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La enseñanza de la

DIDÁCTICA y Prácticas Docentes

escritura durante
el ciclo escolar
Elizabeth Rodríguez | Maestra. Tacuarembó. Profesora de Idioma Español. Formadora del Equipo de Lenguaje
en el Curso de Apoyo a la Calidad del Egreso Escolar, PAEPU.

Planteo de un problema Una posible línea de acción


Desde hace algunos años, los escasos avan- Es necesario que, con una mirada profesio-
ces en las producciones escritas de los niños nal y constructiva, analicemos nuestras prácti-
durante el ciclo escolar, especialmente a partir cas en relación al proceso de adquisición de la
de segundo grado, resultan una preocupación escritura que realiza el niño, para determinar si
para los docentes. En general, las causas de este realmente son las más adecuadas y significati-
problema suelen vincularse a diferentes facto- vas. En esta tarea, los cursos de formación en
res: el contexto vulnerable donde funciona la servicio juegan un rol importantísimo como ins-
escuela y el nivel sociocultural al que pertenece tancias de reflexión y aprendizaje.
el educando, la falta de apoyo de la familia, la Las salas docentes que promueven un “pro-
incidencia de los medios de comunicación, in- fesionalismo colectivo” y la lectura autónoma
madurez o presencia de dificultades de apren- de bibliografía actualizada también cumplen un
dizaje específicas, entre otros. Es cierto que los papel muy significativo. La coordinación de jor-
factores nombrados inciden en el aprendizaje nadas dirigidas a los docentes que se encuentran
del niño de una u otra manera, pero la escue- a cargo de un grupo de niños, y a los directo-
la no tiene la posibilidad de revertirlos. Sí, en res e inspectores encargados de la supervisión
cambio, se puede apostar a la calidad de nues- y orientación, es fundamental para fortalecer,
tras intervenciones didácticas para resolver este actualizar y perfeccionar sus conocimientos y
problema y así optimizar los logros. experiencias en relación con la enseñanza de la
escritura; sobre todo, para saber cómo y en qué
intervenir una vez que el niño ha logrado la al-
fabetización inicial.

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texto escrito para optimizar sus intervencio-
nes durante los procesos de escritura y “re-
escrituras” que realizan los niños.
d) Generar la necesidad de la planificación e
implementación de proyectos y/o secuencias
de escritura a partir de situaciones reales de
producción.
e) Analizar y evaluar las producciones escritas
de sus alumnos, compartir con colegas los
avances constatados y también reflexionar
en la observación de trabajos con mínimos o
casi sin avances.
f) Promover la reflexión, el intercambio y el
análisis de sus prácticas en relación a la en-

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señanza de la escritura.
g) Favorecer instancias de producción intelec-
tual entre los docentes.

Por un lado es importante que los maestros


seamos conscientes de la importancia que tie-
ne la escritura en el mundo actual, como objeto
social y cultural que responde a la necesidad
de comunicarse que tienen las personas, como
herramienta de poder que contribuye a la demo-
cratización, y como objeto de creación y disfru-
te. Y, por otro, que la mayoría de las interaccio-
nes del niño con el texto escrito (no olvidemos
que la escritura se vincula íntimamente con la
lectura) y las situaciones de escritura se produ-
El trabajo con el colectivo docente: cen, o deberían producirse, en el marco de la
posibles objetivos institución educativa, es decir, con fines pedagó-
Otra línea de acción posible es el trabajo co- gicos y con la mediación del docente. Desde un
lectivo dentro de la propia institución. Las salas enfoque etnográfico, Tusón (1994) considera al
docentes promueven el “profesionalismo colec- aula como un microcosmos en el que se recrean
tivo” mediante el intercambio de ideas y expe- los hábitos de comunicación y de relación de la
riencias con el otro, la reflexión en conjunto, la sociedad en que se halla la escuela. Es en el aula
lectura de bibliografía actualizada e interesante, donde se trabajará con textos escritos tomados
y su divulgación entre colegas. Todo esto con el de la sociedad para comprenderlos y también
objetivo de mejorar la calidad de los aprendiza- para producirlos, para apropiarse de ellos.
jes en relación a la escritura. Los objetivos de Ahora bien, las investigaciones que se han
estas instancias podrían ser: realizado acerca de los procesos de adquisición
a) Destacar la necesidad de enseñar a escribir de la escritura demuestran que el niño ingresa a
durante todo el ciclo escolar, más allá del lo- la escuela con una serie de conocimientos que
gro de una escritura alfabética. ha construido acerca de la escritura, y que esos
b) Buscar y acordar con el equipo docente, un conocimientos se siguen elaborando tanto den-
marco teórico apropiado y actualizado sobre tro como fuera del ciclo escolar. Según estas in-
la escritura desde un enfoque discursivo y su vestigaciones, mediante una adecuada interven-
enseñanza como proceso de construcción. ción docente, el niño es capaz de lograr escribir
c) Estudiar con el equipo docente, los conteni- en forma alfabética en los primeros grados, pero
dos vinculados a la gramática (tanto oracio- esto no es suficiente para considerar que se ha
nal como textual) y a los distintos niveles del formado un “escritor” competente (recordemos

