleta para ir de un sitio a otro, parecen querer des-
quitarse en los sombreros de la obligada sencillez de sus trajes. Las
que vivimos en el privilegiado país que es España, que podemos
vestirnos sin cupones, queremos, sin embargo, utilizar el ingenio
de nuestras hermanas de otros países menos afortunados.

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 El Ministro del Ja-
pón contempla su re-
trato ÍTI d estudia
de Vázquez Dl"z,
campuft mi o del
piular.

Cuadra antigua de autor desconocido.

LA COI ECCIÓN PICTÓRICA

DEL MINISTRO DEL JAPÓN EN MADRID
Casi todos han sido adquiridos en los cinco mesfs ?ue lleva
en E-paña, v Só'o de Fortuny posee sesenta y cinco. Un re-
trato de don Antonio Maura, pintado por su hermano Fran-
cisco, y un desnudo de Zuloaga fechado en París en l89l
El Greco, Velázquez, Goy/t y Ribaha. entre
otro*, figuran en la colección en la cfue rr\s-
ten también tablas dn los siglos XIII y XVI.

S U grnn afición por el arte y el conooimienio profundo que del arte tiene,
especialmente en cuanto a la pin tura si- refiere, han hecho posible esta
colección de cuadros que lia conseguido formar, en los cinco meses
que lleva en Madrid, el Ministro del .tapón en Kspaña, S. K. Nakichiro Mima.
l'nti colección de pinturas que cuenta con cuadros de diversos autores
y que abarca todas las épocas y escuelas: desde el Greco—por quien el
ilustre diplomático siente especial admiración—hasta 1 icasso o liobcrto
Domingo, por citar dos nombres de pintores modernos en su arle y en el
tiempo.
Nosotros hemos tenido ocasión de recorrer el «Musco» de la cnllc de
Milíuel Anjíel. es decir, la residencia oficial del Ministro, y de admirar con
íl los cuadros que posee.
llenuts li; 11 ilaclo, mucho nnles de ver las pinturas, de nrle y de arl islas ex-
tranjeros y españoles, l'cirqui* el señor Suma, que es una autoridad indiscuti-
ble en cuestiones artísticas, conoce a nuestros pintores adiiiiralflimenle
A ilusionado del Museo del i'rado, al rpie neutle con frecuencia—doce, visi-
tas en los primeros Ireinladlas de sa estancia en Madrid—, muchas veces
contempló las salas ti •] primer Museo de Hspaña. I or eso, cuando habla do
BUS preferencias, tienen sus palabras toda la autoridad que les dan el que
sean frulo de un estudio detenido, concienzudo y profundo, hecho-frente a
esas creaciones maravillosas de nuestros más famosos pintores unLiguos y
modernos.
EL GRECO Y GOYA, AUTORES PREDILECTOS
He preguntado a mi interlocutor qué pintores de Rspaña prefiere. Y su
respuesta, rápida y tajante, encierra una verdadera lección de arte pictó-
rico español, que no sabría yo reproducir cuestas cuartillas, escrii a-, al correr
de la máquina, poco después de celebrada mi entrevlsia COK el señor .-unía.
Kl lireco, taa personal, tan espiritual, que interpreta figuras y paisajes con
una visión tan pecuJiarisuna de las cosas y de lo* hombres, cuenta con toda
la admiración del diplomático. «Yo—me decía—no me causo Jamás de
contemplar la obra del (¡reco, al que encuentro sublime». «Y después, ijoya.
¡Qué expresión y que colorido! Uoya tiene para mi—también éstas son pa-
labras suyas—aparte de otros mérilos indiscutibles, que lodo el mundo,
dentro y fuera de l-.spaña. reconoce al pintor aragonés »u motivo de atrac-
fie aquí nn cuadra ción irrefrenable: Üoyu tuvo la virlud de ver el lado grotesco de las cosas.
curioso de lutrias au- De vcrlOH—añadía—, y de saberlo captar en sus cuadros para que lo viéramos
tores, entre ¡os que los demás también. Uoya fue un gran humorista del pincel.'
fiyura el irrcin So- I oco a poco, voy contemplando junto al dueño de La casa las salas diver-
rolla. sas y llenas de emitiros. Los hay en todas parles: en el amplio vestíbulo y
en el salón japonés; en el comedor y en los despachos; en un gabinete... 1 er-
tenecen a las más variadas escuelas y autores. I or eso su coatcinplacirtn es _
más amable a nuestra visla de profanos, que puede pasar, en transición rapí-'
da, de Murillo a I ¡caso, y de Gutiérrez colana a Velázquez o a liibalta.
¡Je lodo hay, efeclivameiUe, en esle Museo que son las habitaciones priva-

Otrn de las obran que /ifjttran tn la

coli'f.ciáii del diplomática 1j<i)>oiirs. Mujeres españolas ai aviadas con
*IieltuQnte remata un f/uid », cuadro ¡u ctásica mniiiUln, ctuidru de Váz-
de Roberto Domingo, quez Díaz.

Magnifico re.tr/tto de! señor

Suma, que fitjttrará en la
/jiúrirrHi Exposición S'ucio-
nat de tiritas Arles.

© Biblioteca Nacional de España

 fias del Minisiro drt .Tapón. Porque existen tam-
liiín, parn que nada ralle, cuatro tahl.i-- mngni-
lic-Hs del siglo \Fir, que pertenecieron al < <>n-
vcnln de. Santa' lara. de Hurgos y dos, alri-
bulctns a .lunn de .Inanes, del siglo x\i, proce-
denips do Tordesillas. V no siempre estriba el
mérilo de los cuadros en la firma de su ejecutor
o en el justo renombre que en In técnica urtis-
lícn adquiriese. Ahora, por ejemplo, ni pie de
esta escalera que conduce ¡il piso alto de h» resi-
dencia, vemos un cuadro diminuto, que repre-
sentn a un señor de mediana edad, con la mira-
do penetrante, y noble, que luce poblada barba
negra. Mi rustió es muy cólmenlo y tiene algo
que atrae y nsulla simpático. I s dnn Antonio
Maura, el gran estadista, y el cuadro salió de
los pinceles de su liermnno Francisco, aficiona-
do, como el propio JcTe del partido qonservador,
a pintar en sus ratos de ocio.
SESENTA Y CIN CO
CUADROS DE FQRTVSY
Nos hemos detenido en una sala decorada con
dibujos magniriens de «n aulrir francos, ( orol, que
iScdomé», obra de Sabaier. son una muestra dr-i tino espíritu del artista Ralo. Y
en seguida otra vez nos encontramos ante un pintor
español, que deeora tocia una sala, lis el artista de-
quien tiene el señor Mima la niAs rica—rica por com-
pleta.—colección de cuadros: Foriiiny. >ólo del autor de «1.a Vicaria» posee el diplo-
mático sesenta y cinco obrus, expresión de] genio del pintor de Hcus. Y luego,
más salas y más cuadros tumliién. Cuadros que reseñarlos uno por uno exigirla
un espacio del que no disponemos. Son, en total, más de HiK) los que tiene en
su cusa el Ministro del Japón, y aunque algunos fueron adquiridos por él nnles
de llegar a Kspiífia.» en ISerlin, en llama o en París, porque siempre fue gran
admirador de nuestros pintores, la inmensa mayoría están comprados acpií, en
Madrid, en los cinco meses que lleva entre nosotros. Reseñemos, ya que no es
posible referirse a. todos, algunos de los que, por una u otra causa, tienen mayor
interés.
Par ejemplo, esta tabla de Gallego, titulada «Misa de Sun Clregorio», que es
una auténtica adquisición. Y esle otro cuadro de Zuloaga, fechado en l'aris, 18!U.
q le representa, a una mujer desnuda, junto a su lecho. No es, seguramente, de
LLS mejores obras del gran pintor VÍUCO, pero perienece a su primera época; está
dedicuda a l'aco !>arrio, en recuerdo de la estancia de ambos artistas en l'aris,
y tiene ese mérilo que no podríamos encontrar en uno de sus cuadras actuales.
Hay también en esta misma estancia dos Inienos cuadros, plenos de. color, de Ciu-
tierrez colana, y otros de -itiroHa, de fcíenedito. de Madraza...
l'or último, liemos admirado un cuadro al oleo de nn pintor japonés, único
que aparece aquí mezclado entre los de nuestros grandes artistas, >e trata de
un pintor contemporáneo y representa una cabeza de mujer, l-.stnpendo retrato,
que tiene la particularidad de estar pintado en loaos muy claros, casi bluneos.
•Según me explica el señor Suma, l'oujite, que es el nombre del autor, es uno de Un retraía debido a los pinceles
¡os pintores que más éxito alcanzaron en Europa como retratista, dándose el caso de Mitdrtnn, utro ¡le ion ewtdroi
de que sus cuadros se pagasen en l'arís, cuando alb estuvo, más que los de cual-
quier otro. que ¡iyaiaen la colección.
Y ya que de arte japonés hablamos, justo es mencionar la magnifica colec-
ción de fotografías que guarda en su casa el señor Suma y que son reproduce!unes riodo que media entre el románico y el gótico, es decir, entre los siglos xi y xv,
de cuadros 4el Museo Imperial de] Japón, de compatriotas suyos, que tiene él cuiindo resulta realmente difícil determinar las diferencias entre las obrus de unos
en su pais. son pinturas antiquísimas, aunque parezcan enteramente actuales, y otro^.
ejecutadas con una maestría especial, sin utilizar nunca los pinceles, sino los dedos. < orno el señor Suma es un brillante escritor, que tiene ya varios libros muy
Hepresentan casi en su totalidad escenas de animales. populares en su pais, preguntamos si no ha. escrito nada sobre nuestros artistas
y nuestros Museos. Y responde:
PARALELISMO ESTRE LA.S PINTURAS DE AMBOS PAÍSES -—No, tod.-ivla no he podido. Pero tengo el propósito de redactar mis impre-
siones en un volumen que preparo y que, sin ninguna duda, obtendrá un gran
De regreso al salón donde fui recibido, vuelvo a escuchar de labios del Minis- éxito en mi patria, donde tanto se interesan por el arle occidental. Ln libro que
tro atinadísimas observaciones sobre la pintura española antigua y moderna, sea nljío parecido al que luce de los listados- L. nidos cuando, después de mi estan-
que demuestran los vastos conocimientos que posee el señor Suma. Hemos hablado cia allí,' escribí mis impresiones sobre arte y costumbres de los norteamericanos.
de arte japonés, y dice el diplomático: Mn pensar, han pasado cerca de dos horas. Tan grata Tiié la visita al «Museo.
—Hxiste un paralelismo extraordinario entre el arte de España y el del .Tapón, de ln calle de Miguel Ángel, como llaman los pintores españoles u la residenciu
del que yo quiero ocuparme en un libro que voy a escribir en cuanto tenga tiempo, del señor Ministro del Japón, y tan amable la acogida i|ue nos dispensó a nosotros,
lisas analogías—añade—que se encuentran en muchas de las manifestaciones artís- que desde estas líneas enviamos nuestro agradecimiento a quien, diplomático de
ticas de ambos países son más acusadas en las tallas antiguas, Las hay españolas carrera, j> un auténtico artista por vocación y por sen I ¡miento, y un gran amigo
qiífe parecen salidas de manos orientales, sobre lodo esas Vírgenes que tienen al de üsuaña. _
Niño en brazos. Y es que la similitud se hace más estrecha, más íntima, en el pe- RAFAEL SAI.AZAR SOTO

Hl fiAAAjuuiA fl-ft rt flflQQQOO Q-QP'

snrt y ¡o que quieren es pasar el rato? Yo la desairada situación en que ¡a deja cuan-
CONSULTORIO SENTIMENTAL quie'o hrcer de ¿I un hombre, no un pelf-
If '. pero cuando me lince la trostvd.i rro
do él se va de "farra» con los amigmes ;
en los pueblas pequeños tndo se sahe v esos
pueda resistir su mirada pidiéndome pe-dt'"t, • amigos" no han de ignorar que usied «
y tenga miedo a! ver que rrr> soy una muirr queda en casa espeTaado en vano, ni-entres
(Viene de la P&S- I?-)
no fue del agrado 4e mi mamS: que era de carácter. Yo más que nada quisiírí; que ¿' se dedica a correrla. Y. sobre rod", pro-
un iuerpuista enorme, amigo de correrla y "ie diera aleuna idej para hacerle un ftorn- cure ser menos tierna can él para dar'e a
menos importan*). Hasta h"M año y medio de mujeres ; en f n, el tipo clásicn de seño- ,bre de verdad, es dec'ir, paxa que deje de entender que. S. s'gue comn hasia alia*a, poco
na supe lo que en querertlndetlavertid, per' rito ocioso, que nunca se ha preocupilo por beber y tenga amo' al trabaio. Cordialmen- a poco Se irá debilitando «u carifio.
este «rifle. que me * i « t >. í ; n l t " * r l nida, aunque en el fondo es un senliment.A. te.—MASY DEL CARMEN.
a rafias me h-es gesgrae ada : por nu quenda Al p'incipio todo fue de calor de rom, peni
con<> ¡
mamá y por mi wguUo. * « ' • f '"•lnejfr» ya empezó a h ¡cer algunas t'¿st. d. s, RESPUESTA
una veibena, JJ printera vei que ¿nia de ivinii> nn vertir a busc.irme a la hura jj'j&ínm- CONSULTA
noche con mis 17m.fr"»- Nuestras mr-tlnt se /"•ad,j y nn verle en t"do un día o J.^s. Ai Ea muy hermosn lo qu-e us'-ed B Í nropnni,
crunroti. y no sé c¿mo fue, 1 1 retentar, dia ssigiiienie me decía IJ veri d, ifue h 1- Marv del Carmen, pern por es* falta de ca- Me d'riin a tí para pedirle nn cinselo o
ios nade, sin hibernas vista nanea, pues bia estado *por i¡ftj» con los ami¿-is. Sus rácter que LSi-ed se recíina. e le va • ser me indiques el cam no a seguir en el la-
acababa él de tlegjr del frente, nos encon- juergas se I m tan a beber miciw, u visitar diFíc I llevarlo a fcV.z término. Si él le lia ber ntj en que me enruenlra. Desie muy
Aramos ionios. Me porcia vivir un rmoso j.irfus los bares h sij nlds horas de la no- prometido enmendarse, digale que nr> espe- RÍA 11 me pretendía an chico, al que nanea
.cuento de princesa disfrazada de aldeana. che. Mi duda fsid en que m.tmá se empe- re a que esién cnsadns, que VRVB ensayán- hice cíisrí porque no me gasliba. A pesar
Nos vimos al otra di¡ y al otro, pero ña en decir que nunca tendrá i.'iisíórt p'ir el dose para que así luego le cuesi* ~ienos de demostrarme su cariño, siempre le des-
.sin s,t>er él tudn-ía quién era v*. n J"> tnibuh. y esi> que <.hnr¡i hice lo que nunen -sfuerTn. A'en ha cnnsrguidi c»n m w r i ; preciaba, pero él olvidaba pmntfi mis des-
.quién eux él. Pero cunto ente pueblo es híío : ncnpuiM vi mism 1 de sus asuntos, hecho csri'o el mu.hathf) de !a adminla ración, aires y volvía a mi con mis entusiasmo.
.muy pequeño, pronto supe much.s cosas y que antes llevaba un orfmirriítr, dir. Yo le pern mucho me lemri que. si no va acnm- Así pasaran var'.ns añns y vino I: guerra.
«tit'inces comprendí por qué rtr> se rrcocu- he ped'do eso para demost'i-r a m\má que paíadi) de una enmienda general, 'os asun- El se minhó ul t'rnte y empeiA fníre nns-
pabí de decirme quién era. Si y" *"> r.ca, sihc tr bs\ar, pero eH¡ s rsticne que ni> me rr* del joven nn prosperen precisa menie. otrfís una correspondencia de amigos. A me.
él ío es más aún y además en rt.-no de h:ri feliz. El me dice que cuando si caí-e Procure usted s-r menos blanda Je tora- d:d • que el lempo pusiba, yn espemba sus
minjiics. fl deseaba que le qu>st-2n i « será of-o h ¡mbre. ¿A qu\rn h f>u aso? icn y en la prfíximn irasmda amena :c'.e enn cartas can más alegri.i. Vino vari s veces
subir lo qire era, y y" tambifn. Los dos lo ¿A mamá, que fu conseguido meterme en el rorrpimenu). a ver si asi, al ver su amor y nunca se atrevió a proponerme reí :ciones.
logramos. Pero también supe algo m.ís que duda, pues dice que humbres así no se ca- en peligro, se decide 1 cambiar. Hána'c ver (Continúa en la pág. 44.)

