NORMAS DE

ÉTICA Y MORAL

ESCUELA DE FORMACIÓN MINISTERIAL

Jehová Nisi

ELIEZER DÍAZ
 NORMAS DE
ÉTICA Y MORAL
"Lo que odias para ti no lo hagas a tu prójimo"

Hillel el anciano (Talmud baba metia 62)

"Tratad siempre a los demás como os gustaría que ellos os tratasen

a vosotros, eso resume la enseñanza de la tora y los profetas"

Jesús de Nazaret (Mateo 7:13)

"Paga a cada uno lo que debes, si debes a los recaudadores de impuestos,

paga tus impuestos, si debes al cobrador de las rentas, pagas tus rentas. Si le
debes respecto a alguien, págale con respeto. Si le debes honor a alguien,
págale con honor. No debas nada a nadie, excepto el amar uno a los otros,
porque el que ama a su prójimo ha cumplido la torah. Porque los
mandamientos "No cometerás adulterio", "No asesinaras”, "No robaras", "No
codiciaras" y muchos otros se resumen en esta norma "Amaras a tu prójimo
como a ti mismo". El amor no perjudica al prójimo, por lo tanto el amor es el
cumplimiento de la torah"

El apóstol Pablo (Romanos 13:7-10)

Estas lecturas que hemos leído están relacionadas con las normativas de
ética y moral establecida por Dios en su palabra y en la tradición oral del pueblo
judío. El término "ética" proviene de la palabra "etikos" que significa "carácter". Por
lo tanto se define la ética como la filosofía moral que estudia y establece la
normativa que debe regir el comportamiento de los individuos en una sociedad.

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 En la ideología judía es conocido como "musar", musar significa disciplina
moral. La fe del pueblo judío exige una vida moral y propone el
perfeccionamiento moral. La moral es pues para el pueblo judío no un
ingrediente de su fe, sino su esencia.

La ética no es ajena al pueblo de Israel de hecho fue el pueblo hebreo el

que ha desarrollado este principio de vida y lo ha dado a conocer al mundo
principalmente por medio de la tora. Básicamente el tema de la ética o musar
consiste en prestar atención a nuestros propios defectos y no al defecto de los
demás.

Ya que no podemos descuidarnos en las relaciones personales e

interpersonales siendo necesario el desarrollo del amor al prójimo. Y una vía para
desarrollarlo es a través de la ética y los principios morales. El pueblo judío tiene
dos grandes leyes que recibieron por intermedio del profeta Moisés, las cuales
son la ley del amor a Dios y la del prójimo. La primera circunscribe las relaciones
del hombre con Dios.

Todos los días al levantarse y al acostarse el judío hace la oración de shema

que consiste en recitar Deuteronomio 6:5 donde se expresa "Ama a tu Dios con
todo tu corazón, con todo tu ser y con todas tus fuerzas". Esta es la primera ley y la
básica, considerado el mayor de los mandamientos.

La segunda ley es: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" esta ley ordena y
reglamenta la relación del hombre con su semejante. El pueblo de Israel ha sido
la primera civilización que insistió en que el campo de las relaciones humanas es
la esfera que más necesita ser atraída a la dimensión de la ley moral.

La tendencia del fuerte y del hábil a explotar al débil y al ingenuo es a juicio

de la ideología hebrea como la fuente de la perdición del hombre. Puesto que el
mal principal en la esfera de las relaciones humanas, que ha traído el caos y el
desastre para la vida humana es la ambición de dominar.

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 Ese es el mal contra el cual el judaísmo invoca principalmente la ley moral.
Es por ello que este mandamiento es considerado como el segundo más
importante dentro de la fe judía la de considerar a cada ser humano como
hermano, amarlo como uno se ama a sí mismo y no hacerle lo que no quiere que
le hagan a uno.

Es por ello que en base a esta ley se debe considerar todo acto por el cual el
ser humano entra en contacto con su prójimo. Sea a nivel; personal, material o
sentimental, se debe enfocarse de forma tal como si se dirigiera a su propia
persona, sus propios bienes y su propia esfera sentimental.

Las actuaciones de cada persona están regidas por el reconocimiento y

amor a Dios, y esta segunda ley coloca al hombre al mismo nivel, exigiéndole el
trato de igualdad en todo sentido, incluso el goce de todos los derechos que
corresponde al ser humano.

El hombre ante todo debe amar a Dios, luego a sí mismo y a través de esta
autoestima, puede brindar amor y comprensión al prójimo. Este amor trilateral
tiene que servirle como guía hacia las buenas acciones de la vida y como barrera
contra las malas acciones.

Según los rabinos las enseñanzas de Abraham estaban basadas en lo que

Dios había revelado al hombre desde los tiempos de Adán. Este conjunto de
enseñanzas estaban clasificadas de la siguiente manera:

AVOT (PADRES): Tiene que ver con las instrucciones ancestrales

relacionada de cómo vivir con excelencia.
BERAJOT (BENDICIONES): Tiene que ver con el conocimiento divino
respecto a las leyes que rigen el orden natural de todas las cosas.
NESIKIM (DAÑOS): Estas estaban relacionadas con las enseñanzas que
tienen el objetivo de cuidar de no dañar al prójimo en tres áreas principales las
cuales son: su patrimonio, su cuerpo y su honor. Estas tres clases de enseñanzas
serian consideradas como la piedra que fundamentará la ética de los padres de la
fe del pueblo hebreo.

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 A continuación les expondré una lista de instrucciones bíblicas
relacionadas con la ética y la moral, con el fin de manifestar el amor al prójimo en
todo tiempo, lugar y circunstancia. Todos los grandes hombres de Dios se
destacaron en medio de sus generación porque manifestaron una conducta
integra en su acciones y palabras para con el prójimo.

