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Una aproximació n a la

realidad
latinoamericana actual
y sus desafíos bajo la
gestió n Trump
Aguirre, Luca
Legajo: 104729/7
Asignatura: Seminario Problemas de Historia Americana.
Título: La colonización de América y el lado oscuro de la
modernidad.
Profesor: Carrera, Julián
A partir de los procesos revolucionarios del siglo XIX los latinoamericanos alcanzamos
nuestra independencia de cara al mundo, expulsando a los europeos. A pesar de romper con
las autoridades metropolitanas, las naciones que irán surgiendo en el continente van a
conocer una nueva forma de dominio, la colonialidad. Es decir una serie de prácticas
tendientes a la sujeción que seguirán operando hasta la actualidad. Día a día somos
bombardeados por los imperialismos contemporáneos, de maneras tan sutiles que la gran
mayoría de nuestros compatriotas no lo notan. Esta arremetida no siempre tiene que ver
tanto con armas de fuego ni con soldados, sino más bien con el influjo de empresas
trasnacionales, con los medios masivos de comunicación, con su música, y con maneras de
pensar que vienen infiltradas dentro de sus poderosas industrias culturales.
Siguiendo los aportes de Aníbal Quijano, América se erigió como la primera identidad de
la llamada “modernidad”. El autor nos habla de la “colonialidad del poder”, que según él,
surge con la conquista y colonización del territorio americano. La principal arma que tuvo
esta conquista violenta, fue la instauración de un nuevo patrón de dominación social, hoy
conocida como “raza”. En base a la idea de raza, se tradujeron las diferencias existentes
entre conquistadores y conquistados, es decir, sobre una idea de supuesta diferencia
biológica, que situó a los europeos en una posición de superioridad ante los pueblos
dominados.

Como ya señalé, en América, la idea de raza fue la herramienta que legitimó las
relaciones de dominación que se establecieron luego de la conquista. La conquista de
América, ocupó un rol fundamental en el nuevo patrón de poder mundial, ya que fue luego
de esta, que se constituyó Europa como una nueva identidad, y la expansión del
colonialismo condujo a la creación de una visión hegemónica, completamente
eurocéntrica, que tendió a naturalizar la dominación por parte de un puñado de países
europeos, del resto del mundo no europeo, en base a la idea de raza. Los pueblos
oprimidos fueron ubicados en una posición de inferioridad y sus conocimientos previos
negados.

Una vez que Europa se convirtió en el vértice del capitalismo mundial y logró controlar el
mercado global, pudo imponer su dominio sobre todas las poblaciones del planeta. En el
nuevo patrón de poder mundial, Europa dominó absolutamente todas las formas de
cultura, de subjetividad, del conocimiento y de la producción del mismo.

América fue la responsable de una transformación histórica que no solo afectó a Europa,
sino que revolucionó al mundo entero. Se generó una nueva perspectiva acerca del
tiempo y sobre la historia. Es a partir del “encuentro” y la posterior conquista de América,
siguiendo a Quijano, que surgieron nuevas relaciones materiales e intersubjetivas. Todos
los aspectos de los pueblos sufrieron grandes metamorfosis, que los transformaron para
siempre.

En este sentido, Eduardo Grüner está de acuerdo con la visión de Quijano, ya que
propone que Europa crea su propia auto-imagen en la Modernidad a raíz del “encuentro”
con América. Es recién en este momento, signado por el saqueo a manos de los
europeos de las poblaciones conquistada de África y América, que Europa se empezó a
percibir como una entidad cultural diferente, unificada geográficamente y “civilizada”.
Fue gracias a los novedosos sistemas esclavistas americanos, profundamente Modernos
y comerciales, que se transformaron los modelos de intercambios dentro del sistema
mundo. Grüner señala que es gracias a la explotación de mano de obra esclava en las
ramas del azúcar, el tabaco y el algodón que surge un “nuevo mundo” de consumo. Para
el autor, el esclavismo ocupó un rol fundamental en el nuevo patrón, ya que se obtuvieron
grandes ganancias, mediante la explotación del trabajo esclavo. Grüner remarca que este
sistema cruel, fue completamente compatible con la llamada “Modernidad”.

Retomando los aportes del autor, la modernidad fue un proceso multifacético y una de sus
tantas caras fue la esclavitud, aunque también sus formas de resistencia a dicha
esclavitud la constituyeron. Saint-Domingue tuvo dos particularidades: fue por un lado, la
colonia más productiva y ricas de todas y por el otro, la cuna de la más grande revolución
independentista, la Revolución Haitiana. Esta revolución fue la primera revuelta esclavista
que logró triunfar y además fue una revolución en el sentido moderno de la palabra.
Gracias a esta insurrección, se logró transformar todas las estructuras políticas,
ideológicas y culturales dominantes, se subvirtió el orden establecido. La teoría central de
Grüner, es que la Revolución Haitiana fue una revolución central para la modernidad,
incluso más que la mismísima Revolución Francesa.