Señoritas, señoras: ¡Un buen consejo que agradeceréis! No pretendáis embelleceros sólo con productos de
tocador. Debéis también reconstituir vueslro organismo: para ello precisa toméis Eupartol, vigorizador único
del sexo femenino. Con el Eupartol de n^ecerán manchas, rojeces, granos, espinillas, arrugas prematuras,
obtendréis un cutis limpio. Euparto] endurecerá vuestros senos, desapareciendo la flacidez y caimiento de éstos.
¡Eupartot, secreto de vuestra belleza! Euparlo] cura molestias y desarreglos mensuales, devolviéndoos salud
y hermosura. Madres, no abandonéis la edad crítica..., la pubertad de vuestras hijitas, ayudadlas con Eupartol.
Futuras madres: debéis tomar Eupariol desde el quinto mes; tendréis un rápido y feliz parto; hijos sanos y
robustos (mejoraréis la raza), Muchas ya conocéis innumerable1! servicios prestados por este gran preparado:
BÍ lo ignoráis, probadlo y os convenceréis. Señoras: Escuchen diariamente a las 12,30 la interesante Sección Feme-
nina y de Belleza a cargo de los Laboratorios Eupartol, dirigida por doña Monserrat Fortuny, que emite diariamente
Radio España n.° 2, de Barcelona. También pueden dirigirse por carta para consultas a cucha señora a Via Laye-
tana, 137, Barcelona, mandando sello para su contestación.
MtTRU MAYbK

© Biblioteca Nacional de España


C O R O N A A M E R C E D E S
De los árboles frutales —¿Dónde vas, Alfonso XII,
Me gusta el melocotón, Dónde vas, triste de mi?
Y de ¡os reyes de Hspafta —Voy en busca de Mercedes
Alfonsilo de Barbón, Que ayer tarde no ¡a v¡.
Este poema amoroso—todos lo sabéis—tuvo su acción
en aquella hora «'apañóla en (fin* surgía en el horizonte lodo
un extenso panorama de posibilidades. La atedia España
que sobrevivía a la otra media estaba experimentando una
mutación en el encauzamiento de sus normas de vida, que
parecia más bien iba en adelante a vestirse con indumento
de procer, lúi lo espiritual, quedaban aún las brasas, que
imprimían alba palidez a la fisonomía de un romanticismo
crepuscular, revividas en algún momento por el soplo fu-
gaz de un episodio caballeresco de los que ya sólo queda
una vana y nostálgica inen Tía. Era tal vez la hora de
calma que sucede a las de espasmódica locura. La prosa se
empezaba a apoderar de la vida pública, en la que la for-
midable capacidad de un gobernante iba procediendo, al
verificar ta reconstrucción hispana,» la tala del Ideal. I'ero
su vitalidad, ya casi exangüe, tenía invencible tendencia
al letargo, al marasmo, a pesar de Jos esfuerzos que hacían
para despertarla quienes llevaban el timón de sus destinos.
V fue en esta lámina del calendario español donde surgió
la historia que todas conocéis por haberse relatado multi-
tud de veces, con diversas facetas, en las páginas de toda
la I'rensa, y a pesar de lo cual sentimos siempre un melan-
cólico regusto a] evocarla.
Fue Mercedes de Orleans, la niña de mirar dulce, tle
candida palabra, la que hubo de encender poderosas lla-
maradas de amor en el corazón de aquel Hey que, des-
ligado de la acción del tiempo y del ambiente, hubiera sido
héroe romancesco de nuestras gestas si el alma popular no
le hubiera cantado en romance por obra y gracia de un amor
desgraciado. ;<_'.ómo no iba a prender también la chispa de
una pasión en un corazón de mujer cuyos ojos se abrían al
fino deleite de lo hermoso al presentársele aquella figura he-
roica, reminiscencia de maravillosas leyendas principescas,
que tenia todo el fuego de una juventud henchida de im-
pulsos generosos' Aquí el Amor salió a la luz en intima unión
de la l'oesla para deslumhrar a ios ojos que se ciegan en
torpes visiones de lo inmediato, de lo que carece de hori-
zontes, de elevación y de profundidad; y como el Amor,
cuando por su tamaño merece llevar A grande, trae junto a
sí la hermandad fantasma tica de la Muerte, como lo vio Leo-
pardi, cobra aquí la Poesía su alto valor.
Nacida Mercedes en el seno de una familia noble, no muy
bien vista, a pesar del parentesco de la familia reinante,
llegaba al matrimonio por la senda recta del amor, y como
dos corazones que se atraen consiguen rara vez sin contra-
tiempo el logro de las satisfacciones inefables, tuvo la polí-
tica que tender su tela de araña para enredar con razones
de Estada Jo que contaba con la asistencia de la suprema
razón. Un la frialdad de las conveniencias políticas se libró
la batalla, el pleito de la felicidad de dos seres, en la que la
voz de un orador, plena de ampulosidades tribunicias, pro-
clamaba que los ángeles no se discuten.
Pero no valieron, no, estas trabas de la política; que Mer-
cedes ciñó a su cabeza la áurea corona de Heina de las Es-
pañas junto con el azahar de la pureza, que agregaba colo-
res de flor ala flor de Ja virginidad, y toda la Corte la vio
y gozó bajo el sol de enero, que vistió su más pura luz para
iluminar de iris los diamantes de la novia; y cantaban las
campanas con alia voz de alegría, y suspiraban nostálgicas
las niñas, y lloraban Jas viejas, y todo un pueblo se apre-
tujaba en una algarabía de resonancias, reflejo de la sim-
pática atracción que el españolismo y la modestia de Ja Reina
ejercía sobre ella. Y diecisiete espadas, veintisiete picadores
y muchísimos banderilleros hicieron correr ante ella la brava
estampa del toro español, y cuatro caballeros rejoneadores,
evocadores de los tiempos de galanterías y proezas, desfila-
ban ante Mercedes, que agitaba el pañuelo a lo alto para que
el clarín diese su toque agudo, señal de la hora de derrocar a
Ja fiera. Espectáculo representativo de españolas alegrías.
© Biblioteca Nacional de España
—.S'í Mercedes ya eslá muerta.
Muerta esta, que yo la t>¡¡
Cuatro duques tu llenaban
I'or las calles de Madrid.
Y Mercedes empezó a vivir el fugaz reinado. Así, por con-
tagio, los jóvenes reyes extendían su felicidad al mundo cor-
tesano, sin que aquí se diese el hecho, tantas veces repeti-
do en el bullir palatino, del odio, de la intriga, de ese
ambiente ponzoñoso que ha rodeado en muchas ocasiones a
las personas reales, convertidas en victimas irremediables de
todas las malquerencias. Xo se hubiera atrevido la serpiente
de la envidia a deslizarse por la cámara donde moraba la
más justa felicidad...
Como anécdota expresiva de la bondad y sencillez de la
Reina, se cuenta quinina mujer del pueblo 'que cayo ai suelo
al recibirla noticia de] fin de Mercedes) esperaba en ocasión
largo rato a los reyes para entregarles un memorial. Al apa-
recer el coche regio, se sobrecogió, y ya ocultaba temblan-
do el papel, cuando la afable sonrisa de la Heina le dio ánimo
y quiso apartara los guardias que custodiaban el coche, por
los cuales fue rechazada. Pero la Reina lo vio, y pidiendo
el memorial mandó fuese socorrida.
Un compañero de colegio del rey Alfonso, el archiduque
Federico de Austria, contraía en aquellos días matrimonio
con una princesa de su pais, comunicándolo a su antiguo
amigo. Kl joven monarca le contestaba prohibiéndole le
llamase majestad y diciíndole: «En cuanto te cases, vente a
Madrid con tu mujer, la cual se hará en seguida amiga de
la mía, porque Mercedes es muy buena. Nosotros cazare-
mos y charlaremos de nuestras cosas de entonces. Así pa-
sarás una luna de miel tan feliz como yo disfruto.» A los po-
cos días un telegrama decía así: «Querido Federico: la Heina
ha muerto. Que Dios te conceda en tu matrimonio la dicha
que a mi me ha negado. Kn tus horas de felicidad acuérdate
de las horas de dolor de tu amigo, Alfonso.»
Hasta que aquel día... Ya se había notado en el semblante
de Mercedes esa palidez ojerosa, esa laxitud sintomática,
preludio de acontecimiento fecundo.. Y aquel día echaba a
vuelo la Gucpta una noticia llamativa: la Reina estaba in-
dispuesta. (Irán alarma produjo, no en el circulo de los ami-
gos dinásticos, sino en el propio corazón del pueblo, que la
habia elevado a Ídolo de sus adoraciones poéticas, La alar-
ma se acentúa. Llegan los duques de Montpensier. La gra-
vedad es y¡i notoria. Empieza, inquietante, el flujo y reflu-
jo de las esperanzas. Y llega la desesperación, lu consterna-
ción pública, la pérdida absoluta del más leve optimismo.
Mercedes ya no conoce. Delira, .sus labios se decoloran. Ya
tiene pintado en e] rostro el signo fatal. Desparramada la
hermosa mata de pelo sobre la blancura. Hodéanla su es-
poso, sus padres, su hermana, el Patriarca de las Indias,
y esa figura recóndita, insignificante, del servidor que llora
en silencio, queriendo forjarse la ilusión de que no está pre-
sente. De pronto, en una fugaz reacción, recobran sus ojos
luces de vida, hay en su cara un resplandor fugitivo, y que-
riéndose incorporar extiende sus brazos a Alfonso, quien se
arroja a ellos sollozando, transido del más hondo dolor que
corazón humano puede experimentar...
Después, la agonía; esa terrible lucha del cuerpo joven
que no se resigna a morir, de la materia true odia al va-
cio y del alma quu tiende a volar. Desgarrador espectáculo,
que duró cinco horas. Habían sonado, fúnebres, las doce
campanadas del dfa cuando Mercedes debió de sentir que su
hermoso corazón, cansado de amar, amaba para siempre...
Otra vez. Otra vez el mismo pueblo que asistió al rego-
cijo de sus nupcias se aprieta, absorto, al pie del Palacio
para contemplar aquella preciosa figura de cera. Con ese
dolor de aquel Madrid, que sabía llorar los grandes dolo-
res en medio de su alegría loca y aturdida.
Kn Palacio ya no hay más que un silencio de tumba. Los
servidores van y vienen lacónicos. La voz de un sacerdote
salmodia, temblorosa: «Dies írae, Dies illa, solvet saeculum
cuarta
dejo s
niñoí
¿Cómo prepararemos eL cuarto
hija? EB importante, antes de ° * j j>
esludiar los gustos de la niña
Heñíamos una habitación, queq ^j
ridad haría perfectamente ffeláal ^ p£,
tenga afición a los animales y refeIi¿í¡
EL galo, el pez y el canario P du e
compartirán La habitación conr esu J ( /Í1
Las mariposas disecadas -jgpiF
en Los colores de sus alas el, bueí1 f¿[>
y el árbol, que lambién sirve de ¥* ^
estará florido todo eL año-
Y este segundo cuarto, propio P ^
muchachos. No distraigamos s a.
de estudio con adornos super' -¿p
habitación debe dar una «"^V^iid
alegría, pero también de Bafvniaes
La colocación de las camas o ^
La mejor manera de aprovecha )aplpi
pació no demasiado grande A j^ga
como que una sola lámpara ^
papel de dos. Los Lados de &* g&i
estén hechos con una tela fuer» ^ c
con unos lazos y crue encuadrad ^
chón. Una lona rayada, "° m ° a iat
para los toldos, asegurará
Yí b r"c¡¿ii
vida al tapizado de una * -Zy¡3e&
La que los juegos no serán seí"
los de las prendas.
in favilla...» Y en lo alio, miles di'
estrellas velaban serenas, sin atreverse
siquiera a titilar...
Kl aire va desplegando sus alas azu-
les por cima de la lierra, y ya va
enjugando cariñosamente el sol la hu-
medad do los árboles, que también l¡»
noche ha llorado sus lágrimas de rocío
sohre la ciudad y los campos. I'n co-
che estufa avanza. Densa, la espera
la muchedumbre para decirle adi<is.
May no sé que de silencioso e impre-
sionante que no se ha visto en otros
entierros regios. Sobre esta multilud
abre su balcón la niña, flor de madri-
ñelismo, con temblor de llanto en sus
ojos madrugadores, hechos a contem-
ilar lejanías. V acaba para la forte
Ía presencia de la líeiun querida.
Contra estas fachadas de austeridad
inquebrantablev rrtmpense vientos ira-
cundos de la ierra de Guadarrama.
Xueve torres hacen la guardia fie los
siglos, y bajo ellas duermen eterna-
mente los principes de dos dinistfas
desde aquel que se batió arrogante-
mente con el mundo entero. Fn una
capillita de la Hasflica, tras los barro-
tes de hierro, descansa allí, sola, con
unas cuantas coronas revenidas, la
reina Mercedes. Parece que se ha re-
fugiado en este rincón, como huyen-
do una vez más déla rigidez protoco-
laria. Pocos visitantes se acuerdan de
ella. Tan sólo el turista se acerca cu-
rioso si tiene quien se lo indique. Pero
desde la soledad del sepulcro ha de
sentir cómo se eleva hasta el cielo el
alma misma del silencio, hecha ora-
ción sin palabras...
JOSÉ ALVAREZ ESTEBAN
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© Biblioteca Nacional de España

 WÚM m mroi \a Uivisibw f|

S I, otra vez: ¿Qué haces tú para la Di-

visión Azul? ¿Será posible que tus ma-
nos de mujer, siempre prontas a la
caricia y al bien, no hayan comenzado a
/ •

tejer todavía algunas de las múltiples y

variadas prendas de abrigo que como mo-
delos para nuestros camaradas de la Divi-
sión Azul venimos dando desde nuestras
columnas?
¿Qué esperas pues?
Ya los tenernos en pleno campo de ba-
talla; ya sus pechos se ofrecen valerosos a
soportar el fuego de los enemigos; ya em-
pezaron para ellos las grandes jornadas
de sacrificio intenso y las largas noches
de cierzos helados... Todo será poco para
dar calor a sus cuerpos,..
¿Qué esperas pues?
Muchas son las prendas que se van re-
cibiendo en las Secciones Femeninas, pero
se precisan todavía más. ¿Sonará desde .
hoy con más intensidad el tictac de vues-
tras agujas, para que llegue su eco, con-
vertido en lana tejida, al corazón heroico
de nuestros camaradas?

Aquí os brindamos hoy unos cuantos

modelos de puntos, por si queréis romper
un poco con la monotonía del punto liso.
PUNTO ANUDADO . -
Primera vuelta: tres puntos al derecho, tres pun-
tos al revés; segunda vuelta: se trabajan los puntos
tal comp se vayan encontrando. Terminado el tra-
bajo se anudan a punto para atrás, como marca el
dibujo, procurando que siempre quede a la misma
distancia, con un color vivo.

