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MÓDULO 6
METODOLOGÍAS ACTIVAS CENTRADAS
EN EL ESTUDIANTE Y SU APRENDIZAJE
Introducción ....................................................................................................................... 3
1.1. ................................................................................................................................. 6
Síntesis ............................................................................................................................ 23
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Introducción
Este módulo trata de cómo mejorar la enseñanza y cómo facilitar el aprendizaje mediante
metodologías activas para desarrollar competencias. Las metodologías de enseñanza
son las diversas maneras de organizar y llevar a cabo los procesos de enseñanza-
aprendizaje; por ejemplo, clases teóricas, seminarios, clases prácticas, prácticas
externas, tutorías, estudio y trabajo en grupo, estudio y trabajo individual, etc., o bien
clases expositivas, demostrativas o por descubrimiento.
El título del módulo podría haber sido “Estrategias, técnicas o actividades aplicadas a la
formación basada en competencias”. Son conceptos sinónimos para indicar los diversos
procedimientos que tiene el profesorado para que, a partir de su enseñanza, el alumnado
aprenda de forma significativa el conocimiento y desarrolle nuevas competencias. Hay
dos formas de enseñar el conocimiento: mediante el aprendizaje pasivo del alumnado
(denominado así porque el protagonismo lo asume el profesorado mediante la sesión
transmisora) y mediante el aprendizaje activo, en el que el alumnado asume mayor
protagonismo en su participación en la enseñanza. Este último aprendizaje también
puede denominarse, con matices o cuando se introducen ciertos elementos en la
participación, interactivo, cooperativo o colaborativo. Estos últimos pretenden que el
alumnado se implique en el proceso de enseñanza-aprendizaje para una mayor
consolidación y significatividad de este. El aprendizaje basado en competencias pretende
asegurar que los estudiantes adquieren aquellos conocimientos, aquellas habilidades y
aquellas actitudes importantes, tanto en relación con aquello que se está estudiando
como en lo referente a las transiciones para las cuales se preparan. En la metodología,
emplear competencias implica el desarrollo de dos componentes diferentes pero
interactivos: descripción de la competencia y descripción de las actividades donde se
manifestará la competencia.
Esas dos formas de transmitir conocimientos se dan en las aulas universitarias, aunque
entre ellas se puede encontrar un gran número de matices (como un campo de
conocimiento donde intervienen multitud de variables).
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Este módulo trata esas dos formas y cómo mejorarlas para que el alumnado aprenda los
conocimientos y los aplique en el desarrollo de competencias. Por una parte, será
necesario mejorar la sesión magistral, o mejor dicho será imprescindible transformar la
sesión transmisora en una buena sesión magistral, y por otra, también será necesario
equilibrar o combinar las sesiones con la participación del alumnado, siempre
recordando que lo importante no son las diversas metodologías o las técnicas de
enseñanza como un fin en sí mismas, sino la preocupación del profesorado por el
aprendizaje del alumnado y el desarrollo de competencias en todo el proceso de
enseñanza.
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1. Competencias que se pretenden desarrollar
Competencias comunes o transversales
Competencias específicas
Los resultados de aprendizaje son afirmaciones sobre qué se espera que un estudiante
pueda conocer, comprender y ser capaz de demostrar al finalizar la actividad de
aprendizaje del módulo.
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Revisar el papel como docentes, los medios de aprendizaje que se utilizan y la
función que realiza el alumnado en las aulas.
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efectivo de desarrollo de competencias y adecuado a la realidad social. El aprendizaje,
para una mayor consolidación, no únicamente necesita ser vivenciado, construido y
extrapolable, sino que también precisa ser compartido y dialogado con los compañeros.
Hace tiempo que se empieza a introducir en la formación una metodología más activa o
colaborativa, en la que no se da importancia a las relaciones comunicativas no unívocas
por parte del profesorado, sino a relaciones biunívocas y multidireccionales para que el
alumnado vaya construyendo su propio aprendizaje en relación con los aprendizajes de
los compañeros. Aparece la implicación entre los miembros de un grupo clase como un
buen (y necesario) complemento de la actividad únicamente magistral. Es un nuevo
paradigma educativo: centrado en el aprendizaje de los estudiantes y que hace más
énfasis en los resultados o en los objetivos de la enseñanza para el desarrollo de
competencias.
¿Está de acuerdo?