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que empleamos el término “escritor” como re- Benveniste define la enunciación como un
ferencia a quien escribe en términos de Castedo proceso de apropiación: «El locutor se apropia
(1995) que sostiene que se aprende a escribir del aparato formal de la lengua y enuncia su
durante toda la vida). En los grados superiores posición de locutor mediante indicios específi-
se hacen necesarias otras intervenciones, en cos, por una parte, y por medio de procedimien-
otros aspectos, tanto en lo que atañe al texto es- tos accesorios, por otra» (Benveniste, 2004:84-
crito como a los procedimientos que implica el 85). Según este autor: «La enunciación es este
acto de escribir. poner a funcionar la lengua por un acto indivi-
dual de utilización» (ibid., p. 83). Este poner a
Posibles contenidos a trabajar funcionar la lengua genera un acto de discurso.
En función de los objetivos propuestos, de Calsamiglia y Tusón definen el discurso de la
los contenidos presentes en el Programa Escolar siguiente manera:
y del enfoque del área de Lengua, sería nece-
sario trabajar en conjunto sobre los siguientes «Hablar de discurso es, ante todo, una
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contenidos: práctica social, de una forma de acción


a) La situación de enunciación, el discurso y entre las personas que se articula a partir
los géneros discursivos. Texto y discurso. del uso lingüístico contextualizado, ya sea
b) El texto escrito y sus diferentes niveles. oral o escrito. (...) Desde el punto de vis-
c) El valor y la selección de los contenidos ta discursivo, hablar o escribir no es otra
gramaticales en función de la producción cosa que construir piezas textuales orien-
escrita. La importancia de la reflexión tadas a unos fines y que se dan en inter-
metalingüística. dependencia con el contexto (lingüístico,
d) La escritura como proceso. Diferentes mo- local, cognitivo y sociocultural).» (Calsa-
delos teóricos que lo explican. miglia y Tusón, 1999:1)
e) La enseñanza de la escritura y su planifica-
ción. El valor de las reescrituras. A su vez, cuando las personas se comunican,
f) El tratamiento de la ortografía. tanto en forma oral como escrita, lo hacen en el
g) La evaluación de las producciones escritas marco de un género discursivo particular o una
como parte del proceso didáctico. práctica social concreta. Bajtín define los géne-
ros discursivos con estas palabras:
Fundamentación de los contenidos
seleccionados «El uso de la lengua se lleva a cabo en
Los avances en la Lingüística a partir de forma de enunciados (orales y escritos)
la década del sesenta, con los aportes de una concretos y singulares que pertenecen a
serie de disciplinas (Pragmática, Sociolin- los participantes de una u otra esfera de
güística, Lingüística Textual, Análisis del la praxis humana. [...] Cada enunciado se-
Discurso, entre otras), han incidido en la di- parado es, por supuesto, individual, pero
dáctica de la escritura. Se trata de enseñar a cada esfera del uso de la lengua elabora
escribir partiendo del análisis de la situación sus tipos relativamente estables de enun-
de enunciación, del discurso, de los géneros ciados, a los que denominamos géneros
discursivos y los textos. El objetivo es for- discursivos.» (Bajtín, 2002:248)
mar un escritor competente que no solo sea
capaz de elaborar un texto gramaticalmente Según este autor, los géneros serían como
bien construido (competencia lingüística), esquemas, moldes sobre los que se articulan los
sino adecuado al género discursivo al que textos; estos esquemas tienen que ver con las di-
pertenece, a la situación y a los fines para los ferentes actividades humanas. Todo texto, desde
que se construye. La red de contenidos del lo social y cultural, constituye un ejemplar de
programa correspondiente al área de Lenguas género. Así hablaríamos de género periodístico,
evidencia ese enfoque discursivo y pragmáti- académico, administrativo, publicitario, entre
co de la enseñanza de la oralidad, la lectura otros. Es fundamental que los docentes com-
y la escritura. prendamos esta perspectiva y reconozcamos