PUNTO DE ALMENDRA -
Primera vuelta: siete puntos blancos, un punto
rojo, etc.; segunda vuelta: cinco puntos blancos, tres
puntos rojos, etc.; tercera vuelta: cinco puntos blan-
cos, tres puntos rojos; cuarta vuelta: tres puntos
blancos, cinco puntos rojos; quinta vuelta: tres pun-
tos blancos, tres puntos rojos; sexta vuelta: tres
puntos blancos, cinco puntos rojos; octava vuelta:
cinco puntos blancos, tres puntos rojos; novena
vuelta: toda blanca; décima vuelta: toda blanca;
undécima vuelta: como la primera.

PUNTO DE COLUMNAS
Cinco puntos del derecho, tres puntos del revés,
un punto del derecho, tres puntos del revés y cinco
puntos del derecho. Una vez terminado el trahajo
se borda en medio de cada columna un punto de
cadeneta en blanco.
PUNTO A CUADROS
Se hace de ganchillo a punto liso, tres vueltas en
rojo, tres vueltas en gris, etc.; las líneas verticales
que se observan en el modelo están hechas de un
grueso punto de cadeneta, una vez terminado el
trabajo.

iÍÍWl m
Vi

© Biblioteca Nacional de España


"(2 a n c ¿ó n
Dame otra vez loe flechas de la guerra,
Kn*e no quiero la paz sin alegría;
mi esperanza es máe ancha que mi tierra,
la Patria es un combate cada día.
Mi cantiga guerrera
ya conoce las balas,
y tiene mi bandera
victoriosas las alas;
pero me duele el duelo
por nuestro Capitán:
a vengar su desvelo
sus enmaradas van.
Ayer mi libertad- he defendido,
•j hoy Europa recorre mi Victoria;
persigamos au vuelo conocido,
que vive más quien vive por la gloria.
Marchemos sobre. Oriente,
redoblemos la hazaña;
sobre escombros calientes
nUaremo» a España;
AUMENTO „ - ^
VEGETARIANO ^ e r e g u m i l ' CANIVELL
COMPLETO
INSUSTITUIBLE
© Biblioteca Nacional de España
i En el /reníe ruso ha caldo el teniente de Avia-
ción don Luis Alcocer. Bl heroico aviador—hi'/"
del Alcalde da Madrid, don Alberto Alcocer—hahia
prestado relevantes servicios en nuestra guerra ü<
liberación. Pese a su juventud—t\u muerto a los
veintitrés años—, había narlieipadocon brillante•com-
pnrlaiiiicnto en numerosas operaciones bélicas, tu
ffjjt(/nc logró oor su conductadiierrntesrrcampen.w-
Kl teniente 4e Caballería doii Jasé Acastu ^
l.áynez, perteneciente a la DSuisián Azul, prf-
•iicr ñjicial español cwidccortido con la Cruz de ifU¡-
•Tfi i^r rt Fükrer. Innresá corno soldado voluntario
• leí Ejército Sacional al comenzar lu Crinada iJc
'iberación. Pasó luego a la Academia de Atiérreos
l'rovisionales, de laque salió para incorpórame a
un escuadrón de Reguliires, pasando luego a la bri-
dada de Caballería del Ejércelo del Centro, en la
•l'ic terminó la guerra.Eslá condecorado con dos cru-
ces de guerra.
eita. composición poética &ue .eide
á. noi na enviado un ca.ma.taa.dL
l -flj a / "
por la de José Antonio Marchemos sobre Oriente,
nuestras indas valdrán, redoblemos la hazaña;
vengaremos el duelo sobre escombros calientes
de nuestro Capitán. alzaremos a España;
por la de José Antonio
Poca España es la triste y heredada;
nuestras vidas valdrán,
grande la que se sueña y se merece.
vengaremos el duelo
Hay lugar para hacerla, camaradas,
de nuestro Capitán.
en el tiempo que lucha y amanece.
T volveré, aunque caiga, con ¡os mtos,
Mi camisa guerrero
claras las filas y de honor pobladas,
r/a conoce las balas,
a levantar, ¡por fin!, en nuestro» bríos
y litine mi bandera
la fe de los antiguos camaradas.
victoriosas las alas;
pero me duele el duelo •
por nuestro Capitón: Mi camisa guerrera
a vengar su desvelo ya conoce los balas,
nú* annaradas van. y tiene mi bandera
victoriosas las alas;
IJOH hombres, con altare» ,y bandera*. pero me duele el duelo
noe alzaremos frente al sol cegado, por nuestro Capitán:
y triunfarán tan armas justicieras a vengar su desvelo
por el nombre, del mundo libertado. «ua camaradat van.
*<v M „ FERNANDEZ
Fernandez TTTTZZrr' MALAGA
EN LAS INTOLERANCIAS GÁSTRICAS
Y AFECCIONES I N T E S T I N A L E S
 En un bello marco de luz, fantasía y lujo, ha exhibido, por Traje de nuche, de bonita
combinación, que hace un
conjunto original g elegante.
primera vez en Madrid, la casa de modas Rosar sus elegan-

tísimos modelos. * El exquisito gusto con que han sido ador-

nados los salones coloca a esta nueva casa de modas a la altura

de las de primera categoría de Madrid. *" Nuestros lectores J'nrvrjií tnnie, e.str traje de
chuqii/ta, iteftra am riii/H'r
blanca, de impecable corte
saxtre. __»
podrán darse una pequeña idea contemplando las fotografías

que íes pmentamos, que ha sabido captar la máquina de

Zaidin, *" En Recoletos, 4, tienen, pues, las damas madrile-

ñas otro lugar más donde podrán hacer realidad sus sueños
Olrn isisítí del truje de noche,
combinado, en Ittqrte se pue-
de elegancia. de ai'reci/tr ttt tirada de su
corle.

lixl'Winiuiitudc ftit-
<l/i a chaqueta de
tlixiiiiíi» color, mlor-
nmln con maijntfi-
Cff.s ¡tii-lt's, es de urut
(jrnti ditfinción.

ü.

© Biblioteca Nacional de España

 Otrocortjunlo drful-
d'i i; ch ai/uela de
di tinlii coloi; can
'rundes bordadas en
? as bolsos, resalla de
modernísimo corte.

Orijtnal irajr de tnrtl?, en riP'/ro y Manco, con cha'

quvta buritvucta he/[ ¡itvt 'negra.

Oíros dos nueíws modelos. El de

Vexudo de novia, de moaré bínn-
eii,can «u/filia falda a piezas, U
gran oelo de tul blanco. I
la der/vha es un traje hechura
sastre, de lana negra satsñeudu
de pelo blnnca, que le dn rm rinc-
vo aspecto de lela nevada. El de
la izquierda es tyi conjunto de
traje entero \) chaqueta, en negra
y rojo. .

T*..*-/"*3"

© Biblioteca Nacional de España


\ en la punta de los dedos.
VIAJE
Por JOSÉ-VICENTE PUENTE
(Continuación) - • '•
RESUMEN DE LO PUBLICADO EN EL NUMERO ANTERIOR
En el bar cosmopolita «La Gaviota» se aburren Andrés y Al-
fredo. No imporfa que estén rodeados de unos grupos «bien»
de la dudad, una agrupación heterogénea de toreros, poetas,
políticos, banqueros y muchachas guapas. £n aquel bullicio
sienten un atroz y extraño aislamiento.
Alfredo, sugiere la idea de «liberación»:
—Román y Javier salen dentro de unos días. Vamonos con
ellos.
Se deciden a emprender un viaje.
Andrés llega desilusionado a su casa. Quiere confesar sus
quejas a su hermana, Pero esta hermanita está muy obsesio-
nada con unas palabras cruzadas...
Le dice:
—[Ay querida hermana! Tengo el corazón despedazado...
III
Le gustaba emplear estos términos, gráficamente
fuertes. Como si le hubiesen troceado el corazón y cada
pedazo le doliese en el pecho. El pensaba que no tenía
un verbo mejor para explicar su situación de ánimo y
la causa de su abatimiento. Tener el corazón despeda-
zado era haberlo sometido a la zarpa felina de alguna
mujer que con saña cruel le había partido la unidad de
su existencia. Andrés se recreaba escuchándose estas
frases que de vez en vez le salían de su lenguaje denso,
caliente, loco, disconforme con lo real y los términos
fáciles, No era una posición extravagante que le obli-
gase a pensar para buscar la palabra más rara o más
lejana. No; Je brotaba fácilmente y sin esfuerzo y sin
consecuencias, Hablaba como escribía sus artículos y
sus novelas, sin apurarse frente a la cuartilla blanca ni
sujetar un momento la velocidad de su máquina por-
tátil. A veces obtenía de su reflexión natural un giro
alegre, alborotado, pero jamás se paraba a hilar congruen-
temente dos pensamientos remotos que con su facilidad
de prosa podía acercar y unir en el discurso.
—Es un escritor fácil, sumamente fácil, y ése es su
gran defecto—decía un viejo maestro de las letras, a
quien Andrés reverenciaba mucho.
Y para curarse de aquel mal que le señalaban comen-
zaba a madurar un verso. Le daba vueltas, lo hacía
girar delante de su imaginación hasta que, sin poderse
aguantar más, se sentaba y ya sin freno escribía, es-
cribía..., dándose cuenta al terminar que muchas ideas
que se le ocurrieron en la preparación se habían perdido
en la realidad tangible de las líneas. Otras veces, con
© Biblioteca Nacional de España
resabios, y lastres de metodología, componía guiones, continuó párrafos,
buscaba citas, pero ni seguía luego el guión, ni podía acoplar el párrafo,
bellamente acabado, ni encajar la cita.
—Es inútil—argumentaba frente al viejo maestro—. Yo soy un es-
critor natural y escribo como pestañeo, como toso cuando mi respiración
no va bien o como bebo cerveza cuando tengo sed.
—0 como te comes las uñas cuando estás nervioso—le respondía el
maestre»—. Y ese pequeño vicio se quita a los pequeños dándoles acíbar
—¿Qué acíbar tengo para que no me surja la rima, la frase o el título
necesario?
—No escucharlo. Como si fueses sordo a esas cómodas sirenas que te
ílevan por los caminos trillados, hechos, sin descubrir nada, sin abrir otros
cauces, gastando ñoñamente la energía que hace falta para acometer
cualquier ensayo, cualquiera novedad. Deja pasar muchas rimas, muchas
frases, muchos títulos y muchos temas de artículos. A todo escritor me-
diano, bueno o malo, cuando caen los pequeños copos de nieve se le ocurre
hablar de la blancura inmaculada de la nieve, del frío y de la navidad;
si es de esos cultos, sobre el mapa pensará en las estepas heladas, en
la troika y en los popes; si es político barato, te pretenderá justificar frente
a,un tejado con cuatro palmos de nieve la razón y sinrazón del comu-
nismo ruso y la mentalidad eslava; si es historiador de enciclopedia, te
hablará de los zares, de Catalina, Napoleón, Lenin y la guerra europea;
sí vive muy al tanto de la historia reciente, te abrumará con los deta-
lles de las expediciones al Polo, del almirante Byrd y de los rompehielos;
si tiene un amigo botánico o médico forestal, salpicará su prosa de eru-
dición profesional y adquirida; si es sentimental, comparará la noche
junto a la lumbre o entre mantas, con aquella gélida del niño pobre, des-
calzo y solo, vagando por los caminos del mundo; si es humorista, te com-
parará la nevada con sacos de harina o azúcar, dirá que Dios está blan-
queando la tierra, como un albañil una habitación, porque la encuentra
vieja y sucia, y así hasta él infinito y hasta esos miles y miles de volú-
menes que llenan estérilmente las estanterías y las bibliotecas. Todo eso
lo produce un minúsculo, ingrávido e inconsistente copo, que no es ni
más ni menos que un simple fenómeno de la naturaleza, que nos expli-
caron en las primeras clases de nuestra infancia. A nosotros, que nos
llega ese copo rodeado de montañas de papel y oleadas de tinta, de inge-
nios estrujados en su canto y loa, no nos queda, como si tanta literatura
fuese su línea defensiva e inaccesible, más que buscar el resquicio, minúscu-
lo y oculto, por el que colar hasta licuarla nuestra originalidad, el fuego
de nuestro genio. Otra cosa, o es pobreza de facultades, y por consiguiente
hay que buscar otro campo donde pasmar al mundo, o es, y éste es tu
caso, ligera pereza en el trabajo. Fíjate que las razas más fuertes son las
que tienen más dificultades para su existencia, y que frente a un am-
biente hostil se endurece el hombre hasta hacerse de hierro. Los blandos
y los tibios nunca han sido combatientes, sino defendidos por las espa-
das de otros que tienen su carne acribillada. Retuércete á ti mismo la
facilidad, piensa, y un día arrojarás de ti la madurez, la razón que hoy
aún tilintinea vagamente sobre los cristales de tu objetivo literario.
—Sí, sí—protestaba, atribulado, Andrés—. Yo no le quito la razón,
Si en todas partes escucho lo mismo... Xo 'quiero traer, porque sería tonta
soberbia, todo el cortejo de hombres políticos extensos que ha dado la
humanidad, porque aunque comience con Miguel Ángel y siga hasta la
literatura con Balzac, parecería que quiero incluirme en esa dorada lista
de la que, sinceramente y sin envidia, me siento muy lejos; pero yo no
olvido, maestro, a un amigo francés que tuve allá por mis diecinueve
años, en que toda mi afición y mi enorme vocación llegaba y se pasaba
ante las páginas rayadas de unos cuadernos de hule que eran mi diario.
Rara vez leía yo a alguien aquellos esbozos de crítica, aquellos ensayos.
aquellos balbuceos de poesía que hoy, si los releyese yo mismo, me aver-
gonzaría, porque al escritor le pasa con su prosa lo que a las mujeres con
los vestidos: que apenas pasan de moda y se ven en una vieja fotografía,
la encuentran ridicula, bochornosa, sin pensar un momento que si estu-
viesen vestidas como en la fotografía y viendo otro retrato con el traje
actual se reirían lo mismo y les parecería absurdo poderse vestir así. Creo
recordar que algunos trozos, pequeños, breves, se los leí a otro compa- -
ñero de carrera que me animaba en mis principios. Una vez, ante el entu-
siasmo de mi compañero de clases y asignaturas, me atreví y se lo leí aJ
amigo francés. Yo esperaba un torrente de elogios, de aplausos. Calló
tras su aspecto acobardado, enfermo, decadente, y me prometió un libro
en que hablaba de algo que él querría decirme sobre el asunto. AI día
siguiente se presentó con una versión francesa de Rielke, «Les cahiers
de Malte Bridge», y me señaló una página donde el poeta alemán decte
que para escribir diez líneas buenas de poesía hacía falta vivir mucho,a
viajar, sufrir, ver a la mujer parturienta, a los muertos, a los niños,
los enfermos de los hospitales, etc. Después de toda esa experiencia, una
buena pluma compondría diez líneas geniales. A mí me abatió profun-
damente aquella cita hábilmente esgrimida, arteramente manejada. VLtn-
pequeñecido, le pregunté al erudito francés que si él había escrito algo
 Vanidosamente me trajo un pequeño libro de versos. Eran ver-
sos labrados, elaborados a brazo como el chocolate, de alquimis-
ta: versos de laboratorio, pulidos y abrillantados- Toda esa era
su obra: unas cíen páginas en la técnica moderna de imprenta
de gran espacio, letra mayor y, como dicen los cajistas, «mu-
cho blanco». Guardé el libro y til nombre, y si no hubiese sido
por tinos libretos infamantes que escribió contra nosotros en la
guerra, nunca más- hubiese oído hablar de él. Su teoría hasta
ahora ha fracasado en absoluto y no dista mucho de esa que a
mí me propugnan.
- N o obstan te—-reseñaba el maestro—-, el día que escribir
te cueste, que sea un parto lento y laborioso, te sentirás más
satisfecho de ti mismo, más orgulloso. «Tener todo, pero con
dificultad», ya sabes de quién es.
--Sí, nunca lo olvido; pero no puedo, no puedo. Siempre pien-
so que es un masoquismo sembrar de guijarros el camino cuando
Dios nos da la senda limpia, atormentarse cuando la alegría nace
a nuestro alrededor y de nosotros mismos. La vida, para mí, es
tomarla íntegra cada día, como viene, recta o torcida, alta o
baja. Es un poco como el golpe del jugador de «criquet», que tiene
que dar a la bola para salir corriendo, Así es la- vida; una pelota
lanzada muchas veces con mala intención, que viene a estrellarse
contra la seguridad de nuestro palo.
tlirectamentc Andrés, confiado que en aquel segundo querida y
en aquel anuncio de noticia podía traerla a un diálogo- -. Si tú
supieras...
—Y si tú supieras, Andrés, un rey godo con te.
—¿Cómo?—exclamó extrañado Andrés—. ¿Palabras cruza-
das?—-preguntó irónico—-. ¡Qué feliz eres! Te envidio. Que la
vida no te haga sufrir como a mí...
—Gracias. Pero contesta. Un rey godo con *te». ¡Anda, sé
bueno! Tú que todo Jo sabes.
—¿Un rey godo con «te»? Teodoredo, Turismundo...
—Ño, otro.
—¿Otro? Pues verás... Teodorico.
—No, no; tiene que tener una «ele*.
—¿Con «tet y una oeleu? Espera, Teodiselo—remató triunfal-
rnente.
—¡Eso es! ¡Ya está! ¡Qué listo eres!
María Luisa se levantó y le fh"ó un beso, que coincidió con el
timbre que anunciaba al resto de la familia. Andrés comprendió
que sus confidencias se quedaban sin desarrollar, y encogiéndose
de hombros, como justificándose de que más no podía hacer,
acompañó a su hermana para dar las buenas noches a su madre,
un poco consolado por aquel espontáneo elogio fraternal a su
inteligencia, que le compensaba de la falta de interés en María
Luisa por su caso.
Porque Andrés, en el fondo, era algo vanidoso...- ~ *