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2. Desarrollo de los contenidos del módulo
Algunos profesores se sienten muy satisfechos académicamente después de una sesión
puramente transmisora (consideramos una sesión puramente transmisora aquella en la
que el profesorado ocupa su tiempo lectivo en emitir unidireccionalmente un mensaje,
mediante la palabra, a sus alumnos, que se limitan a escuchar y tomar notas
pasivamente). Y es cierto que la formación en la universidad se ha caracterizado durante
siglos por utilizar la sesión magistral como procedimiento metodológico, pero hoy día, el
auge de la tecnología (sobre todo de los grandes medios de comunicación e información),
el crecimiento de la ciencia social, la crítica al método científico tradicional, el concepto de
ciencia, las nuevas actitudes sociales, el debate sobre qué debe enseñarse, la formación
permanente de los individuos, los nuevos medios formativos, el cambio del alumnado, el
desarrollo de competencias y un gran etcétera hacen cuestionarse la pura sesión de
transmisión expositiva donde un profesor o profesora mantiene el protagonismo absoluto
de la comunicación, obvia a quien le escucha y se centra únicamente en lo que dice,
transmitiendo un aprendizaje superficial o una información sobre la temática.
Todo discurso que se realiza de forma unívoca tiende a fatigar al oyente. Dependerá de
la capacidad retórica y persuasiva del profesorado y de la capacidad de atención del
alumnado, pero en la mayoría de los casos, un discurso ininterrumpido no llega a
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superar, como mucho, los 15-20 minutos antes de que aparezca la fatiga y decrezca la
atención. A partir de ese momento, la curva de fatiga va ascendiendo hasta su cenit,
donde se encuentra el máximo nivel de atención, para descender paulatinamente con
una gran pérdida de concentración y una, cada vez más, sensación de fatiga.
Una sesión de aula es como una novela o, si se prefiere, como una narración corta o
relato que elaboramos constantemente: hay un principio que te introduce en el tema, un
desarrollo que te muestra la trama importante del relato y una salida o desenlace que te
lleva al final de la lectura. Es cierto que no todos son buenos escritores de esos relatos;
los hay muy buenos, que se acercan al premio Nobel de literatura, y los hay que no
superan los balbuceos incipientes de la literatura y aburren al lector. Es el principio
formativo tan sencillo de “cuéntales qué es lo que les vas a decir, díselo y cuéntales lo
que les has dicho”. Simplemente, una entrada, un desarrollo y una salida.
Por tanto, una de las habilidades comunicativas del profesorado será averiguar cuál es la
capacidad en que puede operar y establecer mecanismos para ir sintonizando con el
auditorio.
A cada instante se están recibiendo señales del contexto. Establecemos una constante
retroalimentación (feedback), que juega un papel muy importante en la enseñanza
porque nos va diciendo cómo se está interpretando y comprendiendo el mensaje.
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Un profesor o profesora siempre ha de estar atento, provocar la retroalimentación y
modificar constantemente su mensaje según lo que observa o escucha de sí mismo y del
alumnado. Se llega a afirmar que solo se puede hablar de comunicación didáctica en el
verdadero sentido de la palabra, cuando el receptor tiene la oportunidad de expresarse
con respecto al mensaje del emisor. O sea, cuando existe retroalimentación y sintonía.
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individuales como en equipo para explorar nuevas ideas, nuevas competencias y
aplicarlas a nuevos contextos. Por tanto, el contexto donde se desarrolla esa enseñanza
es muy importante, lo que significa que nos estamos moviendo dentro de un modelo
activo, interactivo o colaborativo basado en competencias, ya que el profesorado está
alineado con lo que pretende y el alumnado aprende competencias que le serán útiles en
su vida profesional o personal.
Es cierto que no hay modelos puros y, hasta podríamos decir, que no hay modelos
buenos y modelos malos. Cada profesor o profesora debe escoger el modelo que en el
momento considere más adecuado al contexto, a la disciplina o al alumnado.
Normalmente en la universidad encontramos que el profesorado fluctúa entre los dos
modelos. Lo importante no es qué metodología se utiliza sino cuál es la concepción,
implícita o explícita, de enseñanza y aprendizaje que se posee. No será tan importarte la
técnica pedagógica como la concepción de la que se parte. Para construir hay que
informar, pero solo la información no provoca aprendizaje profundo ni adquisición de
competencias.
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Normalmente se considera que para escoger una metodología u otra deberemos tener
en cuenta:
Las características del alumnado. Ello indica que podremos aplicar estrategias
diferentes según la tipología del alumnado: su edad, el curso, el ciclo... Cuanto
mayor es la edad del grupo, si aplicamos técnicas muy estructuradas les puede
parecer un juego de niños.
La personalidad del profesor o profesora. No hace falta decir que cada uno debe
saber qué es lo que es capaz de aplicar. Sí que es importante que el profesor o la
profesora conozcan muy bien la aplicación de la estrategia y su puesta en común.
