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.

% O
Escrito por una de las principales fChrisfopher Fairburn
autoridades mundiales en trastornos G 9
alimentarios, este libro ofrece una
síntesis de todo lo que se sabe en la
actualidad acerca de los atracones y
La superación
proporciona pautas específicas para solucionar el problema. En
este sentido, el texto no sólo combina el rigor científico con una
lectura fácil y amena, sino que también proporciona toda la
de los aíracone
información necesaria tanto para comprender los atracones como
para superarlos, incluyendo un nuevo programa de autoayuda
basado en las estrategias más eficaces para controlar estas
omida ~ 'T
conductas. De esta manera, el programa proporciona una Cómo descubrir: ~ (
minuciosa guía destinada a superar la tendencia llamada «ingesta Quién tiene atracones y por qué .. c
compulsiva«, controlar las conductas alimentarias, reducir el riesgo Si los atracones son una adicción
de recaídas, y adquirir hábitos alimentarios sanos y estables. La diferencia entre atracones y sobreingesi
0 c
Inmensamente útil, claro está, para las pe: o mas que sufran este Cómo recunerar el control , , IC c
problema, la obra, no obstante, también resulta indispensable
como apovo a la terapia, de modo que acaba convirtiéndose en
lectura obligada para todos, sin duda ei mejor programa de
tratamiento sobre el tema concebido hasta el momento.
Chnstopher G. Fairburn es profesor del Departamento de
Psiquiatría-de la Universidad de Oxford. Una autoridad a escala
internacional en trastornos de alimentación, dirige programas de
investigación en Gran Bretaña y Estados Unidos v también ha
compilado Eating Disorders and Obesity. .

ISBN 84-493-0555-1
59203

9 788449 305559
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Paidós Saberes Cotidianos Christopher Fairburn
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Títulos publicados
1. R. E. Thayer, El origen de los estados de ánimo cotidianos
2. N. Branden, El arte de vivir conscienlemenle
3. C. Fairburn, Lo superación de los atracones de comida
La superación
I
4. j. Piikeathiey y O. Emerson, El hijo único
de los atracones

jicíh
5. K. L. Higbee, Su memoria
6. D. Rowe, Lo depresión
7. J. y D. Parker. El mundo secreto de tus sueños
de com ida
8. J. Berryman y otros, La psicología y tú
9. Ph. K~ D3vis, El poder del tacto
10. L. Wing, El niño autisic.
i ), D. YV. W inm cou, Los oebis y sus madres

19 R. J, Stcrnberg, Estilos de pensamiento


13. S. Hirsh vj. Kummtrow, Tipos de personalidad

isandiaxM<atrr.n;wai^3i:TOT-'..vo':TEíX3r

PAIDÓS
Barcelona • Buenos Aires • México
Título original: Overcoming Binge Eating. A New Sámtijically
Based Program
Publicado en inglés por The Guilford Press, a Division of
Guilford Publications, Inc., Nueva York

Traducción de Elia Roca y Marisa Real

SUMARIO
Cubierta de Víctor Viano

Agradecimientos ........................................................... 9
Intro d u cció n .................................................................. U

Primera parte
3
LA INGESTA COMPULSIVA: LOS HECHOS
1fl edición, 1998
1. ¿Qué es un a tra c ó n ? .................................................... 19
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», 2. Atracones, trastornos de la alimentación
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra
por cualquier medio o procedimiento, comprendidos U reprograüa y el tratamiento informático, y obesidad .................................................................... 43
y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
3. ¿Quién dene tendencia a los atracones? .................. 51
4. Problemas psicológicos y sociales asociados con los ,
© 1995 by The Guilford Press, Nueva York
© de todas las ediciones en castellano, atra co n e s...................................................................... 69
Ediciones Paidós Ibérica, S.A., 5. Problemas físicos asociados con los atracones . . . 99
Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona 6. Las causas de los problemas de los atracones . . . . 115
y Editorial Paidós, SAI CE, 7. Atracones y ad icció n ................................................... 141
Defensa, 599 - Buenos Aires 8. El tratamiento de los problemas de atracones . . . 155

ISBN: 84-493-0555-1
Depósito legal: B-17.886/1998 Segunda parte
UN PROGRAMA DE AUTO AYUDA PARA PERSONAS
Impreso en Hurope, S. L., CON PROBLEMAS DE INGESTA COMPULSIVA
Lima, 3 - 08030 Barcelona
Intro d u cció n ..................................................................... 177
Impreso en España - Printed in Spain Etapa 1. El in ic io .............................................................. 193

8 LA SU P ER A C IÓ N DE LOS ATRACONES DE COMIDA

Etapa 2.
Comer con regularidad ............................... 207
Etapa 3.
Alternativas a los atracones ......................... 225 j
Etapa 4.
Resolución de problemas y revisión ........... 233 i
Etapa 5.
Dietas y otras formas relacionadas de evitar í
co m idas.......................................................... 247 i
Etapa 6. ¿Qué hacer a h o ra ? ........................................ 257 1

Apéndice I. El índice de masa corpo ral.................. 267 AGRADECIMIENTOS


Apéndice II. Sí tienes sobrepeso............................... 269
Apéndice III. Organizaciones que pueden ayudarte . 279
Apéndice IV. Una nota para familiares y amigos . . . 283
Apéndice V. Una nota para los terapeutas ............. 287

Bibliografía ....................................................................... 289


índice analítico ................................................................ 313 Es un placer dar las gracias a las muchas personas que me
I han ayudado a escribir este libro. Primero y principalmente
debo dar las gracias a Peter Cooper, un viejo colega y amigo.
Sin su aliento el libro no se habría escrito. Peter ha ayudado
de muchas formas, no sólo arreglando la mayoría de las citas
ilustrativas intercaladas en el texto. También me ha dado
consejos útiles sobre las diferentes versiones del manuscrito.
.Asimismo, deseo expresar mi agradecimiento a las personas
con problemas de ingesta compulsiva que han hecho comen­
i
tarios que se recogen en el libro y que han utilizado el pro­
grama de autoavuda. Su contribución ha sido incalculable.
Además, deseo agradecer a aquellos amigos y colegas que
han leído el manuscrito y contribuido a su evolución a través
de sucesivas redacciones. En particular deseo dar las gracias
a mi esposa Susan y a mis colegas Terry Wilson, Kelly Brow-
nell, Marsha Marcus, Laura Hill, Jacqui Cárter, Faith Bar-
bour, Jenny Burton, Zafra Cooper, Beverley Davies, Valerie
Dunn, Phíllipa Hay, Pat Norman, Marianne O’Connor, Sue
Shaw y Christina Wood.
Finalmente, deseo expresar mi agradecimiento a Chris-
tine Benton y Seymour Weingarten. Chris, como editora,
ha hecho una significativa aportación al libro a través de sus
sabias observaciones y de sus ingeniosas sugerencias. Sey-
10
LA S UP E R ACI ÓN DE LOS ATRACONES DE COMI DA

mour, como editor jefe de The Guilford Press, ha ejercido


como un excelente coordinador. Le estoy agradecido por el
apoyo y el ánimo que me brindó y por su compromiso con
este libro.

IN T R O D U C C IÓ N
ti

&
Si tienes un problema de ingesta compulsiva (o conoces a
I alguien que lo tiene), es muy probable que hayas buscado in­
formación sobre el tema en distintas fuentes. Seguramente
habrás acabado confundido y desanimado* por las opiniones
s contradictorias que has encontrado, en vez de obtener una
información clara que te ayude a comprender mejor la in­
gesta compulsiva y la forma de solucionarla. Así, puede que
hayas acabado resignándote a vivir con un problema que va
deteriorando progresivamente tu calidad de vida.
Esto no tiene por qué ser así.
3
Durante muchos años he sido consciente de la necesidad
de elaborar un trabajo de síntesis, accesible pero con validez
científica, que recoja todo lo que se sabe acerca de la inges­
ta compulsiva. Asimismo, durante casi dos décadas he estado
n
« concentrado en desarrollar y evaluar nuevos tratamientos
<2 para estos problemas. Este libro es mi respuesta a la necesi­
S
dad de obtener una fuente fiable de información y a la ne­
cesidad, aún mayor, de un programa de tratamiento que sea
útil para un amplio espectro de personas.

* En algunas publicaciones sobre bulimia y anorexia nerviosas, los


autores se dirigen al lector en femenino porque esos problemas son mu­
cho más comunes en mujeres. (N. de las t.)
12 LA SUP ERACI ÓN DE LOS ATRACONES DE COMI DA in tro d u cció n 13

La obra está centrada en dos objeüvos diferentes pero in­ ficrura que pueden lograr. El fracaso en alcanzar esas metas
terdependientes: la primera parte presenta los últimos ha­ no realistas lanza a mucha gente a un círculo-vicioso de die­
llazgos que la invesügación científica ha aportado sobre el tas e ingestas compulsivas, que puede ser difícil, aunque no
problema de la ingesta compulsiva; la segunda parte es un imposible, de romper.
manual de autoayuda basado en el tratamiento más eficaz No es sólo la información errónea la que hace daño. Las
que existe en la actualidad para este problema. informaciones incompletas, que omiten hechos importan­
Si padeces ingestas compulsivas, puedes tener la tenta­ tes, también promueven las conductas insanas. Por ejemplo,
ción de empezar a leer directamente las instrucciones del hay pruebas de que la gente que intenta controlar su peso
tratamiento, etapa a etapa, que se encuentran en la segunda mediante vómitos, o abuso de laxantes o diurédcos, común­
parte de este libro, pero te recomiendo encarecidamente ú mente fían iniciado esas prácticas porque han oído hablar
que leas'también la primera parte. Si adquieres la informa­ s de ellas a través de los medios de comunicación. ¿Cuántas de
ción que recoge esta primera parte, estarás más capacitado a estas personas no hubiesen iniciado esas conductas si, cuan­
para manejar tu problema. También espero que, una vez co­ ti do oyeron hablar de ellas, también hubiesen sido informa­
h
nozcas los hechos, ayudes a difundirlos. Como explicamos a e das acerca de sus efectos adversos y de su ineficacia como
lo largo del libro, existe una intrincada red de informacio­ método de control de peso? Los problemas de alimentación
nes distorsionadas que no sólo impiden que muchas per­ se agravan una vez que las personas empiezan a hacer «pur­
sonas aprendan a detener sus'ingestas compulsivas, sino que gas» después de las ingestas compulsivas. Informar de la rea­
también llevan a otras muchas a iniciar estas conductas au- lidad sobre estas conductas es una forma de prevenir el de­
todestructivas. sarrollo de problemas muy serios.
Recientemente, la amplia cobertura de los medios de co­ La primera parte de este libro presenta el estado actual
municación ha hecho que muchos de nosotros seamos cons­ de conocimientos en este campo, con un resumen (una au-
cientes de que el problema de los atracones es algo frecuen­ téndca novedad en este ámbito) de lo que se sabe acerca de
te en la sociedad occidental. También nos han informado de los problemas de la ingesta compulsiva. Mis frecuentes viajes
que esta conducta, potencialmente dañina, es en Estados al extranjero me han dado la oportunidad de aprender de la
Unidos un problema típico de las jóvenes blancas {Cauca­ experiencia de otros médicos e investigadores, al tiempo
sian women ) y está impulsada por un «ansia de carbohi­ que compartía con ellos la mía. Como resultado, este libro
dratos», que es un patrón de alimentación causado por las constituye una verdadera síntesis del conocimiento actual, y
«dietas yoyó».* Desafortunadamente, ninguna de estas afir­ no sólo mis propias impresiones. Sin embargo, nuestra com­
maciones es verdadera. Todas reflejan interpretaciones erró­ prensión del problema de la ingesta compulsiva está aún le­
neas muy comunes y son sólo un ejemplo de los mitos que jos de ser completa. Para asegurar una visión equilibrada,
circulan en la actualidad sobre este tema. Otros mitos son los este libro no sólo presenta lo que conocemos, sino también
reclamos extremos de algunas ramas de la industria dietéd- lo que aún no sabemos acerca de este tema.
ca, que dan a la gente falsas esperanzas acerca del peso y la Los dos capítulos iniciales de la primera parte tratan los
aspectos básicos de cómo se distingue una verdadera ingesta
Se refiere a que la mayoría de personas que hacen dietas estrictas compulsiva de un episodio típico de sobreingesta, cuál es la
para adelgazar pierden mucho peso en poco üempo pero después lo re­ diferencia entre los problemas de ingesta compulsiva y los
cuperan rápidamente (su peso sube y baja como un vo-yo). (N. de las i.) trastornos debidos a la ingesta compulsiva, y cuáles son los cri-
íí*

14 LA SUPER ACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMIDA 15


I.s 'T RODL 'CCIÓN

terios que utilizan los clínicos para diagnosticar las principa­ ic muchas de las personas que sufren este problema son
les formas de trastornos de la alimentación. Si comes com­ reticentes a revelarlo a alguien. Ésta es una de las razones
pulsivamente o conoces a alguien que lo haga, es importan­ por las que los programas de autoayuda tienen mucho que
te que comprendas exactamente las características de esta ofrecer. Otro argumento que apoya el interés de estos pro-
conducta. Si tienes un problema de ingesta compulsiva, el .rramas es que la investigación sobre tratamientos sugiere
capítulo 3 te aclarará que estás muy lejos de ser el único;’en míe la autoayuda, sola o con una mínima guía («autoayuda
él se recogen todos los datos de las invesdgaciones más re­ .miada»), seria suficiente para que muchas personas pudie­
cientes sobre los comedores compulsivos. sen superar su problema de ingesta compulsiva. Puedes uti­
Los capítulos 4 y 5 profundizan más en ia naturaleza de lizar el programa de autoayuda explicado en la segunda piar­
la ingesta compulsiva, describiendo los problemas psicológi­ te por ti mismo o con la ayuda de un terapeuta, un amigo
cos, sociales y físicos asociados a esta conducta. En ellos pue­ íntimo o un familiar, y, si fuese necesario, puede ser también
des encontrar información acerca de las purgas y otros mé­ aplicado conjuntamente con otras formas de tratamiento.
todos de control del peso, así como sobre su ineficacia y los g En mis veinte años de trabajo con personas que padecen
daños que pueden ocasionar a la salud. También hallarás in­
formación acerca de cómo pueden afectar a otros aspectos I problemas de ingesta compulsiva, he encontrado que mu­
cha gente está escasamente motivada para cambiar o que su
de tu vida las ingestas compulsivas y las conductas asociadas motivación no es constante. Estas personas han llegado a
a ellas. aceptar su problema de ingesta compulsiva y han adaptado,
■ Las causas de la ingesta compulsiva son a menudo difíci­ su vida a ello. Además de intentar informar adecuadamente
les de idenüficar. Lo que sí sabemos es que los factores de­ y de ayudar, otra de las metas de este libro es la de motivar a
sencadenantes de este problema y los factores responsables la gente que padece este problema a cambiar y a empezar de
de su mantenimiento no son necesariamente los mismos. El nuevo. Si tienes un problema de ingesta compulsiva, espero
capitulo 6 trata de los últimos hallazgos al respecto y el capí­ que este libro te estimule a superarlo o, si ya estás trabajando
tulo 7 aborda una cuesdón que se plantea a menudo, sobre para superarlo, espero que contribuya a reforzar tu decisión.
todo en Estados Unidos: ¿es la ingesta compulsiva una forma
de adicción?
El capítulo 8 pone fin a la primera parte del libro anali­
zando los diferentes enfoques para el tratamiento de estos
problemas utilizados en los últimos veinte años, y concluyen­
do que un tratamiento psicológico específico, denominado
terapia cognitivo-conductuai, es claramente el más eficaz para
obtener cambios duraderos. Esta forma de tratamiento es la
base del programa de autoayuda que se expone en la segun­
da parte del libro.
Mucha gente ignora que la gran mayoría de personas
con problemas de ingesta compulsiva no está recibiendo
ninguna form a de ayuda. Hay numerosas explicaciones para
este hecho y, como se explica en este libro, una de ellas es
Prim era p a rte

LA INGESTA COMPULSIVA
LOS HECHO S
Capítulo 1

i ? ia T .c n s ^ 3 8 n is íi!iK a ^ in !iin ís i^ iT !;m 5 T ra ra ir a ^ i2 ¡p ro 3 m ? E a .T 5 T iw n !! ROTrarair


¿QUÉ ES U N ATRACÓN?

\ Todo empieza al pensar en alguna comida que me prohí­


bo lomar cuando estoy haciendo dieta. Muy pronto se convier­
te en un fuerte deseo de comer. Lo primero que noto es alivio
j y confort al comer, así como una gran sensación de euforia;
,■/. '\ \ pero después siento que no puedo parar y como compulsiva-
A mente. Como y como de forma frenética hasta que estoy abso-
\ lulamente llena. Entonces me siento culpable y enfadada con-
\ migo misma.

Para mucha gente, comer compulsivamente es algo ino­


cuo; sería algo así como salirse de la dieta o ser demasiado
autoindulgente. Para otros, sin embargo, significa Una pér­
m uí
dida de control sobre la ingesta y esto es un problema grave
para mucha gente, sobre todo para mujeres jóvenes de paí­
ses occidentales como Estados Unidos y Reino Unido.*
Pese al hecho de que la ingesta compulsiva afecta a mu­
cha gente, no suele existir una comprensión clara, basada en
información científica, acerca de esta.conducta. Debido
en parte a la gran cantidad de información distorsionada di­
fundida a través de los medios de comunicación, para la ma­
yoría de personas —tanto las que'han experimentado inges-

* Tal como se indica en el capítulo 3, este problema «se ha extendido


recientemente a países mediterráneos como España e Italia». (N. de las t.)
20 LA I NGESTA COMP ULS I VA: -LOS H E C H O S ; QL’ É ES UN ATRACÓN? 21
i
tas compulsivas como las que no—, el conocimiento real de La falta de comprensión de esa diferencia —entre comer
este problema es comparativamente escaso. mucho y la ingesta compulsiva— está en la base de gran par­
¿Todas las personas que comen compulsivamente llevan w te de la confusión existente en torno a esta conducta. De
i
a cabo purgas? ¿La ingesta compulsiva es un problema cró­ hecho, las confusiones van incluso mas allá; por ejemplo,
nico o puede superarse? ¿Es una alteración pasajera en la ,-cuándo debemos llamar a uno de estos episodios «ingesta
conducta de una persona normal en todos los aspectos, o es compulsiva» en vez de simple sobreingesta? Reconociendo
una señal de que esa persona funciona mal en otros niveles? la necesidad de clarificar estas definiciones, los invesdgado-
¿Cuál es el upo de persona proclive a padecer este problema res han hecho grandes esfuerzos para estudiar las experien­
y por qué? ¿Cuándo se come compulsivamente y cuáles son cias de las personas que comen compulsivamente. Aunque
los desencadenantes? ¿Cuánto dempo dura una ingesta no existen experiencias idénticas en las distintas personas, se
compulsiva típica? ¿Cómo podemos distinguir, en nosotros ha observado que las verdaderas ingestas compulsivas tienen
mismos o en las personas que nos preocupan, si se trata de dos rasgos comunes: la gran cantidad de alimentos ingeridos
una ingesta compulsiva o de un simple episodio de sobrein­ durante la ingesta y la sensación de pérdida de control. La
gesta? Y, lo que suele ser más importante, ¿cómo pueden las identificación de estos rasgos comunes ha hecho posible que
personas que padecen ingestas compulsivas dejar esta con­ ¡á",Asociación Americana de Psiquiatría haya llegado a un
ducta frecuentemente autodestructiva? acuerdo general acerca dé la definición técnica del término.
Ninguna de estas cuestiones puede responderse sin una
comprensión plena de lo que es la ingesta compulsiva; éste / Un episodio de ingesta compulsiva se caracteriza por: co­
es el objetivo del capítulo inicial, que también responderá a mer en un período discreto de tiempo (por ejemplo, en unas
las siguientes preguntas: ¿cómo es la ingesta compulsiva? \ dos horas) una cantidad de comida que es claramente supe-
Cuando una persona come compulsivamente, ¿qué es lo que | rí'ior a la que comería una persona normal en un período si-
( , milar en circunstancias parecidas, y por tener una sensación
come y de qué forma lo hace? ¿Hay diferentes tipos de in­
1 de falta de control sobre la ingesta durante el episodio (por
gestas compulsivas?
| 'ejemplo, la sensación de que no se puede parar de comer o de
| que no se puede controlar la cantidad de comida que se in­
giere).
¿Q ué significa comer compulsivamente?
\ La característica primordial de i a ingesta compulsiva es
Lo que se conoce como descontrol con la comida es una la sensación de pérdida de control. Este rasgo, par encima de
experiencia que, actualm ente, dicen padecer al menos cualquier otro, distingue la verdadera ingesta compulsiva de la so-
una de cada cinco jóvenes. Sin embargo, para cada una de breingesla común y del mero descontrol.
ellas el significado de esta experiencia difiere considera­
blemente. Algunas lo ven como una ruptura ocasional de
sus pautas habituales, que no tiene mayor efecto en sus vi­ Las características de la ingesta compulsiva
das. Sin embargo, para otras —como la mujer cuya des­
cripción iniciaba este capítulo—■, se trata de un verdadero Tomo cualquier alimento al azar y lo engullo, algunas ve­
problema, algo que tiene un impacto negativo en muchos ces sin ni siquiera masticarlo. Pero después empiezo a sentir­
aspectos de su vida. - - me culpable y aterrorizada cuando comienza a dolerme el es-
W-.W1

22 LA INCE STA CO M P U LS IV A : LO S H E C H O S
,-QUÉ ES UN ATRACÓN? 23

tómago y a subirme la temperatura. Y es solamente entonces, senm das. Muchas se atiborran de comida engulléndola
ai sentirme realmente enferma, cuando paro de comer.
casi mecánicamente, sin apenas masticarla. Otras muchas
también beben de forma copiosa para ayudarse a tragar.
Las descripciones personales de la ingesta compulsiva Esto contribuye a crear una sensación de estar llenas e hin­
pueden ser tremendamente reveladoras. Sin embargo, por chadas, y también ayuda a algunas a vomitar después de la
diferentes razones, esas informaciones pueden no ser del
ingesta.
todo exactas. Por este modvo, algunos grupos de invesdga-
ción han estudiado la ingesta compulsiva en laboratorios. 13 Agitación. Durante sus atracones, algunas personas se
Uno de los centros más sofisdcados es el Laboratorio de Ali­ pasean de un lado a otro o deambulan en círculos, con un
mentación Hum ana de Pittsburgh, del Western Psychiatric cierto aire de desesperación. Sienten el ansia de comer como
Insdtute and Clinic de la Universidad de Pittsburgh (véase el una poderosa fuerza que les empuja a seguir ingiriendo
cuadro de la pág. 24). Este laboratorio es realmente único, alimentos. Por eso, se utiliza en ocasiones el término de'
por lo que creemos que los descubrimientos que se están ingesta compulsiva. O btener comida adquiere una im por­
empezando a obtener serán de un valor incalculable para las tancia extrema; durante este estado, la persona puede co­
investigaciones que se están llevando a cabo. ger alimentos que no le pertenecen, robar comida en las
Mientras tanto, la información anecdódca y los hallazgos tiendas o ingerir la que otros han tirado. La mayoría perci­
de otros laboratorios condnúan añadiendo detalles a la des­ be estas conductas como vergonzosas, desagradables y de­
cripción de lo que sería una ingesta compulsiva «típica», Lo
gradantes.
que emerge de todo ello es una descripción qile puede que
reconozcas, al menos en parte, si comes compulsivamente o Empiezo tomándome un tazón de cereales. Tras ingerirlo
si piensas que algún conocido lo hace: muy. rápidamente, me tomo dos o tres tazones más. En esos
momentos ya sé que he perdido el control y que voy a conti­
Sentimientos. Los primeros momentos de un atracón pue­ nuar hasta el final sin parar de comer. Me siento en un estado
den ser placenteros. El sabor y la textura de la comida pueden I de gran tensión, y busco comida desesperadamente. Eso signi­
parecer intensamente agradables. Sin embargo, estos send- fica que tengo que merodear por el campus en busca de comi-
mientos suelen durar poco. Pronto son reemplazados, a me­ \ da que la gente haya tirado. Reconozco que es algo realmente
dida que la persona ingiere más y más comida, por un senti- asqueroso. Me atiborro de comida a un ritmo frenético. A ve­
miento de disgusto. Algunas personas sienten asco por lo ces llego hasta el centro de la ciudad y me voy parando en las
tiendas que encuentro en el camino. Compro sólo pequeñas
que están haciendo, pero son incapaces de parar.
cantidades de comida en cada tienda para no levantar sospe­
chas. Dejo de hacerlo cuando me he gastado todo el dinero o,
Velocidad de la ingesta. La forma típica de com er durante lo que es más habitual, cuando estoy tan llena que físicamente
un atracón es hacerlo de manera muy rápida. Los investi­ puedo comer mas.
gadores de la Universidad de Columbia han observado que
las mujeres con bulimia nerviosa ingieren comida a una ve­ Sensación de conciencia alterada. La gente a menudo des­
locidad que sobrepasa en más del doble el ritmo de las mu­ cribe que durante la ingesta compulsiva se siente como si es­
jeres que no sufren ese problema: 81,5 calorías por minuto tuviese en trance. Si has experimentado uno de estos episo­
de las primeras frente a las 38,4 calorías por m inuto de las dios, ya sabes que tu conducta parece casi automática, como
24 OL E ES UN ATRACÓN? 25
LA I NGES TA COMPULSI VA: LOS H E C H O S

E l L aboratorio de Alimentación H umana Un laboratorio de este üpo nos provee de un sistema


de P ittsburgh que permite obtener información detallada acerca de la
conducta alimentaria de los sujetos. Aunque somos cons­
i? cientes de la clara desventaja que supone el carácter arti­
El Laboratorio de Alimentación Humana de Pitts- 3
burgh, el único de este üpo existente en la actualidad, ha I ficial de un laboratorio como éste, hay buenas razones para
3 pensar que el comportamiento de los sujetos en el labora­
empezado a obtener hallazgos en los primeros años de la
década de los noventa. Su singularidad reside en el hecho torio es similar al que se da fuera de él, en su ambiente
de que los sujetos que padecen anomalías alimentarias normal, porque suele encajar con anteriores descripcio­
pueden permanecer en el centro durante largos períodos nes de sus conductas. Es evidente que las personas con bu­
limia nerviosa también comerán compulsivamente en un
de dempo (superiores a 24 horas) mientras se observan y
evalúan las conductas relacionadas con su problema; por lugar como éste.
ejemplo, el vómito autoinducido.
Fuente: Raye, W. H., Weltzin, T. E., McK.ee, M., McConaha, C.,
El laboratorio consiste en una sala de diecinueve me­
Hansen, D., y Hsu, L. K. G., -Laboratory assessmenl of feeding
tros cuadrados situada junto a una unidad hospitalaria de beharior in bulimia nervosa and heallhy women: Methods for
tratamiento de trastornos de alimentación. Dispone de una developing a human-feeding laboratory», en Ammican Journal of
mesa, una silla, una cama, un televisor y una grabadora de Clinical Nutrition, 1992, n.° 55, págs. 372-380.
-a
vídeo, así como de un cuarto de aseo privado adyacente.
*3
Los sujetos pueden comunicarse con la sala de control me­
diante interfono. «

La comida se obtiene de dos máquinas de distribución si no fueras realmente tú quien está comiendo. También
automática controladas por ordenador, una de ellas frigo­ cuentan que ven la televisión, escuchan música a todo volu­
rífica. Un microondas permite calentarla comida. Las má­
men o utilizan otras formas de distracción para evitar tener
quinas expendedoras contienen treinta y ocho üpos dife­
rentes de comidas y bebidas, que son representadvas de las que pensar en lo que están haciendo.
que están disponibles en las cafeterías y del üpo de ali­ ?
mentos que se consumen en las ingestas compulsivas. Asi­ Todo empieza con la forma en que me encuentro cuando
mismo, se conoce la composición exacta de todas esas me despierto por la mañana. Si me siento infeliz o alguien ha
comidas. dicho algo que me ha enojado, siento un fuerte impulso de
Durante una estancia de varios días, se dan algunas comer. Cuando me viene este impulso, noto como un su­
instrucciones a los sujetos. Por ejemplo, se les puede pedir dor pegajoso. Se me queda la mente en blanco y, automáti­
que coman compulsivamente o que lo hagan como lo ha­ camente, rrie dirijo hacia la comida. Como muy rápido, como
rían en un día normal. Se ha estudiado tanto a personas si tuviese miedo de que si comiera mas despacio, tendría de­
con bulimia nerviosa como a otras que no padecen nin­ masiado üempo para pensar en lo que estoy haciendo. Como
gún problema de alimentación. Tanto a unas como a otras de pie o caminando de un lado para otro; muchas veces, vien­
se les da siempre una información exhausüva de lo que se do la televisión o leyendo una revista. Lo hago para evitar
está haciendo y se les pide su consentimiento para llevar a pensar, porque pensar significaría afrontar lo que estoy ha­
cabo el estudio. ciendo.
•ifUTimr-iBum

26 - LA INGESTA COM PULSIVA: LOS H E C H O S


..QUÉ ES UN ATRACÓN?
27

Mantenerlo oculto. Una característica destacada del típico inevitables, convirtiéndolas en «profecías autocumplidas».
atracón es que se lleva a cabo en secreto. Algunas personas Dicha-planificación p erm ite a estos sujetos ejercer cierto
están tan avergonzadas de ello que hacen cualquier cosa control sobre cuándo y dónde se producirán sus ingestas com­
para ocultarlo, y algunas lo consiguen durante años. Una de pulsivas, minimizando así las interferencias que producen
las formas que utilizan para ocultar su problema es comien­ en sus actividades diarias. Por tanto pueden pensar que, en
do de una manera relativamente normal cuando están con realidad, no han perdido el control; sin embargo, no es cier­
otras personas. Otro sistema es emplear una gran cantidad to, va que siguen siendo incapaces de evitar esos episodios
de excusas artificiosas y subterfugios. Es probable que estés compulsivos. Además, u n a gran mayoría afirma que son in­
familiarizado con alguna de las formas que utiliza la gente capaces de parar la ingesta una vez se ha iniciado.
para ocultar estas conductas: tras una comida normal, algu­ Esto úlümo parece ocurrir incluso cuando se interrum ­
nos comedores compulsivos van a la cocina sin que nadie los pe la ingesta compulsiva. Puede que las provisiones de comi­
vea para acabar con las sobras; otros se llevan la comida al da se hayan acabado, que el teléfono suene o que alguien
dorm itorio o al cuarto de aseo, para comer sin temor a ser llame a la puerta. Cuando esto sucede, es habitual que la
vistos. persona continúe con su ingesta compulsiva una vez solu­
cionado lo que la ha interrumpido. Como dicen los doctores
Al salir del trabajo voy a comprar comida a la tienda. Em­ Janet Polivy y Peter Hermán de la Universidad de To'ronto,
piezo a comer antes de llegar a casa, pero evitando que me es como si la persona que come compulsivamente estuviese
puedan ver, ocultando la comida en los bolsillos. Una vez estoy en esos momentos en una «modalidad de pausa».
en casa empieza la verdadera comida. Engullo hasta que el es­
tómago me duele y ya no puedo comer nada más. Sólo en ese
momento puedo salir de mi estado de trance y reflexionar so­ CÓMO Y CUÁNDO APARECE XA INGESTA COMPULSIVA
bre lo que he hecho.
Entre los comedores compulsivos se dan notables dife­
Pendida de control. Como hemos explicado antes, es un rencias en lo que respecta a la frecuencia y al tipo de ali­
rasgo fundamental de la ingesta compulsiva, pero varía con­ mentos; por tanto, es difícil definir una ingesta compulsiva
siderablemente de una persona a otra. Algunas sienten esa típica basándose en esos términos. No es, pues, sorprenden­
pérdida de control antes de empezar a comer, mientras que te que el cómo y cuándo se produce la ingesta compulsiva
en otras se desarrolla gradualmente a medida que van co­ continúe siendo objeto de numerosas investigaciones.
miendo. En un tercer grupo, la sensación de pérdida de con­
trol surge súbitamente cuando se dan cuenta de que han co­
mido demasiado. Algunas personas que han padecido estos Frecuencia y duración
trastornos durante muchos años cuentan que esa sensación
de pérdida de control se ha debilitado con el tiempo, en Según los criterios de la Asociación Americana de Psi-
ciertos casos porque la experiencia les ha llevado a pensar . quiatría, para cumplir el diagnóstico del trastorno de ali­
que sus ingestas compulsivas son inevitables y, por tanto, no mentación denominado bulimia nerviosa (descrito en el ca­
oponen prácticamente resistencia. Algunas personas llegan pítulo 2), las ingestas compulsivas tienen que producirse con
incluso a planificar lo que consideran ingestas compulsivas una regularidad de, como mínimo, dos por semana. Pero
28 LA I NGES TA COMP ULS I VA: LOS HE CHOS ; QL’É ES UN AT RACÓN? 29

este umbral dé dos ingestas semanales es arbitrario —una re­ ford indican que, entre aquellos que efectúan purgas -^-es
miniscencia de los intentos iniciales para definir este trastor­ decir, aquellos que compensan sus ingestas compulsivas me­
no al final de los años setenta—, por lo cual ha sido critica­ diante vómitos autoinducidos o abuso de laxantes o diuréti­
do: ello implica que la gente que come compulsivamente cos_( muchos comen compulsivamente durante alrededor
con menos frecuencia está menos afectada, cuando esto a de una hora. Pero, entre los que no utilizan purgas, las in­
menudo no es cierto. Muchos investigadores y clínicos creen gestas compulsivas suelen durar un promedio de casi dos ho­
que el umbral de una ingesta compulsiva a la semana sería ras. Esto es, probablemente, porque los que realizan purgas
más apropiado. Consecuentemente, los clínicos que tratan a sienten prisa por completar sus ingestas compulsivas tan pron­
personas con trastornos alimentarios suelen ignorar los um­ to como sea posible, a fin de poder purgarse rápidamente y
brales arbitrarios de este tipo al hacer sus diagnósticos. minimizar así la cantidad de comida que consumen (véase el
El significado de la frecuencia también puede ser confu­ capítulo 4).
so para la persona que tiende a ia ingesta compulsiva. Si co­
mes compulsivamente «sólo de vez en cuando», ¿significa
esto que no hay razones para preocuparte? ¿Desde qué nivel Las comidas ingeridas en una ingesta compulsiva
de frecuencia la ingesta compulsiva se convierte en un pro­
blema? ¿Son criterios cuantitativos —el número de veces La comida habitual en una ingesta compulsiva se basa en
que se producen ingestas compulsivas, lo espaciadas que es­ todos los alimentos que tengo prohibidos: chocolate, tarta, ga­
tán, el tiempo que dura cada ingesta o la canüdad de calo­ lletas, mermelada, leche condensada, cereales y comidas dul­
rías consumidas— los que determinan la gravedad del pro­ ces improvisadas (por ejemplo, masa para hacer tartas). Ali­
blema? ¿O el principal factor a tener en cuenta debería ser mentos que son fáciles de comer y que no necesitan ninguna
el grado en que las ingestas compulsivas interfieren en tu preparación. Normalmente no tomo este tipo de comidas por­
vida? En la práctica, lo que más preocupa a los clínicos es so­ que engordan, pero cuando como de forma compulsiva puedo
bre todo el deterioro, es decir, el grado en el que las ingestas engullir canddades muy considerables de esos alimentos.
compulsivas interfieren en la salud física y en la calidad de
vida en general. No existe una relación simple entre este Cuando se pregunta a las personas proclives a estos tras­
tipo de deterioro y la frecuencia de las ingestas compulsivas. tornos: «¿Qué comes en tus ingestas compulsivas?», dan
De hecho, un estudio de cuarenta pacientes con bulimia ner­ dos tipos de respuestas típicas. Unas están relacionadas con
viosa, realizado a principios de los años ochenta en la Uni­ el tipo de comida; así, pueden responder «alimentos dulces»
versidad de Minnesota, mostró que la mayoría sobrepasaba o «comida que llena». El otro tipo de respuestas se refieren
las dos ingestas compulsivas semanales (véase página 30), y a su actitud hacia la comida y, por tanto, pueden responder
estudios más recientes han confirmado este dato. Por otro «comida prohibida», «comida peligrosa» o «comida que en­
lado, también se ha observado que muchos pacientes que en gorda». Lo que queda claro es que muchas ingestas compul­
otros aspectos presentan los'rasgos típicos, realizan menos sivas se componen de comidas que la persona está intentan­
de dos ingestas compulsivas semanales. do evitar.
¿Cuánto dura una ingesta compulsiva? Depende del tipo
de problema o trastorno alimentario que tiene cada perso­ El mito del «ansia de carbohidratos». Es probable que hayas
na. Los datos actuales de mi grupo de investigación de Ox- leído que las ingestas compulsivas se caracterizan por su alto
31
30 LA IN C E ST A COMPULSIVA: LOS H E C H O S Q L 'É ES UN AT R A C Ó N ?

. Miércoles Fecha: 8 be aprii


..........
F recuencia y duración de las ingestas compulsivas
EN PACIENTES CON BULIMLA NERVIOSA Comida y bebida consumidas Lugar * V/L Contexto y comentarios
Hora

En este estudio, cuarenta pacientes con «bulimia» Me pelo


iVi lo anoto,
8.15
(el término original americano para la bulimia nerviosa; f e lo mucho.
véase el capítulo 2), cumplimentaron registros diarios acer­
ca de la frecuencia y duración de sus episodios de ingesta cocina Tengo¡ti.
8.50 Vaio it a$u.a
compulsiva.
Estos fueron los principales resultados: trabajo Pedio no tener
10.10 Coca-cola light
atraconel hoy.
1. La duración media de una ingesta compulsiva fue de
78 minutos, con una gama de 15 minutos a 8 horas.
rabajo * V He empezado comiendo
2. El promedio de ingestas compulsivas fue de 11,7 du­ 11.iO PelO a 2 0 binóteI
Solo un par y, antes be
rante la semana en que se realizó la evaluación, con
una gama de 1 a 46 episodios. El patrón más común darme cuenta, he
fue el de una ingesta compulsiva diaria, usualmente en ferdido ti CQKtrul.
las primeras horas de la tarde o al anochecer. í
3. El promedio de calorías consumidas por ingesta com­ 12.OS Agua
pulsiva fue de 3.415, con una gama entré 1.200 a
11.500 calorías (datos de 25 de los 40 pacientes). Pastel be manzana y helado
* He empezado
6.05
4. Las comidas más comúnmente ingeridas fueron, en or­ * a comer naba más
f tostabas con mantcifuilla,
den decreciente de frecuencia: helados, pan, carame­ * llegar a caía,
cacahuetes y Pefli light,
los, donuts, ensaladas, sándwiches, galletas, palomitas, * intnediataHUnt¿, $\n
6 fastelitos, V
queso y cereales. * ningún control.
/ rosco be Jan be pafal,
* V
Fuenle: Mitchell, J. E., Pyle, R. L., Eckert, E. D., «Frequency and 2 helados, Pepli light. '
durauon of binge-eadrig episodes in pauents with bulimia», Ame­
rican Journal of Psychiatry, 1981, n.° 138, pags. 835-836. 7.50 2 rasos be agua

Me siento muy sola.


9 A 5 1 1 raso be agua
Me acuesto temprano.
contenido en carbohidratos y que se desencadenan por un
«ansia de carbohidratos». Se trata de un mito muy extendi­
j
do. En realidad, la proporción de carbohidratos en las in­ _ _
gestas compulsivas no es pardcularmente alta, y no más alta
que en las comidas ordinarias. Lo que caracteriza a las in­ 1. Este registro de comidas muestra una ingesta
F igura

gestas compulsivas no es su composición en términos de compulsiva típica. Los asteriscos representan las comidas
consideradas por la persona como excesivas. V/L significa
carbohidratos, grasas :o proteínas; es más bien la cantidad
vomitar o usar laxantes.
excesiva de comida. Si comes compulsivamente o conoces a
32 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS H E C H O S ; Q L É ES UN AT RACÓN? 33

alguien que lo haga, sabrás que una ingesta compulsiva sue­ cuarto de las ingestas compulsivas contienen más de 2.000 ca­
le incluir tartas, galletas, chocolate, helados y alimentos por lorías, más del promedio de ingesta diaria de muchas muje­
el estilo. Pero, como ha señalado el doctor Timothy Walsh res. Los estudios de laboratorio han corroborado de forma
de la Universidad de Columbia, aunque comúnmente se significativa estos cálculos: cantidades similares se han obte­
cree que esas comidas son de elevado contenido en carbohi­ nido en personas que se han ofrecido voluntariamente para
dratos, una descripción más acertada es la de comidas dulces una ingesta compulsiva, al calcular después la composición
con alto contenido en grasa. El doctor Walsh da dos ejem­ precisa de los alimentos ingeridos. Según un estudio recien­
plos: el 57 % de las calorías de un helado de vainilla marca te, uno de cada cuatro pacientes con bulimia nerviosa sufre
Háagen-Dazs proceden de la grasa, mientras que sólo el 36 % ingestas compulsivas de más de 5.000 calorías, y uno de cada
proceden de los carbohidratos; también en los pasteles, el diez de más de 6.000.
40 % de las calorías son de procedencia grasa. El ansia de Un hallazgo significativo de todos estos estudios es que,
carbohidratos, aunque es un concepto muy extendido, es durante algunas ingestas compulsivas que por lo demás se­
sólo un mito que no corresponde a la realidad. rían típicas, la persona come solamente una cantidad nor­
Sin embargo, es curioso observar que este estereotipo mal o incluso pequeña de comida. Estos episodios no cumplen,
tuvo mayor relevancia hace algunos años. Mi impresión es los criterios de la definición técnica que hace la Asociación
que la composición de las ingestas compulsivas ha cam­ Americana de Psiquiatría con respecto a la cantidad de co­
biado en los últimos veinte años: a finales de los setenta y mida consumida, pero el afectado los considera como inges­
principios de los ochenta, existía un mayor consumo de co­ tas compulsivas porque tiene la sensación característica de
midas con alto contenido en carbohidratos. Ello permite re­ pérdida de control. La entrevista estructurada para evaluar
flejar el cambio que se ha producido en las prácticas die­ los rasgos de los trastornos alimentarios (The Eating Disor­
téticas a través de los años: en aquella época, las dietas se der Examination), diseñada por el autor y por el doctor Za­
centraban principalmente en excluir los carbohidratos, fra Cooper, considerada la estándar en este campo, describe
mientras que en la actualidad su objeüvo principal es la ex­ este tipo de ingestas como compulsivas subjetivas. En con­
clusión de grasas. traste, aquellas en las que realmente se ingieren grandes
cantidades de comida son denominadas ingestas compulsi­
vas objetivas. Un hecho revelador acerca de la ingesta com­
La amplitud y el coste de la ingesta compulsiva pulsiva en general es que las subjetivas son también muy fre­
cuentes y pueden causar un considerable malestar.
La cantidad de alimentos ingeridos durante la ingesta No es sorprendente que la ingesta compulsiva resulte
compulsiva varía ampliamente de una persona a otra. Algu­ cara. Las personas afectadas, que regularmente consumen
nas pueden consumir grandes cantidades de comida duran­ grandes cantidades de comida, pueden llegar a tener difi­
te una ingesta compulsiva: ocasionalmente, una persona cultades económicas. La figura 2 ilustra el coste de una in­
puede consumir en una ingesta entre 15.000 y 20.000 calo­ gesta compulsiva, mostrando el precio de una única ingesta
rías. Pero esto no es lo más habitual. Cuando se les pide a es­ compulsiva en el comprobante de un supermercado. A prin­
tas personas que describan exactamente lo que han comido cipios de los años ochenta, un estudio llevado a cabo en Chi­
y después se calcula el contenido calórico, la cantidad más cago mostró que el promedio del coste de una ingesta com­
usual oscila entre 1.000 y 2.000 calorías. Alrededor de un pulsiva era de 8,30 dólares, con una gama entre 1 y 55 dólares.
tirT ììj ii-ii>innfh-ir < « r ia 'B ìT ìtJi| [

34 la in c e s t a c o m p u l s iv a : l o s 'h e c h o s 35
UN ATRACÓN?

comipulsivas completas
GRACIAS
POR SU COMPRA Como y como, por lo general muy rápido y sin disfrutar de
da comida; aunque en un principio saboreo los alimentos con
i CHEMA PE CACAHUETE 261 J tolacer, sé que ese placer está de alguna forma impregnado de
i QUESO EK PORCIOHES 196 1 culpabilidad. Normalmente como a escondidas y en un mismo
i AGUA DE SODA 100 lugar (si estoy en casa, en la cocina, y si estoy en el campus, en
i PAH DE MOIDE 80 mi habitación). Como hasta que físicamente no puedo más.
i COCA-COLA LIGHT 165 Éste es el tipo de ingesta compulsiva en el que suelo utilizar la­
i PATATAS CHIPS xantes —durante la ingesta y después— lo cual intensifica la
171
i PIZZA sensación de pánico y culpabilidad. Nada más acabar, estoy fí­
299
i sicamente tan hinchada que mis emociones están como apa­
CHOCOLATE LIA 299
gadas, pero al poco tiempo me siento terriblemente mal.
i TARTALIHA 807
i HELADO HÄAGEN-DAZS 682
i PAQUETE DE GALLETAS 253 Ingesta compulsiva incompleta •
TOTAI 5 .160 -PTS. Normalmente tiene lugar durante la noche y es similar a la
ingesta compulsiva completa excepto en que como apresura­
damente en cualquier lugar, sin disfrutar de ello pero también
Figura 2. El precio de una ingesta compulsiva. Un ticket sin demasiado miedo..Supone casi una reacción automática, a
de supermercado muestra lo que puede costar un ataque menudo causada por alguna situación. Este tipo de ingesta
de ansiedad. puedo detenerla a voluntad.

Estos elevados precios explican en parte por qué algunas Ingesta compulsiva lenta
personas recurren a robar comida.
Usualmente sufro este tipo de ingesta en casa, no en el
campus. Puedo preverla y darme cuenta de cómo se inicia. A
¿Son iguales todas las ingestas compulsivas? veces me resisto durante un rato pero, finalmente, cedo ante
ella con una sensación casi de placer. Constituye una libera­
Las ingestas compulsivas varían considerablemente no ción de tensión en esos momentos, porque así deja de preocu­
sólo de persona a persona, sino también en un mismo indi­ parme. En realidad disfruto de ella, al menos en su inicio. Eli­
jo alimentos que me gustan y que usualmente no me permito,
viduo. Muchas personas comentan que sufren más de un
o me permito sólo en pequeñas cantidades. A veces paso bas­
üpo de ingesta compulsiva, aunque algunos de éstos no se tante tiempo en preparar la comida. En algún momento me
ajustarían a la definición técnica de ingesta compulsiva (ob­ doy cuenta de que estoy haciendo una tontería y de que en­
jetiva). U na persona-describía que. tenía los siguientes tipos gordaré mucho si me lo como; entonces me siento más culpa­
de ingesta compulsiva: ble, pero aún siento la compulsión de continuar.
36 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS H E C H O S ,-Ql’É ES UN ATRACÓN? 37

Ciertos tipos de personas comen compulsivamente de Desencadenantes de ¡a ingesta compulsiva


una m anera característica. Por ejemplo, las personas con
anorexia nerviosa sufren a menudo pequeños episodios de Muchos factores pueden desencadenar la ingesta com­
ingesta compulsiva subjetiva pero con la misma ansiedad y pulsiva. En 1982, un estudio realizado en Australia permiüó
sentido de pérdida de control que se asocia a la objetiva. La determinar una serie de desencadenantes bastante dispares
ingesta compulsiva de las personas con un sobrepeso consi­ i véase el cuadro de la pág. 38). Algunos de los más comunes
derable (muchas de las cuales padecen «trastorno por in­ ■5
se describen en los siguientes epígrafes.
gesta compulsiva»: véase el capítulo 2) tiende a no estar cla­
ramente definida en el sentido de que es difícil saber con
exactitud cuál es su principio y cuál es su final. Esa ingesta [5
Sentimientos desagradables
compulsiva suele ser de mayor duración que la de las perso­
nas con bulimia nerviosa y puede durar casi todo el día. La ingesta compulsiva se inicia cuando estoy fatigada, de­
Además, la forma de comer es más lenta y menos desespe­ primida o enfadada. Me llego a sentir muy tensa, asustada y va­
I rada. Sin embargo, el conjunto de alimentos ingeridos es cía. Intento superar el impulso a comer, pero éste se vuelve
verdaderamente cuantioso y también existe una sensación cada vez más fuerte. La única forma que conozco para liberar­
de pérdida de control durante el proceso. La culpa y la ver­ me de esos senúmientos es comiendo compulsivamente. Ello
güenza asociadas son similares, así como la tendencia a me permite enmascarar los senúmientos de amargura y borrar
ocultarlas. cualquier problema que me esté agobiando. Lo malo es que
esa sensación es reemplazada por la de senürme hinchada,
agotada y culpable.
E l antes y EL DESPUÉS: cómo empieza y acaba |
LA INGESTA COMPULSIVA | Los senúmientos desagradables de cualquier Upo pue­
den desencadenar una ingesta compulsiva. Sendrse depri­
Si comes compulsivamente o estás intentando comprender Ii mido es un estímulo parúcularmente poderoso. Otros de­
esta alteración de la conducta en otras personas, proba- .j sencadenantes emocionales son la ansiedad, la desesperación,
blemente te cueste bastante entender por qué se producen la soledad, el aburrimiento, la irritabilidad y el enfado.
esos trastornos. ¿Por qué una conducta que causa disgusto y ]?
vergüenza se repite una y otra vez? Los factores respon- | Sentirse gordo. Senúrse gordo es un Upo muy especial de
sables del inicio de la ingesta compulsiva y los de su man- 1i estado de ánimo desagradable, común entre la gente que
tenimiento son dos amplios temas que se analizan en el capí- j[ está preocupada por su figura (véase el capítulo 4). Esto pue­
i
I tulo 6. Pero también son importantes los desencadenantes j ¡ de también desencadenar ingestas compulsivas.
!
inmediatos de cada ingesta compulsiva particular. ¿Qué j
circunstancias pueden hacer que se inicie uno de estos pro- j¡ Aumentar de peso. Mucha gente que está preocupada por
cesos? ■su silueta reacciona negaúvamente ante cualquier aumento
de su peso. Por muy pequeño que sea, puede precipitar una
reacción negadva. En las personas propensas a la ingesta
compulsiva, una forma de respuesta puede ser abandonar
,-QUÉ ES UN AT RACÓN? 39

mente anulada como para que los pensamientos sobre la co­


L O S DESENCADENANTES DE LA INGESTA COMPULSIVA mida me dominen por completo. Entonces salgo del trabajo
v me voy a la tienda. Un factor que definitivamente desenca­
En este estudio, realizado en Sidney (Australia), se ob­ dena el inicio de una ingesta compulsiva es el hambre. Si estoy
tuvo una detallada descripción de la ingesta compulsiva en hambrienta, en vez de comer algo adecuado para satisfacer esa
treinta y dos pacientes atendidos por un trastorno de ali­ sensación de vacío, como cualquier cosa qtie caiga en mis ma­
mentación de intensidad clínica. Estos pacientes descri­ íft nos. Es como si tuviera que probar todos los sabores, incluso
i
bieron los doce principales desencadenantes de sus inges­ los de alimentos que no me gustan.
tas compulsivas:
Mucha gente con problemas de ingestas compulsivas
91% ansiedad
come muy poco fuera de esos episodios. Esta privación de
84% comer algo (cualquier cosa)
78% estar sola comida puede tener muchas consecuencias indeseables, en­
78% ansia de determinadas comidas tre ellas la de sentirse hambriento. Comer demasiado poco
75% pensar en comidas da como resultado una presión psicológica y fisiológica ha­
72% volver a casa (al salir de dase o del trabajo o después cia la ingesta; y, una vez que se inicia, los afectados pueden
de vivir una temporada fuera de casa) encontrar difícil detenerla.
59% sentirse aburrida y sola
44% sentirse hambrienta Romper alguna regla de la dieta. Muchas personas que co­
44% tomar alcohol men compulsivamente también suelen hacer dieta, aunque
25% salir con alguien del sexo opuesto de una forma muy característica (véase el capítulo 4). Por
22% comer fuera' ejemplo, a menudo üenen reglas estrictas acerca de cuándo
22% ir a una fiesta deben comer y en qué cantidad. También se prescriben nor­
mas sobre qué deben comer, considerando ciertos alimentos
Fuente: Abraham, S. F., Beumom, P.J. V., «How paiiems describe bulimia
? como prohibidos porque piensan que «engordan». Romper
or binge eadng», Psychological Medicine, 1982, n.° 12, págs. 626-635. s
cualquiera de estas reglas relativas a la dieta suele desenca­
denar una ingesta compulsiva.
todos los intentos de controlar la ingesta y, como conse­
Falta de estructuración del tiempo. La falta de ocupaciones
cuencia, comer compulsivamente.
a lo largo del día también propicia la ingesta compulsiva en
las personas propensas a ella, mientras que el tener una ru­
La dieta y el hambre asociada a ella tina de actividades parece ser un factor protector. La falta de
planificación del tiempo libre también puede estar acompa­
El impulso a comer compulsivamente empieza por lo ge­ ñada por sentimientos de aburrimiento, uno de los estados
neral hacia el mediodía de un día «normal», es decir, un día en de ánimo desagradables que tienden a desencadenar la in­
el cual estoy intentando no comer. Durante las primeras horas gesta compulsiva.
de la tardé, pensar, en la comida se convierte en una preocu­
pación cada vez mayor y, finalmente, alrededor de las cuatro Estar solo. Como ya hemos mencionado, las ingestas com­
de la tarde, mi capacidad de concentración está lo suficiente- pulsivas casi siempre se realizan a escondidas. Para las perso-
40 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HE CHOS ; O C É ES UN AT RACÓN? 41

- _ 2
ñas mas propensas, estar solas incrementa el riesgo de caer"!. cuie ha sido algo «malo pero agradable»), o bien experimen-
en ellas, ya que en la soledad carecen de las presiones socia- | [an algunos sendmientos de culpa y se arrepiénten sincera­
les en contra de dichas ingestas. Si, además, la persona se I mente. Estas personas pueden decidir compensar su exceso
siente aislada, el riesgo es mucho mayor. I comiendo menos y quizá haciendo algo de ejercicio, pero
fs sus autorrecriminaciones y sus conductas compensatorias
Tensión premenstrual. Algunas mujeres cuentan que les es \ 1 terminan ahí.
especialmente difícil controlar sus ingestas en los días ante- \t Las consecuencias de una ingesta compulsiva son muy di­
riores al período menstrual. Esto puede ser una respuesta a j | ferentes. Quienes comen compulsivamente pueden decir
sensaciones físicas como la de sendrse hinchada o a estados !| que experimentan algunos sentimientos inmediatos agrada­
de ánimo negativos como la depresión o la irritabilidad. \ ¡ bles, pero por breve tiempo. Por ejemplo, pueden sentir una
sensación de alivio. Los sentimientos de hambre y privación
Beber alcohol. Algunas personas creen que tomar alcohol i I pueden haber desaparecido, y quizá también se haya visto
les hace vulnerables a la ingesta compulsiva. Hay una serie 5i K !- desplazada la depresión o ansiedad desencadenantes de la
de razones para ello. El alcohol reduce la capacidad para re1 ingesta compulsiva. Pero esos efectos posiüvos son pronto
sistir los deseos inmediatos, lo cual interfiere con la voluntad reemplazados por sendmientos de vergüenza, disgusto y cul­
de cumplir las reglas de la dieta. Por ejemplo, una persona pabilidad. La depresión suele ser una de las principales con­
puede tener el propósito de comer solamente una ensala­ secuencias que se derivan cuando la persona se siente in­
da pero, después de unos cuantos tragos de alcohol, puede capaz de controlar su ingesta. La ansiedad también es un
abandonar ese objetivo rápidamente y tomar una comida resultado común, ligado al miedo a ganar peso. Los senti­
completa. El alcohol también deteriora la capacidad de jui­ mientos negativos pueden ser exacerbados por los efectos fí­
cio y razonamiento; por tanto, la persona puede infravalorar sicos que siguen a la ingesta compulsiva; por ejemplo, son
¿ sr
lo mal que va a sentirse si se salta las reglas de sli dieta. Ade­ muy comunes el cansancio y el dolor de estómago. El miedo
más, el alcohol hace que algunas personas se sientan depri­ i 5 a ganar peso puede ser tan intenso que lleve a algunas per­
midas, por lo cual también se incrementa el riesgo de que sonas a tomar medidas compensatorias extremas (descritas
coman compulsivamente. en el capítulo 4). Esas conductas compensatorias son una de
las características que distinguen a los simples comedores
compulsivos de aquellos que sufren alguno de los trastornos
Las consecuencias
descritos en el próximo capítulo.
Después de una ingesta compulsiva, me siento asustada y
enojada. El miedo es un componente importante de mis sen­
timientos. Estoy aterrorizada por el peso que puedo ganar.
También me siento enfadada por haber permitido que una vez
más haya vuelto a ocurrir. Comer compulsivamente me hace
odiarme a mí misma.

