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Integrantes: Jindy Rivera D.

Actividad Física

La actividad física y salud siempre han estado muy ligados ya que esta última mejora de la
condición física proporcional a la cantidad y calidad del ejercicio que realizamos. Sin embargo,
directamente unido al estado físico de cada persona está su equilibrio mental. La mayor visibilidad
de los resultados físicos mediante una mejoría muscular, provoca que el deporte se relacione con
las personas jóvenes. Sin embargo, los resultados psicológicos hacen del ejercicio una actividad
necesaria en cualquier edad. La importancia del deporte en la salud mental se relaciona con la
prevención y el tratamiento de los desequilibrios psicológicos.

La actividad física evita en el ser humano patologías físicas debido a la activación del sistema
inmunológico y enfermedades degenerativas como el alzhéimer, ya que influye en una mejor
concentración. En el tratamiento de enfermedades, el deporte permite equilibrar las sustancias
cuyo desajuste ha generado la enfermedad, actuando de forma similar a un fármaco. Frente a
estos beneficios, es importante prevenir los riesgos de una mala realización de la actividad
deportiva que lleve a generar lesiones físicas o su conversión en una obsesión, pudiendo
convertirse en una patología como la vigorexia. En la parte emocional la actividad física en el ser
humano mejora la autoestima, la autoconfianza, la memoria, la estabilidad emocional y el
funcionamiento intelectual. Todos estos beneficios convierten la actividad física en una actividad
que debería ser prescrita en patologías como la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño.

Papalia, D y Martorell, G. 2015. Desarrollo Humano, Decimotercera Edición. Página 388-389.

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