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Autonomías y solidaridades
Ricardo Zúñiga B.
Escuela de Trabajo Social,
Universidad de Montreal
5. LOS ANDAMIAJES DE
LA EVALUACION
4. LAS PRACTICAS SOCIALES Códigos de comunicación institucional :
Las prácticas profesionales de intervención : diseños, planes, formularios
los equipos y los programas, y formatos de comunicaciones
las normas y los procedimientos formales : proyectos e informes.
1. Imágenes y sentidos
El estudio sistemático y crítico de la evaluación llega tarde : la experiencia evaluativa es
adquirida tempranamente. Sus sentidos comienzan en las imágenes informales de experiencias
Hay algo muy viejo en la así llamada guerras de la ciencia. La gente está peleando sobre la naturaleza del
conocimiento desde los inicios de la vida intelectual. Protágoras dijo que el hombre es la medida de todas
las cosas. La afirmación horrorizó a Platón, que paso toda su vida combatiendo el relativismo y otras
formas tempranas de constructivismo social. [ ... ]
Hay algo novedoso en la guerra de la ciencia. La mezcla de ciencia, epistemología y política es muy
novedosa, muy apasionante y muy importante. [ ... ]
Cuán importante ? Nuestro modo de vida depende de ello. Este debate complejo es sobre quién gobierna
y quién debiera gobernar — y no sólo en la ciencia, sino en todo su sentido general. [ ... ] Tal vez
formularlo como ¿ los consejos de quiénes son los que debiéramos seguir ? sería una forma
democráticamente más aceptable de plantear la pregunta... (Brown, 2001, i).
Esta concepción de la evaluación está indisolublemente unida a dos conceptos que son
dos caras de la misma moneda : responsabilidad y autonomía. Responsabilidad significa, en
primer lugar, responsabilidad ante sí mismo : estar consciente de la propia acción,
comprenderla, asumirla ; y autonomía significa reivindicar el espacio de libertad necesario
para poder asumir esa responsabilidad. La evaluación es parte de la acción, y es el grado de
libertad del actor el que determina la evaluación que realiza, el modo de comprenderla, del
plantearla, organizarla y realizarla.
Tras la influencia de Popper, la analogía de Kuhn sobre la ciencia consagra una visión
de su historia como un camino balizado por paradigmas, por creencias compartidas y
respaldadas por figuras de autoridad y también por “revoluciones” en la que los paradigmas
son cuestionados y confrontados. Otros críticos como Polanyi, Feyerabend y Maffesoli han
hecho aportes complementarios, que subrayan la subjetividad individual y colectiva que es
esencial en toda empresa humana, y que desarrollan una visión de una ciencia sin verdades
eternas. En el momento actual, la concepción de las ciencias parece haber incorporado las
críticas al positivismo hasta el punto que parece estar abriéndose a una visión mas amplia, mas
tolerante. Campbell resume brevemente este nuevo consenso emergente, este nuevo “sentir
común” sobre lo que sea ser científico, en cinco orientaciones de acción que superan las
La ciencia no puede evitar los juicios de valor, las decisiones discrecionales. Sin tenerlos en
cuenta, no es posible responder a la pregunta : ¿ Porqué este tema y no otro ? ¿Porqué éste
procedimiento y no otro ?
La ciencia no puede evitar el estar encapsulada en algún paradigma de presupuestos, explícitos o
implícitos, formas de provincialismo del pensamiento que son difíciles de percibir como tales desde
dentro, mientras estamos insertos en ellos. Sólo se hacen aparentes cuando son mirados desde otro
conjunto de presupuestos — desde lo que es probablemente otro provincialismo.
El arraigo histórico debe añadirse al encapsulamiento en un paradigma, que hace de toda
ciencia, de todo experimento y de toda teoría una expresión de un momento dado, de sus
determinaciones concretas, coyunturales y contextuales, muchas veces extrínsecas a la dinámica de
las ciencias.
