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OTRAMENTE: LECTURA Y ESCRITURA FEMINISTAS Coordinacion de Marana Fe Presentacién de Mauisa BetausTecuicoma y Matuna Fe Introduccion de Curanorne Broan ITARIO._ DE ESTUDIOS ENERO FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO Primer edicin, 199 Primers tempresion, 2001 Se pro br epradacelén total 0 parca de esta ora include el disen tpografico y de portads-— se: cu fuere el medi, electnic «men sin l consentinien por exert del eat, D, R20 1999, Prociaus Lhavesmato Dr Esrmas De GENER .R.© 1959, FRLLTAD DE sora Lema beta UINAN Gircuito Escola, Chatad Univestarl (4510 México, D. F 1. R. © 1999, Fosoo ox Cormins Beooatca CCametea Paacho Aju 227, 12M Mexico, D. ISBN 968-16-5528-1 Impreso en México PRESENTACION Esta antologia es producto del trabajo del Seminario Interdiscipli- nario de Escritura Femenina (siEF), organismo integrado por pro- fesoras de literatura de la Facultad de Letras de la unas, cuyo principal objetivo ha sido la discusi6n en torno a la eritica literaria feminista y la especificidad de la eseritura femenina. El sir, registrado en ka nGarA entre 1991 y 1993 y en el Centro «le Apoyo a la Investigacion de la Facultad de Filosofia y Letras a partir de 1993, surgi6 de la necesidad de crear un espacio acat mico donde se pudieran leer y analizar textos literarios eseritos por mujeres, los cuales, al no pestenecer al canon establecido, permanecian relativamente al margen de los cursos regulares de literatura, asi como de los materiales de estudio universitarios, Lo mismo sucedia con la teoria y a eritica literati particularmente con aquellos trabajos que requei dos a nuestra lengua. ‘Como es natural, la composicién det ster ha variado a través de los anos. Al grupo original, que empe76 a reunirse informal mente alrededor de una taza de café para discutir sobre los temas que nos inquictaban en torno a las mujeres y Ia literatura, se fueron agregando mas profesoras, investigadoras y estudian- tes (jy hasta uno que otto profesor, heroicamente interesado en la tematica relativa a lay mujeres!) Lay integrantes actuales del site, las que han logrado llegar al final —o easi— de este trabajo de compilaci6n y traduccion son Marisa Belausteguigoitia, Flora Botton, Charlotte Broad, Julia Constantino, Eva Cruz, Marina Fe, Nattie Golubov, Claire Joysmith, Claudia Lucotti y Argentina Ro- lriguez, En diferentes épocas de nuestra labor (antes incluso de {que nos lamaramos sist) asistieron también a nuestras reuniones Anamari Gomis (a quien se debe la idea original de constituir este grupo de estudio), Gabriel Weisz, Patricia Argomedo, Mirta Bicecei (quien nos dio un apasionante y difcilisimo seminario sobre Lacan), Claudia Garcia y Daniela Michel. Por titimo, en el lugar de honor, una mencién y agradecimiento muy especial a 7 SOTRAS MISMAS: IV. LEYENDO(NOS) NOSOTR i HACIA UNA TEORIA FEMINISTA DE LA LECTURA) DParnocinto P, ScHIWEICKART? PRES HISTORIAS DE LA LECTURA 4, Mayne Boats come ciation (us) de 1982exaninando y permitiran “dramatizar no s6lo nuestra Commo nae re i oul dca reac) perterceemes peed a ‘grupo, pues de alguna manera ee ti pea are cide una historia que “quiza se Sno sufleente a nuesiras experiencias compari Ee a Cap que oe aamors de [os Ubros Dal ra oid una y otra vez la leyenda de su bistbuelo, Un ae rane dealer. ego pens que een primer Iibeo de verdad— y fue premiado P Manda con un dolar. x este nino reco «v0 $< TD sieeoen¢ po fue en extremo rigurosa, 4 Su inict on este Su iniciacion en cickant pore impomarte tabi és ice co Davi Se + Me gustaria recomocer ic tesla pars este explo a. ioctl au ea Pa nt of Gor, Nocrs Yorke 198 tat ana Seals 12, PMLA, 8,18 LA ee ee ensayo ean cadas cre paren p. 313 tas eferencin subse five corehetes en el ext LEVENDONOS) NOSOTRAS MISMAS us de que hubo momentos en que casi POco @ poco "surgié de todo este como sorprendents bandoné el proyecto, Pero fuerzo un amor tan nuevo Un amor como nunca habia imaginado con mis lecturas previas: un amor por la habilidad, por la destreza de poder entender de manera clara en mi mente y luego en mis es. critos lo que un gran escritor habia logrado con éxito en su obra” (Booth, p. 315). A la larga, el nifio, ya adulto, obtuvo su doctor: do y después de dar clases durante 13 arios en pequenas unive sidades regresé a la institucion donde se habia doctorado y s convirti6 en uno de sus profesores eminentes, Booth remata su narracién con una cita de The Autobiography of Malcolm X. Fue en la catcel donde Malcolm aprendié a leer. Por primera vex podia tomar un libro y ahora si comenzar a enten- der lo que el libro decia. Cualquiera que haya leido mucho podri imaginarse el nuevo mundo que descubri. Dejenme: deciles algo: desc entonces hasta que dejé esa prisién, cada momento libre que tenia me lo pasaba leyendo en la biblioteca o en mi camastio Le] Pasaron meses sin que siquiert pensar miento, De hecho hasta entonces nun [Gia de Booth, p. 3171 cerea de mii encarc habia sentido tan libre, "Quiz —dice Booth— si recuerdan ahora la historia