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El documento narra la hazaña de Horacio Cocles, un romano que defendió solo el puente sobre el río Tíber mientras el ejército romano cruzaba. A pesar de recibir numerosas heridas, Horacio resistió hasta que le avisaron que casi todo el puente había sido destruido, momento en que se lanzó al río con sus armas y nadó hasta la otra orilla. Por esta acción heroica, los romanos lo coronaron y lo llevaron en procesión a la ciudad entre himnos como a un héroe.
El documento narra la hazaña de Horacio Cocles, un romano que defendió solo el puente sobre el río Tíber mientras el ejército romano cruzaba. A pesar de recibir numerosas heridas, Horacio resistió hasta que le avisaron que casi todo el puente había sido destruido, momento en que se lanzó al río con sus armas y nadó hasta la otra orilla. Por esta acción heroica, los romanos lo coronaron y lo llevaron en procesión a la ciudad entre himnos como a un héroe.
El documento narra la hazaña de Horacio Cocles, un romano que defendió solo el puente sobre el río Tíber mientras el ejército romano cruzaba. A pesar de recibir numerosas heridas, Horacio resistió hasta que le avisaron que casi todo el puente había sido destruido, momento en que se lanzó al río con sus armas y nadó hasta la otra orilla. Por esta acción heroica, los romanos lo coronaron y lo llevaron en procesión a la ciudad entre himnos como a un héroe.
que, cuando la mayor parte del puente estuviera corta
ban el flanco derecho, ambos de edad, y un hombre jo da y quedara un trozo pequeño, le avisaran mediante ven, Publio Horacio, llamado Cocles 33 porque había alguna señal o con un grito fuerte; del resto —dijo— perdido un ojo por una herida recibida en un combate, se ocuparía él. Una vez dadas estas órdenes a los dos hombre de la más gallarda apariencia y del más valeroso hombres, se situó en el puente mismo y a cuantos avan 3 espíritu. Era éste sobrino del cónsul Marco Horacio y su zaban hacia él, a unos los hería con la espada, a otros linaje se remontaba a Horacio Marco uno de los tri los derribaba con el escudo y rechazaba a todos los que llizos que venció a los trillizos albanos cuando las dos se lanzaban sobre el puente. En efecto, los perseguido ciudades, en guerra por la hegemonía, acordaron no po res ya no se atrevían a entrar con él en una lucha cuer ner en peligro a todo el ejército, sino a tres hombres po a cuerpo, pues lo tenían por un loco o un suicida. de cada una, como ya he explicado en uno de los libros Al mismo tiempo, no podían acercarse fácilmente a él, 4 anteriores. Pues bien, estos tres hombres solos, de espal pues a derecha e izquierda tenía el río como defensa das al puente, impidieron el paso a los enemigos duran y por la parte de delante un montón de armas y de ca te mucho tiempo y permanecieron en la misma posición dáveres. Pero todos juntos le arrojaban desde lejos lan mientras les lanzaban muchos proyectiles de todo tipo zas, jabalinas y piedras como puños, y los que no tenían y en el cuerpo a cuerpo los herían con espadas, hasta estos proyectiles le lanzaban las espadas y los escudos que todo el ejército romano atravesó el río. de los muertos. Ê1 se defendía utilizando contra ellos 24 Cuando pensaron que los suyos es sus propias armas y, como es natural, al disparar con taban a salvo, dos de ellos, Herminio tra todos juntos, sucedía que siempre hacía algún blan Hazaña de , . . H oracio Cocles y Larcio, destrozadas ya sus armas de co. Y ya estaba lleno de golpes y de heridas que le cu fensivas por los continuos golpes, se brían el cuerpo, en particular una de lanza que, atrave fueron retirando poco a poco. Solamen sándole una nalga y saliendo por la parte superior del te Horacio, a pesar de que los cónsules y demás ciuda muslo, le causaba daño y le impedía caminar, cuando danos lo llamaban desde la ciudad y ponían todo su es oyó que a su espalda le gritaban que la mayor parte fuerzo en salvar para la patria y para sus padres a un del puente había sido cortada; se lanzó al río con las hombre de tal valía, no obedeció, sino que permaneció armas, atravesó a nado la corriente con gran dificultad donde se había colocado desde el principio y ordenó a (pues la corriente, hendiéndose alrededor de los pilares Herminio y Larcio decir a los cónsules, de su parte, que del puente, era muy rápida y formaba grandes remoli cortaran rápidamente el puente por el lado de la ciudad nos) y salió a flote junto a la orilla sin haber soltado (en aquellos tiempos había un solo puente 3S, construi al nadar ninguna de sus armas. do de madera, ensamblado sin hierro, con las mismas Esta hazaña le proporcionó una glo tablas, y que los romanos todavía hasta nuestros días ria inmortal. En efecto, los romanos in- han conservado tal cual) y que ordenaran a los hombres Honores a . . . Horacio C od es mediatamente lo coronaron y lo condu- 33 Es p o sib le que la palabra C ocles esté rela cion a da con jeron a la ciudad entre himnos, como K ÿ k lo p s, que suele utilizarse con el valor de «un solo ojo». a un héroe, y toda la muchedumbre sa 34 Uno de los trillizos H oracios. Véase III 13, 4-20. lió a la calle deseosa de contemplarlo por última vez, 35 Ports sublicius. Véase III 45, 2 y nota. mientras todavía vivía, pues creía que pronto moriría