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Hexagrama Nø 48
Hexagrama Nø 48
Shih / El Ejercito
師
en la versión de Richard Wilhelm (1) se lee:
Este signo se compone de los signos primarios K'an, el agua, y K'un, la tierra. Se
simboliza así el agua subterránea que va juntándose en lo interior de la tierra. Del
mismo modo se reúnen las fuerzas del ejército en medio de la multitud de un pueblo:
invisibles en la paz, pero disponibles en todo momento como fuente de poder. Los
atributos de los signos primarios son: en lo interior peligro y en lo exterior obediencia.
Esto indica la naturaleza del ejército, que en su esencia mas íntima es una entidad
peligrosa, mientras que en su manifestación exterior debe reinar la disciplina y la
obediencia.
Desde el punto de vista de las líneas individuales, el rector del signo es el fuerte "nueve
en el segundo puesto" al que se subordinan los demás trazos, todos blandos. Esta línea
designa al mandatario, ya que ocupa el centro de uno de los dos signos primarios. Pero
como se ubica en el de abajo y no en el de arriba, no representa la imagen del soberano,
sino la del hábil general que mantiene al ejército en obediencia gracias a su autoridad.
EL DICTAMEN
El ejército constituye una masa que, para convertirse realmente en ejército, requiere
organización. Nada se puede lograr sin una firme disciplina. Mas esta disciplina no es
posible obtenerla a la fuerza y con medios violentos, sino que reclama a un hombre
fuerte al cual se vuelquen los corazones y que despierte entusiasmo. Este. Para poder
desplegar sus dotes, debe contar con la confianza incondicional de su soberano, quien
ha de dejar en sus manos la plena responsabilidad mientras dure la guerra. Pero una
guerra es siempre una empresa riesgosa que acarrea danos y devastación. Por eso no se
la debe iniciar con ligereza; únicamente debe recurrirse a ella como se apela a un
remedio venenoso, y en última instancia. Un conductor experto ha de explicarle al
pueblo con toda claridad la causa justa y presentarle un objetivo de guerra evidente y
comprensible. Solo si existe un objetivo perfectamente determinado, por el cual el
pueblo sea capaz de jugarse conscientemente, nacen, la unanimidad y la fortaleza de la
convicción que conducen a la victoria. Pero el guía también debe cuidar de que en
medio de la pasión guerrera y de la embriaguez del triunfo no se produzcan hechos
injustos que no merecerían la aprobación general. La justicia y la perseverancia son las
condiciones fundamentales para que todo marche bien.
LA IMAGEN
En medio de la tierra hay agua: la imagen del ejército. Así el noble, en virtud de su
magnanimidad para con el pueblo, acrecienta sus multitudes.
Al iniciarse una empresa bélica es necesario que refine el orden. Debe haber una causa
justa y convincente, y la obediencia y la estructuración de las tropas deben organizarse
perfectamente, pues en caso contrario el fracaso será la inevitable consecuencia.
Nueve en el segundo puesto significa: ¡En medio del ejército! ¡Ventura! ¡Ninguna
falla! El rey confiere un triple galardón.
Si uno se enfrenta con un enemigo superior, con el cual la lucha no tendría perspectiva
alguna de éxito, una retirada en orden será lo único adecuado, pues así él ejercito se
preservara de la derrota y la disolución. No es de ninguna manera señal de coraje o
fuerza empecinarse en librar, cueste lo que cueste, un combate sin esperanza de éxito.
Al tope un seis significa: El gran príncipe emite órdenes, funda estados, otorga
feudos a familias. Hombres vulgares no deben utilizarse.