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que «los seres humanos somos eminentemente al hablar de secuencias textuales (secuencia na-
seres discursivos que manejamos discursos so- rrativa, descriptiva, argumentativa, explicativa
ciales en una acción comunicativa» (Martínez y dialógica). Frente a esta tarea de enseñanza
y otros, 2002). Esto modifica las tradicionales sería importante reflexionar acerca de las venta-
prácticas de escritura y requiere otras interven- jas y las desventajas que tiene el abordaje de las
ciones y otra manera de encarar la enseñanza de tipologías a la hora de enseñar a escribir.
la escritura. Castellà habla de los aciertos didácticos y los
Un tema estrechamente vinculado al anterior peligros que acechan en relación con este tema.
y que sería importante abordar para optimizar Por un lado dice que la tipología textual ayuda
las intervenciones didácticas, es el concerniente a comprender la diversidad, le brinda seguri-
a la enseñanza de los tipos de texto. En estos dad al docente y le permite elaborar un plan de
últimos años, las prácticas docentes en relación enseñanza para adiestrar a los niños en la pro-
a la enseñanza de la lectura y la escritura le han ducción de determinados tipos de textos, pro-
otorgado un lugar privilegiado a la tipología fundizar unos y no otros, de acuerdo al nivel de
textual. En este sentido se observa una gran pre- aprendizaje en que se hallan los alumnos. Esto
ocupación por clasificar los textos sobre la base le asegura no descuidar ningún tipo de texto que
de una tipología determinada y elaborar un plan resulte importante para la formación lingüística
de enseñanza en el que se enseñe a compren- de aquellos. A su vez, el conocimiento de las
der y producir, en forma secuenciada, un tipo de características superestructurales de cada tipo
texto determinado. de texto le permite al alumno tomar decisiones
Una de las clasificaciones que ha tenido ma- y realizar autocorrecciones durante el proceso
yor difusión y aceptación entre los colegas es de producción de su escrito, en función de las
la que plantea J. M. Adam (cf. Malcuori, 1997) limitaciones de la secuencia textual que deberá

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producir. Por otro lado plantea: «La perversión importancia en el proceso de convertir los sa-
principal que se observa es la consideración de beres que el alumno posee en forma intuitiva,
la tipología como la fórmula mágica o como el en saberes enseñados y saberes aprendidos. Di
aspecto esencial en el enfoque textual de la en- Tullio, en alusión al valor pedagógico que tie-
señanza de la lengua» (Castellà, 1996). Es im- ne esta reflexión sobre la lengua y su funciona-
portante reflexionar acerca de los “peligros” de miento, sostiene lo siguiente:
los que habla este autor: la diversidad discursi-
va, como cualquier otro fenómeno social, se re- «[...] una conducta metalingüística es una
siste a ser clasificada, etiquetada; la tipología no conducta de control del lenguaje. Las habi-
explica en su totalidad la variación, no existen lidades me­talingüísticas se proyectan, deli-
textos “puros”; cualquier tipología que escoja el beradamente, a la reflexión del lenguaje, a
profesor para trabajar en clase no es más que su adecuada producción y a la supervisión
una propuesta entre otras no menos importan- de su comprensión. Esta consciencia me-
tes; el trabajo con una tipología debe enmarcar- talingüística no proviene enteramente del
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se en un proceso de uso lingüístico real. conocimiento implícito que co­mo hablantes