de mi familia acerca del bisabuelo Booth, comprenderin cémo la lec- tura del despertar de Malcolm X se los origenes de mi propio ‘ (p.317) 5, Cuando lei el pasaje de Malcolm X citado en el discurso de Booth me intrigé la elipsis. Me preguntaba 1ué puntos del original iban nus all de rs Un discurso del presidente de la wa? Al revisar encontré que la oraci6n completa decia; “Entre las ensenanzas del senor Mu- hammad, mi correspondencia, mis visitas —generalmente El Reginald— y mis lect ‘ocia cle manera directa con ‘amor enloquecido’ [por los libros)”. ¢nto”.» Es claro que lo que resulta- Esta referencia al lider de los Re Autyraphy of Malcolm X, escrito en colar ress, Nueva York, 1964p, 175 Las referencia subsectcnice, ‘entesis 0 ene cowchetesen el texto fan Alex Haley, Grove fest etal etre pa eohdiess cumplia Una condna en la Norfolk Prion Coleg Rccainid Tastereved ie ererintrae tae nerada, desigual, copié en mi libreta todo lo Com ni ers lent 2 do Tatege sme fea a mi mismo en vou aha todos mis apantes (J De SES cuTaTEes ensando en estas palabras |... De a Oats epee ean a ea a ara al diccionario completo Ip. 1721 Después de copiar el diccionario, Malcolm X tesa Ning ier pe cuando se me revel6eate nuevo mundo de poder ler ene ag 7 tsk cai ne a eee ea eS Paso: eco oss nie th bonis ioc, nose psp pei © negro, pues el cromosoma blanco es recesivo. oo aia ae oe ci OO RIE Oa tara” '5). Leyo historia, libros de Will Durant Se OTB EAE Woodsay Y como nadi conclusion es ela ° y Amold Toynbee, de W. E. B. du Bois y Carter G. vio cémo “la plorios rl bal gaps oer ot fl se ee oe ppeecia teeters Raise | ca del oL...) Nunca me olvidaré de lo espan: aaeniarn as quate one cal re Ever rere econ etc Pa eye a eat eee cee Peels de creer Ip. 175) LEVENDOWOS) NOSOTIAS MISMAS como resultado de la bre blaneo por scompleja y neurética necesiclad de} H verdadero papel nla historia” (p. 180), Malcolm X leyé de mane cada libro confirmaba la verdad de las ens hammack “Es un crimen esta mentira que se ha conades generaciones tanto a hombres y con hm Ke egros como blancos |... Inocen. Wig ROS ReBrOs que crecian, vivian, morian dk viejo helen, ensin ewBonzados de ser negros. Pero ahora la verdad Conte liendo a relucis"(p. 181), a historia de Wayne Booth condice al salén Cristal dl tote Biltmore en Los Angeles donc oc on discurso presidencel pas iene ene ey Association. Hl amor de Makoi X porlos lin tee decom din, al estado el en Ahad oe tulitudinaria deta Ongnizaion dea Ut a ea Como hemes visto una elias cone ne Boch acer elec con ln de Makin ese J srprendentelecturt auc hae aac X de ln genchctmendeians noe rudinentaro def reproduccion nena se brspeara o de un hemes hen GB coc ee a ye ext penpectn i a roa hmemesla Mary, die Wool, va al Manco Ben con busca de infomactn sobre as anes An fiends el hecho mas ade un hom- > del hor ie dice Samuel Butler: “Los hombres sensatos nunca dicen fo ins lcasan de las mujeres”? Las hombres sensatos nunca habian de Sab ue ee pie 1 ls puede educar o noe Napoleon en sag ino. El doctor Johnson pensaba lo conan. Monee oe, wo taqtenen? Algunos salvaje dicen que no tienen, Oto af ae "0, afieman que las mujeres son medio livinas y las aden, Por este 16 LEVENDOCNOS) NOSOTRAS MISMAS nen que su inteligencia es mas super mas profunda. Goethe las honrg; © donde mirata, Jos hombres pen- motivo. Algunos sabios sostie Gal; otros que su conciencia € 1 ‘Mussolini las desprecia. Miran u whan sobre las mujeres y sus pensamicntos dferian.* Ja cuenta inconscientemente de sderno, ln cara y la figura del pro- eer von X, dedicado a la tarea de escribir su obra monumental fa infertoridad mental, moral yfisica del sexo femenino “St presion sugeria que tabajaba bajo el efecto de una emsocion de Prhacia clavarla pluma en el papel, como si hubiera estado aplas S milo un insecto nocivo mientras escribia, pero cuando lo hubo rarado toxlavia no se dio por satisfecho; tuvo que seguir matin ola, 1 Un ejecicio psicoldgico muy elemental [.]me most {1 que el dibujo del profesor era obra de la cdtera” (P. 45) Aas inusual en eso, piensa ella, dada la provocacion. Pero {Como explcar la colera de los profesores? [1 Porque cuando wie puse a analizar la impresion que me habian dejado aquellos Tioree L-1a menudo habia presente otro elemento, que no pucle entificarinmediatamente, Célera, lo Ham [...] A juzgar por sus Gxttanos efectos, era una c6lera dislrazada y compl simple y declarada” (pp. 46-47). Desencantada con los profesor concentra en los historiadores, Pero aparent ieron un papel importante en la historia Lt poca informa ‘ocupante; Ico: “Golpear a la es nocido del hombre y lo prac as clases altas como fas baja jeratura presente un cuadko Fy se di Triste y confundida, que ha dibujado algo en su c y los ensayistas, Mary s€ nente las mujeres no tuvi ‘clon que encuentra Mary es pre posa [.... era un derecho recor taban sin avergonzarse tanto Ia (p. 60). Llama la atencion que 1a it contradictorio, idad, si las mujeres no hubieran existido més que en las obras pinaria uno como una persona a re ‘escttas por los hombres, se as {importantisima; potfactica;heroica y mezquina; esplendida Y $9" rope afinitamente hermosa y horrible a mis no poder, tan grande ‘como el hombre, y segan algunos atin mis BF hujer de fa literatura, En Ia realidad, como seal el ppofesor Treve ra attack propa, ead La Pal, Seb ‘ads entre + Vingnia Woolf, pa as referencias subsecuentes tieve, Harcelona, 198, ees entre cochetes en etext LEVENDOCNOS) NOSOTRAS MISMAS. lyan, la encerraban b yan, la encerraban bajo lave, le pegaban ee Pegaban y la zarandeaban por la , Mary no puede Hegar mas Claro esti que para poder hacerlo debe asegurarse “i aa ene para vviey una habiacion prop ea a ores que mokdean nuestro traba roa ms ‘© principal del mito es el amor enlog ch Desens el éroe por los libros, y la manera en que Seca p otro, a negaciones hipercriticas que congel a iD sucede © por qué . tne “syns aa a cnc lentes, ‘tomarlas para si’ como aliment Pat rem?” (p. 318), (0 para su propia ms ieno que algo que pean POX Macohm XY Virginia Wool exon state dp : ti can a este término pensamientos biera imagin: Ag ea Ie and pan de on dS indy a tcreera histor de lec ‘RRR Ls pcs ys cnn dh ees ee \ 8 LvENDOWNOS) NOSOTRAS MISM res adc Tanto Ia ete a¥e Tos libros que lee y todo el entorno cultura le tein cote esta hecho para cl papel que Te toca desempe I Habilidades son reconocidos y recompenss entra con mentor ‘etapa se encuentra Patera psible, lo que un “en- peas yara todos, si lograrame t6pico ti eyorativo, y la histori ry. Al pasar por alto las reali neste sentido, Al a sa en las histo de Ma PUEStA DELIBCTOR ¥ LA GRITICA FEMINIST La THORIA DE LA RES! ee el to rant a Sees He eae hablar de lectura sin ats Ene duidias, Pero por ahora In critica de Ia. os impli Was preocupantes ipl hie : ‘jonan distintas versiones an ofrecido pasan por alto l de esta aeons asan por alto estas realida mater cumplir eon si misin, ete encventso deers ocuri a I eeSSaa Revol interesante que la pregunta obvi Jimentan, ia de Ia respuesta Estas dos atin no se LEYENDOGNOS) NOSOTHAS MISMAS. no significado que tne el género ya se haya hecho, e305 estmonio del reiene pate e Nevin fanaa adems de ls presi declgie dct dl tens ho dela tera de la respuesa del eco ee cra feminisa sino por Jonathan Caller us tein et dela tect“ la experiencia de ts canoes ns rie cuaidids de una pomona lecom, pode meee tenca hia en a expen delalitontues ee ee te significado dea teary, seats persona fice fan me ieren verde varon, Stl sgnieado de uns abe ex Gia de unlctor aut diferencia hay enc ater yea ees Hasta hace poco esta pregunta nose x ane critics dela ora de la espuesta del eer tn oe os crades con dios tens. Au el exude de alee auesucede dento de ete campo ula nae ee Permiteanicipar el mb que tort de ee oe es to pdr ear a tomar al ser deapeaca doe ee erica feminisa.Segun Culler os deers eaten fas") que se han propuesto exan todos opanienn one ted problemas. Hl primera la cucsion ooh oe oor contola a ecoro vcevera Pass Deve we ea lady Stanley Fish, el ecor poser un nence ar Wok. Los lecores een los poemas qc han oes ee relacionado con Tas Fec- ee a Rivonia ol.gener tend un Papel Np a aa ig. 3 re a ae Faslca meena la fort ene a at Percnte sorta al masculine genérco, y de la necesklad corregir este err Por titimo, identficara a la literatura —Ias ac~ tages de Tecra esctur— como vn arena importnte pur I ue pola, an compenente crcl del proved = y " 10 se acerca a la critica de fa teoria dela hecho, la cic fe lamente centeados Siempre ha tently ttereser protundamente cen Fin tas siguientes dos secciones de este ensayo re- oF nbres, y luego con textos escritos por mujeres. En el pro- por hombres, Taego con tex cpr seluct algunos de fos puntos que podria ‘ a : a de la lectura. por y sobre lectores alt idos en. tratados y clarificados por una teoria femini LA LECTORA ¥ EL CANON LITERARIO aunque series de toi de respuesta de eto ropo- heeds erentesy moss ves coasts on er i juraleza del material. Con el ins on, la naturateza del texto wel LEVENDOCNOS) NOSOTRAS MISWMAS. ” mos. De mane dad de nis especifica, el andilisis feminista de la activi la lectura comienza con darse cuenta de que el canon li terario es androcéntrico, y que esto tiene consecuencias muy daninas para las lectoras. La documentacién de este punto fue una de las primeras tareas emprendid: criticas feminis- las. EL trabajo eritico realizado por E jer en 1971 so- bre los programas de estudio dentro del area de las letras resulta cjemplar en este aspecto, {En su primer aio en la universidad a una estudiantel se le pod dar leer una antologia de ensayos con titulos como El bombre respon sable, 0 Condiciones del hombre, 0 El hombre en erisis, 0 quizé El hombre representative: héroes populares de nuestro tiempo, en don- de 33 hombres representan distintos tipos de heroismno, tales como cl del eSeritor, el poeta, el dramaturgo, el artista y el gurt, y sélo se incluyen dos mujeres fa acti Eizabeth Taylor y Jacqueline Onassis ls hero I Quizi la estudiante Jeerd una coleccién de cuentos del tipe de Bt {joven en la literatura de los Estados Unidos: el tema de la inctacion, © textos sociologicos como EI hombre negro y ta promesa de los E ‘adlos Unidos: Dentto de un programa lterario mas ortodoxo podri Iegara leer algunos de los clisicos de siempre, como Falipo, como co: ‘ment6 un profesor en un ndmero reciefite de College English, todos squeremos matar a nuestro padre y casarnos con nest dependientemente de todo lo dems que pudiera leer, se enfrentard ‘de manera inevitable con el libro preferido de todo euso bisico de literatura inglesa, el clisico de la rebelion adolescente, Retrato del antista adolescente, Al final de su primer ano, una estudiante habed aprendide acerca de la neutralidad intelectual; de hecho estar aprendiendo a pensar como hombre. ¥ esto se incrementari cada ver mas con la guia, existenc lee. Eis presencia dle profesores varones pi Los re tos mais personales de otras critica por Showalter. refuerzan lo dicho El primer resultado de mis lecturas fue el sentimiento de que los per- sonajes masculinos resultaban,, por decirlo de alguna manera, mas interesantes para sus autores que los femeninos. Asi pues, al leer sus ane shower, “Women an the Literary Gc, Collage i 32 1971, p. 855. Pa ara un excelente ejemplo de trabajo recente que sue el exp de ENDOLNOS) NOSOTRAS NISMAS 16 LeVENDOCNOS) NOSO menos en la sexual” - fees mi ia le puede muy bien Para una mj vacién. De hecho, una educ causar un grave dano psiquico: a sion extrana pero logica de nuestra educacion. Al imaginarte hombre intenté crearme hombre, Aunque sabia que esto era ‘ira manera, me parecia que no podia hacer nada para convertir aa ‘estructura la experiencia de re ura de FF an a se rc aa Sn onatderems i ama escena de €P tor vason siente su afinidad ie, mirando. sn medio de la corti Una muchacha estaba ante él, € en, mando Sol yteanquila mar afuera. Parecks que un are magico fe ier Bt apariencia de un ave de mar bella y extafta, Sus plernas dest la ec de Showa, vase Paul Later, Recomsctng Amer iterate, Fe rs, OM Westbury, N.Y, 183 are A a ergy, and Mideemar™, Mssachuses Reve 3, 197.5. 26 sd, p26 LEYENDO®NOS) NOSOTHAS MISMAS ra langas eran esbeltas como las de la grulla y sin mancha, salvo all donde el rasiro esmeralda de un alga de mar se habia quedado prendido como un'signo sobre la carne, Los muslos mas lenos, y de saves: matices de marfil, estaban desnudos casi hasta la cadera, donde las puntillas blancas de los pantalones fingian in juego de plumaje suave y blanco. La falda, de un azul pizarra, la lewaba dlespreocupadamente recogida hasta la cintura y por deteis colgaba ‘como la cola de una paloma. Su pecho era como el de un ave, liso ¥ elicado, delicado y liso como el de una paloma de plumaje oscuro, Peto el largo cabello rubio era el de una nia; y de nina, y sellado, ‘con el prodigio de la belleza mortal, su rostro.!* ‘Cuando un hombre lee este fragmento, se le invita carse con Stephen, a sentir “el tumulto de Su sangre”, para asi ra- tificar la supuesta universalidad de ka experiencia, Independien- temente de que la visién de una muchacha en wna playa le haya provocado alguna vez emociones similares, el lector mi queda invitado a sentir su diferencia (de manera concreta con respecto a la muchacha) para entonces considerarla como algo Universal, Aqui resulta pertinente la teoria de Lévi-Strauss dle mujer funciona como una forma de moneda que int n los hombres. La mujer en el texto convierte al texto en circulacion de este texto-tiujer se convierte en el ti tablece un lazo entre el autor y sus lectores identifi- culino EL fecta a una lectora de manera diferente. Ju- ith Feterley proporciona la teoria mas explicita hasta el mo- mento con respecto a la dindmica del encuentro de la lecto cco ka Tit wlrocéntrica. Segun Fetterley, a pes gencia del estercotipo de la vieja castrante, “la reali mujeres, sino en los hombre: 1 las mujeres 1 inmasculacion de las mujeres por parte de Como lectoras y maestras y estudiosas, se ensena identificarse con un punto de vista masculino, y a = Joyce, Retrato del artisia adolescent, rad, Allons Dama, 4 ea, Pre Ini, Mexico, 1981, 195, "S Vesxe tambien el andss de Ference Howe del mismo pasaje en “Feminism and Literature”, en Dales of Women in cto. Feminist Pepecties, Susan Rep ‘elma Comilos ed), Hering Green Sate Univerity res, Bowing Green, Ob, 1972, pp. 282-265, bs LEVENDOKNOS) NOSOTRAS MISMAS. aceptar como normal y legtimo un sistema masculiN? de va tee ino de cuyos principios centrales es lx misoginia” proceso de inmasculacion no otorga poder viel Ia leeto- ra Por el contrario, duplica su opresiOn. Sufre “no solamette la falta de poder que se deriva de no ver su exper larificada y legitimizada dentro del arte, sino car nes significativa Ia impotencia que resulta de It in ainable division dl ser contra cl ser, es deci, del llamado a identifi ‘omo hombre al mismo npo ql see recucrd ic QAR — Fn Woman and the Demon: The Life ofa Victorian Mb, Harvard University ress, Cambie, 1982. Nina Auerbach emplea una heemeneatica postiva similar, surge no