La ciencia utiliza cada vez más un pensamiento relativista, en el que la búsqueda de certezas está
reemplazada por la búsqueda de lo plausible : se busca el mejor modo de dar cuenta de un fenómeno
a partir de la información y de los paradigmas con los que se cuenta en el momento.
La filosofía de las ciencias utiliza en mucho mayor grado la sociología y la psicología para
explicar la construcción de las ciencias como un proceso “anclado”, “encarnado”, en el que hombres
de carne y hueso expresan formas sociales en su modo de conocer–haciendo. (Campbell, pp. 316–321).
Firestone (1990) nos recuerda que las metodologías científicas nos confrontan también a
los límites de nuestro conocer. No es posible buscar el rigor global, que exija la precisión de la
medida, un potencial de generalización, y un realismo reconocible, todos en el mismo grado.
La búsqueda de certeza, de rigor y de realismo deben estar conscientes que el maximizar una
puede limitar las posibilidades de maximizar las otras (ver esquema siguiente).
REALISMO EXISTENCIAL :
la etnografía, la clínica, el estudio de casos :
la descripción exhaustiva, la teoría "enraizada",
contextualizada
La acción cotidiana :
los hábitos sociales,
la ética y los valores convencionales,
lo político aceptado, convenido ¿ Quién es quien actúa ?
¿ qué hacer ?
¿ porqué actuar ?
¿ con qué finalidad ?
¿ con qué medios ?
« la práctica » « la teoría »
¿ cómo actuar ?
¿ cómo actuar bien, mejor ?
¿ cOmo aprender a actuar ?
¿ cómo enseñar a actuar ?
Las consecuencias de esta reflexión son importantes para estudiar el modo de conocer
de una actividad social concreta. El conocimiento que pueda guiarla no reposa sobre certezas
aprendidas, entendiendo “la teoría” como una verdad aprendida que pueda dirigir
certeramente la acción. Tampoco es un producto automático de la experiencia, de “la práctica”,
que fundaría todo conocer. El conocimiento que puede derivarse de una acción social es el
Llegamos, así, al problema más crucial de la teoría del conocimiento[...] Mi trabajado ha sido el de tratar
de demostrar que en todo acto de conocer hay una contribución tácita y apasionada de la persona que
está conociendo lo que se conoce, y que éste coeficiente no es simplemente una imperfección, sino un
componente indispensable de todo conocimiento (Polanyi, 1964, p. 312)
¿ Pero dónde se origina la controversia de las dos culturas [científica y humanista ] ? En la división del
trabajo a ambos lados del campus. Una de las partes sólo considera exactas a las ciencias una vez que han
sido expurgadas de cualquier contaminación de subjetividad, de política o de emocionalidad. La otra
parte, de mucho más amplia difusión, no juzga que la humanidad, la moralidad, la subjetividad o los
derechos son válidos más que si han sido protegidos de cualquier contacto con la ciencia, la tecnología y
la objetividad. Los estudiosos de la ciencia combatimos ambas purgas, estamos simultáneamente contra
las dos depuraciones, y eso nos convierte en traidores a los ojos de uno y otro bando. Decimos a los
científicos que cuanto más conectada esté una ciencia con el resto del colectivo, mejor será : más precisa,
más verificable, más sólida, y esto contraría todos los reflejos condicionados de los epistemólogos.
Cuando les decimos que el mundo social es bueno para la salud de la ciencia, nos escuchan como si
estuviéramos diciendo que las masas de Calicles van a venir a saquear sus laboratorios.
Sin embargo, contra la otra parte, decimos a los humanistas que cuantos más los no humanos compartan
Veamos primero, brevemente, de qué modo puede liberarse a las ciencias del lastre que supone impulsar
un tipo de política que cortocircuita la política. [ ... ] si conseguimos liberar a las ciencias secuestradas,
advertiremos que hay dos significados diferentes del adjetivo « científico » que de pronto vuelven a
poderse distinguir, tras haber sido mezclados íntimamente durante tanto tiempo.