Introducción

«Si es malo el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende.»
Arturo Jauretche
Una tarde de septiembre me encontraba haciendo “zapping” en la televisión, buscaba un
canal que me diera nuevas noticias acerca del paradero de Santiago Maldonado, el joven
artesano desaparecido en el marco de una represión, llevada a cabo por Gendarmería
Nacional, contra la comunidad Mapuche en la localidad de Cushamen, ubicada en la
provincia de Chubut.

Recuerdo mi indignación al ver que ningún medio hablaba acerca del tema, en cambio,
pasaban largas horas cubriendo el paso del huracán Irma. El caso que me viene a la cabeza,
es el de la cobertura de la catástrofe natural que dio el canal Todo Noticias. El medio envió
a Miami a un notero algo torpe, cubierto con un piloto amarillo, que recorría las calles
desiertas de la ciudad, “midiendo” el viento con un anemómetro.

Algo que irritaba mucho, era que la televisión no solo ignoró la desaparición de
Maldonado, sino que ocultó deliberadamente las terribles inundaciones que estaban
teniendo lugar en el país. La crisis de la cuenca del Salado, generó pérdidas millonarias
para la agricultura y la ganadería del país. Pero a causa de la gran influencia que estos
medios hegemónicos ejercen sobre sus seguidores, no resultaba extraño que mucha gente se
mostrara consternada por los hechos que estaban pasando en Miami, ignorando el desastre
que estaba sucediendo en su propio país.

Lo llamativo en el caso de la cobertura que brindaron los medios audiovisuales del país al
huracán Irma, es la existencia de un “descuido”, que podría ser más intencional de lo que
parece a simple vista. A saber, la muerte y destrucción total que dejó el paso del huracán
por el Caribe; los daños aquí fueron por mucho, mayores que los ocurridos en las costas de
Miami. Sin embargo, la atención de los medios de comunicación, se centró de lleno en lo
ocurrido en suelo norteamericano.

Monopolio de los medios de comunicación en América Latina como


instrumento de dominación colonial actual

«Cuando uno ve televisión, cree estar viendo la realidad.»


Eugenio Zaffaroni
«Mi trabajo es poner y sacar presidentes.»
Héctor Magnetto

«Una mentira repetida adecuadamente mil veces, se convierte en una verdad.»


Joseph Goebbels

A partir de la revolución tecnológica acaecida en las postrimerías del siglo pasado, vivimos
inmersos en una realidad creada a través de los medios de comunicación. Esto quiere decir
que nuestras conductas están condicionadas, en gran medida, por esta realidad construida.

En América Latina tenemos una particularidad, en cuanto a la existencia de monopolios de


medios masivos de comunicación. Esto, claramente, varia de país en país, en cuanto a su
grado de poder y concentración. Este fenómeno, presente en Latinoamérica, es algo que en
países considerados desarrollados, no existe ni podría ser tolerado.

El poder económico con el que cuentan los medios de comunicación en la región es


enorme, por eso no podemos decir que son meros agentes subordinados a quienes detentan
el poder a nivel planetario, es decir, las corporaciones trasnacionales. Más bien, podríamos
señalar, que los medios audiovisuales forman parte de estas corporaciones.

Las corporaciones, según mi punto de vista, constituyen un poder de facto que compite
constantemente con el poder político. Aunque, pueden darse casos, en donde la distancia
existente entre sistema de poder y sistema político sea mucho menor, como en el caso del
actual Gobierno argentino, donde muchos ministros fueron ex gerentes generales y CEOs
de grandes empresas.

América Latina siempre sufrió los efectos del colonialismo, primero fue la ocupación
política y militar con el colonialismo originario y actualmente nos encontramos bajo el
yugo de la dominación económica que ejercen las corporaciones ya mencionadas.

Los medios de comunicación, son un instrumento muy útil en esta nueva etapa de
dominación colonial para los dueños del poder. Son ellos quienes vuelcan sobre las
poblaciones dominadas el racismo inferiorizante que aseguran las nuevas formas de
sujeción colonial.

Esta forma de racismo, hace posible comprender porque los medios audiovisuales locales
reaccionaron de la forma que lo hicieron ante una catástrofe natural como lo fue el huracán
Irma.