Ahora bien, al enseñar a escribir, los docen- nativos tenemos de nuestra lengua, sino que
tes tenemos que tener claro que los contenidos requiere un apren­dizaje. La gramática, co-
vinculados al discurso, a los géneros discursi- rrectamente enseñada y practicada, puede
vos y a la tipología textual no resuelven todos llegar a re­sultar en este sentido un instru-
los problemas que deberá enfrentar el niño a la mento eficaz.» (Di Tullio, 1997)
hora de producir un texto escrito. Son necesa-
rios los conocimientos gramaticales, los creados Ahora bien, si los docentes no se han apro-
para describir y explicar el funcionamiento de piado del contenido gramatical a enseñar ni son
la lengua como sistema. Es cierto que todos, conscientes de su verdadera utilidad, sumado a
incluidos los niños, poseemos una gramática que existe una pluralidad de posiciones teóricas
intuitiva, inconsciente, que nos permite saber acerca de un mismo tema y que exige seleccio-
cuándo un mensaje está bien construido grama- nar, en común acuerdo, el marco teórico más
ticalmente y cuándo se considera agramatical. apropiado, no podrán llevar a cabo la transpo-
También es cierto que apropiarse de los sabe- sición didáctica ni la intervención adecuada y,
res explícitos y conscientes que proporciona lo que es peor, correrán el riesgo de simplificar,
la gramática, tampoco garantiza la producción tergiversar esos saberes técnicamente sofistica-
adecuada de un texto. Pero en la actualidad, mu- dos o de trabajarlos desvinculados de la tarea
chos autores coinciden en que si bien esos co- de producción escrita. Por lo tanto, considero
nocimientos no bastan, sí contribuyen al logro que si el maestro recibe una sólida y actualiza-
de tal objetivo. Al respecto, Gutiérrez sostiene: da formación en relación a los conocimientos
gramaticales más importantes que requiere la
«El conocimiento interno de la lengua no enseñanza de la escritura, sus intervenciones re-
enseña por sí mismo a expresarse de pa- sultarán más provechosas, se realizarán a partir
labra con prioridad y corrección, ni a re- de fundamentos válidos, y con la rigurosidad y
dactar relatos coherentes y trabados. Pero precisión que exigen los contenidos disciplina-
ayuda a comprender las causas en las que res al ser abordados en el aula. Estos conoci-
se fundamentan las reglas prácticas.» mientos incluyen tanto los formales en relación
(Gutiérrez, 2002) a las unidades, funciones y relaciones morfoló-
gicas, sintácticas y semánticas, como los referi-
Esto cambia el objetivo de la enseñanza de dos a la gramática textual, es decir, al estudio de
la gramática en la escuela y la intervención del las normas que rigen la estructuración y la orga-
docente en este sentido. No se trata de formar nización del texto, los recursos que se emplean
lingüistas ni expertos en gramática, sino de tra- para que este conforme una unidad de significa-
bajar la gramática en función de la producción ción y una unidad pragmática. Lograr que los
y la comprensión del texto. La reflexión meta- alumnos produzcan un texto coherente y usen
lingüística, mediada por el docente, cobra vital adecuadamente los recursos cohesivos (léxicos

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y gramaticales) constituye uno de los objetivos ejemplo, la instancia de planificación del texto
más importantes del ciclo escolar. y la incursión del uso de borradores en el aula,
La enseñanza de la ortografía es un tema han sido producto de las teorías que explican el
que también interesa abordar. Es necesario to- acto de composición de un texto escrito como
mar conciencia de que la ortografía constituye una serie lineal de etapas (preescritura-escritu-
uno de los contenidos a enseñar en relación a ra-reescritura). Sin embargo, estas teorías que
la escritura, pero no el único ni el más impor- atienden más al proceso de crecimiento del pro-
tante. Esto no implica que no se deba enseñar ducto escrito que a los procesos internos ocurri-
ortografía. Una vez que el niño logra escribir dos en la mente del escritor, han sido cuestio-
alfabéticamente, está preparado para el apren- nadas. El cuestionamiento más importante tiene
dizaje de las normas que regulan la correcta que ver con el carácter lineal y sucesivo de esas
escritura. Desde el lugar del docente es funda- etapas. Muchos autores sostienen que el escritor
mental entender las funciones que tiene la or- continuamente va planificando y reescribiendo
tografía para la comprensión del texto escrito, a medida que escribe su texto, que no se trata de
por ejemplo, y el valor social que reviste, para instancias separadas, fácilmente identificables.
implementar propuestas de trabajo. Nancy Sommers (1980, cf. Flower y Hayes,
Además de los contenidos estrictamente 1996) demostró que el proceso de revisión no
conceptuales que atañen a la lengua y al dis- se realiza al final, sino que se da durante todo el
curso escrito en general, los docentes debemos proceso de escritura como un volver a examinar
conocer las teorías que describen y explican el en forma constante. En conclusión, trabajar en
acto de escribir, los procesos que realiza el es- el aula de esta manera puede entorpecer o dis-
critor al producir un texto, para saber cómo y torsionar el proceso de creación. De ahí la im-
cuándo intervenir. Estas teorías han incidido no- portancia de reflexionar con los docentes sobre
tablemente en la enseñanza de la escritura. Por estas cuestiones.