El primer significado es el de la Ciencia con C mayúscula, el del ideal del transporte de la información sin
discusión ni deformación. Esta Ciencia con C mayúscula NO ES una descripción de lo que hacen los
científicos. Se trata en realidad, por utilizar aquí un término anticuado, de una ideología que jamás tuvo
ningún otro uso — al menos mientras se halló en manos de los epistemólogos — como no fuera el ofrecer
un sustituto para la discusión pública. [ ... ]
Pero « científico » tiene otro significado, que es mucho más interesante y que no tiene nada que ver con el
objetivo de acabar con la política. Y NO porque sea apolítico o porque, al contrario, esté politizado, sino
porque se enfrenta a cuestiones por completo diferentes, y esta diferencia nunca se respeta cuando la
Ciencia n° 1 aparece, tanto a los ojos de sus partidarios como a los de sus detractores, como la totalidad
de lo que puede decirse respecto de la ciencia.
El segundo significado del adjetivo « científico » es el que define el acceso, mediante experimentos y
cálculos, a entidades que al principio no tienen las mismas características que los humanos. [ ... ] La
Ciencia n° 2 aborda el estudio de los no humano, que al principio son entidades ajenas a la vida social y
que luego van siendo poco a poco socializadas, pasando a vivir entre nosotros, a través de los puentes
tendidos por los laboratorios, las expediciones, las instituciones y demás, tal como los últimos
historiadores de la ciencia han descrito con mucha frecuencia. Lo que los científicos quieren tener claro
cuando trabajan es que no sean ellos los que los fabriquen, mediante su propio repertorio de acciones, su
ontología. [ ... ].
El análisis mordaz de Latour (1999) contiene una lectura política fascinante del Gorgias
de Platón.
No voy a leer el Gorgias como lo haría un erudito en filosofía griega [ ... ], sino como si la obra hubiese
sido publicada hace tan sólo unos cuantos meses en la New York Review of Books como contribución al
furibundo ímpetu de las guerras de la ciencia. Tan actual como lo fue en el 385 a.C., la obra se enfrenta al
mismo rompecabezas que ha venido bloqueando los mejores esfuerzos de las academias y las sociedades
contemporáneas.
La explicación de este rompecabezas es muy sencilla : ¡ los griegos hicieron simplemente un invento de
más ! Inventaron tanto la democracia como la demostración matemática [ ... ]. Aún seguimos bregando,
en nuestros « tiempos de vacas locas », con esta misma dificultad : cómo tener ciencia y democracia a la
vez. Lo que he denominado pacto entre Sócrates y Calicles ha resultado ser la causa de que el cuerpo
político sea incapaz de digerir simultáneamente los dos inventos. Más afortunados que los griegos, tal
vez seamos capaces, si logramos redactar de nuevo los términos del pacto, de disfrutar al fin de ambos
bienes (Latour, 2001, La esperanza de Pandora, 261).
En el Gorgias, Sócrates guía una reflexión que tiene como meta salvar la sabiduría del
filosofo de la irrupción de los políticos, que representan su contaminación. La reflexión irónica
de Latour es que los griegos nos han legado una tradición de conflicto entre un pensamiento
que quiere desligarse de sus condiciones concretas de producción, para alcanzar una
abstracción que lo hace superior, y una tradición política democrática, que quiere incluir el
mayor número posible de personas en los debates de sociedad. Buscando esta pureza, este
pensamiento se identifica a sus productores — filósofos, científicos, expertos, profesionales y
directivos — y defiende en términos abstractos lo que de hecho es un orden político de
dominación de los mejores, de una aristocracia, sobre una comunidad reducida a un vulgo que
sólo puede producir el conocimiento limitado y anclado en intereses concretos de prácticos,
ejecutantes, técnicos, empleados, obreros y clientes. Lo que era una dicotomía se convierte en
una estructura social, en la que el poder de la elite se justifica en razón de su conocimiento
descarnado, abstracto — llámese cultura, ciencia o sabiduría — y reduce la política a la
manipulación retórica del vulgo. Y esta confrontación se prosigue a través todos los
acontecimientos sociales que confrontan un grupo humano con la necesidad de definir la
orientación y la gestión de un futuro diferente. En los preludios a la Revolución Francesa,
Schamma muestra la construcción social de dos personalidades como encarnaciones de una
elección política :
La contienda triangular de Sócrates, los sofistas y el demos. En los tres diálogos del Gorgias, el Poder y
el Derecho nunca se presentan como entidades comparables ; más adelante veremos por qué. Lo que se
Las ciencias sociales son ciencias como las otras, pero que confrontan una dificultad particular para ser
ciencias como las otras.
