Bosques, Bases para una Nueva poUtica

mérito de haber establecido un mecanismo de carácter económico para facilitar y diversificar el

acceso a recursos forestales a través del mercado. Esto se operativiza mediante la transferencia
de la concesión y el pago de una patente anual por hectárea. Sin embargo, aún sabiendo que la
patente no refleja adecuadamente el valor de nuestros bosques, reemplaza con sobrada eficiencia
y eficacia el anterior sistema de pago por volumen y por especie.

A continuación se presentan algunos importantes aspectos regulados en la Nueva Ley Forestal

Boliviana:

Sobre el Principio de Progresividad en el Uso Integral del Bosque y el Valor Agregado de sus
Productos, resulta muy importante haber establecido la necesidad y obligación de usar los bosques
de manera integral y eficiente; sin embargo. esta premisa podría quedar sólo en un conjunto de
buenas intenciones sino se promueve verdaderamente la diversificación industrial y el incremento
de valor agregado a los productos forestales.

Esta promoción debe hacerse en base a incentivos concretos. La nueva Ley dispone, por ejemplo,
que se facilite el acceso a tecnologías apropiadas, en términos concesionales;

Este tipo de regulaciones pueden resultar contradictorias con aquellas que permiten la exportación
en troncas.

En la nueva Ley Forestal los conceptos tierra y bosques se unifican; se empieza a manejar el
concepto de tierra-forestal y, con ello, la dualidad juridlco-administrativa desaparece aunque,
como es predecible, los regímenes jurídicos mantienen sus particularidades.

A partir de esa unificación primaria, se desprende una clasificación de tierras forestales en;
a) Tierras de Protección;
b) Tierras de Producción Forestal Permanente;
e) Tierras con cobertura boscosa apta para diversos usos.
d) Tierras de Rehabilitación;
e) Tierras de Inmovilización.

La nueva ley forestal y la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria disponen que las tierras
deben usarse y titularse de acuerdo a su capacidad de uso mayor; cualquiera sea su régimen de
propiedad o tenencia, salvo que se trate de un cambio de uso pecuario o agrícola a uso forestal o de
protección.

Por otra parte, la normatividad vigente introduce pocos incentivos para promover una actividad
forestal integral. Como uno de los más importantes podríamos citar el de reducción de impuestos
a las utilidades a empresas que dediquen recursos para rehabilitación de tierras forestales
erosionadas o sin cobertura boscosa, la disminución de la patente forestal cuando la utilización se
refiera a tierras de rehabilitación; el acceso preferencial a tecnologías apropiadas para la actividad
forestal, tanto de productos maderables como de los no maderables; incentivos menores para la
diversificación industrial.

Por la ley vigente se establece que tres instituciones son responsables para el cumplimiento del
régimen Forestal: El Ministerio de Desarrollo Sostenible Y Medio Ambiente como ente rector; la
Superintendencia Forestal como entre regulador y el Fondo Nacional de Desarrollo Forestal como
organismo financiero, Estas instancias cuentan, a nivel departamental y regional, con el apoyo de
prefecturas y municipios. Se crea el Sistema de Regulación de Recursos naturales Renovables
(SIRENARE) y, como parte de él, las Superintendencias Sectoriales, Forestal y Agraria, para supervisar
y fiscalizar el régimen agrario y forestal respectivamente. Entre las funciones de la Superintendencia
Forestal está la de otorgar concesiones forestales, previa certificación de derechos de propiedad
existentes en el área (certifícación a cargo del Instituto Nacional de Reforma Agraria INRA).

Es importante señalar que el Plan de Manejo Forestal es el requisito indispensable para todo
tipo de utilización forestal. Constituye el instrumento técnico fundamental para el ejercicio de

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