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La Cultura de la Violencia1:
Los últimos acontecimientos llamados por los medios o la sociedad “violentos” que
Chile ha presenciado, o ha vivido si se quiere, no son actos o consecuencias de éstos, que
surgen desde muy poco tiempo, sino que son el resultado de toda una historia que no se ha
querido reconocer. Pero antes de ahondar en el tema, se debe definir qué es la violencia;
según la RAE2: “Cualidad del que está fuera de su natural estado, situación o modo. Que
obra con ímpetu y fuerza. Que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y
justicia.”; según las ciencias psicológicas3: Es el resultado de los reiterados estímulos -
enseñanzas con contenidos violentos, impuestos en el hogar, en la escuela, y en la
sociedad, obligando al modificar naturalmente al cerebro y a todo el organismo, para el
almacenamiento de dichos contenidos como memorias patológicas.
Más allá de las definiciones, hay que destacar que los actos violentos son el
resultado de estímulos que los provocan. A lo largo de la historia de Chile, ha habido
violencia. En la época de la conquista española, el país se vio enfrentado en una cruel
guerra invasora donde unos “civilizados” trataban a toda costa doblegar las razas indígenas
del país, humillándolos, violándolos, matándolos, todo en el nombre de Dios; esto no tan
sólo ocurrió, ocurre ahora. Después se preguntan por qué hay violencia en Arauco; es toda
la consecuencia de siglos de lucha que ahora no es entendida como tal, sino como
terrorismo ¿Cuál es la diferencia entre el heroísmo de muchos caciques en la Guerra de
Arauco y de la de los presos políticos mapuches acusados por la Ley Antiterrorista? No lo
hay, la única quizás, es que antes los españoles eran “malas personas” por ser como fueron,
y que ahora los chilenos, sólo estamos protegiendo el Estado de Derecho y la Paz Social del
país, que es mucho más importante que el derecho de los indígenas a vivir en plenitud.
Como se ve, esta “violencia” es por consecuencia de algo.
También hubo violencia cuando el país era una República naciente, tal es el caso de
la Guerra Civil de 18914, donde las fuerzas del Congreso Nacional derrotaron al
presidencialismo de José Manuel Balmaceda. Pero en ese caso fue “patriotismo”, por amor
1
La Cultura de la Violencia en Chile, Jorge Vergara Estévez.
2
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición (www.rae.es)
3
El Concepto de Psicología Colectiva, Pablo Fernández Christlieb. Facultad de Psicología, Universidad
Nacional Autónoma de México. Edición año 2006
4
Fronda Aristocrática en Chile, Alberto Edwards, 1928
a la Patria; el hecho es que, históricamente, Chile siempre ha acudido a la fuerza, la
violencia para solucionar problemas que podrían solucionarse sólo con voluntad política.
Se ha señalado5 que la angustia que provocan los períodos de conflicto social puede
transformarse en angustia persecutoria cuando un grupo social se siente amenazado, sin
lograr comprender el proceso social que está viviendo. Dicho grupo puede asumir actitudes
emocionales regresivas. La más importante es la de la teoría de la conspiración, que
personifica el proceso histórico. «El odio, el resentimiento y el miedo que crean los grandes
cataclismos se concentra en ciertas personas, a las cuales se denuncia como perversos
conspiradores, como enemigos auténticos que es necesario extirpar.
Los hechos violentos de hoy en día, y lo que se considera como delincuencia común
y corriente, responde o es consecuencia de lo acontecido durante la dictadura militar; es
decir, todas las políticas impartidas durante esa época que eran para proteger la propiedad
5
“Angustia y política”, en el Estado democrático y en el Estado autoritario. Franz Neumann, 1968
privada de las personas, llevaran a que Chile sea un Estado totalmente capitalista y de libre
mercado, lo que, por supuesto, conlleva a que sea un país despreocupado de la sociedad en
su conjunto.
… y ahora qué?
De aquí a veinte años más habrá una sociedad más violenta en todo sentido, por las
causas ya mencionadas; las autoridades verán este fenómeno como un hecho sin referentes,
como si no tuviese una razón de peso para existir, por lo que ellos en vez de ser más
inteligentes y tener una mirada más sistémica de las situaciones, se apuntarán hacia los
hechos puntuales, a los resultados, y tratarán de evitarlos, sólo a ellos. No verán, por
ejemplo, que el costo de la vida es causa de ello, o que la desigualdad también; sino lo
verán como situaciones que, “un país en vía del desarrollo”, no se pueden tolerar, por lo
que sus políticas de acción no será otra que ya se ha empleo anteriormente: la represión, la
violencia policial, y el Estado que “protege” de los males de la sociedad.
No sabrán que como consecuencia de sus decisiones, habrá más violencia social
aún. Pero la solución se debe empezar a ser realidad ahora; y ésta debiera ser, en gran parte
la educación. Una educación gratuita, de calidad e igualitaria es la clave.
Con una buena educación, además de otras políticas complementarias que aporten a
la buena calidad de vida, las personas tendrán otra visión de cómo afrontar la vida, tendrán
herramientas útiles para llevar una vida socialmente aceptable y podrán dejar lo que los
conlleva a la violencia. Esta es una medida a largo plazo, pero muy útil, si se empieza en
los próximos años, tendremos un futuro muy auspicioso: más igualdad social, económica y
cultural, mayor producción y por lo tanto, más fondos para el Estado para seguir con estas
políticas, buena calidad de vida de los chilenos, mayor y mejor salud pública, entre otros
beneficios.
Sería ideal que todo lo anterior, y más, se hicieran realidad por el bienestar de toda
la sociedad, pero siendo realista, no creo que se cumpla. A lo más se avanzará algo, pero
siempre habrá autoridad que no les interesen realmente las vidas de los chilenos y evitarán
a toda costa que cualquiera de las posibles medidas antes mencionadas, no se lleven a cabo;
y los motivos pueden ser múltiples, pero siempre provenientes de la misma fronda o elite
política de siempre, es decir los capitalistas, conservadores y neoliberales. A ellos les
preocupa que la sociedad esté más educada y preparada, ya que atentan directamente a sus
necesidades de lucrar con lo que sea y con sus necesidades de estatus y elitistas. Mayor aún,
si se sigue con el comportamiento de los chilenos por votar, ignorantemente, por gente de
ese tipo.