Esta dificultad me parece más clara hoy en día, y me parece que para realizar el proyecto científico en las
ciencias sociales hay que dar un paso más, uno del que las ciencias de la naturaleza pueden dispensarse.
Para sacar a la luz del día lo que es lo oculto por excelencia, lo que escapa a la mirada de la ciencia porque
se esconde en la mirada misma del científico, el inconsciente trascendental, hay que situar en la historia
el sujeto del proceso histórico, hay que objetivar et sujeto mismo de la objetivación, el trascendental
histórico del que la objetividad es la condición para que la ciencia acceda a la conciencia de sí misma, que
es la conciencia de sus presupuestos históricos (Bourdieu, 2001, p. 168).
Las ciencias sociales, especialmente la sociología tienen un objeto de estudio demasiado importante (que
interesa a todo el mundo, comenzando con los poderosos), demasiado urgente, para que pueda ser dejado
a su entera discreción, abandonándolo a su sola ley — demasiado importante y demasiado urgente desde
el punto de vista de la vida social, del orden social y del orden simbólico para que se le permita el mismo
grado de autonomía que el que se le permite a las otras ciencias, y que se le permita el monopolio de la
producción de la verdad. De hecho, todo el mundo se siente con derecho a entrometerse en la sociología y
de entrar en el debate a propósito de cual sea la visión legítima del mundo social, en la que también
interviene el sociólogo, pero con una ambición especial, que se le permite a todos los demás científicos,
pero que en su caso parece monstruosa : la ambición de decir la verdad o, peor aún, de definir las
condiciones en las que se puede decir la verdad (Bourdieu, 2001, p. 170).
Las ciencias sociales como parte integrante del debate social, deben
comprenderlo — para comprenderse :
En el caso de las ciencias sociales, lo « real » es externo e independiente del conocimiento, pero es en sí
mismo una construcción social, un producto de luchas anteriores que, por ello mismo forma parte de las
... un concepto al que se adjudique algo parecido a carácter de absoluto se convierte no en una guía de la
acción, sino en una abstracción que, al ser impuesta sobre la realidad, revela una incompatibilidad, como
dicen los ingenieros para describir las partes de un todo que no encajan, y que sólo se pueden hacer
encajar a la fuerza y, aún así, de modo ineficaz o ruinoso.
Mientras describimos estos fenómenos en acción, tampoco tratamos de estudiar un pasado ya muerto,
sino un pasado aún viviente, donde podemos seguir el hilo de la noción primitiva pero aún potente que
cualquier objetivo político o de otro orden puede ser alcanzado por el sólo medio de la fuerza.
El mundo todavía confronta un legado de peligros alimentados por las ideas fatales que se desprenden de
esta actitud. Lejos de poder proclamar el fin de la historia, con una aceptación global de economías de
mercado y de pluralismos políticos, lo que enfrentamos es una batalla larga y peligrosa para llevar un
planeta conflictivo hacia una condición de paz, aún antes de alcanzar una de democracia. La tecnología
del poder desarrollada durante el último siglo está todavía disponible a una gran variedad de líderes
peligrosos. El arsenal destructivo disponible sigue siendo una amenaza aterradora. Los odios arcaicos,
modernizados y totalizados ideológicamente aún florecen.
[ ... ]
Sobre todo debemos insistir, contra los conceptos utópicos, que un orden de cosas tolerable es uno que
consigue un equilibrio entre lo social y lo individual. Un ser humano no es ni una hormiga ni un tiburón
(Conquest, 1999, pp. xiv–xv).