Después de un episodio de sobreingesta, la mayoría de la


gente lo acepta como un descontrol ocasional (pensando
Capítulo 2

ATRACONES, TRASTORNOS
DE LA ALIM ENTACIÓN Y OBESIDAD

Actualmente pocos desconocen que los problemas de in­


gesta compulsiva son algo frecuente en la sociedad occiden­
¿
tal. Todos hemos oído hablar de «la ingesta compulsiva y las
purgas» o de la «enfermedad de la delgadez», es decir, de la
0
■- 3
anorexia nerviosa. En efecto, los términos relacionados con
la ingesta compulsiva se han convertido en parte habitual
ti
££ de la cultura popular de forma que, por ejemplo, la palabra
| «anoréxica» ha llegado a ser sinónimo de extrema delgadez
o falta de peso. Por desgracia, en el proceso a través del cual
estas cuesüones han llegado a formar parte del lenguaje de
la calle, el verdadero significado de muchos térrninos que
.C describen los problemas alimentarios ha quedado desfigura­
do. Los artículos de revistas no especializadas han populari­
zado denominaciones como problemas alimentarios o tras­
tornos alimentarios, utilizándolas como sinónimos pero sin
tener en cuenta la diferencia que existe entre ambas. Lo
cierto es que un problema alimentario no significa trastorno
alimentario, del mismo modo que anoréxica no quiere decir
extremadamente delgada. Así pues, ¿qué es exactamente
un problema alimentario? Y ¿cuándo se convierte éste en un
trastorno alimentario?
Las bases para responder a estas cuestiones se exponen
en el capítulo 1, donde se explica la diferencia entre so-
44 TRAGONES, T R A S T O R N O S DE LA A L I ME NT AC I ÓN Y OBESI DAD 45
LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS^

breingesta e ingesta compulsiva, una distinción que está apo-’ff 1 Muchos problemas defingesta compulsiva cumplen tam­
yada por la definición técnica de la segunda. En este capítu- I I bién los criterios de uno de estos dos trastornos alimentarios: la
lo se prosigue con el estudio de la forma en que psiquiatras H bulimia nerviosa o el recientemente descrito trastorno por
y psicólogos clasifican los problemas de ingesta compulsiva, f I incesta compulsiva. En una pequeña minoría de personas se
de cómo se relacionan con los trastornos de la alimentación 1¡§ d m problemas de alimentación diferentes, como por ejem­
y de la vinculación de estos problemas y trastornos con la ?ff plo la anorexia nerviosa. En otros casos se trata de pro­
obesidad. l-fi blemas parecidos pero que no cumplen exactamente esos
cri ieri os diagnósticos (véase la figura 3). En este capítulo se
describirá lo que psicólogos y psiquiatras entienden por: bu­
«Problemas alimentarios» y «trastornos alimentarios» limia nerviosa, trastorno por ingesta compulsiva y anorexia
nerviosa.
La gran mayoría de personas que comen compulsiva­
mente no sufren ningún problema ni trastorno alimen­
tarios. Sus ingestas compulsivas son más ocasionales que BULIMIA NERVIOSA
frecuentes, no implican una gran canddad de comida y tam­
poco deterioran su calidad de vida. Sin embargo, hay un La bulimia nerviosa, que en su origen fue conocida en
número significativo de personas cuyas ingestas°compulsi­ Norteamérica simplemente como «bulimia», ha llegado a
vas interfieren, en mayor o menor medida, con su calidad de ser un tema de interés en el campo de la medicina sólo du­
vida. Sus ingestas compulsivas pueden ser frecuentes, cau­ rante los últimos veinte años. En el cuadro de la página si­
sarles alteraciones emocionales o afectar a su salud física. guiente se enumeran los principales hitos en la historia del
Puede decirse que estas personas tienen un problema alimen­ trastorno. Aunque los criterios diagnósticos utilizados en la
tario. actualidad difieren en algunos detalles, todos coinciden en
que tienen que darse tres características para afirmar que al­
È guien padece bulimia nerviosa:
IN G ESTA CO M PULSIVA
1. La persona ha de tener frecuentes ataques de ingesta com­
pulsiva (objetiva), es decir, debe consumir grandes canti­
INGESTA COMPULSIVA dades de comida, teniendo en cuenta el contexto en el
PROBLEMA DE
QUE NO LLEGA A S E R
INGESTA COMPULSIVA cual se ingiere esa comida. También ha de experimentar
PROBLEMA (con deterioro de la calidad
(la calidad de vida no se
de vida)
una sensación de perdida de control durante el ataque.
deleriofa)
2. La persona debe utilizar con regularidad alguna medida
extrema para controlar su peso y figura. En estas medi­
BULIMIA TRASTORNO
das se incluyen: vómito autoinducido, laxantes, diuré­
ANOREXIA OTROS
NERVIOSA ■POR NERVIOSA PROBLEMAS DE ticos, ejercicio extremo y dieta intensa o ayuno.
INGESTA
COMPULSIVA
INGESTA
COMPULSIVA
3. La persona ha de estar excesivamente preocupada por su
peso, por su figura o por ambos (véase el capítulo 4) y te­
F igura 3. Clasificación de las ingestas compulsivas: ner un intenso miedo a ganar peso y engordar. Esta preo-

I
^ ^ Ari:

LA INCE STA C OM PULSIVA: L O S H E C H O S . T ^ C O H p S ^ W A S T O T m p S DE 1.A A L IM E N T A C IÓ N Y OBESI DAD 47

cupación debe llegar al extremo de que la persona se normal (definido como índice de masa corporal entre 20 y
sienta obesa y sufra por su apariencia física. Más aún, 25: véase el apéndice I ) .
toda la vida de la persona debe girar en torno a la preo­ Como se explica en el capítulo 3, la bulimia nerviosa se
cupación por su peso o su silueta. da preferentemente en mujeres, la mayoría de ellas con eda­
des comprendidas entre los veinte y treinta años. El proble­
Otro aspecto determinante para el diagnóstico de buli- ma suele iniciarse en la adolescencia tardía, después de un
mia nerviosa es que el sujeto no cumpla los criterios de ano­ período de dieta estricta. En alrededor de un tercio de los
rexia nerviosa, un trastorno alimentario diferente que se casos, esta dieta puede ser tan extrema que la persona desa­
describe en este capítulo más adelante. Esto significa que la rrolla inicialmente anorexia nerviosa para evolucionar des­
persona no debe estar muy por debajo de su gama saludable pués a bulimia nerviosa. Por tanto, aunque los criterios diag­
de peso. En la práctica, la gran mayoría de personas con bu- nósticos estipulan que una persona no puede tener ambos
limia nerviosa tienen un peso corporal dentro de la gama ~1 tiomnn ɻQ D o t a n m rtm^mpn tP

relacionados.
Las personas bulímicas tienen hábitos alimentarios caóti­
Breve historia de la bulimia nerviosa
cos. Por definición, todas comen compulsivamente de una
manera objetiva. Por lo general, sus episodios de ingesta
1976. Informes sobre «bulimarexia» entre estudiantes compulsiva se producen en el contexto de una restricción
universitarias norteamericanas (véase el capítulo 3). dietética extrema. /Algunas no comen prácticamente nada
1979. Publicación del profesor Gerald Russell de su ar­ entre esos episodios, mientras que la mayoría hace una die­
tículo ya clásico «Bulimia Nervosa: An ominous variant of ta estricta. Generalmente se provocan el vómito después de
anorexia nervosa». En este arüculo se ofrecíala primera cada ingesta compulsiva, en un intento de librarse de la co­
descripción de este trastorno. mida que han ingerido. Los laxantes o diuréticos pueden ser
1980. El síndrome de «bulimia» es introducido dentro utilizados también con este propósito. Una vez establecido,
Ià del DSM-III (Diagnostic and Stalislical Manual of Mental Di-
este patrón de alimentación tiende a automantenerse, aun­
sorders, tercera edición, de la Asociación Americana de Psi­
quiatría). que puede aumentar o disminuir en cuanto a su severidad.
1980- 1982. Estudios llevados a cabo en Estados Unidos Cuando el bulímico busca tratamiento, es muy frecuente
que lleve padeciendo ese trastorno desde hace muchos anos.
y Gran Bretaña indican que la bulimia nerviosa es un pro­
blema bastante común (véase el capítulo 3).
1981- 1982. Se publican varios artículos que describen
i
dos tratamientos esperanzadores, la terapia cognitivo-con- T rastorno por ingesta compulsiva
ductualy los fármacos antidepresivos (véase el capítulo 8).
1987. El síndrome de la «bulimia» es redefinido y rebau­ j Éste es el otro trastorno en el cual el hecho de comer
tizado como «bulimia nerviosa» en el DSM-III-R (Diagnos- i compulsivamente es un rasgo central. Se trata de un criterio
tic and Statistical Manual ofMental Disorders, tercera edición,
revisada), de forma más acorde al concepto original de
i diagnóstico nuevo, cuyo estatus es todavía algo controverti­
Russell. do. En efecto, muchos clínicos pueden no estar familiariza­
dos con el término, aunque otros muchos conocerán muy
bien el problema que se describe.
48 49
LA I NGES T A COMPULSI VA: LOS H E C H O S i a t r a c o n e s , t r a s t o r n o s de la a u m e n t a c i ó n y o b e s i d a d

A finales de los años cincuenta el doctor Albert Stun- so Los estudios comunitarios indican que sólo la mitad
kard, de la Universidad de Pennsylvania, observó que algu­ denen sobrepeso (definido como tener un índice de masa
nas personas obesas tenían problemas significativos con la corporal de 27 o más: véase el apéndice I).
ingesta compulsiva. Esta observación fue en general ignora­
da u olvidada hasta finales de los años ochenta, cuando em-'
pezaron a exisür evidencias crecientes de que aproximada­ ANOREXIA NERVIOSA

mente una cuarta parte de aquellos que buscan tratamiento La mayoría de la gente ha oído hablar de la anorexia ner­
para la obesidad tienen problemas de ingesta compulsiva, viosa, la «enfermedad de los que están a dieta», quizá a cau­
aunque pocos cumplen los criterios de bulimia nerviosa. Du­ sa de unas pocas muertes ampliamente difundidas por los
rante esta época, los estudios comunitarios sobre la bulimia medios de comunicación asociadas con este trastorno y tam­
nerviosa mostraban que la mayoría de personas que comían . bién porque sus efectos físicos son muy obvios. Aunque la
compulsivamente no padecían ese trastorno (véase el capí­ anorexia nerviosa difiere de la bulimia nerviosa y del tras­
tulo 3). Estos hallazgos llevaron a un grupo de investigación, torno por ingesta compulsiva en algunos aspectos importan­
dirigido por el doctor Robert Spitzer, de la Universidad de tes, como señalábamos antes, está íntimamente relacionada
Columbia, a proponer que esas personas sufren su propio
con la bulimia nerviosa.
trastorno de alimentación, que es diferente del de la bulimia Para decir que alguien tiene anorexia nerviosa ha de
nerviosa. Denominó a este nuevo trastorno síndrome de so-
cumplir dos criterios básicos:
brangeslá patológica, que fue reemplazado después por el tér­
mino más sencillo de trastorno por ingesta compulsiva. 1. La persona ha de tener un peso significativamente infe­
Las personas con trastornos por ingesta compulsiva su­ rior al normal, como resultado de sus propios esfuerzos.
fren episodios de este tipo en repeddas ocasiones, pero no 2. La persona debe estar muy preocupada por su peso, por
toman las medidas extremas para controlar su peso que sí su figura o por ambos. Sin embargo, en vez de preocu­
adoptan los afectados por bulimia nerviosa. En un pasado parse de su bajo peso, la persona esta aterrorizada por la
reciente, quienes encajaban con esta descripción solían ser posibilidad de aumentarlo y llegar a la obesidad. Es más,
diagnosticados —por profesionales y paraprofesionales— muchas personas con anorexia nerviosa se perciben a sí
como personas afectadas por sobreingesta compulsiva, a pesar mismas come «gordas» a pesar de su bajo peso. Por esta
de que el termino de ingesta compulsiva no tiene un significa­ razón se ha dicho a menudo que üenen un «miedo pato­
do específico reconocido. Tanto la experiencia clínica como lógico a engordar» o que tienen «fobia a ganar peso», y
la investigación determinan que el trastorno por ingesta su forma de hacer dieta se dice que está dirigida por una
compulsiva nene una distribución más amplia que la bulimia «búsqueda implacable de la delgadez». Estas acdtudes
nerviosa. Hombres y mujeres están afectados de forma más hacia el peso y la figura son similares a las de la bulimia
nivelada; las personas de raza negra parecen tener un riesgo nerviosa.
similar a las de raza blanca en Estados Unidos y los grupos de
edad parecen ser amplios, con edades que van desde los La anorexia nerviosa afecta principalmente a chicas ado­
veinte hasta los cincuenta años. lescentes y mujeres jóvenes. Las personas con este trastorno
Un malentendido común es pensar que toáoslas perso­ logran su bajo peso comiendo muy poco, aunque también
nas con trastorno de ingesta compulsiva sufren „exceso de puede contribuir un ejercicio físico.excesivo. Estas personas
Y**9*»- i «w-

50 .
LA IN C E ST A COM PULSIVA: LOS H E C H O S

evitan consumir comidas que consideran que les pueden ha­


cer engordar y, en ocasiones, hacen ayunos. Alrededor de un
tercio de los afectados comen compulsivamente, por lo que
su acútud de restringir la ingesta de comida se rompe y lle­
gan a perder el control. El doctor David Garner, una desta­ Capitulo 3
cada autoridad en el campo de la anorexia nerviosa, ha des­
tacado que sorprendentemente se conoce muy poco acerca
de la ingesta compulsiva en personas con este trastorno. Los •QUIÉN TIEN E TENDENCIA
informes clínicos sugieren que estas ingestas compulsivas A LOS ATRACONES?
son a m enudo pequeñas en cantidad y, por tanto, serían n
consideradas como ingestas compulsivas subjetivas, tal como §
se defínen en el capítulo 1. Sin embargo, en otros aspectos se I
parecen a las ingestas compulsivas objetivas: se da una sensa­
ción de pérdida de control sobre la ingesta y la canüdad de 2
comida consumida es considerada como excesiva. Por ejem­ Para cualquiera que coma compulsivamente, el tema que
plo, una ingesta compulsiva puede consisür simplemente en inua este capítulo puede resultar el más apremiante de to­
una pocas galletas pero, incluso esta cántidad de comida, pa­ dos. Casi todos los afectados, a pesar de lo que se asegura en
recerá excesiva para la mayoría de personas con anorexia los medios de comunicación, se siénten solos en lo que per­
nerviosa. Independientemente de su cantidad, las ingestas ciben como una conducta vergonzosa. Esta sensación de ver­
compulsivas se asocian con una notable ansiedad y por sen­ güenza y aislamiento tiende a reforzar y mantener el proble­
timientos posteriores de vergüenza y culpabilidad. ma, ya que les impide buscar ayuda para salir de él. Pero
espero que si padeces este problema, las páginas siguientes
La clasificación y descripción de los problemas de inges­ te avuden a superar ambos sentimientos y te abran una vía
ta compulsiva es un proceso en evolución. Las invesugacio- para lograr tu recuperación.
nes futuras evidenciarán formas de conducta y tipos de in­ En primer lugar consideraremos cómo esos sentimientos
gesta compulsiva que aún no se han descrito en la literatura de vergúenza y aislamiento, y la consecuente tendencia a
científica y,jú mismo tiempo^ jos^ayudarán a com prender ocultar el problema, han hecho difícil para los invesdgado-
con mayor claridad la bulimia nerviosa, el trastorno por in­ res determinar con exacdtud quiénes comen compulsivamen­
gesta compulsiva y la anorexia nerviosa. Por ahora, las defi­ te. Como las personas con problemas de ingesta compulsiva
niciones generales de este capítulo te ayudarán a determ inar que buscan tratamiento son una minoría, determinar la in­
si algunos de estos diagnósticos es aplicable a tu caso. Si esto cidencia de estos problemas es más difícil que contabilizar el
es así, puedes estar seguro de que no eres el único con este número de casos de sarampión o de artrids. Por consiguien­
problema, como se pone de relieve en el capítulo 3. te, no está del todo claro cuántas personas sufren un pro­
blema de ingesta compulsiva y cuántas padecen solamente
sobreingestas ocasionales. Hecha esta advertencia, en este ca­
pítulo se revisará lo que. se conoce acerca de los comedores
compulsivos.
52 LA INCESTA COM PULSIVA: LOS HECHOS ENE T ENDE NCIA A LOS AT R A C O N ES ? 53
;QL'IÉN TI

E l MOMENTO DE EMERGENCIA DE LA BULIMIA NERVIOSA una relativa normalidad cuando estaban con otras perso­
nas. Sus ingestas compulsivas se producían en privado. Al­
El interés por determ inar el porcentaje de personas que " gunos describían cómo habían reunido el coraje necesario
comen compulsivamente coincidió con el momento en que se ' para ir al médico de cabecera sólo para escuchar que no
empezó a conocer e investigar la bulimia nerviosa a media-" podían tener un problema alimentario, ya que su peso era
dos de los años setenta. La primera evidencia de este tras­ normal.
torno se obtuvo con la publicación de una serie de infor­ El hecho de que la bulimia nerviosa pudiese ser oculta­
mes que describían lo que se conoció como «bulimarexia» da durante muchos años significaba que no podía ser una
o «síndrome de la ingesta compulsiva-purga», que afectaba variante inusual de la anorexia nerviosa como sugería el
a la población estudiantil femenina de las universidades profesor Russell; más bien parecía ser un importante tras-
norteamericanas. El trastorno captó aún más atención con mrno de la conducta alimentaria con unas características
la publicación, en 1979, de un artículo titulado «Bulimia propias y específicas. Mi problema fue cómo averiguar si
nervosa: An ominous variant of anorexia nervosa», escrito esto era así. ¿Cómo podría encontrar casos con este trastor­
por el profesor londinense Gerald Russell, una respetada no de alimentación si quienes lo padecían, al parecer, ten­
autoridad en este campo. En su artículo describía las carac­ dían a ocultarlo?
terísticas de 30 pacientes (28 mujeres y 2 hombres) que ha­ La solución fue buscar la ayuda de la revista Cosmopoli­
bía tratado durante seis años y medio, entre 1972 y 1978. tan. Corno las personas que padecen bulimia nerviosa es­
Esos pacientes padecían lo que en la actualidad se conoce tán muy preocupadas por su apariencia y, al parecer, la ma-
como bulimia nerviosa. voría eran mujeres jóvenes, supuse que muchas de ellas
Simultáneamente, en Edimburgo, yo estaba tratando a leerían esta revista. Por tanto, preparé un pequeño anun­
un grupo similar de pacientes. Lo más llamadvo acerca de cio que se publicó en el número de abril de 1980 de la edi­
ellos era que, en la mayoría de los casos, cada uno creía que ción británica (véase la figura 4). El resultado fue espec­
él era el único con ese tipo de trastorno alimentario. Pensa­ tacular. En pocos días recibí carta's de más de un millar de
ban que sólo ellos sufrían repetidos ataques de sobreingesta mujeres, la mayoría de las cuales parecían padecer bulimia
descontrolada, seguidos por vómitos o abuso de laxantes. nerviosa. Este estudio se describe con más detalle en la pá­
La forma de ver su problem a no debe sorprendernos, ya gina 55.
que la bulimia nerviosa todavía no había atraído la aten­ Aproximadamente por esas fechas, en Chicago, el doctor
ción del público. En realidad, en aquellos momentos, el Craigh Johnson y sus colegas estaban reuniendo un amplio
problem a de la ingesta compulsiva era algo prácticamente número de peticiones de información tras haber visto la luz
desconocido. Ci varios artículos sobre bulimia nerviosa. Ellos también envia­
La mayoría de mis pacientes de Edimburgo habían \*-P£ ron una serie de cuestionarios que permitieron identificar a
ocultado con éxito su problema alimentario durante mu­ 361 mujeres con bulimia nerviosa (todavía conocida en Es­
chos años. Lo habían hecho así en parte a causa de la ver­ tados Unidos simplemente como bulimia). Esas mujeres
güenza y el autorrechazo, y en parte porque pensaban que presentaban rasgos muy similares a los de las identificadas a
nada ni nadie podría ayudarles. Además, ocultar este pro­ través de Cosmopolitan, aunque había algunas diferencias cu­
blema no era demasiado difícil, ya que casi todos tenían un riosas y aparentemente inexplicables entre las dos muestras
peso norm al y, en la mayoría de casos, podían ,comer con que se comparan en la tabla 1.
54
LA INGESTA COMPULSIV A: LOS H E C H O S ^ U '1ÉN TIE .N'E TE NDENC IA A I.OS AT R A C O N ES ? 55
'•I>,.
' ~ -------- -
Nuevo patrón de alimentación ':?• 1 Estudio del Cosmopolitas
2
Algunos psiquiatras están preocupados por Para hallar en qué medida la bulimia nerviosa era un
lo que podría ser la aparición de un nuevo problema de salud significativo, aunque no detectado, se
y extraño trastorno alimentario que afecta publicó un artículo en las páginas de salud del número de
a mujeres jóvenes en los últimos años de la abril de 1980 de la revista femenina Cosmopolilan (véase la
adolescencia o en la década de la veintena. ficrura 4). Se pedía a las personas que estaban udlizando el
Los principales rasgos son el vómito au- vómito autoinducido como forma de controlar su peso,
toinducido frecuente, llevado a cabo a es­ que escribiesen si deseaban completar un cuestionario
condidas, y un profundo temar a llegar a confidencial. El vómito fue elegido como el rasgo distinti­
ser obesas. vo para identificar los casos potenciales de bulimia ner­
viosa, ya que es la menos ambigua de las tres característi­
Quienes lo padecen tienen un deseo
cas principales del trastorno (véase el capítulo 2).
irresistible de comer y beber, pero conservan
En unos días se recibieron más de un millar de respues­
su peso normal mediante los vómitos. tas. A las primeras ochocientas se les envió un cuestiona­
El problema es difícil de tratar —y mu­ rio diseñado para obtener información sobre peso, hábi­
chos psiquiatras pueden no estar plena­ tos alimentarios y actitudes hacia la figura y el peso. Se
mente familiarizados con sus síntomas y devolvieron 669 cuesLionarios (84%) con todas las pregun­
con los peligros que entraña—, pero, in- • tas cumplimentadas. .Al analizar esos cuestionarios devuel­
cluso en sus formas leves, este problema tos, quedó claro que en 499 casos la probabilidad de pa­
puede tener serias repercusiones físicas y decer bulimimia nerviosa era muy alta.
psicológicas. Las 499 que respondieron eran mujeres (recuérdese
Los psiquiatras desearían conocer más que se trataba de una revista femenina). Su edad media
datos acerca de la prevalencia de este tras­ era de 24 años y dos tercios estaban dentro de la década
de la veintena. Más de las tres cuartas partes (82 %) tenía
torno. Cualquiera que haya experimentado
un peso corporal dentro de la gama normal para su edad
vómitos de este tipo podría ayudamos en la
y altura. En la mayoría de los casos el problema alimenta­
investigación respondiendo a este cuestio­ rio se había iniciado en sus años de adolescencia, y los ata­
nario confidencial. ques compulsivos se producían desde hacía un promedio
í de 5 años. Una cuarta parte (27 %) respondió que sufrían
Figura 4: El articulo de Cosmopolitan al menos una ingesta .compulsiva diaria y más de la mitad
(del número de abril de 1980, páginas de «Salud«). í (56 %) vomitaban diariamente. El 90 % abusaba de los la­
1
xantes.
El grado de malestar expresado por estas mujeres era
Por estas mismas fechas, en Nueva York, la doctora Kathe- extremadamente alto. Muchas escribieron extensas cartas
rine Halmi y sus colegas de la Universidad Cornell estaban suplicando ayuda. Dos tercios (68 %) tenían niveles clíni­
camente significativos de síntomatología depresiva y de
realizando una investigación sobre los problemas de ingesta
compulsiva entre los estudiantes gue asistían a una escuela
■ ... . . V
56 57
LA I NGES TA COMPULSI VA: LOS H E C H O S í •QUIÉN' T IE N E T E N D E N C I A A LOS A TRACO NES? '■

T abla1. Comparación de las muestras recogidas en dos de los


ansiedad. La mayoría expresaba sorpresa y alivio al saber primeros estudios sobre bulimia nerviosa, llevados a cabo
que ellas no eran las únicas que presentaban ese pro­ en Gran Bretaña y Estados Unidos.
blema. F
Aunque más de la mitad de estas mujeres tenían claro Muestra de Muestra de
que necesitaban ayuda médica, sólo el 2,5 % estaba reci- Gran Bretaña Estados Unidos
biendo alguna forma de tratamiento. De aquellas que de­
seaban ayuda, menos de la mitad (43 %) habían mencio­ 23,8 23,7
Edad (en años)
nado alguna vez este problema a un médico. Estado civil (% de casados) 20,7 18,4
Los hallazgos de este estudio sugerían claramente que Ingesta compulsiva**
la bulimia nerviosa es un importante problema de salud, Edad de inicio 18,4 18,1
generalmente no detectado. Años dé duración 5,2 5:,4
Frecuencia de 1 o más al día (%) 27,2 50,0
fw n te Fairborn. C. G„ y Cooper, P. J„ .Self-induced vomiting and buli­ Vómito autoinducido
mia nervosa: an undetected problem ., en British Medical loumaL 1982
Frecuencia de 1 o más al día (%) 56,1 45,7
n.° 284, pags. 1.153-1.155.
Abuso de laxantes
Utilización habitual (%) 18,8 33 0
Peso
de verano. Encontraron que más del 10 % reconocían pade­ ■Normal* (%) 83,2 61,6
cer problemas significativos de ingesta compulsiva. De és­ Con exceso de peso 45,2 / 50,1
tos, lá gran mayoría eran mujeres, y casi el 2 % se auto- Alteraciones en la menstruación {%) 46,6 50,7
provpcaban el vómito al menos üna vez a la semana. Visto ■P
retrospectivamente, parece probable que muchas de ellas l'urnles: Muestra de Gran Bretaña: Fairburn, C. G., y Cooper, P. J., «Self-in-
tuviesen bulimia nerviosa. duced vomiting and bulimia nervosa: An .undetected problem», British Me
dicalJournal, 1982, n.° 284, págs. 1153-1155.
Desde que se llevaron a cabo esos estudios, la bulimia
nerviosa ha sido reconocida como un importante problema
1 Muestra americana: Johnson, C. L„ Stuckey, M. K-, Lewis, L. D„
Schwartz, D: M., «A survey of 509 cases of self-reported bulimia», en Ano-
de salud en un amplio número de países, especialmente en rexia Nervosa: Recent Developments in Research, comp, de P. L. Darby, P. E.
aquellos en que la anorexia nerviosa dene una notable inci­ GarFinkel, D. M. Garner y D. V. Coscina, Nueva York, Alan Ltss, 1983.
dencia. Ahora sabemos que es común en Norteamérica, nor­ * Se usaron definiciones diferentes en los dos estudios.
i i
te de Europa, Australia y Nueva Zelanda, y que reciente­ ! í
mente se ha extendido a.países mediterráneos como España
e Italia. También parece estar emergiendo en países de Cen- taban en tratamiento, una situación que no ha cambiado
troeuropa como la República Checa. mucho desde entonces. Por ejemplo, en un reciente estudio
realizado en el Reino Unido se observó que, de 40 casos de
bulimia nerviosa severa, sólo en 6 (12 %) se estaba recibien­
E l tema de lá detección do tratamiento, aunque más de la mitad pensaban que ne­
cesitaban ayuda profesional. Un amplio estudio sobre pro­
El estudio de 1980 del Cosmopolitan determinó' que sólo blemas psiquiátricos entre adolescentes en Nueva Jersey
el 2,5 % de los casos identificados como bulimia nerviosa es- obtuvó resultados similares: muy pocos de los que padecían
f r ' Wr r t T n»ñfiiir*íri'i*' -

58
LA IN GESTA CO M P U LS IV A : LOS H E C H O S •QL’IÉN t ien e TENDENCIA a LOS A T R A C O N E S ? ' ' . 5U

I
bulimia nerviosa habían hablado jamás de sus trastornos de 1 ¿ Algunos médicos encuentran difícil admidr ürastornos
alim entación con un profesional, a pesar de que su vida co- \ deteste tipo, llegando en algunos casos a quitarles im­
üdiana estaba muy deteriorada por este problema. De he- f portancia.
cho, se observó que la bulimia nerviosa presentaba la tasa y 7 Algunas veces se consulta-al médico el problema en cues­
más b a jf de búsqueda de ayuda profesional de todos los pro- í tión, pero éste no hace nada para ayudarles; puede no to­ "Y
blem afestudiados (depresión, pánico, ansiedad y trastorno : mar el problema en serio, no saber qué hacer, o no tener
'Y
obsesivo-compulsivo). Asimismo, existen evidencias de que : acceso a los medios adecuados de tratamiento. -

el trastorno por ingesta compulsiva también permanece en 8 El médico puede proporcionar una ayuda que no es la i
gran j^arte sin ser detectado. apropiada. Por ejemplo, algunos médicos simplemente -'Y ^
¿b °r qué hay tan poca gente con trastornos de ingesta prescriben una dieta, sin hacer nada más.
compulsiva en tratamiento? Existen numerosas razones:
El hecho de que sólo una pequeña, proporción de las /
1. Esfes problemas están acompañados por sentimientos de personas que padecen problemas de ingesta compulsiva re­
vergel uzay culpabilidad. Al buscar tratamiento, se corre ciba atención profesional, crea la necesidad de que existan
el nesgo que otras personas se enteren de su proble­ otras fuentes de ayuda, una de las cuales se proporciona en
ma y de que han pasado años mintiendo constantemen­ la segunda parte de este libro. Esto también hace difícil res­
f te y llevando a cabo diversas maniobras, algunas de ellas ponder á la cuestión «¿Quiénes comen compulsivamente?», ■)

i
consideradas vergonzosas, para mantener oculto su pro­ ya que las estadísticas hospitalarias o clínicas infravaloran ó
blema. enormemente la magnitud del' problema. Por esta razón,
2. La gente comúnmente espera,.que el problema desapa­ los investigadores han estado estudiando muestras comuni­
i*! rezca por sí solo.
tarias.* Y
3. Algunas personas piensan que su problema alimentario
no es tan grave como para que valga la pena tratarlo, o
que ellos no merecen ser ayudados. LOS HALLAZGOS DE ESTUDIOS COMUNITAJUOS
4. Pueden exisur problemas económicos para buscar apa­
i
tía. Los pacientes pueden carecer de recursos suficientes Desde 1980, se han realizado en todo el m undo más de
o no estar asegurados; por tanto, algunos no pueden cu­ sesenta investigaciones acerca de la incidencia de la buli
brir los costes del tratamiento. mia nerviosa. Muchas de ellas han incluido también el es­
5. Resulta algo difícil de contar a los médicos. Muchos afec­ tudio de la ingesta compulsiva. Estas investigaciones se
tados han consultado anteriormente a algún naédico acer­ han centrado principalm ente en mujeres con edades com­
ca de otros problemas que pueden ser secundarios al tras­ prendidas entre 14 y 40 años, ya que están consideradas
torno de ingesta compulsiva (por ejemplo, problemas en como el grupo de mayor riesgo. En la mayoría de estos es-
la menstruación: véase el capítulo 5); a veces, n o cuentan
al médico la verdadera causa, aunque la conozcan. En
* Los estudios com unitarios son los que se llevan a cabq en muestras • ■J
ocasiones, acuden al médico con l?t intención de contar­ de sujetos de la población general, a diferencia de otros estudios que se
le el problema real1, pero cambian de opinión eri el últi­ llevan a cabo con sujetos que han buscado tratamiento para su problem a Yr
• .

mo momento. (muestras clínicas).. (N. de las t.)


--
-60 61
LA I NGES TA COMP ULS I VA: LOS HECHOS • n u i é x T I E N E T E NDE NCI A A LOS ATRACONES?

tudios se han recogido los datos m ediante una serie de ue las obtenidas en los primeros estudios, pero son proba­
cuestionarios que preguntaban a la entrevistada sobre la blemente más fiables porque la evaluación se-obtuvo me­
existencia de este problema. Uno de los principales ha­ diante entrevistas y según las bases de la definición técnica
llazgos ha sido que muchas mujeres jóvenes reconocen co­ ncmal, que no estaba disponible cuando se hicieron los pri-
mer compulsivamente. Sorprendentem ente, según estos meros estudios.
estudios, son cerca de un tercio las que lo hacen, y el 16 % \sí pues, parece que alrededor del 1 % de mujeres adul-
responde que padece estos ataques al menos una vez por , ,s jóvenes padecen bulimia nerviosa y que, alrededor del
semana. Se trata de cifras muy elevadas. ¿Podemos consi­ •\%. comen compulsivamente con regularidad. Estas tasas
derarlas fiables? inquietantes dado que los problemas de ingesta com­
Existen una serie de razones por las cuales se debe cues- pulsiva son a menudo crónicos y pueden deteriorar notable­
donar'la fiabilidad de estas tasas. Una de ellas es que la ma­ mente tanto la calidad de vida (véase el capítulo 4) como la
yoría d¿. estudios no ha utilizado lá definición técnica de la salud fisica (véase el capítulo 5).
Asociación Americana de Psiquiatría acerca de la ingesta
compulsiva (véase el capítulo 1). En lugar de esto, en mu­
chos se preguntaban simplemente cuesüones como «¿Co­ Estudios de otros grupos demográficos
mes de forma compulsiva?», aceptando de forma literal las
respuestas de las encuestadas. Es muy probable que estas ta­ Aunque los estudios que acabamos de señalar se han
sas reflejen alguna forma de «sobreingesta percibida» más que centrado principalm ente en la incidencia de la bulimia ner­
una verdadera ingesta compulsiva. Otro problema es que más viosa entre las mujeres jóvenes, cada vez está más claro que
de la .mitad de ios estudios se han centrado en estudiantes ni ésta ni el trastorno por ingesta compulsiva se restringen a
universitarias y, a menudo, pertenecientes a universidades pri­ este grupo de edad.
vadas de alto prestigio. Por tanto, pueden no ser representa­
tivas de las mujeres jóvenes en general.
Son más fiables los pocos estudios en que se han entre­ Mujeres mayores
vistado muestras de la población general que, en la mayoría
de casos, tenían como objetivo hallar la incidencia de la bu- La edad de distribución de la bulimia nerviosa sugiere
hrnia nerviosa, más que la de la ingesta compulsiva. En estos claramente que se trata de un problema de mujeres jóvenes,
estudios se han obtenido datos, relativamente consistentes, más que de mujeres mayores. Como muestran los estudios
que indican que la bulimia nerviosa afecta a una tasa que os­ realizados al respecto, la gran mayoría de casos se producen
cila entre el 1 y el 2 % de las mujeres adultasjóvenes. Con ex­ entre veinteañeras. Nuestros datos, basados en estudios co­
cepción de uno, estos estudios no han investigado Jas tasas munitarios llevados a cabo en Oxford, indican que esto tam­
de incidencia de la ingesta compulsiva tal como se definen bién puede ser cierto en el trastorno por ingesta compulsiva,
en la actualidad. La excepción se refiere a un estudio reali­ aunque el promedio de edad de las pacientes que buscan
zado en Oxfordshire (Inglaterra) en el que se observó que, tratamiento parecen ser algo mayor.
en mujeres con edades entre 16 y 35 años, el 10% comía En uno de los escasos estudios que se ha centrado en la
compulsivamente al menos una vez al mes y el 3 % lo hacía al investigación de mujeres mayores con estos trastornos se ha
menos una vez por semana. Estas tasas son mucho más bajas ' averiguado que, en comparación con las jóvenes, son muy
62 O L 'l t N T IE N E T EN D E N C IA A LOS ATRACO NES? •
63

. . ,, « u .
pocas las que han tenido un historial de bulimia nerviosa ‘
(véase el cuadro siguiente). Esto sugiere que la vulnerabili- ' | El estudio de Christchurch
l
i dad a este trastorno es un fenómeno relativamente reciente. ! Se obtuvo una muestra de la población general de
! adultos, con edades entre los 18 y los 64 años, del área ur-
I baña de Christchurch (Nueva Zelanda). De las 1.498 per-
Hombres I sonas entrevistadas, 994 fueron mujeres con la siguiente
distribución por edades:
i Los clínicos han encontrado pocos casos de bulimia ner­ ¡ 1S7: 18-24 años
viosa en hombres, por lo que resulta lógico concluir que es

nnrviinifL"Hír.j’jrí-
í 590: 25-44 años
:} un trastorno poco común en varones. Recientemente, sin 217: 45-64 años
embargo, se ha dado la voz de alerta sobre el incremento del
j En la entrevista se preguntaba si la persona había teni-
número de casos en hombres, con lo cual se han planteado ! do alguna vez bulimia nerviosa (incidencia a lo largo de la
dudas como las siguientes: ¿Estaban equivocadas las conclu­ | vida). Éstos fueron los resultados:
siones anteriores? ¿Es posible que los hombres afectados no
I I 4,5 %: 18-24 años
busquen ayuda, que los médicos no detecten estos trastor­ r.
j 2,0 %: 25-44 años
nos o que no prescriban tratamientos? No obstante, ninguna
| 0,4 %: 45-64 años
de estas hipótesis puede explicar los pobres resultados a este
respecto de los pocos estudios llevados a cabo en pobla­ i Dado que muy pocas de tas mujeres mayores habían
X* ciones generales que han incluido hombres. Éstos estudios i tenido bulimia nerviosa en el pasado, se concluyó que la
incluyendo el de Christchurch que se describe en el cua­ vulnerabilidad para el desarrollo de este trastorno parece
dro de la página siguiente y uno que realizamos el doctor Pe- ser reciente.
Entre los 504 hombres estudiados, las tasas de inci­
ter Cooper y yo conjuntamente con el British Broadcasting
dencia a lo largo de su vida fueron mucho más bajas:
Corporation (véase el cuadro en pág. 65)—, han idendfica-
do muy pocos casos. Por tanto, no hay base real para las afir­ 0,0 %: 18-24 años
maciones de que la incidencia de la bulimia nerviosa se está 0,7 %: 25-44 años
increm entando entre los varones. 0,0 %: 45-64 años
La incidencia del trastorno por ingesta compulsiva en
hombres es desconocida. Los resultados de un estudio pu­ Fumte: Bushnell, J. A., Wells, J. E„ Hornblow, A. R., Oakley-
blicado en 1991 indican que se distribuye casi por igual entre Browne, M. A., yjoyce, P., «Prevalence of three bulimia syndro­
3 mes in ’the general population.., Psychological Medicine, 1990,
ambos sexos, pero la fiabilidad de este hallazgo es cuestiona­
n.° 20, pags. 671-680.
ble, ya que el concepto utilizado difería de la definición téc­
nica actual y, además, la evaluación se hizo a través de cues­
tiónanos en vez de entrevistas. En las muestras clínicas de
pacientes con.trastornos por ingesta compulsiva, las mujeres Grupo étnico
sobrepasan ampliamente a los hombres.
La experiencia clínica parece indicar que la bulimia ner-
;. viosa se da principalmente entre mujeres blancas ( Caucasian

i¡¡
64 LA INGESTA COMPULSIVA: LOS HECHOS^ 65
m 'h s TIENE TENDENCIA A LOS ATRACONES?

r.í §2
women) . Sin embargo, como hemos explicado anteriorme'ní |
te, los datos basados en muestras de pacientes que están en ’ I E l estudio de la BBC
tratamiento pueden ser engañosos. Recientes estudios reali- I
zados en Estados Unidos señalan que el trastorno por inges-f 1 Tras la publicación del reportaje de Cosmopolilan, en
ta compulsiva puede ser tan común entre las mujeres negras | abril de 1980, la Bridsh Broadcastíng Corporation (BBC)
estadounidenses como en las blancas. ■I realizó un documental televisivo sobre la bulimia nerviosa.
Se emitió en enero de 1981 y fue la primera vez que, en
Gran Bretaña, la bulimia nerviosa conoció una amplia di­
Sujetos de países en vías de desarrollo fusión. En el programa se describió el problema detallada­
mente y algunas afectadas (incluyendo un hombre) conta­
Se han llevado a cabo muy pocos estudios para clarifi­ ron sus experiencias. Al final del mismo se pedía a los
car las tasas de ingesta compulsiva entre la población de los espectadores que, si pensaban que tenían bulimia ner­
viosa y accedían a responder un cuestionario confidencial
países en vías de desarrollo. Parece ser un problema poco
sobre su problema, escribieran al autor para poder reci­
común.
birlo y cumplimentarlo. La respuesta fue sobrecogedora.
De los 1.827 cuestionarios enviados, 1.391 (76%) fueron
devueltos con todas las respuestas completadas. De las mu­
Personas obesas jeres que respondieron, 579 tenían una probabilidad muy
alta de padecer bulimia nerviosa.
La incidencia de la ingesta compulsiva entre las personas 1 También respondieron 45 hombres, de los cuales dos
obesas es incierta, pero probablemente los afectados oscilen ' parecían tener anorexia nerviosa y nueve bulimia nervio­
entre un 5 y un 10 %. En aquellos que participan en progra­ sa. Los problemas alimentarios de estos últimos eran muy
mas de control de peso, entre el 2 0 y el 40 % han experi­ similares a los de las 579 mujeres.
mentado ingestas compulsivas (véase el cuadro de la pág. 6 6 ). Estos resultados indican que la bulimia nerviosa rara­
Un estudio de la Universidad de'Rutgers —uno de los más mente se da en los hombres.
fiables hasta la fecha, por el tipo de muestra y por los méto­
j Fuente: Fairburn, C. G., y Cooper, P. J., «Binge eating, self-indu-
dos de evaluación utilizados— indica que la cifra más baja de
i ced vomiting and laxative abuse: A community study», en Psycko-
esa gama, es decir, el 5 %, es la tasa probablemente más co­ logical Medicine, 1984, n.° 14, págs. 40M10.
rrecta. Ello demuestra que la bulimia nerviosa es poco común
entre las personas obesas, ya que pocas utilizan el vómito au-
toinducido o el abuso de laxantes. “
blemas alimentarios. Sin embargo, estudios recientes reali­
zados a partir de entrevistas señalan que esto no es así. Los
Personas con diabetes mellitus intentos de seguir los regímenes dietéticos propios de la dia­
betes hacen que, muy frecuentemente, interpreten mal la in­
Una serie de estudios realizados mediante cuestionarios formación de los cuestionarios, restando fiabilidad a sus res­
indicaban que las mujeres jóvenes con diabetes mellitus tie­ puestas.
nen un riesgo particularmente elevado de desarrollar pro-
66 LA I NGESTA COMP UL S I VA: LOS HECHOs'"' •QUIÉN tiene tendencia a LOS A T R A C O N E S ? 67

¿Se están haciendo más comunes los problemas L¿ trastorno derivado de ella. En un amplio estudio de mujeres
DE LA INGESTA COMPULSIVA?
| memelas, basado en el Registro de Gemelos de Virginia, se
T-
observó que las nacidas a parur de 1960 tenían mayor pro­
Estudios como el de Christchurch, descrito anterior­ babilidad de padecer un historial de bulimia nerviosa que
mente, indican que la bulimia nerviosa es más común en las nacidas entre 1950 y 1959 —que tenían un riesgo inter-
nuestros días que hace unos años. Esto nos lleva a plantear­ „n-dio—, y que las nacidas antes de 1950 eran las que pre­
nos una importante pregunta: ¿están empezando a ser más sentaban un menor número de casos.
comunes los problemas de ingesta compulsiva? Sólo dispo­ Los clínicos también han encontrado evidencias de que
nemos de información fiable en cuanto a la incidencia de la ,a bulimia nerviosa se ha vuelto más común. En lugares tan
bulimia nerviosa en las últimas décadas, pero no dispone­ alejados como Nueva Zelanda, Reino Unido y Canadá se ha
mos de información respecto a la ingesta compulsiva o al observado un gran incremento en el número de personas
con estos trastornos bajo tratamiento. La bulimia nerviosa ha
pasado de ser una enfermedad comparativamente rara en
los años setenta, a ser en la actualidad una causa frecuente
E l estudio de la corporación de la U nidad de tratamiento. Entre 1977 y 1986, un grupo de psiquiatras de
de Control de P eso Wellington (Nueva Zelanda) observó un notable incremen­
to de la tasa anual de casos en tratamiento: de 6 a 44 casos
Se pidió a los 170 participantes (71 hombres y 99 mu­ por cada cien mil mujeres jóvenes de la población local. Un
jeres) en el programa para el control del peso de la Uni­
aumento similar se ha registrado en Londres. La figura 5
dad de Control de Peso, que completaran un cuestionario
muestra el marcado incremento de casos observado en un
concebido para identificar a quienes sufrían problemas de
ingesta compulsiva. La definición de una ingesta compul­
cenLro de Toronto que trata problemas de alimentación de
siva fue la que se acepta generalmente en la actualidad, es intensidad grave (véase la figura 5).
decir, la expuesta en el capítulo 1. ¿Por qué ha tenido lugar este aumento en el número de
El 18 % del total (22 % de mujeres y 13 % de hombres) casos bajo tratamiento especializado? No tenemos respuesta
tenían problemas de ingesta compulsiva. La edad prome­ a esta pregunta, pero lo que los investigadores han descu­
dio era de 41 años. A pesar de que su peso no difería del bierto acerca de las causas (véase el capitulo 6 ) puede dar­
de los comedores no compulsivos, los compulsivos se dife­ nos algunas pistas. El hecho es que nadie sabe por qué la bu­
renciaban en que se sentían más obesos, tenían más mie­ limia nerviosa parece ir en aum ento o cuál puede ser la
do a engordar, mostraban mayor insatisfacción por su tendencia en un futuro próximo.
peso y eran más propensos a juzgar su autoestima en fun­
ción de su figura y/o de su peso. Por tanto, tenían muchos
rasgos en común con las personas que padecen bulimia
nerviosa.

Fumte: Wilson, G. T., Nonas, C. A., y Rosenblum, G. D., «Assess­


ment of binge eating in obese patients», International Journal of
Eating Disorders, 1993, n.° 13, pags. 25-33.
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68 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O s ' t
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lío
■“ “ “ •* A no rexia n e rvio sa restrictiva
»------ - A no rexia n e rvio sa b ulim ica
'-------- Bulim ia n e rvio sa

Capitulo 4

rro -

PROBLEMAS PSIC O LÓ G IC O S Y SOCIALES


ASOCIADOS CON LOS ATRACONES

En ocasiones, un atracón es solamente un atracón, es de­


cir, una conducta aislada que, incluso si es recurrente, no
afecta a la calidad de vida. Pero por lo general estos episo­
dios compulsivos se asocian con otros problemas, y puede
que estés leyendo este libro porque esos problemas han em­
pezado a interferir en tu salud y tu felicidad, o en las de al­
guien que conoces. Hay una serie de alteraciones (problemas
asociados) que suelen observarse en las personas con pro­
blemas de ingestas compulsivas, pero cuya relación con éstos
suele ser compleja: algunas alteraciones son una clara con­
secuencia de estos «atracones», otras son asociaciones acci­
dentales sin una significación particular y, finalmente, algu­
nas de ellas pueden incitar a la ingesta compulsiva. Para
aumentar la confusión, algunos de estos problemas asocia­
dos son tanto desencadenantes como consecuencias; esto es,
forman parte de ambos términos de la ecuación, tanto de las
F i g u r a 5. Tasas de admisión en un centro de trastornos de causas como de los efectos. De este modo, forman un círcu­
alimentación en Toronto. Fuente: Garner, D. M., y Fairbum, C. G, lo vicioso que es difícil romper.
«Relationship between anorexia nervosa and bulimia nervosa: Como se explica en este capítulo, en los problemas de in­
Diagnostic implications», en Diagnostic issues in Anorexia Nervosa gesta compulsiva hay un elemento circular, que puede hacer
and Bulimia Nervosa, comp, de D. M. Garner y P. E. Garfinkel, que ciertos factores actúen en un determinado momento
Nueva York, Brunner/Mazel, 1988. Copyright 1988 -.3 como causas y, en otro, como consecuencias. Por tanto, la me­
de Brunner/Mazel. Reproducido con permiso1. ’ '§ jo r m anera de resolver esta compleja red de problemas no
70 la i n c e s t a com pulsiva : los h ec h o s ES P ROBLEMAS p s i c o l ó g i c o s y s o c i a l e s 71
11
puede centrarse sólo en controlar los episodios compulsivos, trastornos de ingesta compulsiva, aunque en estos casos la
esperando que los demás problemas desaparezcan como una dieta suele ser mucho, menos rigurosa, especialmente en los
consecuencia automáuca. que tienen también sobrepeso. Estas personas, además, tien­
El objetivo de los capítulos 4 y 5 es describir todos los den a hacer su régimen de forma intermitente más que con­
problemas y-al terne-iones asociados a la ingesta compulsiva y tinuada. En quienes padexjen_trastorno por ingesta compul­
examinar sus posibles roles en el inicio y mantenimiento del siva esJaastantehahitual la alternancia entre foses^en las que
problema alimentario. Comprender cómo se relacionan to­ Q ñsigup?^^^ os meses, y pe
dos ellos —tanto los problemas menores como los graves— ríodos de ataques compulsivos. Como resultado, su peso cor­
con la ingesta compulsiva puede ser crucial para conseguir poral jouedrifjuot^
un correcto enfoque que permita elaborar el tratamiento ^Muchas personas que han experimentado alguno de es­
adeucado. En este capítulo se revisan los problemas psicoló­ tos hábitos de alimentación llegan a la conclusión, errónea
gicos y sociales asociados a la ingesta compulsiva, mientras desque la dieta es simplemente una respuesta a sus ingestas
que en el siguiente se analizan los relacionados con la salud compulsivas. Si bien es cierto que la tendencia a hacer régi­
física. En el capítulo 6 se amplía esta información a fin de co­ menresulta 1 claramente fortalecida tras cada uno de estos
nocer cómo estos y otros problemas pueden convertirse en episodios, sobre todo entre quienes están muy preocupados
causas de la ingesta compulsiva. por su apariencia y su peso (como veremos después en este
capítulo), la mayoría de personas con problemas de ingesta
compulsiva va estaban haciendo dieta cuando empezaron
H acer dieta sus atracones. Y entre aquellas que hacen un régimen estric­
to, los episodios compulsivos están causados, al menos en
La mayoría de personas que padecen estos problemas parte, por la misma dieta. Como se ilustra en la figura 6 , exis­
suelen hacer dieqaHstos' regímenes son, de hecho, un buen te un círculo vicioso, que puede resultarte muy familiar, en
ejemplo para demostrar la confusión entre causa-efecto que se el cual la dieta propicia el episodio compulsivo pero que es
observa en algunos problemas asociados a la ingesta com­ al mismo tiempo una respuesta al mismo. El patrón puede
pulsiva. En muchas ocasiones, la^dieta precede a los episo­ repetirse casi indefinidamente; constituye un círculo vicioso
dios compulsivos; pero, con frecuencia, es también una res­ que se manüene a sí mismo y que puede permanecer sin rom­
puesta a ellos. Como se demostrará en éste y en el capítulo 6 , perse durante años.
hay buenas razones para creer que el régimen desempeña Puesto que la dieta es uno de los principales factores,que
un H4 B^-~PJhjTL&Fdial-en^jgH nicio y mantenimiento de mu­ hace a la gen te viilmej^Me-aJas ingestas compulsivas,(reducir
chos problemas de ingesta compulsivá7~~~~~~——— — 1a feñd'éncia a hacer)fégfrnenhs' uno" d é Tos~o'Bj efiv&sriJc ra
La dieta interrum pida por atracones de este tipo es un mayoría de tratamienios..(véa¿e ehcapítüTó 8 ); Si deseas rom­
hábito común en la alimentación de estos pacientes, 'sobre per este círculo vicioso que mantiene tu problema o ayudar
todo en los afectados por bulimia nerviosa y anorexia ner­ a alguien a romperlo; puedes encontrar una forma de lo­
viosa, cuyos regímenes son por lo general severosT^oñstan- grarlo en la segunda parte de este libro.
•?-te

tesJPe hecho, algunas personas“cóHésós trástomos alimen­


/’»<

tarios comen poco o fiada fuera de esos episodios. Un hábito


de alimentación similar se observa en muchos afectados por
u LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : LOS H EC H O S problemas ps ic o l ó g ic o s y sociales 73

Las tres formas de hacer dieta Evitar ciertos tipos de comida. Las personas que sufren es­
tos atracones puedeq evitar ciertas comidas porque conside­
Hay tres formas de hacer dieta y las personas con proble­ ran que engordan o porque comerías ha disparado sus epi­
mas de ingesta compulsiva —especialmente quienes pade­ sodios compulsivos^n-el-pi^s^do:_A_mLenudo_.describen tales
cen bulimia nerviosa— tienden a practicar las tres. comidas como ^ o h í b i d ^ , ^ a Í a s » j 3 ^ lig fo sash , Algu­
nos estudios han demostrado quFad^edorOdemTia de cada
Evitar comer. Algunas personas no comen nada en los pe­ cinco mujeres de la población general practica este upo de
ríodos comprendidos entre disüntos episodios compulsivos. dieta. Por el contrario, este hábito se ha observado en tres
En algunos casos no comen durante días, pero lo más habi­ cuartas partes de las mujeres con bulimia nerviosa y en la mi­
tual es que eviten en lo posible comer durante el día y rea­ tad de las que padecen trastornos por ingestas compulsivas.
licen sus atracones durante la noche. Alrededor de una Los üpos de alimentos que evitan las personas a régimen
cuarta parte de los bulímicos pracücan este tipo de ayunos, varían enormemente. Las que hacen dietas extremas consu­
frente a sólo una de cada veinte personas con trastornos por men muy pocos alimentos, sólo aquellos manufacturados y
ingesta compulsiva. Entre la población general, sólo una de etiquetados como «comidas de dieta». La figura 7 muestra
• £*
cada cien personas hace ayunos que duren todo el día.
i:
pizza
Restringir la cantidad de comida ingerida. Por lo general, ’ p a ita

en esta forma de hacer dieta se intenta »comer por debajo de 1 tarta qu ich e

un límite concreto de calorías. Para muchas personas con \ m an teq u illa m erm ela d a

bulimia nerviosa este límite es de 1 .0 0 0 a 1 .PnO.n a lo n ^ por ¡ patata} fritas arroz


día, muy por debajo de lo necesario para un funcionamien- 1 huevos S án d w ic h es
to normal. Algunas personas se proponen límites calóricos ; m ayonesa paté
aún más extremos. Las dietas a base de líquidos, por ejem- ^ yogur helados
pío, suelen suponer una ingesta de sólo 450 a 800 calorías b o llería f r u t o s Secos
diarias. 1 ~ [
pan cer d o
:§ p látan os
fla n e s
Salazon es bocad illos

p a ella dulces

chocolate postres

patatas garbanzos

cerbero 'crem a

p a ileta s ' m iel

leche e n t e r a

F igura 7. l i s t a d e c o m id a s evitadas p o r u n a p e r so n a
F igura 6. E l c ír c u lo d e la d ie ta y las in g e sta s c o m p u lsiv a s. c o n b u lim ia n erv io sa .
h" -
la in g e s t a c o m p u l s iv a : l o s HECHOS PROBLEMAS. P S I C O L Ó G I C O S . Y S OCI AL ES 75

una lista de comidas evitadas por una paciente con bulimia riendo. Como muestra la tabla 2, esta preocupación extrema
nerviosa. por la comida es rara eíitre las mujeres jóvenes en general,
pero una de cada cuatro^Üasqisrsorias con problemas de in-
Otras formas de hacer dieta. Una de las cues dones más .resras compulsivas están afectada^porella'enm ayor o menor
problemáticas es el reciente desarrollo de una publicidad vrádórNÓeTébfícil d^düdT que ello, probablemente, dete­
contraria a las dietas, particularmente en Estados Unidos. riorará su capacidad para m antener la dieta con normalidad.
Las campañas antidieta han llegado tan lejos que hasta se ha
declarado un día «antidieta», e incluso en algunos lugares
está mal visto admitir que se está haciendo régimen. En con­ Dieta estricta versus dieta ordinaria
secuencia, algunas personas pueden describir su forma de
hacer dieta como una pauta do alimentación sana o justificar Los tres tipos descritos hasta ahora se refieren a dietas ex­
sus regímenes con la excusa de que son vegetarianos o de tremas, es decir, las restricciones severas con respecto a qué,
que tienen alergia a ciertos alimentos. Pero, aunque esté ra­ cuánto y cuándo se come. La forma de hacer régimen de al­
cionalizada, cualquier restricción dietética que pretenda in­ gunos comedores compulsivos, particularmente los que pa­
fluir en el peso o en la figura debe ser considerada como una decen bulimia nerviosa, también üende a ser estricta. En lu­
dieta. gar, de observar unas pautas generales, estas personas tienen
unas metas específicas y, si no las logran, sienten que han fra­
casado. Por lo general, las personas que siguen dietas no es­
Los efectos de hacer dieta . !- trictas se proponen mantener una ingesta calórica de unas
1.500 calorías al día. v_s£_daaupor-sadsfecha s^ l^ co n sig u e n
Mientias estoy despierta, la comida me obsesiona en todo cKnTmj^pJafiyaxQnstancia. Por el- contrario, quienes hacen
momento. Incluso cunado duermo mis sueños giran en torno dietas estrictas sienten que deben alcanzar su objetivo de for­
a ella.
ma rigurosa y que «fracasan»cadiTVez qmrcornenmás de lo
que sus «regias» permiten.
Los efectos físicos de la dieta se describen en el capítulo 5. Cuando la'ciieta~es al mismo tiempo estricta y extrema
Un-° d e ¡os.principales electos p.simlámcns_HP ln< regímenes —es decir, incluye objetivos muy concretos y que exigen mu­
estrictos es que la persona que los hace llega a estar p r e o c u ­ chas restricciones—, los fracasos reiterados son inevitables,
pada en todo momento por la comida y la alimentación. Al­ lo cual es realmente desmoralizador. Para más inri, e ^ s jra -
gunas se encuentran totalmente obsesionadas por el mismo 'i casos tienden a. favorecer los episodios de. ingesta compulsi­
tema que están intentando evitar, siendo incapaces de pensar «• l va,, Cuando alguien.que.sigue.unn de estas dietas fracasa en
en alga-que-ncr^ea-cOTrrcrr Estas personas~eñcuentran eñor- el cumplimiento de alguna de sus-reglas dietéticas, la aban­
mes d^cul_tades para realizar las actividades diarias que re- dona temporalmente.y.sufre un episodio compulsivo. Otro
qui.eren-GQiaGe-]»tFa€¡&vcorni^ q ue factor que contribuye a propiciar este tipo de reacciones
otras actividades que demandan una mínima concentración ante la ruptura de una norm a dietética es el estilo de pen­
mental, como ver televisión, les resultan prácticamente im­ samiento característico de muchos comedores compulsivos,
posibles. Pensar en comer y en comidas permanece de for­ el de «todo-ornada» o «pensamiento dicotòmico», que des­
ma constante en sus mentes, sin que importe lo que estén ha- Sf * cribiremos más adelante en este mismo capítulo.
76 PROBLEMAS P S IC O L Ó G IC O S y SOCIALES 77
LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S

Tabla 2. Grado de preocupación sobre la comida tendencia general a la-sobreingesta añadida a la vulnerabili­
>. a-
en mujeres con problemas de ingestas compulsivas :: a: dad a los atracones.
y en mujeres en general.