identca, Revi los ion e imagenes de makres (como ingeles, de Ios vicimas, prostate) te as ceas Feminists han recone "ubios neni” como refles iosramentos dela Mdeologa sexist, y descubre en ellos un inesperada autoneacin iti, Auerbach argument que la "mas polos {que lamenos reeonock,ceacin ie a agnaein cultural victorian es una ms Jermigcay explosivancine mdvl, que compe las onteras de a amie cual ‘Seledad a vestringe. Hun de ets iva viata es una celebracin deka imag ES LEVENDOCNOS) NOSOTHAS MISMAS, i LLEYENDO 108 TEXTOS DE LAS MUJERES Showalter tiene raz6n al plantear que la critica feminista en afios, recientes ha dejado de hacer hincapié en la “eritica” de textos sobre todo escritos por hombres para concentrarse en la “gino- critica’ 6 estudio de los textos de las mujeres. Claro esta. que no se puede olvidar que esta Gltima siempre ha figurado en fa agenda feminista, Sexual Politics, por ejemplo, contiene no s6to las criticas a Lawrence, Miller y Mailer que le ganaron tanta fama a Kate Millet, sino también su inolvidable relectura dle Villette?" ‘También es igualmente cierto que el interés por los escritos de las mujeres no ha suplantado por completo el estudio critico de textos patriarcales. En un sentido, la “critica” ha establecido tun nexo entre los estudios de textos escritos por hombres y tex- tos escritos por mujeres. Cuando la critica feminista pasé a ocu- parse de estos iiltimos, desplaz6 su atencin de los textos an- drocéntricos per se a las estrategias criticas androcéntri desplazaban los textos de las mujeres a los n plos mas tempranos de este género (aqui po- demos mencionar a “The Double Critical Standard" de Showalter Emily Bront se preocupaban en primer lu prejuicios contra las eseritoras que obnubilaban el juicio de tec tores bien ubicados, es decir, resefiadores y criticos.22 Hoy en dia poseemos analisis mas elaboraclos y completos le la tradi- ci6n critica androcéntrica. Uno de los mas convincentes es el anslisis realizado por Nina Baym sobre la literatura de los Estados Unidos.’ Baym observa acid colectva que creyo en ella” (p. 1. Véae también, de Auerbach, “Mag ad Maidens: The Romsince of the Victorian Freud, en Oneal ngur. 8, 61, pp. 2KI-30N. La tension entre fe hermencutica Feminista posiia y negativa es al Vex Inds eviente cuando se tata dels "cisco" Veane por eemplo, de Cara Thomas Nec, “Feminist Moxles of Shakespeare Cais Compensitory, Iusifeatory, ‘ranslonnaional, em Wosnen x Shades, p 9, 1981, pp. 315. "Kate Milt, Sexual Pots. Avon took, Nueva York, 197. line Showalter, “The Dauble Cea Standard and the Feminine Novel’, cap. 3, A Lerature of Their Our Irish omen from Bronte t Lessing, Pincetoa Uiversty Press, Panceton, 1977, pp. 7599, Carl Okman, “Baily Bowe ia the Hands of Mate Cells, Colle Bgl, 32,1971, pp. 906913. 3 Nin Bay, Melelramas of eset Manhood: How Theorics of American Ftion exclude Women Avthors’ven American Quarry 33, 1981, pp. 123-139. 2 LEVENDOCNOS) NOSOTHAS MISMAS, ‘que hasta 1977 el canon estadunidense de eseritores importan- tes no incluia ni una sola novelista. Y, sin embargo, en términos numéricos y de éxito comercial, las novelistas probablemente hy 2 literatura de los Estados Unidos desde media- ee oor ccc expe eta aroma? Una explicacion es simplemente la existencia de un prejuicio del tipo que registran Showalter, Ohmann y otras. Una segunda explicaciOn es que las eseritoras vivian y trabajaban en condicio- nes sociales que no resultaban particularmente conducentes a la producci6n de una “excelente” literatura: “Habia por lo general una especie de inmediatez. en las ambiciones de las mujeres d d literatura que las conducia hacia el profesor ;ntes quee al arte, tanto por elecci6n como por presiones socia~ les y oportunidlad”.’* Baym aduce una tercera raz6n ms sutil y quizé mas importante, Segiin su planteamiento, existen “restric- ciones relacionadas con el género que surgen no de las reali- dades culturales contemporineas de las escritoras, sino de teo “riticas posteriores |... que imponen sus preocuy manera anacrénica, después del hecho, sobre un periodo ant rior’ Si uno lee 1 los criticos mis instrumentales en la for- macion de las teorias actuales sobre la literatura estadunidense (FO, Matthiessen, Richard Chase, Charles Feidelson, Lionel Tri- Iling, etc.), encuentra que el modelo te6ri tadunidense candnica es el “melodrama de a Aceptar este modelo también implica aceptar como consecu cia la exclusion del canon de los “melodramas de la mujer en peligro”, ademas de casi toda la literatura que se centra en la experiencia de las mujeres.2 L y los mods de lectura androcéntricos ha sido bien resumida Por Annette Kolodny. aciones de +p. 125, {Dip 130, Uns de las ons ndacoras de Legend of Sleepy Hollow", sobre lr cust Leslie nuestra primers leyenda local conmemare, aunque jiguetonaient, [Twila del Sonar de ka sepia", Late and Deut in the American Nove, Criterion, Nuews York, 160, px 2 Women’s Fiction: A Gude 1 Moves by and abt Wonmen i America, 1820- 1870, de Nina Baym, Comell University Press, tha, 1975, propercana un buen ‘estudio de is bes ue han sido exclu deka tain, LEYENDOWNOS) NOSOTRAS MISMAS. 