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Antonio Gramsci

(1891-1937)
Jorge León Martínez

Antonio Gramsci fue un teórico marxista, político y periodista italiano que desarrolló una
amplia gama de trabajos de diversa índole, los mismo trabajos sobre teoría política, que de
corte sociología. Miembro de una familia campesina ubicada al sur de Italia, en la isla de
Cerdeña, Gramsci enfrentó dificultad financieras y de salud que marcaron su vida de
manera importante, tal como quedó registrado en su paso por la Universidad de Turín y su
posterior abandonó en 1915, a causa de los contratiempos económicos. Al mismo tiempo,
producto de las labores desempeñadas por su hermano en Turín, Gramsci trabajó como
periodista en Avanti!, periódico del Partido Socialista en 1916 y, posteriormente, fundó otro
diario junto a Palmiro Togliatti, al que llamaron Ordine Nuovo en 1919. Formó parte del
movimiento de Consejos de Fábricas durante 1920.
Gramsci fue uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano (PCI), en enero de
1921 durante el Congreso de Livorno. Trabajó para la Komintern (la III Internacional
comunista) en Moscú y Viena, aunque vuelve a Italia en el año 1924 para unirse a la
oposición parlamentaria enfrentada a la dictadura de Benito Mussolini. En 1922, en su viaje
a Rusia como representante del nuevo partido, conoció a Julia Schucht, una joven violinista
con quien se casó en 1923 y por la que tuvo dos hijos, Delio (nacido en 1924) y Giuliano
(1926). Gramsci nunca vio a su segundo hijo.
Elaboró una obra teórica que combatió el dogmatismo e introdujo frescura en el
marxismo más mecanicista y ortodoxo encarnado tanto en las vertientes estalinistas como
en la representada por Plejnov y Kautsky, vertientes sustentadas en principios positivistas,
economicistas y deterministas que neutralizaban el potencial y la voluntad de
transformación emanado del análisis marxista de la sociedad. Con una serie de 32
cuadernos que ocuparon casi 3.000 páginas, los escritos conocidos bajo el nombre de
Cuadernos de la Cárcel contienen reflexiones y apuntes orientados hacia dos cuestiones
principales: por un lado, la política como eje transversal de los escritos; por el otro, el
análisis sobre el poder y las dinámicas que sustentan su funcionamiento. El empleo
ecléctico de una diversidad de enfoques teóricos, provenientes tanto del historicismo
italiano, el revisionismo cultural y el idealismo alemán, proveyeron la base para la
postulación de la importancia del análisis de la política y el poder desde la base de los
procesos ideológicos, destacando así la necesidad de que la disputa política vaya más allá
del factor coercitivo, para instalarse también en el terreno de las ideas y del sentido común.
Con un legado teórico que continúa gozando de vigencia y una herencia de conceptos
que hoy son de uso corriente para la explicación de los procesos políticos y sociales de
nuestro acontecer (hegemonía, sociedad civil, intelectuales, crisis orgánica, entre otros), el
trabajo de Gramsci representa una referencia necesaria para comprender a cabalidad las
luchas y los procesos contenciosos que los nuevos movimientos sociales han venido
desplegando desde las década de los años noventa del siglo XX.

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