Mujeres Con trastornos Con O tras medidas para controlar la figura o el peso
en por ingesta bulimia
general (%) compulsiva (%) nerviosa (%) Además de la dieta, que es la forma de control de peso
Escasa o nula más comúnmente practicada por las personas con problemas
95 57 49
Ligera 3
de incesta compulsiva, algunas adoptan medidas más extre­
18 23
Moderada 2 21 mas. como el vómito autoinducido y el uso de laxantes y diu­
13
Marcada 0 4 15 réticos. Esas conductas son habituales en la bulimia y la
anorexia nerviosas, pero, por definición (véase el capítu­
lo 2 ), raramente se dan en los casos de trastorno por ingesta
compulsiva.
Por tanto, seguir una dieta regida por normas estrictas
*
contribuye a crear un circulo vicioso de régimen e ingestas
compulsivas, en el que dieta y atracones presentan relacio­ ! Vómito autoinducido
nes recíprocas de causa-efecto. No obstante, es importante
comprender que este círculo vicioso no afecta a todos los co­ Tras haber sido anoréxica durante más o menos un año,
medores compulsivos, sino sólo a aquellos que adoptan re­ estaba intentando empezar a comer adecuadamente. Un día,
glas dietéticas estrictas. sin venir a cuento, me comí un pastel de chocolate. A conu-
nuación empecé a comer de todo lo que me había prohibido a
mí misma. No fue un atracón grande, en comparación con los
SÓBREINGESTA GENER¿1 • que me suelo dar, pero consumí más calorías de las que nor­
malmente ingería en toda una semana. Cuando salí de esa es­
pecie de trance me sentí aterrorizada por lo que había hecho.
Hay que destacar que los hábitos alimentarios de las per­ Inmediatamente me fui al baño y me metí los dedos hasta la
sonas que sufren trastornos por ingestas compulsivas difie­ garganta. Empecé a vomitar hasta liberarme de toda la basura
ren del patrón dieta-atracones que acabamos de describir. de mi interior.
Las personas con bulimia nerviosa oscilan entre las acritu­
des de todo-o-nada, mientras que quienes padecen dichos Un día empecé a vomitar después de haber comido dema­
trastornos también pueden comer en exceso fuera de sus * siado chocolate. Parecía una forma genial de permanecer del­
episodios compulsivos. Los equipos de investigación del Ins­ gada sin hacer dieta. Podía comer tanto como desease y des­
tituto Nacional de la Salud y de la Universidad de Columbia pués deshacerme de la comida. Esto sería mucho más fácil que
han observado que las personas con trastornos por ingesta hacer dieta.
comen habitualmente cantidades excesivas de
alimentos, y también picotean en exceso entre comidas Por Un dato poco conocido es.que entre el 5 y el 10 % de mu­
tanto, parece qué enTeste tipo de trastornos suele existir una jeres jóvenes admiten practicar el vómito autoinducido, y
-A-TT-

t-' •

78 r R UBI.EMAS P S I C O L Ó G I C O S Y S OCI ALES .


79
LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS H E C H O S ^

T abla 3. Métodos comunes (además de la dieta) de control del I ,.... los dedos, pero algunas personas se ayudan de algún
! peso en personas con bulimia nerviosa. f mnsilio, como un cepillo de dientes. En cuanto a la facili-
"ud para conseguirlo varía bastante entre unas personas y
Muestra Muestra otras: mientras que algunas pueden regurgitar a voluntad
comunitaria (%) clínica (%) doblándose o encorvándose, o presionando su estomago,
0u-as no consiguen autoinducirse el vómito por más que lo
Vómito autoinducido 54
Abuso de laxantes intenten.
35 so
Vómitos y laxantes 9 93
Abuso de diuréticos 10
Paro de comer cuando empiezo a sentirme enferma. En
12
ese momento tengo un deseo abrumador de librarme de toda
la comida que he ingerido. Me meto los dedos hasta el fondo
6. de la aarganta y vomito una y otra vez hasta que me siento com­
pletamente vacía. Esto me hace senür desahogada y limpia.
que el 2 % de mujeres adultas jóvenes vomitan al menos una
vez a la semana. Se han descrito «epidemias» de vómitos au- También me deja exhausta.
toinducidos, por ejemplo, en algunas residencias universita­ Como hasta que, literalmente, no puedo mas. Entonces
rias. Como muestra la tabla 3, este tipo de vómitos es común utilizo mis dedos para provocarme el vómito. Durante la si­
entre las personas con bulimia nerviosa, y también entre miente media hora bebo agua entre los vómitos y hago saur
mas o menos la mitad de las anoréxicas. Es mucho menos- k
toda la comida que tengo en el estómago. Entonces me siento
habitual entre las personas con trastornos por ingestas com­ desesperada, deprimida y terriblemente preocupada porque
pulsivas y, cuando lo practican, se trata de algo bastante pun­ ■i he perdido otra vez el control. Me siento muy mal tísicamente:
5
tual. Aunque la mayoría vomita para deshacerse de la comi­ . euí exhausta, débil, mareada y con dolor de garganta. También
■¿ da que han ingerido —-en un esfuerzo para limitar la cantidad | siento miedo, porque sé que vomitar es peligroso. Después de
de comida que van a asimilar—, algunas afectadas pueden un par de sesiones de vómitos, cuando empiezo a echar san­
tener también otras razones, siendo la más común la reduc­ i gre, intento parar. Pero continúo comiendo, y el miedo a en­
ción de la ansiedad. gordar se hace tan grande que empiezo otra vez a provocarme
i el vómito.
El hecho de que alguien se provoque vómitos no prueba
necesariamente que exista un trastorno de alimentación
como los descritos en el capítulo 2. Lo más importante es La mayoría de personas con este upo de problemas vo­
discernir si la persona tiene control sobre su conducta. El mita después de comer grandes cantidades, pero algunas
provocarse algún vómito ocasional, aunque sea una conduc­ hacen después de comidas normales o ligeras, sobre todo si
| consideran que lo que han consumido es algo que engorda.
ta no aceptada socialmente, no úene por qué significar que
exista un trastorno de la alimentación. Pero si el vómito es Algunas personas vomitan en cuanto acaban de comer y asi
a i ; eliminan su ansiedad por lo que han comido. Otras vomitan
recuente o la persona no puede resistirse a él, es casi seo-uro •**•' Isi 'l ’
que existe un problema alimentario significativo. una y otra vez, hasta que ya no pueden sacar nada m asaste
. Por Io general, el vómito autoinducido se logra introdu­ proceso puede llevarles una hora o más, dejándolas física­ V

ciendo algún objeto en la parte posterior de la garganta mente agotadas. Una minoría utiliza una técnica de «lava­
para inducir el acto reflejo de náusea. Muchas veces se utili- do»: se trata de un proceso condnuo de beber y vomitar, que
80 r g O Bl.EMAS P S I C O L Ó G I C O S Y S O C I A L E S
81
la in g e s t a c o m p u l s iv a : los h e c h o s ^

se repite hasta que el líquido sale sin ningún resto de comi-f-j Eirmecé a vomitar como forma de comer lo que quería sin
da. Sólo entonces se sienten tranquilas, pensando que ya | sentirme culpable y sin ganar peso. Vomitar era sorprendente­
han extraído toda la comida que pueden eliminar. Hay que ' mente fácil, lo cual me hacía sentirme muy contenta. Sólo más
recordar que esta práctica es bastante peligrosa (véase el ca- ; tarde fui consciente de que esto se había convertido en un pro­
pítuloó). '| blema.
Quizá hayas escuchado que algunas personas utilizan ali­ Durante los últimos ocho años, muchas veces me he dicho
mentos «marcadores» (por ejemplo, tomates) al inicio de su n mí misma: «Es la última vez que vomito». Al principio no era
ingesta, y después vomitan repeüdamente hasta que los res­ algo preocupante: pensaba que podría controlarlo si así lo de­
tos (como la piel del tomate) aparecen en su vómito. No sa­ seaba. Pero pronto quedó claro que eran los vómitos los que
ben que cometen un error al creer que lo primero que entra me controlaban a mí. Ahora, dejar de vomitar está completa­
en el cuerpo es lo último que sale. Lo que ocurre en realidad mente fuera de mi alcance.
es que el contenido del estómago está removiéndose conti­
nuamente; por tanto, la aparición de esos marcadores no sig­ Desde una perspectiva a largo plazo, se hace aún más ob­
nifica necesariamente que el estómago se haya vaciado de vio el carácter desaconsejable del vómito autoinducido. Las
todo lo que han comido. personas describen con frecuencia lo bien que se sentían
La creencia de que el vómito es una forma eficaz de con­ cuando descubrieron que podían autoprovocarse el vómito.
trolar el peso es también errónea. Es obvio que con_f 1 vó­ Parecía la solución a sus problemas ya'que, en lugar de luchar
mito se extrae al ejueri.Qr„paF-te~deha~'eomida_que se ha in­ para controlar su impulso de comer,_p.odjanjjKacerlb sin te­
gerido, pero líH estudio d ep smgjita^nuje-res—ccux^niim ia mor a ganar peso; perojrio se daban cu en tn dc~q u e, en rcali-
nei vi-osarfealizado erf él Laboratorio de Alimentación Hu- dad, iban a pagar un altojorecio. En efecto, los vómitos au-
maTra-ete-PitTSB^ 1)j muestra que con loinducH oTpr^íoím Ta ingesta compulsiva como resultado
este sistema se elimina menos de la mitad de la comida con­ de dos mecanismos: en primer lugar, como estas personas
sumida durante una ingesta compulsiva újdo^A las mujeres piensan que al vomitar no absorben lo que han comido, tien­
de este estudio, que vomitaban habitualmente después de : den a relajar sus controles y en consecuencia comen más, en
sus atracones, se les pidió que, tras una ingesta compulsiva, segundo lugar, descubren quej^sjná^fá£Ü_yomjtar ú su estó­
vomitaran como si estuviesen en su casa. Cuando se midió la i mago estálnen lléñoLDe esta forma se establece un círculo vi­
bÏ-
cantidad de calorías ingeridas y las que contenían sus vómi­ cioso en el cual la persona se hace cada vez más dependiente
tos se observó que el promedio de las primeras era de 2.132 ca­ del vómito (véase la figura 8 ). El impulso de vomitar des­
lorías, mientras que la_media de calorías vomiLadas-era-de pués de comer puede ser extremadamente fuerte. Así, inves­
979, esjlecir, menos de la mitad. Esto explica por qué el peso' tigadores de la Universidad de Vermont han observado que,
de quienes vomitan siempre tras ingerir cualquier alimento en casos de bulimia nerviosa, el vómito es uno de los princi­
no es necesariamente bajo. Pueden estar viviendo de los re­ pales fartnrps qne— contri-buvem-aLmaiítemmiéhto dedos epi­
siduos de sus atracones. ¿Cuántas de estas personas dejarían sodios de ingesta compulsiva. Afirman además que muchos
de utilizar el vómito autoinducido si supieran que, pese a bulímicos son capaces de resistirse a uno de estos atracones si
esta práctica, su_£uerpo aún puede absorber más Hel-bfl % de saben que no van a tener oportunidad de vomitar.
lo que han comido? Los vómitos autoinducidos también tienen efectos nsicos
peligrosos. Éstos se describen en el capítulo 5.
M
82 LA INCESTA COMPULSI VA problemas psicológicos y sociales 83

INGESTA
Las personas con problemas de ingesta compulsiva abu­
COMPULSIVA
san de los laxantes de dos formas: algunas los usan para com­
pensar episodios específicos de sobreingesta, en una con­
ducta similar al vómito autoinducido (en estos casos se toman
COMPENSACION: cantidades bastante grandes); otras los usan de forma regu­
VÓMITOS/ABUSO lar. independientemente de que hayan tenido algún episo­
DE LAXANTES dio de sobreingesta; en este caso, se trata de una conducta más
parecida a las dietas. Los diuréticos suelen utilizarse de esta
última forma.
In g u r a S. El c ír c u lo d e in g esta s c o m p u lsiv a s, v ó m ito s
y a b u so d e la x a n tes.
Después de darme un atracón, lo peor de todo es quedar­
se esperando a que se pasen sus efectos. Odio sentirme tan
inútil e incapaz de hacer algo. Algunas veces siento que podría
Abuso de laxantes y diuréticos í rajarme el estómago para sacar fuera todo lo que he comido,
ir
hasta tal punto llega mi disgusto y repulsión por lo que he he­
[ cho. Si no consigo vomitar, la mejor y única solución a mi al­
Empecé a utilizar laxantes porque estaba muy preocupada, i
ya que estaba comiendo mucho y podía engordar rápidamen- i cance es tomar laxantes.
te. Pensaoa que si tomaba laxantes podría deshacerme de toda :
la comida que ingería. i Los efectos físicos del abuso de laxantes y diuréticos se
describen en el capítulo 5. Brevemente diremos que los
Leí en una revista que mucha gente utilizaba laxantes laxantes son muy poco eficaces en la eliminación de calo­
como forma de purgarse. Había intentado vomitar en algunas 1 ñas, mientras que la eficacia de los diuréticos es nula. Sin
ocasiones, pero no lo había conseguido; por ello, me compré embargo, algunas personas encuentran alivio al utilizar esos
algunos laxantes y empecé a tomarlos después de cada atra- i fármacos, sobre todo porque les ayudan a perder algo de
cón. En el fondo, estaba convencida de que esto no contra- i peso a corto plazo, debido a queja diarrea y el exceso de ori­
rrestaba mi ingesta compulsiva, pero el utilizarlos me hacía ■
na ocasionjui una pérdida dé líquidos; Además, ciertas per­
sentir vacía y limpia por dentro. |
sonas creen que el tomar laxantesies da una sensación, de
«haberse limpiado» de la comida ingerida..De esta forma los
El uso de laxantes o diuréticos para controlar el peso es laxantes, al igual que los vóimIos~autoihducidos, pueden
menos común que el vómito autoinducido. Los laxantes son propiciar posteriores ataques de ingesta compulsiva. Estas
udlizados aproximadamente por un tercio de las afectadas personas pueden sentir que su estómago está vacío, y a algu­
por bulimia nerviosa, mientras que sólo un 10 % usan, diuré­ nas les gusta la apariencia lisa de su abdomen conseguida
ticos (véase la tabla 3). Los laxantes y diuréticos se pueden .temporalmente gracias a los laxantes. Una minoría también
udlizar solos ó combinados con el vómito autoinducido. Es- busca sus efectos físicos desagradables, considerando sus es-
tas tres formas de conducta son poco frecuentes entre las f •f.pasmos y calambres abdominales, así como la diarrea asocia­
pacientes con trastornos por ingesta compüísiva, y son más § da, como un castigo justo por haber comido en exceso.
habituales en las afectadas por anorexia nerviosa. *
84 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O S T j n oblemas p s ic o l ó g ic o s y so c ia l es 85

Pastillas para adelgazar obesidad como los riesgos asociados para la salud, por lo
que es uno de los aspectos que se deben modificar durante
Algunos comedores compulsivos toman píldoras para adel- J ! (-| iratamiento (véase el apéndice II).
gazar (supresores del apetito); empezaron a tomarlas por previ']
cripción médica o por su propia cuenta, con la esperanza de "
controlar sus atracones y siguen haciéndolo a pesar de que no" Preo c u p a c io n e s e n t o r n o a l a a p a r ie n c ia y e l p e s o

existen evidencias de que puedan tener efecto alguno en las -


personas con verdaderos problemas de ingesta compulsiva. ^ La mayoría de personas con atracones compulsivos están
nuiv preocupadas por su apariencia y su peso. De hecho,
usñ?rpm">cupaciones son tan mteTTsa3“errlasrí5uhmicas que
Exceso de ejercicio lloran a dominar su vida: nada es más importante. La mayo-
ría de ellas desean perder peso y casi todas están aterroriza-
Algunas de estas personas practican ejercicios de forma § tIjispor la posibilidad de engordar,-
excesiva para rebajar su peso o su figura. Como mencioná- | En contra de lo quFparecefía lógico a primera vista, esas
bamos en el capítulo 2 , estos excesos físicos son un sistema : preocupaciones no anteceden necesariamente al inicio del
que utilizan también las-anoréxicas para reducir su peso. - ) problema de alimentación. En el capítulo 6 se explica cómo
Las personas con este tipo de problemas practican sus . los factores desencadenantes de los problemas de ingesta
ejercicios de una forma impulsiva o «compulsiva». Tienden : compulsiva no siempre son los mismos que los factores de
a invertir un tiempo inusualmente largo haciendo una serie ' ) mantenimiento. En el caso de la dieta, está demostrado que
de ejercicios que son, además, muy extenuantes. Otro ras- r sí es un factor que influye tanto en la etiología como en el
go distintivo es que les resulta difícil dejar de practicarlos, _ í mantenimiento de estos problemas; pero por lo que se refie­
aun cuando les perjudiquen. Como resultado, las lesiones : re a las preocupaciones por el peso y la figura, lo único que
por exceso de ejercicio son bastante frecuentes. Cuando.se ' sabemos con seguridad es que ayudan a mamejaer los proble-
pregunta a las bulímicas por qué hacen ejercicio de ese j. iñáscompulsivos en la medida en que empujan a hacer dieta.
modo, suele ser difícil interpretar sus respuestas. Algunas re- \
conocen que de esa forma esperan quemar grasa o calorías, r : ,,La confianza en mí misma, así como mi autoestima-,., etaán
pero-:otras ni siquiera-tienen esa intenciónIncluso parece \ \ profundamente enraizadas en la idea de que necesito ser ñsi-
que, para algunas, hacer ejercicio es en sí mismo la principal i \ ! cameritematrac uva, en especial delgada. Cuando aumento de
motivación. En algunos casos extremos, comer y hacer ejer- ; : / peso, aunque sólo sea un kilo, me siento mucho menos atrac-
cicio están tan íntimamente vinculados, que las afectadas no ; / tiva y veo mi futuro sombrío y en soledad. Estos pensamientos
comen hasta que piensan que ya han quemado las calorías ¿ ■ ( me llenan de desesperación y, por tanto, me obligo a comer lo
que consideran que tienen que eliminar. Esta actitud es co- t \ menos posible. __
nocida por algunos como «estar en deuda». I
Por el contrario, no hacer ejercicio es un problema fre- % Lo que dicta la balanza se convierte en lo más importan­
cuente en las personas con sobrepeso que padecen proble- 5 te, Mucha^p^rsonas atraviesan períodos en los que se pesan
mas de ingesta compulsiva, muchas de las cuales llevan un -|| con mucha frecuencia, enjafgimrisjtasos variasjeces_aJ. día.
estilo de vida sedentario. Esto contribuye a auménfaf tanto |§ Como muestra la figura 9, una cuarta parte de las afectadas
■M
86 Cr O B L E M A S . P S I C O L Ó G I C O S Y S O C I A L E S - 87

por bulimia nerviosa se pesan al menos una vez al día,! La vermienza derivada de su aspecto físico puede interferir
frente a 1 de cada 2 2 mujeres de la población general. N o' ,.n sufrida cotidiana. Muchas mujeres evitan que otras perso-
obstante, a ja rgo plazo a muchas se ¡es hace insoportable pe-f | | misfjiuedañ ver su cuerpo o incluso contemplarse a sí mismas.
sarsej, por tanto, lo evitan, aun cuando siguen muy preocu— 1 Se- sienten incapaces de lucir prendas de baño o que permitan
padas por su peso. " ...... 1 adivinar su silueta; algunas llegan incluso a deshacerse de los
espejos de su casa. También puede resultarles difícil que su
Estoy obsesionada con mi peso. Me peso una y otra vez, a pareja las vea desnudas y, a menudo, su vida sexual se ve afec-
/ veces rnás de quince veces al día. En otras ocasiones estoy tan latlá’póriqúelerdesagrada ser tocadas en las zonas en que.con-
disgustada con mi cuerpo que no me peso durante semanas o tideran que están gordas. Decir a estas personas que están
meses. - delgadas raramente les sirve de consuelo; muchas reaccionan
mal a este tipo de comentarios o los interpretan negativamente.
Entre las afectadas por problemas de ingestas compulsi­
vas, las preocupaciones por el aspecto físico son al menos No puedo expresar en palabras cuánta repulsa siento ha-
tan comunes, si no más, que las derivadas del peso. Además /c ia mi cuerpo. En la medida de lo posible intento vestir pren-
de pesarse, suelen adoptar otros métodos para controlar su / das que disimulen mis formas por completo. No soporto ver
/ mi cuerpo, y por ello no tengo espejos en casa. Me duchó en
apariencia. Algunas miden regularmente algunas partes de
j vez de bañarme para evitar mirarme. Hace ya más de tres años
su cuerpo, sobre todo los muslos, o vigilan lo ajustadas que
I que no voy a ninguna tienda a comprar ropa.
les quedan ciertas prendas de vestir. i
Me siento segura de mí misma en muchos aspectos, pero
odio mi cuerpo y no soporto verlo. Me siento hinchada, blan-
F re cu e n c ia con \ da y sobre todo enorme. Esto me impulsa a comer de forma
que se p esan (al m es)
\ compulsiva. Mi novio me quiere. Pero ¿por qué no puedo gus-
□ o \ t a r m e a mí misma?
I-i
5-e Si haS~obs.ervado o experimentado estas preocupaciones
9-27
por tu apariencia o tu peso, sabrás que van más allá de lo que
28<
los investigadores de la Universidad de Yale han denomina-
do el «descontento normativo»: la actual preocupación de la
mayoría de las mujeres de la población general por su as­
pecto y su peso. Por ejemplo, alrededor de una de cada diez
mujeres dice «sentirse gorda» de m anera casi continua, y lo
mismo ocurre con la mitad de las afectadas por bulimia ner­
viosa. La naturaleza extrema de esta preocupación en las bu-
1ímicas es más llamativa si tenemos en cuenta que el peso de
‘ .la mayoría de ellas se encuentra dentro de la normalidad
T-(véase el capítulo 5 ) y, como ya sabrás si has conocido a al­
F ig u r a 9. Frecuencia con que se pesan distintos grupos guien con anorexia nerviosa, es aún más chocante cuando la
de mujeres. persona tiene un peso muy por debajo de la normalidad.
88 r *OBLEMAS P S I C O L Ó G I C O S Y S O C I A L E S 89
LA INGESTA COM PULSIVA: LOS H E C H O s 'i'R
: |ü
■Las personas con trastornos por ingestas compulsivas,® Efe c t o s e n e l _e s t a d o d e á n i m o

particularmente aquellas con sobrepeso, también están precéf v ¿T la s^ Á c io n e s in t e r p é r s o n a l e s

cupadas por su apariencia y su peso. Esto no es sorprendente i


/ ¡vp problema xle alimentación se ha extendido acodas Jas
dadas las presiones sociales que «exigen» estar delgada. Sin"
áreas._dedñídddaTlie penhdoXmis amigosjaxausa de mis vio-
embargo, sus preocupaciones denden a tener una cualidad 1en toscamBíós de humdrTfTuncáhablo con mis padres porque
diferente de las de ias bulímicas. Son algo más comprensi­ olios no comprenden" por todo lo que he pasado, a pesar de
bles a la vista de su peso y, además, son menos extremas. Sin que estábamos muy unidos. Tengo muy poca confianza en mí
embargo, denen otros problemas. Por ejemplo, de forma si- . misma; estpv terriblemente deprimida y ansiosa, yjno .soporto
milar a las bulímicas, muchas personas obesas que comen estar con gente. " ....
compulsivamente llegan muy lejos para impedir que otros
vean su cuerpo, e incluso evitan verse a sí mismos. Algunas ven ...-¡vtTvida gira en torno a la comida. No puedo concentrar­
su cuerpo con disgusto y repulsión. me en mi uabajo mucho tiempo, por lo que mi rendim ientó\
ha disminuido. Mi problema ha sido motivo de peleas en mi
Las preocupacmn^¿__]3QrJa apariencia y el peso denen
propia familia. No puedo disfrutar durante las comidas con fa­
una relevancia especial en la bulimiay la anorexia nerviosas. miliares o amigos. Me he convertido en una persona huidiza e
Son un factor crucial en el mantenimiento de estos trastor­ introvertida, y he perdido por completo la confianza en mí
nos porque, como explicábamos antes, impulsan ^ hacer Xíisma. No me apetece salir de casa. No me gusto nada.
dieta, vomitar y abusar de laxantes o diurédcos. Ésta preocu-
pacióii por la figura y el peso es exacerbada ¡¡orlos episodios Como sabrás si tienes un problema de ingestas cofnpulsi-
de pérdida descontrol (véanse la figura 10 y el capítulo 6 ). vas. particularmente si se trata de bulimia nerviosa, todo ello
Reducir la inmnsidad de estas preocupaciones es, por tanto, deteriora considerablemente la^calidad de vida. Puedes sen­
j,<^una_d,£Jas._piincTpales_..metasj i e l untamiento sugerido en tirte deprimida y desmoralizada. Muchas personas están
este libro (véanse el capítulo 8 y la segunda parte). avergonzadas de su falta de fuerza dejvoluntad y se sienten
cuipaBleífpor sus mentiras y por ocultar su prpjblema, en una
actitud muy autocrítica. Algunas están tan desesperadas que
intentan acabar_.cori-xit-vidia. En la mayoría de casosda-de­
PREOCUPACIÓN EXTREMA presión, aunque sea profunda, parece ser secundaria al pro­
POR LAFIGURAYEL PESO blema alimentario y suele desaparecer una vez que el indivi­
duo recupera el control sobre su alimentación. En cambio,
DIETAESTRICTA en algunos casos, tras la mejoría en el problema alimentario
pueden p e rm anecer los__seiTtirnierítós de infravaloración.
INGESTAS COMPULSIVAS Esto suele op^urriiien personas que tienen ya de por sí una
baja autoestima, E,n una minoría, quizá en una de cada diez,
COMPENSACIÓN MEDIANTE la depresión no parece ser secundaria al problema de ali­
VÓMITOS YLAXANTES mentación; en estos casos','-puede ser conveniente realizar un
tratamiento dirigido a superar la depresión.
Ficura 10. El papel central de las preocupaciones. X as^ e rs^ á s'q ü e 'c ^ m e n compulsivamente son también
• por el peso y la figura. propensas a ’.tener problemas de ansiedad; algunas evitan los
m
4¡gt. 91
V- ' - LA INGESTA COMP ULS I VA: LOS HECHOS*’
-M
0gj t ^ ^ ? ICO-V:ÓGlf-OS YSOCIALES

compromisos sociales, especialmente ios relacionado«; COnt oubivas- Uno de .los aspectos más gratificantes de ayudarla
las comidas. Esto puede significar no asistir a la boda de uti' jos afectados a superar sus problem as alim éntanosles ver
amigo íntimo, a la fiesta de graduación de un primo muy' cóníola'persona « em erg e^g rád u S m eñ tejcu an d ^ su ^asto r-
querido, a la fiesta de cumpleaños de un familiar, etc.; todo" aoAuYíbYápYredendo. La d e p r e já ó r L r i^ ^
ello termina por causar daño tanto a la persona con el p ro ' dad se vrirTHiiuvéñfio^ concentración
blema alimentario como a sus amigos o familiares. Además, ' iT-smrgenias_afijdomes_eJiiiereses^e siempre.
c,^^9L £B 5í^.est^_alteraciones emocionales, las osciíacTo-
ne,sJg.HiF-as en el estado de ánimo son muy frecuentes, por Áa /“*— . l
lo que algalias.qiersonas están siempre irritables y son pro­ C a r a c t e r ís t ic a s p s personalidad
pensas a explosiones de ira. Un .pequeño número llega in-
c^ ? . , a ..au!:oles’onarse> como forma de relajarTa tensión. Los problemas de ingestas compul ^ a s j m m t ^ r a n la
Tambi.én puedejr. estar presentesios problem as con el aleo-, »vMAafTpñTpersonalidad de quienes los padecen. Sin embai-
hol y las drogas (véase el capítulo 7). i)7 riertósr^gos~de carácter son comunes entre los afecta­
Para em peorar la situación, los problemas de ingesta dos y, a menudo, se observan antes de que se inicie eijp ro -
compulsiva afectan a todos los aspectos de la vida personal, blema alimentario.
sin excepción. Se dedica tanto tiempo y esfuerzo a intentar
controlarlos, que queda poco espacio para otros asuntos;
por ello, las relacipnes con familiares y amigos pueden llegar Baja autoestima
a hacerse insosteniblesr ----------
La crianza de los hijos también puede resultar de.re.rio- Los sentimientos de inadecuación e humildad son co­
radaTXunque, hasta ahora, nuestro conocimiento acerca munes entre"qíjTenes padecen estos proWemas7H^}as_ve-
de la influencia de estos problemas en el cuidado de los hi­ ces forman parte de la desmoralización y la depresión den-
jos se basa sólo en algunos casos especialmente conflictivos, vadas del problema alimentario y, por tanto, mejoran si este
existen evidencias de que a algunas personas con bulimia se resuelve; pero a veces pueden ser la expresión de un ras­
nerviosa les desagrada la apariencia regordeta de sus bebés go de personalidad existente desde mucho tiempo antes. A l ­
e intentan que adelgacen. Algunas limitan la disponihi- gunas personas describen tales sentimientos como enraiza
h d a d d e c o mida en la casa para reducir el riesgo de sucum- dos en su infancia.
biramimtraimngo compran sóTcTcom i^
actitudes son perjudiciales .para las necesidades nutriciona-
les del pequeño. Y, cuando se hacen mayores, sobre todo Perfeccionisvxo
las chicas, pueden verse presionadas a unirse a sus madres
en la dieta. No es difícil percibir en todo esto un riesgo cla­ Otro rasgo de personalidad característico es el perfec­
ro de desarrollar un problema de alimentación (véase el cionismo. Muchas de estas personas poseen un conjunto
capítulo 6 ). - de normas excesivamente rigurosas con respecto a sí mis-
AJ igual que los sentimientos de depresión, muchos con­ v.. mas. Su perfeccionismo tiende a afectar a todos los aspec-
flictos interpersonales mejoran notablemente, o desapare­ ! tos de su vida, pero se hace particu: ármente evidente en
cen del todo, cuando se supera el problema de ingestas com- las metas dietéücas que se autoim ponen. Este rasgo tiene,
92 93
LA IN G ESTA COM PULSIVA: LOS H E C H o ft' rKOBLEMAS P S I C O L Ó G I C O S Y S O C IA L E S

ñs
por supuesto, su lado positivo. Los perfeccionistas pueden^ Impulsividad
ren dir excepcionalmente bien, p^éTemj51o7é7rertr?rhaj0"
° erLlos deportes. La clave reside en saber si sus normas y: Como explicaremos en el capítulo 7, una minoría de es-
m etas son realistas. Si no es así, estas personas experimen-'" ns personas tiene también problemas con el alcohol o las
“ñ acasos», aun cuando sus obras sean consi­ c¡roerás. En círculos clínicos se ha observado que algunas' tie-
deradas como muy buenas por la mayoría de personas,' iiñíotros problemas con el control de impulsos, por ejern-
con norm as menos perfeccionistas. Estos fracasos repeti­ 111iTpi'oñiiscuidad' sexual o ludopatía. El profesor H ubert La-
dos pueden llegar a ser desmoralizadores, sobre todo si la* '•cv deí hospital" St. George de Londres, ha señalado que
autoestima ya es baja de pof sirP eT ech o , se ha observado' estas personas tienen un trastorno del control de los impul­
que la combinación de baja autoestima y perfeccionismo ses (trastorno multiimpulsivo) y que su problema alimenta­
es especialmente c^mún é ñ lf e T a s ^ pro. rio es uña expresión de aquél.
*,*t-.mas )EPX9b.ablemente contribuye a su desarrollo (véase La tabla 4 muestra los datos registrados por mi equipo de
el capítulo 6 ). investigación sobre tasas de problemas de control de impul­
sos en°mujeres con problemas de ingestas compulsivas, mu­
jeres con trastornos anímicos y mujeres de la población ge­
Pensamiento todo-o-nada neral, todas pertenecientes a la comunidad. De estos datos
se deduce claramente que los problemas de control de im­
El pensamiento todo-o-nada (pensamiento dicotómico) pulsos afectan sólo a una minoría en los dos primeros gru­
es también común entre estas personas, que tienden a ver las pos. Sus conductas problemáticas más comunes al respecto
cosas en té rminos extremos, blanco o negro; por ejemplo, son fumarv" morderse las uñas. Sin embargo, el profesor La-
pueden clasificar los días en buenos o malos, sentir que tie- ccy tiene razón al afirmar que algunas personas con pro
nen auLocontroriEque: (parecen de todo control, considerar blemas de ingestas compulsivas presentan una dificultad ge­
las comillas como peligrosas o seguras, etc. Este estilo de neraren el control de loFtíripulsas'.“ Como'ésas conductas
pensamiento tiende a impregnar toda su visión de las cosas y parecen fíe va rse a cabo muchas veces para relajar la tensión,
no sólo en lo concerniente a la comida. A menudo está aso­ su tratamiento deberá incluir el desarrollo de otras actitudes
ciado con el perfeccionismo. Así, por ejemplo,- estas per­ que permitan controlar el estrés de forma menos perju-
sonas pueden definir el éxito en cualquier contexto como «ser ■dicial.
el primero», y considerar cualquier otra posición como un
fracaso.
^^E 5 n.sai? l—1 1 do-cenada incita a la ingesta compulsi- Trastorno de personalidad límite
va,_ P.°.rcLue J leva a las personas a abandonar el control desr
pues de cualquier pequeña transgresión dietética. Este tipo Una propuesta que se solapa con lo que acabamos de ver
de pensamiento también les obliga a mantener reglas nutri- acerca del trastorno del control de los impulsos es que el
ciqnale.s muy estrictas y específicas, en ve^de peguirpautas o «tQstorno_de personalidad límite» es muy frecuenm entre
tendencias dietéticas más generales. quiem^padLeceiLpJLbl^fiias compulsivas (los ras­
gos de la personalidad límite, también denominada borderli-
ne, se enumeran en la tabla 5). Pero existen al menos dos
a»rw^-rrgaNaTagavi»rfi^

94
LA I NGE S T A C O MP U L S I V A : L O S H E C H O S ^ CitOM FMA5 P S I C O L Ó G I C O S Y S O C I A L E S
95

Tabla 4. Problemas de control de los impulsos en mujeres / T abla 5. Los rasgos del trastorno de personalidad límite.\
con problemas de ingestas compulsivas, mujeres con trastornos ^ ’ ______________ ___________ —----- ----- -— -y —
emocionales y mujeres de la población en general. I / Vllí„; No todos los rasgos tienen que estar presentes en un
”—7 individuo. j
M u je re s T ra s to rn o
Relaciones inestables e intensas
d e la p o r in g e s ta s B u lim ia T r a s to rn o s Ejemplo: oscilaciones entre idealización y desvalorización,
c o m u n id a d c o m p u ls iv a s n e rv io s a e m o c io n a le s
temor a ser abandonado
(%r (% )b (%Y (%r Alicraciones en el sentido de la propia identidad
P ro b le m a s d e c o n tro l en :
Ejemplo: escasa aoreciación de sí mismo, alteraciones en la
B e b e r a lc o h o l 2 14 10
propia imagen, sentimientos de vacío
2
D r o g a s ¡le g a le s 0 0 i 0 Alteraciones en el estado de ánimo
T abaco 6 . 25 23 12
Ejemplo: estados de ánimo intensos y con repentinas
M o r d e r s e la s u ñ a s 13 31 21 18 lluctuaciones
C o m p o rta m ie n to sex u al 0 9 6 2 Com portamientos impulsivos
ju e g o s d e azar 0 0 1 0 Ejemplo: gasto excesivo, sexo, abuso de sustancias,
conducción imprudente, ingestas compulsivas, explosiones
’T o t a l =100 hT o t a l = 49 = 100 íi-T o t a l = 5 0
‘T o ta l de ira.
Amenazas recurrentes de autolesiones o autolesiones reales
Ejemplo: amenazas de suicidio o conductas
'^de--atuomiiülación ______
problemas a este respecto: el primero es que la misma no­
ción de trastorno de personalidad límite es algo controverti­ ¡■denle: Adaptado de la American Psychiatric Association, Diagnostic and
da, y el segundo es que ciertos rasgos de este trastorno lími­ Statistical Manual of Mental Disorders, 4» ed„ Washington, .American Psy­
te pueden aparecer en algunas personas como resultado de chiatric .Association, 1994. Copyright 1994 de la American Psychiatric .Asso­
su ptoblema alimentario. Este punto de vista es apoyado por ciation. Reproducido con permiso.
la observación de que los suptm^LPAxasgos^de personalidad
lírni t5_suelen desaparecer una vez se ha resuelto el problema
alimentario. Esto lleva a cuestionar la asociación entre am­ Embarazo
bos problemas ya que, si existiese realmente el trastorno de
personalidad, éste permanecería cuando el problema ali­ Estoy obsesionada por no pesar más de 63 kilos, porque se ^
mentario se hubiera superado. que luego va a ser muy difícil perderlos. También espero po-
Sin embargo, algunas personas con problemas de inges- / der dar de mamar a mi bebé, porque eso me ayudará a adelga-
tas compulsivas sí parecen presentar muchos de los rasgos tí- / zar. Como he dejado de trabajar he conseguido hacer mucho
jucos de! pastora o de personalidad límite. Investigaciones ejercicio: nado treinta largos cinco días a la semana, hago pe
llevadas a cabo en la Universidad de Chicago, y más recien­ sas dos veces a la semana y bicicleta (más de nueve kilómetros)
temente en la de Stanford, indican que estas p_ersonas^nece­ la mayoría de las tardes. También practico los ejercicios de ae­
sitan un tratamiento más intensivo que las que sólo presen­ robio dé Jane Fonda.
'iig. tan el prim er problema.
96 fiO BLEMAS P S IC O L Ó G IC O S Y SOCIALES 97
LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S ®

. Intento controlar mis comidas, pero me resulta muy diiíJ <ivos durante el embarazo. La tasa de vómitos auto inducidos
cil. Después de inducirme el vómito me siento extremada-? nmbién tiende a declinar y la mayoría de bulímicas dejan de
mente culpable, porque no puedo olvidar que cualquier dañoí. abusar de los laxantes. Sin embargo, en muchas ocasiones
que me- haga a mí misma dañará también a mi bebé; pero es-?' los problemas persisten. Los «antojos» gastronómicos se su­
toy contenta de haber dejado de utilizar laxantes. “ ceden del mismo modo que en los embarazos normales,
fsos antojos pueden llevar al consumo de alimentos que
Me preocupa que mi problema de alimentación afecte (k, otra forma se habrían evitado (por ejemplo, helados) y,
mi relación con el bebé y a mi capacidad para cuidar de él. í como resultado, pueden desencadenar ingestas compulsivas.
Deseo tener tres niños, pero no me gusta la idea de.verme em-=?
\baraxada otra vez. Aunque quizá la próxima vez ya no sea bu- Aunque realmente quería controlar mis comidas, me re­
límica. \ sultaba muy difícil. Senda impulsos de comer alimentos que
no solía consumir habitualmente. De vez en cuando me aban­
Conseguí controlar realmente bien mis comidas. Dejé\ie donaba a esos impulsos, pero eso me hada sentir extremada­
vomitar y tomar laxantes en el momento en que supe que es­ mente culpable.
taba embarazada. También superé mis ingestas compulsivas'!
Estaba intentando algo realmente difícil, que es comer sol Mientras dura el embarazo, muchas mujeres con estos
lamente comidas sanas. Después fui al médico, y cuando me problemas alimentarios experimentan un cierto alivio en
examinó me dijo: «Lo siento, lo estoy intentando, pero no pu^- sus preocupaciones por su aspecto y su peso. Sienten que
do decii hasta dónde llega el bebé y dónde empieza tu barri­ esto ya no es tan primordial para ellas: los cambios tísicos
ga». Sé que sólo bromeaba, pero me enfadé mucho. Al llegar/a son inevitables. Como resultado, algunas dejan los intentos
casa, lloré desconsoladamente. Durante los días siguientes ho de controlar sus ingestas y empiezan a comer en exceso. Esto
comí nada y, cuando empecé a comer otra vez, con la ayuda de les hace correr el riesgo de ganar un peso excesivo, lo cual a
vmi marido, encontré que no podía resistir por mucho uempo
voIver,_avomiitar. su vez incrementa el riesgo de complicaciones en el u nbaií-
zo. En consecuencia, también tendrán que perder más peso
después del parto.
La gran mayoría de personas con ingestas compulsivas
son mujeres en edad de ser madres. Pese a esto, se conoce A medida que avanzaba mi embarazo, intentaba controlar
muy poco acerca de los efectos de estas ingestas durante el lo que comía. Contaba el contenido calórico todo el dempo y
embarazo (véase la descripción de sus efectos físicos en el ca­ procuraba mantenerlo por debajo de las 1.500 calorías al día.
pítulo 5). Hasta el momento, las investigaciones han tendido También hacía ejercido diariamente. Seguía sufriendo episo­
a centrarse en mujeres con bulimia nerviosa. En cambio, los dios regulares de ingestas compulsivas, aunque bastante por
embarazos en mujeres con trastornos por ingestas compulsi­ debajo de lo habitual porque deseaba no hacer ningún daño a
vas no se han estudiado todavía. mi bebé. Incluso tuve uno de estos atracones el día que empe­
KLesuidio tic las pacientes afectadas por bulimia nervio­ zaron los dolores de parto.
sa señala que los problemas de ingestas compulsivas suelen
mejorar cuando la mujer sabe que está embarazada..El de- Por otra parte, una minoría de mujeres con problemas
fet:o es fuerte y, en algunas, es suficien­ de ingestas compulsivas siguen igualmente obsesionadas con
temente poderoso como para impedir los episodios compul- su apariencia y su peso, e incluso más. Les aterroriza la pers-
v a a a iB a K * M M ^ ¡ n jK a a i m ¡ i ¡ i s i s s x t o s s i a ^ H ^ a s i ^ p < f g o í i ? S S 3 S e ! S f l ^ g ^

i
;
98 LA IN C E S T A C O M P U L S IV A : LO S H E C H O si;
r-
j5 pectiva de ver modificada su figura y aumentado su peso por?,
el embarazo, por lo que luchan contra ella. Hacen dieta y al-'
gún tipo de ejercicio intensivo, muchas veces como sustitutÑ
vos del vómito o de los laxantes. Como resultado, su aumen- i.
to de peso es escaso o nulo y, al nacer, el peso de sus bebés '
*í también puede ser inferior al normal.
Capítulo 5
;a
Hace ya tres meses que di a luz, pero nunca me he sentido
tan exhausta. Intento salir a correr tres o cuatro veces a la se­
1
mana y hago un montón de ejercicios abdominales. Quiero PROBLEMAS FISICOS
1 perder siete kilos para poder ponerme las prendas que lucía
H ASOCIADOS CON LOS ATRACONES
antes del embarazo. Pero todos mis intentos de hacer dieta
;!
han fracasado. Seguí muy bien el régimen durante los prime­
ros días de regresar a casa, pero, poco a poco, fui sucumbien­
do a las ingestas compulsivas, que vuelven a formar parte de mi
! vida cotidiana.

Después riel parto todo cambia. Muchas mujeres en- Los problemas de in g e sta b a n ! piüsiyas están asociados
cuen tran que cualquier mejoría de su problema de ingestas con una serie de conflictos, psicológicos y sociales. Con el ■
compulsivas es temporal y que éstas retornan de nuevo, a ve­ paso del üempo pueden transformar una existencia normal
v feliz en una vida miserable, perjudicando no sólo a la per­
ces con masTuerza. No._g,s..sorprendeme porque muchas es­
tán dispuestas a recuperar sujpeso. a n t e r i o r conJiL mayar ra- sona afectada sino taqahiéma, sus relaciones con familiares y
amigos. El capítulo 4 puede haberte ayudado a comprender
PÍ^5 z .P?sí?lL?3 JPara ello, reanudan una dieta muy estricta
los comportamientos extraños de alguna persona conocida y
casi inmediatamente. Esto es lo que las hace sucumbir por-
=■ qué7doiño“éxpliHmos'antes, las dietas estrictas hacen que la su conexión con estos problemas alimentarios. O bien pue­
persona sea más propensa a los atracones. Además, hacer ré- de haberte aclarado cómo .y por qué se ha visto afectada tu
’gímen es especialmente difícil durante él pbsparto. Muchas propia vida. A estas alturas debería quedar muy claro que los
están dando pecho y, por tanto, están sujetas a un aumento atracones no son una conducta inocua; así, este capítulo ex­
de las presiones fisiológicas para comer, y, además, casi todas plica que sus efectos nocivos no se dan solamente en el plano
sus actividades habituales se ven interferidas por sus obliga­ psicológico. Estos episodios compulsivos pueden dañar el
ciones de cuidar al bebé. cuerpo de muchas maneras: por lo general, como resultado
directo de las propias ingestas compulsivas o como conse­
cuencia de las conductas asociadas para controlar el peso,
como la dieta y el vómito.
Muchos de los efectos físicos de estos atracones son re-
■ versifiles, pero en algunos casos llegan a ser crónicos y a em-
v: peorar con el paso del dempo, por lo que no deberían ser ig­
norados.
100 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O S ^ f g blemas fís ic o s a s o c ia d o s c o n lo s a t r a c o n e s 101
PRO

LOS EFECTOS FÍSICOS DE LOS ATRACONES i tornos por ingesta compulsiva. Es probable que esto sea un
reflejo de la velocidad relativa con que se ingiere la comida.
Efectos en el estómago 1 as personas que comen hasta que están realmente lle­
nas describen que, en ocasiones, empieza a faltarles el aire
Sólo paro de comer cuando me es imposible continuar, pára^l^pirar. Esto se produce porque la dilatación del estó­
porque estoy absolutamente llena. Después de un atracón me mago presiona hacia arriba el diafragma. Muy raramente las
siento tan hinchada que el estómago me duele tanto que has­ paredes del estómago se dilatan tanto que, al hacerse más
ta me cuesta moverme. Me siento enferma y, a veces, cuando / linasfse^dañan o incluso se desgarran, lo cual supone una
me he dado un atracón especialmente fuerte, me resulta difT- ~ emergencia médica grave. Si sientes dolor abdominal du­
cil y doloroso incluso respirar. __ ____ - rante uno de estos atracones, es esencial que pares y. si el do­
lor es extremo, busca ayuda inmediatamente.
Los efecto¿Jísicos inmediatos de una inggsta_compulsiva
son escasos. La mayoría de episodios objetivos hacen que la
persona se sienta muy llena, y, en algunos casos, esa sensación
Obesidad
es intensa y dolorosa. Como muestra la tabla 6 , lasjifecradas
por bulimia nerviosa tienen más tendencia a sentirse extre­ La relación entre ingestas compulsivas y obesidad no es
madamente llenas tras un atracón que las mujeres con tras- sencilla, sino que se trata de un tema complejo que está lejos
de estar totalmente claro. La obesidad es poco frecuente en
I a b la 6. Grado en que la afectada se siente'llena tras personas con bulimia nerviosa, pero es un problema común
un episodio de ingesta compulsiva. entre personas con trastornos por ingestas compulsivas. Esta
característica distintiva ha sido mencionada en capítulos an­
Bulimia nerviosa
7%: no se sienten llenas teriores y lít figura 11 muestra en detalle como estos dos gru­
7 %: se sienten ligeramente molestas (algo hinchadas, con pos difieren en términos de índice de masa corporal (una
sensación física de haber comido en exceso) medida de peso explicada en el apéndice I). Parece natural
60 %: sienten molestias moderadas (se sienten hinchadas concluir que esta distinción surge del hecho de que las per­
pero sin dolor) sonas con bulimia nerviosa practican medidas extremas de
26 %: notan que es físicamente imposible continuar control sobre su peso, tales como el vómito autoinducido o
comiendo, debido a una dilatación intensa y dolorosa el abuso de laxantes, mientras que las que padecen trastor­
nos por ingestas compulsivas no suelen utilizar esas medidas
Trastorno por ingestas compulsivas extremas. Pero, por diversas razones, la relación entre obe­
17 %: no se sienten llenas sidad y estos últimos trastornos no es tan sencilla. ¿Son los
32 %\ sienten ligeras molestias (como hinchadas y con episodios compulsivos los que causan la obesidad o es la obe­
sensación física de haber comido en exceso)
sidad la que propicia los atracones?. ¿O es algún otro meca­
4/ %: se sienten moderadamente molestas (hinchadas pero
sin dolor) nismo el causante? Veamos algunas-de las posibles relaciones.
4 %: sienten que es físicamente imposible continuar En primer lugar, parece lógico suponer que las ingestas
comiendo, debido a un dolor intenso compulsivas provoquen la obesidad, o al menos ayuden a ga­
nar peso (camino 1 ).
103
102 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S rKOBLEMAS FÍSICO S ASO CIA DO S CO N LOS ATRACONES

Camino 1:
Bulimia N erviosa

Ingestas compulsivas Obesidad

Así pues, la incidencia de la obesidad entre las personas •


con trastornos por ingestas compulsivas parece confirmar \

Numero de nloclndns
esta relación causa-efecto. Pero por otra parte se sabe, más Ü
allá de cualquier duda, que la forma y la figura corporal es- =.
tán fuertem ente determinadas, por factores genéticos. Por »
tanto, las personas con, eslos^problemas podrían estar ge­
néticamente programadas para tener sobrepeso; esa caracte- ;
rística les llevaría a hacer dieta, lo"cual, a su vez, produciría
como resultado empezar a sufrir episodios compulsivos (a
través del mecanismo explicado en el capítulo 4).'En otras
palabras, más que decir que las ingestas compulsivas condu­ Indice de m asa corporal

cen a la obesidad, la realidad podría ser la contraria: la obe-


sidad es la causa de las ingestas compulsivas (camino 2 ).
T rastornos por in g estas com pulsivas

Camino 2:

^Obesidad — Dieta — Ingestas compulsivas''

Número de aíeciadas
La única forma fiable de conocer la relación causa-efec­
to entre obesidad e ingestas compulsivas es analizar el hisio-
rial_de_l_a persona en el tiempo para averiguar qué apareció
an tes, la obesidad o las ingestas. Está claro que una de las for­
mas en que se desarrollan los problemas de ingestas com­
pulsivas puede ser a consecuencia de la obesidad. Pero, in­
cluso cuando ésta precede a aquéllas (camino 2 ), parece
probable que, una vez se inician los episodios compulsivos,
contribuyan directamente al mantenimiento o empeora­
miento de la obesidad, ya que se pone en marcha un círculo
vicioso (camino S). Por esta razón, y como explicamos en la
segunda parte del libro, muchas personas con problemas de Figura 11. Peso de afectadas por bulimia nerviosa
ingestas compulsivas y con sobrepeso esperan perder algo,¡ y por trastornos por ingestas compulsivas. Un «índice de masa
de peso al superar sus-ataques, pero el peso perdido puede corporal» por encima de 27 indica sobrepeso.
ser escaso y, sobre todo, inferior al que Ies gustaría perder. El peso corporal saludable oscila entre 20 y 25.
104 LA I NCE ST A COMPULSI VA: LOS H E C H O s f ì físicos asociados con los atracones 105
r cOBl . EMAS

Camino 3: IP n-rsonas plenamente recuperadas de su bulimia nerviosa no


Inrid^ráctlcamente desde el inicio del tratamiento y duran-
Obesidad ■Dieta Ingestas compulsivas---- \ ié su seguimiento, hasta dieciséis.meses después. En estas pa-
ck-mes el peso medio fue de 62,14 kg antes del tratamiento
v de 6 fi,E8 _k,g-dieciséis meses después. Estos datos se refieren
a ja inedia, pero existen algunas, diferencias individuales:
(■( lomo se relacionan la obesidad y las ingestas compulsi­ romo muestra la figura 1 2 , algunas pacientes pierden mu­
vas en cada trastorno alimentario específico? Sabemos que cho más peso mientras que otras lo ganan. Un análisis de es­
muchas personas con trastornos por ingestas compulsivas t o s datos nos lleva a la conclusión de que-no existen indicios
tienden a la sobreingesta en general, además de los atraco­ de que el peso de las personas con bulimia nerviosa presen­
nes (véase el capítulo 4), lo cuáI7e\ádentemente, afecta a su te una predisposición natural a ser más alto que el de la po­
peso. Al comer en exceso fuera de sus episodios compulsivos blación general.
es improbable que pierdan mucho peso una vez superados, También hemos de tener en cuenta que la relación entre
a rueños que el tratamiento general incluya también una te- la obesidad.)' los problemas alimentarios aquí estudiados di­
rapia para^pomjajifir süTéndencia a la sobreingesta (véase la fiere según los casos. En el trastorno por ingestas compulsi­
segunda parte). §
vas, el sobrepeso se suele mantener por los atracones y por la
¿Q¿lé-sucede en el caso de las bulímicas? ¿Y qué ocurre lendencia general a la sobréingesta. En el caso de las bulí-
cor su peso durante el tratamiento? Como mencionamos micas, aunque su vulnerabilidad a la obesidad pudiese supo­
anteriorm ente y como se muestra en la figura 1 1 , la gran ma- ner un mayor riesgo para desarrollar el trastoino, la veida-
yoría empieza el tratamiento con un peso .normal. No obs­
tante, algunos expertos han argumentado que, aunque su
peso sea normal desde un punto de vista estadístico, pueden 220 -,
esf?^_en 1ea!ídad por debajo ele su «peso natural». En otras
palabras, parten de que lasjDerscmas ^.on.-bulimia_.nexyiosa
son, por- naturaleza, personas con sobrepeso. Basan este
punto de vista en la evidencia de que existe una tasa más alta
de obesidad entre los familiares de las personas con bulimia
nei ti osa que entre la población general, y también en el he­
cho de que algunas hulímicas tenían sobrepeso antes de de-
sacroHa.!' este trastorno. Pero, si este planteamiento fuese co­
rrecto, los pacientes que se recuperan plenamente de la
bulimia nerviosa y logran una completa normalización de
sus hábitos alimentarios, incluyendo el dejar de hacer dieta, 100 J------ —1-----------------
Antes D espu és Un año
deberían ganar peso. Sin embargo, los resultados de nues­ del tratamiento ■. .d e l tratamiento m ás tarde
tras investigaciones indican que esto no es así. Por ejemplo,
en un reciente estudio sobre un tratamiento llevado a cabo F igura 12. Cambios de peso durante el tratamiento
por mi equipo en Oxford se ha observado que el peso de las de la bulimia nerviosa.
dera obesidad es raramente un problema. El problema prin- larmente el conjunto de carbohidratos, grasas.y proteínas)
cü^_es-más-bi-&R-£l_2aLg¿o aJ^obesidadjque, como se explica lichédiñáTiífrportante influencia en los mecanismos que con­
en los capítulos 4 y 6 , parece desempeñar un papel decisivo en f i a n el apetito. Por ejemplo, un efecto normal de comer
i
el mantenimiento del trastorno. carbohidratos es su potente y rápida supresión del hambre.
V [ Iría persona que evita las comidas que contienen carbohi­
dratos se está privando de un supresor natural del apetito. Se
E fectos físicos de la dieta ha demostrado que la dieta afecta a ciertos neurotransmiso-
res del cerebro,,especialmente la serotonina, y que este efec-
Además de los efectos psicológicos descritos en el capí­ m es más pronunciado en las mujeres que en los hombres.
tu lo 4, la dieta puede tener efectos físicos perjudiciales. Por Se cree que la serotonina desempeña un destacado papel en
^ e je m p lo , se ha observado que los ciclos continuos de pérdi- el control normal de la alimentación, así como en ¡a apeten­
da y, recuperación de .peso, conocidos en ocasiones como cia por las comidas; por ello, este hallazgo resulta sumamen­
dietas «yoyó» (las oscilaciones en el peso de las personas que te interesante. Asimismo, nos ofrece una posible explicación
repetidamente inician y abandonan sus dietas), puederualte­ rkinlógira-paj-a comprender que una historia familiar o per­
tar la composición corporal y,el metabolismo de tal forma sonal de depresión incrementa el riesgo de desarrollar una
dueJ°A ÍP4e4lto_s_P_oster' c3jreAPara Perder peso resultan mu- buíimia nerviosa (véase el capítulo 6 ), ya que el funciona-
cho__más_.difIciles. Y, aunque algunas investigaciones re­
cientes no suscriben esta idea, el doctor Kelly Brownell y
sus colegas han hallado evidencias de que el peso cíclico (os­ ¿TlENEN MENSTRUACIÓN' LAS MODELOS?
cilaciones en el peso) se asocia con un aumento en la tasa de
mortalidad, en particular con un incremento de muertes Para tener la-menstruación en la pubertad, un míni­
por enfermedades cardiovasculares. Por ahora se descono­ mo de un 17% del peso corporal debe ser grasa, y para
cen los mecanismos por los que esto ocurre. que los ciclos menstruales sean regulares, ese índice debe
La dicta y la pérdida de peso pueden también afectar a ser como mínimo de un 22 %.
las Jiormonas, lo cual puede desembocar en una menstrua­ Investigadores de Helsinki (Finlandia) han medido la
altura y otras dimensiones de las modelos, desde 1920
ción irregular o en la pérdida del período. Cómoda meris-
hasta nuestros días, para calcular su porcentaje de grasa
truación regular requiere un cierto nivel mínimo de grasa
corporal. Observaron que, antes de los años cincuenta, el
'-y'' corporal (véase el cuadro siguiente), las mujeres con anore­ porcentaje de grasa corporal de la mayoría de ellas se en­
xia nerviosa no tienen el período. Pero incluso- cuandTÍ la contraba dentro de la gama normal. Después de los-años
grasa corporal es la adecuada, hacer dieta puede afectar a cincuenta, este porcentaje era considerablemente menor.
la^menstxuadón_.a—ixayés de algún mecanismo, suhyacente Así llegaron a la conclusión de que es poco probable que
desconocido. Este trastorno hormonal se encuentra en la una mujer con las formas corporales de una modelo ac­
mitad de las bulímicasy en una.de.cada cuatfo'afectadas por tual pueda tener la menstruación.
trastornos po'r ingestas compulsivas,...
Además, lá'díetá'jpFdvoca trastornos en ciertos mecanisr . Fuente: Rintala, M., y Mustajoki, P„ «¿Could mannequins mens­
truate?», British Medical Journal, 1992, n.° 305, págs. 1.575-1.576. -
mos fisiológicos que controlan la ingesta. En'la actualidad se
sabe qu y la cpnipcisiciónmutricional de la comida (particu­
108 r cOBl.EMAS F Í S I COS AS OCI ADOS CON LOS ATRACONES 109
la i n g e s t a c om pulsiva: los hechos
°rat
<£■
•a-
miento anor-m aideja s^eroixiaLna^eet&btai^tá implicado en1! p e rso n a s que se autoinducen vómitos esas glándulas se hin­
la etiología de la depresión. Es. decir, parece que uixa anpr-1 chan Gradualmente. Esta hinchazón no es dolorosa, pero
m alid a d erP e l funcionamiento de j a serotonina cerebral ? piiede incrementar la producción de saliva. Muchas veces es
puédElHácer que se corra- el riesgo de ’desarrollar'bulimia % h alan dula parótida (la glándula comúnmente afectada en
nerviosa,_y que_hacer dieta, espectáTmeñIe^n~ias"mujeres, hs paperas) la que se hincha más, dando al rostro una apa-
dciicia algo redondeada, como «regordeta». Las_perjsonas con
esa hinchazón en las parótidas tienden; a ver su cara como
- . r o r d a » , y concluyen que el resto de su cuerpo también lo