El juego se repite, solamente que con otros jugadores. La vieja dominación colonial es así
reemplazada por una instancia nueva y superadora de dominación, donde ya no hace falta
ocupar geográficamente o mediante oligarquías locales a las poblaciones sujetas. La
expoliación de los recursos y la inferiorización del otro siguen vigentes, aunque cubiertas
con una máscara nueva.

Salvando las distancias, tanto geográficas como temporales, sostengo que estos monopolios
mediáticos, se manejan de una manera muy similar a la del ministro de Propaganda del
gobierno nazi, Joseph Goebbels. Esto en cuanto a la capacidad de construir realidades a
capricho o necesidad y a la pretensión de acaparar y centralizar todas las voces, llegando a
silenciar a aquellas que vayan en contra de sus intereses.

¿Qué hacer con los monopolios audiovisuales?

«Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.»
Ryszard Kapuściński

La solución a este problema es una solución netamente política. Si bien estos monopolios,
junto a las corporaciones trasnacionales detentan un poder casi inimaginable, las naciones
latinoamericanas tienen la posibilidad de ir por una segunda independencia y cortar con la
influencia que ejercen los medios de comunicación, el sector financiero y las potencias del
capitalismo central sobre la región. Combatir a los monopolios es defender la democracia y
la autodeterminación de los pueblos de Latinoamérica.
Los países de la región deben “desconectarse” de la política emanada por los centros de
poder del capitalismo central (Estados Unidos, Europa bajo el liderazgo de Alemania, y
Japón), fortalecer la cooperación económica con los países vecinos y todos aquellos otros
países del mundo que busquen su autodeterminación como pueblo.

La cruda realidad, una vuelta a los años oscuros

«Los dirigentes progresistas somos como el cirujano, que cuando salva al paciente es gracias a
Dios, cuando se le muere es culpa del médico. Cuando le va bien es gracias a Dios, gracias al
esfuerzo individual, cuando les va mal es culpa del gobierno.»
Rafael Correa

Si bien todo lo mencionado más arriba, fue una realidad tangible en la región, a través de
los distintos gobiernos nacionales-populares y revoluciones, hoy no es más que retórica
progresista. La realidad en la que vivimos los latinoamericanos, es la de una restauración
conservadora, cuyo eje económico es el neoliberalismo.

Desde los centros de poder mundial, con Estados Unidos a la cabeza, se busca poner fin a
las posibilidades de desarrollo autónomo de América Latina. La región está sufriendo un
claro proceso de disciplinamiento, que tiene como objetivo volverla a convertir en el patio
trasero del imperialismo estadounidense. Todo esto sucede al calor de la gestión Trump,
que ha decidido dar un vuelco en la política internacional de la Casa Blanca. Estados
Unidos parece tener la intención de dejar de combatir en calles polvorientas de Medio
Oriente contra el “terrorismo”, para confrontar a China y a Rusia.

En el marco de lo que podríamos llamar una nueva guerra fría, la Casa Blanca busca
aumentar su influencia sobre Latinoamérica y limitar los contactos de la región con las
potencias rivales.

Con este fin, la potencia del norte fomentará, de ser necesario, los llamados “golpes
blandos”, tendientes a alejar del poder a gobernantes díscolos, que no se alinean con las
órdenes emanadas desde Washington. De esta manera, se está introduciendo nuevamente en
la región el neoliberalismo, que fracasó en la década de 1990, con terribles consecuencias
sociales, políticas y económicas.

Este neoliberalismo tardío, es apoyado en la región por diversos actores corporativos,


adoctrinados por agencias norteamericanas. Son políticos, jueces y fiscales apoyados por la
artillería pesada mediática. Los medios de comunicación son los responsables de destruir la
imagen de detractores y blindar a los aliados, por más sucios que estos puedan encontrarse.
Los medios audiovisuales también tienen el papel de convencer a la gente de que todos los
avances que lograron durante el “populismo” eran una ilusión, parte de una gran mentira
económica.

A los jueces, les toca el papel que ocuparon los militares en la década de 1960 y 1970,
mediante la persecución judicial o lawfare, cuyas víctimas son políticos progresistas. Uno
de los casos más descarados en esta dirección, quizás sea el de Brasil: A principios del
2016, Dilma Rousseff fue derrocada mediante un golpe institucional; y ahora se está
buscando proscribir a Lula da Silva de las próximas elecciones presidenciales, siendo este
el claro favorito en las encuestas.

En este caso podemos apreciar el trabajo mancomunado de una triada, compuesta por el
sector financiero, los medios masivos de comunicación y una buena parte del sistema
judicial. A esta triada se suma el ejército brasileño, con amenazas de tomar el poder, en
caso de que el líder del PT no vaya a la cárcel. Esto es algo muy alarmante, este tipo de
declaraciones nos conducen hacia un viaje en el tiempo, a los años sesenta y setenta y a las
dictaduras de la Doctrina de Seguridad Nacional, instauradas en el Cono Sur de América.