-;Estoy descorazonado! -volvió a lamentarse. ((,'ontinuitni.}

Atine! segundo ataque causó el mismo efecto
que el primero. María Luisa no levantó ni si-
quiera fti mirada. Andrés pretendió ampliar
la explicación de su caso;
--•No tengo arreglo. Es desesperante,
desmoralizador. Ya no me enmiendo.
Igual resultado. Frente a él, María
Luisa, su buena hermana, seguía
distraída a la queja de Andrés,
que no en vano hacía más de
veinte años que le conocía.
Seguía ensimismada en aque-
llas torturantes sílabas
que no encajaban en la
cruz de su identidad.
—Si tú supieras,
q u e r i d a herma-
na—habló ya más

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 No conviene dejar para última hora
la preparación de la ropa del bebé. Des-
de el cuarto mes puede y debe la futura
mamá dedicarse a estas labores. Aquí da-
mos, con los precios aproximados, dos ti-
pos de canastillas. Necesariamente esto
no son más que unas ideas aproximadas,
pues Ja fantasía y el gusto de cada una
deben tener su campo de desarrollo. Sir-
van, sin embargo, como base, y ahora da
remos unas normas generales.

a. núm. 1 Canastilla. núm.

Plus,
vendas, a I pésela.,.. 3 6 vendas, a 1 peseta.... 6
lchal 30 2 chais, «40/JÍas 80
G ¡ajas, a 3 jilas 18
3 fuius, a 'ápias 9 6 cliaquetitas, a 6 , 5 0
3 chaquetas, a 6,50 pé- pcsfías 39
selas 19,50 6 camisetas de lana, a
12 pías 72
4 jubones, a 6 plus 24 12 pares de zapatos, a
4 pares de znpatiios, a 2,50 píos 3Ü
2,50 pías 11} 18 bragas, a b pías 90
Ni que decir tiene que el 10 bragas, o 5 ptas 50
6 camisitas, a 4 plus... 24
f> nianí/ílni, a 30 ptas, 180
niño debe tener una cuna pro- 4 cainisilax, « 8 pías....
12 2 c¿il>remaittit!as, a 50
pia y de ninguna manera de- 3 mantillas, u 25 fitas..
75 pesetas 100
berá dormir en la misma cama Total 232,50 Tota! 639
que otra persona. ¡Aunque ésta
sea su madre! La cuna no debe ser demasiado baja, lo que Ja expondría a las corrien-
tes de aire y al polvo, y lo más esencial es que sea fácilmente manejable, transpor-
table y limpia. El colchón y la almohada pueden ser de corcho, lo que resulta mucho
más económico y sobre todo, por ser más fresco, evita el excesivo sudor de la ca-
beza del niño. La norma higiénica más esencial referente al niño sano y normal
es casi exclusivamente la de la más exagerada limpieza. Una vez cicatriza-
da la herida umbilical, o cuando el médico lo estime conveniente, empe-
zarán los baños diarios del niño, que, mientras su salud sea normal,
no se dejarán por ningún motivo. Todos los días, después del
baño, se le pondrá ropa limpia, además de mudarle en el cur-
so del día siempre que sea necesario. La ropa sucia se
hervirá y pondrá al sol siempre que sea posible,
evitando cuidadosamente no sólo la lejía,
sino aun el usar cualquier jabón que por su
composición pueda irritar la piel finísima del
recién nacido. Uno de los cuidados es que
debe aclararse mucho Ja ropa. Al niño no se le
debe abrigar demasiado, sino más bien procurar
que la habitación, bien ventilada, esté a una tem-
peratura adecuada. Es aconsejable que la venti-
lación se haga abriendo la ventana del cuarto de al
lado y abriendo luego las puertas. De ninguna ma-
nera se le pondrán al niño fajas, justillos o mantillas
que dificulten los movimientos de piernas y brazos, y
mucho menos que aprieten su tórax no dejando plena
amplitud a los pulmones. El niño debe estar en sú cuna
V en su coche si sale a la calle y no en brazos, donde, so-
bre todo si es el primero, tienen tendencia las familias a te-
nerlo. Junto a la piel se deberá poner al bebé una prenda de
lana fina, la que empapará en el caso de que el niño sude, evi-
tando así que se enfríe. La epidermis sumamente delicada de los
niños hace que éste se irrite con facilidad, por lo que después del
baño se tendrá buen cuidado de espolvorear abundantemente polvos
de talco en todos los pliegues de su cuerpecito.
Las cliaquetitas de punto y los chales son las dos prendas que la ex-
periencia demostrará a las nuevas mamas que nunca sobran. Como
consejo diremos que estas labores, que deben lavarse tan frecuente-
mente, se deben tejer mezclando con la lana un hilo de seda, de zur-
cir, de carrete, etc., lo que, al no dar de sí, hará que las prendas conser-
ven más tiempo su forma originaria.

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 r\

En la casa se esperaa un nuevo habitante. Como es la primera vez

que pasa en este hogar, todos están bastante agitados y convencidos
además de que es la primera vez que un acontecimiento de esta i ipor-
tancia sucede en el mundo entero. El
segundo se recibirá con más caJma, el • ¿g?
tercero casi con indiferencia, y el cuar-
to, quinto, etc., con un simple comenta-
rio de: «Corred las cunas, que tiene que coger una
más». Pero no vale adelantarse; es el primer bebé
que llega a esta casa y la emoción es consiguiente.
La mamá futura está un poco asustada, pero con
mucha ilusión; el padre futuro, perfectamente aloca-
do, por lo que no se debe contar para nada con él,
aunque es aconsejable mandarle a hacer recados siem-
pre que éstos no sean muy necesarios, pues es muy
bable que los olvide en e] camino; y las presuntas
abuelas procuran achantarse la una a la otra con his-
torias especialmente dramáticas de su propia expe-
riencia en casos semejantes. Afortunadamente, hay en
la familia una persona hábil, que es la enfermera o la
hermana, cuñada o prima, madre de numerosos niños,
que organiza y pone orden en este pequeño caos.
En una habitación de buena luz, y en el centro de
ella, ha preparado una cama no muy baja, que ha
cubierto con un hule. Las alfombras
han desaparecido, así como todas
las cortinas o colgaduras que pue-
dan almacenar el polvo. De la co-
cina ha cogido la mesa más grande, la instalación, y aun para el caso de que, por cualquier avería, ésta
con su hule o su mármol, y por ü fallara, tiene unos candelabros preparados con unas velas. En la habi-
r.o era suficiente ha preparado otra tación de al lado están la cuna, la ropa para el niño y un- montón de
mesa, cubriéndola con una sábana sábanas limpias cuidadosamente "dobladas. Ha hecho además la
limpia. Tiene a mano una bombilla siguiente, lista de cosas necesarias y que tiene a punto: j
bien fuerte, probando anteriormente Cinco litros de agua hervida, caliente; cinco litros de
agua hervida, fría; jabón sublimado, una pastilla; cepillo
de uñas; dos palanganas; un irrigador de dos litros; alco-
hol de 90o, un litro; una esponja; oxicianuro de mercurio,
diez tabletas de un gramo; nitrato de plata en solución al 2 °/o, 10 cms. cúbi-
cos; gasa estéril en tiras de un metro, n.D 20; compresas tocológicas estériles,
de 25x25, n.° 20; paños estériles de So cms., n.° 10; vendas «Cambric»,
de 5x7, número 2; vendas «Cambric», de 10x10, n.° 2; algodón hidrófilo, un
kilo; faja de retor, de 25 cms. por 5 metros, n.° 1; cordón umbilical, dos tubos.
Repasa sulista, tranquiliza a la futura mamá y la distrae obligándola a coser unas últi-
mas cintas en unas chaquetitas, envía al marido al recado más' lejano que se le ocurre y
maniobra llena de diplomacia para convencer a las abuelas que su obligación es esperar el aconte-
cimiento en otro cuarto algo lejano.
Su misión ha terminado. Respira
llena de satisfacción y espera con "
tranquilidad que el momento llegue
para avisar al médico. _^_

© Biblioteca Nacional de España

 por el mundo arrastrando un nombre poco estético y que sólo deben a
un .uso que tan fácil ha sido desterrar!
También es mala costumbre la de imponer al niño una serie inter-
minable de nombres. Esto se presta a confusionismos lamentables en
el día de mañana. Uno solo es lo mejor, o a lo máximo dos.

LA CEREMONIA _ " . . • . , - ' :

Durante ella, el papel de los padrinos es bien sencillo: Durante l° s

rezos del sacerdote exterderán los padrinos, juntamente con aquél, su
mano derecha sobre la c: beza del pequeño; lo liarán de nuevo ruando
se le haya puesto el agua, retirándola después de las palabras sacramen-
tales. A continuación ton aran un cirio con la mano derocha, mante-
niéndolo encendido mientras el cura bendice al niño en nombre de la
Iglesia.
Terminado el bautizo, y al salir de la Iglesia, varían en cada locali-
dad las normas a seguir,
por lo que lo más prudente
es acomodarse a ellas en u"
El nacimiento de un bebé, aparte del legitimo orgullo que para sus todo.
progenitores representa, es siempre motivo de una fiesta más o menos
solemne, pero de una gran trascendencia espiritual: el bautizo, momento Generalmente se celeb ra
en que, al recibir el neófito las aguas bautismales, penetra en la comunidad en casa de los padres una
cristiana, quedando limpio del pecado original. pequeña recepción éntrelos
más íntimos. Xo hay eme
Antes de esta ceremonia religiosa ha de darse cumplimiento por parte olvidar que se trata de una
de los padres o allegados del recién nacido a otra de carácter civil, como fiesta puramente familia1"-
es la de su inscripción en el registro civil, que debe tener lugar dentro a la que sólo debe invitarse
de los tres días siguientes a su nacimiento, y si bien en un principio se a personas de la familia o
exigía la presencia del recién nacido ante el funcionario encargado del
registro, hoy no es necesario este requisito, bastando solamente ]a decla- de mucha intimidad. Con ello ganará en alegría y franqueza, logrando
ración de la persona encargada de hacerla, que puede ser el padre, la un tono más adecuado. . . . . .
madre, el pariente más próximo o, en defecto de éstos, el facultativo o
la comadrona que hayan asistido a la mamá.
LOS REGALOS •"• ' ' *

lOÜANDO TIENE LVOAR EL BAUTIZOt Al padrino corresponde hacer algún obsequio a la madrina, como re-
cuerdo de la ceremonia, y juntamente con ésta costear el
El bautizo ha de procurarse que tenga lugar lo antes posible, y su presente que se da a la mamá. En algunos sitios corren tam-
celebración no debe dilatarse más de tres o cuatro bién a su cargo los gastos del ban-
días, ya que el recién nacido está expuesto a muchos quete o merienda con que se obse-
peligros y sería una responsabilidad enorme para los quia a los invitados, asi como los
padres que se muriese el niño sin estar bautizado. *•• • • gastos de Iglesia. E n otros sólo su-
La participación del nacimiento puede hacerse a los fraga éstos, corriendo aquéllos a car-
Íntimos que por cualquier circunstancia no tengan no- go del padre.
ticia de él, bien por carta o telefónicamente, comuni- La madrina regalará a su ahijado
cándoles a su vez la fecha del bautizo, si hubiese sido el trajecito que ha de llevar durante
ya fijada, expresándoles vuestro deseo de que asistan la ceremonia, a ser posible confec-
a él. Para las participaciones de más cumplido y que cionado por ella misma, que será de
no envuelvan una invitación puede esperarse hasta color blanco. Los colores propios de
tres semanas, plazo suficiente para que la mamá esté la canastilla son: el rosa para la ropa
totalmente restablecida y pueda atender debidamente de las niñas y el azul para los
a sus visitas. niños.
Padrino y madrina, conjuntamen-
LOS PADRINOS te, harán u n obsequio al pequeño,
bien sea una cadenita, medalla u otro
¿Habéis decidido quiénes van a ser el padrino y la cualquier objeto que perpetúe el re-
madrina! Esta elección es más delicada de lo que pa- cuerdo de la ceremonia.
rece. Lo corriente es que lo sean el abuelo paterno y la abuela'materna o La canastilla del primer hijo
a falta de éstos los parientes más allegados; pero como esto no es nin- suele ser un regalo de la mamá
guna obligación puede recaer la designación en personas no 1 fidas a la de la esposa, de una tia o de
familia por ningún lazo de parentesco, y cuando esto ocurre, ya sea por una hermana casada. El rega-
la falta de parientes o por deseo de los padres, es cuando debe atenderse lo de este ajuar supone una
con gran escrúpulo a su elección, ya que no todo el mundo está dispues- extremada franqueza y una in-
to a soportar los sacrificios económicos que el padrinazgo representa ni a timidad que sólo es posible en
sobrellevar con agrado las ceremonias y visitas a que se ve comprometido. familia. Su composición y ca-
Es una misión que lleva consigo bastante responsabilidad, ya que lidad depende de la posición
padrino y madrina se obligan formalmente a sustituir a los padres si económica de la familia, sin
éstos fallecieran, con lo que se establece así entre los padrinos un vinculo perjuicio de que, sea cual fuere
sumamente deficado. Piénsese bien esta elección, y ante todo cuídese de ésta, siempre ha de estar presi-
que padrino y madrina estén en buena armonía. dida su elección por el buen
gusto y un gran espíritu prác-
tico.
NOMBRE DEL RECIÉN NACIDO
Tampoco debe olvidarse ha-
Hoy día quedan los padres en la más amplia libertad para fijar el cer un obsequio al sacerdote
nombre del bebé. Buena costumbre ésta, ya que con ella se salvan los que intervenga en el bautizo
inconvenientes que el «pie forzado» traía consigo. ¡Cuántas personas andan para su parroquia.