E fectos físicos del vómito autoihducido ruá. Naturalmente esto incrementa su preocupación por el
|K*so y la figura, lo cual contribuye a mantener el problema
Como explicábamos en el capítulo 4, el vórnúccautoin- ¡ alimentario.
ducido es muy común en la bulimia nerviosa. También se La hinchazón de las glándulas salivares es reversible y d e ­
da en los casos de anorexia nerviosa, particularmente entre ' saparece gradualmente cuando mejoran los hábitos alimen­
quienes sufren además ingestas compulsivas, así como en una i tados.
de cada diez personas con sobrepeso y atracones; pero en es­
tas últimas el vómito es más ocasional que regular. : l)anos en la garganta. Como describimos en el capítulo 4,
Los vómitos autoinducidos repetidos tienen una.serie de la mayoría de personas se inducen el vómitQ-mediante la es-
efectos físicos adversos, que se manifiestan con mayor inten­ limujación mecánica del reflejo de nausea. Esto puede ser
sidad entre quienes vomitan con más frecuencia y desde un proceso costoso y difícil que requiere un cierto uso de la
QlTfLPlás tiempo. Como se explica a continuación, algunos fuerza. Muchas veces tiene como resultado lesionesjuperfi-
de esos efectos son potencialmente graves. ciales en la parte posterior de la garganta, que se pueden in-
¡eciaiMáálmfinte. Quejarse de ^ptOThrde_gaigantS recu­
üanos odontológicos. Los vómitos frecuentes durante un rrentes y de afonía o ronquérajion síntomas muy comunes.
r* ‘ " ' *----- —- - —
largo período de tiempo erosionan ¡os dientes, destruyendo
de forma gradual el esmalteQlen talj especlalm eme enTacara Daños en el esófago. Aunque es muy poco frecuente, los
interior de los incisivosTTos empastes no resultan afectados ? vómitos vioTeruoT'pn-etlen ocasionar que la pared del esófa­
y, por tanto, destaca más el desgaste de la superficie del es­ go, el tubo que comunica la boca con el estómago, se desga­
malte. Los dentistas pueden identificar fácilmente este pa­ rre y sangre; esto conlleva un riesgo, aunque remoto, de rup­
trón característico de erosión y, por tanto, pueden deducir tura del esófago, lo cual constituye una emergencia médica
su causa. La^erc^ión del.esmalte es irreversible pero no pro­ grave. La presencia de cantidades significativas de sangre
gresiva; en otras palabras, seTieüenejina vez cesan los vómi- fresca en d vómito debe .ser tomada muy en serio; si .esto
toL.También hay evidencias de que la práctica de enjuagar la ocurre, se debe buscar, ayuda médica, ya que la sangre po­
bgea con agua después de vomitar parece acelerar la erosión dría pfochdTéf de una herida en el esófago.
dental en ju g ar dejretardnrln
Daño en las manos. Otro efecto mecánico del vómito au-
salivares. En la cavidad bucal se A toinducidodjuede observarse en algunas personas que utili­
encuentran las glándulas que segregan saliva.*En algunas zan sus dedos para estimular el refLejo de náusea: el daño de
í

LA I NGESTA COMP ULS I VA: LOS HECHOS £v .,kO B L E M A S n i


.as! físic o s a s o c ia d o s c o n lo s a t r a c o n e s

L-pjel que recubre los nudillos de la mano que emplean da de desequilibrios en los electrolitos. Otras toman una dro-
paraxílo. Inicialmente parecen abrasiones en la mano y a ve­ (ra procedente de la ipecacuana para inducirse el vómito; se
ces se forman escaras, una anormalidad müy"cáracterística trata de una práctica peligrosa, debido a los efectos tóxicos
conocida en el lenguaje médico como «signo de Russell», graves derivados de su utilización a largo plazo.
ya que fue descrita por primera vez por el profesor Gerald
Russell en su estudio ya clásico sobre bulimia nerviosa.
Efectos físicos d el a b u so p e la x a n tes)
Besequilihio de los electrolitos, b os efectos fisiológicos dpi i
f vómito frecuente pr^denLtfiFmuy graves, especialmente en- \ Como explicábamos en el capitulo 4, las personas que co­
tre quienes intentan «lavar» su estómago con el sistema de men compulsivamente pueden tomar laxantes para reducir
beber y arrojar repetidamente hasta que no aparece ningún su peso y controlar su figura, aunque esta práctica es menos
signo de comida en el vómito. El equilibrio de los fluidos habitual que el vómito autoinducido y la utilizan principal­
corporales y de los electrolitos (sodio, potasio, etc.) puede mente las bulímicas. Algunas personas toman cantidades
verse alterado de diferentes formasf"algunas de ellas muy realmente asombrosas, de hasta cincuenta o cien de una vez.
graves. Entre estos desequilibrios cabe destacar la hipocale- Independientemente de la cantidad, los laxantes tienen un
mi.a (potasioséri.co bajo), porque puede dar como resultado escaso efecto en la eliminación.xi&-carlorhxsJporqne actúan en
irregufaridades en el ritmo caadíarq__ la zbnariritestinal inferior, mientras que laspalorías-se-absor-
Los sín-t©.mas_de_trastorno en los fluidos o en los electro­ ben en la zona.superior. Los laxantes provocan una diarrea
litos-pueden incluir sed extrema, máreoTTe tención de flui-
I dos-aanjiinchazdiñdé^efiY ásv~brazos, debilidad o fetargia,
que elimina e 1 agua puna_drimiju*eión-tcmp&paLde-fieso.gue
se debe exclusivamente a esa pérdida de líquidos. La persona
tensjpn-nrusculáry'éspSmos. Sin embargo, pese al hecho de recupera el peso perdido casi de inmediato, en cuao,to-&l-eu*r- •
que cerca de la mitad de las bulímicas muestran algún üpo pojeT eliidraiar^rrém bñrgor 1^_lDu|lmicas notan esa pérdi­
de anormalidades en los fluidos y en los electrolitos, la ma­ da y creen que se debe a que no se han absorbido las calorías,
yoría no tiene ninguno de esos síntomas, y sus desequilibrios v ésta es la principal razón por la cual persisten en tomai la­
suelen ser ligeros. También debemos tener en cuenta que to­ xantes. Al igual que ocurre con el vómito autoinducido, cabe
dos esos síntomas pueden derivarse de otras causas. Por tan­ preguntarse cuántas personas no hubiesen empezado a utili­
to, su presencia no indica necesariamente la existencia de zar laxantes si conocieran su ineficacia.
una anormalidad en el nivel de electrolitos. F.1 ahuso de-laxantes, de forma parecida a lo que ocurre
Los trastornos descritos en este apartado son reversibles con los vómitos autoinclucidos, produce una serie de trastor-
y desaparecen rápidamente cuando cesan los vómitos. Rara­ nosdp los fluidosu^df-4m-felnctrolitos. con síntomaspareci-
mente requieren tratamiento en sí mismos y cualquier tra­ "dosirios que hemos descrito antes. Pero en quienes-vomitan
tamiento debe ser supervisado por un nrédico^Por ejem- y además abusan de laxanj££jd_ri£S£a^oún mayor. Algunos
pl°, nojse deben tomar suplementos ri^po_tasjn,$in análisis laxantes,_cuando se toman en grandes dosis dúfante largos
de sangre regulares,. periodos d&jJempCTpitedeTTbcasionar urgdaño perm anen­
'U irpequeño número de personas se inducen los vómitos te^VndaspiaFedesdíFtestiñaTé^ por lo generalTTSs efec-
químicamente, por ejemplo, bebiendo agua salada. Esto es p tosTrsfcüSTTocivos s u e le n s e r re v e rsib le s. Si a lg u ie n q u e to m e
particularm ente desaconsejable porque es otra causa añadi- --J "■laxantes de forma regular deja de hacerlo súbitamente, pue-
113
112 LA I NCE ST A COMPULSI VA: LOS HECHOS s PROBl e m a s f ís ic o s a s o c ia d o s c o n lo s a t r a c o n e s
4
de retener fluidos (agua) durante más o menos una semana.'- se<mramente son más peligrosas las conductas que se .llevan
Obviamente, esto producirá un aumento de peso temporal. • a cabo para intelñtar controlar el peso, como la dieta extre­
ma. los vómitos y el abuso de laxantes o diuréticos. Es bien
sabi do l[ue, duran te el embarazo, las anoréxicas corren el
E f e c t o s f ís ic o s d e l a b u s o d e d iu r é t ic o s ,-iesgo de no ganar suficiente peso y pueden dar a luz bebés
con un peso excesivamente bajo, y lo mismo puede ocurrir
Algunas personas toman diuréticos, por lo general en cu el caso de algunas madres con bulirina nerviosa. Los ha­
dosis mayores a las indicadas, para modificar su peso y su fi­ llazgos de un estudio llevado a cabo por investigadores de la
gura. Hay que volver a decir que se trata nuevamente de una Universidad de Minnesota indican que, entre las bulímicas,
práctica inútil, ya que los diuréticos no influyen enda elimi­ parece haber aumentado el riesgo de embarazos que no lle-
nación de calorías. Como explicamos en el caso de los la­ o-an a término. No obstante, este hallazgo necesita ser con-
O
xantes, los diuréticos producen una pérdida de líquidos, en firmado con más estudios.
este caso mediante la producción de un exceso de orina; por
lo tanto, tienen un efecto de pérdida de peso que, evidente­
mente, dura muy poco tiempo. Girando se toman en canti­ L a d ie t a com o c a u s a d e e s t e r il id a d

dades grandes, pueden.pr.oducir d^éqmIíBfidT)én los flui­


dos. ydax_e]e c ü~aIux>írrT[tte-sL+ele-n-ssr-xeve-F-sibleTrATigual que Algunas mujeres que hacen dietas estrictas son estéri­
ocurría con los laxantes, las personas que dejan de tomar les sin una causa conocida o explicable. Un grupo de vein­
diuréticos después de haberlos utilizado por algún tiempo tinueve de estas mujeres fueron sometidas a un programa
de tratamiento para ganar peso. Veintiséis de ellas aca­
pueden experimentar una retención temporal de fluidos.
baron ganando suficiente peso como para estar próximas
Lógicamente ño deberptomar diuréticos ..para librarse de esa
al ideal que les correspondía por su estatura. Diecinueve
retención porque, si lo hacen, se establecería un círculo vi­ (un 73 %) quedaron embarazadas tras el programa, sin ne­
cioso. ~ — -— ---------------------------- cesidad de más tratamientos. Tres de ellas no aceptaron la
idea de que la dieta pudiese ser la causante de su esterili­
dad. Por último, ninguna de estas mujeres volvieron a bus­
E fec to s en l a f e r t il id a d y e l em barazo car tratamiento.

Hasta ahora se ha investigado muy poco sobre los efectos Furnle: Bates, G. W., Bates, S. R., yWhitworth, N. S., -Reproducti­
de la ingesta compulsiva en la fertilidad y el embarazo. Sabe­ ve failure in women who practice weight control», Fertility and Ste­
rility, 1982, n.° 37, pags. 373-378.
mos que la dieta y la pérdida de peso dificultan-kt-ferti-lidad,
mi efecto que generalinente eFreversibleTvéase el cuadro si­
guiente). Sin embargo, la influencia de la ingesta compulsi­
va, en sí misma, no ha sido estudiada convenientemente.
Parece poco probable que los episodios compulsivos
afecten al curso o al resultado del embarazo, aunque cuando
se asocian con la obesidad aumenta el riesgo de complica­
ciones, por ejemplo, un aumento de tensión arterial. Pero
Capítulo 6

LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS


DE LOS ATRACONES

Empecé a comer compulsivamente cuando tenía diecisie­


te años. Era una chica tímida y solitaria, con una autoestima
muy baja. Cada ingesta me hacía sentir peor, ine hacía odiar­
me aún más. Me castigaba a mí misma con más y más comida.
Durante meses seguí comiendo compulsivamente y aumenté
de peso con rapidez. Me aborrecía, pero continuaba con mis
actividades cotidianas, tratando de aparentar que todo era
«normal».
Las circunstancias mejoraron y empecé a comer de forma
■menos compulsiva, pero mis hábitos de alimentación seguían
siendo caóticos y siempre estaba pensando en la comida. Nun­
ca admití mi problema ante nadie. Me justificaba negando lo
que había comido o la cantidad ingerida. Ahora, mirando ha­
cia atrás, veo los años que he perdido (casi dieciséis) pensan­
do continuamente en la comida y en lo gorda que estaba. Son
muchos años desperdiciados, sintiéndome deprimida y bdiáp
dome a mí misma.

Historias parecidas a ésta nos llevan a plantearnos una


pregunta obvia: ¿qué hace que se desarrolle un problema de
^ ingesta compulsiva yqp.or qué persiste? Como explicamos en
diversos apartados de este libro, n.o todos los problemas de
'ingesta compulsiva son tan graves o tan crónicos, pero cual­
quiera que haya sentido alguna vez el intenso malestar que
.K'lHliltóífSffSíti
116 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S U\ S C A US A S D E L O S P R O B L E M A S D E L O S A T R A C O N E S 117

acompaña a la pérdida descontrol sobre la ingesta probable­ tfay muchos factores involucrados
mente se haya preguntado: ¿por qué ocurre?
Desgraciadamente, no existe una respuesta sencilla ni Hay una serie de factores sociales, psicológicos y físicos
está del todo claro por qué sucede. Nuestra comprensión r que desempeñan un papel parcial en el inicio de los proble-
sobre las causas de los problemas de ingesta compulsiva es ? nias dériñgesta compulsiva. En el capítulo 3, por ejemplo, se
aún limitada, pero lo que sí podemos afirmar es que no exis­ mencionaba que la bulimia nerviosa se ha extendido muy
te un único factor responsable. De hecho, hemos encontrado recientemente y sólo en ciertos países, lo cual sugiere que
una serie de factores psicológicos, sociales y físicos que pue­ los factores ambientales desempeñan un importante papel
den considerarse causantes de los problemas de ingesta com­ comó causa de este trastorno. Dado que ciertos factores am­
pulsiva, y algunos de ellos pueden ser tanto causas como bientales, como los agentes infecciosos, han sido descartados,
consecuencias (véanse los capítulos 4 y 5). En esté capítulo parece lógico atribuirla, al menos en parte, a factores-sociales.
analizaremos con mayor profundidad estos factores. Es evi­ También se ha constatado que entran enjuego ciertos facto-
dente que no todos se darán en cada persona afectada, pero res psicológicos como la baja autoestima o el perfeccionismo
hacer un repaso de lo que conocemos sobre ellos puede pro­ descrito en el capítulo 4 y, finalmente, tal como se explica en
porcionarte una perspectiva útil para comprender mejor este capítulo, se ha demostrado la influencia de factores ge­
cada problema individual y, por tanto, también puede ayu­ néticos hereditarios, lo que demuestra que la fisiología tam-
dar a encontrar un tratamiento más eficaz. biéfí^desempeña un determinado papel en el desencadena­
miento y/o mantenimiento de la bulimia nerviosa.

¿P o r q u é la s c a u sa s e s t á n ta n p o c o c l a r a s ?
Distintos caminos pueden conducir a estos problemas
Como se explica en el capítulo 8 y en la segunda parte,
los problemas de ingesta compulsiva raramente pueden ser LoFTscásos 'estudios que--se--han realizado sobre el desa­
resueltos de la noche a la mañana. No es un planteamiento rrollo de los problemas de ingesta compulsiva indican que
realista hallar una causa clara y simple para erradicarla con hay más de una forma de llegar a ellos. Existen al menos cua­
un método sencillo —por ejemplo, considerar los proble­ tro caminos:
mas de ingesta compulsiva como adicción a ciertas comidas
y recomendar su abstinencia, como defienden los llamados Camino 1. Como se ha mencionado anteriormente, la
programas de doce etapas (véase el capítulo 7)—. No obs­ bulimia nerviosa viene muchas veces precedida por la anore­
tante, antes de que acabes desanimándote al ver cuán a me­ xia nerviosa, la cual, a su vez, es una consecuencia d e la dieta:
nudo reconocemos en este capítulo nuestra ignorancia so­
bre algunos aspectos de estas enfermedades, te ayudaremos V- Anorexia Ingesta Bulimia
/ ^ Dieta — )&
*— . .— í*»- . . — 5**"* .
a comprender por qué las causas de la ingesta compulsiva j nerviosa compulsiva nerviosa >
son tan difíciles de desentrañar. También te adelantamos
algo esperanzador: aunque las causas de estos problemas no Por lo general, la persona empieza a hacer dieta y a
están del todo claras, se sabe'mucho más acerca de cómo tra­ perder peso hacia la mitad de la adolescencia a pesar de que,
tarlos (véase el capítulo 8). • en muchos casos, no ha existido sobrepeso anteriormente.
ri*Twin >T-

, 118 LA I NGES TA c o m p u l s i v a : C \ C S AS DE L O S P R O B L E M A S DE LOS A T R A C O N E S 119

Cuando la p é rd id a ^ pesores extrema., es muy probable, el de-! ^ que a veces se puede perder una gran cantidad de peso como
sarrollo de la anorexjajiexjáo.sa. Á veces, después de un tienv? resultado de las dietas.
po variable, el control de estas personas sobre ¿usjngestas^ ;
eir ^ i 5 ^-iL auebrarse, iniciándose así la ingesta compulsiva.- Camino 4. El cuarto camino hacia la ingesta compulsiva
El control se deteriora progresivamente^ el peso retorna de' es probablemente menos común.que los anteriores. Éste es
forma gradual hasta recuperar más o menos el nivel original. dilecto, sin pasar por la dieta. Se observa con mayor fre-
ruencia en^ersonas con diversos problemas de control de
CaminoJI. Un camino bien diferente es el que recorren impulsos (véanse los capítulos 4 y 7). En estas personas, la
muchas personas con trastorno de ingesta compulsiva, parti­ puesta en marcha de conductas impulsivas para relajar la ten­
cularmente aquellas que tienen sobrepeso. Éstas cuentan ha- sión parece ser el factor clave, y hacer dieta n o parece de­
be1' tenido un problema de sobrepeso en su infancia, bas- sempeñar un papel significativo.
tante ames de que empezaran a comer compulsivamente.
Para ellas la progresión parece ser desde la obesidad a la die­ Aunque estos cuatro caminos son los más comúnmente
ta, y desde la dieta a la ingesta compulsiva:. mencionados, es importante reconocer que, en algunas per­
sonas, se piyeclejdar una combinación de varios de ellos y que
(^Obesidad Dieta Ingesta compulsiva \ también pueden haber otras formas de llegar a la ingesta
compulsiva.
.Al contrario que en el camino 1, estas personas parecen
haber empezado a hacer dietajmmo respuesta a un proble-
EI curso de los problemas de ingesta compulsiva \
m ajie obesidad más o menos acusado.
lo largo del tempo
Camino 3. Otras personas con trastorno de ingesta com­
La tercera razón por la cual es tan difícil conocer las cau­
pulsiva describen que comían en exceso desde la niñez y que
sas de la ingesta compulsiva es que su curso varía de unas
empezaron a hacer dieta en u n ln ten to de contrarrestarlo.
personas a otras. Para_algunas,xLproblema dura un tiempo
Pero 'e'süs intentos empeoraron las cosas, ya que continua­
! limitado y no hay recaídas mientras que, para otras, éstas son
ron comiendo en exceso y, al mismo dempo, desarrollaron
lo habitual. En otros casos el problema permanece de forma
un fuerte sentimiento de pérdida de autocontrol.
estable .duran te muchos años. Esto parece indicar que exis­
ten factores adicionales, muchas veces diferentes de aquellos
Comer en exceso Hacer Ingesta que fueron responsables del inicio del problema, que entran
^ en la infancia dieta compulsiva enjuego en el mantenimiento del mismo.
Los factores responsables de que un problema de inges­
El momento exacto en que empieza el problema de peso ta compulsiva persista o remita no están del todo claros. En
en cualquiera de estas secuencias parece variar de una per­ el capítulo 4 hemos apuntado que la dietaestricta, el pensa­
sona a otra. miento todo-o-nada y la baja autoestima contribuyen a p e r - ; ^
Ni el camino 2 ni el camino 3 presentan una fase en la petuar la ingesta compulsiva. Como veremos en este capítu-
cual la persona tenga un peso significativamente bajo, aun- Ib, las dificultades en las relaciones interpcrsonales, así como
?2rZ;ani*'. \

120 LA IN GE S T A C O M P U L S I V A : L O S HECHOS^" CAUSAS DE LOS P R O B L E MAS DE L O S AT R A C O NE S


#
ifá determinados sucesos y. circunstancias, también pueden in-f' „.Qué factores aumentan o disminuyen el riesgo de desa­
fluiFeñ su mantenimiento. ,f rrollar un problema de ingesta compulsiva?
„•Qué factores incrementan o disminuyen la probabili­
dad de recuperarse, una vez que el problema de ingesta
Identificar las cansas: un problema bipartito compulsiva se ha iniciado?

Como acabamos de señalar, los problemas de ingesta com­


pulsiva pueden presentar un curso diferente en distintas per­ Fa c t o r e s q u e p u e d e n c a u s a r e l in ic io d e lo s p r o b le m a s

sonas. Por tanto, es importante idendficar ios factores res­ de 'i n c e s t a COMPULSIVA '
ponsables de que el problema se inicie y, por otro lado, los
que hacen que se mantenga. Por ejemplo, es probable que Los siguientes factores parecen influir en el inicio de ios
ùuj los factores que llevan a las mujeres a hacer dieta durante la problemas de ingesta compulsiva, aunque hay que tener en
* i adolescencia sean relevantes para el desarrollo de los pro­ cuenta que la investigación hasta la fecha es limitada, por lo
blemas de ingestacompinsiyaTya que hacer7Üeiia~süeÍe pre- que esta información es provisional.
O. ceder al inicio de los atracones. Por su parteT"¡os estresores
vitales pueden leñHmnayoTñmpacto después del inicio. Así
pues, el tema de las causas incluye dos cuestiones: 1) ¿por Factores sociales
qué se inicia el problema de ingesta compulsiva?, y 2) ¿por qué
persiste? Por tanto, parece natural y lógico dividir los pro­ Como se explica en el capítulo 3, la bulimia nerviosa
blemas de ingesta compulsiva en dos fases: la fase de desa­ emerge en los años setenta y ochenta en aquellas zonas del
rrollo (antes de su inicio) y la.fase.¿£jaian-teJiiínienS mundo donde está también presente la anorexia nerviosa:
p u ^ d e suTmcjo). ~~ ~~ Norteamérica, Europa del norte, Australia y Nueva Zelanda.
Hacer esta distinción no sólo nos ayuda a comprender el Como estos países tienen en común el hecho de que es muy
papel de todas las posibles causas, sino que también tiene deseable para las mujeres estar delgadas y, además, Adieta es
^(^importantes implicaciones prácticas para la prevención y el algo muy común entre las jóvenes, se supone que los factores
/J ) r ' ^ - ^ ^ ratamient0 *os Pr°blemas de ingesta compulsiva. Es de­ sociales que e mpujaa-3_las_jnujeres a hacer régimenjaueden
cir, si el objetivo es la prevención, la tarea será identificar contribuir_al desarrollo de los problemas de alinientación.
aquellos factores que ejercen su influencia antes deFirilcio Entre estos factores hay uno que parece haber desempeña-
—durante la fase de desarrollo— eJnpentar detener su ac- do un papel cláve: el cambio en el aspecto de lasrñodelos. La
ción. Por el contrario, durante el tratamiento son los facto­ bulimia nerviosa expertmento“ún auge cuando se puso de
res que influyen en su mantenimiento los que deben ser moda estar extremadamente delgada, como la popular modelo
identificados y superados para que el problema alimentario inglesa Twiggy.
no persista ni recurra. La distribución geográfica del trastorno de ingesta com­
Por tanto, la cuestión global de «¿Cuáles son las causas pulsiva no ha sido estudiada aún, pero sería interesante ave­
de los problemas de ingesta compulsiva?», debe ser dividida riguar si es la misma que la de la anorexia y la bulimia ner­
en dos apartados, cada uno de los cuales se analizará por se­ viosas.
parado a lo largo de este capítulo:

Se.
122 íST = 123
LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H o l m ' ? , - , , - c a s DE L O S P R O B L E M A S DE L O S A T R A C O N E S
^\S t.A E *->,w

#1
Sexo !& |
F e m in id a d e i n g e s t a c o m p u l s iv a :
El capítulo 3 expone el hecho de que tanto la bulimia - UNA PERSPECTIVA SOCIAL
nerviosa como el trastorno por ingesta compulsiva son mu- • I
cho más comunes entre mujeres que entre hombres, aunque En «Etiology of Binge Eating: A Developmental Pers-
esta disparidad entre los sexos parece ser menos marcada en pective», Ruih Striegel-Moore describe cómo la forma
el trastorno por ingesta compulsiva. (Para más información oii que las mujeres se definen a sí mismas y las expectativas
acerca de los trastornos alimentarios en hombres, véase el li­ que la sociedad les impone, se combinan para hacer que
bro compilado por el doctor Arnold Andersen que puede ; las mujeres en general, y las jóvenes en particular, sean vul­
encontrarse en «Lecturas complementarias».) ¿Por qué las i nerables al desarrollo de los problemas de ingesta com­
mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de pulsiva.
Striegel-Moore afirma que la identidad o autoconcep-
ingesta compulsiva? Una razón importante es, probable­ i o de una mujer se basa en la conciencia de sus caracte­
mente, el hecho de que hacer dieta es mucho más común rísticas únicas pero «articuladas dentro del contexto de
en mujeres que en hombres y, como vamos a explicar segui­ sus relaciones interpersonales significativas», lo cual hace
damente, losj~egímenes incrememaji^enormemente el ries- ' a las mujeres especialmente vulnerables a las opiniones
go de desarrollar mTpi oLlerna de. ingesta compulsiva. 1 de los demás. Por otro lado, como «el atractivo físico con-
Esto nosTleva a plantearnos otra cuestión: ¿por qué ha­ ' tribuye significativamente al éxito en el terreno social, no
cer dieta es más común en las mujeres que en los hombres? • , es sorprendente que las mujeres hagan de su apariencia y
Hay varias razones: en primer lugar, las-presiones sociales I de su peso algo muy prioritario en sus vidas». Esto sigue
para estar delgadas se han centrado mucho máTerTIalññiie- j siendo cierto en nuestros días, aunque los roles sociales
en segundo lugar, éstas son más propensas quelos de las mujeres parecen estar expandiéndose a más áreas,
hombres a basar el sentido de la autoestima en su apltnerv porque la imagen socialmente deseable, incluso en esos
nuevos roles, sigue siendo la de mujeresjóvenes, delgadas
ciaUEstas actitudes tienen sus raíces en importantes cues­
y muy atractivas. Desgraciadamente los estereotipos per­
tiones relacionadas con las diferencias en la socialización sisten: «Las mujeres que se salen del papel tradicional­
entre hombres y mujeres y con los roles conflictivos y com­ mente visto como femenino, a causa de su orientación
petitivos de las mujeres en las sociedades occidentales (para política (por ejemplo, feministas) o a causa de su orien­
una perspectiva .feminista sobre las causas de los proble­ tación sexual (por ejemplo, lesbianas), son muchas veces
mas de ingesta compulsiva, véase el artículo de la doctora contempladas bajo el estereotipo de físicamente desagra­
Ruth Striegel-Moore, de la Universidad de Wesleyan, inclui­ dables».
do en «Lecturas complementarias» y resumido en el siguien­ El problema con tales definiciones de la identidad fe­
te cuadro). menina, según la autora, es que conducen a hacer dieta, lo
cual puede llevar a la ingesta compulsiva. «Las chicas que
se sienten inseguras de su identidad, especialmente de
Grupo étnico. cómo son evaluadas por los demás, pueden centrarse en
su apariencia física porque les proporciona una forma
concreta de construirse una identidad.»
Como se mencionaba en el capítulo 3, al contabilizar la
incidencia de la bulimia nerviosa en Estados Unidos estu-
. --

;í?N:íL:
* ;:V ". ".y LA I N G E S T A C O MP U L S I V A : . L O S HECHQ j ÍK u\ s CAUSAS DE L O S P R O B L E M A S D E L O S A T R A C O N E S 125
•" • ' • . ' • ‘ L* . . ’ ' .T-x-X
&i
i - 'Í&p*;
'Jf
Edad_
De hecho, como afirma Striegel-Moore, «paiaríauna- f
YiQD3- de chicas, el actuad ideal de belleza es biojógicamen- ■
. Hav muchas evidencias ( tal como se ilustra en la figura 13)
t<Unalcaraahle»T-Su maduración física lesTeva a estar muy de que los problemas de ingesta compulsiva se suelen iniciar
lejosfi,eLacl»aLixleal-femenino de belleza. Cuando se en. ’
(-n la adolescencia o en el inicio de la etapa adulta. Este he-
fren tan al fracaso en lograr este ideal a través de las dietas,
rho puede~deberse~a que es particularmente cfímÚnJiacsr
« proBaSTéque esfascfifcas desarrollen una baja atitoesti-
ma._Sé-inicia entonces un círculo vicioso. ilk-tajr estas edades; el motivo puede ser resultado de dos
IactoresTeñlpnmer lugar, como hemos mencionado antes, las
Fumte: Stiegel-Moore, R. H., «Etiology of Binge Eating: A Deve­ mujeres son más propensas que los hombres ajuzgaofhauto-
lopmental Perspective», en Binge Eating: Nature, Assessment and estima en función_rte su apariencia (y estojes particularmente
treatment, compilación de C. C. Fairburn y G. T. Wilson, Nueva cierto"aTesaTedades); y, en segunda instancia, enjapubertad
York, Guilford Press, 1993. inttchasmujiix^sqóvejiesjiesawoltaruna.-figucaxmporalque
se aleja bastante del idealjDuesJXL^njnanjfiesto^en las.formas
íliÑasjaZtuáíesTnodelordg-¿iÜÍQj No es sorprendente, pues,
diando muestras de pacientes en tratamiento, se ha observado queuna mujer joven cuyo desarrollo corporal no se parece a
que es mucho más frecuente en las mujeres blancas que en ese ideal se esfuerce en in ten ta rjo grado a través de la dieta.
las negras; pero es evidente que las muestras de pacientes Otro factor relacionado con la edad es que la adolescen­
no son muy fiables: por ejemplo, es posible que las mujeres cia, como sabemos,-supone importantes desafíos para el
blancas busquen tratamiento con mayor frecuencia que las desarrollo de l^ p e rs o ñ a lid a d ^ mbiof en la apariencia físi-
negras. En contraste, los estudios llevados a cabo en la po­ ctñ-fijTcTnacToñes en~el~¿FíacTo de ánimo y cambios en los ro­
blación general (muestras comunitarias) indican que el tras­ les y expectativas sociales. Los adolescentes con los rasgos de
torno por ingesta compulsiva se da por igual entre personas [vusnnalidaTnqTmTelifeejque predisponérTárdesarrollar pro-
blancas o negras en Estados Unidos. No obstante, estos re­ hlemas~de~ingesta compulsiva (véase más adelante, en este
sultados necesitan ser confirmados, ya que, hasta la fecha, capítulo, «Características de personalidad») son particular­
esos estudios tienen importantes déficits, especialmente en mente propensos a experimentar una sensación de pérdida
cuanto a la evaluación de la ingesta compulsiva. de control, y algunos encuentran que hacer diepajes.ayuda a
resta b lec er ese sentidiXjle^uUxrcoxLtrol. Además, como es una
forma de conducta considerada socialmente aceptable, les
Clase social proporciona un recurso tangible de estar consiguiendo un
objetivo, lo cual les ayuda a sentirse más seguros de sí mis­
Por lo que se refiere a las muestras clínicas, existen evi­ mos. Desde su punto de vista, hacer^ditíales-praporciona una
dencias de que la mayoría de personasjxm bulimia n e r viosa sensación de autocontroLmayor que, cualquier otra cosa, y
proc^dnri^le^iases-rn^dias^c-aitas^másjjne de clases baj as. esto puedejperjnan.ecer_asLdLirante. años.
Pero, una vez más, estoqguede significar que es más probable También parecen relevantes ciertos cambios del estilo de
que-laa^riineras busquen tratamiento. vida dependientes de la edad, por ejemplo, dejar el hogar
La distribución por estratos sociales del trastorno por in­ para ir a la universidad. De hecho, es frecuente que los pro­
gesta compulsiva aún no se ha investigado a fondo. blemas de alimentación se inicien o empeoren en esa época
126
LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S Li o C AUS AS DE L O S P R O B L E M A S DE L O S A T R A C O N E S 127

E dad de inicio de la BN y es fácil comprender por qué ocurre así, ya- que se trata de
! una transición estresante y, además, para algunos adolescen-
ies es la primera vez que tienen un control pleno acerca de
su alimentación. Por tanto, algunos empiezan una fase de
subalimentación descontrolada mientras que otros comen
cu exceso y aumentan significativamente de peso.

Obesidad

Como mencionábamos en el capítulo 5, actualmente sa­


llemos que el peso y la figura están fuertemente determina­
dos por factores genéticos. .Algunas investigaciones indican
que las personas que desarrollan bulimia nerviosa pueden te­
Edad ner un riesgo incrementado de obesidad. Esta suposición se
basa en la observación de que muchas tienen una historia de
sobrepeso en la infancia-y en el hecho de que existe unalasa
E dad de inicio del TIG más elevada (que en 1?. población general) de obesidad en­
tre los familiares. Naturalmente, es probable que esta vul­
nerabilidad a la obesidad les lleve a hacer dieta, dadas las
presiones sociales antes mencionadas. Además, tenerjm fa­
miliar con uixqmoblemajágnificativo de peso puede sensibi­
lizar a la persona al temor a engordar, llevándola a luchar
para evitarlo mediante la dieta. No disponemos de datos si­
milares con respecto al trastorno por ingesta compulsiva,
pero parece estar bastante relacionado con la obesidad.

Trastornos y problemas-do_aliramtación dentro de la familia

Diversos estudios han hallado que los trastornos de ali­


mentación tienen una mayor incidencia por razones de fa­
milia^ lo cual significa que los familiares de un__p_aciente con
un trasicmm-de-aliinGHtación tienen .mayor probabilidad
13. Edad de comienzo de los problemas
F ig u r a (que la población general)- de padecer problemas o trastor­
de ingesta compulsiva (BN P bulimia nerviosa; nos alimentarios. Esto puede deberse a fac tor eshereditar io s
TIG - trastorno por ingesta compulsiva). (genéticos) y la mejor forma de investigar esta posibilidad es ■. S 3 ,
■aAs:;'- •„' ü ■•iyrá, :' rfí.V:i . - /X4S;:
•¿¡Sassi

128 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S HECHOS §/ - U\S C A U S A S ' D E L O S P R O B L E M A S D E LOS AT R ACONE S 129


¡ti)

c:. examinando las tasas de problemas alimentarios en parejas V


de gemelos idénücos (que proceden de un mismo óvulo) y f ¡ El estudio de gemelas de Virginia
no idénticos (que proceden de dos óvulos distintos). Los pri- 7-
H-, meros tienen los mismos genes, por lo que tendrían el mis- o ¡ Este estudio es, con mucha diferencia, el más amplio
J. mo riesgo si el trastorno fuese hereditario, mientras que los j llevado a cabo con gemelos para estudiar trastornos de
segundos comparten sólo la mitad de sus genes, igual que ~ ' alimentación. Se hicieron entrevistas a 1.033 pares de ge­
I- melas identificadas a través del registro de gemelos de
los hermanos no gemelos. El m ejor estudio de gemelos
1 \ Virginia (dentro del registro de todos los nacimientos ocurri-
que se ha llevado a cabo hasta la fecha (véase el cuadro si­
j dos en ese Estado). Las entrevistas se diseñaron para iden-
guiente) muestra que existe una influencia genéüca signifi- = ! dficar a aquellas gemelas que tuviesen bulimia nerviosa o
ri cativa en la bulimia nerviosa, pero no sabemos exactamente | algún problema parecido. La edad media de las gemelas
qué es lo que se hereda. Existen muchas posibilidades, des­ entrevistadas era de treinta años.
de la tendencia a tener un peso particular, las respuestas Se halló que la tasa de concordancia entre gemelas
biológicas y psicológicas al hecho de hacer dietas, o ciertos idénticas excedía enormemente al que se daba en geme­
rasgos de personalidad. Hasta ahora no se han realizado es­ las no idénucas. En otras palabras, si un miembro de una
tudios de gemelos con trastornos por ingesta compulsiva. pareja de gemelas idénticas tenía bulimia nerviosa, era
El hecho de que los trastornos de alimentación se den mucho más probable que su hermana (con los mismos ge­
i nes) tuviera el trastorno que en el caso de gemelas no
con más frecuencia en determinadas familias no indicaría
5 necesariamente que los factores hereditarios sean total o idénticas (que comparten los mismos genes que tos her­
parcialmente responsables. Su mayor incidencia en estos manos corrientes).
Este hallazgo supone una fuerte evidencia de que los
núcleos familiares también podría deberse a que algunos
I factores genéücos desempeñan un papel importante corno
miembros-de la familia «contagien» a otros. Para tratar de causantes de la bulimia nerviosa.
I hallar la posible contribución de este «contagio» de acütu-
des problemáticas a través de la convivencia familiar, se han Fuente: Kendler, K. S„ MacLean, C„ Neale, M., Kessler, R., Heath,
realizado una serie de estudios acerca de las acdtudes y con­ A., y Eaves, L., «The genetic epidemiology of bulimia nervosa»,
ductas relacionadas con la comida, el comer, la figura y el American Journal of Prychiatry, 1991, n.° 148, págs. 1.62/-1.637.
peso entre los familiares de personas con trastornos de ali­
mentación. Hasta la fecha estos estudios se han centrado en
los casos de anorexia nerviosa, y los hallazgos han sido muy
variables: en algunos de ellos se han encontrado altas tasas Trastornos psiquiátricos dentro de la familia
ì de conductas y acdtudes inusuales, mientras que en otros no.
t En la práctica clínica es frecuente observar aparentes Se ha estudiado la posibilidad de que los trastorno ^ psi­
«contagios», por ejemplo las madres que presionan a sus hi­ quiátricos en familiares puedan constituir un factor de ries­
'} go para los txasiac.nas.ds. alimentación, ¿^.jjiayor parte tic:
jas para que se unan a ¿HaTeñ'lis'dietas'. "—
» esteTtráhajo se ha centrado en pacientes con anorexia ner
viosa", aunque tamhíerTeiasfé'hnigunos estudios acerca de la
látitiiniOi^ryiosa. Las familias de personas con trastornos
l
'por ingesta compulsiva aún no se han investigado.
Í
1
130 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S ^ LAS C A US A S DE L O S P R O B L E M A S DE L O S A T R A C O N E S 131

tanto con la depresión como con el control de la ingesta


M a d r e s , h ij a s y a l t e r a c i o n e s e n l a a l im e n t a c ió n (véase el capítulo 5). No obstante, esa relación también po­
dría explicarse por la influencia de haber sido criado por un
Se identificaron dos grupos de madres e hijas según padre o una madre depresivos durante la infancia.
las puntuaciones obtenidas por las segundas en un cues­ Otra psicopatología cuya relación con los problemas de
tionario utilizado para medir trastornos alimentarios. Uno
ingesta compulsiva también ha sido estudiada es el abuso
de los grupos se formó con quienes habían obtenido pun­
tuaciones más altas y otro con las que habían obtenido
de sustancias psicoactivas (por ejemplo, el abuso de alcohol
puntuaciones más bajas. La edad media de las hijas era de o drogas). Pero, tal como explicaremos en el capítulo 7, no
16 años y la de las madres de 43. se ha hallado ninguna asociación específica entre la bulimia
Las madres de las chicas con trastornos de alimenta­ nerviosa y el abuso de sustancias. Por lo que se refiere ai tras­
ción diferían de las del otro grupo de madres en los si­ torno por ingesta compulsiva, se supone que puede existir
guientes aspectos de interés: una fuerte asociación entre éste y el abuso de sustancias,
pero aún no se ha investigado.
1. Sufrían más trastornos de alimentación.
2. Pensaban que sus hijas deberían perder más peso.
3. Eran más críticas con respecto a la apariencia de sus Trastornos psiquiátricos infantiles
hijas.
Como explicamos en el capítulo 4, las personas con bulí-
Estos hallazgos indican que la transmisión del'trasinr-
mia nerviosa presentan a menudo una sintomatología de­
no de alimentación de.ntro de las familias puede deberse,
al menos en parte, al «contagio», es decir, ajajnfluencia presiva de intensidad clínica, pero, por lo general, parece
de ciertas actitudes problemáticas de las madres. ser una consecuencia del problema de ingesta compulsiva y,
de hecho, suele coincidir o seguir al inicio del problema de
Fuente: Pike, K. M., y Rodin, J., «Mothers, daughters, and dí- alimentación. Sin embargo, trabajos recientes de mi equi­
sordered eaiing», Journal ojAbnormal Psychology, 1991, n.° 100, po en Oxford indican que en las personas con bulimia ner­
págs. 198-204. viosa es frecuente el haber estado deprimidas antes del inicio
de su problema alimentario y que, además, el inicio tempra­
no de la depresión incrementa el riesgo de desarrollar bu­
limia nerviosa. No se ha estudiado de forma adecuada la re­
El trastorno psiquiátrico más ampliamente estudiado en lación entre los problemas de ingesta compulsiva y otros
esta área es, con mucha diferencia, la depresión. Los hallaz­ trastornos psiquiátricos infandles.
gos indican que la existencia de casos de depresión de in­
tensidad clínica dentro de una familia incrementa el riesgo
de que las hijas puedan- desarrollaran problema- de- alimen­ Sucesos o experiencias traumáticas durante la infancia í .j i
tación. Aún no conocemos con seguridad qué mecanismo
puede ser el responsable de esto. Puede deberse a una anor­ Los clínicos que trabajan con pacientes con problemas
malidad biológica subyacente, cornou~ñ"~deíecto~ en la'regm de ingesta compulsiva han observado que es habitual que
lación de la serotonina, un neurótransniisor relacionado estas personas hayan vivido sucesos traumáticos durante la
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132 };VF''} í;-;-- LA I N G E S T A C O MP U L S I V A ; L O S HE CHOS |; LAS. CAUSAS' DÉ LOS P R O B L E M A S DE LOS A T R A C O N E S 133 i

infancia, como muertes, separaciones, relación problemáti­


ca entre sus padres, enfermedades físicas, rechazo social, o A b u s o s sex u a les y t r a s t o r n o s d e a u m e n t a c ió n
una mezcla de varios de esos conflictos. Sin embargo, aún
no está claro si estos sucesos son más frecuentes entre estos En el primer estudio llevado a cabo para comprobar
pacientes que en los que padecen otros trastornos psiquiá­ esta posible relación, investigadores de la Universidad de
tricos. . ' Leicester, en Inglaterra, compararon las tasas de abuso se­
El abuso sexual es el suceso traumático que se ha estu­ xual infantil entre mujeres en tratamiento por trastornos de
diado con más detalle. Inicialmente se pensaba que la tasa alimentación y mujeres tratadas por otros trastornos psi­
de, abuso sexual infandl era especialmente alta entre perso­ quiátricos.
El estudio se llevó a cabo en dos etapas. En la primera,
nas con bulimia nerviosa. Sin embargo, un estudio de la
las pacientes completaron un cuestionario en el que se les
Universidad de Leicester (Inglaterra) señala que la tasa de
preguntaba si habían experimentado en la infancia suce­
abuso sexual infandl entre pacientes con trastornos de ali­ sos que podían haber constituido abuso sexual. Después,
mentación no es más elevada que en pacientes con otros cada una fue entrevistada por una investigadora para cla­
trastornos psiquiátricos (véase el cuadro de la página 133). rificar la naturaleza de dichos sucesos.
Otro estudio de mi equipo en Oxford compara las tasas de Se halló que el 31 % de mujeres con trastornos de ali­
abuso sexual entre tres grupos reclutados directamente de la mentación había experimentado algún suceso de ese tipo,
comunidad: mujeres sin ningún trastorno psiquiátrico, mu­ en comparación con el 50 % de mujeres con otros trastor­
jeres con un trastorno psiquiátrico no alimentario y mujeres nos psiquiátricos. Considerando estos sucesos por separa­
con bulimia nerviosa. Dado que los tres grupos fueron obte­ do según su naturaleza, la persona que los perpetró y la
nidos de muestras comunitarias, se elimina el posible efecto edad en que los habían sufrido, no cambiaba ei patrón ge­
de no representadvidad que se produce cuando se estudia neral de los resultados.
Estos sugieren que la tasa de abuso sexual en la infan­
sólo a personas que buscan tratamiento. Los resultados de
cia no es mayor entre las personas con trastornos de ali­
este estudio indican que existe una mayor incidencia de abu­
mentación que entre quienes sufren otros trastornos psi­
so sexual infantil entre las mujeres que desarrollan después quiátricos. Este dato ha sido confirmado después por otros
un trastorno de la alimenta: ión, que en las que no tienen grupos de investigación.
ningún trastorno psiquiátrico. Sin embargo no parece exis­
tir una relación específica, ya que las personas con otros tras­ Fuente: Palmer, R. L., y Oppenheimer, R., «Childhood experien-
tornos psiquiáuácos tienen la misma probabilidad de haber ces with adults: A comparison of «ornen with eadng disorders
sufrido abusos sexuales en el pasado. Por tanto, los datos co­ and those with other diagnoses», International Journal of Ealing
Disorders, 1992, n.° 12, págs. 359-364.
nocidos sugieren que las mujeres que han sufrido abusos
sexuales en la infancia corren un riesgo mayor de tener alte­
raciones psiquiátricas en general, que de padecer trastornos
alimentarios en particular. Aunque estos hallazgos indican
que el abuso sexual no parece tener un papel específico im­ Características de personalidad
portante en el desarrollo de los trastornos alimentarios, esto
no disminuye la importancia del abuso sexual como posible Como mencionábamos en el capítulo 4, las personas
i
factor etiológico en algunos casos individuales. ton ciertas características de personalidad parecen parti-

1
134 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O S $ LAS CAUSAS DE L O S P R O B L E M A S DE L O S A T R A C O N E S 135

cularm ente propensas a desarrollar problemas de ingesta 71 Como mencionábamos antes, hay un subgrupo entre los
compulsiva. La mayor parte de las invesdgaciones sobre pacientes con problemas de ingesta compulsiva que presen­
este tema se han centrado en pacientes con anorexia ner­ ta dificultades en el control de los impulsos a nivel general y,
viosa y, por tanto, los hallazgos son más relevantes para la a menudo, estas dificultades son ya evidentes en la infancia.
bulimia nerviosa que para el trastorno por ingesta com­
pulsiva.
Parece que las personas que acaban desarrollando ano­ Hacer dieta
rexia nerviosa son inusualmente sumisas y escrupulosas du­
rante su infancia. A menudo suelen presentar problemas de En el capítulo 4 iniciamos el análisis de la conexión entre
timidez y pueden tener dificultades en relacionarse con sus la ingesta compulsiva y las dietas, y señalamos que ambos for­
compañeros. Además üenden a ser competitivas y obsesivas man parte de un círculo vicioso que tiende a automantener­
con la consecución de sus objetivos, lo que les lleva a plan­ se. Pero, además, hacer dieta incrementa también el riesgo
tearse metas elevadas e intentar conseguirlas a toda costa. Es­ de que se inicie un problema de ingesta compulsiva; de he­
tos rasgos específicos parecen ser los precursores de la baja cho, parece el principal factor de riesgo. Por ejemplo, un es­
autoestima y del perfeccionismo que se observa en muchos tudio (véase el cuadro siguiente) mostró que, entre las ado­
pacientes con anorexia y bulimia nerviosas. lescentes, la probabilidad de convertirse en bulímicas es ocho
La experiencia clínica a menudo confirma estos hallaz­ veces superior entre las que hacen dieta que entre las que no
gos. El doctor Michael Strober, de la UCLA, una autoridad la hacen. No obstante, sabemos queda mayoría de las perso­
en trastornos de personalidad y alimentarios, ha afirmado nas que hacen dieta no desarrollan problemas alimentarios,
que la exploración detallada del mundo interior de estos por lo que otros factores, probablemente similares a los que
pacientes revela: «miedo om nipresente de parecer débil, liemos mencionado antes, deben combinarse con la dieta
inadecuado y mediocre; incapacidad de hallar placer en el para incrementar el riesgo de desarrollar problemas de in­
ocio; rechazo a afrontar'riesgos e innovaciones, a empren­ gesta compulsiva. También es posible que solamente ciertas
der acciones espontáneas y desinhibidas, o a hacer valer sus formas de hacer dieta constituyan un factor de riesgo que
senümientos; y la vivencia de sus impulsos y deseos como un predispone a padecer problemas de ingesta compulsiva.
despilfarro que les distrae del principal objetivo, consistente
en lograr metas elevadas». El doctor Strober afirma que este
tipo de rasgos de personalidad producen como resultado un El asunto clave: no existen causas únicas
estado de vulnerabilidad, es decir, una predisposición a caer
r
en problemas psicopatológicos ante las demandas evolutivas No hay una única causa para los problemas de ingesta compul­
de la adolescencia. siva. No obstante parece que, en muchos casos, la dieta de­
- 1
Las características de personalidad de quienes padecen sempeña un papel muy importante y directo como causante
un trastorno por ingesta compulsiva no se han estudiado de la ingesta compulsiva (véase el capítulo 4). Así, si consi­ - !j
hasta ahora, pero nuestro trabajo con estos pacientes nos deramos la dieta como un importante factor causal de la in­
muestra algunos de estos rasgos. En particular, las personas gesta compulsiva, esto podría explicar: la distribución geo­ :-:W
y
con trastorno por.ingesta compulsiva parecen tener proble­ gráfica de la bulimia nerviosa, el hecho de que el riesgo de
mas de falta.de asertividad y de baja autoestima. - padecer problemais de ingesta compulsiva:sea mayor en las
m
- s r LA INGESTA COM PULSIVA: LOS HECHOS LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS DE LOS ATRACON ES 137
(A
rC‘-'k
fei, res influyen en su curso. Por tanto, es difícil saber cuáles son
.-.i L as dietas como factor de riesgo los factores responsables de que persistan, qué les hace cesar
r i- y qué es lo que lleva a recaer en ellos una vez superados. No
Un total de 176 chicas de ocho escuelas estatales de obstante sabemos que algunos factores parecen desempeñar
Londres fueron entrevistadas en dos ocasiones con un in­ un importante papel.
tervalo de doce meses. En la primera ocasión, su edad me­
-t dia era de quince años y se determinó que un tercio de
ellas (el 35%) hacían dieta. Hacer dieta
.. i
Cuando volvieron a ser entrevistadas, doce meses des­
pués, se halló que un número significaúvo de las que ha­
cían dieta habían desarrollado bulimia nerviosa. Los in­ En el capítulo 4 se han descrito varias formas en que las
L dietas hacen a la gente propensa a comer compulsivamente.
vestigadores calcularon que éstas tenían una probabilidad
ocho veces mayor de desarrollar este trastorno que las que Si la forma de hacer dieta es «extrema» (esto es, se restringe
no hacían dieta. mucho la cantidad de comida), pueden surgir fuertes pre­
siones fisiológicas para comer. Y si la dieta es «estricta» (es t '
Fuenle: Patton, G. G., Johnson-Sabine, E., Wood, K., Mann, A. H., decir, si quien la hace tiene metas dietédcas demasiado res­ A )X ^ hV4.¿í (>
yWakeling, A., «Abnormal eating attitudes in London schoolgirls. trictivas y mantiene una actitud perfeccionista para cumplir­
i A prospecdve epidemiological study: Outcome at twelve month .
las), la-persona que la hace tenderá a oscilar entre la dieta y
follow-up», Psychological Medicine, 1990, n.° 20, pigs. 383-394.
ia ingesta compulsiva, cada una.de las cuales promueve a la -rü b A,-
otra. A través de estos mecanismos, el hacer dieta parece
mantener los problemas de ingesta compulsiva. Es por esta
| mujeres y la edad de inicio de estos problemas, ya que todas razón por la que muchos tratamientos se centran en elimi­
I esas circunstancias denen en común que en todas ellas son nar o moderar las dietas (véase el capítulo 8 y la segunda par­
más frecuentes las dietas. No obstante, sabemos que la in- te). Paradójicamente, la dieta parece desencadenar episo­
! . gesta compulsiva no siempreva precedida por las dietas y que, dios de sobreingesta incluso en personas que no comen
! además, no todos los que hacen regímenes desarrollan pro­ compulsivamente. Un amplio cuerpo de investigación de la­
blemas de ingesta compulsiva. Esto significa que otros fac­ boratorio ha identificado en las personas que hacen, dieta el
tores —sociales, psicológicos o físicos, por sí mismos o en llamado efecto de contrarregulación: la tendencia de quie­
I combinación con las dietas—■desempeñan también un pa- nes hacen dieta a abandonarla y comer en exceso bajo una
) peí decisivo en el desencadenamiento de los problemas de serie de circunstancias.
| ingesta compulsiva. Varios factores empujan a hacer dieta; los más importan­
tes son el deseo de ejercer el autocontrol, ya mencionado an­
tes, y el exceso de preocupación por la apariencia y el peso.
Factores que pueden mantener activos Esta preocupación por la figura y el peso está fomentada por
LOS PROBLEMAS DE ATRACONES la moda que impera en la sociedad occidental actual, que
exige mantener una figura delgada. En las personas que han
Se ha estudiado muy poco sobre cómo los problemas de tenido sobrepesq en el pasado es particularmente probable
ingesta compulsiva cambian a través del tiempo y qué tacto- que hagan dieta por miedo a recuperar el peso perdido, y
138 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S -V La s c a u s a s d e l o s p r o b l e m a s d e l o s a t r a c o n e s 139

sus esfuerzos pueden verse apoyados por sus familiares y ~ íma, con lo que se reducen las preocupaciones por el peso y
amigos. la figura, se eliminan algunas fuentes de estrés y, por tanto,
se favorece la recuperación. La ruptura de una relación pue­
de tener el efecto opuesto. Aunque no disponemos de ha­
Vómitos y abuso de laxantes llazgos suficientes, la investigación que se está realizando en
Oxford puede darnos más información sobre este tema en el
Estos dos métodos para controlar el peso tienden tam­ futuro.
bién a facilitar la ingesta compulsiva porque la creencia en
su eficacia neutraliza al principal factor disuasor de la inges­
ta compulsiva: el tem or de ganar peso. En la bulimia ner­ Embarazo
viosa, en la que son habituales estos métodos, se instauran
una serie de círculos viciosos que interactúan entre sí pro­ Como se explicó en el capítulo 4, el embarazo tiene un
moviendo la continuidad de la ingesta compulsiva (véase la efecto especialmente relevante en los problemas de ingesta
figura 14). Este tema ya fue analizado en el capítulo 4. compulsiva. Algunas mujeres embarazadas se preocupan mu­
cho menos por su peso y, por tanto, no sienten tanta necesi­
dad de restringir sus comidas. Además, el temor de dañar al
Relaciones interpersonales, sucesos y circunstancias feto puede llevarlas a dejar la dieta. Esta reducción de la ten­
dencia a hacer regímenes durante el embarazo puede expli­
Una gran variedad de sucesos y circunstancias pueden car el hecho de que los problemas de ingesta compulsiva
influir en el curso de los problemas de ingesta compulsiva. tienden a mejorar durante el embarazo y de que muchas ve­
Las relaciones interpersonales son particularmente impor­ ces desaparecen por completo. Desgraciadamente, muchas
tantes en este aspecto. Por ejemplo, establecer una relación de estas mujeres vuelven a hacer dieta poco después del par­
íntima y afectuosa con una pareja puede mejorar la autoesti- to, lo que puede explicar, en parte, por qué la recaída es tan
común.