1 Em la medida en que se nas ensena a leer, no nos relacionamos con textos sino con paradigmas. [1 Bn la medidla en que la literatura misma es una institacion so: cial, Ia lectura es tambien una actividad altamente socializada —o enudita— [...] Leemos bien y con placer aquello que ya sabemos leer; y lo que sabemos leer depende en gran medida de aquello que ya hemos leido Cobras a parti de las cuales hemos desarrollado nues- tras expectativas y aprendico nuestras estrategias de interpretacion), Entonces lo que escog nos leer —y por extension, ensenar y por cende "eanonizar"— se desprende por lo general de nuestras lecturas previas.2” , que a su vez favorecen la canonizacion de textos androcentricos y la marginacién de los ginocéntricos Para romper con este circulo, las criticas feministas «leben luchar cen dos frentes: por un lado, revisar el canon para incluir en él un, niimero significativo de obras escritas por mujeres, y por el otro desarrollar estrategias de lectura que resulten coherentes con los intereses, experiencias y recursos formales que constituye! 6505 textos, Claro est que pars tener éxito también nei luna comunidad de lectoras que posean“un alto grado de expe- compromiso y entrenamiento y que ademas estén dis- 4 la lucha sus recursos tanto pei ssitamos institucionales.2* critica de estrategias de lectura androcéntricas resulta esen- ya que abre espacios ideol6gicos para la recuperacién de los textos escritos por mujeres. AL explorar este punto, observi- mos, en primer lugar, que se ha realizado una gran cantidad de trabajo y, en segundo lugar, que este proyecto parece adn Annette Kolodny, “Dancing though the Mince: So Theory, Practice, and Polis of 4 Feminist Literary Cait 180, pp. 10-12. Koloay elabora sobve el mismo tema en A Map Fr Reread Gender and the fotespectation of Literary Texts’, New Llerary History, Uy 1980, pp. 151-467, Pra un excelente resumen de La forma en que bs “comuni nist ha cambiado las convenciones eres yIerarts, vase Jean E. Kenn ‘Convention Coverage, or How to Read Your Gw0 Life’, New Litoary Histor, 8 1981, pp. 6.88. Los programas de los Glimnos 25 anos de la Convencion de ta Ma bree wna evidenctt mas conereta de os cambio en Tos cinomes Meraris yc feast como de las cts polis «eos que provocin dics cambios, te Observations on the interpretativa” 14 LEVENDOCNOS) NOSOTRAS MISMAS complicado y diverso que la critica de textos escritos por hom- bres, De hecho, resulta imposible en unas cuantas piiginas hacer justicia a la amplia gama de preocupaciones, estrategias y posi- ciones asociadas con la lectura feminista de textos escritos por mujer mbargo, hay ciertas cosas que pueden decirse. En. lo que resta de esta seccion me concentraré en un ensayo ejem- plar; “Vesuvius at Home: The Power of Emily Dickinson”, de Adrienne Rich.” Mi comentario antici a la anticulacion de un idigma que ilumina ciertos aspectos de las lecturas feminis- tas de los eseritos de mujeres. ss, sobre todo, la ret6riea del ensayo de Rich, pues representa un comentario implicito acerca del proceso de lec- tura de los eseritos de mujeres. Las lecturas feministas de textos cescritos por hombres son, como hemos visto, ante todo lecturas resistentes, La lectora adopta una aetitud de adversaria, 0 al m nos se distancia del material a leer. En las primeras paginas de su ensayo, Rich introduce tres metiforas que proclaman una ac- titud muy diferente relacionada con su tema Los métodos, las exclusiones, de la existencia de Emily Dickinson no podrian haber sido los mios; sin embargo, cada vez mis, como tuna poeta que va encontrando Sus propios métodos, he llegado contender sus necesiciades, podria haber sido testigo en defensa suya Ip. 1581 cde Massachu: Viajo a la velocidad del tiempo por la autopist LL 1*EI hogar no es donde esta el coraz6n, sino la casa y los edificios ccontiguos” eseribi6 en una carta. [..] Vigo la velocidad det tiempo ste afios no me he de ten diteecion a la casa y los edificios. [1 dicado tanto a visualizar a Emily Dickinson, sino mas bien a tratar de visitar, de penetrar su mente a través de sus poemas y sus carta, y a través de mis propias suposiciones de lo que podia haber sig. hificado ser uno de los dos genios estadunidenses de mediados del siglo x¥%, y tina mujer que vivia en Amherst, Massachusetts Ipp. 158-1591 Durante meses, durante la mayor parte de mi vida, he estado revolo- teando como un inseeto contra las pantallas de una existencia que > Fn Adenine Riel, On Le, Seer, and Silence Selected Prose, 1966-1978, W. |W. Norton, Nuva York, 1979 as referencias subsecventes estan cadasentte or chetes en el tent LEYENDO(NON) NOSOTRAS MISMAS. ss vivia en Amherst, Massachusetts, entre 1830 y 1886 [p. 158] [..] Aqui len la recdmara ‘de Dickinson} me convierto otra vez en insecto, vibrando contra Jos marcos de las ventanas, aferrindome a los vi Arios, intentando coneetaeme Ip, 161] se realiza de manera bre el proceso de I: La lectora feminista