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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS TELECOMUNICACIONES Y


LA INFORMÁTICA
COMISIÓN NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES
Caracas, 02 de Julio de 2.007
Año 196° y
148°
N°________
PROVIDENCIA ADMINISTRATIVA
Visto que el numeral 1 del artículo 12 de la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, dispone como derecho de los usuarios, el acceder en condiciones de igualdad a
todos los servicios de telecomunicaciones y a recibir un servicio eficiente, de calidad e ininterrumpido,
salvo las limitaciones derivadas de la capacidad de dichos servicios.
Visto que el numeral 1 del artículo 15 de la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, dispone como deber de los operadores de servicios de telecomunicaciones respetar
los derechos de los usuarios establecidos en la Constitución y en la Ley, a una información adecuada y no
engañosa sobre el contenido y características de los productos y servicios que consumen, a la libertad de
elección y a un trato equitativo y digno.
Visto que el numeral 1 del artículo 37 de la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, establece entre las competencias de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones,
dictar las normas y planes técnicos para la promoción desarrollo y protección de las telecomunicaciones
en el espacio geográfico venezolano.
Visto que el numeral 5 del artículo 37 de la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones,
Establece quela Comisión Nacional de Telecomunicaciones tiene la competencia de ofrecer adecuada y
oportuna protección a los usuarios y operadores, cuando ello sea necesario.
Visto que el Consejo de Ministros, adoptó el Acuerdo que aprobó, con carácter
provisional hasta tanto se adopte la nueva legislación sobre Organización de la Administración Central del
Estado, las funciones y atribuciones específicas del Ministerio del Poder Popular para las
Telecomunicaciones y la Informatica entrelas que se encuentran las de proponer, evaluar y
controlar la política de

información especializada y de los programas y proyectos en materia de información científico-técnica,


telecomunicaciones, la informatica y otros de la competencia de este Ministerio, así como dictar y
proponer, según corresponda, las regulaciones para la organización y el funcionamiento del sistema
nacional de telecomunicaciones.
Visto que el desarrollo del Sistema de Intercambio Automatizado de
Información Nacional e Internacional ha demostrado la necesidad del acceso alos servicios de
información electrónica y de valor añadido disponibles en INTERNET bajo los requerimientos descritos en
él, por lo que es necesario establecer las disposiciones que normarán la conexión, explotación, uso
ydifusión de la información mediante la administración técnica de estos servicios.

El principio de relatividad de los contratos y su excepción en el caso de


subadquirentes de viviendas. Notas sobre la STS 31-12-2001

March 10th, 2002

Como recuerda en nuestra doctrina DIEZ PICAZO “el contrato como fenómeno que penetra y
que se instala en la realidad jurídica no es jamás algo absolutamente indiferente para los
terceros.Existe en nuestro CC toda una serie de preceptos que van despojando a la regla del
art.1257 –los contratos sólo producen efectos entre las partes– de una gran parte de la
fuerza que a primera vista parecía tener” [Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial,t.I,
p.425 y ss.].

La jurisprudencia había venido reconociendo la posibilidad de que los subadquirentes de


viviendas exigieran la responsabilidad contractual derivada del incumplimiento o
cumplimiento defectuoso del contrato de obra , a pesar de no reunir la cualidad de
comitentes, bajo el entendimiento de que tales subadquierentes ” perciben todas las
acciones que garantizan su dominio y defienden todos los derechos inherentes a la
propiedad”, quedando comprendidas en ese “todas las acciones” la posibilidad ya aludida de
exigir la responsabilidad por un contrato del cual no se es en sentido estricto “parte” , y a
pesar de que una acción cuyo objeto es la exigencia de responsabilidad contractual tuviera
muy difícil encaje jurídico como acción protectora del dominio ; bien en otras ocasiones
“forzando la literalidad del art.1257 para entender que “únicamente quedan marginados de
la eficacia de los contratos los terceros que son completamente extraños a los contratantes…
por lo que el causahabiente a título particular está ligado por los contratos celebrados por el
causante de la transmisión con anterioridad a ésta” (cfr. STS 5-05-1961, 1-04-1977,3-10-
1979, 20-02-1981,22 , 17-06-1990 y 3-02-1995 entre otras).