Si no se tiene costumbre, es importante empezar por las más simples (zumbar o
parejas, discusión guiada...). Poco a poco pueden irse aplicando estrategias más
complejas.
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En resumen, la elección de una estrategia u otra estará en función de diversos
componentes. Si deseamos obtener una información rápida de la opinión del grupo y
tenemos un grupo de más de 60 personas, lo más apropiado será utilizar un Phillips 6/6
o los diálogos simultáneos. Si lo que deseamos es despertar el sentido de la creatividad
respecto a un problema, aplicaremos el torbellino de ideas o un caso, por ejemplo.
Cuando el grupo es pequeño se pueden utilizar estrategias como la discusión o el foro.
Si el grupo es muy grande, será necesario usar estrategias con pautas muy claras para
poder controlar la participación y el trabajo de todos.
Para acabar, podemos afirmar que uno de los temas concurrentes en el profesorado
universitario es la falta de participación del alumnado. Si el alumnado no participa, no
construye conocimiento y no desarrolla competencias, pero si alumnado es un
coproductor constante de la enseñanza, será necesario despertar su motivación a la
participación. De hecho, uno de los problemas que existen en la universidad es la
motivación del estudiantado. Para solventarlo podemos:
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Variar la metodología aplicando diversas estrategias.
Cada alumno aprende por sí mismo, pero si compartimos la experiencia del aprendizaje
con los otros alumnos, el conocimiento aumenta. No obstante, trabajar en pequeños
grupos en el aula universitaria también comporta algunos problemas que hemos de tener
en cuenta. No únicamente nos encontramos con la falta de hábito en el trabajo, sino con
otras dificultades derivadas de la cultura del trabajo aislado en la universidad. Para evitar
al máximo esos problemas deberemos:
También nos podemos encontrar con que algunas personas del grupo predominen sobre
las demás. En ese caso deberemos dar papeles concretos o pedir intervenciones al resto
del grupo.
Otras dificultades que podemos hallar en la participación del alumnado en el aula son:
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Recordemos la importancia del papel del profesorado en la participación. Hacer
participar al alumnado comporta una mayor preparación del diseño de la actividad, un
seguimiento durante su ejecución y una correcta puesta en común. Cualquier estrategia
de trabajo en grupo ha de comportar una puesta en común y, a ser posible, la máxima
participación.
No dar siempre la palabra al primer alumno/a que levante la mano. A veces nos
interesa que un alumno o alumna que participa poco pueda opinar aunque haya
levantado la mano más tarde.
Se ha de prestar atención tanto a los estudiantes que hablan como a los que no lo
hacen. A veces, una mirada o una pregunta directa ayudan a intervenir a un
alumno o alumna al que le cuesta hablar.
A veces, las discusiones en pequeños grupos son mejores que las de toda la
clase. Cuando hay muchos alumnos en clase, es difícil la participación. Dividir la
clase en pequeños grupos es una buena solución para aumentar la participación y
la implicación entre ellos.
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2.4. Cómo introducirlas en los planes docentes (en coherencia
con el módulo 1 de la Dra. Sandra Muntané)
Decidir sobre metodología y organización didáctica supone hacerlo sobre distintos
aspectos: las actividades y tareas que hay que realizar, los sistemas y canales de
comunicación e interacción, la organización del tiempo, la organización del espacio, los
criterios y sistemas de agrupamiento de educandos y educandas y de dinámica de
grupos, y los recursos que se utilizarán.
Según la Guía DPE, los recursos docentes deben incluir la selección y descripción de
recursos didácticos, sustentados mediante argumentos referidos a:
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Estrategias
APRENDIZAJE POR
PROYECTOS
ESTUDIO DIRIGIDO
DEBATE DIRIGIDO
DISCUSIÓN
FORO
DEMOSTRACIÓN
JUEGO DE ROLES
SEMINARIO
INCIDENTE CRÍTICO
ORGANIZACIÓN GRÁFICA
FLASH
DIÁLOGOS SIMULTÁNEOS
RUTINA DE PENSAMIENTO
RESOLUCIÓN DE EJERCICIOS
Y PROBLEMAS
CUATRO ESQUINAS
PUZLE DE GRUPOS
RALLY DE GRUPOS
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PHILLIPS 6/6
SÁNDWICH
APRENDIZAJE BASADO EN
PROBLEMAS (ABP O PBL)
TÉCNICA DE COLOCAR
ESTRUCTURAS
RED DE CONCEPTOS
CONTRATO DE APRENDIZAJE
APRENDIZAJE BASADO EN
EQUIPOS
LUDIFICACIÓN (gamificación)
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Actividad autónoma: dentro de este punto se debe valorar la necesidad de
potenciar los espacios virtuales como centro de recursos al alcance del alumno y
como espacios para potenciar el diálogo y el intercambio entre docente-alumno y
alumno-alumno. Así mismo, sería necesario que la universidad pudiera disponer
de pequeñas salas de estudio (con los recursos necesarios) con un horario flexible
para que el alumnado pudiera reunirse y trabajar de manera colaborativa y
autónoma.