[...] sugiero que la razón humana no depende de un centro único sino de distintos sistemas cerebrales
que operan en concierto, en múltiples planos de organización neuronal. Desde las capas corticales
prefrontales hasta el hipotálamo y el tallo cerebral, diversos centros cerebrales, de !alto nivel” y de “bajo
nivel”, cooperan en la fábrica de la razón.
Los niveles inferiores del edificio neural de la razón son los mismos que regulan el procesamiento de
las emociones, los sentimientos y las funciones necesarias para la supervivencia del organismo. Esos
niveles inferiores mantienen una relación directa y mutua con casi cada órgano del cuerpo, situándolo así
directamente en la línea de producción que genera los más altos logros de la razón, de la toma de decisión
y, por extensión, de la creatividad y conducta social. Emoción, sentimiento y regulación biológica juegan
entonces un papel en la razón humana. Los engranajes más primarios de nuestro organismo intervienen,
están implicados, en los procesos más elevados de razonamiento (Damasio, 1994, p. 13).
Por sorprendente que parezca, la mente existe en y para un organismo integrado ; nuestra mente no
sería como es si no fuera por la interacción de cuerpo y cerebro durante la evolución, el desarrollo
individual y cada instante de nuestra vida. La mente tuvo que referirse primero al cuerpo ; si no, no
habría podido existir. Sobre la base referencial que el cuerpo suministra de manera continua, la mente
puede significar entonces muchas otras cosas, reales e imaginarias.
Esta idea está anclada en los siguientes postulados : 1) El cerebro humano y el resto del cuerpo
constituyen un organismo indisociable, integrado mediante circuitos regulatorios neurales y bioquímicos,
mutuamente interactivos (que incluyen componentes endocrinos, inmunes y neurales autónomos). 2) El
organismo interactúa con el entorno como un conjunto : la interacción no es oficiada sólo por el cuerpo ni
únicamente por el cerebro. 3) Las operaciones fisiológicas que llamamos mente no emanan sólo del
cerebro, sino del conjunto estructural y funcional : a los fenómenos mentales sólo se los puede entender
totalmente en el contexto de un organismo que interactúa con un medio ambiente. La complejidad de las
interacciones que debemos considerar es subrayada por el hecho que el entorno es, parcialmente,
producto de la actividad misma del organismo (Damasio, 1994, p. 16-17).
EL CAMINO DE LA RACIONALIDAD :
1° Justificar el objeto de interés, e lporqué de
nuestro interés : criterios de pertinencia a
nuestros valores, de consecuencias de la acción EL CORTOCIRCUITO DE LA INTELIGENCIA
o la inacción en materia de costos y beneficios EMOCIONAL :
sociales • los aprendizajes de la especie biológica
2° Problematizar el objeto, interpretando –reacciones programadas de homeostasis, de
criticamente la información disponible, las reflejos de defensa o de agresión, de
teorías dominantes incorporación jerarquizada
3° Delimitar y caracterizar operacionalmente el • los aprendizajes de colectivos sociales como
objeto de estudio envistas a preparar un plan tradiciones, institucionalizaciones,normas,
de investigacióno de acción costumbres, SENTIDO COMUN
4° Elegir una estrategia intelectual : • los aprendizajes en la historia personal
– cómo producir la información, (experiencias marcantes, hábitos adquiridos,
– cómo explorar lo mal conocido,cómo verificar extrapolaciones emotivas y cognitivas de
lo probable, personas conocidas a otras desconocidas – los
– cómo generalizar más allá de la situación, “pre–juicios”
– cómo difundir y utilizar lo estudiado. • autonomía intelectual fundada en la
emocional : seguridad ante lo desconocido,
sentido de competencia, capacidad de
autoafirmación, de iniciativa
LA DECISION DE ACTUAR :
1° Enumerar exhaustivamente las
alternativas de acción.