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 por el Doctor . , '
L. NAVAS MIGÚELOS
c^
Entre todos los cuidados que al niño le son necesarios, exige preferente atención la forma en que ha de realizarse su'alimen-
tación. Su salud dep-nde en gran manara de este factor. • Es necesario observar con rigor determinadas normas en lo
que se refiere al régimen alimenticio de los niños; haciéndolo así se evitan frecuentes y lamentables errores, de graves conse-
cuencias muchas veces. Con este fin, damos a continuación diferentes horarios, que pueden servir de guía en las distintas edades.

D U RA N TE LO A" C 1 N- 0 PRIME R 0 S MESE a

Siete de la mañana. Ole* de lamañana. Una de a tarde. Cuatro do la (ardo. Si ote dt la tarde. Diez do la noche.
Pecho. Pecho. Pecho. Pecho. Pecho. Pecho.
El alimento normal del niño es la leche materna. La lactancia materna constituye una
segura garantía para conservar la oida del niño en esta primera época de la oída.

A L OS CINCO MESES
Seis de 1» m a i a na. IHez de la mañana. Dos de la tarde. 8ei» de la tarde. Diez de la ñor he.
Pecho. Pecho. Papilla compuesta de: Pecho. Pecho.
Leche: 200 grs.
Harina: una cucha-
rada grande.
Azúcar: dos cuchara-
ditas pequeñas.

DE SEIS A OCHO MESES

Seis de la mañana. Diez d(* la mañana. Dos de la tarde. Seta de la tardo. Diez de la noche.
Pecho. Pecho. Sopa de legumbres y Papilla compuesta de: Pecho.
verduras. Leche: 2UO grs.
Unas cucharaditas de Harina: una cuchara-
zumo de (rutas. da grande.
Azúcar: dos cuchara-
ditas pequeñas.

DE 0 CHO A DOCE MESES

Sois de I» mañana. Dtox de la mañana.
l'echo. Papilla compuesta de:
Leche: 20(J ,grs.
Harina: una cuchara-
da grande.
Azúcar: dos cuchara-
ditas pequeñas.
Don de la tanto. Seis t\n la tarde. Diez de la norhe.
Sopa de legumbres y Papilla como la de ta l'echo.
verduras o puré de mañana o un vaso
patata. grande de leche y
Tres veces por semana alguna galleta.
añadir al puré de
patata una yema de
huevo.
Un plátano o compota
o zumo de frutas.

DE DOCE A Q UINCE MESES

Orlunk' la mañana. Dore del medIndia. Cuatro ilo la tanlR. Ocho de la noche.
Papilla compuesta de: Sopa de legumbres y ver- Un vaso grande de leche, Puré o un hum-o blando.
1 :eclu>: 20U grs. duras con alguna cucha- galletas o pan tostado Fruta, compota o merme-
H a r i n a : una cucharada rada de caldo de carne. con mantequilla, miel o luda.
grande. Tres veces par sert\ana: dulce.
Azúcar: dos cucharaditas Puré de patata con una
pequeñas, yema de huevo.
Tres vecen por semana:
Pescado blanco.
Fruta bien madura.

DE QUINCE MESES A DOS ANOS

Orno (le la ni a i a na.
Docedfl mediodía. Cuatro de la tarde. Orno de la noche.
Papilla compues- Sopa de legum- Un vaso grande Puré o un huevo.
ta de: bres y verdura de leche, galle- Fruta, compota o
Leche: 200 grs. con alguna cu- tas o pan tosta- mermelada.
Harina: una cu- charada de cal- do con mante-
charada grande. do de carne. quilla y miel o
Azúcar: dos cu- Tres veces por se- dulce.
charaditas pe- mana:
queñas. Pescado blanco.
• Tres ueces por se-
mana;
Carne blanca bien
picada o sesos o
hiftado.
Fruta bien ma-
* dura.

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 Las sabrosas castañas, relucientes y ventrudas., deben elegirse siempre sin manchas
ni agujeros, de un hermoso color caoba..., a con ellas podréis obtener nurñerosos platas
de invierno,
POTAJE DE CASTAÑAS.—Una vez peladas las castañas, ponedlas en
agua hirviendo dejándolas después en remojo hasta que la segunda pie] se des-
prenda fácilmente. Haced que hiervan en agua o caldo, y cuando se hayan ablan-
dado, convertidlas en puré. Kn una cacerola, donde se haya frito antes una ce-
bolla, se echa el puré para que hierva un poco y se añade caldo hasta obtener la
consistencia deseada.
Añadid pedazos de pan frito. Se sirve muy caliente. ' FIDEOS DE CASTAÑAS.—Para
MENESTRA HE CASTAÑAS.—Quitad la primera piel de Jas Castañas,
y después echadlas sobre manteca bien caliente para despojarlas
de la segunda, I'na vez limpias, colocad las castañas en una cazuela
con tro2os de tocino y de carne, zanahorias, cebollas, clavo, lauro] y
apio. Añadid caldo y que cueza todo a fuego lento durante una hora;
retirad entonces las castañas y aplastadlas; en un plato hondo id colo-
cando alternativamente capas de castañas con capas de pan rallado.
Añadid el caldo en el que se hirviéronlas castañas, colándolo antes,
, y que hierva en ét durante unos minutos a fuego lento.
COCIDO DE CASTAÑAS.—Pelad las castañas y después
quitad la segunda piel, Colocándolas para1 ello en unas parrillas.
lixtended i?n el fondo de una cacerola de barro una capa de nabos
y de patatas, pero no pelados, sino cuidadosamente lavados, volcad
encima las castañas enteras, añadid un poco de agua y sal y ta-
padla herméticamente para que cueza alrededor de una hora.
GUISADO DE CASTAÑAS.—Velad las castañas y poned-
las después en manteca muy caliente para que se desprenda la se-
gunda piel. Kn una olla, en la que habréis echado medio vaso de
vino blanco, igual cantidad de caldo y sal, volcad las castañas
para que hiervan hasta que la salsa se haya consumido bastante.
Se sirve en una fuente con trozos de pan frito.
Ki guisado de castañas sirve perfectamente para acompañar
un asado de cerdo, de ternera o un filete de buey, hígado y ri-
ñones de ternera, chuletas de cordero, caza o cualquier, otra car-
ne. Servidlo en platos calientes.
PASTEL DE CASTAÑA\S.—Eleg\d una libra de castañas sanas, peladlas
y haced que hiervan en agua ligeramente salada, quitad entonces la segunda piel
y prensadlas en puré muy fino, Añadid una taza de leche hervida con vainilla
y dos o tres cucharadas grandes de azúcar en polvo, mezclándola bien con el puré.
Dejad que se enfríe ligeramente y mezclad muy bien una yema de huevo
antes de agregarle la clara a punto de nieve.
Se coloca en un molde untado de caramelo con un poco de manteca fresca
para engrasarlo.
Examina tu conciencia de ama de casa ¡¡ pregúntate a ti minina. En este caso,
¿quéViaces? ¿Te consideras perledamente incapaz de dar de. comer a tu familia sin
aceite? ¿Vas a cometer la debilidad de acudir al ^estraperto»? ¡No queremos creerlo
de li! Sería una vergüenza para tu conciencia de española y una falta de imaginación
como ama de casa. Para ayudarte te ofrecemos un plato para cada día de la se-
mana. Veras que todos son sanos, económicos a de mucha alimento. ¿Ves corno no
era tan difícil? ¡Y lo que vas a presumir delante de tas amigas! Estale tranquila, que
no diremos a nadie que las ideas son nuestras.
LUNES • SA BAD O
BONITO A LA PARRÍLLA- —Hablamos del bonito por
ser más económico; pero cualquier pescado puede utilizarse de
la misma manera. Kn la misma pescadería deben corlarte los
filetes bien finos. Se preparan con unas gotas de limón y un
poco de perejil. Se colocan luego en la parrilla, y cuando estén
en el punto deseado se sirven calientes, .(.'orno salsa, puede
acompañarlos, bien una salsa de- tomate, salsa blanca o la
mahonesa en tarros que se venden en los comercios y que debe
rebajarse con un poco de leche, añadiéndole unas gotas de limón
y, si se quiere, un poco de mostaza.
MARTES
SARDINAS GRANDES.—-Se escogen unas sardinas fres-
cas que sean un poco grandes. Se pelan, se «bren por la mitad
y se frien con su propia grasa. Se sirven después adornadas con unas rodajas muy
finas de limón y tomate.
MIE RCOLES ' ' . imprescindible. liste budín, que puede servirse con o sin salsa, tomate, bechamel
TORTILLA DE ESCABECHE.—Se compra una lata de atún, bonito,
caballa o sardinas en aceite, y separando cuidadosamente la grasa (procurando
no desperdiciar nada) se hace un picadillo con el resto, con tomate y cebolla. Ksto
constituirá el «interior» de la tortilla, que se freirá con el aceite que antes se ha
guardado. « .
JUEVES
PATATAS ASADAS CON HUEVOS ESCALFADOS.—Se
escogen unas patatas un poco grandes y procurando que sean lo
más aproximadas posible de tamaño y forma. Se asan en el horno,
y estando casi hechas se sacan y cortándoles la parte alta se vacian
en sus dos i creerás partes. \',n este interior, y con cuidado para que
no se deshagan, se colocan los huevos escalfados. Con la patata que
hemos sacado liaremos inotiloncitos de puré, que nos servirán para
adornar el plato, i.as patatas, con su huevo dentro, se servirán con
la piel y vuelta a colocar ta tapa que habíamos cortado.
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Debe estar en el horno media hora; después sacadlo del molde y rociadlo con
un poco de ron.
Se sirve solo o con una crema de vainilla o chocolate.
COMPOTA DE CASTAÑAS.—Tostad las castañas y quitadles la piel.
después ponedlas en una sartén con 125 grs. de azúcar y medio vaso de agua p'ira
que hiervan a fuego lento; cuando hayan * tomado el azúcar retiradlas y colocad-
las en un plato, donde les añadiréis el jugo de un limón y azútar fina espolvorea-
da por encima, Se puede servir frió o caliente.
un kilo de castañas, lífju grs. de azúcar
en polvo o miel,
Después do quitarlos la cascara ponedlas a hervir en agua para que despren-
dan la segunda piel.
Macliacadlas bien en un mortero, y al puré así ohtenido aña-
didle un jarabe de azúcar con vainilla, después pasadlas por un ta-
miz para que la pasta salsa en forma <ie hilos como de fideos.
Se sirve amontonando estos lideos en pirámides rodeadas tle
una crema inglesa o de (Lhantilly.
CASTAÑAS CON TRUFAS.—Fundid ai baño de Maria
•i() grs. de manteca, dos cucharadas de nata y Sü grs. de choco-
lato; cuando la mezcla sea bien homogénea retiradla del fuego y
añadid Oií grs. de azúcar glaseada o similar y 130 grs. de puré
de castañas diluido en loche azucarada; dejadlo en reposo hasta el
dfa siguiente. Para servirlo incorporad unas trufas rebozadas de
chocolate granulado.
ESPUMA DE CASTAÑAS.—Haced un puré con un kilo de
castañas disuelto en un poco de leche con azúcar y vainilla, (luan-
do la pasta esté muy homogénea añadid tres yemas de huevo y
luego las claras batidas a punto de nieve.
Preparad aparte una crema de Chantilly con medio litro de
nata, a la que habréis añadido medio vaso de leche fría, un poco
de goma arábiga y 200 grs. de azúcar en polvo. Batid la mezcla
hasta que se ponga espumosa y flespués ponedla a escurrir t*n una
tela. La crema obtenida se mezcla con ol puré dentro de un molde
y éste se coloca entre hielo y sal durante varias horas; luego se
deja un dia entero en unjlugar frío. Servid fuera del molde.
PASTEL ÜE CASTAÑAS.—Tomad un kilo de castañas y quitadles la
cascara, ponedlas a hervir en agua pitra que desprendan su segunda piel, y redu-
cidlas a puré.
Incorporad un vaso de leche, azúcar con vainilla, cuatro claras de huevo
batidas a punto de nieve y sus yemas. Volcad la pasta en un molde cuidadosa-
mente untado de caramelo y dejadla cocer a horno flojo durante una hora.
Este pasiel se prepara la víspera y se sirve al dia siguiente rodeado do una
crema batida.
VIERNES
PESCADO AL HORNO.—-Se coge un pescado cualquiera; merluza, pesca-
dilla, etc., y se hace con él una bochaniel. lJor otra parte se cuecen unas pata-
tas, aplastándolas. En una fuente de horno se van colocando capas de la becha-
mel del pescado, alternando con la patata. I-a ú)tima(capa irá recubierta de queso
rallado. (Jíl mejor queso para rallar es el manchego en aceite; es decir, el que no
es fresco.) La fuente se coloca después en el horno, sirviéndolo bien caliente.
CALABACINES RELLENOS.—Kn lugar de calabacines
pueden utilizarse berenjenas, cebollas o patatas. Se cuecen los
calabacines hasta que estén blandos, pero que conserven la forma.
Se cortan a lo largo de manera que formen como unos barquitos.
Se colocan ordenadamente uno al lado del otro sobre una fuente,
rellenándolos con una pasta de Croquetas (en el mercado hay bueni-
simas carnes de lata que sirven admirablemente para este
plato, por lo que no debemos preocuparnos sea un dia sin carne.
También puede hacerse con jamón;. Se-cubrirá todo ello con
una salsa de bechamel o de tomate. Luego se mete en el horno,
sirviéndolo, muy caliente, en la misma fuente.
DOMINGO
. . . BUDÍN DE VERDURAS.—Hoy, por*ser domingo, podéis
confeccionar dos platos. No penséis que por el precio de las verduras y por lo que
siempre se desperdicia al pasarlas va a resultaros este plato caro. Zanahorias, cebo-
llas y nabos serán las verduras que utilizaremos, Si se quiere puede también mez-
clarse una patata. Siendo posible, se utilizará mi huevo para unir, poro no es
o jugo de carne, está especialmente indicado para los niños por su fácil digestión
y gran poder nutritivo.
, ,?}T,. MBRE.piwáe utilizarse otra clase semejante de pes-
cado, Cantidades: Un kilo de bonito, dos huevos, dos cebollas de un tamaño bas-
tante grande y un poco de pan rallado.
Se pican las cebollas muy rememidas (en esto estriba la perfec-
ción del guiso), y con un poco de manteca se fríen a fuego lento,
procurando que no se doren.
Una vez bien fritas, se unen al bonito, que previamente se
habrá picado también muy menudo, a los dos huevos (batidos como
pnra tortilla) y al pan rallado; con todo ello se hace una pasta con-
sistente, que se moldea en forma de brazo de gitano, y se mote al
horno durante quince minutos. Luego se deja enfriar y se parte
en lonchas, pudienda servirse con una salsa de tomate o maho-
nesa <de las que ya venden confeccionadas en las tiendas de ultra-
marinos).
 Dtt a
arenilla
se rralizanm Uta raligrafía