El deseo de cambiar

Como mencionábamos antes, lamentablemente se ha in­


vestigado muy poco sobre los factores que influyen en el cur­
so de los problemas de ingesta compulsiva. Esta investiga­
ción es necesaria no sólo para mejorar nuestra comprensión
de estos problemas sino también para ayudar a desarrollar
nuevos enfoques de tratamiento (véase el capítulo 8).
Los factores que hemos revisado no consdtuyen una enu­
Figura 14. Círculos viciosos que mantienen meración exhaustiva. De hecho, de los factores que cóntri-
la ingesta compulsiva. buyen a la perm anencia de los problemas de ingesta cóm-
l ‘lU -7 • . la in g e s t a c o m p u l s i v a : l o s hechos

pulsiva falta señalar uno crucial: la motivación para cambiar.:


Algunas personas parecen tener un escaso deseo de cam­
biar; aceptan su problema de ingesta compulsiva y ajustan su
vida para acoplarla a él y, en tales casos, el problema úende
a persistir. Por el contrario, otras personas toman la decisión Capítulo 7
de cambiar, de empezar de nuevo, y llama la atención cons­
tatar cómo algunas de las que toman esta firme decisión son
capaces de cambiar por sí mismas. Otras, sin embargo, no ATRACONES Y ADICCIÓN
pueden superarlo solas aunque se lo propongan, y necesitan
ayuda externa.
No se ha estudiado qué es lo que estimula a la gente a de­
cidirse a cambiar, pero es algo que debería analizarse. Una
de mis expectaüvas como autor de .este libro es que pueda
servir como estímulo a los lectores con problemas de inges­
ta compulsiva para decidirse a cambiar. Cuando en el capítulo 6 considerábamos las causas de la
ingesta compulsiva, no hemos tenido en cuenta una cues­
tión: ¿es la ingesta compulsiva una adicción? Aunque nunca
hayas experimentado la pérdida de control asociada con la
ingesta compulsiva, puede que te hayas planteado esta pie-
guntay quizá hayas leído algo acerca de ello, sobre todo en
Estados Unidos, donde el asunto ha recibido la máxima
atención. Al haberse introducido ampliamente en la opi­
nión pública términos como sobreingesla compulsiva o adicto a
la comida, no es sorprendente que la consideración de la in­
gesta compulsiva como una forma de adicción haya llegado
a ser popular. De hecho, esta teoría tiene muchos seguido­
res y es la base de programas de tratamiento bastante cono­
cidos. Por tanto, es importante clarificar si la conducta adic-
tiva puede estar relacionada con la ingesta compulsiva ya
que, de no ser así, las pautas de tratamiento basadas en esa
premisa podrían no ser adecuadas ni eficaces. Para aclarar
estos puntos, este capítulo se centrará en tres cuestiones
principales:

1. ¿Es apropiado considerar la ingesta compulsiva como


una adicción?
9. ¿Existe alguna relación entre las verdaderas adicciones
r¿ -
142 LA I N G E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O S ATRACONES V A D I C C I O N
1 49

M ..

tales como el abuso de drogas o del alcohol y la ingesta Vtan vaga, de la mayoría de nosotros podría decirse que so­ L<í
compulsiva? mos «adictos» a una cosa u otra. Resulta pues obvio que de­
¿Qbé nos indica, a la vista de los actuales conocimientos bemos ser particularmente cautos al definir la ingesta com­ i*
cómo deben tratarse los problemas de ingesta compul­ pulsiva, o cualquier otra conducta, como adicción.
siva? No obstante, existen algunas similitudes entre la ingesta i€
compulsiva y las adicciones clásicas como el alcohol o el abu­
so de drogas, y mucha gente se fija en esas similitudes para $”
L a t e o r ía d e l a in g e s t a c o m p u l s iv a c o m o u n a a d ic c ió n apoyar el modelo de adicción de la ingesta compulsiva. Se <:•
basan en que, tanto en las conductas de abuso de alcohol o •’ i
Los comedores compulsivos anónimos creemos que la so- drogas como en la ingesta compulsiva, la persona:
breingesta compulsiva es una enfermedad en tres niveles: físi­ i-
co. emocional y espiritual. La vemos como una adicción que, • experimenta un impulso o ansia por llevar a cabo la con­
al igual que el alcoholismo o el abuso de drogas, puede ser
ducta problemática;
controlada pero no curada.
• siente una pérdida de control sobre esas conductas;
O ctavilla de C omedores C ompulsivos Anónimos • está preocupada y piensa constantemente en ellas; ■
(Over Ealers A nonymous) • puede utilizar esas conductas para reducir la ansiedad y
evadirse de emociones negativas;
Según la teoría que considera que la ingesta compulsiva • niega la importancia del problema;
es una forma de adicción ■ —denominada «modelo» adictivo • intenta guardarlo en secreto;
de la ingesta compulsiva—, ésta sería el resultado de una en­ • persiste en esa conducta, pese a sus efectos adversos;
fermedad subyacente, similar a la que da lugar al alcoholis­ • a menudo hace repetidos intentos infructuosos para de­
mo. Las personas que comen compulsivamente serían bioló­ jarla.
gicamente vulnerables a ciertas comidas (por lo general
azúcares y féculas), que son consideradas como tóxicas y, Pero estas similitudes son superficiales. Tienen interés y
como resultado, se convierten en «adictos» a ellas. Los indi­ son de alguna relevancia para el tratamiento por ejemplo
viduos vulnerables son incapaces de controlar la ingesta de la ejecución de esas conductas para reducir la ansiedad ,
estas comidas y, por tanto, su consumo va aumentando con pero el hecho de que dos cosas tengan algunas similitudes o
el tiempo. Dado que su vulnerabilidad está biológicamente de que tengan propiedades en común, no significa que sean A
determinada, nunca pueden ser curados de este problema lo mismo. Sin embargo, algunas aproximaciones se centran
(o «enfermedad»): más bien deben aprender a aceptarlo y a exclusivamente en estas similitudes y esto es peligroso por­
adaptar sus vidas a el. ¿Es válido el modelo de adicción? que distrae nuestra atención de las diferencias que también
Como afirma el doctor G. Terence Wilson, «el concepto de existen entre ambos tipos de conductas, diferencias que son
adicción ha sido degradado por un uso promiscuo e impre­ cruciales tanto para la comprensión del problema como ■iy
ciso para describir casi cualquier forma de conducta repeti­ para conseguir un tratamiento eficaz. Veamos algunas de las
tiva». Se habla de «adictos al amor» o de «adictos a la televi­ diferencias que existen entre la ingesta compulsiva y el abu­ ...y
sión» . El resultado es que no está muy claro =qué significa ser só de sustancias, diferencias que son más obvias en el caso- de
adicto. Cuando la palabra se utiliza de esta forma tan amplia la bulimia nerviosa:
>./ .gl. .•
tana -á ó T ñ í L í V IS IIS
144 LA I NCESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS . at racone s - y a d i c c i ó n 145

• El impulso inherente de evitar esta conducta. Las personas Los diferentes mecanismos involucrados en la ingesta com­
r L con. bulimia nerviosa están intentando condnuamente pulsiva y en el abuso de sustancias hacen que tengamos que
restringir su ingesta (véase el capítulo 4). Lo que más les adoptar enfoques diametralmente opuestos para su trata­
; altera acerca de la ingesta compulsiva es que ésta repre­ miento: en el de la ingesta compulsiva debemos centrar­
senta un fracaso en su intento de controlar sus comidas, nos en moderar su tendencia a evitar ciertas comidas, mientras
lo cual supone el riesgo de ganar peso. No se da un fe­ que en el tratamiento de las adicciones debemos centrarnos
nómeno equivalente respecto al alcohol o las drogas. Los en instaurar ofortalecer su resolución de evitarlas.
que abusan del alcohol no sienten ese impulso inheren­ No obstante, en algunas personas, concretamente en quie­
te a evitarlo, en contra del cual se producen episodios ex­ nes padecen un trastorno por ingestas compulsivas, éstas
cesivos. De hecho, un objetivo básico en los programas pueden darse sin que el sujeto haga dietas estrictas. La in­
de tratamiento de alcoholismo es instaurar en el adicto gesta compulsiva de estas personas, muchas de las cuales tie­
la determinación de no emprender la conducta adicüva. nen sobrepeso, no está determinada por la dieta —o al me­
i En la bulimia nerviosa, por el contrario, esa determina­ nos no en la misma medida— y parece más influida por sus
ción ya existe en forma de un fuerte deseo de controlar dificultades para controlar el estrés. En ellas existe quizá un
el consumo de comida, y ese impulso a controlar la in­ mayor solapamiento entre los mecanismos que conducen a
i gesta es, en sí mismo, un problema que hay que eliminar la ingesta compulsiva y los que llevan a otras personas al abu­
1J durante el tratamiento (véanse el capítulo 8 y la segunda so de alcohol o drogas.
parte).
» Miedo de realizar la conducta. En la bulimia nerviosa, ade­
más del impulso a hacer dieta, hay un conjunto de acd- La r e l a c i ó n e n t r e l a in g e s t a c o m p u l s iv a

tudes hacia el peso y la figura corporal que se caracteri­ Y E L .A BU SO D E S U S T A N C IA S


zan por un intenso miedo a engordar o ganar peso y, en
algunos casos, esto ocurre a pesar de estar delgados. Los Aunque la ingesta compulsiva no sea en sí misma una
temas referidos a la apariencia y al peso dominan a estas adicción, ¿indican las similitudes entre ingesta compulsiva y
personas (véase el capítulo 4), que juzgan su valía casi ex­ abuso de sustancias una relación entre ambos problemas?
clusivamente en términos de su apariencia y de su peso, ; Podrían estar causados ambos por una misma anormalidad
por lo que no es de extrañar que estas actitudes desem­ subyacente? Para responder a estas cuestiones se han reali­
peñen un importante papel en el mantenimiento del zado estudios dirigidos a determinar con qué frecuencia y
»
) trastorno (véase el capítulo 6). Este fenómeno no se pro­ bajo qué circunstancias, aparecen ambos problemas en una
i duce en los casos de alcoholismo, ya que los adictos no misma persona.
muestran temor a volver a beber y no buscan estar so­
s
brios.
SI Abuso ds sustancias en personas con problemas
fr En otras palabras, el deseo de restringir la ingesta facilita de ingesta compulsiva
la ingesta compulsiva en las personas con bulimia nerviosa
%
mientras que los adictos a las drogas ño>se hacen vulnerables Aunque los defensores del modelo de adicción para ex­
& al abuso de éstas como consecuencia de su deseo de evitarlas..- plicar la ingesta compulsiva suelen afirmar que las tasas de
K
146 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : LOS H E C H O S atracones y adicción 147

abuso de alcohol y drogas son desproporcionadamente altas dir si ese 20 % puede ser considerado como de «alta inci­
entre las personas con problemas de ingesta compulsiva, los dencia» aún debemos considerar algunos factores:
hallazgos obtenidos en investigaciones han sido inconsisten­
tes. Por ejemplo, los doctores de la.Umyersidad de Minneso­ 1. Los porcentajes obtenidos por los investigadores se ba­
ta han observado que más de uwjéabfe-de sus pacientes con san en pacientes con bulimia nerviosa (esto es, aquellos
bulimia nerviosa tienen un historial de problemas con el al­ que han buscado tratamiento). No sería sorprendente que
cohol u otras drogas, pero entre los pacientes de Oxford, estos pacientes tengan tasas de abuso de alcohol y drogas
esta asociación se halla sólo en alrededor un 10% de bulí- más altas que otros individuos con bulimia que no han
micos. Antes de que podamos decidir cuál de estas tasas (o buscado ayuda, ya que es más probable que busquen ayu­
quizá otra interm edia) es más realista, analicemos a qué pue­ da las personas que tienen ambos problemas que las que
den deberse estas discrepancias: tienen sólo uno.
2. Para determinar si existe una asociación específica entre
1. Las diferentes tasas halladas pueden ser resultado de di­ el abuso de alcohol y drogas y los problemas de ingesta
ferencias en los servicios de tratamiento locales. Por ejem­ compulsiva, tendremos que conocer las tasas de abuso de
plo, el equipo de Minnesota es bastante conocido por sus alcohol y drogas entre los pacientes afectados por otros
investigaciones sobre el abuso de sustancias y, por tanto, problemas psicológicos como la ansiedad o la depresión.
esto puede haber atraído a un número desproporciona­ Si la tasa de abuso de alcohol y drogas es elevada entre
do de personas que tengan ambos problemas, razón pol­ los pacientes con problemas de ingesta compulsiva pero
la cual se ha obtenido un porcentaje distorsionado de la fuese igualmente elevada entre los pacientes con ansie­
frecuencia con que se producen ambos.problemas con­ dad o depresión, la asociación entre los problemas de
juntam ente. ingesta compulsiva y el abuso de.alcohol o drogas no po­
2. La discrepancia también puede ser el resultado de dife­ dría ser considerada específica. En otras palabras, aque­
rencias en las tasas relativas de abuso de alcohol y drogas llos que tienen problemas psicológicos de cualquier upo,
en la población general local. Por ejemplo, si alrededor serían propensos al abuso de alcohol o drogas.
de un tercio de la población de Minnesota abusase del al­ 3. Además, el hecho de que la tasa de abuso de alcohol y
cohol o las drogas y, sin embargo, solamente un 10% de drogas sea relativamente alta entre los pacientes con bu­
la población general de Oxford tuviese este problema, la limia nerviosa dependerá de cuál sea la tasa de personas
discrepañcia podría estar causada simplemente por la di­ con abuso de alcohol y drogas en la población general.
ferencia existente en los lugares donde viven los dos gru­ Así, una tasa del 20% de personas con abuso de alcohol
pos de pacientes. o drogas entre pacientes con bulimia nerviosa tendrá im­
plicaciones muy diferentes si la comparamos con tasas de
Como no disponemos de esos datos, no podemos deter­ la población general que, según diferentes estudios, pue­
minar a qué se deben las discrepancias halladas. El conjunto den ir del 5% al 20% o incluso llegar al 50%.
de datos disponibles parece sugerir que la tasa real de abu­
so de alcohol y drogas entre los pacientes con bulimia ner­ Sólo existe una forma de dilucidar este asunto: el estudio
viosa estarían m edio camino entre las tasas halladas en los de las tasas de coexistencia de estos problemas utilizando
dos estudios citados, es decir, alrededor del 20 %. Para deci- muestras de la población general'.en lugar de muestras dé
148 LA I NGES TA COMPULSI VA: LOS HECHOS .VTRACONES Y ADI CCI ÓN 149

paciehtes. Mis colegas de Oxford y yó estamos realizando un


estudio de este dpo, pero sus resultados aún no están dispo­ T rastornos de aumentación y abuso de alcohol :
nibles. HALLAZGOS EN JAPÓN
De momento no existen suficientes bases para concluir Los sujetos de este estudio fueron 3.592 pacientes
que el abuso de alcohol y de drogas sea especialmente co­ (336 mujeres y 3.256 hombres) admitidos en el Instituto
mún entre las personas que comen compulsivamente y, des­ Nacional de Alcoholismo del Hospital Nacional Kurihama
de luego, no existen fundamentos para afirmar que exista de Japón, entre 1982 y 1988. En la admisión se pasó una
una asociación específica entre ambos problemas. encuesta a cada Uno de ellos para detectar si tenían un
trastorno de alimentación y los casos en que parecía exis­
tir fueron entrevistados detalladamente una vez recupera­
Problemas de ingesta compulsiva en personas con problemas dos de los síntomas de abstinencia del alcohol.
de abuso de sustancias Los principales hallazgos fueron los siguientes:
1. El 11 % de las pacientes femeninas tenían un trastorno
Si existe una asociación especifica entre ingesta compul­ de alimentación. Éstos eran más comunes entre las pa­
siva y abuso de sustancias, las personas con adicción al al­ cientes jóvenes, ya que el 72 % de las afectadas estaba
cohol y a las drogas deberían tener una mayor tasa de pro­ por debajo de los 30 años.
blemas de ingesta compulsiva. Sólo recientem ente se ha 2. Los trastornos de alimentación no eran comunes entre
empezado a investigar este asunto y los resultados de los es­ los hombres (0,2 %).
3. La bulimia nerviosa fue el trastorno alimentario más
tudios sugieren una mayor tasa de problemas de alimenta­
comúnmente detectado.
ción y, en parücular, de problemas de ingesta compulsiva. 4. Tan sólo en el 10% de los casos en que coexistían los
Sin embargo, hasta la fecha, sólo se ha invesúgado a aquellos dos trastornos, el problema de alcohol se desarrolló an­
que buscan tratamiento (en el cuadro siguiente se describe tes que el problema alimentario. En las mujeres con
el mayor de estos estudios) y, de nuevo, hay que tener en un trastorno de alimentación, la edad media de inicio del
cuenta que las muestras de pacientes pueden no ser repre­ trastorno alimentario era de 19,7 años, mientras que la
sentativas de lo que ocurre en el nivel general. Además, exis­ del inicio del problema con la bebida era de 24,6 años.
te evidencia de que la tasa de problemas alimentarios entre Un patrón similar fue observado entre los hombres.
pacientes con otros problemas psicológicos es también alta y, 5. No se halló evidencia de que los trastornos de alimen­
por tanto, es muy posible que esta asociación tampoco sea tación y los problemas con el alcohol se alternaran en
específica. Así pues, hay que ser cautos a la hora de extraer los individuos con el paso del tiempo.
conclusiones, ya que no está claro que exista una asociación Este estudio es, con mucha diferencia, el más amplio
específica entre ambos problemas. de los realizados sobre este tema. Los hallazgos están en la
línea de otros estudios acerca de este tema, aunque la tasa
de problemas alimentarios hallados por éste es más alta.
Estudios en familias
Fuente: Higuchi, S., Suzuki, K., Yamada, K., Parrish, K., y Kono,
H., «Alcoholics with earing disorders: Prevalence and clinical
Algunos estudios han hallado una tasa, mayor de la espe­ course», BritishJournal of Psychiatry, 1993, n.° 162, págs. 403-406.
rada, de personas que abusan de sustancias entre los parien-
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150 ' LA INGESTA COMPULSIVA: LOS HECHOS % atracones y adicción ' 151

tes de pacientes con bulimia nerviosa. Este hallazgo es inte- Aunque no disponemos de datos objetivos acerca del
resante pero, al igual que otros antes mencionados, difícil de desarrollo de problemas alimentarios entre pacientes tra­
interpretar. En cualquier caso, las tasas no parecen más altas tados con éxito de abuso de sustancias, sí disponemos de in­
quedas que se dan entre familiares de pacientes con otros formación sobre los resultados de aquellos que han sido tra­
trastornos psiquiátricos. Estos estudios presentan el proble­ tados con éxito de bulimia nerviosa: el abuso de sustancias
ma de que toda la investigación se ha centrado en muestras no es común entre ellos.
de pacientes y no en muestras comunitarias. Por otro lado, la
incidencia de problemas de alimentación entre los familia­
res de personas con abuso de sustancias no se ha estudiado El mito del modelo de adicción
todavía.
Basándonos en lo que conocemos, está claro que la aso­
ciación entre ingesta compulsiva y abuso de sustancias psi-
La relación entre los trastornos a través del tiempo coactivas existe en ciertos individuos. Sin embargo, no está de­
mostrado que estos trastornos estén relacionados en el nivel general
Para comprender la relación entre dos trastornos es im­ v, ciertamente, no tenemos evidencia de que cualquier aso­
portante saber si uno de ellos tiende a llevar hacia el otro o ciación existente entre ellos sea específica. ’
viceversa. Los estudios realizados con pacientes alcohólicos Así pues, resulta claro que el modelo de adicción referi­
que tienen también un problema alimentario sugieren que do a la ingesta compulsiva —que supone que existe una aso­
este último se desarrolla antes. Este hallazgo es difícil de eva­ ciación específica— no está apoyado por los hechos. So­
luar, ya que los problemas de alimentación se inician por lo lamente existen similitudes superficiales entre la ingesta
general a una edad más temprana que los problemas con el compulsiva y el abuso de sustancias y no existe evidencia de
alcohol. Además, los pacientes que tienen ambos problemas que la ingesta compulsiva sea producto de una anormalidad
(alcoholismo y alimentario) también tienden a ser más jóve­ biológica subyacente. Por tanto, la idea de que la gente pue­
nes que los pacientes que sólo tienen problemas con el alco­ da volverse «adicta» a ciertas comidas (al menos en el sen-
hol. Todo esto sugiere que los problemas alimentarios pue­ j tido técnico de la palabra) es una exageración que no coin-
den, de algún modo, empujar hacia los de alcohol. j cide con los hechos,
ii
i
ii
Los efectos del tratamiento i I mplicaciones para el tratamiento
i
Si exisdese una anormalidad subyacente a ambos proble­ 1 Nuestra meta es abstenernos de comer compulsivamente
mas, tanto a la ingesta compulsiva como al abuso de sustan­ | día a día. Hacemos esto gracias al contacto personal diario, a
cias, el tratamiento eficaz de uno de esos problemas podría I las sesiones de grupo y .al seguimiento del programa de doce
llevar a que emergiese el otro (a menos que la anormalidad i etapas de los Alcohólicos Anónimos. Solamente cambiamos las
subyacente hubiese sido corregida también por el trata­ palabras «alcohol» y «alcohólico» por «comida» y «comedor
m iento). Este fenómeno, denominado a veces sustituáém de compulsivo».
síntomas, no parece ser relevante. O c ta v il la d e C o m ed o res C o m pu lsiv o s A n ó n im o s
1 52 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS AT RACONES Y A D I CC I Ó N 153

El conocimiento actual acerca de las relaciones entre in­ nes de igrupo, los participantes abstinentes son identifi­
gesta compulsiva y abuso de sustancias es tan limitado que cados y elogiados, mientras que a los que no han sido ca­
tiene muy poca relevancia para el tratamiento. Sin embargo paces de mantenerse abstinentes se les da escasa o nula
una cosa está clara: no existen bases para afirmar que la in­ oportunidad de hablar: de hecho se les puede pedir que
gesta compulsiva sea una adicción. Si esto es así, ¿es apropia­ dejen el grupo.
do tratarla como si lo fuese? De hecho, los principios sub­ Terapia cognitivo-conductual: El énfasis en el cese inmedia­
yacentes al tratamiento basado en el modelo de adicción to de la ingesta compulsiva no es razonable ni realista. La
están en contradicción con el enfoque que ha demostrado aproximación centrada en la abstinencia es clescorazona-
ser el más eficaz en el'tratamiento de estos problemas (véase dora e irracional. Aunque muchas personas son capaces
el capítulo 8). de dejar de comer compulsivamente muy pronto, sólo
Según el modelo de adicción, el tratamiento debería es­ con apoyo y buenos consejos, otras muchas no pueden
tar basado en el enfoque usado por Alcohólicos Anónimos y hacerlo y puede costarles semanas o meses. No existe evi­
otros grupos semejantes para ayudar a personas que tienen dencia de que el cese inmediato de la ingesta compulsiva
problemas con el alcohol: el llamado programa de doce eta­ esté asociado a mejores resultados a largo plazo que un
pas. Vamos a analizar los cuatro rasgos principales que dife­ cambio más gradual. Además, el cambio más gradual
rencian a éste de la forma de tratamiento que ha demostrado puede ser preferible porque así ofrece posibilidades de
mayor eficacia con estos problemas: la terapia cognitivo-conduc- desarrollar habilidades para manejar las situaciones que,
lual, que se describe en el capítulo 8 y en la segunda parte: de otra forma, podrían llevar a una recaída. Así pues, la
terapia cognitivo-conductual no pone el énfasis en el
1. Programa de doce etapas: el trastorno es una enfermedad incu­ cese inmediato de la ingesta compulsiva.
rable. En un libro de lectura diaria para los miembros de 3. Programa de doce etapas: una estrategia básica que utilizan
Comedores Compulsivos Anónimos se puede leer que para lograr la abstinencia es una forma adicional de abstinen­
«según la experiencia de los Comedores Compulsivos cia: evitar durante toda la vida las comidas («tóxicas») que de­
Anónimos recuperados, esta enfermedad es progresiva. sencadenan episodios de ingesta compulsiva.
La enfermedad no mejora sino que empeora. Incluso Terapia cognitivo-conductual: evitar comidas debe eliminarse,
cuando nos abstenemos, la enfermedad progresa». no fomentarse. Como argumentábamos antes, la conside­
Terapia cognitivo-conductual: La recuperación está al al­ ración de que ciertas comidas son tóxicas y que, de algún
cance de la mayoría de los afectados. Los estudios de se­ modo causan el que la gente coma compulsivamente, no
guimiento a largo plazo del tratamiento de la bulimia tiene ninguna base real. La evidencia clínica y experi­
nerviosa indican que la recuperación total es algo bas­ mental indica que, en realidad, son los intentos de evitar
tante común y que, con un tratamiento apropiado, la esas comidas los que hacen a la gente vulnerable a la in­
gran mayoría de personas mejoran sustancialmente (véa­ gesta compulsiva (véase el capítulo 4). Por esta razón, la
se el capítulo 8). terapia cognitivo-conductual se centra en dejar la evita­
2. Programa de doce etapas: la abstinencia inmediata es obligato­ ción de comidas más que en fomentarla. El profesor Wal-
ria. Se centra en detener la ingesta compulsiva tan rápi­ ter Vandereycken, de Leuven, en Bélgica, ha llamado a'
damente como sea posible y puede aplicarse la presión este énfasis de los programas en doce etapas por evitar co­
del grupo para obtener esta finalidad. En algunas sesio­ midas «entrenamiento en habilidades anoréxicas», por-
154 LA i n c e s t a c o m p u l s i v a : l o s h e c h o s
ii^ - 7
que si tienen éxito pueden convertir a la gente que come
compulsivamente en anoréxica, un resultado que pue­
de considerarse atracdvo en principio pero que es una pe­
sadilla en la realidad.
Programa en doce etapas: la persona debe escoger una de estas Capítulo 8
dos opciones: o con pleno control ofuera de control, las comidas
son seguras o tóxicas, y uno es abstinente o no abstinente. Así
este programa de abstinencia refleja una actitud de pen­ EL TRATAMIENTO
samiento todo-o-nada (véase el capítulo-4). DE LOS PROBLEMAS
Terapia cognitivo-conductual: el pensamiento todo-o-nada es un DE ATRACONES
problema que hay que superar. Por poner un ejemplo, una
visión «todo-o-nada» del progreso después del tratamien­
to lleva a la gente a ver cualquier pequeña vuelta a los vie­
jos hábitos, como una «recaída» más que como un pe­
queño fallo. El doctor C. Alian Marlatt de la Universidad Ahora ya conoces lo que se sabe acerca de los problemas
de Washington, en Seattle, ha mostrado que, con respec­ de ingesta compulsiva —su definición, los factores psicoló­
to ai abuso del alcohol, esta forma de pensar lleva a la gicos, sociales y físicos que influyen en su desencadena­
gente a abandonar cuando no es necesario hacerlo. El miento y quiénes se ven afectados por ellos— , en la medida
pensamiento todo-o-nada es común entre las personas en que la investigación ha sido capaz de discernirlo. Tam­
que sufren problemas de ingesta compulsiva, y ello pare­ bién serás consciente de que hay muchas cosas que aún no
ce incrementarlos (véase el capítulo 4). Por tanto, más conocemos, sobre todo con respecto a las causas. El motivo
que reforzat esta forma de pensar, como en el enfoque que por el que una persona empieza a comer compulsivamente
fom enta la abstinencia, es importante ayudar a la gente a y por qué continúa haciéndolo puede ser todavía un miste­
reconocer y moderar ese Upo de pensamiento (véase la rio para ti. Pero probablemente ahora podrás apreciar que
segunda parte). la compleja combinación de factores que pueden dar como
resultado un problema de ingesta compulsiva, puede .tam­
Los tratamientos basados en el modelo de adicción son, bién impedir, o al menos hacer más difícil, que mucha gen­
por supuesto, algo más amplios que lo explicado aquí. Su te busque ayuda.
mayor fuerza es el alto nivel de apoyo y compañerismo que El hecho de que la gente con problemas de ingesta com­
aportan, que, combinado con la simplicidad de su mensa­ pulsiva suela resistirse a buscar ayuda es muy lamentable,
je, los hacen muy valiosos para algunas personas. Sin embargo, dado que en la actualidad disponemos de formas eficaces de
lo más im portante a la hora de evaluarlos debe ser su efi­ tratamiento. En los últimos veinte años hemos aprendido
cacia. El programa de doce etapas para el tratamiento de la mucho acerca del tratamiento de estos problemas y, aunque
ingesta compulsiva aún no ha sido evaluado adecuadamen­ gran parte de las investigaciones se ha centrado en la buli-
te, mientras que tenemos muchas evidencias a favor de la efi­ mia nerviosa, parece que los tratamientos que se han mostra­
cacia de otras formas de tratamiento. Esto se explica en el si­ do efica'ces con ella también benefician a las personas con
guiente capítulo. trastorno por ingesta compulsiva.
156 EL T R A T A M I E N T O DE LOS PROBLEMAS DE ATRACONES 157
LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS

Este capítulo expone nuestro conocimiento actual acerca realidad sus problemas de ingesta compulsiva permanecen
del tratamiento de los problemas de ingesta compulsiva. Se en estado latente y es probable que retornen una vez aban­
analizan todas las formas de tratamiento centrándonos, so­ donen la hospitalización. Los mejores programas para pa­
bre todo, en los antidepresivos y en una psicoterapia a corto cientes hospitalizados intentan prevenir las recaídas tras el
plazo llamada terapia cognitivoconductual, ya que ambas apro­ alta hospitalaria, ayudándoles a desarrollar aptitudes para
ximaciones han sido objeto de numerosas investigaciones. manejar los factores que les llevan a la ingesta compulsiva. El
La eficacia del tratamiento para producir cambios dura­ problema es que el hospital no es el entorno adecuado para
deros es de suma importancia, ya que el problema de la in­ ello, ya que terapeuta y paciente necesitan abordar el pro­
gesta compulsiva tiende a estar bien afianzado antes de que blema de ingesta compulsiva tal como se presenta normal­
la persona busque ayuda. Muchas personas buscan trata­ mente y esto significa tratarlo en su ambiente habitual, es de­
miento después de haber sufrido este problema durante cin­ cir, fuera del hospital.
co o más años sin períodos de remisión y, si han recibido al­ Por supuesto, existen ciertas circunstancias ante las cuales
gún tratamiento en el pasado, muchas veces los beneficios es aconsejable la hospitalización. Las cinco más comunes son:
han sido sólo a corto plazo. Por esta razón, la verdadera prue­
ba de eficacia de cualquier tratamiento para la ingesta com­ 1. Algunas personas con problemas de ingesta compulsiva
pulsiva será que consiga mejorías a largo plazo. Los cambios están tan deprimidas que no pueden seguir adecuada­
que perduran sólo algunas semanas o meses tienen una im­ mente un tratamiento ambulatorio.
portancia limitada. 2. Algunas corren riesgo de suicidio y, por tanto, necesitan
Una cuestión preliminar que podrían plantear aquellos el ambiente protegido de un hospital.
cuyos problemas de alimentación hayan persistido pese a los 3. En algunos casos, la saiud física está en peligro (véase el
intentos de tratarlos es la posibilidad de hospitalización, pero capítulo 5).
ésta raramente es necesaria. Tanto la experiencia clínica como 4. Es probablemente más sensato para las mujeres que se
la investigación indican que la gran mayoría de personas que hallan en las primeras etapas del embarazo ingresar en el
comen compulsivamente pueden ser tratadas como pacien­ hospital si sus hábitos de alimentación están seriamente
tes ambulatorios. deteriorados, porque existe alguna evidencia de que esto
- De-hecho, la-hosp i-tal iz-aoón- nosólo puede ser innecesa- . podría aumentar el riesgo de aborto (véase el capítulo 5).
ría, sino también contraproducente. La gente tiende a aban­ f,. La hospitalización también está indicada para aquellos
donar la ingesta compulsiva poco después de entrar en el cuyo problema de ingesta compulsiva no responda a un
hospital y un terapeuta ingenuo podría concluir errónea­ tratamiento ambulatorio adecuado.
mente que la hospitalización está ayudando a la persona a
superar su problema. Sin embargo, la gente tiende a aban­ En la práctica, estas circunstancias son aplicables proba­
donar la ingesta compulsiva mientras está hospitalizada por­ blemente a menos del 5 % de los casos. Sin embargo existe
que está en un ambiente extraño donde el acceso a la co­ otra razón para considerar la hospitalización, que puede ser
mida es limitado, porque están alejados de muchos de los aplicable a un amplio número de personas. En los países que
desencadenantes del estrés presentes en su vida diaria que no disponen de un sistema sanitario público, puede que la
tienden a desarrollar la ingesta compulsiva, y también por­ cobertura del seguro privado constituya el único medio de
que su intimidad está a menudo restringida. Por tanto, en financiación del tratamiento, y muchas compañías de segu-
%
158 LA I N C E S T A C O M P U L S I V A : L O S H E C H O S f- [L t r a t a m i e n t o d e l o s p r o b l e m a s d e a t r a c o n e s 159
«V

ros cubren principalmente una atención hospitalaria. En es­ estado de ánimo y en la sensación de control de la inges­
tos casos puede que no hayan muchas más opciones que la ta. También decrece la preocupación por las comidas.
de ingresar en un hospital. ■y Este efecto de los antidepresivos es también más proba­
Sea cual sea la razón para la hospitalización, ésta deberá ble si, al empezar a tomarlos, el paciente estaba deprimi­
considerarse siempre como preparación para el tratamiento do que si no lo estaba.
no hospitalario, de forma que los cambios logrados en el
hospital puedan ser transferidos con éxito al ambiente natu­ Lamentablemente también han surgido algunos proble­
ral del paciente. mas. El primero es que algunos antidepresivos, particular­
mente los IMAOs (por ejemplo, la fenelzina), tienen efectos
secundarios problemáticos. La mayoría de estos efectos in­
Fármacos antidepresivos deseables de los antidepresivos no son médicamente dé con­
sideración aunque uno de estos fármacos, el bupropion •—no
El interés por utilizar anddepresivos en el tratamiento de comercializado en España—, se há asociado con el inicio de
los problemas de ingesta compulsiva empezó en 1982 con la síntomas epilépticos en algunos pacientes. Otra dificultad es
publicación de dos artículos científicos que describían una que muchas personas son reacias a tomar medicación por­
respuesta favorable en pacientes con bulimia nerviosa. El que no la ven como un tratamiento adecuado para su pro­
año siguiente se publicaron los hallazgos de dos estudios so­ blema. Esta actitud, confirmada por mi propia experiencia y
bre resultados del tratamiento, en los que se compararon los por la de muchos otros clínicos, explica por qué los inves­
efectos de un antidepresivo con ¡os de un placebo. Uno de tigadores hallan que reclutar personas para investigar tra­
estos estudios halló que el antidepresivo era significativa- tamientos psicológicos es más fácil que hacerlo para in­
mente superior al placebo y el otro no. El entusiasmo por vestigar tratam ientos farmacológicos. Pero hay'.un tercer
este Upo de tratamiento fue en aumento, fomentado por la problema que es más significativo: existen serias dudas acer­
publicación en 1984 d.e un libro dtulado New Ho-pe for Binge ca de la eficacia del tratamiento farmacológico a largo pla­
Eaters, en el cual los doctores Harrison Pope y James Hud- zo. Como hemos mencionado antes, los efectos positivos del
son, de Harvard, los investigadores que dirigieron el estudio tratamiento a corto plazo tienen un valor limitado en cuan­
antes mencionado que halló resultados positivos, daban ar­ to a su utilidad para ayudar a las personas con problemas de
gumentos convincentes para el uso de estos fármacos. ingesta compulsiva dada la tendencia de estos problemas a la
Desde la publicación de este libro, se han realizado mu­ cronicidad; sin embargo, la mayoría de los estudios con an­
chas más investigaciones y se han ido aclarando las cosas. Se tidepresivos solo han estudiado su efecto a corto plazo, mu­
p h a n estudiado todos los tipos principales de antidepresivos y chas veces sólo a dos meses. Investigaciones recientes, que
yi se han obtenido tres resultados positivos: incluyen un estudio a más largo plazo, que se describe en el
cuadro de la página 160, indican que muchas personas que
1. En las primeras semanas tras el inicio del tratamiento, se han beneficiado de estos fármacos, tiempo después vuel­
existe alrededor de un 50 a un 60 % de reducción en la ven a comer compulsivamente, continúen o no con el trata­
frecuencia de la ingesta compulsiva. miento farmacológico.
2. Asociada-con esa reducción, se.-da un disminución equi­ La investigación también ha mostrado que los antidepre­
valente en la frecuencia de vómitos y una mejoría en el sivos tienen un efecto selectivo en los problemas de ingesta
• - f .
160 161
LA IN G E S T A COMPULSIVA: LOS HECHOS EL T R A T A M I E N T O DE LOS P R O B L E M A S D E A T R A C O N E S

de la ingesta compulsiva a corto plazo, la mayoría con­


Antid erresrvos y bulimia nerviosa:
tinúa comiendo compulsivamente y, a largo plazo, los re­
¿TIENEN UN EFECTO BENEFICIOSO
sultados son muy modestos.
ALARGO PLAZO?
Fuente: Walsh, B. T., Hadigan, B. A., Devlin, M. J., Gladis, M., y
Casi todos los estudios sobre el tratamiento de los pro­ ' Roose, S. P., «Longterm out-come of antidepressant treatment
blemas de ingesta compulsiva con antidepresivos han sido ¡ for bulimia nervosa», AmericanJournal of Psychiatry, 1991, n.° 148,
de corta duración, la mayoría no más allá de ocho sema­ j págs. 1.206-1.212.
nas. Esto supone un tiempo demasiado corto, dado que
los problemas de ingesta compulsiva denden a ser de larga
duración.
Un equipo de investigación dirigido por el doctor B. Ti-
compulsiva. Aunque muchos de los que toman los anüde-
mothy Walsh, de la Universidad de Columbia, ha estudiado
los efectos a largo plazo en pacientes con bulimia nerviosa. presivos reducen sus episodios de ingesta compulsiva (y tam­
En primer lugar, fueron tratados durante seis semanas bién los vómitos y el abuso de laxantes), tienden a seguir ha­
con desimipraminay, aquellos que respondieron bien, con­ ciendo dieta con igual intensidad. Por ejemplo, un estudio
tinuaron con este tratamiento durante dieciséis semanas de la Universidad de Stanford de pacientes con bulimia ner­
más. Al cabo de este tiempo, aquellos que no habían sufrido viosa halló que el promedio de ingesta diaria de comida fue­
recaídas se dividieron en dos grupos: a los integrantes de ra de las ingestas compulsivas era de 1.017 calorías antes del
uno de los grupos se les retiró el tratamiento farmacológico □'atamiento y solamente de 1.033 calorías después del trata­
y a los del otro se les cambió por un tratamiento placebo miento, casi la mitad de la ingesta de calorías diarias de las
•{sin su conocimiento pero contando con su previo consen­ mujeres en general. Quizá sea la persistencia de la tendencia
timiento) . a hacer dietas lo que explica por qué los beneficios de los an­
Los resultados fueron decepcionantes. Aunque los
tidepresivos no suelen persistir a largo plazo.
pacientes que recibieron seis semanas de tratamiento
La conciencia de que los anddepresivos tienen un valor
con desimipramina experimentaron como promedio un
47 % de reducción en la frecuencia de sus ingestas com­ limitado en el tratamiento de este problema a largo plazo ha
pulsivas, continuaron sufriendo episodios de ingesta llevado a reducir el entusiasmo acerca de su utilización. In­
compulsiva con un promedio de 4,3 a la semana. Sola­ cluso algunos grupos de investigación, cuyo interés primario
mente el 41 % se juzgó que habían respondido suficien­ era evaluar la efectividad de estos fármacos, están empezan­
temente bien como para continuar el tratamiento con do ahora a centrar su atención en evaluar la eficacia de los
este antidepresivo. De éstos, casi un tercio (el 29%) re­ tratamientos psicológicos. Simultáneamente, los organiza­
cayeron durante el seguimiento al cabo de cuatro meses, dores de conferencias internacionales sobre trastornos de
un resultado equivalente al que se había obtenido en un alimentación afirman que están recibiendo cada vez menos
estudio hecho anteriormente con un número menor de artículos sobre tratamientos farmacológicos. Los antidepre­
pacientes.
sivos no son ya la «nueva esperanza para los que comen com­
Este estudio muestra que los antidepresivos tienen un
pulsivamente», como se sugirió en un principio.
efecto beneficioso limitado: aunque reducen la frecuencia
¿Qué podemos decir de los demás tratamientos farmaco­
lógicos? Se han estudiado también los efectos del litio, de
162 LA INGESTA COMPULSIV A; LOS HECHOS X EL TRA TAMIENTO DE LOS PROBLEMAS DE AT RACONES 163

fármacos utilizados para la epilepsia como la fenitoína y la 4. Es úna terapia no demasiado larga y sencilla de aplicar, lo
carbamacepina y de supresores del apetito como la flenv cual facilita su investigación. Habitualmente se lleva a
fluoramina, pero ninguno parece eficaz, por tanto ninguno cabo en forma individual, en tratamiento no hospitalario \
de ellos es recomendable. y suele requerir alrededor de unas 20 sesiones de terapia
durante cuatro o cinco meses.

T erapia cognitivo -conductual Es una forma de lo que suele llamarse terapia cognitivo-
conductual, que parece óptima para el tratamiento de los pro­
La experiencia de clínicos e investigadores demuestra blemas de ingesta compulsiva porque sus elementos cogniti­
firmemente que la verdadera esperanza para las personas ros se dirigen a los aspectos también cognidvos de estos
con problemas de ingesta compulsiva se centra en el trata­ problemas —la preocupación extrema acerca del peso y la fi­
miento psicológico. La aproximación más eficaz hasta la fe­ gura, el perfeccionismo, el pensamiento «todo o nada», y la
cha es una modalidad específica de psicoterapia a corto pla­ baja autoestima— , mientras que sus componentes conduc-
zo diseñada originalmente para los pacientes con bulimia uiales se dirigen a abordar los hábitos alimentarios contra­
nerviosa y recientem ente adaptada para aquellos que tie­ producentes. El hecho de que las técnicas cognidvas fuesen
nen trastornos por ingesta compulsiva. Este tratamiento, de­ originalmente desarrolladas para tratar la depresión, no. im­
sarrollado por el autor a finales de los años setenta, tomó plica ninguna conexión entre los problemas de-ingesta com­
prestadas técnicas de la terapia cognitiva para la depresión y pulsiva y la depresión; la razón de que estas técnicas fueran
técnicas conductuales utilizadas en el tratamiento de la obe­ adaptadas para usarse en los problemas de ingesta compulsi­
sidad. Después de algunos años de ensayos y ajustes, tomó su va es que parecen capaces de producir un cambio cogniuvo.
forma actual desde 1981. Por el contrario, quienes originalmente defendían el uso de
Este enfoque del tratamiento de los problemas de inges­ antidepresivosjusdficaban su uso argumentando que exisda
ta compulsiva ha sido objeto de un gran interés por varias ra­ un vínculo entre bulimia nerviosa y depresión —algunos in­
zones: 1 cluso afirmaban que la bulimia nerviosa era una forma de
!i
depresión—, pero esta perspecdva se ha mostrado clara­
1 . ' Es de utilidad para la gran mayoría de personas con pro­ mente errónea. Aunque esta aproximación cognitivo-con­
blemas de ingesta compulsiva. Ha sido estudiado en la ductual para tratar los problemas de ingesta compulsiva es, en
mayoría de los principales centros de investigación —en principio, similar a la terapia cognidva para la depresión, sus
Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Aus­ procedimientos y los aspectos en los que se centra son muy
tralia y Nueva Zelanda-— con resultados positivos equi­ i diferentes.
ji
valentes. Ningún otro tratam iento ha probado ser tan Los principales elementos de esta aproximación se enu­
eficaz. meran en la tabla 7. El tratamiento se ha diseñado para su­
2. Es fácilmente aceptado por la mayoría de pacientes que perar el problema progresivamente, utilizando una secuencia
lo ven como relevante y apropiado. de intervenciones cuidadosamente planificada. Empieza con la
3. Se dispone de un manual de tratamiento para ser utili­ udlización de técnicas conductuales y educacionales para
zado por el terapeuta, lo cual facilita su correcta apli­ ayudar a la persona a retomar el control sobre su ingesta,
cación. siendo un elemento clave para ello ayudar a la persona a es- -v
164 LA I NCESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS % EL TRAT AMI ENT O DE LOS PROBLEMAS DE ATRACONES 165
f

tablecer un patrón de ingesta regular a lo largo del día. Esto í /"al contrario de lo que ocurre con el tratamiento antidepre­
dende a desplazar la mayoría de los episodios de ingesta sivo, parecen duraderos.
compulsiva. Sin embargo, el incremento del control es que­ La eficacia de esta terapia cognitivo-conductual para tra-
bradizo, ya que durante esa etapa la mayoría de personas ¡ car el trastorno por ingesta compulsiva no está tan clara. Los
permanecen muy vulnerables a la ingesta compulsiva. En la j investigadores de Stanford han conseguido algunos éxitos en
segunda etapa del tratamiento, el énfasis se centra en redu­ 1 un tratamiento colectivo, pero existe una tendencia a la re-
cir esa vulnerabilidad superando la tendencia a hacer dieta y \ caída. Los investigadores de Pittsburgh también están obte-
las formas problemáücas de pensamiento que mantiene la
ingesta compulsiva (analizadas en los capítulos 4 y 6). La eta­
T abla 7. Los principales elementos de la terapia
pa final incluye una revisión de los procedimientos que fue­
cognitivo-conductual.
ron má's útiles para que la persona pueda elaborar un plan
que la ayude a abordar cualquier dificultad futura. Etapa primera
La aproximación cognitivo-conductual al tratamiento Registrar detalladamente cualquier comida en el momento en
de los problemas de ingesta compulsiva ha sido estudiada que se realice, anotando también cualquier pensamiento
extensamente en los últimos quince años. Los principales y emoción relacionada.
proyectos de investigación llevados a cabo en Rutgers, Stan- Introducir un patrón de alimentación regular, que tendrá como
. forcl, Minnesota, Vermont, Toronto, Edimburgo, Cambrid­ efecto el ir desplazando los episodios de ingesta compulsiva.
ge y Oxford han proporcionado hallazgos muy consistentes. Utilizar actividades alternativas para ayudarte a resistir el impulso
Al igual que ocurre con los antidepresivos, estos estudios a la ingesta compulsiva.
han hallado que la terapia cognitivo-cpnductual tiene un Recibir información y consejos acerca de la comida, la ingesta,
efecto inm ediato en la frecuencia de la ingesta compulsi­ la figura y el peso.
va. Y, lo que es más importante, este efecto no es solamen­
Etapa segunda
te mayor que el de los antidepresivos sino que también se
Introducir en la dieta comidas que se evitaban y eliminar
mantiene a largo plazo. Por ejemplo, el estudio más re­ gradualmente cualquier otra forma de dieta estricta.
ciente de mi equipo de Oxford obtuvo una reducción de Desarrollar habilidades para manejar las dificultades que de otra
un prom edio del 90% al final del tratamiento, que se forma podrían desencadenar la ingesta compulsiva.
mantuvo en seguimientos llevados a cabo al año y seis años Identificar y cambiar formas problemáticas de pensamiento.
después. Considerar los orígenes del problema de ingesta compulsiva
Los diferentes estudios llevados a cabo para evaluar los y el papel de los factores familiares y sociales.
resultados de la terapia cognitivo-conductual han mostrado
que la reducción en la frecuencia de la ingesta compulsiva va Etapa tercera
acompañada por mejorías en el estado de ánimo, la concen­ Planificar para el futuro. Incluir: expectativas realistas y
tración y la sensación de control sobre la ingesta (al igual estrategias para utilizarlas si vuelven a surgir problemas.
que ocurre con los antidepresivos). Pero que, además, las
Fuente: Fairburn, C. G., Marcus, M. D., y Wilson, G. T., «Cogniüve-beha-
preocupaciones acerca de la figura y el peso decrecen en in­ vioral therapy for binge eating and bulimia nervosa: A comprehensive
tensidad y también se reduce la tendencia a hacer dieta. treatment manual», en Binge Eating: Nature, Assessment, and Trealment, com­
Quizá sea por esto que los cambios logrados con esta terapia, pilado por C. G..Fairburn y G. T. Wilson, Nueva York, Guilford Press, 1993.
166 LA I NG E S T A COMP U L S I V A : L O S HECHOS EL T R A T A M I E N T O DE L O S P R O B L E M A S DE A T R A C O N E S ' 167

niendo resultados prometedores udlizando una versión mo­ Exposición con prevención de respuesta. Esta forma de tra­
dificada del tratamiento individual y, en este caso, las recaí­ tamiento, diseñada por los doctores James Rosen y Harold
das no parecen constituir tanto problema. Ambos grupos se Leitenberg, de la Universidad de Vermont, fue concebida
han centrado en personas que tienen también sobrepeso, para matar a personas que vomitan después de la ingesta
aunque ninguno ha hallado que el tratamiento tenga un compulsiva. Consiste en pedir a la persona que coma com­
efecto significativo en el peso. Esto puede deberse a que los pulsivamente en la forma que generalmente le lleva al vómi­
efectos en el peso tardan mucho tiempo en aparecer o pue­ to y después ayudarla a resistirse a vomitar. Las sesiones de
de deberse a que el tratamiento no tiene éxito en vencer la terapia pueden durar varias horas.
tendencia de estas personas a la sobreingesta, mencionada No es sorprendente que a los pacientes suela desagradarles
en el capítulo 4. De cualquier forma, existe un interés cre­ este tratamiento. El impulso de vomitar después de la ingesta
ciente en combinar la terapia cognitivo-conductual con tra­ compulsiva es extremadamente fuerte y resistirse a ello es muy
tamientos útiles para reducir el peso. Este asunto es tratado estresante y desagradable. Los defensores de este tratamiento
más ampliamente en la segunda parte y en el apéndice II. argumentan que el vómito autoinducido es un factor primor­
dial en el mantenimiento de la ingesta compulsiva y para apo­
yar este pumo de vista señalan que para las personas con bu-
O tros tratamientos psicológicos limia nerviosa que saben que no podrán vomitar después, es
más difícil comer compulsivamente. A pesar de ser cierto que
Muchas personas que buscan tratamiento para la ingesta vomitar empeora los problemas de ingesta compulsiva, el
compulsiva tienen la experiencia de algún tratarniento que tratamiento de exposición con prevención de respuesta es
no les ha resultado eficaz. Esto, a menudo, es debido a que la poco recomendable: es aversivo, requiere demasiado tiempo
forma de tratamiento utilizada no es la óptima: no todas y es menos eficaz que la terapia cognitivo-conductual. No
las formas de tratamiento ayudan a la gente con problemas obstante, es posible que pueda ser útil para algunas perso­
de ingesta compulsiva. También puede deberse, como ya he­ nas que no se beneficien de la terapia cognitivo-conductual.
mos señalado, a que lo que es úül para algunas personas no
necesariamente lo será para otras. Terapia cognitivo-conductual simplificada. Esta aproxima­
Pese al hecho de que ningún tratamiento parece ser tan ción al tratamiento se concentra principalmente en mejorar
eficaz como la terapia cognitivo-conductual, otros tratamien­ los hábitos alimentarios. Consta de los componentes con-
tos psicológicos han demostrado su utilidad para ayudar a al­ ductuales y educacionales de la terapia cognidvo-conductual
gunas personas. pero no aplica algunas de las principales técnicas cognitivas.
Esto supone que es más fácil de utilizar por terapeutas me­
nos preparados. La invesdgación sugiere hasta ahora que no
Terapia conductual es tan efectiva como la terapia cognitivo-conductual ya que
después del tratamiento suelen darse recaídas. Sin embargo,
Se han investigado dos formas de terapia conductual, un esta forma de tratamiento es suficiente para algunas perso­
tratamiento llamado exposición con prevención de respuestay una nas y, esto pone de'relieve un dato importante: no todas las
forma'simplificada de terapia cognidvo-conductual. personas con problemas de ingesta compulsiva necesitan un
tratamiento cognidvo-conductual completo.
168 LA I N C E S T A COMPULSI VA: LOS HECHOS EL T RAT AMI ENT O DE LOS PROBLEMAS DE ATRACONES 169

Tratamientos psicoeducativos r

Los programas de tratamiento psicoeducativo, realizados T ratamiento psicoeducativo'


PARA LA BUIMA NERVIOSA
usualmente en grupo, se centran en proporcionar informa­
ción acerca del problema y de qué deben hacer para supe­ Investigadores de Toronto desarrollaron un tratamien­
rarlo. Sus consejos suelen estar basados en la terapia cogniti- to psicoeducativo breve para la bulimia nerviosa, consis­
vo-conductual (para más detalles véase la segunda parte). tente en cinco sesiones de noventa minutos impartidas en
Los invesdgadores de Toronto estudiaron la eficacia de un período de cuatro semanas (con dos clases en la pri­
una form a de tratam iento psicoeducativo poco usual que mera semana). Las sesiones se llevaron a.cabo en forma de
se aplica en forma de curso (véase el cuadro de la página si­ II clases apoyadas por diapositivas. Se estimuló a los asisten­
| tes a hacer preguntas pero no se les pidió que revelasen in­
guiente) . Hallaron que el tratamiento psicoeducativo conse­
guía resultados comparables a los obtenidos con la terapia formación personal.
i
cognitivo-conductual, excepto para aquellos pacientes con Las sesiones incluyeron proporcionar material informa­
problemas de alimentación más graves. Lamentablemente, tivo y consejos acerca de cómo solucionar su problema de
el m antenimiento de los cambios no se estudió adecuada­ alimentación. (La información y los consejos fueron simi­
lares a los que se dan en la segunda parte de este libro.)
mente por lo que la eficacia a largo plazo de esta aproxima­
No se les proporcionó ninguna guía o apoyo a nivel personal.
ción no está clara. Aun así, este hallazgo refuerza el punto de Se trataron los siguientes temas:
vista de que determinados tratamientos, más sencillos que la
terapia cogniüvo-conductual, pueden ser eficaces para un ® La relación entre dietas e ingesta compulsiva.
buen número de personas con problemas de ingesta com­ • Regulación del peso corporal.
pulsiva. ¡ « La necesidad de normalizar la ingesta (por ejemplo de­
Ii1 jar de hacer dieta).
I ® Controlar el impulso a la ingesta compulsiva.
• Efectos adversos del vómito autoinducido, los laxantes
Psicoterapia focal y los diuréticos.
• Necesidad de dejar los vómitos, y el abuso de laxantes y
El término psicoterapia focal hace referencia a ciertas for­ diuréticos.
mas de psicoterapia breve que primero identifican uno o ® Mitos acerca de la comida y la ingesta,
más temas que parecen fundamentales en la problemática e Actitudes problemáticas comunes hacia la comida, la
del paciente, y después se centran exclusivamente en resol­ ingesta, la apariencia, la figura y el peso.
ver esos problemas. ® Presiones sociales ejercidas en las mujeres para estar
La psicoterapia interpersonal es una de las formas mejor delgadas.
invesügadas de psicoterapia focal. Diseñada originalmente ® Efectos negativos de evaluar la autoestima en términos
para tratar la depresión, se centra en identificar y modificar de aspecto físico y peso.
aquellos problemas interpersonales que se cree son respon­ Se animó a los participantes a cambiar sus hábitos pro­
sables de los episodios de depresión: duelos no resueltos, blemáticos según la información presentada y a continuar
conflictos con amigos o familiares, dificultades en el inicio o con ello una vez acabase el programa.
mantenimiento de relaciones, y problemas en manejar los
¿h
17 0 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HE CHOS EL T RAT AMI E NT O DE LOS PROBLEMAS DE ATRACONES 171

tendencia a la recaída. Estos hallazgos sugieren que la psico­


Los resultados se evaluaron comparándolos con los terapia interpersonal puede tener un efecto retardado pero
obtenidos en la terapia cognidvo-conductual llevada a que podría ser tan eficaz a largo plazo como la terapia cog­
cabo individualmente y se halló que los dos tratamientos nidvo-conductual. Otro dato de interés es que los investiga­
fueron igualmente eficaces, excepto para las personas con dores de Stanford han hallado que un tratamiento grupal
problemas de alimentación más graves para los cuales la basado en la psicoterapia interpersonal parece prometedor
terapia cognidvo-conductual individual resultó superior. para el trastorno por ingesta compulsiva, aunque los cam­
Este estudio es importante porque indica que una in­
bios no se mantienen bien.
formación comprensible y fiable, acompañada de consejos
adecuados para manejar el problema, puede ser suficiente
¡ para ayudar a muchas personas con bulimia nerviosa. Pro-
i bablemente ocurra lo mismo con todos los problemas de Terapia de grupo
ingesta compulsiva.
La terapia de grupo puede ser una buena forma de ayu­
¡ Fuaile: Olmsted, M. P., Davis, R., Rockert, W., Irvine, M., Eagle, dar a la gente con problemas de ingesta compulsiva por va­
j M., y Garner, D. M., «Efficacy of a brief group psychoeducational rias razones: puede disipar la creencia del individuo de que
intervención for bulimia nervosa»’. Behaviour Research and Thera- él es el único que tiene este tipo de problemas, lo cual pue­
fry, 1991, n.° 29, págs. 71-S3.
de serle de gran ayuda; puede proporcionar un medio en el
cual los pacientes puedan aprender unos de otros, siempre
que el grupo sea dirigido adecuadamente y, además, tiene
cambios vitales (por ejemplo dejar la casa, casarse, o ser pa­ un aspecto práctico ya que muchos de los consejos y de la in­
dres entre otros). formación necesaria para ayudar a las personas con proble­
Como las dificultades interpersonales son comunes en­ mas de ingesta compulsiva pueden impartirse a todos los
tre las personas con problemas de ingesta compulsiva (véase miembros del grupo a la vez.
el capítulo 4) y pueden contribuir a su mantenimiento (véa­ Lamentablemente, hasta que se realice una compara­
se el capítulo 6) es razonable esperar que este üpo de tra­ ción directa de la versión individual y de la versión en gru­
tamiento sea útil. Hasta la fecha sólo se han realizado dos po de una misma forma de tratamiento, no estaremos'seguros
estudios acerca de su aplicación a problemas de ingesta com­ de la eficacia relativa de una terapia en formato individual o
pulsiva, aunque se están realizando otros. El primero, un es­ grupal. De momento, la investigación sugiere que la tera­
tudio llevado a cabo por mi grupo, en Oxford, la comparó pia grupal es algo menos eficaz. Además, algunas personas
con la terapia cognidvo-conductual y con la terapia conduc- no aceptan la posibilidad de hacer la terapia en grupo por­
tual en el tratamiento de la bulimia nerviosa y encontró que que se sienten tan avergonzadas e hipersensibles acerca de
la terapia interpersonal era el menos eficaz de los tres tra­ su problema, que no soportan la posibilidad de tratarlo en
tamientos al finalizar la terapia. Sin embargo, sorprenden­ presencia de otras personas.
tem ente, esta terapia se mostró tan eficaz como la terapia Dentro de este apartado de tratamientos grupales para
cognitivo-conductual en los seguimientos a los doce meses y los problemas de ingesta compulsiva, hay que hacer men­
a los seis años; mientras que, como se ha mencionado antes, ción. a ros programas de doce etapas, que se explican en el
los pacientes que recibían terapia conductual tenían una capítulo 7.
LA I NGESTA COMP ULS I VA: LOS HECHOS EL T R A T A MI E N T O DE LOS PROBLEMAS DE ATRACONES 173
172

Tratamiento combinado: psicológico y 'con antidepresivos las formas de terapia utilizadas en cada nivel? Desde mi pun­
to de vista, para muchas personas el primer intento debería
Tres estudios han examinado si existen ventajas en la uti­ ser la forma de autoayuda (véase la figura 15), sobre todo
lización conjunta de terapia cognitiva y anüdepresivos. Los porque ésta puede ser utilizada sin la ayuda de un profesio­
resultados indican que la combinación no es muy recomen­ nal. Como se explica en el capítulo 3, muchas personas con
dable. problemas de ingesta compulsiva son reacias a buscar ayuda
externa para su problema y, por tanto, la autoayuda sería
una forma ideal de llegar a ellos. Un programa adecuado
«T ratam ie n t o e s c a l o n a d o » y au to ayud a para llevarla a cabo se halla en la segunda parte de este libro.
La persona que no tenga éxito al trabajar como.su pro­
¿Qué significado puede tener toda la investigación cien­ pio terapeuta, o que no desee hacerlo, puede adoptar la for­
tífica a la que nos hemos referido hasta ahora, para una per­ ma de terapia que supondría el nivel 2, a la que be llamado
sona que tenga un problema de ingesta compulsiva? Si tú, o autoayuda guiada. Esto supone seguir un programa de autoa­
alguien que conoces, estáis buscando ayuda profesional, las yuda como el que se explica en la segunda parte de este li­
implicaciones están claras: el tratamiento de elección es la bro, pero con el apoyo y guía de un terapeuta. N.o es necesa­
terapia cognitivo-conductual en formato individual. La ma­ rio que el terapeuta sea especialista en tratar problemas de
yoría de pacientes obtienen beneficios significativos y, en la alimentación. Esta forma de tratamiento parece bastante efi­
mayoría de casos, los cambios parecen duraderos. Sin em­ caz, según se ha comprobado en investigaciones llevadas a
bargo, hay que reconocer que algunas personas no mejoran cabo en Londres y Cambridge. El tercer nivel, que debería
o solo obtienen beneficios limitados por lo que necesitan al­ ser aplicado cuando la autoayuda guiada no sea suficiente,
gún tratamiento adicional. Por otro lado, algunos pacientes
responden a formas más simples de tratamiento como el psi-
coeducativo (información y consejos). Nivel 1 AUTOAYUDA SIN SU PERV ISIO N
Recientemente, he propuesto la adopción de una apro­
ximación escalonada, o por niveles, que supone un mejor
aprovechamiento de los recursos disponibles evitando que
algunas personas reciban un tratamiento individual innece­ Nivel 2 AUTOAYUDA GUIADA
sario. Esta aproximación consiste en ofrecer, en primer lu­
gar, un tratamiento más sencillo porque existen razones para
creer que un núm ero significativo de personas responderán
positivamente a él. Sólo aquellos que no se beneficien de Nivel 3 T E R A P IA COGNITIVO-CONDUCTUAL

esta forma más simple de terapia deberían ser tratados con


una forma algo más intensiva, que supondría el segundo ni­
vel. En éste, también es de esperar que respondan bien un
Nivel 4 ? ?? ??
número significativo de pacientes y, a aquellos que no res­
pondan, se les aplicaría otra forma de terapia más intensiva.
Lo mismo se haría en el siguiente nivel. ¿Cuáles deberían ser F igura 15: U n p ro g ra m a d e tra ta m ien to s e s c a lo n a d o s .
174 LA I NGESTA COMPULSI VA: LOS HECHOS

sería la aproximación de la terapia cognitivo-conductual -


completa, llevada a cabo en formato individual. Para ello es
necesario un especialista. Existe menor seguridad respecto a
qué hacer si esta terapia cognitivo-conductual tampoco de­
ne éxito. Algunas posibilidades serían: psicoterapia focal (in­ Segunda parte
terpersonal), antidepresivos y hospitalización parcial o com­
pleta. Por el momento, no existen hallazgos de investigación
que indiquen qué sería lo mejor. La decisión, por tanto, de­ U N PROGRAMA DE AUTO AYUDA
penderá de las preferencias del paciente y del terapeuta y de PARA PERSONAS CON PROBLEMAS
los recursos disponibles. DE INGESTA COMPULSIVA
IN TR O D U C C IÓ N

Leí el programa desde el principio al final y supe inme­


diatamente que tenía mucho senddo. Subrayé un punto tras
otro. No se .limitaba a decir «come esto» o «evita lo otro». Más
bien explicaba cómo seguir un camino adecuado de una for­
i ma realista, paso a paso, para solucionar mi problema. Me
sentí fenomenal porque en este programa se comprendía mi
problema. Era exactamente lo que estaba buscando y lo que yo
necesitaba.