2° Prever las consecuencias de conflicto LA DECISIóN DE ACTUAR :
cada una de ellas — dejarse guiar por las experiencias
3° Ponderar sus beneficios y sus (cognitivo-emocionales) previas
costos potencial — seguir su intuición sobre lo que parece
4° Tomar la decisión a partirde adecuado
esta sumatoria de costos y — optar por la acción más "armoniosa",
beneficios más satisfactoria
I II III
Éstas son tres concepciones distintas, que determinan tres funciones diferentes,
íntimamente relacionadas a tres imágenes del evaluador como experto. Para los primeros, un
evaluador es un apéndice humano a un instrumento de medida ; para los segundos, es un
apéndice a la gestión, un productor de informaciones que pueden servir para orientar una
decisión ; para los terceros, en fin, el evaluador es un educador de la acción, es un mediador en
casos de conflicto, un bombero social en situaciones críticas de confusión. Y esta evolución
orienta hacia un foco consensual : la relación estrecha entre la acción social y el actor, y la
capacidad de éste de orientar su acción y de adaptarse a una situación, acomodándola a su
proyecto. Actor que es sujeto, que es conciencia, pero también que es gestor de transformación
objetiva — sujeto y productor. Identificar adecuadamente quién es el actor, quiénes son los
actores, determina la concepción que se tenga de la evaluación. Esta concepción de la
evolución del campo en base a una sucesión de etapas estructura los análisis teóricos (Shadish,
Cook y Leviton, 1991 ; Fontan, 2001). Volveremos a este tema en relación a la prominencia que
le dió Guba al hablar de "generaciones" en la evaluación (ver 4.3).
LOS INTERESES :
las preocupaciones
sociales, las prioridades,
los debates
EL APRENDIZAJE : EL PROYECTO :
comprender la experiencia como revisión del la proyección hacia el actuar,
conocimiento previo, difundir el nuevo conocimiento con un sentido del "qué
hacer", con una estrategia
para realizarlo
LA DINáMICA DE LA ACCION
HACIA EL CAMBIO :
LA EXPERIENCIA :
la asimilación de resultados obtenidos EL PLAN :
para revisar las acciones, incorporar la organización de actividades hacia
los cambios, y adaptar la estrategia un resultado, con conciencia de
actividades específicas, del tiempo
requerido, de los actores involucrados
y afectados, de los recursos
LOS CAMBIOS : necesarios
la constatación rigurosa de efectos, de
la atribución de los efectos a la acción
EL ORDEN : la multiplicación de
aceptación de determinaciones actividades heteróclitas,
somáticas, económicas y políticas el activismo desorganizado,
incoherente
glorificación de determinismos,
aceptación irreflexiva de rutinas,
ausencia de sentido de posibles,
de búsqueda de alternativas
Lo esencial, hoy en día, es el oponerse a toda absorción de uno de los dos elementos de la modernidad
por el otro. Ello solo se consigue recordando que el triunfo exclusivo de la razón instrumental lleva a la
opresión, y que el de la subjetividad lleva a la falsa conciencia. El pensamiento solo es moderno cuando
renuncia a la idea de un orden general, natural y cultural, del mundo, cuando combina determinismo y
libertad, lo innato y lo adquirido, la naturaleza y el carácter de sujeto (Touraine, 1992, p. 252).
La idea de sujeto exige el introducir la dualidad ahí donde la sociología clásica había situado la unidad de
las estructuras y de la Historia. No se puede reducir la razón a la razón instrumental, triunfante en la
modernidad, como no se pueden reducir los sentimientos y las emociones a las ideologías que los
vehiculan. La modernidad tiene dos caras : la del sujeto y la del sistema, la de la fe y la de las Iglesias, la
de la razón crítica y la del interés, la del individuo y la de su función social. [ ... ] El sujeto no es el yo, ni
tampoco es la identificación de un movimiento social a las leyes naturales y sociales. Él sujeto no se
El actor es, así, una fuerza social en acción — ya sea acción actual, emergente, o
potencial. Pero si el concepto puede incluir una realidad que es todavía acción balbuceante, su
realidad está en esa acción. Sin señalar la acción concreta entrevista, sin especificarla, sin
contextualizarla, no tiene sentido hablar de acción, no se puede hablar de actor.
