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EL LBRO PROHIBIDO DE LA IGLESIA

Hay un libro imprescindible para la Iglesia, pero a veces da la impresión de ser un libro prohibido,
porque si se lee bien, resulta peligroso. Peligrosamente necesario: el libro de los Hechos de los
Apóstoles.

En este subversivo libro, se describe el ser, el hacer y el deber ser de la Iglesia de Jesucristo:

Para nada es una iglesia clerical ni canónica, ni atrincherada en la seguridad de Jerusalén y sus
tradiciones.

Es una iglesia apostólica, pero los Apóstoles no arropan ni encierran a la Iglesia.

Es una Iglesia que sale, que se mueve. No simplemente “conservadora”.

Es una Iglesia que no teme el contacto con los “paganos” ni con otras culturas distintas de la judía.

Es una Iglesia que no complace al mundo ni adopta sus formas y procedimientos ni recibe privilegios.

Es una Iglesia que permanentemente anuncia a Jesucristo como EL SALVADOR, no lo iguala con otras
formas religiosas.

Es una Iglesia que vive pobreza, persecución, cárcel, por parte de los poderes de este mundo
(político y religioso), pero que sabe que su único auxilio es el Dios Vivo.

Es una Iglesia abierta al movimiento del Espíritu Santo, en todos sus miembros, sin diferencia ni
distinción, con discernimiento, no solo en los Apóstoles.

Es una Iglesia no preocupada por el “número” de fieles, porque el que trae y convierte es el Espíritu
Santo, cuando de verdad es predicado el Evangelio.

Es una Iglesia que vive su fe en pequeñas comunidades, no individualmente.

Es una Iglesia centrada en la Palabra y la Eucaristía.

Es una Iglesia libre de accesorios (tantas normas, prácticas, usos, de los que perfectamente se
pudiera prescindir), y por ello más ligera, ágil, desenrollada.

A la luz de todo esto, vemos que el camino sinodal propuesto por Francisco, sea considerado por
algunos, incómodo, peligroso, inconveniente, dañino para la Iglesia. Igualmente, los tales pensarán
que los Hechos de los Apóstoles no son más que una bonita historia, letra pasada.

Replegarse, ceder al miedo ante los desafíos, apoltronarse en la propia segura comodidad de
estructuras, grupos o movimientos, resignarse, son actitudes que no aparecen en ninguna parte de
los Hechos de los Apóstoles.

De hecho, los Santos han sido atrevidos, más de una vez calificados de locos, incomprendidos y
reprendidos, pero la historia les ha dado la razón: les movía Dios.

En definitiva, peligroso libro y peligroso Sínodo, mucho más si ambos van de la mano ¿No será lo
que quiere el Espíritu Santo?

P JUAN JOSE ALDAZ

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