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Las teorías cognitivas, que centran su estu-
dio en los procesos mentales internos que desa-
rrolla el escritor a medida que escribe un texto,
ofrecen un marco teórico válido para fundamen-
tar y enriquecer las intervenciones del docen-
te, por lo que sería muy importante abordarlas
y vincularlas a la práctica. Una de ellas, quizá
la más difundida, es la que plantean Flower y
Hayes (1996). Otra también importante, y quizá
menos difundida, es la de Scardamalia y Berei-
ter (1992), quienes elaboran dos modelos expli- «...el problema que la escuela debe plan-
cativos de los procesos de composición escrita, tearse es cómo hacer para que en su ámbi-
basados en los procedimientos que desarrolla to los niños se mantengan activos, es decir,
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el escritor inmaduro (modelo de decir el cono- leyendo y escribiendo. Debe preguntarse,


cimiento) frente a los que desarrolla el escritor además, cómo hacer para que a través de
maduro (modelo de transformar el conocimien- esta actividad dominen progresivamente la
to); según estos autores, la tarea del docente lengua escrita, es decir, realicen las accio-
será la de ayudar al alumno en el pasaje de un nes efectivas e interiorizadas que les permi-
modelo al otro. tan comprenderla y comprender progresiva-
Existen otras corrientes teóricas, basadas en mente su propia actividad, coordinándola
la escritura como proceso, que también brindan con la de los otros.» (Castedo, 1995)
aportes válidos y que pueden optimizar las inter-
venciones del docente durante la enseñanza de Desde esta visión es necesario tratar la pla-
la escritura, por lo que resultaría provechoso es- nificación e implementación de dos formas
tudiarlas y rescatar esos aportes. Björk y Blom- de trabajo que han ido ganando terreno en las
stand (2000) plantean otras como la corriente aulas: los proyectos de escritura y las secuen-
expresiva que pone énfasis en la posibilidad cias didácticas. Nadie duda de las ventajas pe-
que la escritura ofrece al individuo de expresar dagógicas que tienen estas formas de trabajo en
sentimientos y pensamientos personales, y pri- el momento de enseñar a escribir y, realmente,
vilegia conceptos tales como la espontaneidad, han sido muy difundidas y aceptadas por los
la voz personal y la integridad; y la corriente docentes. Pero lo importante será elaborar en
neorretórica (llamada así por su relación con las colectivo herramientas para la planificación,
normas y prácticas de la retórica clásica) que es- evaluación y replanificación, de manera que
tudia la escritura como comunicación entre in- conduzcan a mejores logros. Es fundamental
dividuos, lo que implica un mayor énfasis en los destacar que existe un momento en el desarro-
diversos componentes de los contextos comuni- llo de estas propuestas (sin quitarle valor a las
cativos tales como la audiencia, la finalidad, la otras) en que la intervención del docente cobra
estructuración del texto y las convenciones de vital importancia: cuando ayuda al niño a rees-
género, entre otras. cribir su producción. La reescritura y la revisión
Otro de los temas que sería importante abor- del texto deben ser revalorizadas como instan-
dar tiene que ver con la planificación de la ense- cias fundamentales y definitorias del aprendiza-
ñanza de la escritura. je para lograr una verdadera transformación del
conocimiento (Scardamalia y Bereiter, 1992).
Por lo tanto es fundamental que los maestros se-
pan cómo intervenir en este proceso, cómo pro-
blematizar para generar nuevos conocimientos
en el niño y qué decisiones se podrían tomar a
partir de las evaluaciones realizadas (por ejem-
plo, análisis de las producciones de los niños y
evaluación del proceso en general).

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Conclusión la lengua escrita y, a su vez, servir de modelo,
Una de las funciones esenciales de la escuela referente importante para el alumno durante el
es lograr que el niño adquiera un dominio acep- proceso de aprendizaje. De nuestras decisiones

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table de la escritura y que se apropie de las herra- y de los acuerdos institucionales dependerá, en
mientas básicas para continuar desarrollándose gran parte, el éxito o el fracaso del niño. Pero la
como escritor durante toda su vida. Ningún niño forma de enseñar la escritura depende de los co-
puede pasar por el ciclo escolar sin haber logra- nocimientos que tengamos acerca del lenguaje:
do avances importantes en escritura según sus de la lengua como sistema y del discurso escri-
posibilidades y situación particular. Los docen- to en particular, por un lado; y de las maneras
tes jugamos un rol preponderante y decisivo en en que se aprende a escribir, por otro. De ahí
el logro de este objetivo, debemos actuar como la importancia de fortalecer y enriquecer estos
mediadores en ese proceso de apropiación de conocimientos.

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