aún troítemoa admirar tn faz muar00. ^ng twa

rueata rna^irrnliír nue Ijaijan jwibfíita reprn-

lífinia f nírrun rnn t a t e

ntpibtz, magor rnmnliüiali g rficana

la hiba mníifrna. Sambiétt tu ü oxbm ht

las mebitnmtntas moi&ttuts rnntra las cnfria-

mirutna. BUS g jjpltgrna. lEatos bo-

las rnrtamna a Ina jtnmprnB Híntamas ron

Instantina
i]ur r o r t a r n nm á a r a p t b f z
loa reafriaüna g BUS bolnrrs

:•*••>

© Biblioteca Nacional de España

 GRAFOLOGÍA
(Viene dt la pSg. 9.)
*> ESPERANDO ÍBircelana).—¿El ann'isls
grafnlrVicn? Pues allí va. .Voluntad desigual.
Claridad de juicio. Carácter nerviosn, con
•¡gnos de independencia y de gran s'ns'H-
lidad. Afectos apasionados y celosos. Df-ííns
de pnnancías monetarias, que no priva de
desinterés. Tiene afán de ganar dinero para
gastarlo. Egoísmo*. Corrección.
í* MAREA JULIÁN A . - T u 'etra m« parece
tiueria y revela una manera de ser tcr!v».
franca, veraz v nerviosa. De gran sensibilí-
dad. Apasionada. Liperos egoísmos, crxjüfle-
rías v un pnquitin vanidosa. Ti-flexión aires
de dec'dirse. Cortés y ecnnrtmica, aunque
sin exeso. Jüic'o c'aro. culrlvaín y »olun-
tad desieual, a veces impulsiva. Muv *;usi<iaa
te complazco. Espero recias l i carta. Con
afecto le saludo. E! análisis afculenK e*
c! de...
•> TU AMIGO.—Ciardad de iufclo. Volun-
tad poen estable v d-*'pun1. Carácter *f»c-
luoso. de ersn sens'bil'dfid. Af-ctns rehe-
nientes v celosos. Eon^mico. re*ervad'> v un
•pnquitin vanidoso, destruido r susceptiNe.
Cnn epnFsmos y enrtéa. D"*de lueeo. hav
dTf«-rencl» en vuestrns caracteres! nerr> tam-
hífn puntos de cn¡ncldencis. Recuerda que
en ' t disnnr'dad ae enrue-itra la armonía.
No tren fenF"« onela de 1* extensión de mis
contesracinn-s. Unido a ea;ne análisis reci-
be un saludo y mi afecto.
& UNA HORA FN Bf ANCO.—El escrita
enviado es tf« ¡uic:o rlarn. efn r-fl-xlrtn.
Todn lo pitnsí ames de re"'ÍTar1o.
Me. Viva lensibil'dad, curiaos
Em"iivr.,
cnn algunos rnomentis altTJil-l'Lj. v *osi-e"t!-
apasinn"dr>s.
ilélene Dechler
Ci-rta lencl^nrla • s-r imnn1si»n. Esfírru
culf'vBdo. *íent!rfr> trrfstíco. Corrección y vo-
luntad muy desigual.
£• AMIGA \ EfANA.—Satis-fechístmi de Ber
lu am'sa. No dudo de nue en atniiim <va-
s!An nos wimns v haM-mis. [.»* disrandíS
se ícorran r»r tnnriví>s ir'-itr>eradns. T LL letra
f
revela nuf rr*s muv afectuosa. lH c"n
s^nslHe.
anasinni»mientfis. Rqfnpís de imnulíMdüd.
Oiie suelen s-r domin-dp» A1<rnn*s ind^r'-
aiones y fr^rnenies trsirras. O-»!nt-r-s"di>
v cortes Esr-irim cultivado y »nlcntad des-
ÍEuai. Muy csnnr*BTnent« te «aludo.
•I* MABEL.—Ere* de voluntad desigual. Jui-
cio claro y une manera de ser agradable, bon-
dadosa y p/uckme. Con grandes dudas y ra-
cilaciones cuando tiene* que reeliiar algún
pruyecto. Algunos egoísmos. Deeinteresada
mimeiariamente. Hahilidid para cuestiones
manuales. Agradezco inui.no tu caru y po-
días, si asi lo deseabas, haberme escrito
CARLOS RODRÍGUEZ ARÉVALO
FABRICA DE ASERRAR MADERA
NAVAS DE LA ASUNCIÓN
CARPINTERÍA
CARROCERÍAS
Mariano López
TELÉFONO 1 4 6
SEGOVIA
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rnáa. Las cartas emnsas nw agradan
Con cariño le saludo.
LETICIA
•> ¿COMO SOY?—Deade luego, encantador»,
y después : De gusms distinguidos, afectuo-
sa, un poco conienlrada en si misma, algo
voluptuosa v afl.-ionada a! adorno. Des'nte-
resada. cortea y a ratos pesimista. Reflexl-
va y débil de voluntad.
•:• NOCHE SERENA.—Amadísima : Tus car-
iss me producen un trastorno menial que
me Inutiliza para todo iraba|o. Contigo me
Kusraria cualquier cosa, pero: prefiero el vals
y el fox lentn, f • deteTm nada* horas los
sones cubanos. ¡V'da mía ! Qu:ere mucho
a ese (talo que lleva mi nombre. No esioy
conforme con lo que publico, por eso no
te indico nada. Además, sería descubdirne,
s¡ ea que ya nn saues quién sov. ¿ No?
Presiento que «No^he serrnRn v «Ruy- ran
a ftaurar entre les jjrnnd^s pasiones de la
Míatnrta. Adiís. Hasta e? mes que viene, J
mientras tamo, no se te acurra mirar a
nineíin hombre. ¡No lo quiero pensar! | Ca-
riñlio I
•;• DOSA CANDEDA —ES usr-d muy a!t«-
raMe e impulsiva. Una ktra: fea no ind'ca
nue su dueño no sea 'ntel (-iite. SI usted
se cultivar* un pnco mis. esriritualmente. su
escritura tneioraria ramMén. Encu-ntro BU
rarácter s'n formación definitiva. lmnT<*síona-
ble. sensual, aleo nunriaBUd1) v con melan-
coli-a oue la {feri-nen. D-s!nfresad» y
tendiendo a la soledad. No soy el que dice,
pero le agrade7co sus frasea.
<• MELANCÓLICA.—-:P»ra cultlvartn-? Leer.
estudiar. V*r cnsns: el arte, la vida. Tal
vei esta falta de formación espiritual 1*
hace, a rntis, imtietuosa y otrna, des'lenta-
da : es* desinterés que n i mide y iun esa
d-scon'iarn* que va h»C'enf)n r*«r*íad« tu
R O B E S exrBTisi'ln. Eres una muchacha (entil v debes
nrocursr s^rlo en todna loa detalles. Me rati-
flrn en el amtpun análisis, y en m' ofr«-
MANTEAUX cimlemo de arn'stad.
•% OTO1! AZUL F.' FCTR1C0.—InMIpenda.
Gustis e'ee.intes. Distinc'ín. Espíritu cultiva-
do. VoJmtud n^rseversnte. Carácter franco,
O afectuoso, d'sin-eresado. 'vera^, cnr'ecto. ima-
ginativo, provenir» a d*i«rse adular. d»ci-
d'do. pern sabiendo dominarse. Al»o d;s-ra[-
ds y h**v] en la Tioletnic*. Enh-*r*r-uena.
Calle Ayala, 10 amija. En la timboli d» la Grafolosfa le
han tocado muchas virtudes.
TÉLÉPHONE 5299S
<• ACUAS AZULES.—Espíritu observador.
Gustos artísticos muy marcados. Memoria
MADRID para colores y pa'saj-es. Voluntad firme. De-
cisiones. Algo terca. Temperamento auio-
ritatio, pero digno y generoso. Orden. Sen-
tido del deber.
Anís Castizo
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 •*• NUBES DE HUMO.—Soñadora. Dad* •
las quimeras Irrealizables. Aficionada a laa
audacias y a les aventuras, que en ella,
por una carencia de la facultad volitiva, no

orno risas urima vera/es. suelen pasar del plano imaginativo. Volup-
tuosa. Prodiga y deliciosa en su seduc-
ción.
•> UNA PREGUNTONA ti.»).—Ese cambio
de letra indica que has suavizado un poco
- r tu carácter. ¿No aera que te hayas enamora-
do? Casi todos nuestros cambios están en
la línea afectiva. La diferenc a de grafismo
no es muy grande, y m s'fiues conservan-
do tus características. Reflexiva, algo vani-
dosa, imeligenie. aunque un poco abando-
nada. A raios, activa y bastante polemista, y,
desde luego, nunca vu'gar.
•:• UNA PREGUNTONA (2.*).—Tu letra
está bien. Ya la cambiarás sin darte cuenta.
Por eso es inútil mi consejo. Sueles ser
mpaciente y demasiado sensible. Esto hace
que tu afectuosidad decaiga. Cortés, distin-
guida, tendiendo a un aislamiento aristo-
crático. Cuida del detalle y a veces tiene
res roa inesperados. Encantado de conocerte,
y a tu disposición.
•> YO AME A AQUEL INGRATO.—Eres
deliciosa. No comprendo cómo el ingrato
pudo portarse tan mal cómico. Cultívate un
poquillo, mejorarás mucho y serás todavía
más encantadora Muy sensible, apasionada
y ligeramente celosa. Hábito de vida tran-
quila i algo rutinaria. Amrk'e y s:mpáiica.
Sío es sacrificio lo que me pú!-i. pero
si reseTva, y no quiero te defrsud'S
•I* MARl-DOLOR.—Escéptica. Burlón*. Con
marcado disimulo de la personaría.. Sa-
biéndnse inteligente y gustando dominar a
los demás con la superioridad intelectual.
Efectista. Algo fría y muy reservada.
»> SECRET1KOS.—Carácter un' poco duro

CienHficat que por sus f anguloso. Aptitudes para el cnlcuio Dr«-

confianías. Mucha economía. Aristas. Tre-
ocundo por pequeneces que desvirtúan sus
ambk'oncs y sus deseos de cosas grandes.
componentes mééick Sagacidad.
RUY.

nales, y su persistente C O N S U L T O R I O
perfume, taponen en S E N T I M E N T A L
(Viene Se la pág, 29.)
un plano de superior* pnr temor a "tu nuevo npgaiiviJ. Pe'n en
uno de sns Sttimttt permisti» se decidió a
hablarme, y yna flixne ríflra y t>ur,'\ta en
dad y supremacía^ que sa¡¡ a patear can mis amigas me puse en
relaciones con él. Aunque el p'lnxer año
reñ'mns varias veces, él demostraba querer-
que
1
fa éshnque di me con locura. Yo, por mi p,irte, no llego
a explicarme cómo he titeado a quererlo tan-
to. Después mt parece notar en él jn poco
i i I J - de despega; no demuestra lanío interés
, rodas fas demás. como antes en estar a mi lado, y en vista
de eso un día le propon.?'! que pida per-
miso a mí padre para hab'nr en rasa. El
cree que habla en broma, porque aqu\ no ít
acostumbra a eso, y como soy forastera mi
padre quiere que asi sea. Un dfa en qut
tstny de un humor insoportable le <3is<> <?"*
si no se i te de a hablar con mi padre

AGUA DE COLONIA
•r MELOCOTÓN SIN CARNE.—Juicio cla-
*>. Gustos elegantes. Voluntad impacieme,
•lj?o despótica. Sensibil'dad. Ráfagas optimis-
tas. Qvst:nacionea. Sociabilidad y cortesía.
Desinterés, que no excluye el orden y la
Economía. Pequeñas complejidades y rarezas.
Menudos egoísmo*. A continuación va el
Baílls's de tu pretendiente.
<• MELOCOTÓN SIN CARNE.—Vivera in-
'electual. Espíritu deductivo. Lógica. Volun-
lad desigual. Sensibilidad. Apasionam'entos.
Tendencia • loa celos. Ciero- orgullo y
sentido de sí mismo. Decaimientos. Peque-
ras ingenuidades.
*> UNA QUE BUSCA EL AMOR.—Afición
• la originalidad. Frecuentes distrae-iones.
Ideáramos. Deseos de ganancia. Amor si
homenaje. Generosidad. Gusto por la etnpre-
*a. Independencia. Cierto egoísmo e irrita-
bilidad. Sentimentalismos.
í* NtETOCHKA.—Equilibrio de facultades
'nteleeiuales. Carácter amable, d screto, fe-
menino y sensible. Afición a la ironía. Sa-
Rf* e intencionado. Cierta desconfiania. Ima-
E'nación y alguna vanidad. Corrección. Des-
interés, que DO excluye un franco deseo
d* ganancii.
<• UNA CHICA DE PROVINCIAS,—iQuí
ucfviogg t K e . i ^ qué difícil da manelarl
Te encuentro inestable, casi todo en (! tie-
ne un carácter momentáneo, spero subaisien
tus gustos nada vulgares y * > Itnmcíencia
que te califica. Desalentada, triste. Excesiva-
mente sensible. Amiga de apostolados.
•> LA NINFA DE LOS OJOS VERDES.—
Inteligente y humorista. Ágil y dinámica,
impaciente. Amiga de las bellezas del arte
y de la vida. Detallista y refinada. Decid'da.
Cortés. Desinteresada- Ligeramente egoísta
y, desde luego, encantador*. Hasta cuando
quieras.
•> LORLA (?).—No sí si está bien el
seudónimo. Hay una C de elfrx. Gustos de
vida brillante y fastuosa. Tendencia s 1*
prodigalidad. Audacias efectistas. Aristas.
Buen fondo e indecisiones. Espíritu des-
igual, unaa vece? alegre, otras, iriat*. Com-
plejidades. Pequeños egoísmos.
<• CLARO Y RAYO DE LUNA.—Perdóna-
me ; pero el poet» tenía razón : «dos co-
sas que ae buscan acaban por encontrarse».
jPor qué? Por la sencilla razón de que se
desean, Tú, hasta ahora, has buscado, lo
que no quiere decir que le hayan buscado
B i¡. Poco formada. Tendiendo a dominarse
y a ocultar su personalidad, pern nerviosa
f excitable. Imasinaiiva. Impresionable. De
voluntad d4bil.
.HATARÓ-WANA
^ LA MUCHACHA INCOLORA.—Juicio
claro. Emotividad. Sentimental. Muy Imagina-
tiva y propensa a los ges:os excesivos. Pe-
queño* egoísmos. Depres ones. Apasionamien-
tos. Sentimiento de la feralidad de las cosas.
Afable y desinteresada. Expansiva, pero
capaz de profundas reservas. Escriba con
letra que le sea más natural. Lamento DO
poder ser yo su corresponsal. En lugar
aparte vas las direcciones. Encantado y
agradecido.
•Jt M. L. R. M.—Lamento no estar eniera-
do de tua preguntas, pero creo que el titulo
de bachiller lo exigen para cualquier carre-
ra, aunque sea corta. En cuanto a la salida
que tengan depende de nuestra auerte y de
nuestro es fue no. Facultades equ. libradas,
propenso a oFuscaciones. Voluntad perseve-
rante, aunque no exenta de alteraciones
nerviosas. Dignidad. Cieno egoísmo. Reser-
va. Afición a la burl*.
<• SAYDA MIRIAM.—Costos artísticos, pero
no muy cultivados. Juicio claro. Dominio
de sí misma. Afectuosidad. Discreción. Re-
flexiona aniea de decidirse. Desinteresada.
Serena. Ráfigefl de melancolía. Puede existir,
pero es mu/ difícil una amisiad desinteresada
entre el hombre y la mujer. El hombre ciee
quedar mal si no intenta Is conqu'aca, y la
mujeT, aunque pienae decir que no, se
ofende si no se ha hecho deseable.
Urmtnan nnts'rat relaciones, y él, que tient
un earicter muy corto, dice que no se aire-
ve-, que le da vergüenza. Pasamos tres me-
ses disRUStados y un (fía me escr'-be una
car(a muy cariñosa y me da palabra Je ha-
blar con mi padre-. Hacemos las paces, pero
pasa ti tiempo y no se decide a cumplir su
palabra. Como no puedo tnportnr el verlo
soln una vet a la ternaria, le digo que SÍ
pasados dos días no ha pedido permiso a mi
paire para ven'r a mí casa que no vuelva
mis. Me asegura que va a hacerla; pasan
los dos días y el domin/to, a la calida át
mita, na me acompaña ni se acerca i mi en
todo el día. Se queda can sus amigos. Hasta
hoy no ha vuelto. No sé qué pensar de su
actitud, A veces creo que todo tu -¡mor ha
sido una farsa, que lo que ha quenio es
ventarse de los años en que tanto te hice
sufrir, y ahora se- marcha sabiendo que ha
destrozado mi coraron; otras no 'o creo
y me parece Incapaz de hacer eso conmigo,
y tengo atii, en el fondo de mi corazín, ana:
esperania Ae que volverá. ¿Creé's yue vol-
verá? Si vuelve, ¿debo confiar en su. amor
y continuar con ét? Agradeciéndoos me con-
testiit con vuestro cánselo, os saluda.—FLOR
DB TES.
RESPUESTA
Quiíá haya hecho usted ma>, apenada #F1OT
de Tes>, en insistir tanto para provinar la
entrevista cotí su padre. Generalmente no
está bien vis:o que sea la muíer -a que
proponga esta clase de entrevistas. Lo nnr-
mal hubiera sido esperar sin decir nada
hasta que de íl saliera la proposición, cosa
que, si de verdad la quiere, no hubi-ra teni-
do mía remedio que realizar más tarde o más
temprano. ¿No habrá sido usted misna, con
afán de introducirlo en cass, la i le haya
provocado la fuga? De todos modos, ya está
hecho y no veo otra so'uciort que imntener-
ae, como vulgarmente se dice, en «ua trece,
si es que él »uelve, ¿Volverá? H e ahí el
m.sterto. Ahors le toe» a usted deshojar la
margarita tíe la incenidumbre. No creo qu«
haya querido vengarse como usied sospecha,
ya que de ser asi el rompimiento hubie-» sido
mucho antes. Lo que sí debe usted hacer es
fiajir que no se preocupa por é'; DO hacer
(Continúa en U puf. 47.)