ha- «qui vemos como el ‘género es de crucial importancia. La lectora feminista toma par- tido por la escritora contra aquellas lecturas patriarcales err6- eas que se vuelven triviales o distorsionan su obra. La segun~ da metifora hace referencia a uno de. de k Aqui, a través del uso de estas metafora: silenciosa y poco evidente un come I Rich, como st aceptara la condicion que Dickinson hat puesto a sus amistades, viaja a través del espacio y el tiempo Para visitar a la poeta en su propio ferritorio, Va a Amherst, a la casa donde vivid Dickinson. Toca el timbre, entra, sube, pasa a la recimara que habia significado “libertad” para la poeta. Su destino, en tiltima instancia, es la mente de Dickinson, Pero no ces suficiente leer los poemas y las cartas de la poet a su coraz6n y su ment pasa por “la casa y los edificios contiguos”. sPor qué se recluy6 Dickinson? ;Por qué escribié poe no publicaria? 2Qu volcanes, desiertos, eterni isi6n, suicidio, animales salva- jes, violaci6n, poder, locura, el demonio y li Rich, sas preguntas estin relacionadas, Ura Tc % Hl evento de Susi Glaspll, “A Jury of Her Poot slreddor de una vara te de esta meter yal apart de ects imple en ete cuenta no as th pas poate parkas rics feminists: Ante Koloy, por emp, dete ta forma on que “explora ls marcas gendrcas neces que defen onsale «user defined pares ene compl rece de dese de a end © el siglieado™"Aungue el cuecto no exe a bs lecores masculios, ns hace Consens de que has epeentacons smbolicas depen dun fen de toeimientos compartsyrelerenciy penta, em enc, duc el Sg {do emenino” en naccenble sk hieypretacion msc, “Augie acetal ie er mann) en ip dif tren fone one $Tas mujeres, es com recuenca un ctor sda? CA Map fo Reve npn 0-43) oa a 16 LEYENDOCNOS) NOSOTHAS MISWAS. la obra de Dickinson va de la mano con un de su vida. Tengo la sospecha de que el genio se conoce a sf mismo; de que Dickinson escogio su seclusion, sabiendo To que nevesitaba. [1 Esco con euidado sus amistades y control6 et uso que daba a su tiempo, [..J Dada su vocacion, no era exeenteica ni pintorescay es taba decidida a sobrevivir, a hacer uso de sis poderes, a hacer los ahoreos que fueran necesatios Ip. 1601 Para escribir (la poesia que necesitaba escribie) tenia que penetrar cen cimaras del ser en donde Ocala Sorprenderia mas_- ¥y para ceder el control ahi, pant correr esos riexgos, tenia que crear una relacin con el mundo exterior donde podia sentirse en control [p. 175} La metafora de la visita apunta hacia otro aspecto de las lec turas feministas de los escritos de mujeres, es decir, la tendeni 4 interpretar el texto no como un objeto, sino como la maniles tacion de la subjetividad de la autora ausente, la "vox" de otra mujer. Rich no se conforma con disfrutar la textualidad de los poemus y las cartas de Dickinson, Para ella, éstas son k que conducen a la “mente” de una trabajar su imaginacion y su gran capacidad retoriea pa “la figura de voluntad poderosa” que habita el corazén del texto, Leer a Dickinson es intentar hacerle una visita, escuchar su voz, hacerla vivie en una misma y sentir su impresionante “dime si6n personal” st {Al mismo tiempo, Rich esti muy consciente de que la visita a Dickinson es solo una metafora para leer su poesia, y una meti- fora inexacta, Hace evidente esta conciencia a través de su t cera metifora, Ya no es posible visitar a Dickinson; una solo puede penetrar en su mente a través de sus poemas y sus ca Hay una fen tendeea contra, nspiaa por el posesicurais francés, {que privilegia aprecncn de a textual sobre la eecuperici imaginal de [resertora como sueto de la obra, Véase, por eempo, lary Jacobus, Is There 2 ‘Woman in This Teat™ New Lierary History, 14 1982, pp. 117-14), especialmente eb pprrafo Rin Ll rac del ensayo subvaya i eontroversit: “Quiz lt pre dunes que las erica leminitas deberan hacer es: ay una mujer en este tex toy, sino lay un texto en esa mujer” ee YENDOUNOS) NOSOTRAS MISMAS, 7 del mismo modo que una puede entrar a su casa por la puerta de atris, por donde sacaron cargando su féretro, Al leer, una encuentéa Gnicamente un texto, la huella de una autora ausente. Por fin en el piso de arriba, en el cuarto donde Dickinson ejercia lun asombroso oficio, Rich se descubre otra vez como “un insec- to vibr cos de las ventanas, aferrandose a los vidrios, intentando conectarse”. Pero, aunque “el rastro es muy fuerte’, Dickinson misma esta ausente. Quiza el recurso retrico mas evidente empleado aqui por Rich, atin mas obvio que sus met iclantes, es Su USO de una voz personal, Su acercamiento a Dickinson es consciente y desvergonzadamente subjetivo, Describe con claridad su pun: to de vista —qué es lo que vio al cruzar el valle de Connecticut en direccin a Amherst (gasolineras, MacDonald's, centros co- merciales ademas de “una primavera verde clara suavizando las colinas, cerezos y otros frutales silvestres floreando en las hon- donadas”), y en lo que pensé (la histor suniones religios: jones espiri- la irrupei6n del fanatismo puritano, y los recuerdos de sus fines de semana