Durante muchos años he estado estudiando la epide­


miología, etiología y tratamiento de los problemas relacio­
nados con la ingesta compulsiva. Lo que quedó claro desde
los años ochenta es que pocas personas con estos problemas
buscan ayuda externa para resolverlos y he comprobado que
la situación continúa igual en los noventa. Como vimos en la
primera parte, sólo el 10 % de las personas con bulimia ner­
viosa está en tratamiento. Esto no se debe a que no deseen
ayuda. La gran mayoría desea cambiar pero, tal como vimos
en el capítulo 3, diversas barreras se interponen en su cami­
no. Durante más de diez años he estado convencido de que
la autoayuda podía constituir una forma de tratamiento
aceptable y accesible, una forma de superar muchas de esas
barreras. Lo que faltaba era encontrar una terapia con etica-
178 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA TERSONAS CON PROBLEMAS INTRODUCCIÓN 179
V
cia comprobada y duradera, que pudiera ser aplicada en for­ / \ escribir. No sabía qué podía hacer, pero no quería que mi epi­
mato de autoayuda. tafio fuese: «El deseo de Jane fue ser delgada». Fue esto lo que
Esos dos criterios se cumplen en una forma de terapia finalmente me hizo tomar la decisión de cambiar.
que mis reiterados estudios clínicos habían mostrado que
era, con .m ucha diferencia, la forma más eficaz de trata­ A estas alturas del libro ya estarás seguro, si no lo estabas
miento para los problemas de ingesta compulsiva: la terapia antes, de tu problema de ingesta compulsiva. Si lo tienes, lo
cognitivo-conductual (véase el capítulo 8). Después de más más importante es decidir si deseas cambiar. ¿Deseas dejar de
de quince años de investigación, me convencí de que está comer compulsivamente'? Seguro que es posible cambiar; es
claro que este enfoque consigue beneficios a largo plazo. posible empezar de nuevo a comer de forma normal, es po­
También quedó claro que la terapia cognitivo-conductual sible disfrutar comiendo en vez de comer con miedo, males­
puede ser aplicada en formato de autoayuda, gracias al tra­ tar o culpabilidad, y es posible ser feliz comiendo con otras
bajo de mi colega el doctor Peter Cooper, que informó de personas.
que su adaptación de mi tratamiento cognitivo-conductual Como explicamos en la primera parte, el grado de in­
para la bulimia nerviosa no sólo reduce significativamente el tensidad con que la ingesta compulsiva afecta a la vida de
tiempo que requiere el tratamiento sino que también ha cada persona varía enormemente de individuo a individuo.
resultado eficaz y ha obtenido una buena acogida entre sus Jjólo tu puedes decidir cuán apremiante te resulta la;ne.c.esi-
pacientes en Cambridge (véase la Bibliografía). dad de cambiar. Pero como el grado de urgencia que pueda
Este libro, y el programa de autoayuda de la segunda par­ Téñe'r'páfa ti~es" muy probable que oscile, muchas veces ayu­
te, representan una extensión de! trabajo del doctor Cooper. da el seguir unos criterios más objetivos mediante los cuales
Es un programa diseñado para todos aquellos que comen puedas evaluar los Beneficios clef cambio, sin que esta eva­
compulsivamente, incluyendo a personas con bulimia ner­ lu ació n se vea afectada por las circunstancias cambiantes de
viosa. la vida diaria. Si tienes una larga historia de ingestas com­
Está claro que ningún programa de auto anida tendrá pulsivas es importante que examines cómo has adaptado tu
éxito a menos que la persona que lo llera a cabo tenga un vida pajcaracomodarla a tu problema alimentario.
sincero deseo de cambiar. Por eso, si tú o alguna persona \
que conoces, deseáis superar el problema de la ingesta com­
pulsiva, es necesario empezar con la siguiente sección. ¡No
empecéis directamente con la etapa 1 del programa! •U 4 X /V Ö
'TSmTrieiíza por hacer una lista de las ventajas potenciales
del cambio. Para ayudarte a hacerla puedes preguntarte lo
siguiente:
Si dejo de comer compulsivamente,
A medida que me hago adulta me doy cuenta, con gran u
tristeza, de cuánta energía he malgastado en intentar contro­ e ¿me sentiré mejor conmigo mismo?,
lar mi peso'y mis comidas y del sufrimiento padecido por co­
mer compulsivamente con asiduidad. Podía haber hecho algo
»
«
¿puede mejorar mi calidad de vida?,
¿mejorará mi salud física?,
/ M wc<
7 4

productivo con mi energía: culdvar relaciones personales, leer, o ;se beneficiarán los demás?
180 U N P R O G R A M A DE A U T O A Y U D A PARA P E R S O N A S C O N P R O B L E M A S intr o d u cc ió n 181

)j\ v. La gente a menudo queda sorprendida al comprobar cómo mejo- general de la salud. Como explicamos en el capítulo 5, la in­
Q -ra su ra.li.dxui-.de vida cuando dejan de comer compulsivamente. In­ gesta compulsiva y la obesidad a menudo están asociadas y,
cluso los problemas ligeros de ingesta compulsiva pueden te- aunque la relación exacta entre ambas no está del todo cla­
^V iner suüles efectos adversos en muchos aspectos de la vida. ra, no cabe duda de que estarías en una posición más favo­
' ' Puedes estar demasiado irritable, tu concentración puede rable para controlar tu peso sQñldieras controlar tu ingesta.
no ser tan buena como derienálie'rioTqüTza.estas evitando si­ (ParáTUecidir si tienes sobrepeso y, si es así,'decidir cómo
tuaciones sociales de las que realmente desearías disfrutar adaptar el programa a tu situación, lee el apéndice II.)
(véase el capítulo 4), y tu salud física puede verse menosca­ Las personas que te rodean —amigos, familia y compa­
bada (véase el capítulo 5). Quizá no te das cuenta de que ñeros de trabajo— sin duda notarán la mejoría, en los dife­
todo esto es resultado directo de tu problema de ingesta rentes aspectos de tu funcionamiento personal cuando tu
compulsiva y no sabes que se resolvería si mejoraras el pro­ problema de ingesta compulsiva remita. Dejarás de mostrar­
blema alimentario. Otro beneficio del cambio es su efecto te irritable de forma impredecible y de senürte tan suscepti­
en tu autoimagen y en tu estado de ánimo: mucha gente en- ble con la comida, el peso y la figura, y estarás menos hiper-
"cuéntrá que superar él problema alimentario restablece su sensible en tus relaciones con los demás. Como resultado,
sentido de autorrespeto y autovalía. Como se mencionaba tus relaciones personales y tu rendimiento en el trabajo o en
en el capítulo 4, uno de los aspectos más gratificantes de ayu­ los estudios mejorarán sin lugar a dudas.
dar a superar los problemas de ingesta compulsiva es ver a la
persona remontarse, en todos estos aspectos, cuando su_pn>
¿lema alimentario se va superando. La depresión, la tensión Las desventajas
y la irritabilidad van desapareciendo, la concentración me­
jora y los viejos intereses, quizá olvidados, retornan. Por supuesto, también deberías tener en cuenta las posi­
bles desventajas del cambio y, sobre todo, sopesar estas des­
A f ,■'' Uno de los obstáculos para decidirme a cambiar fue quex ventajas con las ventajas. Puede que te preocupe imaginar
?<-/' minimizaba el problema. Después de todo, muchas personas cómo te sendrías si no obtuvieras el éxito deseado después
denen problemas con su alimentación y su peso. Pero la ver­ de realizar el esfuerzo. Quizás te sientas tentado de no hacer
dad que tuve que afrontar fue que el problema de mis ingestas nada si nenes miedo a fracasar. Esto puede ser comprensi­
compulsivas era mucho más grave de lo que me parecía ya que^ ble, pero es una acntud de autoderrota que deberías evitar a
afectaba a todas las áreas de mi vida. No podría ser yo misrpá toda costa. Hay muchas razones para esperar que, con la ayu­
■ruras-a.úxi_padeciese este problema.
da adecuada, mejore tu problema de ingesta compulsiva.
Además, si decides utilizar este programa de autoayuday ha­
Obviamente, una de las razones más poderosas para ces un serio esfuerzo para seguirlo, no hay posibilidad de fra­
abandonar la ingesta compulsiva es el daño que puede sufrir casar. Si siguiéndolo adecuadamente no mejorases, puedes llegar a
tu salud a través de los comportamientos asociados a ella la conclusión de que el programa no era adecuado para ti; sería en­
como la dieta, el vómito autoinducido o el abuso de laxan­ tonces el programa el que habría fracasado, no tú. Si ese fuera el
tes. Cuando abandonas estos comportamientos puedes espe­ caso, aún serían posibles otras muchas opciones.
rar un retorno gradual de las sensacionesjiormale.s.d,e.saGÍe- Además, una buena forma de evaluar la gravedad de un
dad y hambre, un incremento en la energía, y una_m£joría problema es comprobar la dificultad para resolverlo. Si

V
Á
182 UN P R O G R A M A DÉ A U T O A Y U D A PARA P E R S O N A S C O N P R O B L E M A S IX TR O D U CC 1Ó N 183

descubres que puedes controlar tu ingesta compulsiva fá­ criterios de exclusión que se exponen en el cuadro de la
cilmente habrás aprendido que el problem a era supera­ página siguiente.
ble, pero si descubres que no te resulta fácil cambiar sabrás 4. Combinar la ayuda profesional y la autoayuda. Hay dos for­
que se trata de un problema importante, quizá más de lo que mas de hacerlo. Puedes utilizar este programa de autoa­
pensabas. En ese caso tal vez deberías considerar la posibili­ yuda por tu cuenta mientras recibes otra forma de ayuda
dad de tomártelo más en serio de lo que te lo estabas to­ como la terapia dirigida a aumentar tu autoestima o a
mando. mejorar tus relaciones interpersonales. Esto puede estar
bien en la medida en que lo hayas acordado con tu tera­
peuta y, si existe alguna contradicción entre este progra­
vjOMO CAMBIAR: LAS DIFERENTES OPCIONES ma, v la ayuda que te está proporcionando, debes comen­
tarlo con él.
Suponiendo que hayas decidido superar tu ingesta com­ La otra forma de combinar el programa de autoayuda y
pulsiva, ¿qué debes hacer? Las principales opciones (descri­ la ayuda profesional es lo que podemos llamar autoayuda
tas en el capitulo 8) son: ■ guiada, que consiste en el seguimiento del programa con
el apoyo v guía de un terapeuta. En este caso el terapeu­
1. Buscar ayuda profesional. Hay muchos profesionales que ta actúa, como supervisor que controla el progreso, te
pueden ayudar a las personas con problemas alimenta­ motiva y te ayuda a identificar las soluciones posibles
rios: psicólogos, psiquiatras, médicos de cabecera, endo- cuando tengas dificultades. La diferencia entre estas dos
crinólogos y otros. Algunos están especializados en estos • formas de autoayuda se explica más adelante en el apén­
problemas. Para entrar en contacto con estos especialis­ dice V.
tas puedes consultar el apéndice III.
2. Buscar oirás formas de ayuda. Puedes unirte a un gyrupo de
autoayuda. Si decides hacerlo, debes ser cauto ya que Decidir qué es lo mejor para ti
muchos de estos grupos son excelentes pero otros no. .Al­
gunos tienen puntos de vista muy cuestionables sobre la Si piensas que necesitas ayuda profesional es importante
ingesta compulsiva y la forma de superarla. Otros incluso que des los pasos necesarios para obtenerla; este programa
se centran más en ayudar a convivir con el problema ali­ de autoayuda no tiene por qué desviarte de ese objetivo. No
mentario que en superarlo. Antes de comprometerte obstante, lo cierto es que este programa, aplicado con o sin
con un grupo de autoayuda averigua todo lo que puedas ayuda profesional, parece adecuado para la mayoría de per­
acerca de él, por ejemplo, a través de las asociaciones sonas con problemas de ingesta compulsiva y, por lo tanto,
mencionadas en el apéndice III y, si decides unirte a uno, puede ser una ayuda útil también para ti.
analiza si te conviene o no y recuerda que siempre pue­
des dejarlo si no te va bien.
3. Usar este programa de autoayuda. Tanto si eres hombre Cuándo cambiar
como mujer, soltero o casado, vivas solo o acompañado,
puedes usar este programa de autoayuda. Deberías re­ Si estás pensando en cambiar pero dudas en compro­
chazar este programa solamente si reúnes alguno de los meterte, yo te animo a que te arriesgues a empezar. Sin em-
INTRODUCCION 185
xw* - » v u i\n t« A ut. A U iU A iu u A r a k a P E k S O N A S C O N P R O B L E MA S

( autoagredes repeüdamente, puede ser más eficaz buscar


Cuándo la autoayuda puede no ser útil ayuda profesional porque este programa puede resultar in­
suficiente.
No deberías utilizar este programa si cumples alguno
de los siguientes criterios de exclusión:
Estar por debajo del rango de peso normal. Si tu índice de
masa corporal (véase el apéndice 1), está por debajo de 18, T abla 8. ¿ T ien es u n p e so in fe r io r al n o rm a l?

tu peso es definitivamente bajo. La tabla 8 muestra qué pe­


sos en kilos (para diferentes alturas), son equivalentes a tu Abajo presentamos una lista de pesos para diferentes alturas.
índice de masa corporal de 18. Si pesas menos que el peso Representan un índice de masa corporal de 18.(véase la explicación
indicado para tu altura, deberías utilizar este programa en el apéndice I). Son aplicables a hombres y mujeres. Para de­
sólo bajo supervisión médica, pues podría ser inadecuado terminar si tu peso es demasiado bajo busca tu altura en la tabla y, a
para ti por el riesgo de perder peso. continuación, el peso correspondiente. Si pesas menos, tu índice de
Padecer una enfermedad física seria. Si padeces una enfer­ masa corporal es menor de 18 y tienes un peso inusualmente bajo.
medad fisica que podría verse afectada por un cambio de Si pesas más, no significa que tengas sobrepeso. Para determinar si
tus hábitos alimentarios deberías uülizar este programa tienes sobrepeso, véase la tabla 9 en la página 271.
sólo bajo la supervisión de un médico. Este consejo es es­
Altura’ (cm) Pesob (kg) Altura’ (cm) Pesob (kg)
pecialmente importante en pacientes con diabetes.
Estar embarazada. Las mujeres embarazadas no deberían 148 39,40 168 50,80
utilizar este programa sin consultarlo antes con su médico. 149 39,96 169 51,40
Cuando el problema de ingesta compulsiva está afectando a tu 150 40,50 170 52,02
salud física (véase el capítulo 5). Si crees que es así, consul­ 151 41,04 171 52,63
ta ,a un médico para que revise tu estado de salud antes de 152 41,58 172 53,25
153 42,13 173 53,87
embarcarte en este programa. Cuando lo hayas hecho y re­
154 42,68 174 54,49
cibas el tratamiento correspondiente, estarás en situación
155 43,24 175 55,12
de iniciarlo. 176 55,75
156 43,80
Estar muy deprimido o desmoralizado. Si te sientes así, pue­ 157 44,36 177 56,39
des sentirte incapaz de reunir suficiente motivación para 158 44,90 178 57,03
cambiar. En este caso es poco probable que seas capaz de 159 45,50 179 57,67
utilizar en forma adecuada este programa. Por el contra­ 160 46,08 180 58,32
rio, necesitarías seguir los consejos de un profesional para 161 46,65 181 58,96
manejar tus sentimientos de depresión. Una vez esos sen- 162 47,23 182 59,62
úmientos hayan disminuido en intensidad es posible que 163 47,82 183 60,28
ya no interfieran tanto en tu capacidad para seguir el pro­ 164 48,41 184 60,94
grama y puedas beneficiarte de él. 165 49,00 185 61,50
Tener problemas generales con el control de los impulsos (véa­ 166 49,60 186 62,27
se el capítulo 4). Si además del problema de ingesta com­ 167 50,20 188 63,61
pulsiva tíenes problemas con el alcohol o las drogas, o te
’sin zapatos
bsin zapatos y con ropa interior ligera
186 UN P R O C R A M A DE AUTOA Y U D A PARA P E R S O N A S C O N PRO B L E MA S 18 7
INTRODUCCIÓN

bargo, hay una cuestión a tener en cuenta, que es aplicable spL adecuadas; para muchas personas, por ejemplo, la ma-
a la mayoría de las formas de tratamiento, pero especial­ /TOría de las dietas son simplemente incompadbles con la su-
i1 mente a este programa: es mejor no empezar hasta que tus / peración de su problema alimentario, ya que hacer dieta
probabilidades de éxito sean óptimas. Si en este momento los predispone a comer compulsivamente.
pasas por momentos difíciles en el trabajo, preparas tu Superar los problemas de ingesta compulsiva no es fácil y
boda, estás a punto de mudarte, vas a tener un hijo o te vas generalmente requiere mucho esfuerzo, por lo que los in­
de vacaciones, es más sensato retrasar el inicio del progra­ tentos de cambio iniciados con escasa convicción tienen po­
ma unas cuantas semanas o meses. Para sacar el máximo cas posibilidades de éxito. Concede primero a este progra­
partido a este programa, necesitarás al menos un par de me­ ma el beneficio de la duda, abandona tus reservas e intenta
ses libres de distracciones significativas en los que la princi­ y iniciarlo con k mejor actitud posible.
pal motivación para ti sea conseguir este cambio en tus
hábitos alimentarios; si no es así, es posible que no logres al­
canzar tus objetivos. CÓMO USAR EL PROGRAMA
5
El programa de autoayuda consta de seis etapas que de­
ben seguirse en un orden específico (véase el cuadro). Gomo
en el tratamiento cognitivo-conductual en el que se basa, las
i • Este es otro punto importante que se debe considerar: etapas son aditivas; es decir, cada etapa sucesiva supone aña­
k tus metas y cómo encajan con los objetivos que- plantea el dir algo a lo que has estado haciendo en las (o la) etapas
programa. precedentes. No es una buena idea iniciarlo poniendo en
La meta principal de este programa es ayudarte a comer práctica partes de cada etapa, sino que debes empezar desde
( de forma saludable superando así la ingesta compulsiva. Si el principio y continuar hasta el final, siguiendo las pautas
quieres lograr una recuperación total y duradera es necesa­ que se te indican.
rio que comas a intervalos regulares durante el día, en can­ Dicho esto, debes ser consciente de que no todos los
tidades adecuadas y asegurarte de que no estás evitando nin­ componentes del programa serán relevantes para ti, ya que
gún alimento. La forma de alcanzar estas metas se expone el programa ha sido diseñado para todos aquellos que co-
detalladamente en el programa.
/■ r " ¿Qu é ocurre en el caso de que tus metas difieran de las
) de este programa? Es posible, por ejemplo, que tu meta Las seis etapas
Ü 't principal sea perder peso y, si es así, puede haber una apa­
rente contradicción entre tus deseos y los consejos y la in­ Etapa 1. El inicio
formación que te damos aquí. Analiza cuidadosamente las Etapa 2. Comer con regularidad
repercusiones de hacer las cosas a tu manera; después de Etapa 3. Alternativas a los atracones
todo ¿en qué medida te ha funcionado tu propio sistema Etapa 4. Resolución de problemas y revisión
hasta ahora? Ten en cuenta que este programa se basa en Etapa 5. Dietas y formas relacionadas de evitar comidas
años de experiencia clínica y; de investigación que nos han Etapa 6. ¿Qué hacer ahora?
hecho com prender que algunas formas de tratamiento no
i nt r o d u c c i ó n 189
100 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

men compulsivamente y, como se ha descrito en la primera algunas para asegurar que esos cambios persistan en el futu­
/ parte, la forma en que se presenta este problema varía mu- ro. Esto se explica en la etapa 6.
en función de la personalidad de quienes lo padecen, la
h importancia del cuadro y la presencia de problemas asocia­ ¡4 \ No te precipites con el programa, llévalo a cabo al ritmo pro­
dos (véase el capítulo 4). Así, la mayoría de las personas que puesto, ya que la experiencia indica que esto es más eficaz.
comen compulsivamente también hacen dieta, muchas ve- ~"~Algunas veces es una buena idea perm anecer en una etapa
fb s incluso de forma estricta, pero otros no. La preocupa­ durante una semana extra, más o menos, para comprobar si
ción por la apariencia y el peso también difiere mucho de puede lograrse algo más. Si sufres algún contratiempo, mu­
unos casos a otros. En cuanto a las características de la per­ chas veces es adecuado volver a la etapa anterior.
sonalidad, unos son perfeccionistas y organizados mientras En general, para sacar el máximo partido al programa,
que otros son caóticos. Con respecto al peso, a veces hay so­ este tratamiento debe tener una duración de cuatro a seis
brepeso mientras que en otros casos no lo hay. Finalmente, meses en los casos de personas con problemas de ingesta
por lo que se refiere a las maniobras para intentar deshacer­ compulsiva de larga evolución. Algunas personas son capa­
se de la comida, algunos vomitan o abusan de laxantes y diu­ ces de cambiar rápidamente y para otras es un proceso len­
réticos, y otros no. Todos estos rasgos son relevantes para el to, pero lo importante es que estés haciendo progresos. Si te
‘desencadenamiento y mantenimiento de la ingesta compul­ mueves en la dirección correcta, es razonable que sigas ade­
siva, y es necesario que el programa los tenga en cuenta. Así lante y, por el contrario, si no has obtenido ningún beneficio
pues, el programa tiene muchos componentes, algunos de cuando llegues a la etapa 4, deberías buscar la ayuda de un
los cuales pueden no ser aplicables en tu caso. Casi siempre experto. Lo mismo habrá que hacer si te quedas estancado.
resulta obvio lo que es aplicable y lo que no. Pero cuando
dudes, la mejor política es suponer que el consejo te es be­ \ No esperes éxitos instantáneos. No te decepciones si los re­
neficioso, y seguirlo. sultados son poco llamativos. El cambio lleva un tiempo y no
He aquí algunos consejos para ayudarte a tener éxito con es probable que tu problema de ingesta compulsiva se re­
este programa: suelva en unas pocas semanas.

Sé constante, especialmente cuando el consejo parezca difícil de No esperes hacer progresos en forma continuada. Es normal
seguir. Muchas veces seguir los consejos ofrecidos en este /que los progresos se den a intervalos; es decir, que haya
programa será difícil porque eso conlleva la superación de períodos en que las cosas vayan bien, otros en los que no
los factores que mantienen el problema alimentario. En ge­ avances, y momentos en que tengas pequeñas recaídas y el
neral, cuanto más difícil te parezca seguir un consejo, más problema parezca empeorar. En el curso del programa mo-
(A importante es que te esfuerces al máximo en llevarlo a cabo. nitorizarás tus progresos para poder identificar los obstácu­
Seguir las pautas indicadas es la única forma en que podrás los e ir eliminando los que están interfiriendo en la supera­
o) r9JBT£r ^os círculos viciosos que se producen en los proble- ción del problema.
y
rSsT
mas de ingesta compulsiva (véanse los capítulos 4 y 6). Sin
embargo, ten en cuenta que no será necesario que sigas esas El impulso de comer compulsivamente puede continuar, ya que,
pautas para siempre. Necesitarás.xambimjrn u ch as actitudes incluso después de que hayas dejado de comer compulsiva­

, 0 ’ hasta lograr el cambio, pero sólo será necesario mantener mente, el impulso de hacerlo puede persistir durante algu-
¡
190 UN P ROGR AMA DE AUTOAYUDA PARA P ERSONAS CON PROBLEMAS INTRODUCCIÓN 191

nos meses desencadenándose a causa del mismo tipo de si­ ¿Qué ocurrirá con tu peso ?
tuaciones que solían llevarte a la ingesta compulsiva. No te
acobardes por ello, ya que el seguimiento de este programa La mayoría de las personas con problemas de ingesta
te ayudará a resistir esos impulsos que, poco a poco, se debi­ compulsiva están enorm em ente preocupadas por su peso y
litarán hasta desaparecer. su apariencia (véase el capítulo 4). Por tanto, quieren sa­
í.-
i cu ber qué ocurrirá con su peso si se embarcan en este progra­
j Asegúrate de mantener sesiones de revisión. Hasta que tu pro­ ma. Como se explica en el capítulo 5, generalmente no se pro­
I
blem a esté totalmente bajo control, es recomendable hacer duce un cambio significativo en el peso cuando se recuperan. Sin
x dos revisiones por semana y después pueden hacerse sema­ embargo, algunas personas aumentan de peso y otras dis­
í3
nalmente. Conviene preverlas con antelación y considerar­ i minuyen, y es imposible predecir qué puede ocurrir en cada
íí
las como el equivalente de una cita con un terapeuta, aun­ caso concreto.
§ que en este caso tú eres tu propio terapeuta. Intenta dedicar Por tanto, no es posible dar una respuesta tajante a la
85 de quince a treinta minutos a cada una de estas sesiones, y pregunta «;qué ocurrirá con mi pesor». Si tu peso es bajo
ten en cuenta que son una parte importante del programa porque has estado forzándote a mantenerlo por debajo de
y que no deberías permitir que otras actividades tengan prio­ tu tendencia natural, es probable que necesites que aumen-
ridad sobre ellas. te un poco y esto es así porque continuar la dieta raramente
I es compatible con la superación de un problema de ingesta
íf
Sí Puede ser necesario recurrir a alguien que te apoye. Mientras compulsiva (con la posible excepción del trastorno por in­
& '-que muchas personas aplican el programa por sí mismas, gesta compulsiva). Si, por el contrario, padeces sobrepeso
otras deciden buscar ayuda externa. Podemos clasificar a las (es decir tienes un índice de masa corporal superior a 27;
personas que pueden ayudarte en dos categorías con dife­ véase la tabla 9 en el apéndice II), lo que va a ocurrir con tu
rentes roles. Por una parte estarían los amigos o familiares, peso es menos fácil de predecir, aunque es muy improbable
I cuya principal misión será darte apoyo y ánimo en momen­ que aumente. Las pautas específicas para quienes padecen
••4
i tos de dificultad y que deben permanecer en un segundo sobrepeso se hallan en el apéndice II.
plano, a menos que les pidas que te ayuden en un momento En estos momentos, el mejor plan para ti es concentrar tus es­
dado. Además, o como alternativa, puedes buscar la ayuda fuerzos en superar el problema de ingesta compulsiva y, mientras tan­
de un terapeuta independiente con el que mantengas una to, aceptar cualquier cambio que pueda desencadenarse en tu pesoy
relación profesional más que personal. Los terapeutas pue­ A menos que tengas una tendencia general a la sobreingesta
den desempeñar un papel mucho más acüvo que los amigos (véase el capítulo 4), tu peso se aproximará gradualmente
o familiares ya que pueden supervisar tu utilización del pro­ hacia su nivel normal, que puede ser menor, mayor o más
grama; es lo que llamamos «autoayuda guiada». Ambas for­
mas de ayuda requieren que la persona que te va a ayudar
frecuentemente— el mismo que tienes ahora. Yla verdad es
que sería mejor para ti intentar vivir con ese peso, ya que lu­
\
esté familiarizada con el programa. (El apéndice IV ofrece char contra él significaría una inacabable batalla contra tu
pautas de actuación para familiares y amigos y el apéndice V biología, una batalla que desafortunadamente no podrás ga­
para los terapeutas.) nar nunca. w-"'"
Éste puede ser un consejo difícil de aceptar, pero es ne­
cesario seguirlo si quieres superar el problema. Si te resulta
m
192 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

inaceptable-, intenta dejar en suspenso la cuesdón de tu peso


por un tiempo, por ejemplo durante un mes. Pasado ese
tiempo, puedes evaluar tu evolución en cuanto a tu proble­
ma alimentario y en cuanto a tu peso, y tomar una decisión,
basada en datos reales, sobre si deseas o no continuar. Por Etapa 1
supuesto, es conveniente monitorizar tu peso como parte de
tu trabajo a lo largo del programa. Los consejos sobre cómo
hacerlo se dan en la etapa 1. EL IN IC IO

Ahora que estás preparado para iniciar el programa, lo


primero que debes hacer es familiarizarte con él. Para ello te
aconsejamos hacer una lectura rápida de esta segunda parte
para tener una visión general del programa y, a continua­
ción, estarás listo para iniciar la etapa 1. Esta etapa consta de
dos partes: el autocontrol y el registro semanal del peso.
194 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS EL I NI CI O 195

Autocontrol puede ir quedando bajo tu control. Comprobarás que pue­


des evitar comer compulsivamente cuando te sientas tenso o
El autocontrol (anotar tus comidas en un registro) es pri­ enfadado, o cuando rompas una de tus reglas dietéticas. Si te
mordial en este programa ya que sirve para conseguir dos cuesta creerlo es simplemente porque estás tan acostumbra­
objetivos esenciales: do a responder con una ingesta compulsiva ante esas situa­
O Í\ ciones, que hacer algo diferente te ¿aT ^im poabtem ^gyar
1) El control te aporta información importante acerca de tu registros en la forma recomendada te mostrará qoe‘tienes—.
problema de alimentación. Puedes alegar que ya eres suficien­ opynóm^iTerente^ ^ ayuda-
temente consciente de este problema, y en cierto sentido es /ta a cambiar las pautas. "
así; pero un control exacto casi siempre saca a la luz cuestio­
nes importantes que no eran obvias anteriormente. Así, el
control puede dar respuesta a las siguientes cuestiones: yyror-que~aebes llevar un i pesar de todas las objeciones (J
que se te ocurran ? i
fi e ¿Qué es exactamente lo que comes durante tus ingestas
\Y * compulsivas? ¿Se parece a lo que comes normalmente? Es posible que te sientas reacio a hacer registros por al­
kP [ ¿Tus ingestas compulsivas se componen de alimentos que guna de estas razones:
\k. estás intentando evitar?
!\> • ¿Cuándo se producen exactamente tus ingestas compul­ Has llevado anteriormente registros de comidas y no te
i ^
3-, sivas? ¿Siguen un patrón previsible? Por ejemplo, ¿ocu­ han ayudado. Si es así, te recuerdo que es muy poco pro­
1
I4 rren siempre por la tarde? ¿Hay diferencias entre los fi­ bable que los hayas hecho de la forma que te recomien­
'} nes de semana y el resto de los días? do en este programa, y te pido que en este caso m anten­
e ¿Hay algunos desencadenantes de tus ingestas compulsi­ gas una actitud abierta.
vas? ¿Tienden a ocurrir bajo ciertas condiciones? ¿Se sue­ Controlar suena como algo demasiado difícil y trabajoso.
len dar cuando te sientes aburrido, deprimido, solo o an­ Puedes pensar que estás demasiado atareado o que eso
sioso? es incompatible con tu estilo de vida. Es cierto que para
• ¿Parecen tener alguna función esas ingestas? ¿Te sirven, algunas personas es difícil llevar un control, pero no he
por ejemplo,-para relajar la tensión? ¿Son una forma de encontrado nunca a nadie^cuyo estilo de vida lo haga
castigarte a ti mismo? realmente imposiblev-Adefnás, tu disposición a hañerTe^
gistros_es una prueba de tu compromiso con el cambio.
Por razones que aclararemos más adelante, necesitas co­ La vergüenza que sientes sobre tu problemamoñTamm“
nocer las respuestas a estas preguntas para aprender a supe­ gesta te hace incapaz de afrontar el problema de esta ma­
rar tu mójalema de ingesta comqulsiva. nera. Si sientes esto, monitorizar puede resultar particu-
larmente difícil; pero si deseas superar tu problema con
_ ^ 2) El control, realizado deforma adecuada, te ayuda a cam- la ingesta compulsiva, no tienes más alternativa que
Tbiar. Registrar tus comidas detalladamente y en el momento afrontarlo hasta que lo logres.
Len que las llevas a cabo te ayudará a ir viendo cómo una cdn- Crees que el control puede llevarte a estar aún más preo­
;ra automática e incontrolable cupado por tu problema de alimentación de lo que lo es-
¡
196 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS EL INICIO
197

tás ahora. En cierta medida esto puede ser cierto, pero la Día:
Fecha:
preocupación será más constructiva porque se centrará
en la forma de superar tu problema. H ora C o m id a y bebida consum idas Lu g ar V/L Contexto y com entarios

Cómo utilizar los registros diarios de alimentación

La figura 16 muestra un registro diario de alimentación


sin rellenar. Puedes fotocopiarlo o hacer tu propia versión.
Necesitarás uno de estos registros para cada día, y tendrás
que llevártelo allá donde vayas.

In stru ccio n es para el registro diario de control (véase la figura 16) ____

Columna 1: Anota la hora en que comes o b e b e s c u a lq u ie r c a s a . P ro c u ra se.-\


preciso.
Columna 2: Registra exactamente lo que comes y bebes, Incluyendo las Ingestas
compulsivas. No olvides nada, aunque no es necesario que anotes las calorías.
Haz una descripción simple de lo que comes y bebes. Anota cada comida tan pron­
to como sea posible después de ingerirla, ya que intentar recordar qué has comi­
do o bebido unas horas después seria poco fiable y no te ayudaría a cambiar. Por
tanto, es primordial rellenar los registros en el momento de comer, o lo más innpe^
diatamerite posible; por ejemplo, si estás comiendo luera de casa, puedes llevar el
registro mientras esperas entre un plato y otro, o retirándole al cuario de baño para
poder rellenarlo en privado. Esta técnica te ayudará a cambiar sólo si te acostum­
bras a hacer los registros Inmediatamente después de cada comida.
Los episodios de ingesta que consideras comidas principales puedes identifi­
carlos en los registros poniéndolos entre corchetes, pero no debes poner corche­
tes en los bocadillos, tentempiés, etc.
Columna 3: Especifica dónde has consumido la comida o bebida y, si ha.sido en
tu casa, anota en qué habitación.
Columna 4; Coloca un asterisco en esta columna a la altura de los ítems de in­
gestas que consideras excesivas. Las ingestas compulsivas quedarán represen­
tadas por una cadena de asteriscos.
Colum na 5: Registra en ella cada vez que vomitas o usas laxantes o diuréticos.
Columna 6: Utiliza esta columna de forma parecida a un diario, anotando cual­
quier incidencia que influya en tus comidas. Por ejemplo, siempre que pongas un
asterisco en la columna 4, debes anotar en la columna 6 las circunstancias que
concurrían en ese momento para identificar ios desencadenantes del episodio de
Ingesta excesiva. Podría haber ocurrido, por ejemplo, tras una discusión o cuan­ F i g u r a 1 6 . Un registro de control en blanco
do alguien te ha presionado para comer más de lo que deseabas. (véanse las instrucciones en la página 196), El permiso para
Anota también en esta columna el resultado obtenido cada vez que te peses. reproducirlo se concede sólo a quienes utilizan este libro
y exclusivamente para uso personal.
198 UN PROGRAMA DE- AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS
199

La figura 17 muestra uno de estos registros rellenado por D ía :. Fecha: .Z7..i.t.íti t.\t>h.b.rl.
una mujer con trastorno por ingesta compulsiva. Puedes ver
que durante la cena comió más ensalada de patatas de lo que Hora *
Comida y bebida consum idas Lugar V/L Contexto y co m en tario s
se proponía y que, poco después, se inicia una ingesta com­
pulsiva desencadenada por su actitud de abandonar el con­ 8.10 1 taza de café 1 oficina Me siento bien.
trol de la ingesta.
1 eníaimaóa | Me frofontjo
hacer bien la) coSaí.

¿Qué debes hacer? 8 .3 5 1 taza de café oficina

Empieza a controlar las ingestas tal como te hemos explicado, 11 1plátano oficina
pero no intentes cambiar tu forma de comer. Es importante em­
pezar el programa habituándote a hacer registros exactos y Z Un flato de en caía
dejar para más adelante (la etapa 2) el esfuerzo por cambiar fu ri rectal "
tu patrón de alimentación. De momento, el seguir autorre- yotur ée yainilla
gistros de todo lo que ingieras tiene que convertirse en un
hábito que seguirás manteniendo a lo largo de todo el pro­ 8 cífat¡uctis *
cocina Va he roto mi dieta.
grama. No te tomes días libres de registrar (o de seguir el a la Carbonara ” * Otra vez he comido
programa) y no omitas las ingestas compulsivas en estos re­ tnSalaòa òc patatai demasiado.
gistros. Esto puede resultar difícil, pero es esencial que seas honesto
contigo mismo. 8.3 0 2 hclaòof, 8 ¡falletaí, * Lloro, siento fue he
Guarda tus autorregistros en un lugar seguro, todos jun­ fatata!frita), tarta, *-
\ ferdido el control.
tos, para que puedas revisarlos cuando sea conveniente. Esto mella tableta de chocolate,
f *- No puedo f arar.
te permitirá detectar tendencias a lo largo del üempo en tus f fiatano! *
conductas alimentarias y, por lo tanto, evaluar hasta qué ;
punto has cambiado. (Si estás siguiendo el programa de au- 9 .5 0 tarta de dieta *
baño
toayuda guiada, deberás revisar los autorregistros con tu te­
rapeuta.) 10.30 tarta de dieta baño *
Monitorizar es, por lo tanto, el principal objetivo de esta
etapa, hasta tu primera sesión de revisión que tendrá lugar
dentro de tres o cuatro días.

P e s a r t e s e m a n au m e n t e
Jura 17. Un registro diario de control completado.
La mayoría de personas con problemas de ingesta com­ Hemos adaptado los horarios y tipos de comidas a las costumbres
pulsiva está preocupada por su peso y muchas veces lo const- españolas. (N. de las t.)
200 UN PROCRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS1 EL INICIO 201

deran primordial, por lo que pesarse puede ser muy impor­ Puede que necesites comprar una báscula. Será suficien­
tante para ellos. Como se describe en el capítulo 4, muchos te una sencilla y económica dé las que suelen usarse en el
atraviesan períodos en los que se-pesan con frecuencia, en baño. Si sientes la tentación de pesarte más a menudo, ade­
algunos casos varias veces al día. Pero como controlar el peso más del día establecido, guarda la báscula en algún lugar de
puede llegar a producirles una gran angusda, algunos deci­ difícil acceso para ayudarte a resistir mejor la tentación.
den no pesarse nunca, a pesar de seguir enormemente preo­
cupados por su peso.
Al seguir este programa es más que probable que cam­ R e v is a r l a e t a p a 1
bien tus hábitos alimentarios y, por tanto, es conveniente
que monitorices tu peso. Para ello lo más recomendable es Esta primera sesión de revisión debe centrarse en tus re­
pesarte una vez a la semana. Para identificar los cambios no gistros y en tu peso después de haber seguido las indicacio­
debes basarte únicamente en los resultados que obtengas nes de la etapa 1 durante tres o cuatro días. Después, cuan­
cada vez que te peses, ya que el peso corporal fluctúa de un do pasen tres o cuatro días más debes realizar una segunda
día a otro y el resultado que obtengas en un momento dado sesión de revisión dentro de la etapa 1 (dos sesiones de revi­
puede darte una falsa impresión. Es más fiable registrar las sión en una semana).
tendencias a lo largo de tres o cuatro semanas (mientras si­ Relee la etapa 1 para recordar lo que te propusiste hacer
gues pesándote una vez por semana) porque sólo de esta for­ y después plantéate las siguientes preguntas que se resumen
ma puedes detectar los verdaderos cambios. en el recuadro siguiente: - .

¿Qué debes hacer? ' L i s t a r e s u m e n p a r a l a r e v i s i ó n d e la e t a p a 1

Empezar a pesarte una vez a la semana, por la mañana, en un ¿He llevado el control?
día fijo elegido por ti. Elegir un día laborable suele ser lo me­ ¿Puedo mejorar rhi control?
jor, ya que durante los fines de semana podrías dar demasia­ ■¡Están evidenciándose algunas pautas habituales de iy
terés en mi forma de alimentarme?
das vueltas a los cambios que se hayan producido. Haz todo
¿Estoy pesándome una vez por semana?
lo posible por no pesarte fuera de esos días preestablecidos.
Mucha gente encuentra difícil seguir este consejo. Si es­
tás acostumbrado a pesarte más a menudo, puede parecerte
difícil pesarte con menos frecuencia por el temor a que tu 1) ¿He ido haciendo los autorreeistros? Si tu respuesta es
peso aumente sin.que te des cuenta. Si, por el contrario, has afirmativa, has empezado bien el programa, pero si es nega­
evitado pesarte, puedes temer que al volver a hacerlo te ob­ tivaASlldíla^ un^eno^problema y deberías considerar cuida­
sesiones excesivamente por tu peso y, como resultado, vuel­ dosamente tus razones para no hacerlos.jquizá releyendo la
vas a estar demasiado pendiente de él. Pero, en cualquier sección en la que se apuntan las razones para monitorizar.
caso, es conveniente que te peses una vez a la semana ya que De hecho, es una buena idea releer el programa a intervalos
así podrás detectar los cambios reales, sin que te distraigan regulares, ya que contiene una gran cantidad de informa­
las fluctuaciones diarias. .. . ..••;•••• ción y es difícil asimilarla toda de una vez. Además, algunos

i
• •• :-v '•

202 UN P ROCR AMA DE AUTOAYUDA PARA P ERS ONAS CON P R O B L E MA S .-e l T n i c i o 203

de sus consejos pueden no ser aplicables al principio, pero sí tualmente comidas normales en cantidad, horarios, etc., fue­
en etapas posteriores. Es especialmente importante que re­ ra de tus ingestas compulsivas?
leas las secciones en las que te quedas atascado o en las que ¿Ha sido tu comportamiento el mismo todos los días o
tu progreso sea escaso o lento. varía de unos días a otros? ¿Estás alternando los días en los
, Si ,no has hecho los registros de la forma indicada quizá que haces dieta y los que comes compulsivamente?
debas reconsiHéraTláfs^ventajás y desventajas de cambiar. Si Intenta responder a estas cuestiones honestamente. Si lo
las ventajas superan a las desventajas, deberías decidirte a ha­ haces así aumentará tu comprensión del problema y queda­
cerlos. Es muy improbable que hagas progresos significadvos rán de manifiesto las pautas que es necesario cambiar.
sin monitorizar. Recuerda que los registros son algo primor­
dial porque te aportan informaciónTurníamental y te ayu­ 4) ¿Me estoy desando una vez a la semana? Si lo has hecho
dan a cambiar. " así, anota el peso en el registro-resumen (descrito en la pró­
Si decnTes hacer otro intento, vuelve a leer la sección de xima sección). Si no te has pesado en la forma indicada, es­
cómo controlar y examina tus progresos en la próxima se­ pecifica cuál es el problema. Si te estás pesando demasiado a
sión de revisión. menudo, busca alguna forma de resistirte a hacerlo. ¿Has es­
condido tu balanza fuera de la vista en un limar O relativa-
2) ¿Puedo mejorar mi control? Analiza tus autorregistros mente inaccesible? Si no te estás pesando, tienes que hallar
para comprobar si puedes mejorarlos de alguna forma. el coraje para empezar; recuerda que estás ernpezando este
i ¿Has estado siguiendo todas ¡as instrucciones? Por ejemplo, programa con el objedvo de volver_a--t&R^f-al--emural-s o b r e
¿has llevado un control minucioso? ¿Has anotado cualquier tu alimentación y que mientras trabajas en_ello puede que tu
ingesta y las circunstancias de interés relacionadas con ellas, peso cambie. Es niucho mejor s a b e r qué e s t á j asando real-
tan pronto como te fue posible? ¿Has puesto corchetes en ra£H-te qu£-^sfeoadejHa-cab£za_debajo del ala». Tingarse a ver
las comidas principales? ¿Has udlizado los asteriscos en la la realidad o temerila-peor.
forma descrita? ¿Has ido haciendo anotaciones en la co­
lum na 6?
C u á n d o pasajr a l a e t a p a s i g u i e n t e
’iI
_3j. ¿Estoy empezando a identificar algunas pautas habituales
en mi problema de alimentación? ¿Sufres episodios de ingesta Continúa llevando el control hasta tu segunda sesión de
compulsiva? ¿Tienen algo en común entre ellos? ¿Han ocu­ revisión, que tendrá lugar en tres o cuatro días. En la segun­
rrido en-la misma hora del día? ¿Puedes identificar algunos da sesión revisa tu control siguiendo las pautas que hemos
desencadenantes? enumerado preguntándote, otra vez, las cuatro cuestiones
¿Qué has comido en tus ingestas compulsivas? ¿Encuen­ indicadas en el apartado anterior.
tras alguna característica común en cuanto al tipo de ali­
mentos ingeridos? ¿Por qué elegías esos alimentos en parti­ Seguidamente inicia un registro-resumen semanal. En la fimi-
O ~**J -------- i 11, i i i, i •------------- o

cular? ¿Son justamente los que has estado evitando en otros ra 18 se muestra uno en blanco que puedes utilizar para fo­
momentos? tocopiarlo o para elaborar uno similar. Este registro-resu­
¿Qué has comido fuera de tus atracones? ¿Has hecho die­ men se utiliza para anotar tus progresos semanales a lo largo
ta o evitado algunos alimentos concretos? ¿Has hecho habi­ de todo el programa. . ~
EL INICIO 205
204 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

Semana V/L/D «Ds.Bs- Peso Inicio de etapa y otros sucesos de interés


. La figura 19 muestra un Registro-resumen parcialmente
completado que refleja la evolución de una persona que lle­ 1'
va seis semanas siguiendo el programa.^ ~~ ~~~ •
2
Ahora_ofise.nva-tu-^pr.QpÍQjeRisTi~o-resumen.¿Cuántos días
buenos hasJtenid-oASi tienes seis o siete, estás listo para pasar 3

a la etapa siguiente y ya puedes empezar a leer el texto de la 4


etapa 2 y a seguir sus consejos mientras continúas con las 5
pautas dadas en la etapa 1 (llevando el control y pesándote
semanalmente); Si, por el contrario, tienes menos de seis o 6
siete días buenos, intenta identificar por qué es así y conti­ 7
núa con la etapa 1 hasta tu próxima sesión de revisión que, 8
como hemos dicho, debe tener lugar tres o cuatro días des­
9
pués. Recuerda que es importante seguir sin prisas el pro­
grama y que, para obtener el máximo beneficio, es necesario 10
que logres conseguir los objetivos propuestos en cada etapa, 11
antes de pasar a la siguiente. 12
13

Instrucciones para el registro-resum en (véase la figura 18) 14

Columna 1: Esta columna indica cuántas semanás has estado siguiendo el pro­ 15
grama. En este momento ya has completado tu primera semana.
15
Columna 2; Anola cuántas ingestas compulsivas has contabilizado en los últi­
mos siete dias. Debes rellenar este registro-resumen basándote en tus registros 17
de control. \
18
Columna 3; Anota el número de veces que has practicado algúnViétodo extre­
mo para controlar el peso, como el vómito autoinducido o el abuso de laxantes o 19
diuréticos. Señala cada conducta separadamente. De nuevo debes rellenar estas
casillas basándote en tus registros de control. \
20
Columna 4: Registra cuántos días buenos (D s.Bs.) has tenido durante látsema- 21
na. Un «día bueno» es aquel en que haces todo lo posible para cambiar de pau­
tas mediante el seguimiento del programa. La definición de un día bueno variará
22
en la medida en que avances a lo largo del programa. En esta etapa un díalbue- 23
no es aquel en el que has monitorizado adecuadamente.
24
Colum na 5: Anota tu peso. Si te has pesado más de una vez durante la sema­
na, anota sólo el peso de la mañana que has elegido para pesarte serm nal-
mente.
F ig u r a 18. Un registro-resumen en blanco
\ Colum na 6: Señala otros temas de interés. Debes anotar cuándo avanzas de (véanse las instrucciones en la hoja siguiente). El permiso
una etapa del programa a la siguiente, y también cualquier suceso que haya in­
para reproducirlo se limita a quienes hayan adquirido este libro
fluido significativamente en tu ingesta; por ejemplo, una enfermedad o/un viaje.
y solamente para su uso personal.
206 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS
f
7
Semana A V/L/D «Ds.Bs» Peso Inicio de etapa y otros sucesos de interés

! 1 9 5 6 5 ,5 Inicio i)c la Etapa 7


!
i 2 7 7 6 5 ,i

3 ■5 5 6 5,9 Inicio ¿c la Etapa 2 Etapa 2


4 i 5 6 í,l
\ 5 5 6Í,1 Empeore. ¿ Por qué?
7 COM ER CON REGULARIDAD
6 2 5 6 i,5 Kcunión familiar, fi n h remana
I
7 1
8
9

10
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12
13
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14

15
I 16

17

18
1
19

_ —20 .

21
22
23

24
Introducir un patrón de^ljm em jadóa^ proba­
blemente el elemento más importante de este programa.
Consiste en restringir tu ingesta a tres comidas planificadas
FlIGURA 19. Un registro-resumen de una persona que sigue
cada día, además de dos o tres tentempiés también planifi­
i
el programa desde hace seis semanas. cados. El ir habituándote a este patrón de alimentación re-
208 UN PROCRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS COMER CON REGULARIDAD 209

guiar irá desplazando las ingestas compulsivas, que serán Si. tu patrón de alimentación es realmente muy caóüco,
cada vez menos frecuentes. puede que no seas capaz de introducir un patrón regular, de
forma completa, de una vez. En este caso introdúcelo gra­
dualmente, ejnpezan do en la parte del día en que tu ingesta
CÓMO INTRODUCIR UN PATRÓN DE ALIMENTACIÓN REGULAR sea m enosjsaótica, que suele ser por' las mañanas. Speste es
tu caso, puedes empezar por llevar a cabo el desayunopel al­
El objetivo debe ser hacer tres comidas planificadas cada muerzo y, si es posible, la comida según las pautas que te he­
día, además de un par de tentempiés. Un patrón típico sería: mos señalado. Después, en las próximas semanas, introduce
gradualmente las otras comidas y tentempiés hasta que pue­
8 de la mañana: desayuno; das seguir“todo él patrón de alimentación recomendado.
11: almuerzo;
2.30: comida; No dejes pasar más de tres o cuatro horas entre las comidas y
6.30: merienda; tentempiés planificados. Si, como le ocurre á mucha gente con
9 de la noche: cena** esios problemas; la.mañana es la parte del día en que te re-
sultajnás fácil controlarte, puede que seas capaz de permi­
En esta etapa del programa, las horas enqne comes deben es- tirte un intervalo algo más largo de tiempo sin comer en esta
lor dictadas por.lo.que huyas planificado prremamente y no por las franja deTdlajque.por las tardes. Por otro lado, s.erá necesario
sensaciones de hambre u otros impulsos. Las publicaciones que que adaptesja hora exacta de tus comidas y tentempiés para
no están basadas en laríñvestigáción científica, muchas veces poder llevar a cabo tus compromisos. Pero intenia estable­
nos aconsejan seguir las señales de nuestro cuerpo y comer cer un patrón de alimentación tan regular como te sea posi­
dando respuesta a ellas. Este consejo, aparentemente sensa­ ble. Puede ser necesario variar el horario algún día; es pro­
to, ignora el hecho de que esas señales suelen estar alteradas bable, por ejemplo, que desees que el fin de semana sea
en las personas q.ue comen compulsivameñtéTLa ingesta diferente de los días laborables.
irregular, especialmente cuando consiste en una alternancia
entre ingestas compulsivas y dietas, trastorna los mecanis­ No te saltes comidas o tentempiés. Esto es importante, por­
mos jiormales quejsqnmolanJas_sensaciones de hambre y sa­ que saltarte una comida o tentempié planificados puede ha­
ciedad, por lo que esas sensaciones no pueden ser una guía certe vulnerable a una ingesta compulsiva posterior.
fiable de cuándo comer. Más adelante, una vez estés alimen­
tándote regularmente, sin ingestas compulsivas y(sm haceró Haz todo lo posible por no comer entre las comidas planifica-
( dieta, las sensaciones normales de hambfe^ s ácied ^ T éfdr- das. De esta forma tu día quedará dividido.por las comidas y
narán gradualmente. Cuando llegues a este punto podrás tentempiés en una serie de períodos. Así, utilizando nuestro
usar esas sensaciones como guía para ingerir alimentos, aun­ patrón recomendado, la prim era mitad de la mañana será el
que deberás m antener Lomo pautajrio rita ria los hábitos de período entre el desayuno y el almuerzo, etc. Cuando afron­
alimentación regular. tes espacios de dempo en los que no tíenes planificado qué
hacer, dividirlos en períodos que no sobrepasen las tres o
* Hemos adaptado el horario de las comidas a las costumbres espa­ cuatro horas también te ayudará a reducir la frecuencia de
ñolas. (N. de las t.) ■ las ingestas compulsivas, ya que, en la mayoría de casos, es
I:
—r=r

210 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS CO M ER CON REGULARIDAD 211

más frecuente comer compulsivamente cuando se afrontan nificación tiene, que i ncluir un üpo determinado de comida
largos períodos de tiempo sin estructurar. }’ lajean ti d_ad. No es imprescindible que lo hagas, pero sería
deseable para evitar la ansiedad.
Si.Jnc nn.cn.•c van mal y comes (o comes compulsivamente) enti'e También es útil planificar con antelación (la noche ante­
la¿ comidas planificadas, es importante que mielvas al buen ca­ rior o a primera hora de la mañana) para que no tengas que
mino tan rápidamente como puedas^ Hai..todLo_lcL_posible por tomar decisiones de última hora.
evitar eliminar una comida o reducir la cantidad ingerida en runas personas tienden^ a ingerir cantidades muy pe-
la siguiente comida —que suele hacerse para compensar la queñasjm m s comiclas o tentempiés por miedo a ganar peso;
sobreingesta compulsiva—, porque eso podría llevarte a un pero esto no es sensato porque puedeóncrem entar el riesgo
nuevo atracón. *' de ingestas compulsivas__al crear presiones fisiológicas para
comer. Por tanto,, intenta no comer demasiado poco. Y, por
En jo p odb le,^ste._patrón de alimentación debe ser prioritario supuesto, no debes intrnlar^sjompensar- lo- que -ya-dias^comSíHme-
sob-ce otras actundad££^]>¡o lo dejes de lado ni lo olvides por dianle el vómito, los laxantes o los diuréticos.
ningún motivo. H az un..es£u.etzoqpara-cttmpUtuuJiQrario de Mi consejo es que, en tus pautas generales de alimenta­
comidas v tentempiés, aunque ocasionalmente será necesa­ ción, incluyas una amplia variedad de comTddFéfrca'ñtidades
rio acomodarlo para que no interfiera con compromisos normales^Lajcantidad normal puede determinarse fijándo­
muy im portantes. Por ejemplo, si por alguna razón sabes te en los (lábitos aljmenmriosM.e~aroigos..qÁ en las
que tu cena se retrasará, digamos hasta las diez de la noche, recetas de cocina y en las recomendaciones de los paquetes
una planificación sensata sería variar la merienda de la tarde de comida que no sea de dieta. Si alguien te está ayudando
para hacerla a una hora intermedia entre la comida y la con el programa, puedes pedirle consejo-acerca de la canti­
cena. dad razonable de comida que debes ingerir.
Adoptar esje^aLrón de alimentación regular puede ha­
^ Al comienzo de cada día (o en la noche del día anterior), pla­ certe sentir lleno incluso después de haber comido relativa7
nifica lo que vas a comer y escrib edli'orarw~enJapart e sugerí en­ mente poco__y, sobre todo, si no estás acostumbrado a comer
de tu registro ele monitorizacion (véase la página 213). En cual- sin vomitar o sin tomar laxantes o diuréticos a continuación.
j quier momento_deTlIia~ctetes saber cuánto te falta para la Esta sensación de plenitud gástrica puede ser-aún- mayor si
próxima comida. Si, por alguna circunstancia especial te re­ vistes prendas apretadas por lo que, hasta que pase este pe­
sulta imposible planificar todo el día, hazlo hasta donde pue­ ríodo, es mejor que evitesJ a ropa ajustada e n el momento
das y señálate un momento, en cuanto sea posible, para pla­ de las comidas. Es importante que sepas que esa sensación de
nificar lo que queda del día. plenitud casi siempre desaparece en menos de una hora por
lo que conviene que realices alguna actividad para distraerte
En esta p.t/ipa,.dñlpropeama.Jo principal no-es-qué comes sino después de comer (tal como se explica en la etapa 3). Como
cs¿ándojcgji¡^s. Realmente, en esta etapa no importa lo que mencionábamos antes, las sensaciones normales de plenitud
comes en tus comidas y tentempiés. Lo importante es quejn- retornarán gradualmente.
gieras comida con la que te sientas cómodo. Asegúrate de
que tienes provisiones adecuadas de comida «segura» dispo­ Haz lo posible por evaluar tu planificación y revisar tu prrA
nible. Al planificarlosjzomidas, puedes plantearte si la pía- greso alfinal de cada día. Al hacer la planificación puedes ha- Ai
•-v
212 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS " q COMER CON REGULARIDAD 213

cer cualquier reajuste que parezca apropiado; por ejemplo, Pe/ayuno 8 A '' ^ ,,
puedes descubrir que cenabas tan tarde que no podías par­ Almuerzo 11.20 h- \ Y V ^L u ÍM
tir la tarde en períodos adecuados y, si es así, puedes inten­ domila JAh j 1 (/ 1/
tar cambiar la cena a una hora más temprana. Merienda 18 h j
La figura 20 muestra un registro diario de control com­ Cena 21 h . J
pletado por una persona con bulimia nerviosa que está en O ía :. .M.a r ! ‘ l '■------------- ' ' Fecha: . t . ó í ...........
esta etapa del programa. Puedes ver que en la parte superior
ha escrito a qué horas pensaba realizar cada comida y que, Hora Comida y bebida consumidas Lugar « WL Contexto y comentarios
excepto en la merienda, ha seguido el horario planificado.
7-4-0 zumo óe naranjo cocina Estoy mareaóa haíta
>. '
pie desayuno.
CÓMO PUEDE AFECTAR A/IU

Puede que te preocupes-parque piensas que si empiezas 8.10 cafe con leche cocina *
Como demasiado for^ue
a j omar regularmeriLe_tus„comLdas^tentempiés-pu£.d.es ga­ tazón óe cerealeS » * estoy nerviosa y
nar peso. Es más probable que tengas esta preocupación si fastelito fcefueño *
freocufaóafor el
'i estás haciendo una dieta estricta y haces pocas, o ninguna, trabajo.
comidas planificadas. Puedes—pensar que estás luchando
para no ganar peso y que, al introducir estas comidas y ten­
tempiés, ju pesq_aurn en tará. 11.10 zumo óe fruta y manzana trabajo
El efecto del tratamiento en el peso se explicó en la pri­
mera parte. En la práctica, introducir comidasjJ_mlcmpÍé^ ^g11' 14-.10 fa ta taS (foca)) trabajo * ?robablemente he
lares no suele producir aumento de peso. En efecto, cuandfiLgl pa­
Sandwich óe jamón 1 comido demasiado
trón de alimentación regular desplace a los episodios de »
manzana y café fero a la hora óe la
sobreingesta, lo más fácil es que tu peso no cambie o_que se
comióa flanificaóa.
reduzca algo, como consecuencia de la disminución de los
atracones. Corno la mayoría de las ingestas compulsivas con­
tienen un gran-múrogrq^de jraloríaaríinclyso una pequeña 21 fizza (una qranóc * He comido demasiado
disminución en sujfrecuencia tendrá como resultado una re­ Caii entera) hoy.
ducción significativa en el conjunto de caloñas ingeridas. 2 ralo) óe helaóo j * Noóeberia tomar helaóo.
Estofes así inclüib~cáIairdb~lá^ihghstas^'6mpTilsivas van se­ / 7“f l I
guidas de vómitos ojie la utilización de laxantes o diuréticos,
porque ninguno de estos métodos cóñsigue^libfáfte de toda
L la comidaringerida (si denes dudas acerca de esto, puedes
encontrar útil releer los capítulos 4 y 5 para recordar la ine­ F igura 2 0 . U n reg istro d e c o m id a s q u e m u estra la p la n ific a c ió n
ficacia de esos métodos para controlar.el peso) d e u n p a tr ó n d e a lim e n ta c ió n reg u la r q u e se sig u ió
e n su m ayor p arte.

