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Para mi resumen sobre la película de National Geographic, La huella ecológica del hombre, he elaborado una
línea de tiempo de la vida de un ser humano y resaltado algunos datos interesantes, algo así como un recorrido,
en cifras, del impacto que tenemos en nuestro planeta desde el día que nacemos, hasta el momento que
dejamos de existir.
Todo esto es nuestro impacto a la Tierra, esta es nuestra huella humana. Los océanos son los únicos que son
eternos.
Mi opinión:
Yo creo que la frase que más me afectó fue “no traemos nada y nada nos llevamos”. En efecto, los seres
humanos tendemos a un sentimiento de superioridad hacia las demás especies. Pero al final de nuestra vida, no
somos más que los demás organismos que habitan en el planeta.
Nunca había visto en números y en objetos cuantos recursos consume un ser humano, mucho menos
cuanta contaminación y desechos produce. Y si me da un poco de remordimiento de conciencia mi propia huella
ecológica, pero a la vez estoy segura que no dejaría ciertas comodidades que tengo por el beneficio del planeta.
Puedo hacer cambios menores en casa, pero no se si dejaría de viajar en auto propio. Uso bolsas reutilizables en
el supermercado, cierro la llave de la pluma al lavarme los dientes o enjabonarme, y siempre apago las luces al
salir de una habitación. Pero de ahí a no comer carne o no tomar leche, no creo que podría lograrlo. Pero como
todo, esto es si nos tomamos literal la película y llevamos al extremo la concienciación.
Yo si creo que debemos tener mejor uso de los recursos, mejor disposición de los desechos, y buscar
formas de ahorrar energía eléctrica y agua potable en casa. Pequeños cambios diarios que, si se llevan a cabo a
conciencia, pueden traducirse en un esfuerzo colectivo grande. Enseñar a mis hijos a ser eco-conscientes es
también una forma de ser agente de cambio.
También propondría cambios macros a nivel de políticas de gobierno y políticas de estado. Debemos
diseñar una mejor visión de país, con objetivos reales alcanzables para el 2030 tal cual se prometió en el COP26.
En Panamá existen leyes ambientales, pero no hay mecanismos para que éstas se cumplan y muchas veces las
multas son irrisorias comparadas a los daños causados. Hay que incluir en el currículo nacional la educación
ambiental en las escuelas y desde pequeños crear ese sentimiento de pertenencia de la naturaleza y su
conservación.
Si creo que la película logra conectar con la audiencia y llevar el mensaje final que es sobre el consumo
desmesurado. No podemos ser extremistas por querer ser verdes tampoco. Es una historia visual con moraleja,
tiene un objetivo claro que es crear consciencia ambiental en la audiencia y logra su cometido con una
videografía y fotografía impactante al poder comparar y ver con objetos cotidianos el real consumo. A veces la
ayuda visual es necesaria pues los números son abstractos. Tener una idea de la basura que creamos no es lo
mismo a ver en volumen la cantidad de basura que generamos. Es un shock, pero necesario para poder iniciar el
cambio que debe salir de cada uno.