como universitaria en AmhersD. Algunos de estos elementos —las gasolineras y los MacDonald’s— hu- bieran resultado desconocidos a Dickinson; otros —la vision de los cerezos y los frutales silvestres en la primavera, y sobre todo Ia experiencia de ser una mujer poeta en una cultura pateiar- cal— establecerian una afinidad entre ellas. Las metiforas de Rich junto con su uso de ui apuntan hacia al ndo en los im: 1 vor. personal 1unos de los aspectos clave que subyacen en de los textos eseritos por mujeres. Por un otc Visita y, por ende, debe respetar las formulas de comtesia indicadas. Debe evitar las intron no autorizack debe poner cuichido en no apropiarse de anftriona, en no imponerse ello, la Lectura es al mismo tiempo tn encuentro intersubjetivo y tambien algo menos que eso. Al leer a Dickinson, Rich de penetra en su mente, encia. Pero el texto es U pantalla, un objeto inanimado, Su subjetividad es s6lo una pro- n de la subjetividad de la lectora. 138 LEvENDORNOS) NOSOTIRAS MISMAS Rich sugiere cual serfa la motivaci6n central, el ideal regula- ba formaeabacercamicnto de laleg 1 a estos, recupericion de este contexto es unit condicion necesaria para del punto de vista y la cultura de las MoDeis munis bs Lacuna: Ut HESMEN sescuiaie Gal tate bce ts tejuitbe esses dalen aies ee eel eee erent eee "aetna nl lector el lector manipula al texto para produce signa due convengan as propio interser y 2 aaa tof {Gbeto podemos dating que proves i : Ciiccor hnbas pegunasse teen: iii a de las lecture He pan {Caren Greenberg propone unt akernatva en "Reading Reading: Echo's Alton fof Language’, en Women ahd Language Literature ind Society, Sally McConnell ‘Ginee, uth Broker y Nelly Furman (els), Praeger, Nueva York, 198, pp. 304309. ‘Acker, hay muchas cuestones importantes que han quedo fuera dem disc sion, Por empl {La relacion de s carers como lectors con el desarrollo artistic de a esetor kn Madcoman inte dit, Yale University Press, New Haven, 1960, Sanda Gillet y Susan Guar muesian que las exerts tuveron que hichar pra sobreponerse Ia sansiedil de autora” que contrajeron dels pronunclamittos" de ss prelece- soves, tanto hmmbees como mujeres. Tambien argumentan que Ei eelacion que Las scritris Forman con ss preecesoras no apna al mexlelo de combate ipo Propuesto por Bloom, La actud de Rich hacia Dickinson (comma aien que hte {add ah, como una “mule” precursor que dee ser recuperda) coer el spumento de Gilbert y Guba ENDOXNOS) NOSOTHAS MISMAS, w a esta relacion, pero para fas feminists QE ct énero inserito en el texto ademis del género de ta Tectora— resulta fundamental. Por lo tanto, la historia feminist tiene dos capi Jos: uno que se ocupa de textos escrtos por hombres y otro de textos escitos por mujeres i primer capitulo esti enf lector. Qué es lo que le hacen a ella ls textos e hombres? La historia feminista establece tres momentos para la relacion sujeto-objet. La pregunta basica que caracteriza al pri- qui Ta historia feminista cabe muy Bien ¢ ef marco que propone Iser, Las feminist ten cen que el androcentrismo del texto y sus efectos daninos para las lectoras no son productos de la imaginacién. Estos se hallan implicitos en los “aspectos esquematizados” del texto. El segun: do momento, que se relaciona de mane! ar con la tram: de la historia de Iser, se bast en reconocer el papel crucial que tiene la subjetivicad de la lectora, Sin ella, el texto es nada, El proceso de inmasculacion esta latente en el texto, pero solo se cualiza mediante la actividad de la lectora. De hecho, la lecto- ra es la agente de su propia inmasculacion.* Aqui pareceria haber una corroboracion de la afirmacion de Culler, segtin la cual los modelos duales de lectura inevitable- mente se desintegran en uno de dos monismos. ELtexto (y, por ‘alr La elacdn entre las escritrasy sus lectores. Necestamos tanto estudion actu les solve larecepeiin como etios de a Forma en que hi estos concbieron a fy ergs en as lectus erin ect de ch de Dickie destaca a bermend tics postiva Sin embargo uno pera preguotate sl eso es aplcable a fodaslos es feitor de las mujeres, Especicament, fe apeopaado paral eckn popula, eso es, paral novela oat que punto son len miss textos de as mujeres ports ores de uns Hleologia patria Janice Raley tetoms esi custiones en “UO n mpulse in Popular Lkeratre: Gothic Romances and ‘ean Protest”, en Ame ‘ican Quarteri. 38, 1981, pp. 140-102, y'en "Women Rea! the Komance: The Iteration of Feat and Content, en Femint Studie, 9, 1983, pp. 58-78. Vease tan then, Tania Modleski Loving ib a Vengence, Mass Produces Rantsies for W ‘men, Methnen, Nueva York, 1982 Ssiser escribe Hl teat yi lector yt 9 se enfrentan el pa tra como objeto ¥sujeto, sino que la lvison’ se leva cabo dentro de Ia fetora misma [Con Forme Icemos, ocume qn division anil de neste personalidad, porque (0 tmamos como tema paca nosctros masmes algo que ne somos. Pr To aA, al Ke fy dos niveles el "yo" ajo y yo real, vital, que munca esti comple dd los exert de ks meres,

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