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Lección 1 – Tomo: 2

Tema: UNA NUEVA OPORTUNIDAD.

PREGUNTA PARA ROMPER EL HIELO (O INTERACCIÓN) ¿Qué haría usted si le regalaran una casa, le
dieran un buen trabajo y una suma de dinero. Pero todo esto está en un lugar que usted no conoce?

Texto: Lucas 13:6

En el panel de los invitados de un programa de televisión, tres personas fueron llamadas. Un indigente, un
apostador y un drogadicto. El presentador anunció que, con el respaldo de los anunciadores, en adelante los
participantes tendrían una nueva oportunidad. Para reincorporarse a la vida normal, se les proveyó de un empleo,
de sustento económico y de un lugar donde vivir. En un mes deberían presentarse nuevamente en escena.

Al cabo de un eterno mes, sólo llegaron dos. El farmacodependiente no volvió. Los productores explicaron que
tres días después, con el dinero que le suministraron, regresó a los bajos mundos. El apostador gastó en las
barajas hasta el último peso del dinero que le pagaron en su trabajo. El mendigo, decidió cambiar. Ahora lucía
afeitado, bien vestido, con un rostro optimista, y aunque su vocabulario seguía siendo fruto del marginamiento,
revelaba que había aprovechado el tiempo y los recursos. Tenía planes. Incluso mencionó la posibilidad de
establecer una familia…

Todos tenemos una nueva oportunidad

Ahora póngase en su lugar. Usted y yo al igual que las tres personas del relato, estamos frente a una decisión:
aprovechar o dejar de lado la oportunidad que nos ofrece el Señor Jesucristo. Es la opción de cambiar y
emprender una nueva vida. …No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todo cambia a partir del momento
en el que aceptamos su perdón y abrimos las puertas a una nueva existencia.

¿Cómo estamos aprovechando nuestra existencia?

La posibilidad de reemprender un nuevo camino está ilustrada en la parábola que compartió el Señor Jesús acerca
del propietario de un plantío. ”Entonces les contó esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su
viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.” (Lucas 13:6.)

Esa higuera somos usted y yo. La diferencia radica en la forma como hayamos invertido hasta el momento
nuestra existencia. Tal vez perdimos el tiempo viviendo disipadamente en cosas que no son eternas. En tal caso
no tendríamos fruto. O es probable que hayamos dejado entre quienes nos rodean huellas positivas: Un buen
trato, apoyo, edificación personal y espiritual a lo que llamamos un buen testimonio de obediencia… En tal caso
sí habríamos dado fruto.

Cada minuto cuenta - Aproveche la oportunidad.

“Así que le dijo al viñador: ‘Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado
nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?’

La parábola del Señor Jesús concluye de una manera significativa: “‘Señor –le contestó el viñador–, déjela
todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto;
si no, córtela.’
Todas las personas tenemos iguales oportunidades de cambiar. Muy similar a la ilustración que leímos al
comienzo. Hay quienes aprovechan esa posibilidad. Pero también quienes la desechan.
El Señor Jesús quiere ayudarle en ese proceso de transformación. Basta que abra su corazón y le permita obrar
poderosamente. Si lo hace, sus días serán diferentes a partir de hoy.

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