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Ejemplos de casos en la vida diaria donde utilicemos o

apliquemos la flexibilidad:

1) Al limpiar, puesto que muchas veces es necesario el


uso de la flexibilidad para asear lugares difíciles de
alcanzar.

2) Al tratar de agarrar algún objeto que se encuentre en


un lugar alto, tal y como lo son las repisas.

3) Al amarrarse las trenzas de los zapatos o cortarse las


uñas de los pies apoyando los mismos en algún lugar
en específico sin flexionar las piernas.

4) Al evitar pasar por encima de alcantarillas abiertas,


puesto que con la flexibilidad extender nuestras
piernas hasta alcanzar el otro extremo de la misma, y
de esta forma podremos esquivar tanto alcantarillas
como charcos.

5) Al asomarse en la ventana abierta de un automóvil,


estirando nuestro cuello a través del mismo.

6) Al estirar nuestros brazos cuando nos despertamos


cada mañana.

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