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Ensayo: Sobre la revolución estudiantil por la defensa de la educación

Vimos que cuando la gente elige mal a sus representantes, lo pagan con la misma moneda,
inundados por la avaricia de la búsqueda de comodidades o salir inmediatamente de la
pobreza, dejando su calidad de vida igual o peor. Los únicos que sabían de la desgracia que
íbamos a vivir era con nosotros, los estudiantes, vimos claramente como los ladrones de cuello
blanco ganaban las elecciones legislativas con la mayoría de la gente hipócrita dirigente
repitiendo su periodo de gobierno para generar más de sus propios intereses con los jugosos
salarios que el gobierno da. Así mismo, el mismo gobierno es el culpable del difícil déficit que
enfrenta la mayoría de las universidades de carácter públicas, salvo que hay algunas privadas
que también sienten el descalabro económico y no solo la educación superior porque también
instituciones como el Sena también están en problemas de financiación.

Así mismo fue la bronca de los estudiantes de las universidades públicas lo que provocó el paro
estudiantil, desde muchos años atrás donde se suspendió el presupuesto que pudo haber
mejorado la educación como tal, donde tendría mejorías en las infraestructuras y la tecnología
donde se notaría en su mayoría el gran cambio del modelo estudiantil, pero a estas
circunstancias el déficit es mayor, y el pueblo universitario ya lo sentía.

Muchos años sin el bendito financiamiento ha hecho que los estudiantes en muchas ocasiones
exija al gobierno muchas explicaciones con respecto a el por qué la destinación de los recursos
se suspendió, pero solo fueron preguntas sin resolver, así mismo la calidad de las
universidades si bien ha aumentado en años recientes con muchos reconocimientos en el
mundo, ha tenido serias dificultades para su superación. Es el colmo que el gobierno que tiene
la obligación de ser parte de un futuro pujante sea el mismo que prive la lucha por el sueño de
ser profesionales por causas como esas. Los estudiantes no se quedaron quietos intentando
esperar la ayuda que rara vez ocurre y eso si venimos en modo de protesta, para que el
gobierno escuche.

El reciente paro ocurrido en la recta final del 2018 y que hasta hoy en día sigue, aunque de
forma de asambleas permanentes, fue el desconcierto de unas universidades que agonizan
con sus cierres inminentes por causa de las muchas deudas que tienen, así mismo también
exigen que esos pedidos que hacen los estudiantes sea escuchado para que estos lugares
sagrados del saber mejoren su estatus de ser considerados como las mejores del país.

Sin embargo, durante esas protestas hubo algunas graves irregularidades para que se entable
una solución más pronta a esos problemas, y una de esas es la eterna enemistad entre la
universidad y las fuerzas policiacas del ESMAD, y digo eterna porque siempre se han
enfrentado con resultados desastrosos, tanto por agresiones físicas de ese cuerpo de
seguridad contra los rebeldes pero valientes estudiantes, quienes aunque hacen quedar
muchas veces mal por conceptos de destruir el patrimonio universitario, buscan como sea
defender el nombre de la universidad y su carácter de llamarse pública.

El ESMAD es de esa gente desagradable que no le importa dónde están, siempre vienen
cargados a agredir sobre los estudiantes quienes “provocan” que disparen sin pensar dos
veces, pero los universitarios tratan de ser sociables para evitar la violencia, cosa que termina
fracasando, pero así lo viven en cada manifestación.

La policía también puede ser cómplice pero en menor medida, no interfieren como el ESMAD
pero también están precavidos y resignados ante los movimientos que hagan los estudiantes.
Así mismo en algunas ocasiones la falta de compromiso de los estudiantes hacia el objetivo
principal ha sido otra manzana de la discordia de la defensa por una buena causa educativa, se
entiende que los estudiantes prácticamente viven en una “segunda casa” que es pública, es
decir con presupuestos bajos para la gente de distintas clases, donde es la gran meca del
conocimiento, donde es multicultural en muchas dimensiones, y aun así la mayoría de ellos no
lo saben apreciar el gran esfuerzo que generaciones atrás lucharon para ser como es. Así como
van las cosas, esa actitud hace que el gobierno a quien va dirigido, no les tome suma
importancia.

Y hablando de importancia, no solo está complejo el asunto del déficit estudiantil, también el
asunto de los constantes asesinatos de líderes sociales, como en el caso de la Udenar quien ha
mostrado un gran apoyo, o como la corrupción que existe en algunas universidades por
escándalos de los rectores de éstos. Pero como reiteramos, los estudiantes no son idiotas a la
hora de saber a qué juega el país en cuanto al futuro devenir, muchos impuestos afectando los
bolsillos de la gente normal pero con el elevado aumento salarial ha hecho que nosotros como
los estudiantes y no solo ellos, sino que también involucra a la gente del común y a los
profesores estemos así de impacientes por un gran cambio de la situación que afronta el país.

Es por esas circunstancias que las marchas y bloqueos de la comunidad estudiantil son como
una manifestación inminente en el proceso de que el gobierno ponga las cartas en el asunto
para su respectiva respuesta, para que se busque alguna solución que sea totalmente
productiva y que logre unas buenas bases para todos. Esos gritos y retalias que hacen los
estudiantes son como una gran expresión de descontento y desaprobación de las fallidas
administraciones y ser la voz que haga sentir en toda la gente para que sean escuchadas y
propongan las milagrosas soluciones,

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