Haré mención también en esta lista parte de lo que el siglo 19 en Alemania

respondieron los maestros de las escrituras de origen hebreo sobre la ética desde
la revelación bíblica. Así pues espero puedan tomar estas instrucciones como
códigos de vida que le permitan tener relaciones saludables y estables como hijos
del Eterno.

1. El amor al prójimo implica que se prohíbe el rencor, envidia o aspereza hacia

cualquier individuo de cualquier raza, nacionalidad o religión.

2. El amor al prójimo exige el aprecio de la vida, salud y bienes del prójimo.

Prohibiendo injuriarlo y perjudicarlo o privarlo de sus bienes.

3. El amor al prójimo exige mantener y respetar el honor del prójimo más que el
propio y prohíbe calumniarlo, degradarlo con malevolencia o ponerlo en ridículo.
Sé extremadamente cuidadoso con el honor y los sufrimientos de los demás.
Respeta todo ser humano, aún si éste es diferente a ti, no comparte tus ideas, o se
te opone. Nunca olvides que todo ser humano es caro por el solo hecho de haber
sido creado a semejanza de Di-s, "Tzelem Elokim".

4. El amor al prójimo exige practicar la caridad con todos los necesitados y

prohíbe pensar solo en nosotros mismos o en nuestras familias, negando la
compasión al prójimo que sufre.

5. El amor al prójimo exige tener un espíritu de humildad ante Dios y modestia

dentro de la sociedad, prohibiendo el orgullo, la arrogancia y el menosprecio de
los demás.

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6. El amor al prójimo demanda la prohibición de murmurar, usar de la lisonja
hipócrita, el chisme, la burla.

7. Hay que honrar al prójimo y elogiar al prójimo así como uno desea que lo
elogien y honren.

8. Hay que evitar por todos los medios hacer al prójimo aquello que no nos
gustaría que nos hicieran, y hacer con ellos todo aquello que quisiéramos que
hicieran con nosotros.

9. No debemos ofender al prójimo en ninguna forma, sea a través de las palabras

o de las acciones. Se entiende por ofensa la acción o las palabras dadas de una
persona a otra con el objetivo de despreciar, humillar y causar daño a la dignidad
de una persona.

10. No se debe hablar mal del prójimo. En el judaísmo es conocido esto como
Lashon Hara (mala lengua), el hablar mal de su projimo aun si lo que dice es
verdad. La definición de Lashon Hara es el hecho de revelar una mala acción del
projimo. El murmurador o mala lengua, es la persona acostumbrada a denigrar
siempre a otros por sus errores, fallas o mala acción, incluso haciendo mención a
sus familiares.

11. Jamás se debe vanagloriar de la deshonra de su projimo. Pues su pecado

consiste en confrontar sus propias buenas acciones y su propia sabiduría con la
sabiduría y acciones del projimo con el objetivo de dar a entender que el mismo
es honorable y su projimo despreciable.

12. El éxito de nuestro projimo no debe despertar nuestra envidia, sino al

contrario causarnos alegría, pues es Dios que lo hace prosperar. Se debe apartar
toda mala idea sobre él y sentir estima y consideración hacia él, traduciendo esos
sentimientos en palabras y acciones. Por consideración al projimo, hay que evitar
toda expresión de alegría en su presencia cuando esta abatido bajo el efecto de
una adversidad.

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14. Siendo que el hombre fue creado a la imagen de Dios, no se debe
menospreciarlo por ser mal parecido o de inteligencia mediocre.

15. Si una persona fue ofendida o perjudicada, no debe odiar al culpable y

callarse, pues está emulando la actitud de los perversos como Absalón:” Absalón
no le dirigió a Amon la palabra, mala o buena, porque le tuvo odio” (II Samuel
13:22). Al contrario tiene la obligación de quejarse al abiertamente y pedirle
explicaciones, de acuerdo a lo establecido en la tora: “Reprende a tu projimo”
(Levítico 19:17). Si el ofensor se arrepiente y le pide disculpas, ha de perdonarle y
no mostrarse cruel, por el contrario actuara con misericordia como lo hizo
Abraham con Abimelec (Génesis 20:17)

16. El que ve a su projimo cometer un pecado o tomar un mal camino, debe

volverlo al bien y advertirle que se corrompe por su mala conducta, como dice la
tora: “Reprende a tu projimo”. El que reprende a su projimo ha de dirigirse al a
solas, hablarle con calma y con sabiduría.

17. Está prohibido humillar a su projimo, ya sea con palabras o con acciones, y
cuanto más en publicó. Pues han dicho los sabios hebreos que el que humilla a
su projimo en público no tendrá parte en el mundo venidero. Por consiguiente,
hay que cuidarse mucho de no humillar en público a ninguna persona, niño o
adulto, o llamarle por un apodo del cual se avergüenza, o bien contar en su
presencia algún relato que le turba.

18. Siempre di la verdad y jamás mientas a tu projimo pues está escrito en el libro
de Sofonías capitulo 3:13 “En remanente de Israel no cometerá iniquidad, ni
hablara mentira, ni se hallara en su boca lengua engañosa”. Por lo tanto se
debemos ser verdaderos con lo que decimos. No hables antes de asegurarte de
estar diciendo la verdad. Los embusteros pueden parecer tener éxito,
temporariamente, pero con el tiempo no se les confía. Al mentiroso no se le cree
ni aún cuando dice la verdad. Recuerda: Tu reputación depende de la veracidad
de tus palabras. Rabán Shimón Ben Gamliel dijo: sobre tres cosas se sostiene el
mundo: La verdad, la justicia y la paz.

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