.dxsL
214 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS C O N PROBLEMAS

Algunos consejos a la hora de comer Cuando comas, procura tener a iu alcance sólo los alimentos
que vas a consumir. Al disponerte a tomar una comida o ten­
El cómo, cuándo y dónde se llevan a cabo las comidas tempié, ten a mano sólo los alimentos previamente planifi­
también puede ser un problema para quienes comen com­ cados. Siempre que sea posible, guarda Ios-envases de comi-
pulsivamente. Por ello te damos algunas sugerencias que te -J a ^ s írv e te en los platos antes de llevarlos a la mesa para
pueden ser útiles. Algunas de ellas pueden no ser relevan­ evi tarja tentación de comer mas^defló-píanificado.
tes para ti, o no ser aplicables en tus circunstancias, pero lée­
las todas e intenta poner en practica aquellas que sí que lo PPactica algunas medidas de autocontrol.
son. Ten presente que no tendrás que comportarte permanentemen­
te de esta forma. Son medidas transitorias diseñadas para ayu­ • Dejar los cubiertos sobre la mesa entre un bocado y otro.
darte a retomar el control sobre tu alimentación, y podrás • Hacer una serie de pausas durante tu comida.
dejarlas una vez dejes de necesitarlas. • Dejar algo de comida en. el plato. Esto te puede parecer un
despilfarro, pero si te ayuda a ganar control sobre tu in­
Procura comer siempre en un lugar adecuado. Una parte del gesta; a medió y largo~plázd supondrá un ahorro de co-
objetivo de retomar^r^oñTrürsoW Fñranmehtación incluye mida ya que dejarás de comer compulsivamente.
el cuidar más la forma en que comes. Por ejemplo, procura e Tiradla comida oue sobre. En esta etapa del tratamiento
comer siempre en un mismo lugar y que se trate d e un lu­ guardarla puede ser demasiado tentador.
gar adecuado •—evita comer en-cu-dormitorio o el cuarto de
baño— y, si dispones de una única habitación, te recomien­ Cuando comas con otros, no te dejes convencer.para comer
do que restrinjas tu comida a un lugar determ inado de esa más-de lasque habías planificado. Muchas personas reciben pre­
habitación. Debes comer en la mesa y no tener al alcance de siones para que coman segundas raciones o mayores can­
la mano más provisiones de las necesarias. tidades de lo que desean. Si éste es tu caso, tienes que apren­
der a resisurte a esas presiones practicando formas amables
Concéntrate en la comida. Puede ser tentador distraerte pero firmes de negarte a seguir comiendo; por ejemplo: «No,
mientras comes pero no es una_buenajdea, ya que es impor­ gracias, está delicioso pero ya tengo bastante». Si alguien
tante que te centres en lo que estás haciendo. Debes ha­ pone comida que tú no deseas en .tu plato, déjala sin tocar.
bituarte a saborear la_comida y a darte cuenta de que estás En esas circunstancias la que actúa de forma descortés es la
comiendo de manera adecuada; por ejemplo, sirpcomer de­ persona que sigue insistiendo, no tú.
masiado rápido. Ser consciente de lo que estás haciendo
también te ayudará a asegurarte de que. tus comidas y ten­ Cuando comas fuera de casa repasa, entre un plato y otro, la
tempiés no se conviertan en mgestas.compulsivas. Para con- cantidad que has ingerido. Al comer en restaurantes o en casa
seguir este objetivo:• de otras personas es fácil pasarse. Puede que no sepas cuán­
tos platos habrá o qué contendrán, por lo que conviene ob­
• Na hagas otra actividad, mientras comes (por ejemplo, ver la servar cuidadosamente lo que estás haciendo. Asegúrate de j
televisión)'. no jjeber demasiado alcohol ya que rebajaría tu capacidad <
* Permanece sentado. Comer mientras te mueves de un sido de enjuiciar-la situación y tu fuerza de voluntad. SUamomida
para o tro-puede, facilitar el descontrol. tiene muchos platos, suele ser más fácil evitar uno o dos que "y
216 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS ' /-nMF/R CON R E G U L A R I D A D

intentar limitar la cantidad que comes de cada uno. Los bu­ llevas contigo, porque así será más difícil comprar comida
fets son un reto parücularmente difícil y la mejor forma de innecesaria.
afrontarlos es ver qué es lo que ofrecen y, seguidamente, pla­
nificar lo que vas a comer. Cuando cocines, •evita probar las comidas. La costumbre de
ir probando lo que estás cocinando puede desencadenar in­
gestas compulsivas.-Algunas personas encuentran ú til masti-
A l g u n o s c o n s e jo s p a r a c o m p r a r y c o c in a r rar^rhV.fé mientras cocinan, porque eso hace casi imposible
que vayan probando los distintos platos.
Muchas personas con problemas de ingesta compulsiva
tienen dificultades a la hora deTompTffy'üO'cmar, por.la fá­ Evitar el contacto innecesaHosmla^comida.
cil accesibilidad'aiTáT5midareñ“e^"TñmíréíTfdsrA continua-
L /V O » Cocinar. A muchas personas con problemas de ingesta
fC \ ción se exponen algunos consejos que se pueden seguir en
Xijo fypstas circunstancias. Al igual que ocurría con las recomen- compulsiva les gusta cocinar y la preocupación por la co­
C v ^
aciones sobre las comidas, no todas estas sugerencias serán mida y la ingesta que acompaña a estos problemas puede
relevantes para ti, pero léelas detenidamente y pon en prác­ incrementar su interés por la comida. Por consiguiente,
tica aquellas que consideres que te pueden ser útiles. pueden emplear gran parte de su tiempo cocinando
para los demás; pero deberían resistirse a hacerlo ya que,'
im itaja disponibilidad de comida «peligrosa». En esta eta- por razones obvias, el contacto innecesario con la comi­
.pa..es..mejorrestringir la accesibilidad de aquellos.alimentos da aumenta el •riesgcLde.atracpnes.
que .tienden a desefiradenar así como • TraBaJaFen ^profesiones relacionadas con la alimentación. En
el -tipo ■de..aiimentos que sueles ingerir emellas. Por tanto, algunos casos, el consejo de limitar la exposición a la co­
cuando compres no adquieras esos alimentos y, si esto no es mida ha de extenderse también al ámbito laboral. No es
posible, limita las cantidades.que compras. raro, en personas con problemas de ingesta compulsiva,
que su trabajo diario se relacione directa o indirectamen­
1/ Asegúrateleijqu£-tLsms-cantidades^ade£¡¿adqs_de alimentos te con la alimentación; por ejemplo, muchos trabajan en
«mguros». Esrímonaante- queue-ftgaa-reservas del tipo de ali- restaurantes o como especialistas en dietética. Pero si el
memos con los que te sien tes seguro. contacto con la comida está contribuyendo significativa­
mente a tu problema con las ingestas compulsivas y está
Planifica tu compra. Es mejor planificar que comprar se­ obstaculizando el que aprendas a superarlos, considera
gún el impulso del momento. Si es posible, evitamomprar seriamente un cambio de trabajo.
alimentos cuando sientes la necesidad de comer compulsi- • Ofrecer comida. Algunas personas con problemas de inges­
vajnsnje^o procura_que_LeRGompaiiejalí compramrTfami- ta compulsiva tienden a presionar a los demás para que
liar_o amigo. —1 ~ coman, pero esto no es conveniente. Es mejor que trates
a los demás como desearías ser tratado; ofréceles comi­
i Lirn.ija.la cantidad-de dmerodisponible. Los días en que da, pero no los presiones para que tomen más.
presientas que puedes llegar a comer compulsivamente, po­
drías ayudarte a evitarlo limitando la cantidad de dinero que
218 UN P ROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA P ERS ONAS CON COMER CON R E G U L AR I DAD 219

’ R o b i . kmas •

Q u é h a c er co n e l v ó m it o a u t o in d u c id o 1' tes y diurédeos de forma habitual, mi consejo es que simple­


f\ K. mente dejes de usarlos. La fnayoría de personas se dan cuen-
}P Las personas qae padecen problemas de ingesta com­ > ta, a veces con sorpresa, de que son capaces de dejarlos con
pulsiva frecuentemente se provocan el vómitcudespués-de sólo proponérselo, especialmente uñavez se dan"cuenta de
t l(- í Q r e l t 'i la ineficaaaEdemstósTmélodps_para„prevenir la absorción de
comer (véase el capítulo 4), pero la gran mayoría sólo lo
hace después de los atracones; por tanto, sjjajreeuenda de j calorías (véanse págs. 82-S3). Si .encuentras que eres incapaz de
\A C fh T o éstos disminuye,. ta m L ié a u i^ d w ú rá ría -^ ^ í dejarlos de una vez, puedes hacejj¿^MJMalm£^,_J)or ejemplo, re-
.tos-JPor esta razón, los_vómk.Qs_nQ suelen necesitar un tmta- | éd,Q7^dhr7n 7n m m d r ^ diario después de cada una de las
mtentó específico^Los únicos consejos que voy a darte son- \ sesiones de'reuisiorTqüe realizas dos veces por semana.
as co midas-y-tenLempi&sjpue n o -te-efn-ptijen-^-mdijrir ETimpÓrcáñte' que Tengas en cuenta que, sijias estado
'V e 1^4í2ji£-X £l’iL ^s^ stds--c^t^cia-d¿-A Baaiiim ^Jiagasj£_£osjble utilizando laxantes o diuréticos de forma habitual, dejar­
para rcsLStirtea.esc impulso. T-ejusn cuenta que, al jemal que los súbitarnenteTpuede provocar una retención de fluidos
lu sensación de están lleno declina un n tn (je comer que puede .durar más .o menos una semana; obviamente,
lo PLÍsino ocurre^con^^m gulsQ jie.vQ jm ^ Por tanto, si sien­ esta retención de fluidos supone alguna ganancia de peso.
tes un fuerte ..impulso a vomitar, dure, o S Si te ocurre esto, ten en cuenta que la ganancia de pesó es
/ k - procura dificultado perm an£*¿eftdrTTn^ I temporal y que desaparecerá en cuanto ese fluido extra se
setnas. Jdecu e r d a : q u e d e s p u é s vuelvas a comer com- > | pierda.

' aSStTna pequeña minoría de personas vomita siempre des­


pués de comer cualquier cosa. Si éste es tu caso y eres inca­ I! Qué- debes hacer ')
paz de parar, deberías buscar ayuda profesional. Es un hábi­
to difícil de superar por ti mismo. \ Introduce el patrón de alimentación regular, mientras
^4 i continúas haciendo autorregisUos, Evalúa tus progresos en
' tiTsígmirñe sesión de revisión al cabo de tres o cuaum^días.
Q u é h a c er co n e l abu so d e l a x a n t e s y d iu r é t ic o s esperes que sea fácil empezar a comer de_esta_forma
ya que puedes tener algún problema; por ejemplo, es_prpb.a-
Como explicábamos en el capítulo 4, las personas con • bleTjTTeríféseeiTcom^ no debes hacerlo y, p o re ] con-
problemas de ingestas compulsivas pueden abusar..de los la­ trarjoTqüFñcrió"deseeTc^ndp^lgb&S. ,haC£J--kL-La mejor for­
xantes de dos formas: 1) para compensar episodios especí­ ma de empezar a abordar cualquiera de éstos problemas es
ficos de sobreingesta, en cuyo caso se trata de una conducta anotarlos en tu autorregistro diario de alimentación. Mu­
muy similar a la del vómito autoinducido, o 2) de manera ha­ chas de las sugerencias que se han hecho cuando hablába­
bitual,.independien temen te .de si comen de forma compul­ mos de las comidas, las compras y la cocina te ayudarán a ir
siva o no, en cuyo caso esa conducta es más parecida a una superando estos problemas y, en las etapas 3 y 4, encontrarás
diehi. Los diuréticos tienden a usarse de esta segunda forma. otras sugerencias úüles.
Para la prim era forma de abuso de laxantes es aplicable
todo lo que hemos dicho acerca del vómito autoinducido en
el apartado anterior. Por otro lado, si estás utilizando laxan-
220 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS COMER CON REGULARIDAD 221

R evisar la etapa relimarás las casillas correspondientes en el registro-resumen..Un


«díalmeno», en esta segunda etapa, es un día en el cual has
Establecer este patrón de alimentación regular suele cos- monitorizado de forma correcta y has cumplido lo mejor po­
tar varias semanas. Como hemos señalado antes, las maña­ sible con tu planificación de comidas, independientemente
nas son frecuentem ente las horas del día con menor dificul­ de que hayas comido defiorma compulsiva o no.
tad. Por tanto, si es necesario, empieza por introducir estas En las sesiones de revisión pregúntate a ti mismo las si-
pautas de alimentación con horarios razonables y planifica­ | guientes cuestiones, además de las que indicábamos en la
dos durante las mañanas. Después, en las próximas semanas, i etapa 1.
las irás ampliando progresivamente a! resto del día.
Para evaluar tus progresos debes revisar tus registros de_ i 1) ¿He planificado cada día mis comidas y tentempiés con un
rqonitQrizaciam(véase el cuadro siguiente) al final de cada i horario regular? Recuerda, esto es de suma importancia en el
día y, también, continuar manteniendo dos sesiones de refi­ i programa ya que es muy poco probable que superes tus pro-
sión per semana en las cuales harás una revisión más a fondo ; blemas de ingesta compulsiva sin planificar de esta forma tus
y examinarás tus progresos a nivel más general. Además, a f : comidas. Aunque no sería conveniente seguir planificando
final de cada semana de seguimiento del programa, en un día fijo, i tus comidas de forma tan rígida para siempre, por ahora es
j importante que planifiques con antelación lo que vas a comer.
•Si quieres adquirir control sobre tu ingesta, es necesario que preveas
con antelación la posible aparición de un problema, m vez de permitir
c •JLista resumen para la revisión de la etapa 2 que te pille de improviso. Para ello, cada mañana •—o la noche an-
1 terior si lo prefieres—• debes planificar lo que comerás al día
¿He llevado el control? siguiente, tanto en las comidas como en los tentempiés, y'es­
¿Puedo mejorar mi control?
forzarte al máximo para seguir ese plan. De esta forma será
¿Están evidenciándose algunas pautas habituales de in­
terés en mi forma de alimentarme? más fácil que preveas los problemas que pueden surgir.
¿Estoy pesándome una vez por semana?
¿Planifico cada día comidas y tentempiés regulares? 2) ¿Estoy intentando evitar cualquier ingesta fuera de las co­
¿Intento restringir mi ingesta a las comidas y tentem­ midas planificadas? Lo repito, esto és^prímArdiárerTfil pro­
piés planificados? grama.
¿Omito algunas de mis comidas o tentempiés?
¿Los intervalos entre mis comidas o tentempiés no so­ 3) ¿Estoy saltándome alguna de. mis comidas o tentempiés?Es
brepasan las tres o cuatro horas? impórtame que no omitas ninguna comida o tentempié por­
¿Estoy comiendo entre mis comidas o tentempiés? que esto te haría vulnerable a comer compulsivamente.
¿Vuelvo al buen camino lo más pronto posible, en
cuanto me doy cuenta de que he comeüdo algún 4) ¿Los intervalos entre mis comidas y tentempiés no son más
error?
largos de tres o cuatro horas? Por la misma razón, los interva­
¿Adapto el horario de mis comidas y tentempiés para
acomodarlos a las situaciones especiales?
los entre las comidas y tentempiés no deben ser demasiado
largos; sólo muy excepcionalmente serán de más de tres o
cuatro horas.
222 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS COMER CON RE GULARIDAD . 223

5) ¿Eptgy_comiendo entre mis comidas y tentempiés? El obje­ Cuándo pasar a la etapa 3


tivo es restringir tu ingesta a las comidas planificadas. Si lo
consigues, tus registros de control reflejarán unos horarios La mayoría de personas necesitan perm anecer varias se­
regulares en tus comidas que coincidirán con la planifica­ manas en esta segunda etapa. Sin embargo, no necesitas espe­
ción previa, escrita en la parte superior del registro. rar hasta que tengas siete dias buenos consecutivos en una misma se­
Aunque estés evolucionando bien, lo más habituaren esta mana para pasar a la etapa siguiente. La etapa 3 te ayudará a
etapa es que sigas comiendo compulsivamente. No te desani­ fortalecer los objetivos de la etapa 2. Lo esencial es que seas capaz
mes por ello, lo importante^es que después de cada ingesta de dar una respuesta afirmativa a las ocho cuestiones que he­
compulsiva procures volver al buen camino tan pronto como mos planteado en el epígrafe anterior, en la revisión de la
sea posible. Una de las formas de volver al buen camino cuan­ etapa 2. Si todavía no puedes responderlas afirmativamente,
to antes es no saltarte la siguiente comida o tentempié, por­ debes releer la etapa 2 y permanecer en ella al menos otra
que esto te haría vulnerable a nuevas ingestas compulsivas. semana.
Si estás listo para cambiar de etapa, continúa con las ta­
6) ¿Estoy volviendo lo antes posible al buen camino cuando reas de las etapas 1 y 2 mientras empiezas a implernentar la
las cosas. andan nial? LasjDersanas con problemas de ingesta etapa 3.
compulsiva üenden a considerarle! día como una unidad, por
lo que cuando cometen algún fallo suelen considerarjque tie­
nen qin «día malo», siendo esto un_ajiaufistra,deLpensamien-
to todo-o-nada (véase el capítulo 4). Es importante que te
acostumbres a no desanimarte aunque cometas algún error
y que te esfuerces por retomar tu plan de tratamiento tan
pronto com o te sea posible, en vez de esperar al próximo día
para volver a emp^zarjphjiceirías cosas bien.

7) ¿Estgy ajustando el horario de mis comidas para adaptar­


lo a situaciones especiales? Tu patrón de alimentación ha de
ser lo suficientemente flexible para no tener problemas cuan­
do te encuentres con situaciones especiales como comer fue­
ra, vacaciones o días festivos. Examina tus registros diarios
para ver cuándo has afrontado alguna de estas circunstan­
cias y cómo las has manejado.

8) ¿Elstoy siguiendo los consejos relativos al vómito autoindu-


cidoy al abusb'de laxantesy diuréticos?Todas estas medidas ex­
tremas para intentar controlar el peso facilitan las ingestas
compulsivas, por lo que es esencial que las dejes siguiendo
las pautas que te hemos recomendado.
Etapa 3

ALTERNATIVAS A LOS ATRACONES

Una importante^habilidad que debes desarrollar es la de


resistirte al impulso de comer compulsivamente. En la etapa 2
has trabajado en ir habituándote a planificar tus comidas y
tentempiés con un horario adecuado y a cumplir después lo
planificado. A algunas personas les resulta fácil habituarse a
esas pautas de alimentación pero a otras les resulta bastante
226 UN PROGRAMA DE AUTO AYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS ALTERNATIVAS A LOS AT RACONES 227

difícil. Para ayudarte a controlar tu ingesta, sobre todo a no y, seguidamente, coge la tarjeta con la lista de actividades y reví­
comer entre tus comidas planificadas, puede ser de utilidad salasuna.por una. Por'ejemplo, son las siete de la tarde y es­
disponer de una serie de acdvidades alternativas. tás acabando de merendar. Piensas que has comido dema­
siado y estás tentado de empezar a comer compulsivamente.
Además te sientes alterado porque has tenido un día difícil y
CÓM O UTILIZAR LAS ACTIVIDADES ALTERNATIVAS no tienes nada planeado para la noche. Está claro que te en­
cuentras en una situación de riesgo. En esos momentos, si
Confecciona liria lista de actividades alternativas. Piensa en estás monitorizando adecuadamente serías muv consciente
tedas aquellas actividades que son incompatibles con comer de que está surgiendo un problema y empezarías a actuar
o que hacen muy difícil comer al tiempo que las realizas. Es- antes de que se complicase. Anotarías en el registro tu últi­
tas actividades pueden variar de una persona a otra, pero te ma comida, la merienda y, en la columna 6, añadirías algo
a\ \ ^ ’^ 'señ alam o s algunos ejemplos típicos: así como: «Siento que he comido demasiado, estoy alterado
/•■"A •' A, ii*- / y tengo bastantes horas por delante sin nada interesante que
K
- -o * Hacer ejercicio. Ejemplos: natación, marcha, bicicleta, hacer. Fuerte impulso a la ingesta compulsiva». ¿Qué debe­
¡,yV correr o hacer aeróbic. rías hacer en circunstancias como ésta?
y)-'' 'V * Sal.LLa..pasear con los niños. En este ejemplo habría dos problemas relacionados:' el
I):ar.temna ducha o un bañp. primero sería tu impulso a vomitar y, el segundo, el hecho de
■ vi Visitar o llamar por teléfono a ciertos amigos o familia­ no tener nada que hacer en las horas siguientes. Esta etapa
res, especialmente a alguno que te esté ..aytidanda-con del programa se centrará en el primero de esos problemas,
’ este_programa. aprendiendo a manejar el impulso a la ingesta compulsiva. //,/ f
Tocar un insü'umento musical. Algunas personas opinan La etapa 4 se centrará en el segundo.
que no pueden comer compulsivamente cuando suena Si quieres manejar con éxito el impulso a comer com­
pulsivamente, debes hacer'tres cosas: ’ ’ /VJ
cierto tipo de música porque aseguran que la atmóslera
y -:
no es la adecuada.
I. Ipejar que pase el tiempo. La urgencia de comer corii-
W,T,
Así pues, elabora una lista que sea adecuada para ti, te­ ^pulsivam ente disminuye un rato después; incluso media
hora puede ser suficiente para que el impulso disminuya ! tí
niendo en cuenta que son más útiles las actividades que im­
pliquen alguna clase de acción que aquellas más pasivas como lo suficiente como para resistirte a él con facilidad. Por
ver la televisión, y que, además, conviene que las acdvidades ello, necesitas emprender alguna actividad para distraer­
que elijas sean para d algo agradable y no una obligación. te mientras pasa ese tiempo.
\
2. jPonerte trabas para que te resulte difícil comer compul-
a ■ ¿\f Esg ibe tu lista de actividades alternativas en uña pequeña _.,V sivamente.
j tmjeia y llévala siempre contigo para que esté disponible y ^3. Realizar alguna actividad, a ser posible agradable.
• puedas consultarla en momentos de dificultad. •
Por tanto, sacarías tu lista de actividades alternativas y la
"I ’ Cuando sientas el impulso de comer fuera de lo planificado, revisarías. Si son las siete de la tarde y no tienes planes para
t anótalo inmediatamente en la columna 6 de tu registro de control las horas siguientes, ¿qué deberías hacer?.Supongamos que
228 UN PROCRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS ALTERNATIVAS A LOS ATRACO NES '229

decides dos cosas: primera hacer ejercicio ya que, aunque no Qué debes hacer
te apetece hacerlo, sabes que te sentirás mejor después y
que, además, mientras lo haces no sentirás la tentación de En esta etapa hay que em prender actividades alternativas
comer. Además, hacer ejercicio te ayudará a sentirte relaja­ cada vez que sientas el impulso de comer entre tus comidas
da. Pero, antes de empezarlo, también decides llamar a va­ planificadas o de seguir comiendo más de lo debido en éstas.
rios amigos y preguntar si alguno está libre para reunirte con Algunas veces tendrás éxito y otras no, pero con la práctica
él para tomar café. Así, primero llamas a los amigos que pre­ te resultará cada vez más fácil. Y, al igual que en las etapas an­
viamente tenías anotados en tu lista de actividades alternati­ teriores, sigue evaluando tus progresos en cada una de las se­
vas para ver si es posible quedar más tarde y, a conünuación, siones de revisión que realizas dos veces por semana.
empiezas a hacer ejercicio. Seguidamente te das una ducha-
y durante todo ese tiempo has sido muy consciente de que Esta etapa tiene dos objetivos principales: hacerte un experto 1
tienes prevista tu cena para las nueve de la noche. en detectar el impulso a la ingesta compulsiva tan pronto como te
Con una planificación parecida a ésta es probable que sea posible y convertirte en un experto en manejar ese impulso me\
seas capaz de resistir el impulso de comer compulsivamente. • diante la realización de actividades alternativas. /
Llamar a algún amigo sería una forma de distraerte y, con un
poco de suerte, te permitiría quedar con él y otros amigos R e v is a r l a e t a p a 3
más tarde. Hacer ejercicio y después tomar una ducha pue­
de ocupar tu tiempo y hacerte sentir mejor contigo mismo. En cada sesión de revisión debes estudiar tus registros de
Puede que al principio tengas la impresión de'que el im­ control y hacerte las siguientes preguntas, además de las que
pulso a la ingesta compulsiva tarda mucho tiempo en ceder ya hemos visto en las etapas 1 y 2 (véase el cuadro siguiente).
y desaparecer, pero notarás que disminuye más rápidamente
si emprendes alguna actividad alternativa. Finalmente desa­ 1) ¿He confeccionado una lista de actividades alternativas?
parecerá por completo o se hará tan débil que podrás igno­ Debes preparar una lista de actividades alternativas y llevarla
rarlo fácilmente. siempre contigo. Si quieres que sea útil cuando la necesites,
Al resistirte a ingerir cualquier alimento fuera de las co­ tendrás que tenerla a mano e irjrnodificándola en base a la
midas planificadas puede producirse un efecto negativo que experiencia ya que, en la práctica, puedes descubrir que al­
conviene tener en cuenta: los sentimientos y pensamientos gunas de las actividades anotadas en tu lista pueden resul­
desagradables que tendían a desencadenar algunas ingestas tarte útiles y otras no.
compulsivas pueden no ser fáciles de contrarrestar si dejas
de comer compulsivamente. Como resultado, algunas perso­ ¿Estoy anotando en el registro diario de alimentación, mis
nas pueden sentirse peor en algunas ocasiones, a pesar de impulsos a comer entre las 'comidas planificadas? Debes regis­
que comer compulsivamente con menor frecuencia mejora trar esos impulsos en la columna 6 de tu registro de control
su estado de ánimo a escala general. En la etapa 4 se explica ya que, si quieres lograr fo que te propones, es necesario que
cómo manejar esos desencadenantes. los anotes en el momento de experimentarlos, y no dejarlo
para después.,
-Observa los registros .diarios de alimentación que has
completado desde el inicio de la etapa 3, al objeto de recor-
’■i335Sa£&&8a6£

230 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PAR^ PERSONAS CON PROBLEMAS


ALTERNATIVAS A LOS ATRACO NES 231

pulsoJjLcomer entre tus comidas planificadas? Obviamente


L ista resumen para la revisión de la etapa 3
te beneficiarás de ellas sólo si las pones en práctica.
¿He llevado el control?
¿Puedo mejorar mi control? 4) ¿Puede mejorar laforma en que pongo en práctica las acti-
¿Están evidendándose'algtmas pautas-habituales de in­ vidades alternativas? Si lias intentado ponerlas en práctica,
terés en mi forma de alimentarme? ¿cómojtehajdo?, ¿empiezas a utilizarlas con la suficiente an­
Av, ¿Estoy pesándome una vez por semana? fitrió n ? , ¿utilizas una o más actividades de tu li§ta?, ¿qué ac-
l i \A/ JO ¿Planifico cada día comidas y tentempiés regulares? tívidades_te resultan útiles y cuáles no?, ¿has modificado tu
¿Intento restringir mi ingesta a las comidas y tentem­ lista de zxuerdo con ello? " -----------------
piés planificados?
¿Omito algunas de mis comidas o tentempiés? Recuerda también que debes completar tu registro-resumen
¿Los intervalos entre mis comidas o tentempiés no so­ cada semana. Clasifica como «día bueno» cualquier día en el
brepasan las tres o cuatro horas? cual has monitorizado exactamente, como se describe en la
¿Estoy comiendo entre mis comidas o tentempiés?
etapa 1; has hecho todo lo posible para seguir'tu patrón pla­
¿Vuelvo al buen camino lo más pronto posible, en
cuanto me doy cuenta de que he cometido algún nificado de comidas (hayas comido compulsivamente o no)
error? • como se describe en la etapa 2, y has utilizado tu lista de' ac­
¿Adapto el horario de mis comidas y .tentempiés para tividades alternativas para manejar cualquier impulso a co­
acomodarlos a las situaciones especiales? mer indebidamente como se describe en esta etapa.
¿Sigo los consejos reladvos a los vómitos autoinducidos
y al abuso de laxantes y diuréticos?
¿He confeccionado una lista de actividades alternativas? Cuándo rasar a la etapa siguiente
¿Anoto en el registro diario de alimentación los impul­
sos a comer entre mis comidas planificadas? Es imposible especificar cuánto tiempo debes pasar en
> Cuando la oportunidad lo requiere, ¿estoy utilizando esta etapa ya que, en po.rte, dependerá de que hayas tenido
mi lista de actividades alternativas? oportunidades para practicar actividades alternativas. Si tu
> ¿Puedo mejorar la forma en que llevo a cabo las activi­
revisión indica que has sentido impulsos de comer fuera de
dades alternativas?
tus comidas planificadas y no los has manejado con éxito, de­
bes permanecer aún en la etapa 3. Como hemos remarcado
antes, la utilización eficaz de las actividades alternativas re-
dar si has sentido impulsos de comer entre las comidas pla­
<íuj£L?,.-P_r.:A t*ca' E;i importante que aproveches cualquier
nificadas. ¿Los anotaste en el momento en que ocurrieion? oportunidad” para llevarlas a cabo.
Ten en cuenta que si has estado comiendo en horas diferen-
tes a las que tenías planificadas puede ser como resultado de
ese tipo de impulsos..

3) ¿Estoy utilizando mi lista de actividades alternativos cuan­


do surge la oportunidad? ¿Utilizas esa lista cuando sientes el im
Etapa 4

R E SO L U C IÓ N DE PROBLEMAS Y REVISIÓN

Las ingestas compulsivas no suelen darse por azar. Como £


describíamos en el capítulo 1, muchas vecesse desencade- j
nan a pardr de sucesos o circunstancias desagradables. Quie- [
nes comen de forma compulsiva denden a ser pardcular- |
mente propensos a hacerlo en momentos de estrés. Por |
234 UN PROGRAMA DE AUTO AYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS R E S O L U C IÓ N DE PROBLEMAS Y REVISIÓN
235

tanto, es importante que desarrolles habilidades para manejar esos


protim as de. la vida (liaría que, si no se controlan, podrían desen­ L o s SEIS PASOS PARA UNA EFICAZ SOLUCIÓN
cadenar ingestas compulsivas. Éste es el objetivo de la etapa 4. DE PROBLEMAS
¿Cpmes_compulsivamente como respuesta a ciertos pro­
blemas? Para responder a esta pregunta necesitas revisar tus Paso 1. Identificar ei problema tan pronto como sea po­
registros de control y consideradlas circunstancias en las que sible.
comes compulsivamente. Si .observas que las ingestas com­ Paso 2. Especificar cuál es exactamente el problema.
pulsivas suelen estar desencadenadas por acontecimientos Paso 3. Considerar todas las soluciones posibles.
Paso 4. Pensar en las consecuencias de cada solución.
externos, es necesario que domines la técnica de resolución
Paso 5. Elegir la mejor solución o combinación de solu-
de_problemas (también llamada técnica de solución de pro­ ciones.
blemas) . Incluso aunque tus ingestas compulsivas no suelan Paso 6. Ponerla en práctica.
desencadenarse por problemas externos, la mayoría de per­
sonas opinan que las habilidades para solucionar problemas Después, revisar todo el proceso para la solución de pro­
son útiles en muchas áreas y, por tanto, conseguirlas sólo blemas.
puede mejorar tu vida.

^ S H las vecés descubrirás que se trata de másjle un pro-


'^S olución de problemas J b^IÜ^; Cuando éste sea el caso, tenlo en cuenta y considera
cómo abordar cada uno de ellos, ya que sus soluciones pue­
Cómo solucionar problemas den ser diferentes.

Una eficiente solución de problemas requtepeseis pasos: . Paso.2. Aislar el problema de fonna adecuada. Descubrir la
verdadera naturaleza de un problema es esencial para hallar
Paso 1. Identífimrel problema tan pronto como sea posible. De­ la solución correcta. En el ejemplo citado (págs. 225-228),
tectar los problemas en su inicio ajnida^c^nseguir,que. no te Pue¿£LlLegar a pensar que el problema es el impulso de co-
superen. Siguiendo con el ejemplo de la etapa 3 (págs. 225- mer compulsivamente,.pero lo cierto es que ese impulso es
228), deberías haber detectado el problema —estar alterado y ¡u .reacción ante el verdadero problema, que consistiría en
no tener nada que hacer en las próximas horas— durante la que te sientes alterado y no tienes nada que hacer en las ho­
sobremesa, al pensar qué harías después. Si no ha sido asi, ras siguientes. Por tanto, el problema sería: «Estoy alterado y
como segunda opción, lo mejor hubiese sido detectar el p r» no tengo nada que hacer en las próximas horas».
blem ajo antes posible, por ejemplo, al terminar tu merienda.
Si prestas atención, puedes detectar algún indicio de que Paso 3. Considerar tantas soluciones como sean posibles. In-
está surgiendo un problema; por ejemplo, tal vez te siente tenta pensar en todas las opciones posibles sin autocensu-
agobiado o empiezas a notar el impulso de comer compulsi rarte eh esta etapa, ya que si manejas todas las posibles op-
vamente. El impulso de conten compulsivamente es, por lo general, clones s£ S J B á s ,.Probable que encuentres u n a .solución
una señal segura de- que existe un problema; por tanto, cuan o acertada. Volviendo a nuestro ejemplo, podrías considerar
percibas ese impulso debes buscar el problema subyacen las siguientes opciones:
RE SOLUC1ÓN DE PROBLEMAS Y REVISIÓN 237
236 UN PROGRAMA DE AU T O AYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

® Ver la televisión' cadenar que acabe comprándome comida y comiéndo-,.


mela compulsivamente. No es una buena idea.
e Irte a dorm ir
• Salir a correr
» Llamar a algunos amigos y ver si están libres Paso 5. Elegir la mejor solución o combinación de soluciones.
« Limpiar la casa Elegir la m ejor opción a m enudo no es difícil. Si has en­
• Salir a dar una vuelta con el coche contrado una serie de soluciones potenciales / has analiza­
do cuidadosamente sus implicaciones, la mejor solución o
Paso 4. Piensa en las implicaciones de cada solución. Siguien­ combinación de soluciones suele resultar obvia.
do con nuestro ejemplo, veamos.las posibles consecuencias Volviendo a nuestro ejemplo, podrías decidir que llamar
de adoptar cada una de esas opciones: a algunos amigos y hacer ejercicio son las mejores solucio­
nes. Éstas son las actividades alternativas que fueron elegidas
o Ver la televisión. Esta no es muy buena idea porque no en nuestro ejemplo de la etapa 3 del programa. Cuando te
hacen nada interesante y, por tanto, me aburriré, lo que ocurra algo así, es probable que sean particularmente eficaces.
aum entará el riesgo de que coma compulsivamente,
a Irme a dormir. Tampoco es una buena idea. Así es como Paso 6. Poner en práctica la solución elegida. El último paso
suelo reaccionar cuando me siento mal, pero no resuel­ consiste en actuar, aunque tampoco se trata de aplicar rígi­
ve nada. Me siento aún peor porque empiezo a auto- damente la solución elegida. Si compruebas que no resulta-
compadecerme y a sentirme culpable y finalmente me le­ adecuada, el resto'de opciones que has considerado en los
vanto y me doy un atracón. pasos 3 y 4 del proceso de solución de problemas pueden
® Ir a correr. Ésta es una buena idea en principio, pero ofrecerte otras opciones útiles.
dado mi peso actual, no lo paso bien corriendo porque
me canso y me veo con un aspecto horrible. Supongo Revisión del proceso. Para llegar a resolver eficazmente
que en vez de correr podría dar una caminata rápida que problemas hay que dar un último paso que es crucial: revisar
también me ayudaría a desahogarme y a senürme bien después todo el proceso de solución de problemas, usualmente al
por haber hecho ejercicio. día siguiente, para ver si podrías haberlo hecho mejor en algún as­
a Llamar a algunos amigos para ver si están libres. Esto tam­ pecto. Es importante destacar que la cuestión no es si llegas­
poco es una mala idea. Cuando me siento de esta forma, te a solucionar el problema concreto, aunque esto también
tiendo a aislarme, pero si alguien me llama suelo animar­ es importante, sino más bien si el proceso de solución de
me, especialmente si podemos quedar para salir. ¿Por qué problemas podría haberse mejorado. Puede ser que solucio­
tengo que esperar a que me llamen? Yo también puedo nases el problem a concreto, pero que no llevases el proce­
llamarles. Si están ocupados, pueden decírmelo, so de resolución de problemas de la mejor m anera posible
o Limpiar la casa. La verdad es que el apartamento necesi­ —por ejemplo, si has pensado en una sola solución y la has
ta una limpieza, pero estoy cansado y ya es tarde; además, llevado a cabo—. Aunque esto puede considerarse un éxito,
no tengo por qué hacer cosas «productivas» constante­ es una forma de ver las cosas a corto plazo. Es importante re­
mente. . cordar que el objetivo es llegar a ser capaz de solucionar eficazmente
9 Dar una vuelta en el coche. Esto puede.ser arriesgado ya jos.problemas en general; y tener esa habilidad siempre a punto para
que conducir sin rumbo fijo dando vueltas puede desen- manejar futuras dificultades. Para ello tienes que habituarte a
238 UN PROCRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y REVISIÓN 239

seguir Jos seis pasos indicados en la técnica de solución de cuando surja un problema debes escribir .«problema» en la
problemas. columna 6 y describir al dorso los seis pasos que has seguido.
Volviendo a nuestro ejemplo, supongamos que primero Anota también lo que descubras en la revisión que lleves a
telefoneaste a tres amigos: uno con el que no hablabas desde cabqraLdia^siguiente. Las figuras 21 y 22 muestran el registro
hace tiempo, y dos con los que no has perdido contacto. Nin­ diario de alimentación que ilustra el ejemplo al que nos he­
guno está libre para quedar en ese momento, pero te pones mos estado refiriendo.
al corriente de las novedades más recientes y acordáis quedar
la próxima semana o la otra. Por tanto, te fuerzas a ti mismo
para salir fuera de casa a hacer ejercicio caminando rápido R e v is a r l a e t a p a 4

y lo haces durante cuarenta y cinco minutos aproximadamen­


te. Esto hace que te sientas cansado, pero también mucho De ahora en adelante deberás evaluar también tus pro­
mejor que antes: te sientes más sano y más feliz, y el impulso a gresos en la solución de problemas en cada sesión de revi­
comer compulsivamente ha desaparecido. A continuación te sión. Pregúntate las siguientes cuestiones, además de las de
das una larga ducha y por entonces son ya las nueve y cuarto, las etapas 1, 2 y 3 (véase el cuadro de la página 243).
que es la hora de tomar tu cena planificada. Tras la cena de­
cides ver la televisión durante una hora, aunque no haya nada 1) ¿Estoy solucimando problemas con la suficientefrecuencia?
interesante, y después irte temprano a dormir, y así lo haces. Es importante detectar cualquier oportunidad en que pue­
Al día siguiente revisas tu forma de solucionar los pro­ das utilizar las habilidades de solución de problemas, tanto
blemas. Consideras los diferentes pasos uno a uno. Piensas si el problema puede llevarte a una ingesta compulsiva cómo si
que podías haber identificado antes el problema. Revisán­ no. Cualqujej.prqblema, por trivial que sea, puede suponer
dolo llegas a la conclusión de que habría sido perfectamen­ una ocasiómpara-adqu-trir esta habilidad.
te posible detectar el problema por la tarde, antes de salir Puedes pensar que la solución de problemas es algo
del trabajo. Por lo demás, has manejado los otros cinco pa­ aburrido o absurdo y que no es tu estilo, pero te aseguro
sos bastante bien. Esto te lleva a concluir que puedes hacer que es un esfuerzo que merece la pena y no tendrás, que
algo en este tipo de situaciones en las que, antes de seguir el continu,ar_pxacticándolo indefinidam ente. Muchas perso­
programa, simplemente hubieses comido compulsivamente nas quejlan^sorprendidas de lo útil que resulta esta técnica
y con ello te hubieses sentido aún peor. v, algunas^jromjnúan utilizándola mucho después de ha­
ber solucionado sus problemas de alimentación, m ientras
que otras la abandonan cuando llegan a la conclusión de
¿Qué debes hacer? que ya no la necesitan. En cualquier caso, por ahora, es
im portante que practiques la técnica de solución de pro­
Practica la solución de problemas. Desde ahora en ade­ blemas.
lante, presta atención a tus problemas y, cada vez que identi­
fiques uno, pon en m archa Ios-seis pasos indicados. Al día si­ 2) Cuandopractico esta técnica, ¿la llevo a cabo de forma
guiente revisa-todo el proceso. adecuada? Es importante que sigas los seis pasos. Te reco­
Tara obtener la máxima utilidad de esta técnica debes miendo firmemente que escribas cada paso en el dorso de
utilizar también los registros diarios de alimentación. Asi tu registro de control porque hacerlo así te ayudará a pensar
AUTUAYUUA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS RESOLUCI ÓN DE PROBLEMAS Y REVJSIÓN 2 41
x*± u UN r K U u K.A (VIA U L

Pi)ayuno 8.30 h
Almuerzo 11 h ;. -
Comida lA-.3 0 h
Merienda 18 h 2 . - No tengo naba gue hacer las próximas horas y estoy
alterada.
LuneS Cena 21h Fecha:. *M ™vic™b.F‘.

Lugar * \ /L Contexto y comentarios - ver la television - llamar a amigos


Hora Comida y bebida consumidas
- acostarme - lim piar la casa
Cocina - correr - dar una vuelta en coche
8 .3 0 Café. Un bol de cereales

Trabajo Muy ocupada en el f.- Veiteleyiíión no hacen nada interesante, peligro


n Café
trabajo. PemaSÍadaS Acoítakme hará gue me sienta peor
cosal gue hacer. COKZEK demasiado duro; pero puedo andar
Tendré gue almorzar rápido; bonita noche...; me desa­
algo. hogaré
Llamak a AMIBOS buena idea; debo hacerlo
Cafetería Agotada, demasiado LlMVlAK LA CAÍA no es el momento, el dia ha sido ya
2 .3 0 Sopa. Tostada de pan
estrés bastante malo
integral, naranja,
café. Una chocolatina CoNeuat inútil y arriesgado

Sobras de ayer. $. - llamar a amigos, después hacer ejercicio


18 Una ración enorme de
ensalada, lasaña y patatas He comido demasiado.
Estoy eltrelada y
tengo mucho tiempo REVISIÓN: Fodía haber detectado antes el problema,
por delante. al mediodía.
Fuerte impulso al For lo demás bien para ser la primera vez.
atracón. He evitado una ingesta compulsiva segura.
Andar rápido es una buena idea. Pebo hacerlo
FROBLEMA
más<a menudo.
Solución: Llamar a
amigos. Ejercicio.

21 Bol de ensalada de frutas Sobral de ayer.


Me acuesto temprano.

Figura 2 1 . U n r e g istr o d ia rio d e a lim e n ta c ió n q u e refleja F igura 2 2 . E l d o rso d e u n registro m u estra u n in t e n to


u n « p ro b le m a » . - d e s o lu c ió n d e p r o b le m a s llev a d o a c a b o c o n é x ito .
242 UN PROGRAMA DE AUTOAYTJDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y REVISIÓN 243

con mayor-claridad y también te será útil en la revisión pos­


terior.
L ista resumen para la revisión de la etapa 4
3) ¿Reviso al día siguiente mi solución de problemas? Revisar • ¿He llevado el control?
la solución de problemas es crucial para adquirir esta habili­ • ¿Puedo mejorar mi control?
dad. Es importante-recordar que lom ás'im portante no es si • ¿Están evidenciándose algunas pautas habituales de in­
el problema concreto se solucionó o no (aunque es de espe­ terés en mi forma de alimentarme?
rar que se resuelva) sino más bien si seguiste los seis pasos de • ¿Estoy pesándome una vez por semana?
la mejor forma posible. ¿Podrías haber mejorado tu solución • ¿Planifico cada día comidas y tentempiés regulares?
de pro-biemas-emalgún aspecto? • ¿Intento restringir mi ingesta a las comidas y tentem­
piés planificados?
No olvides continuar completando tu registro-resumen cada se­ • ¿Omito algunas de mis comidas o tentempiés?
mana. Lo necesitarás para hacer la revisión del progreso, que • ¿Los intervalos entre mis comidas o tentempiés no so­
brepasan las tres o cuatro horas?
es el siguiente paso de esta etapa 4. • ¿Estoy comiendo entre mis comidas o tentempiés?
Clasifica como «día bueno» cualquier día en el cual ha­ • ¿Vuelvo al buen camino lo más pronto posible, en
yas monitorizado con exactitud, como describimos en la eta­ cuanto me doy cuenta de que he cometido algún
pa 1; has hecho lo máximo posible para seguir tu patrón de error?
alim entación planificado —hayas comido compulsivamen­ • ¿Adapto el horario de mis comidas y tentempiés para
te o no-—, como indicamos en la etapa 2; has usado tu lista acomodarlos a las situaciones especiales?
de actividades alternativas para manejar el impulso a comer • ¿Sigo los consejos relativos a los vómitos autoinducidos
indebidam ente, como se describe en la etapa 3; y has practi­ y al abuso de laxantes y diuréticos?
cado la solución de problemas cada vez que has tenido opor­ o ¿He confeccionado una lista de actividades alterna­
tunidad, tal como hemos descrito en esta etapa. tivas?
• ¿.Anoto en el registro diario de alimentación los impul­
sos a comer entre mis comidas planificadas?
• Cuando la oportunidad lo requiere, ¿estoy utilizando
Cuándo avanzar a la siguiente etapa mi lista de actividades alternativas?
• ¿Puedo mejorar la forma en que llevo a cabo las activi­
Como ocurría en otras etapas anteriores, no es posible dades alternadvas?
darte unas pautas exactas de cuándo cambiar ya que de­ ® ¿Estoy utilizando suficientemente la técnica de solu­
penderá, en parte, de que hayas tenido más o menos opor­ ción de problemas?
tunidades para practicar las habilidades para solucionar • Cuando la utilizo, ¿lo hago adecuadamente?
problemas. Recuerda que cualquier problema se puede apro­ • ¿Estoy revisando la solución de problemas al día siguiente?
vechar para practicar, no sólo aquellos que suelen desenca­
denar ingestas compulsivas.
244 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS RESOLUCI ÓN DE PROBLEMAS Y REVISIÓN 245

R evisar el progreso tu deseo de cambiar •—quizá te parece que supone demasia­


do esfuerzo o que no es el momento adecuado para hacer­
En este punto del programa, debes volver tu vista atrás y lo— puede ser mejor dejarlo por ahora. Siempre lo puedes
revisar detalladamente tus progresos. Para hacer esto necesi­ retomar en otro momento.
tarás tu registro-resumen.

Cambios en el peso
¿Me está ayudando el programa?
A estas alturas, también debes tener claro qué está ocu­
A estas alturas, si el programa te esta siendo útil, ya deberías rriendo con tu peso. La mayoría de la gente encuentra que
notar señales claras de que te está beneficiando. Lo más probable se han producido cambios escasos o nulos, aunque pueden
es que se dé uno de los tres resultados siguientes. Observa haber fluctuaciones de una semana a otra.
cuál puede aplicarse a tu caso. Si lu peso ha disminuido más de 2,5 kilos es importante
comprobar que no estés ahora por debajo de tu peso desea­
Resultado 1. Si la frecuencia de tus ingestas compulsivas ble (véase la tabla 8, en la introducción de la segunda p arte).
ha disminuido claramente (y, si es el caso, también los vómi­ Si es así, consulta a tu médico, explícale lo que has estado
tos y/o el uso de laxantes o diuréticos), debes continuar con haciendo y sigue sus consejos. Debes considerar si estás per­
el programa. Hay indicios prometedores y eso significa que diendo peso porque estás comiendo demasiado poco en tus
lo estás haciendo bien. comidas y tentempiés. Este es un problema potencial que di­
ficultaría tus progresos y que se explica detalladamente en la
Resiíltado 2. Si estás haciendo todo lo posible para seguir etapa 5.
el programa —-un buen indicador es el número de «días Si tu peso se ha incrementado en más de 2,5 kilos, necesitas com­
buenos» que has logrado cada semana— pero, pese a se­ probar si se debe a que te estás recuperando por haber tenido
guirlo correctamente, la frecuencia de tus ingestas compul­ anteriormente un peso inferior al deseable o si, realmente,
sivas no ha cambiado significativamente, el programa no es nenes sobrepeso. Por lo que se refiere a la primera posibili­
eficaz para ti. Por tanto, debes considerar seriamente la po­ dad, puedes haber iniciado el programa con un peso bajo en
sibilidad de buscar ayuda externa. comparación con tu peso natural y ahora que estás empe­
zando a comer más saludablemente tu peso está retom ando
Resultado 3. Si no estás mejorando en cuanto a la regula- a su nivel natural. Si es éste tu caso, se trataría de una ten­
rización de tus problemas de alimentación, pero observas dencia saludable, aunque puedas encontrar difícil tolerarlo.
que no estás siguiendo el programa tan bien como podrías, Recuerda que, por ahora, b mejor que puedes hacer es concentrar
necesitas cuestionarte tu motivación y tu grado de compro­ tus esfuerzos en superar tu tendencia a córner compulsivamente y
miso para cambiar. Sería una buena idea releer la sección aceptar cualquier cambio que se produzca en el peso. Como expli­
«¿Por qué cambiar?» del principio de la segunda parte. Si cábamos antes, si haces esto tu peso se aproximará gradual­
decides que realmente quieres cambiar, debes considerar se­ mente hacia su nivel natural, el cual puede ser más bajo, más
riamente el empezar de nuevo el programa, quizá después alto o, con mayor probabilidad, el mismo que solías tener. Y
de un breve descanso. Si, por el contrario, no estás seguro de éste es el peso que deberías aceptar, porque luchar contra él
246 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARÁ PERSONAS CON PROBLEMAS

significaría una lucha inacabable contra tu biología, una lu­


cha que nunca podrás ganar.
La segunda posibilidad es si tu peso se ha increm enta­
do hasta el punto de alcanzar lo que médicamente hablando
se denom ina «sobrepeso». El apéndice II explica cómo com­ Etapa 5
probarlo y te da una serie de consejos que puedes seguir, si
éste fuese tu caso.
DIETAS Y OTRAS FORMAS RELACIONADAS
DE EVITAR COMIDAS

Etapa t: el inicio
- Autocontrol
- Pesarse semanalmente

Etapa 2: comer con regularidad


- Establecer un patrón de alimentación regular
- Abandonar los vómitos y el abuso de laxantes y diuréticos
i
Etapa 3: alternativas a los atracones
- Actividades alternativas sustitutorias

Etana 4: resolución de problemas v revisión


- Practicar la resolución de problemas
- Revisar el progreso que has logrado
l
Etapa 5: dietas v formas relacionadas de evitar comidas
;v •. . , - Eliminar las tres formas de hacer dieta m -
i • -• - Superar otras formas de evitar comidas A

Flana fi: ¡ oué hacer ahora?