© Biblioteca Nacional de España

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S E N T I M E N T A L
(Viene da la pig. 45.)
absolutamente nada para que vuelva. De es-
te modo, si retorna, lo hará impulsado por el
esriño y no por uní especie de sentamiento
misericordia™, que i la larga derivarla hacia
otro rompimiento. Asf. pues, • a p e r a r ,
nada mis que a esperar, y si al cahio del
tiempo que usted se señale no hi dado se-
ñales de vida, a resignarse y a procurar
el oWido, porque entonces s1 que podrá « l a r
« t u r a de que ha perdido su cariño.
CONSULTA
Estimad?* camaraiat: Por medio del Con-
sultarla Sentimental mt dirijo a vosotros,
en la certeza de que me sacaréis del atollade-
ro en qne estoy metida. Tengo veinticinco
años y ésta es la hora en au* todavía no ha
habido nadie que me diga *¡ojos negros tie-
nes li Muchos amigos y todo (o que qnt-
riis, piro nada más que eso. Hace poco
tiempo creí qnt te iba a decidir uno; ííam-
pr# iba conmigo, taMbamos juntos y, cta-
atmen
vi L
SOMBREROS
Tiene el gusto de-
ofrecerles su casa
con I a s últimas
n o v e d a d e s
Teléfono 5 3 6 6 8
Castelló, 38 MADRID
© Biblioteca Nacional de España
Surcar, pues es marino. Cuando vuelve va
siempre a casa; se ha quedado a comer
varias veces, pero nunca he podido ts(nr vita
con él, y la única vez que pude haceiln fue
Casimira Orga& RESPUESTA
UNA VÍCTIMA MÍS BEL AMOR.—¡ Pobre rfc-lms
de' eterno niño de Jos ojos vendadr« ! ¿Pero
no vee la mano de Cupido en ese, al p*re--
M O D A S cef, casual encuentro, al cabo de los í.ru*?
Cuando erais niños y jugabais a los «novloai
sin querer os reUis de él ; «hora que aoy
mayores ¡liega él con vuestros cora;ones. La
Humanidad, eee galeote impi>neme, está re-
sida por un nlflo—i qué paradoja !—que se
complace en aunar las voluntades inflamando
el fuego de las pasiones. Nadi* escapa a sus
certeTos saetazos y * vosotros—si, a los das—
estny seguro que oe ha clavado el dardo en
Conde Xiquena, 1 3 M A D R I D Teléfono 3 4 3 3 9 'a diana del coraión. Pero ninguno de líis
dos queréis anunciar el blanco, y é&e *s
el secreto de tu problema. El teme dar el
TQ, yo treia que se me iba a declarar. Piro siga en relaciones con mi tadorado formen-
ni en broma. Tndis mis amiga* Tienen no- to» porque esta en nía posición Istmia a
v'.o o pretendientes, pero yo no sf qui me la mía. ¿ QuS importa, si él sabe fr.i6.ifar?
pasa. • Hago todo fo posible por atraerlos, En fin, desesperada, mt de ció a ped;'os an
hasta cosas que a mí me parecen tontas, pero conseja, que no dudo me mandaréis lo an-
es lo que yo me digo: Si haciendo tontas tes posible.
tonterías no pulo nada, estáte qaiela y ve-
RESPUESTA
rás lo que pisa». Asi es que me decido a
escr'hiros para que me dtg&is lo qat tengo t m s i o m n » DE LA VIDA.—Tu problemj, que orne?
que hacer para estime, es antiguo como el Mundo, es el problema
porque, | vamos '.,
tengo, como ya os he d'cho, veinticinco alíosde una protagonista <S< anOTeTa roei.v : G e n e r a l Pordiños, 2 7
y esto «se va pasando de casta fio amor volcánico, diFerencia de posición y te-
winrot. TELÉFONO 6 1 0 3 1
El lempo pasa y ¡n que espero, no viene. na; repulsa d« loe padres a IB celebi^.ián
Esperando Maestra respuesta satisfuclfia y del matrimonio... Pero si en lo Intimo de MADRID
advirliéndios que no estoy tmalt, paes fli 1u alma ex'sie 1a creencia de que tu felici-
soy hermosa que encanta, ni fea que espan- dad la constituirá el 'caballero de tus *n-
ta, y tengo buen t.po, os taluda igradeci- sueflosi ; Ji algún día no te Fastidia la ca-
dleima.—Es PER ANEA . rencia de lujo o comodidades a -j'ie estés
acostumbrada en tu ce»*, lucha, lucha can F k B R 1 Ci D E PARAGUAS
RESPUESTA firmeza hasta conseguir e] asenso de rus
Haga usted honor a su nombre, señorita padree. Ten en cuenta, sin embarco, q ie
sunque ef trabajo siempre triunfa, tilda en C A S A SOMBRILLAS
Esperanza, y no pierda la Ídem. EJJ usted
debe de haber laigo», que es lo que hace que imponerse y que la espera puede * ;r des- BA5T O N ES
sus amigas no se dec'dan a pasar de los apacible, monótona y Mena de preocuoacicnes
fími'es de la amisrad. ¿Na airan esas económicas. ¿Podrás soportarla coa pac:en-
«tonterías» que prodiea con tanta '-et/uen- ea y sin disminución d e , tu carlfio por el
VÉL EZ AB*NICOS
ci«? ¿Por qué no prueba i emplear otra es- hombre que lucha? No lodos esiamns ái>- Vtnla di teda a público a precias da fabrica
trategia, ya que la emp'eada hasta ahora tados de! temple necesario para la reslgnncifin
no Te ha dudo buenos resaltado»? Tenga en que supone descender de nírel aoclal. P tu- Despicho:: A p o d a c a , 1 (esquina a fucntamlj
cuenta que cuando un hombre empieza a sa, medita, reflexiona, ha* un reruen'o de T e l é f o n o 2 5 0 1 3
pensar en serio en ei msirimoaio, _ se fija tus fuerzas, porque 1Í—«Hus'onadj de 1a
más rn aquellas jó Tenes que apunia'n cuati- T¡ds»—no sabes aún la» amarguras que la
paso de amigos de la Infancia a novios, por
si ie pones sería y pierdes 1a hmi'íardad con
que os traíais. Tú crees que si des^'iSre
que le quieres ne va a envanecer, Ciaro
que a ¿1, como hombre y como marino, le
toca abrir el fuego y ahordaí el asunto—Isa
Joaquina JUANA
dos acciones son prácticas corriemea en la
marina—y a il, como contrario, no te qutda
más recurso que lograr que el «enemieoi se
pase a tus ñ'as. Y estoy seguro que él ar-
de en deseos de tocar a cnmbaie. porque
unas re'aclones a base de canas dirigida» «
MODAS MOLINO cada puerto y por razón de su carrera dt|a-
das de recoger de la lista de Co~reas de
todas las Administraciones posialea del mun-
do no le interesan. Imita t las sirenas,
MODISTA que tantos marinos han *pescado> en sus
redes, y cania, cania dulcemente... Y ['lin-
do esté bien enredado en los linos hlos
de tus mallas, casaos muy pronio, porque
loa v:.ajes y 'os cambios de aire no son muj
favorBb'es para el amor. No creas aquello
S.Bernardo, que dice el tenor de «Marina», de que <el
Pa sa ¡e P a r t i c u l a r cariño con la ausencia crece mdsv Eso sólo
n.° 27, entl.° ocurre en las viejas zarzuelas. En 'a vida* el
de S u d a m é r i c a , 4 roce engendra el cariño, pero, ¡cuidado!, no
E»qu¡r>o (^General Molo, 12 te insinúes demasiado, porque darás en un
Telsf.* 27764 escollo. Paciencia, habilidad y sinceridad, a
T E I É F O N O 6 1 9 3 4 ver si así logras de tu marino que te em-
barque en el buque de la Felicidad.
M A D R I D MADRID
(Continúa tn la ptg. 49.)
daáet de discreción y de moderación; es Tidi encierra; tus padres si, por eso se
decir, en muchachas que no h»cen • torne- oponen. Ya sé yo que Ero* y Mercu.-ta son
rías.». Usted lien* veinticinco aflos y no debe antagónicos, pero tu habilidad ha de consis- CASA
comportara* como una chiquilla de diecisie- tir en hermanarlos, porque »uel»o s repe-
te. MI cornejo es que abandone ese .nétodo
de las •tontería»», que sea más formalita, y
cuando crea usted que algún hombre se d's-
pone a deiar de ser su amigo para conveT-
tirte que la vida es dura, muy dura y más
si poi «amor propio» llegases a una ruptu-
ra con tus padres, de quien siempre necesi-
tarás el consejo, el consue'o y tal » « el
PERELLON
tirse en su novio, no precipite usted los suxilio... Tu corazón es quien ha de decir MODAS
acontecimientos, vi que con ello "o único
que conseguirá es que íl emprenda la reii-
rada. Emplee, pues, este procedimiento, y
la última palabrs. Si le quieres de teres
no confundas el Amor con ta Ilusión ; acep-
ta con valentia los prejuicios sociales jr las
si por fin llegan s decide • | ojos ntgros t!e- conveniencias económicas y... ¡ vence 1 Pero
nea !• no pierda la calma y aguarde a que si dudas de tu carino y de Ins fuerzas Tiene el gusto de
los plTOpoa inicíales se vayan conriniendo, deja que el tiempo sé lleve lo que lú creíais
poco * poco, en un aentlmienio más «erio. Amor f DO fui más qu« Ilusión. ofrecerles su caso
RAFAEL MARTÍNEZ QA»DIA.
CONSULTA
CONSULTA SAGASTA, 21
UNA VÍCTIMA MA^S DEL AMO».—CaaMo tro.
ILUSIONADA n s u VIDA.—Soy de un pae- ntiy peqaeña conocí a nn ch'eo con rt ^ae
blec'.to de ¡a provincia de Madrid y tsioy fugaba, pero las circunstancias hic'^nn que
tlocamente* enamorada de un madrileño, y mi familia tuviera que marchar Uios y yo S« admiten géneros
il también de mt. Ya me parece oirte de- con ella. Cuando he vuelto a verle, al cabo d*
cir: ¿Y qué más quieres pedir? Puct el muchos años, lo he encontrad^ hecha nrt TELÉFONO 356.03
permiso de mis padres, que rotundamente s* honbre, y me he enamorado de él. com-
oponen sin tener para eüo motivos. No reat prendiendo que es el único chico ^u< quf
que el car.fío me ciega, puesto que ehos rré en la vida. Al principio estaba mny ama- MADRID
mismos dicen que no tienen nada Jeifj^ora- ble conmigo, mes luego se énieró o se di-'/
blt qaé decir ¿e il, ptrQ no quitrín qut cuenta de mi cariño, empezando t ponerte
 EL BUEN EMBUTIDO, EN CANTIMPALOS SE FABRICA

¿Quién ignora en España y fuera Los remotos orígenes de esta in-

de España la existencia de Cantim- dustria parecen radicar en la na-
palos? Se trata de un pueblo peque- turaleza misma de este pueblo. El
ño de la provincia de Segovia, pero clima, fresco y seco; la abundan-
con justa fama popular por su prós- cia del ganado y la facilidad con que
pera industria chacinera. éste puede ser atendido y alimen-
Cantimpalos es digno ejemplo tado, por la abundancia y buenas
de la férrea voluntad y noble afán condiciones de los piensos, consi-
laborioso de Castilla. • guieron el acrecentamiento de esta
A los productos derivados del riqueza industrial, que pasea por
cerdo, que tan meticulosamente se todas las rutas de la geografía-
preparan en Cantimpalos, podría española el nombre de Cantimpa-
aplicárseles el conocido refrán anti- los, y atraviesa los mares para
publicitario de «que el buen paño llevar los sabrosos manjares hasta
en el arca se vende». Cantimpalos las posesiones del África española
debe su justa fama a su industria, y las tierras hermanas de América.
y su industria se ha impuesto por Entre los fabricantes de embu-
la bondad .de su fabricación, pero tidos más acreditados de la locali-
nada más. Y esto lo saben perfec- dad es de j usticia consignar los
tamente las amas de casaf y el buen siguientes:
catador de embutidos, y el cocinero Julio Postigo Herranz. Marca
de fama. «El Acueducto de Segovia».
En Cantimpalos, multiplicada por Juan Postigo Herranz. Marca
todos sus industriales, existe una «La Patrona de Cantimpalos».
ejemplar honradez profesional. Hay Narciso Postigo Herranz. Marca
numerosas fábricas, pero todas ellas «El Alcázar de Segovia».
La Purísima Concapción, Patrono de Canlimpaloi
con el mismo prurito: Continuar en José Mendoza López. Marca flLa
línea ascendente la captación de mayor fama para la comunidad, Rufina». — Cándido Mendoza López. Marca «La Única». —~
que adopta en este caso el denominador común de CANTIM- Luis Pascual Hernando. Marca «La Cantimpalense». — Vicente Pa-
PALOS. Y entre las muchas marcas comerciales resalta siempre lomo Marinas. Marca *La Paloma». — Joaquín López Herranz-
eso: CANTIMPALOS, que es lo que a todos ellos, en un autén- Sin marca. — Gregorio Pascual de Andrés. Sin marca. — Fran-
tico amor a~ su' tierra, los preocupa más. cisco Herranz Martín. Sin marca. — Felipe de Andrés Yubero-
En Cantimpalos se sacrifican anualmente alrededor de cua- Sin marca. — Mariano Pedrazuela Rubio. Sin marca. — Benigno
renta mil cerdos. ••* t* o !««« »¿ Martín Arranz. Sin marca. — Atanasio Pinela Gil. Sin marca