Tal posibilidad ha quedado consagrada ahora en el derecho positivo en el art.17 de la Ley de


Ordenación de la Edificación, al establecer que “…las personas físicas o jurídicas que
intervienen en el proceso de edificación responderán frente a los propietarios y los terceros
adquierentes de los edificios o parte de los mismos, de los siguientes daños materiales
ocasionados en el edificio….”, aunque ello “Sin perjuicio de sus responsabilidades
contractuales”; se desvincula así la responsabilidad ex lege [¿extracontractual?] en el
proceso de edificación de la eventual responsabilidad derivada del contrato de obra, sin
perjuicio de que los mismos hechos fundamenten una y otra clase de responsabilidad,
pudiendo concurrir y yuxtaponerse ambas, sin que el derecho positivo haya resuelto
claramente el alcance que la nueva regulación tiene sobre las reglas codiciales [ver
"Responsabilidades y garantías en la Ley de Ordenación de la Edificación", ponencia en el II
Congreso Nacional de Responsabilidad civil y Seguro, disponible en
http://civil.udg.es/cordoba/pon/pantaleon.htm ]

En el caso resuelto por la STS de 31-12-2001 los demandantes reclaman, en primer lugar, la
declaración de su derecho de propiedad sobre los apartamentos adquiridos a la sociedad
vendedora y, en segundo lugar, la elevación a público del contrato privado de compraventa
del suelo, celebrado entre ésta y la otra codemandada , que no llegó a elevarse a público
ante la falta de pago de parte del precio por la sociedad adquirente. La Sentencia del JPI
estimó ambas pretensiones de los actores, pronunciamiento que fue impugnado ante la AP,
que estimando parcialmente el recurso de apelación formulado revoca el pronunciamiento
relativo a la segunda de las pretensiones esgrimidas, esto es, la elevación a público del
contrato de venta celebrado entre las codemandadas.

El TS en la citada sentencia, revoca la de la AP confirmando la pronunciada por el JPI con los


siguientes argumentos: “…En aras de la protección de los derechos de los adquirentes de
todo o parte de una edificación, la regla de la eficacia relativa de los contratos establecida en
el art. 1257 del CC no impide que éstos reclamen del vendedor, en su condición de
causahabientes a titulo singular y por actos inter vivos del mismo, así como de otro litigante
conectado contractualmente con aquél en la calidad de vendedor del después vendedor, la
elevación a escritura pública de un precedente documento privado de compraventa suscrito
por los últimos, de cuya omisión formal, por la actitud negativa de uno o de los dos, deriva
un daño a los recurrentes ante la imposibilidad de completar el tracto registral, que se
traduce en el impedimento de inscribir la titularidad del derecho de dominio sobre los
apartamentos o locales comprados en el Registro de la Propiedad, habida cuenta, además,
de que, en virtud del art. 1112 del CC, «todos los derechos adquiridos en virtud de una
obligación son transmisibles con sujeción a las leyes, si no se hubiese pactado lo contrario».
” 
La doctrina contenida parece extrapolable a toda suerte de contratos, ¿pero hasta donde se
puede forzar la interpretación del art.1257 CC, haciendo pasar por “herederos” a los
causahabientes a título singular por actos intervivos?. Cabría además preguntarse si no
obstante la extensión de cualidad de partes del contrato a los subadquirentes de viviendas, y
que faculta a éstos tanto para exigir la responsabilidad contractual como ahora para pedir la
elevación a público del contrato celebrado por el primer adquirente, implica también la
posibilidad de que el contratante demandado oponga a los subadquirentes todas las
excepciones personales y objetivas que hubiera podido oponer al primer adquirente, en el
caso de la STS de 31-12-2001 la falta de pago del precio, o si su propia condición de
causahabientes a título singular les hace inmunes a tales excepciones .

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