- Cómo prevenir recaídas
- Cómo manejar otros problemas

A estas alturas, tu problema con la ingesta compulsiva


debería mostrar signos definitivos de mejoría. Introducir el
patrón de alimentación regular (etapa 2) debería haber pro­
ducido el efecto de desplazar a la ingesta compulsiva. Resis­
tirte al impulso a comer compulsivamente mediante la reali-
DIETAS Y OTRAS FORMAS RELACIONADAS DE EVITAR COMIDAS : 249
248 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

zación de-actividades alternativas (etapa 3) debería haber­ tipos de comida que crees que engordan? ¿Procuras li­
te ayudado a reducir más aún su frecuencia, y la solución de mitar la cantidad total de comida, m anteniéndote por
problemas (etapa 4) debería ayudarte a eliminar las ingestas debajo de un límite calórico? Y, lo más importante, ¿es­
compulsivas desencadenadas por tus dificultades o proble­ tás llevando la dieta con una actitud de todo-o-nada, de
mas cotidianos. tal forma que si rompes tu dieta te rindes y caes en la in­
Para progresar aún más y para mantener estos progresos gesta compulsiva?
necesitas superar cualquier factor de vulnerabilidad para la 2. ¿Qué es lo que tiende a desencadenar tus ingestas com­
ingesta compulsiva. Si tus ingestas compulsivas se desencade­ pulsivas? ¿Suelen desencadenarse por tus fracasos en se­
nan principalmente por el estrés, la solución de problemas guir tus reglas dietéticas autoimpuestas? Por ejemplo, tus
añadida al hábito de comer a intervalos regulares y a la utili­ ingestas compulsivas, ¿son el resultado de comer más de
zación de actividades alternativas puede ser suficiente para lo que crees que debes comer o de comer alimentos que
mantenerlas a raya. Pero hay que eliminar también uno de te prohíbes?
los principales desencadenantes y mantenedores de la inges­
ta compulsiva: las dietas. SQu_respuesta._3vestas preguntas es afirmativa, es esencial
v>, L/ En el capítulo 4 se describen tresJbrmas.de hacer dieta: que,dejes de hacer dieta de la forma en que la haces. De otro
'p.y ngingerir alimentos durante largos períodos de tiempo, res- modo, seguirás con propensión a comer compulsivamente.
tringir:1a. cantidad de comida ingerida y evitar ciertos tipos
de comida. Las tres son comunes entre quienes tienden a las
ingestas compulsivas y todas ellas tienden a provocarlas. Esto CÓMOJDEJAR LA DIETA ESTRICTA
es particularmente cierto si la dieta es estricta, es decir, go­
bernada por reglas muy específicas que tienden a ser aplica­ Los tres tipos de dieta requieren tres aproximaciones di­
das en forma de todo-o-nada. Las personas que hacen dietas ferentes para dejarlas. Las consideraremos una a una.
esuictas tienden a imponerse a sí mismas una serie de re­
g la s t e té ticas'muy exigentes y responden a cualquier infrac­
ción de esas reglas abandonando la dieta y cayendo en un Intentar no comer durante largos períodos de tiempo
episodio de sobreingesta. Como resultado, alternan entre la
dieta y las ingestas compulsivas, y cada uno de los cuadros Al establecer un patrón de alimentación regular en la
provoca la aparición del otro. etapa 2, ya habrás tomado medidas para eliminar esta con­
Para determ inar si estás haciendo una dieta estricta, revi- ducta: si solías intentar no comer durante largos períodos de
sa tus registros de control para encontrar respuestas a los dos tiempo, es esencial que te habitúes a comer a intervalos re­
n ífr. ,í¿ gulares durante el día, aunque es importante que seas flexi­
grupos de preguntas siguientes:
r ble; el patrón de alimentación recomendado no tiene que
L Í já/L ' ser algo rígido, supone sólo unas pautas generales.
¿Qué comes fuera de tus ingestas compulsivas? ¿Estás
restringiendo a propósito lo que comes? Si esto es así,
¿cuál es el tipo de dieta que haces? ¿Intentas seguir un
(,régimen especial, como el de mantenerte sin comer du­
dante largos períodos de tiempo o evitar determinados
250 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON P R OB LE M AS' DIETAS Y OTRAS FORMAS RE LA CIONADAS DE EVITAR CO M IDAS 251

Intentar restringir la cantidad de comida ingerida Intentar evitar ciertos tipos de comida

La tendencia a reducir la cantidad de comida —por Es especialmente importante dejar esta forma de hacer
ejemplo, marcándote un límite calórico— debe ser cambia­ dieta, ya que es muy probable que lleve a quienes la siguen a
da por dos razones. La primera es que esta restricción dieté­ la ingesta compulsiva. Evitar ciertos alimentos —y muchas
tica es a m enudo tan extrema que inevitablemente facilita la veces una gran parte de ellos— lleva a una dieta muy res­
ingesta compu[siva_como resultado de las presiones fisiológi- tringida, que hace que la persona se sienta frustrada y, por
■ cas para comer; de hecho, cualquier..dieta.que suponga co- supuesto, comer alguno de esos alimejUos-tq>rolúbkÍQS>> es
me.r 1.200 calorías al-día, o menos,.produce ese efecto. La se­ upo de los desencadenantes más frecuentes de las ingestas
gunda razón para dejarla es que es.ta_forma de hacer dieta compulsivas. " " “
supone que te.exiges metas dietéücas muy estrictas)', cuando T urpriñcipio, esta forma de evitar ciertas comidas es la
no las alcanzas; caes fácilmente en la ingesta compulsiva. Por más fácil de superar, ya que todo lo que hay que hacer es,
ejemplo, comer cualquier cosa que sobrepase las 1.200 calo­ introducir esas comidas en tu dieta. Pero en la práctica, mu­
rías al día, representará un fracaso para alguien que se exige chas veces, esto es más fácil de decir que de hacer. Por ejem­
l\ seguir una dieta de 1.200 calorías. plo, puedes haberte acostumbrado a no comer ciertas comi
v V ■ Para abandonar esta forma de hacer dieta, deberías de­ das sin ser siquiera consciente de que jas estás evitando. Por
cidir prim ero si hay alguna necesidad de restringir tu inges­ tanto, el primer paso será identificar cualquier comida que
ta calórica. Para la m^ona^j^perwn^£on^prob]f^s de^ngesia te estés prohibiemdoLLámreTor forma de hacer esto puede
compulsiva no es necesario hacer dieta; es más, suele ser contra­ parecer un poco rara, pero es muy eficaz: se tratajje ir a un
producente hacerla porque la dieta les hace vulnerables a la supermercado, que tenga la mayor variedad posible de mar­
ingesta com pulsiva^sTcbm'es compulsrvamlmté y tienes so­ cas y tipos de comidas, y daxjinajzuelta por sus pasillos escri­
brepeso, véase el apéndice II). Si asumes que no existe una biendo en un cuaderno (¡otros compradores pensarán que
buena razón para hacer dieta deberías intentar dejarla; tam­ eres un empleado!) todas las comidas que te gustan pero
bién intentar no reslriñgir la cantidad global de comida que que eres reacio ajsomerjpor el efecto que puedan tener en
ingieres y, si éste es tu caso, dejar de contabilizar las calorías. tu peso o figura, o porque piensas que comerlas podría de­
Paradójicamente, esto pued&iiai^&iiiajgsultaBblíue comas sencadenar-una-ingesta compulsiva. Después, en casa, orga­
menos, porque estarás menos predispuesto a comer com­ niza esta lista de comi-d-as.-—que a menudo condene cuaren­
pulsivamente. ~ ta o más puntos— en tres o cuatro grupos, según el grado de
SPéstas;preocupado _porque puedes comer en exceso si dificultad que tengas para introducirlas en tu dieta.
dejas de hacer dieta, puedes necesitar unas pautas para de­ El siguiente paso es incorporar gradualmente esos ali­
terminar lo que es una cantidad de comida «normal». Como mentos a tu dieta, incluyéndolos en tus comidas y tentem­
mencionábamos en la etapa 2, puedes identificar a personas piés planificados. Debes hacer esto sólo en los días, en que te
de tu sexo de p arecida edad y ver qué es lo que comen, pue­ sientas más controlado, porque de otra forma s ^ podría de-
des seguir los consejos de la comida envasada o de las recetas sencadenar una ingesta compulsiva. Empieza por introducir
culinarias. También te puede resultar útil seguir los consejos aliment-os del grupo más fácil y céntrate en ellos durante un
de un amigo o familiar que esté ayudándote a llevar el pro-' par de semañas(T)espués, cambias.al siguiente grupo y así su­
grama. cesivamente. En seis u ocho semanas deberías haber incor-
252 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS DIETAS Y OTRAS FORMAS RELACIONADAS DE EVITAR COMIDAS 253

pontdojodos los tipos de alimentos que antes evitabas en tu CÓMO MANEJAR OTRAS FORMAS DE EVITACIÓN
dieta. Generalmente no importa la cantidadjque comas, in­ RELACIONADAS CON LA INGESTA
cluso un poco bastará. TcTque~suelef desencadenar las in-
gestas compulsivas es la idea de haber probado la comida La mayoría de las formas de hacer dieta son, en esencia,
«prohibida», más que la canü~dad_i5geriria-.---- evitar comidas que influyen en la apariencia o en el peso.
Algunas personas encuentran fácil ^hacerlo, pero otras Pero muchas personas con problemas de ingesta compulsiva
jio . En cualquier caso hayjque practicar reiteradamente. De­ evitan otras situaciones relacionadas con las comidas y esto
bes seguir introduciendo esas comidás~en~HTHieta hasta que también puede mantener los problemas. Dos ejemplos co­
ya no te resulte difícil. Podrás dejar de hacerlo cuando comer esas munes son evitar comer con otras personas y evitar ingerir
comidas que evitabas no te cree mucha inquietud: así, si noestás evi- comidas cuando^ñb^és'táilegurcTde su c¿fílemelo calórico.
tand&rúngunacomida, será mucho menos probable que comas com­ PdralxPperar hL problema de ingesta compulsiva, es importante
pulsivamente. que afrontesjiodasJasJjmjnas^e^emlacign relacionadas con la in­
Por supuesto, seguir estos consejos incluye que consu­ gesta. En prim er lugar séjconsciente de qué situaciones estás
mas comidas que puedes considerar que engordan o que no evitando. Puede ayudarte el preguntarte si existen situacio­
son saludables. Es importante que perseveres en ello. Nin­ nes relacionadas con la comida que te crean ansiedad y que
guna comida_«engorda» en sí misma, dependerá de la canti­ tiendes a evitar. Si es así, es necesario que las afrontes. La for­
dad que ingieras, e introducir las comidas que evitabas en tu ma de abordar esas situaciones que te provocan ansiedad es,
dieta fortalecerá tu control sobre la ingesta, ya que hará que en principio, la misma que has utilizado para afrontar la evi­
seas menos propenso a la ingesta compulsiva. En cuanto a tación de comidas. Se trata de elaborar un„pla_njde.exposi­
las comidas poco saludabIeI,"dstaTGá'fdl¡uEes preferible con­ ción gradual para introducirte en ellas de forma que no te
sumirlas' con moderación y en pequeñas cantidades que de causen un estrés indebido. Por ejemplo, para superarju an­
forma incontrolada. siedad ál comer con otras personas, puedes establecer los si­
Una cuesüón qüe merece la pena destacar es que nojerá mulen tes'oBjeGvos'graduales:
necesario que sigas consumiendo estas comidas para siem­
1. Comer en casa con el amigo o familiar que está ayudán-
pre._Tan pronto como el hacerl6^qe''de~gésencaagHar el
dote~efr~el programa.
estado de ansiedad sería razonable reducir esos alimentos
2. Comer en un restaurante en el que te sientas seguro y
que sabemos que son poco saludables (grasas o carbohidra­
con esa p ersonaje
tos simples, véase el apéndice II y las «Lecturas complemen­
3. Comer en un restaurante en el que te sientes seguro con
tarias»), aunque sería mejor no excluirlas del todo. A largo
otra persona con la cual también te sientes cómodo.
plazo deberías ser capaz de comer de todo en algunas oca­
4. Comer en un restaurante agradable con personas que
siones, y no prohibirte ningún tipo de alimento de forma
suelen ponerte nervioso (por ejemplo, tus padres).
rígida.
5. Comer en un ambiente en el que sueles senúrte insegu­
ro con personas que te suelen poner hervioso (por ejem­
plo, en casa de tus padres). _
Después, hay que empezar con el nivel más fácil y practi­
carlo. U na vez puedas llevarlo a cabo sin sentir ansiedad, de-
25A UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS DIETAS Y OTRAS.F ORM AS RELACIONADAS DE EVITAR C O M ID A S 255

bes cambiar al nivel superior y practicarlo, y ase con los si­


guientes. Habrás finalizado el proceso una vez hayas practi­ L is t a r e s u m e n p a r a l a r e v is ió n d e l a e t a p a 5

cado tan a m enudo que la situación no te ponga particular­


mente ansioso y no sientas un fuerte deseo de evitarla. • ¿He llevado el control?
• ¿Puedo mejorar mi control?
• ¿Están evidenciándose algunas pautas habituales de in­
terés en mi forma de alimentarme?
Qué deberías hacer
• ¿Estoy pesándome una vez por semana?
• ¿Planifico cada día comidas y tentempiés regulares?
A menos que no hagas dieta, en cuyo caso no te afecta • ¿Intento restringir mi ingesta a las comidas y tentem­
este apartado, empieza siguiendo las pautas para manejar las piés planificados?
tres formas de hacer dieta y evalúa tus progresos en cada se­ • ¿Omito algunas de mis comidas o tentempiés?
sión de revisión. No olvides considerar cada una de las tres • ¿Los intervalos entre mis comidas o tentempiés no so­
formas de hacer dieta. Si además estas evitando otras situa­ brepasan las tres o cuatro horas?
ciones relacionadas con las comidas deberías establecer una • ¿Estoy comiendo entre mis comidas o tentempiés?
jerarquía como la descrita en los párrafos precedentes, y tra­ • ¿Vuelvo al buen camino lo más pronto posible, en cuan­
bajar sistemáticamente de la forma que hemos indicado, to me doy cuenta de que he cometido algún error?
hasta superarlas. • ¿Adapto el horario de mis comidas y tentempiés para
acomodarlos a las situaciones especiales?
• ¿Sigo los consejos relativos a los vómitos autoinducidos
y al abuso de laxantes y diuréticos?
R e v is a r l a e t a p a 5
« ¿He confeccionado una lista de actividades alternativas?
• ¿Anoto en el registro diario de alimentación los impul­
En cada una de tus sesiones de revisión analiza tus regis- sos a comer entre mis comidas planificadas?
tros de control para evaluar tus progresos al abandonar la • Cuando la oportunidad lo requiere, ¿estoy utilizando
dieta y las demás formas de evitación relacionadas con las co­ mi lista de actividades alternativas?
midas. Para ayudarte responde a las dos preguntas siguien­ • ¿Puedo mejorar la forma en que llevo a cabo las acuvi-
tes, además de a las relacionadas con las etapas previas del dades alternativas?
program a (véase el cuadro de la página 255): • ¿Estoy utilizando suficientemente la técnica de solu­
ción de problemas?
1. ¿Estoy eliminando las tresformas de hacer dieta? • Cuando la utilizo, ¿lo hago adecuadamente?
• ¿Estoy revisando la solución de problemas al día siguiente?
• ¿Estoy comiendo a intervalos regulares?
Intentar no comer durante largos períodos de tiempo • ¿Tomo cantidades de comida normales o estoy restrin­
Intentar restringir la cantidad total de comida giéndola en exceso?
Intentar evitar ciertos tipos de comida __ • ¿Soy capaz de tomar cualquier comida que me gusta
sin sendrme ansioso por ello?
2. ¿Estoy superando otras formas de evitación? Si la respues­ 9 ¿Estoy superando las otras formas de evitación relacio­
ta a' alguna de estas cuestiones es negativa, relee las instruc­ nadas con la comida?
ciones de la etapa 5.
256 UN PROGRAMA DE AUTO AYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS

También deberás continuar completando tu registro-resumen


cada semana. Para ello, clasifica como '«día bueno» cualquier
día en el que monitorizaste con exactitud, tal como describi­
mos en la etapa 1; hiciste el máximo posible por cumplir tu
patrón de alimentación planificado, hayas comido compul­ Etapa 6
sivamente o no, como describimos en la etapa 2; usaste tu lis­
ta de actividades alternativas para manejar cualquier impul­
so a comer indebidamente, como se describe en la etapa 3; ¿QUÉ HACER AHORA?
practicaste la solu ción de problemas en cada oportunidad
que se te presentara, como describimos en la etapa 4; y su­
peraste cualquier tendencia a hacer dieta, como describimos-
en esta 'etapa. ~ ~

C u á n d o pa sa r a la eta pa 6 Etapa 1: el inicio


- Autocontrol
- Pesarse semanalmente
Usualmente cuesta algún tiempo superar el hábito de. ha- -------------- I __________
Etapa 2: comer con rennlaridari
cer dieta, (al menos un mes o dos) v. a menudo. más.tiempo. - Establecer un patrón de alimentación regular
No hay prisa, pero recuerda que hasta^gue^dejes de hacer die­ - Abandonar los vómitos y el abuso de laxantes y diuréticos
ta, serás vulnerable a la ingesta compulsiva. También puede lle­ r— d —;------
Etapa 3: alternativas a los atramnes
varte algunas semanas o meses~adicioriales superar las for­ - Actividades alternativas sustitutorias
mas relacionadas de evitación. i -----
Una vez hayas conseguido estos objetivos, estarás aproxi­ fctapa 4; resolución de problemas v r e v is ió n
- Practicar la resolución de problemas
mándote a la finalización del programa. Será, por tanto, el - Revisar el progreso que has logrado
momento de volver a hacer una revisión. Para llevar a cabo
Etapa 5; dietas y (ormas relacionadas de evitar cnrpjria«;
esa revisión, cambia a la etapa 6. - Eliminar las tres formas de hacer dieta
- Superar otras formas de evitar comidas
i —-----------
Etapa 6: ;o u é hacer ahnm?
- - Cómo prevenir recaídas - -
- Cómo manejar otros problemas

Ahora que escás cerca de la finalización del programa, es


el m om ento de hacer una nueva revisión. Lo que tengas
que hacer a continuación dependerá del grado en el que te
hayas beneficiado. Al evaluar el progreso que has logrado
conviene separar tu problema de ingesta compulsiva dé
. TT-í -
•i
íI
258 UN P ROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON P R O B L E M A S ! ¿ Q ué hacer ahora ?
259

otras dificultades que puedas tener. También es im portante el hecho de que aún tienes problemas o de que las cosas se
apreciar que las cosas no necesariamente perm anecerán estén deteriorando. Sqjqor el contrario, tu alimentación
estáticas. Aunque en esta etapa 6 me centraré en la preven- es gstable y sarisfimtjma, no es necesario que sTgasTegis-
cionñde~recaídas, debes saber que, después de finalizar este trándola.
tratam iento, lo que ocurre con mayor frecuencia es que
continúa la mejoría. Esto es así porque el seguimiento del Adoptando una perspectiva a más largo plazo, en esta última
program a rompe los círculos viciosos que mantienen el pro­ etapa del programa el principal asunto que se debe considerar es
blema de ingesta compulsiva, y los resultados de este proce­ cómo asegurar que mantendrás y afianzarás los cambios que has
y(
so tardan a veces muchos meses en manifestarse plena­ logrado. Para ello se deben contemplar cuatro aspectos:
mente.
[) 1. Tener expectativas realistas
2. distinguir una «caída» de una recaída
r w f- ‘‘Ai ' T
'»;r 4V ^

E l p r o b l e m a d e l a i n g e s t a c o m p u l s iv a ■ 3. Saber cójno manejar los contratiempos


4. Reducir la vulnerabilidad
Si la ingesta compulsiva es aún un problema
^

Si las ingestas compulsivas están interfiriendo aún en tu P r e v e n i r la s r e c a íd a s


calidad de vida, deberías considerar seriamente buscar ayu­
r*Afi£rí^í*ÍÍill-^í

/A
da adicional. Algunas opciones se describen en. el inicio de Tener expectativas realistas
A
la segunda parte de este libro. El hecho de que el programa
de autoayuda no te haya sido útil, o sólo lo haya sido en un Es bastante común, en la_gente que ha dejado de comer
grado limitado, no significa que el problema no pueda sei compulsivamente,- esperar que nunca volverán a sufrir esos
superado. Por el contrario, existen muchas otras opciones episodios. Esta esperanza es comprensible, peroTmesjútlfni
de tratamiento, y no debes rendirte. r.e¿U§iS- Debes ver tu problema de alimentación como tu ta-~
lón de Aquiles. Todavía serás propenso a reaccionar de esta
forma., en moro .eiitos de estresl"Co rf "sTíer te, esto que dará muy
Si has mejorado o te has recuperado Plíjf10 y no afectará a tu vida diaria, pero tam­
bién .p o d rá re a p á r re ry^ estar prepara-
A corto plazo — durante los próximos seis meses— , de- dojpara hacerlejfrente.
b e r í ^ o T ünüar'em pIeáñdoTas"'estrategias que has encon- También es frecuente entre quienes han dejado de co­
trldbTñáTúüles. También debes continuar inanteniendo se- mer compulsivamente pensar que, ahora quej/a tienen con­
sioTaeíf regulares de revisión, quizá cada dos semanas, para tr i sciBre su alimentación, deben empezar a hacer dieta
evaluar tu proceso. para perder peso. Pero esqo^s_p£ligrqso ya que, como expli­
Es imposible dar recomendaciones fijas acerca de cábamos antes, la dieta estricta predispone a ja gente a co-
cuándo dejar de registrar tus comidas. El mejor consejo es mer compulsivamente, lo cual supondría una contraindica­
dejarlo cuando y rñ b T rh a g á A a T ^ p e fo ten cuidado de ción de cualquier dieta para perder peso. Sj^ienes sobrepeso
no ae]axlK Tíáce^ porque no desees afrontar real, el apéndice II describe variaS-apci.o,nesLrealistas p án T '
i 26G \/un program a DE AUTOAYUDA PARA personas con problem as ¿Q ué hacer a h o ra ? 2 61

feo
( ij...Líodj
afrontar este j arpáem a, pero recuerda que para la gran ma­ Saber manejar las adversidades .
yoría de gente esjn e jo r aprender a vivir con su peso que
arriesgarse a em prender una batalla con su biología, uña ba­ 1- Detectar el problema en su inicio. Si las cosas se deterio­
talla que nunca se puede ganar. ran, lo notarás con claridad porque volverás a comer com-
pulsivamente con frecuencia. Si ocurriera esto, debes ac­
tuar con rapidez. No vuelvas a cerrar los ojos, esperando
ñ
SQistinguir una «caída» de una recaída Acjue el p ro l^ m a sea algo temporal; por el contrario, asu-
■jfne quFEay un problema y da los pasos necesarios para so­
Algo primordial para manejar con éxito el tema de la lucionarlo.,
prevención de recaídas es conseguir que sepas manejar ade­
cuadamente los problemas, relacionados con la alimenta­ 2. Reinstaurar el programa. Tras detectar la «jzaída» en
ción, que puedan presentarse en el futuro. Para ello es muy su inicio, es importante que .reinstaures el programa tan
importante tener clara la diferencia entre una «caída» y una pronio^como sea posible. Sé tu propio terapeuta. Relee
recaída. Unaj<caída» es u na especie de desliz que cometes el programa y empieza de nuevo la monitorizaciómy cual­
sin darte cuenta pero tras el cual vuelves a «levantarte» y con- quier otro procedimiento que te parezca adecuado, y revi­
ünuas~j3orriri~duen camino; mientras quejaría: recaída sería sa tus progresos, cada pocos días. Ten en cuenta que los
alo-o así como volver a em pezar desde cero: Los dos términos p roblemas que se detectan en su inicio son m ucho más
tienen connotaciones diferentes. La noción de «caída» lleva ' fáciles de resolver que aqueílos a lorique seTeTpermTte afian­
implícita la idea de que pueden haber grados de deterioro, zarse.
mientras que la n oción de recaída sugiere que es una cues­
tión de, todo-o-nada. Este upo de pensamiento todo-o-nada 3. Identificar cualquier fuente de estrés. Aveces resulta obvio
nos resulta conocido a estas alturas: es un ejemplo de pensa- qué es lo que ha llevado a volver atrás, pero otras veces no
mieñtoddc5TÓmÍGo7un,esülo^tFpéñsáñue''nto habitual entre está tan claro. En cualquier caso, piensa^cuidadosamente
quienes comen compulsivamente. acgf ca de qué es lo que puede haber precipitado tu conduc­
Para minimizar^las probabilidades de terier recaídas, es ta problematicaj^lifróntaTo'utílizandolartécnica de solución
importante no enquetar una pequeña «caída» homo recaída, dé proT5Temasjdescrita en la etapa 4 del programa. Ade­
porque el hacerlo es muy probable que afecte a tu conducta. más de lo anterior, debesjevisar tus progresos cada tres o
Si piensas que has tenidojuna pequeña_<maída» o desliz, es cuatro_días.
probable que pronto des los pasos n£cesarÍQS._para volver al Con.^£^3P L oximaQÓ-nJripartita, pueden^superarse la
camino adecuado. Pero si consideras este hecho como que mayoría_de.«eaídas»_pero,_si n o jo consigues, busca lo antes
has recaídoTpüedes abandonar y, como resultado, las cosas posible ayuda profesional.
empeorarán.

Reducir la vulnerabilidad

Aunque es imposible protegerte de todas las situacio-


nes que^puedéñ~cáüsarte~estrés7sí puedes re d u c ird rie s g o
Iy
ti
262 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS ¿ Q ué hacer ahora ? 263
.i
I
de responder a ellas con ingestas compulsivas. Puedes con- Las preocupaciones acerca del peso y la figura tignden^a
seguirTTsto asegurándote de.que .noJiaces dieta, porque, la estar ma.gnificadas,y^senmante.n,i„das por los problemas de
dieta te hace vulnerable a las ingestas compulsivas. Para ingesta compulsiva. No es sorprendente que los episodios re­
rninirnizar la p robabilidad de recaer en tu problema de inges­ petidos de ingesta incontrolada (compulsiva) intensifiquen
tas compulsivas, haz todo lo posible para no volver a hacer el temor a la obesidad y al aumento de~peso. Esosríémores
dieta. llevan a hacer dieta, la cual, a su vez, faciTitlTasTñgestá'Tcom­
pulsivas. Así se instaura un círculo vicioso'que mantiene el
problema.
M a n e ja r o t r o s pro blem a s Si este programa te ha sido de utilidad, habrás experi­
mentado una reducción significativa en la frecuencia de tus
Como describíamos en el capítulo 4, la mayoría de los ingestas compulsivas. Esto puede haber producido una dis­
problemas de ing^stau^ampulsiv? no se dan aislados. Más minución de tus preocupaciones acerca del peso y la figura,
bien se acompañan de una serie de alteraciones como: la en parte porque tu control sobre la ingesta habrá mejorado
preocupación excesiva por la apariencia y el peso, los senü- y en parte porque tu estado de ánimo y la confianza en ti
mientos de depresión y ansiedad, y los problemas en las re­ mismo se habrán incrementado. Sin embargo, en algunas
laciones interpersoñales. Tal cómo se explica en la primera personas que han superado su problema con la ingesta com­
parte, lo usual 'es que estos problemas asociados mejoren pulsiva estas preocupaciones siguen siendo un problema. Si
significativamente o seresüelvan por cofñpTHoTüandp se su­ éste fuera tu caso, ¿qué deberías hacer?
pera el problema de la ingesta compulsiva. Pero no siempre Es importante que intentes superarlas porque de lo con­
o curre "asir : trario se pondrían en peligro los progresos logrados, ya que
r

Queda más allá del alcance de este libro aportar una guia es difícil dejar de hacer dieta cuando temes ganar peso o en­
detallada de la forma en que deben afrontarse estos proble­ gordar y, como hemos dejado claro, los regímenes son un
mas, pero pueden ayudarte las siguientes sugerencias. importante factor de riesgo que también favorece las re­
caídas.
Dos libros pueden ayudarte a manejar estas preocupa­
Preocupación excesiva por el peso y la figura ciones: Makingpeace with food, de Susan Kano, es un libro de
autoayuda para personas con problemas de alimentación. Se
En la actualidad, muchas personas están preocupadas centra, sobre todo, en mejorar las actitudes hacia el peso y la
por su apariencia o su peso. La mayoría de ellas desearían figura y fortalecer la autoaceptación. En Las trampas del cuer­
parecer delgadas y perder peso. Para algunas, esto es una po, de Judith Rodin, se hace una revisión de lo que se cono­
preocupación imperiosa que domina su vida y es claramen­ ce acerca de estas preocupaciones e incluye una serie de
te excesiva. Estaría por encima del nivel «normativo» de ejercicios para manejarlas. Si eres mujer, además de este li­
insatisfacción al que nos referíamos en el capítulo 4. Las bro, puedes encontrar útil leer algún escrito feminista. The
preocupaciones extremas de este tipo no son raras entre las beauty inyth, de Naomi Wolf, es especialmente bueno. Otros
personas con problemas de ingesta compulsiva y, por defini­ dos libros muy conocidos son Fat is a feminist issue, de Susie
ción, están siempre presentes en las personas con anorexia Orbach, y The hungry self, de Kim Chernin. Un libro que
nerviosa o bulimia nerviosa. puede ser de especial interés para las mujeres que tienen so-
264 UN PROGRAMA DE AUTOAYUDA PARA PERSONAS CON PROBLEMAS
¿Q.UÉ HACER AHORA? 265

brepeso es Beingfat is not a sin, de Shelley Bovey (encontrarás ces éstas mejoran, en..o,tras_Qcasiones p.erm anecenTigiiaI v, en
la reseña de estos libros en el apartado «Bibliografía»), algunos casos, pueden in d us.Q_gmpeorar. Si tienes proble­
Si tus preocupaciones acerca del peso y la figura persis­ mas interpersonales significativos, y una parte importante
ten y son muy intensas pese a tus intentos de moderarlas, de­ de ellos es la falta de comunicación, Thefeeling good handbook
berías buscar ayuda especializada (véase «Cómo cambiar: las puede ayudarte. Los problemas con la asertividad se abor­
diferentes opciones» en el principio de esta segunda parte). dan en el libro When 1 Say No, IFeel Guilty, de Manuel Smith,
y los problemas de timidez y aislamiento son el tema central
de otro libro de David Burns titulado Intímate Connections.
Problemas de depresión, ansiedad y baja autoestima

Como explicábamos en el capítulo 4, los problemas rela-


uvos a depresión, ansiedad y baja autoesüma, suelen mejorar
cuando se superan los problemas de ingesta compulsiva, pero
no siempre ocurre así. Si tú aún üenes estos problemas, y es­
tán interfiriendo significadvamente en tu vida diaria, debe­
rías buscar av , Si. es tos problemas ñ o s oñ muy
graves, dos libros de David Burns pueden resultarte útiles.
Sentirse bien se centra en la depresión y la baja autoestima,
pero también tiene una sección muy útil sobre el perfec­
cionismo. The feeling good handbook aborda la depresión y la
baja autoestima, así como el manejo de la ansiedad y de los
problemas interpersonales. Un libro que es útil para supe­
rar varias formas de pensamientos negativos es Para vivirfe­
liz, de Penelope Russianoff.

Problemas interpersonales

Las dificultades en las relaciones interpersonales son co­


munes entre las personas con problemas de ingesta compul­
siva. Las causas son variadas; en algunos casos, pueden haber
precedido ai problema de alimentación y haber contribuido
a su inicio, mientras que en otros pueden haber surgido a
raíz del problema alimentario y ser, al menos en parte, con­
secuencia del mismo.
Cuando se produce una mejoría en lostproblemas de in­
gesta compulsiva, su efecto en las-relaciones varía: muchas ve-
Apéndice I

EL ÍNDICE DE MASA CORPORA L

Gracias al astrónomo belga Quételet, tenemos una for­


ma simple de determinar cuándo una persona tiene un peso
saludable, está por debajo del mismo, o tiene sobrepeso.
Esto se obtiene calculando el llamado índice de masa corpo­
ral o IMC (Blvíl en inglés) de cada persona. El resultado ob­
tenido estará entre 20 y 100. Veamos cómo se interpretan es­
•9 tos resultados:

• Por debajo de 16: peso extremadamente bajo.


• 16-18: significadvamente bajo.
• 20-25: peso saludable.
• 27-30: sobrepeso.
» 30-40: sobrepeso significativo.
• Por encima de 40: sobrepeso extremado.

Los intervalos de 18-20 y 25-27 son áreas grises que re­


$ presentan, respectivamente, tener un peso ligeramente por
€ debajo del nivel saludable o tener un sobrepeso ligero. Todos
•:.S*
Ai estos umbrales son aplicables tanto a hombres como a mujeres (que
i'i tengan más de 16 años), sea cual sea su constitución.
■j
.!•«
268 LA SUPERACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMIDA

CÓMO CALCULAR TU PROPIO IMC ;

Calcular tu propio IMC es fácil; se obtiene según la fór­


mula:
Apéndice II

Peso en kilogramos
índice de masa corporal (IMC) =
metros de altura SI TIENES SOBREPESO
X
metros de altura*

Veamos un ejemplo. Supongamos que mides 1,67 metros


de altura y pesas 57 kilogramos. Tu índice de masa corporal
sería: Muchas personas con problemas de ingesta compulsiva •
tienen sobrepeso. Aunque la relación entre ingesta compul­
57 57 siva y obesidad es compleja y no se conoce del todo bien
-------------- , es decir: -------, es decir: 22,2 '(véase el capítulo 5), está claro que ambos problemas inte­
1,60 X 1,60 2,56 ractúan perjudicándose mutuamente y empeorando (véase
el capitulo 6). Las ingestas compulsivas, con toda probabili­
dad, contribuyen al mantenimiento de la obesidad y, cierta­
Tu IM'C sería por tanto 22,2 (y estaría dentro de la gama mente, hacen su tratamiento más difícil. Del mismo modo,
de peso saludable). aquellos tratamientos para la obesidad que incluyen^ hacer
Desde la perspectiva de este libro hay dos índices de una dieta estricta pueden tener una tendencia a empeorar
masa corporal particularmente significativos: 18 (el umbral los p roblemas de ingesta compulsiva.
para tener un peso por debajo del rango saludable) y 27 (el El peso corponürio eTtan Taalclé’con trolar como general­
umbral para tener sobrepeso). Para simplificar las cosas, las mente se piensa. Está fuertemente determinado por factores
tablas 8 (véase la introducción a la segunda parte) y 9 (véase genéticos. Por tanto, no es sorprendente que la dieta o los tra­
el apéndice 2) muestran la lista de pesos —-para varias altu­ tamientos conductuales para la obesidad tengan escaso efec­
ras— que son equivalentes a esos dos índices de masa cor­ to a largo plazo. (Para un cuidadoso análisis de la efectividad
poral. de sus métodos, véase el artículo del doctor T. Terence Wilson,
de la Universidad Rutger, que se indica en «Bibliografía».)
Los reclamos de la industria dietética están ahora sometiéndo­
* En su versión original, el cálculo se hacía en libras, según la fórmula:
se a la evaluación pública, y muchos se muestran exagerados.
1. Multiplica tu peso en libras por 700.
2. Divide el resultado por tu altura en pulgadas. ¿Qué deben hacer, pues, las personas que tienen sobrepeso?
3. Una vez más divide el resultado por tu altura en pulgadas. La cifra Para responder a esta cuestión es importante definir el
resultante es tu BMI. (N. de las i.) sobrepeso. Aunque los dictados de la moda actual pueden
270 la superación de los atracones de COMI D A

clasificar a la mayoría de mujeres como con cierto sobrepe­ T abla 9. ¿ T ien es so b r e p e s o ?


so, en cuanto al riesgo para la salud sólo se consideraría so­
brepeso significativo cuando el índice de masa corporal sea Abajo hay una lista de pesos, para diferentes alturas, que represen­
superior a 27 (en el apéndice I se explica el índice de masa tan un índice de masa corporal de 27 (véase la explicación en el
corporal y cómo calcular el tuyo). La tabla 9 muestra qué pe­ apéndice I). Son aplicables a hombres y mujeres. Para determinar
sos son equivalentes a un índice de masa corporal de 27 si tienes sobrepeso, busca tu altura en la tabla y, a continuación, el
(para diferentes alturas). Si tu peso real es mayor del que peso que corresponde. Si tu peso real es mayor que el que aparece
en la tabla, tu índice de masa corporal es mayor de 27 y por tanto
aparece en relación a tu altura, tendrías «sobrepeso» en tér­
tienes sobrepeso, en términos médicos.
minos médicos. Como consecuencia, tendrías mayor riesgo
de sufrir una serie de problemas de salud que incluyen ten­
sión arterial alta, enfermedades cardíacas y diabetes. Si tu Altura1 (cm) Pesob (kg) Altura1 (era) Pesob (kg)
índice de masa corporal está por encima de 30, tu riesgo
149 59,94 169 77,11
de padecer esos problemas está marcadamente incremen­
tado. Por el contrario, si tu índice de masa corporal está 150 60,75 170 78,03
por debajo de 27, no tendrás sobrepeso médicamente ha­ 151 61,56 171 78,95
blando, aunque quizá desees perder algo de peso por otras 152 62,38 172 79,87
razones. 153 63,20 173 80,80 •
Si tienes sobrepeso médicamente hablando, tal como lo 154 64.03 174 81,74
acabamos de definir, es totalmente adecuado que tengas en
155 64,86 175 82,68
cuenta los riesgos de salud asociados e intentes minimizar­
156 65,70 176 83,68
los. Puedes hacer varias cosas: una es asegurarte de que estás
«en buena forma» física y hacer un ejercicio físico adecuado 157 66,55 177 84,58
de forma habitual; la otra es seguir una dieta sana. Ninguna 158 67,40 178 S5.54
de estas tareas implica necesariamente que pierdas peso 159 68,25 179 86,51
(aunque quizá sí lo pierdas), pero ambas pueden reducir los 160 69,12 180 87,48
riesgos de salud asociados con la obesidad. Por supuesto, 69,98 181 88,45
161
también puedes desear perder algo de peso, por razones de
162 70,85 182 89,43
salud o por otras razones, pero si tienes un problema de in­
gesta compulsiva es importante pensártelo dos veces antes 163 71,73 183 90,42
de intentarlo activamente porque, como hemos menciona­ 164 72,61 184 91,41
do ya, algunos tratamientos de control de peso hacen au­ 165 73,50 185 92,40
m entar las ingestas compulsivas. Si decides intentar perder 166 74,40 186 93,40
peso es importante que sigas los siguientes consejos. 167 75,30 187 94,41
168 76,21 188 95,42

“sin zapatos
bsin zapatos y con ropa interior ligera
272 LA SUPERACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMIDA SI TIENES SOBREPESO 273

U na decisión importante: ¿Q ué debes tratar Es importante que introduzcas en tu dieta cualquier comida evi­
EN PRIMER LUGAR? tada porque la evitación de ciertos alimentos favorece espe­
cialmente las ingestas compulsivas. Si has oído decir que eres
Si tienes sobrepeso y comes compulsivamente, tienes dos «adicto» a ciertas comidas y que, por tanto, es necesario que
problemas: uno alimentario y otro de peso. Combatir los dos a las evites de forma permanente, relee el capítulo 7. Contra­
la vez es difícil, por lo tanto, ¿cuál de ellos deberías afrontar riamente a lo que defienden algunos grupos, no existe nin­
en primer lugar? guna evidencia científica de que ciertas comidas tengan pro­
Aunque tu principal deseo puede ser solucionar tu pro­ piedades adictivas o tóxicas.
blema de peso, no es necesariamente mejor empezar por él, Además de seguir el programa de la segunda parte, n e­
porque si empiezas por querer disminuir tu peso puedes au­ cesitas adquirir dos nuevos hábitos:
menta:' tus ingestas compulsivas. Si has adoptado programas
de control de peso en el pasado y has encontrado que tu pro­ 1. Establecer un estilo de vida físicamente activo.
greso no ha sido posible por culpa de tus ingestas compulsi­ 2. Hacer una dieta sana.
vas, deberías centrarte en primer lugar en superarlas. Si éste
no es el caso, podrías empezar por afrontar tu problema de
peso (siguiendo las pautas que se dan más adelante) y ver E stablecer un estilo de vida físicamente activo
qué ocurre con tus ingestas compulsivas.
Las personas con sobrepeso tienden a ser más seden­
tarias que las que no tienen sobrepeso. Pero es necesario
Superar tus ingestas compulsivas cambiar esta tendencia porque puedes obtener grandes be­
neficios si te habitúas a hacer más ejercicio. No sólo se in­
Para superar tus ingestas compulsivas, necesitas seguir el pro­ crementa la probabilidad de perder peso, sino que los ries­
grama exactamente como se especifica en la segunda parte de este libro. gos de salud relacionados con la obesidad disminuyen, incluso
Todas las etapas son aplicables, aunque.los consejos referidos a aunque no se pierda peso.
los vómitos y al abuso de laxantes y diuréticos no son relevan­ Por tanto, debes intentar establecer un estilo de vida más
tes en algunas de las personas que padecen un problema de in­ activo en tu vida diaria. Esto ha sido llamado «ejercicio opor­
gesta compulsiva. La etapa que puedes encontrar más difícil es tunista» y supone buscar oportunidades para hacer todo el
la que trata de la eliminación de la dieta estricta (etapa 5). Pue­ ejercicio que puedas. Una buena forma de hacerlo es incluir
des haber estado luchando con tu peso durante muchos años más caminatas en tu vida diaria a fin de habituarte a ello. Por
y hacer dieta te resulta como algo que forma parte de tu vida, ejemplo, puedes empezar por acostumbrarte a utilizar las es­
mientras que dejar de hacerla puede parecerte algo así como caleras en vez de los ascensores, aparcar unas cuantas calles
dejar de luchar y abandonarte a la obesidad. Pero éste no es antes de tu destino y en la parte más alejada del parking, ba­
el caso, ya que es probable que tu problema de ingesta com­ jarte del autobús unas cuantas paradas antes de llegar al lu­
pulsiva se haya visto empeorado por tus intentos de hacer die­ gar al que te diriges, etc. Esta recomendación puede parecer
ta y, a su vez, puede haber contribuido a tu obesidad. Por tan­ banal, pero las medidas sencillas de este Upo, si se adoptan
to, paradójicamente puede ser más probable que pierdas peso permanentemente, tendrán un efecto significativo en tu ni­
dejando de hacer dieta que si continúas intentando hacerla. vel de bienestar y salud general.
. - - ' ■ íl-

274 LA S U P E R A C I Ó N DE L O S AT R A C O NE S DE COMI D A SI T I E N E S S O B R E P E S O 275

Además puedes iniciar un programa de ejercicio físico • Andar. Ésta és una buena forma de hacer ejercicio, parti­
regular. Es im portante que sea realista para que puedas ha­ cularmente para aquellos que tienen un sobrepeso signi­
cerlo de manera estable. Cualquiera que sea el tipo de ejer­ ficativo. No es demasiado extenuante y no requiere más
cicio que elijas —más adelante se enumeran cuaü'o buenas equipo que un calzado adecuado.
opciones— -deberías seguir las siguientes instrucciones: • Nadar. Ésta es otra excelente forma de hacer ejercicio,
particularmente para aquellos que tengan problemas re­
1. Si sospechas que puedes tener algún problema de salud lacionados con soportar el propio peso corporal. Aunque
física visita a tu médico antes de empezar el programa de no hayas nadado desde hace años, pronto hallarás que re­
ejercicio. cuperas esta habilidad. El principal problema puede ser
2. Asegúrate de llevar ropa confortable, no hay ninguna ra­ la preocupación acerca de la apariencia. Es esencial dis­
zón para vesdr prendas apretadas o ceñidas. poner de un bañador adecuado.
3. Si el ejercicio implica soportar peso (incluyendo tu pro­ • Aparatos interiores de gimnasia. Estos aparatos son popula­
pio peso), debes calzar unas zapatillas deportivas de bue­ res y no son muy caros. Al principio puede resultarte di­
na calidad. fícil usarlos, pero después la mayoría no tiene ningún
4. Anota tus progresos en tus registros diarios de alimenta­ problema. Es fácil graduar la intensidad del ejercicio.
ción y, al final de cada semana, transfiere esa infor­ • Entrenamiento defuerza (resistencia). El entrenamiento de
mación a tu registro-resumen (necesitarás añadir una co­ resistencia, por ejemplo, levantar peso, es también útil y
lumna para este propósito). El objetivo será empezar a relativamente fácil de aprender. Lo mejor es acostum­
hacer ejercicio tres veces a la semana (inicialmente diez brarse a una serie de ejercicios sencillos y practicarlos ha­
minutos en cada sesión) y, después, incrementar las se­ bitualmente.
siones cinco minutos más cada semana hasta que éstas
sean al menos de veinte minutos y, preferiblemente, algo
más largas. Si es posible, también debes increm entar el H acer una dieta sana
número de sesiones a cuatro por semana.
5. No hagas ejercicio demasiado duro. Es conveniente que La segunda parte de este programa incluye acostumbrar­
seas capaz de m antener una conversación mientras lo se a hacer una dieta sana. Los principios básicos son sencillos:
practicas.
6. Si eres propenso a aburrirte mientras haces ejercicio, • Disminuir la cantidad de grasas y carbohidratos simples.
puedes encontrar varias formas de distraerte mientras lo • Incrementar la cantidad de fibras y carbohidratos com­
practicas; por ejemplo, si es posible, escucha una radio o plejos.
casette portátil o ve la televisión.
Estos parámetros generales pueden traducirse a los,,si­
A continuación se enumeran algunas formas útiles de guientes consejos más específicos (para más información,
hacer ejercicio. Te sugerimos que elijas aquella con la que véase la sección «Bibliografía»):
crees que lo pasarás mejor.
1. Grasas, aceites y dulces deben consumirse en cantidades
limitadas. Así, por ejemplo, cuando cocines usa solamen­
276 LA SUPERACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMIDA SI TIENES SOBREPESO 277

te pequeñas cantidades de grasas y aceites. También de­ nunca te ha ocurrido-esto, o si has seguido con éxito tu tra­
bes ser cuidadoso en tu consumo de'mantequilla, marga­ tamiento para superar la ingesta compulsiva, entonces es to­
rina, mayonesa y aliños para las ensaladas. talmente adecuado tratar tu problema de peso, sobre todo si
2. No debe provenir de la grasa más del 30 % de tu ingesta denes una tendencia general a la sobreingesta (véase el capí­
total de calorías (por ejemplo, 60 a 70 gramos al día). tulo 4), ya que es probable que m oderar la canddad y fre­
3. Siempre que sea posible, consume leche desnatada o se- cuencia de tus comidas y tentempiés te produzca beneficios
midesnatada, yogur y queso bajo en grasas. Los helados significativos. El programa de control de peso que yo reco­
contienen una gran cantidad de grasa, por lo que deben miendo es el programa Leam diseñado por el doctor Kelly
comerse espaciadamente. Brownell, de Yale (véase la «Bibliografía»), por tratarse de
4. Procura comer carnes magras y quitar la piel a las aves; un programa probado y evaluado que se centra en conseguir
asimismo, limita el comer nueces, porque también son unos hábitos de alimentación y.ejercicio físico saludables, y
ricas en grasa. no es probable que facilite las ingestas compulsivas. En cam­
5. Acostúmbrate a incluir en tu dieta diferentes tipos de bio, no es aconsejable que sigas programas extremos de pér­
verduras probando formas variadas de prepararlas y come dida de peso, por ejemplo los que incluyen dietas a base de
también, habitualmente, vegetales con féculas (por ejem­ líquidos, porque podrían empeorar tu problema de ingesta
plo, patatas) yjudías. compulsiva.
6. Haz que la fruta forme parte de tu dieta diaria. Prueba ¿Cuál debería ser tu peso ideal? Una de las razones por las
diferentes tipos. que la U.S. Federal Trade Commission está revisando las es­
7. El pan integral, los cereales, las pastas y el arroz deberían trategias publicitarias de algunos programas comerciales de
constituir una parte importante de tu alimentación. dieta es porque prometen una pérdida de peso importante y
duradera, que no se ve corroborada por las investigaciones
Por otro lado, es importante que, en ocasiones, te per­ realizadas para comprobar su veracidad. Mientras tanto, mi­
mitas comer postres preparados y otras comidas menos salu­ llones de personas siguen sintiéndose culpables por no ser
dables. En efecto, esto debe ser así, ya que la exclusión rígi­ capaces de cumplir sus objeüvos con respecto a perder peso,
da de estas comidas te hará más propenso a los atracones. La en vez de darse cuenta de que el fallo' está en esos mismos
comida «a prueba de ingestas compulsivas» supone no ob­ objetivos, ya que, para la mayoría de personas, no son realis­
servar reglas rígidas sino pautas generales. tas. De nuevo recomendamos leer el artículo del doctor
G. Terence Wilson (véase la «Bibliografía»),
Actualmente los clínicos e investigadores están defendiendo el
Superar tu problema de peso ayudar a las personas con sobrepeso a que establezcan un estilo de
vida activo, una dieta saludable y hábitos alimentarios regulares, y
Como hemos explicado, tratar tu problema de peso no a que, una vez logrados estos objetivos, acepten el peso y la figura
es necesariamente la mejor forma de empezar, aunque para que resulten de ello. Los doctores Janet Polivy y Peter Hermán,
d sea prioritario. Si, en el pasado, seguir programas de con­ de la Universidad de Toronto, llaman a esto el «peso natu­
trol de peso te ha llevado a empeorar tu problema co n ia in­ ral» corporal. El término utilizado por la doctora Kelly Brow­
gesta compulsiva, deberías trabajar primero para superarlo nell es un «peso razonable», es decir, un peso realista para
siguiendo las pautas que te Iremos indicado. En cambio, si ser mantenido a largo plazo. ¿Cuál es tu peso natural o razo-
278 LA SUPERACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMI DA

nable? Es difícil decirlo; sólo puede ser descubierto hacien­


do los cambios recomendados en tu esülo de vida y viendo
qué ocurre.
Comprendo que es difícil cambiar tu peso deseado por
uno más alto que el promeddo por los programas de dieta. Apéndice UL
Esto significa apartar tu mirada de propagandas seductoras
y, en muchos casos, abandonar tu esperanza de llegar a estar
verdaderamente delgado. Pero hacer esto será mucho mejor ORGANIZACIONES QUE PU ED EN AYUDARTE
para tu autoestima y autoconfianza que seguir durante más
años con tu lucha de dietas y atracones, con las consiguien­
tes oscilaciones de peso.

Existen organizaciones que disponen de un registro de


profesionales especializados en ayudar a personas con pro­
blemas de alimentación. Para obtener el nombre de espe­
cialistas en tu ámbito territorial puedes contactar con alguna
de las siguientes organizaciones (otros muchos países dispo­
nen de sus propias organizaciones):

E stados U nidos

Naüonal Eating Disorders National Association of


Organization (NEDO) Anorexia Nervosa and'
445 E. Granville Rd. Associated Disorders
Worthington, OH 43085- (.ANAD)
3195 Box 7
614-436-1112 Highland Park, IL 60035
708-831-3438

American Anorexia/Bulimia Anorexia Nervosa & Related


Association Inc Eating Disorders
(AABA) (ANRED)
418 E. 76th St. PO Box 5102
Nueva York, NY 10021 Eugene, OR 97405
212-734-1114 503-344-1144
O R G A N I Z A C I O N E S Q U E P UE DE N AYUDARTE 281
280 LA SUPERACION DE LOS ATRACONES DE COMIDA

N oruega
O tra organización importante es la National Association
to Aid Fat Americans y su grupo de defensa y apoyo que
Anorexia Bulimia Association
combate cualquier forma de discriminación contra quienes
tienen este problema. pb 36
N-5001 Bergen
Nadonal Association to Aid Fat Americans (NAAFA). 5475167785
PO Box 188620
Sacramento, CA 95818
916443-0303 España

ADANER (Asociación AVALCAB (Asociación


Canadá en Defensa de la Atención Valenciana contra
de la Anorexia Nerviosa) la Anorexia y la Bulimia)
National Eating Disorder Bulimia, Anorexia Nervosa Calle Mirabel, 17, 5 D Parroquia de Nuestra
Informaüon Centre • Association (BANA) 28044 Madrid. Señora del Sagrado Corazón
200 Elizabeth St. 3640 Wells St. Tf. (91) 5044347 Calle Santiago Rusiñol
College Way Windsor, Ontario N9C 1T9 46019 Valencia
Toronto, 519-253-7545 ACAB (Asociación Catalana Tf. (929) 639182
Ontario M5G 2C4 para la Anorexia
416340-4156 y la Bulimia)
Travessera de les Corts, 352,
R e in o U n id o entresuelo 5.a
08029 Barcelona
Eating Disorders Association Tfs. (93) 4197804
Sackville Place y (93) 2176154
44 Magdalen Street
Norwich
Norfolk NR3 1J3 Suiza
01603-621414
ABA (Association Boulimie-Anorexie)
C. des Commiinailles
I talia
CH-1055 Froideville
ICED 21-881-30-74
Via Ugo Ojetti 16
Piso 4
Roma 00137
68689-6825
282
LA S U P E R A C I Ó N DE LOS A T R A C O N E S DE COMI D A

Australia

ABNAInc. (Anorexia Anorexia and Bulimia


Bulimia Nervosa Nervosa Foundadon
Association, Inc.) ofVictoria, Inc.
35 Fullarton Rd. Apéndice TV
1513 High St.
Kent Town Glen Iris 3146
South Australia 5067 Victoria
8-362-6772 UNA NO TA PARA FAMILIARES Y AMIGOS
613-885-0318

N ueva Zelanda

Eating Difficuldes Women with Eating Disorders


Educadon Network Resource Centre
PO Box 38-233 Este libro ofrece una revisión de lo que se conoce acerca
Po Box 4520
Howick de los problemas de ingesta compulsiva y su tratamiento (pri­
Armagh and Montreal St.
Auckland mera parte). Incluye también un detallado programa de au-
Christchurch
9-535-9619 toayuda, etapa a etapa, basado en el tratamiento más eficaz'
3-643-366-7725
disponible (segunda parte).
Si has leído este libro porque estás preocupado por si un
familiar o amigo puede tener un problema de ingesta com­
pulsiva, los principales capítulos descripdvos (capítulos 1 y 4)
deben ayudarte a aclararlo, y si estás preocupado por los
efectos físicos de los problemas de la ingesta compulsiva, lee
el capítulo 5. El tratamiento se explica en el capítulo 8.
Quizá piensas que tu familiar o amigo dene un problema
de ingesta compulsiva, pero nunca has hablado con él de
este asunto. Es una situación difícil porque es derecho de la
otra persona decidir si desea o no hablar acerca del proble­
ma y si desea hacer algo para solucionarlo. Sin embargo, pa­
rece razonable asegurarse de que la persona que te preocu­
pa esté bien informada. Una medida inicial que parece
apropiada sería pedir a la persona que lea este libro. La me­
jo r forma de lograrlo dependerá de las circunstancias exac­
tas de cada caso y puede requerir mucha delicadeza por tu
parte. Ten presente que los problemas de ingesta compulsi­
va están asociados con grandes dosis de vergüenza y culpa-
285
UNA NOTA PARA FAMILIARES Y AMIGOS
284 LA SUPERACION DE LOS ATRACONES DE COMIDA

Otro punto que merece la pena destacar es que puede


bilidad, por lo que sacarlos a la luz puede sentirse como un
darte la impresión de que el programa es demasiado sencillo
choque considerable.
para que funcione. Si piensas esto, es importante recordarte
Si ya habéis hablado del problema, el asunto sería cómo
que este programa se basa en lo que indudablemente cons­
puedes ayudarle. Estc^dependerá de la medida en que tu fa­
tituye el tratamiento más eficaz disponible (vease el capitu­
miliar o amigo desee cambiar. Si hay un problema de ambi­
lo 8). Así pues, intenta no entorpecer la ejecución del pio-
valencia, puedes ayudarle a revisar la sección «¿Por qué cam­
grama, deja tus recelos y apoya a tu familiar o amigo en su
biar?» del inicio de la segunda parte. Por el contrario, si esta
tarea de llevarlo a cabo. Con esta actitud aumentaras sus po­
persona desea cambiar, podéis revisar juntos diversas opcio­
nes para decidir cuál es la mejor. Si la decisión es buscar tra­ sibilidades de recuperarse.
tamiento profesional, puedes ayudarle a facilitárselo y, una
vez hayáis encontrado un terapeuta, puede ser apropiado
averiguar qué papel conviene adoptar para ayudarle, si ello
es posible. No obstante, hay que dejar claro que no debes in­
volucrarte en exceso. Muchas veces, lo mejor que puedes ha­
cer es ¿star en un segundo plano y mostrarte disponible
cuando la persona que tiene el problema te necesite.
Si la decisión es utilizar el programa de autoayuda, el pa­
pel de colaborador es el más útil. Deberías familiarizarte con
el programa, de forma que sepas de qué trata, pero dejar que
sea tu familiar o amigo el que decida exactamente cómo pue­
des serle de mayor utilidad. Recuerda que esta forma de se­
guir el programa supone que la persona actúe como su pro­
pio terapeuta. Tú puedes permanecer sin involucrarte más
que como alguien que da apoyo o consejo en momentos de
dificultad. Esto puede resultarte difícil, ya que te puedes sen­
tir tentado de intervenir cuando no debas hacerlo, o puede
ser que te pida ayuda en un momento inadecuado para ti.
Es bastante común paralas personas que luchan contra
su problema de ingesta compulsiva el sentirse desanimadas e
incluso desesperanzadas en algunos momentos. Pueden sen­
tir que nunca superarán el problema. Si comparte tales sen­
timientos contigo, ayúdale a revisar su progreso de forma
objetiva (la revisión de los cuadros de instrucciones y de los
registros-resumen puede ser de ayuda), y asegúrate de resal­
tar todos los logros (por muy pequeños que puedan pare­
cer) porque ellos, a menudo, los olvidarte Destaca todas las
señales de progreso y anímale todo lo que puedas.
BflfiaOBSSfii

Apéndice V

UNA N O TA PATA LOS TERAPEUTAS

Como terapeuta que ayuda a alguien con un problema


de ingesta compulsiva, puedes adoptar uno de estos djbs pa­
peles con respecto al programa de'autoa)aida de este libro
(véase la segunda parte): puedes ayudar a.la persona si­
guiendo directamente el programa («autoayuda guiada»), o
puedes administrarle una forma de terapia completamente
diferente mientras que, al mismo tiempo, apoyas su uso del
programa. En este segundo caso, puedes decidir si te involu­
cras tangencial o directamente en su programa de autoayu­
da. Pero, incluso si decides mantenerte al margen, te sugeri­
mos que te familiarices con dicho programa, ya que puede
darse el caso de que se contradiga de alguna forma con la
ayuda que le estás proporcionando.
La invesdgación del doctor Peter Cooper y sus colegas,
en Cambridge (Reino Unido), sugiere que la autoayuda
guiada es una forma singularmente poderosa de ayudar a las
personas con problemas de ingesta compulsiva. Por supues­
to, parece un excelente primer paso en un programa de tra­
tamiento escalonado (véase el capítulo 8). Esto implica que
el afectado puede seguir el programa apoyándolo con tus se­
siones regulares de terapia, qu'e pueden ser bastante breves
(menos de treinta minutos) y no es necesario que se lleven a
cabo con periodicidad semanal. Como el programa incluye
288 LA SUPERACIÓN DE LOS ATRACONES DE COMIDA

que la persona se convierta en su propio terapeuta, tu rol.es '


diferente del de otras formas de terapia más convencionales.
En la autoayuda guiada actúas como mediador, y tus princi­
pales tareas son nqonitorizar el progreso/ proporcionarle
apoyo y ayudaríe ajdentmcar ^ob'l'emas y'á e'nccmtrar posi­
bles Jsoíucidnefpeñ_mómdñ tos'de dificultad. Para cumplir
"Bien tu pápe!, necesitas estar totalmente familiarizado con el
programa. . BIBLIOGRAFÍA
Un aspecto importante del papel del terapeuta en la au­
toayuda guiada es m antener a la persona motivada. Revisar
los registros de control al inicio de cada sesión es una buena
forma de lograrlo, ya que nos permite identificar y subrayar
cualquier progreso. O tra tarea clave es asegurarse.de que la
persona realiza el programa siguiendo el ritmo natural y apro­
piado, ya que algunos quieren ir demasiado rápido y otros Sólo hay un texto profesional dedicado a la ingesta com­
demasiado lento. Las secciones sobre «cuándo cambiar» pro­ pulsiva y que trata todos los temas que se refieren a ella: Fair-
porcionan directrices claras acerca de cuándo es apropiado burn, C. G., y Wilson, G. T. (comps.) (1993), Binge eating: Na­
avanzar de una etapa a otra. Una tercera tarea es ayudar a la ture, assessment and treatment, Nueva York, Guilford Press.
persona a perm anecer centrada en las meras del programa: Para hallar información acerca de los trastornos de ali­
normalizar la dieta, en lugar de intentar perder peso (véase mentación y de la obesidad, se recomienda el siguiente li­
el apéndice II). Sin embargo, siempre debes mantenerte en bro: Brownell, K. D., y Fairburn, C. G. (comps.) (1995), Eat­
un segundo plano. La persona con el problema de ingesta ing disorders and obesity: A comprehensive handbook, Nueva York,
compulsiva debe perm anecer como principal protagonista y Guilford Press.
ser la principal responsable del cambio. Ambos libros pueden obtenerse escribiendo a Guilford
Hay ótra-fo-rma^en que puede ser útil este libro. Como Publications, Inc., Department C., 72 Spring St., Nueva York
contiene información y consejos eficaces, puede usarse como NY 10012, o llamando al teléfono 800-365-7006.
suplemento de los enfoques más tradicionales sobre el trata­ A condnuación se indican otras fuentes de información
miento del problema de alimentación. Por ejemplo, puede relevantes para cada capítulo. Las citas se refieren a la fuen­
utilizarse como complemento de la terapia_cognidvo-con- te original o a artículos en que se citan dichas fuentes. No
ductuai convencional o como componente de un programa son exahusdvas.
para pacientes hospitalizados.

I ntroducción

Evidencias de que los medios de difusión son una impor­


tante fuente de información sobre los trastornos de alimen­
tación:
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