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C O N S U L T O R I O
S E N T I M E N T A L
(T¡<rne de la pág. 47,1
CONSULTA
ESAMOBADA UN* TARDE DE VERANO.—Tengo
diecinueve años. Hact un mes fui a¡ ¡ae-
blo y me presentaron a un chico a quien ya
conocí u por referencia. Es fino, ídiimdo, y
todjs las cualidades buenas que pueda te-
ner un hombre' están representadas en él. Es
médico y tient veint cinco altos. Después
dt la presentación paseamos solos, hiblan-
do de tonterías ; pero esas tonterías <í>"n
'lenas de indirectas que él no entendía o no
Quería entender. Al día siguiente salí del
pueblo y no he vuelto a verle fusta que
le encontré en la capital, perq tenia prisii.
Para verle gira vez le diie que tenía que
mandar una carta a una amiga y él se ofrs
ció a llevarla. Noté en él iin poco de inte-
rés, pero muy poco. Hace tres días volví
a veríe, paseamos un momento iuntQs y noté
que, aunque no ¡e interesaba, le agrodabi mi
compañía. Yo estoy completamente enamora-
da de é¡. ¿Qué debo hacer para que él
se enamore d* mí?
RESPUESTA
ENAMORADA UNA TARDE DE VERANO.—Tu caso
liene un grave inconveniente para conseguir
una solución favorable : la separasen e^
que ambos os halla-9. La simpatía enera por
los OÍOS, pero «1 cariño ha de adentrarse en
el camón como consecuencia del pleno
choque de las almas, y éste no se proJiíoe
—como ocurre en Meteorología—si los ele-
mentos se encuentran d¡sismes. Ea preciso,
entonces, mucho liempo par» que lis i l a -
ciones magnéticas acumulen la fuerza nece-
saria para producir el contacto- En conse-
cuencia, el quid está en que uno se atrai-
ga al otro al mismo plano, y como v-eo más
difícil que tú te establezcas en «1 pueblo
'¡viendo en la capital—¿verdad?—, tu prinnr
trabajo ha de consistir en pintarle con vivos
colorea la monotonía, la falta de ambiente
y la carencia de medios culturales—esto ha
de preocuparle mucho teniendo un título Fa-
cultativo—en que se desarrollará su vida
permaneciendo ea el limitado radio de acción
pueblerino. Excítale la vanidad y la ambi-
ción. Lo primero lo conseguirás ensalzándo-
le sus cualidades científicas y -morales, y lo
secundo poniéndole ejemplos de ¡óvenes que,
valiendo menos que £1, han lograda un ly i-
llanre porvenir, estableciéndose en la ciudad,
donde el horizonte es infinito y los «Mece-
nasi surgen por amistad o altruismo. Pero...
; ten mucho cuidado no descubras tus ¡men-
ciones, porque em'onces, irremisiblemente, se
'parlará de ti pan siempre ! lis* de la s ril
hab'lidad que, por naturaleza, paseéis las
mujeres y no quemes tus peones precipha-
damenie. No se ganó Zamora en una hora.
Va te he dicho que tu c&so es difícil por la
separación material, y ai de veras le quie.-es
has de hacer acopio de paciencia ; pera e'
tormento es dulce cuando se sufre por «]
Ser amado. Y logrado el primer objetivo—
Rué le proporcionará ti ochenta por ciento
de Ta victoria definí ti va—insinúate sin Bran-
des manifestaciones para que no apa re? cía
a sus ojos como conquista fácil. No olvides
que es muy difícil mantener el justo medio
Cuando se quiere de veras, como ni dices
que le quieres. No Ift «acapares», porque no
hay cosa que mus nos subleve a los hom-
bres que pensar que nos quieren quitar la
iniciativa y la libertad. Las indirectas—JII;
Por lo que dices presumo que las manejas
bien—son armas de dus filos ; ten cuidado
[lo te hieras lú misma, pues siendo hombre
ilustrado es más seguro que haga que no
Us emiende, aunque en realidad las compren-
da. Y ís:e es mi consejo, el consejo de u*>
hombre que se descubre por dentro para
decirte cómo son los demás. ¿Qué más quie-
res saber par* triunfar?
CONSULTA
AMOR PERDIDO.—A juicio de mi familia y
amigas dicen que estoy mal de ¡a cabeia,
aunque yo creo que es por el buen Humor
4"c tengo siempre. Hace tres años conocí
un. ch co que me )ué muy simpático y en se-
gu'da nos hicimos novios; aunque nos que-
ríamos estábamos siempre disgustados, pero
en seguiia se le pasaba y volvía ©ÍM vti'
pero tsta vez no ha vuelto y yo estoy muy
preocupada porque creo que ya no volverá.
Üespuit ie este último dstusto he tenido
varios pretendientes y los he rechizado a
todos, pero hay un chico que está locamente
enamorado de mí, aunque a mi no me gusta
"ada. ¿Crees, simpático cantarada, que debie-
ra
ve
sacrificarme y aceptar sus relaciones para
r ti usl vuelve m¡ novio?
RESPUESTA
AMOS PERDIDO.—Presumo por lo que dicen
de ti tu familia y amigas, y por los frecuenta
disgustos que tienes con tu novio, que eres
bonita, pero coqueta. Mi experiencia de I*
'Wa me induce i crter que no me equivoco
«n el ]uicio que de i¡ hago. Y ti lo pr-
mero es una cual'dad que te proporciona
múltiples pretendientes, lo segundo es un
defecto—tan pernicioso para la mujer, aun-
que estira.» 3o contrario—que los ahuyenta ri-
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pldamente, porque loa hombres nos írrita
mucho pensar que no somos exclusivos «n el
MODAS K. E. BAR RESTAURANT KETAMA corazón de I* mujer que tiene nuestras sim-
patías. Y eso es lo que le ocurre a tu no-
El mía preferido por el vio, que te tienes irritado porque sin drda
público por sus servicios coqueteHS y para corregirte ese defecto le
Alia costura. y calidad da géneros. «castiga.! con la separación temporal..., pero
no dudes que te quiere, porque el retorno
MAGNÍFICO SERVICIO DE RESTAURANT
Excelente minuta por 10 peaeUa. a] tredil» y el deseo de que seas de otra
Apodaca, 18, pral izqda. manera son pruebas palpables de que tiene
Corpus, B Teléí. 496 abierta una capilla a. tu cariño en BU cora-
M A D RI D 5 E G O V IA zón. Cambia de táctica y dedícate exclusiva-
mente a él, y tea por seguro que volverá,
tomo las golondrinas, ide lu balcón sus n dos
a colgaT», pera no juegues, "Amor perdido»,
porque te expones a perder para siempre.
Evita los disgustos; no discutas, y cunnd i
Mod a* Modas
A LTA F A N T A S Í A
¿na.
estés con él mírale sólo a él sin preocuparte
de los que estén alrededor. Quien mucho
abarca poco aprieta : tú ya renes entre tus
Abrióos, manos un amor, no las abras, irreflexiva, y
Abrigos, vestido! y fajas. se te vaya como el agua en un wsto. Y nada
vestidos. Se hacen las pruebas en la Casa o a
domicilio, a guato de los clientes.
de •sacrificios" pan ponerte en relaciones
con ese pretendiente tan enamorado—según
Argensola,, 11, 3.°, izqda. tú—, porque así no atraerás a m verdsíera
Apodaca, 18 MAD HID M A D R I D imor; pensaría que, efectivamente, no l«
interesabas y no volvería jamás. Tendría de-
recho * recriminar lu conducta. Atráele,
como ouas veces to has hecho, y sirva la
reconciliación para que fructifique con más
fervor—por lo menos por tu parte—el carino
Mme. que os leñéis y que salo turba—mi experien-
D. ARIN Y. LECONGE cia nte lo dice—tu coqueteo, que no me cabe
duda confundes con el buen humor....
de
ALTA COSTURA
CHAKANDEAU CONSULTA
UNA QUE QUIERE DE VERAS.—Estuve «rt re-
Serrano, 8 Teléf. S1481 Serrano, 7 laciones unos cinco meses con un chico muy
MADRID MADRID serio y al parecer muy formal ; yo a pesar
de haber tenido relaciones con otros chi-
cos, y con ano varios años, iamás ilegó a inte-
resarme ninguno como ft; pero de la ñocha
a la mañana el chico cambia y quiere que sea-
mos simplemente buenos amigos; esto es' que
CAFÉ «LA A M I S T A D " BAR NEMESIA nuestro noviazgo ha terminado. Dice que
soy muy buena, que seré ¡a perfecta casada,
(PEP1LLO)
TORDESILLAS que no tome las cesas en serio, que me di-
Co r i e l e r a vierta y que tal vez algún día cambiemos y
nos pongamos de acuerdo. Ahora tiene otra
novia, y según me informa un amigo esld
tcolad'to*. pero a pesar de ello siempre
Santa Teresa, 12 CASTELLÓ, 44
Teléfono 61427 que me ve me sigue con Ja vista sin pre-
A V I LA M A D R I D ocuparse que ella se dé cuenta, pues sabe
que habió conmigo; tiene una foto mía; se
¡a pedí y me contestó: *No seas tonta; ¿no
ves que tendrás que volver a dármela*? ¿Qué
debo hacer? No olvidaré <)ue le quiero, y
a pesar de no valer nada físicamente ninguno
FERNANDO ^ REMEDIOS Y LOLA
VESTIDOS. ABRIGOS. SOMBRÉEOS.
me gusta como él.
GONZÁLEZ Academia de Corta r Confección. RESPUESTA
UN* QUE QUIERE DE VEBAS.—Voy • acon«jir-
Ofrecen a Vd. toda clase
Mercería y Novedades. de m o d e J o i para la le s'.ncerisimamente, con toda franqueza, em-
próxima temporada. peíando por decirte que si tu ex novia fue-
se «muy serio y muy formal», como tü le
He y ea C a t ó I i c o s , 8 Conde Penalvet, 48. (Antes Torrijos) calificas, te habría dado una Tazón más
A V I L A Tetéí. 62429 MADRID convincente y real que la de apartarse de
tu cariño para continuar siendo buenos ami-
gos. Esio es impropio de un hombre enamo-
rado, y quiero decirte con ello que si lo
estuvo de ti ya no la está- Donde hubo fue-
go queda rescoldo, y en este caso me pare-
PANIFICADORA Xa H 5? ce que sólo hay cenii* en el hoRar de su
corazón. Cuando existe e1 amor y por cía1-
Hijo de quier circunstancia se riñe con la novia, pre-
MODISTA fiere uno verla lo menos posible para no
Florentino Esteban Conde Peñalvvr, ?, pial.
provocar situaciones violentas ni recordar
emociones que, ya en esa tesitura, se
truecan de agradables en enojosas. ¿QUÉ
(Antes TorrijoB) puedes esperar de un hambre que te deis
T«léf. 226 AVILA Teléf. 89113 MADRID (plantada* de la noche a la mañana, sin
causa justificada, Y ae <cucla> con otra?
Esto, aparte de na ser formal, revela que
nunca se interesó su alma por la luya. Te
lo demuestra el hecho de que después de ; : ri-
co metes de relaciones «no se ha dado
Talleres VEGA VENTURA cuenjai de si te quier« o no. Yo sigo cre-
yendo que ni le interesaste ni le interesas, a
Construcciones metálicas. Ce- pesar de que te siga con la vista cuando
rrajería. Soldadura autógena Fotógrafo de niños
y eléctrica. Reparación de va con la otra, risa mirada sólo sirve para
a u t o m ó v i l e s , maquinaria. Único • n Madrid establecer comparaciones en su Interior. Otro
i agravio" más que une a los que ya te
ha hecha y que por lo que veo no será el
último. ¿Que cuál es el otro? El de presu-
Alcalá, 94 T©leí. 62786
SE GOVIA (Antiguo ediXicio de Pardiñaa) mir con tu foio snte sus amigos. «¡Mirad qué
ch'ca ! ¿Os gusta? Pues está loqulta por mt.>
Donjuanismo puro. [Ay! Despreocúpate por
completo de él; domina tus nobles senti-
mientos, y como seguramente serás joven y
agraciada—»\ no no te hubieran querídn
MAURICIO SASTRE
U tez ía otros chicos—vl»e tu vida, y si Dios pone
en tu camino otra hombre que te guste y
reúna las cualidades indispensables para
Molino maquilero Conservación de pieles quererle, no dudes... porque la única verdad
de piensos y trigo. d u r a nte el vera no que te ha dicho iu «ex»—y que yo corro-
boro—ea que eres muy buena. Por eso te
aconsejo francamente, aunque mi sinceridad i-
BERNARDOS parezca dura ; pero es que en ella no hav
el menor vestigio de adulación.
(Segovia) T*l«f. BOI34 M AD R I D
MANUEL Amflo.
 POR LAS RUTAS DE ESPAÑA

NAVAS DE O R O (SEGOVIA)
Entre los pueblos de la provincia de Segovia que con ma- Tiene también el Municipio un bien dotado serví cío de incen
yor empuje y acierto laboran en la gran obra de reconstruc- dios, y a medida que su situación financiera lo permita, se-
ción y engrandecimiento nacional, Navas de Oro es digno de proyecta la construcción de un grupo escolar con cantina
todo encomio y elogio. y biblioteca,
Durante la guerra, y En el sitio más cén-
pese a la natural escasez trico de la población
de brazos que el glorio- se ha adquirido re-
so Alzamiento había de cientemente un local
imponer en los pueblos para las organizaciones
castellanos, construyó del Partido, y el Ayun-
una gran red de alcanta- tamiento tiene muy fun-
rillado que abarca toda dadas esperanzas de te-
la población y sus ron- ner en día próximo una
das, con cámaras auto- central de energía eléc-
máticas de limpieza. Po- trica para el suminis-
see también un gran tro de elevación de
abastecimiento de agua agua y demás usos del
con servicio a domicilio, vecindario.
y ahora está ejecutan- Otro proyecto" en es-
do la pavimentación del tudio es el relativo *
casco urbano. la construcción de un
Su Ayuntamiento, do- nuevo templo parro-
tado de hombres que po- quial, y la realización
nen todo su esfuerzo de un grupo de vivien-
consciente al servicio de das económicas.
la labor que les fue en- Navas de Oro, pue-
comendada, se proponen blecillo escondido en el
mejorar la riqueza agrí- • mapa de Castilla, ha
cola, transformando ensanchado su nombre
unas 5oor hectáreas de por tierras que modu-
terreno de secano en re- lan sus voces en di-
gadío en la mejor zona ferentes idiomas, gra-
agrícola de su término. cias a la exportación
De Navas de Oro salió también la iniciativa feliz de un'fe- que produce su riqueza en materias forestales de aguarrás
rrocarril eléctrico que una los mejores pueblos de la provincia y y colofonia.
enlace con el ferrocarril Madrid-Burgos en la estación mis pró- *• •
xima a Sepúlveda, cruzando la riqueza agrícola y forestal sego- El Ayuntamiento de Navas de Oro se compone así:
viana más importante. Alcalde: don Juan Martín Gallego. Teniente Alcalde: don
Sostiene el Ayuntamiento una escuela de párvulos y tiene es- Abundio Román Aceves. Regidor síndico: don Alberto Vela
tación telegráfica municipal; actualmente hace gestiones para la Sanz. Concejales: don Anastasio Moreno Redondo y don Victo-
concesión del teléfono. riano Gil Santos. Secretario: don Jesús Sanz Plaza.

50 S. A. OB AJtTBS G R Í P I C Í S . - C*STEUAt 119.

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