No presencial. Estudio.
Trabajo en grupo
Tutorías
Etc.
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Presencial No presencial dirigida No presencial autónoma
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No El alumno trabaja de Exploración de un - Lecturas de
presencial manera autónoma tema. profundización.
autónoma sobre aspectos que ya Aplicación. - Estudio o
domina (tiene Ejercitación. preparación de
información, Síntesis. examen.
conocimientos y Transferencia. - Ejercicios prácticos.
estrategias suficientes). - Taller.
- Proyecto.
- Aplicación a la
práctica profesional.
- Aula inversa.
Una vez finalizados el diseño y la planificación, será adecuado añadir una tabla resumen
que vincule actividades, resultados de aprendizaje y competencias para facilitar la
información a todas las partes: estudiantes y profesorado.
HORAS DE
TIPO DE ACTIVIDAD DE RESULTADOS DE APRENDIZAJE. ACTIVIDAD DE
DEDICACIÓN DEL
ACTIVIDAD APRENDIZAJE COMPETENCIAS EVALUACIÓN
ESTUDIANTE
(determinar %)
Clase expositiva AP2, AP3 Xh
TOTAL HORAS
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Las estrategias metodológicas deberán aparecer en este apartado de la guía didáctica
docente en coherencia con las orientaciones generales de la Guía DPE. Las estrategias
metodológicas deberán ser numeradas (EM1, EM2…) y deberán mostrar la coherencia
con el marco del plan de estudios. Asimismo, será preciso relacionar los resultados de
aprendizaje señalados anteriormente con las actividades de aprendizaje y evaluación.
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Síntesis
Este módulo ha explicado el análisis y la mejora de la metodología docente para el
desarrollo de competencias.
No se puede dar por terminada una sesión sin realizar un resumen de la misma.
Se ha tratado también el tema de la participación del alumnado tanto en las aulas como
fuera de ellas, pero no hemos querido decir que todo deba ser participación en la
universidad, ya que hemos de introducir la participación del alumnado en las sesiones
expositivas. Debemos equilibrar nuestras palabras con las suyas, y potenciar el trabajo en
pequeños grupos nos ayudará a ello.
Por tanto, deberíamos ser más conscientes del compromiso social y de la necesidad de
revisar los procesos formativos y de romper el modelo de sesión magistral, ya que este no
solo genera una labor individual, sino que ocasiona ciertos problemas de comunicación
entre el profesorado, e incluso impide que tenga lugar un fenómeno imprescindible en toda
labor profesional como es el intercambio colaborativo de la propia teoría-práctica
formador/a.
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Si se quieren desarrollar competencias, el profesorado debe ayudar a gestionar el proceso
de aprendizaje del alumnado motivándoles y entusiasmándoles en un trabajo de búsqueda
y en una actitud constante de aproximación a las fuentes de nuevos conocimientos. Ha de
ayudar a construir el conocimiento.
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Referencias bibliográficas
Bain, K. (2006). Lo que hacen los mejores profesores universitarios. PUV: Valencia.
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Anexo 1. ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE COLABORATIVO
Fuente: Barkley, E.F.; Cross, K.P.; Major, C.H. (2007). Técnicas de aprendizaje colaborativo, Ediciones Morata, S.L. y Ministerio de
Educación. Traducción de Pablo Manzano Bernárdez.
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Aprendizaje basado en problemas x x x Moderado
Resolución de problemas por
x x Nulo
parejas
Resolución de problemas
x x x Moderado (x)
estructurada
Antologías de equipo x x Elevado x
Cuatro esquinas x x x
x Bajo
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Anexo 2. CASO: EL ALUMNADO ES RESPONSABLE DE SU APRENDIZAJE
Afortunadamente he podido conseguir una copia de los materiales que trabajaremos hoy.
Abro los materiales, la portada ya anuncia el caso: “Las concepciones del aprendizaje”.
Empiezo a leer y me encuentro con la descripción de diversas concepciones del
aprendizaje. Me sitúan en un contexto de paradigmas diferentes. Analizo unos cuadros
donde aparecen diferentes concepciones del aprendizaje. Continúo leyendo y veo que se
relata su historia, las opciones epistemológicas, las concepciones de la enseñanza, etc.
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