La diferencia es que el enemigo cambió, ya no es más la “subversión”, sino que ahora el


enemigo al que hay que combatir es la “corrupción”, paradójicamente denunciada por
sectores ligados al desguace del Estado, en los distintos países de Latinoamérica.

Brasil, la última trinchera de la resistencia latinoamericana


«Todo va a parar el día que Lula tenga un infarto. Pero mi corazón latirá en sus corazones y en
millones de corazones. Yo no voy a parar. Ya no soy un ser humano. Soy una idea. Una idea
mezclada con la idea de todos ustedes. Me condenan por el crimen de poner al pobre y al negro
en la universidad y por darle la casa propia. Si ese es un crimen que cometí, voy a continuar siendo
un criminal.»
Luiz Inácio Lula da Silva

La democracia en toda Latinoamérica está siendo puesta en jaque por distintos sectores
corporativos locales, tutelados por la Casa Blanca. El neoliberalismo, aquel sistema que
muchos creíamos herido de muerte, volvió por más. Esta vez vino acompañado de la
llamada guerra jurídica o lawfare a opositores políticos, respaldada por los medios de
comunicación.

Esta estrategia, se ha convertido rápidamente en la favorita de las derechas de la región,


para ensuciar a políticos progresistas o a sus familias, para encerrarlos o incluso llegar a
derrocar gobiernos.

Por otra parte, y a pesar de visibilizar esta fuerte avanzada conservadora en la región, no
podemos dejar de reconocer una falencia importante que han demostrado los gobiernos
progresistas de Latinoamérica. Esta es una falla de tipo cultural: fallaron en demostrar a sus
gobernados los logros de sus gestiones; en visibilizar que los progresos que tuvo la
población fueron de tipo estructural, promovidos desde el Estado.

Aquí es donde el discurso neoliberal, inyectado desde los medios de comunicación tiene
tanto éxito. El neoliberalismo logró convencer a la gente de que el progreso que tuvieron se
dio gracias al esfuerzo individual. En este sentido, también se buscan explicar los fracasos,
que se atribuyen a falta de esfuerzo, capacidad o interés. Este discurso actualmente está
teniendo mucha aceptación y ha logrado poner a los pobres contra los pobres, dividiendo la
base social de los países de la región.

A pesar de este panorama sombrío no todo está perdido, no podemos olvidar que Brasil es
país más importante de la región. Es en torno a la figura de Lula da Silva, que se puede
empezar a poner un freno a esta avanzada neoliberal y comenzar con la reconstrucción del
debilitado eje de poder popular latinoamericano, de cara al imperialismo estadounidense.
Sin más nada que agregar, hay que estar expectantes al desenlace de la situación en Brasil,
pues aquí se está jugando el destino de toda Latinoamérica.

Material consultado

-Samir Amin, “El imperialismo contemporáneo”, accesible online en


http://www.elviejotopo.com/articulo/el-imperialismo-contemporaneo/
-Eugenio Zaffaroni. (2016, Abril, 27). Nuevas formas de dominio social: colonialismo y suicidio
cultural en América Latina. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=-
0L1tiNdgCQ&t=603s

-Fedaeps Ecuador. (18 de Septiembre de 2012). Samir Amin (IV): Miradas al proceso
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v=XrydTWK5jcI

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https://actualidad.rt.com/programas/conversando-correa/267586-rafael-correa-kirshner-
neoliberalismo-fracasar-irremediablemente

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https://www.infobae.com/economia/2017/08/29/el-mapa-de-las-inundaciones-millonarias-
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-VIDEO, FOTOS: así azota Cuba el huracán Irma. (9 de Septiembre de 2017). RT. Recuperado de
https://actualidad.rt.com/actualidad/249516-video-fotos-huracan-irma-cuba

-Atilio A. Boron. (5 de Abril de 2018). Se clausura la ruta democrática en Brasil. Página 12.
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-La persecución a Lula “es un golpe claro a la democracia”. (5 de Abril de 2018). Página 12.
Recuperado de https://www.pagina12.com.ar/106147-la-persecucion-a-lula-es-un-golpe-claro-a-
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-Pedro Brieger. (5 de Abril de 2018). El destino de Brasil tras la decisión contra Lula. CNN.
Recuperado de http://cnnespanol.cnn.com/2018/04/05/el-destino-de-brasil-tras-la-decision-
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York Times ES. Recuperado de https://www.nytimes.com/es/2018/01/23/opinion-weisbrot-brasil-
lula-democracia-apelacion/?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fnyt-
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