Es de esta sociedad múltiple, de múltiples niveles, encrucijada de acciones, que
debemos tomar una de las fuentes del sujeto. La afirmación del sujeto no se opone a la razón,
pero está fuera de sus encarnaciones globalistas – el Estado y el Mercado.
Los que quieren identificar la modernidad a la sola razón sólo hablan del Sujeto para reducirlo a la razón,
y para imponerle la despersonalización, el sacrificio de sí y la identificación a un orden impersonal, ya sea
la naturaleza o la historia. EL MUNDO MODERNO ESTÁ, AL CONTRARIO, CADA VEZ MAS LLENO DE LA
REFERENCIA A UN SUJETO QUE ES LIBERTAD, es decir que plantea como principio del bien el control que el
actor ejerce sobre sus acciones y sobre su situación, y que le permite concebir y sentir sus acciones como
elementos de su historia personal de vida, de concebirse como un actor. EL SUJETO ES LA VOLUNTAD DE
UN INDIVIDUO DE ACTUAR Y DE QUERER SER RECONOCIDO COMO ACTOR (Touraine, 1992, p. 242).
Los elementos de una definición del Sujeto incluyen la capacidad de ser actor y la
decisión, consciente y responsable, de serlo. Y este sujeto no es una conciencia del individuo
aislado, ni es tampoco una conciencia fundamentalmente socializada :
Nada debe apartarnos de nuestra afirmación central : EL SUJETO ES UN MOVIMIENTO SOCIAL. El sujeto no
se constituye en la conciencia de sí mismo, sino en la lucha contra el anti-sujeto, contra las lógicas de los
aparatos sociales — sobre todo cuando estas son industrias culturales o, a fortiori, cuando sus objetivos
son totalitarios (Touraine, 1992, p. 317).
Es el gesto del rechazo, de la resistencia, el que crea el sujeto. Lo que nos hace vivir a cada uno de
nosotros como sujeto, es la capacidad de distanciarnos de nuestros propios roles sociales, el sentido del
no pertenecer totalmente a estructuras sociales, y la necesidad de cuestionar. Y la subjetivación es siempre
el polo opuesto a la socialización, a la adaptación a status y roles sociales — pero ello, siempre que ésto
no signifique encerrarse en una contracultura de la subjetividad sino, por el contrario, comprometiéndose
en la lucha contra las fuerzas que destruyen activamente el sujeto. (Touraine, 1992, p. 318 ; itálicas en el
texto).
INDIVIDUAL
AJUSTAR
COMPRENDERLOS LA ACCION
EXPERIENCIA
(EXPLICARLOS) PARA
PERSONAL
TENERLOS DERIVADA DE LA
EN CUENTA
EXPLORACION
(1) Las instituciones (no confundirlas con las organizaciones) son formas de hacer, de sentir y de pensar
que han "cristalizado", para convertir en modelos normativos constantes, constrictivos y característicos
de un grupo social dado (Boudon y Bourricaud, 1986)
Pienso, luego existo es el comentario de un intelectual que subestima el dolor de muelas. Siento, luego
existo es una verdad que posee una validez mucho más general y se refiere a todo lo vivo. Mi yo no se
diferencia esencialmente del de ustedes por lo que piensa. Gente hay mucha, ideas pocas : todos
pensamos aproximadamente lo mismo y las ideas nos las traspasamos, las pedimos prestadas, las
robamos. Pero cuando alguien me pisa un pie, el dolor sólo lo siento yo. La base del yo no es el
pensamiento, sino el sufrimiento, que es el más básico de todos los sentimientos. En el sufrimiento, ni
siquiera un gato puede dudar de su intransferible yo. En un sufrimiento fuerte, el mundo desaparece y
cada uno de nosotros está a solas consigo mismo. El sufrimiento es la universidad del egocentrismo.
(Kundera, 1990, 242–243).
Ha aparecido, así, algo así como un segundo mundo paralelo : un mundo teórico a venido a agregarse al
mundo observable. Pero, cuando estos dos mundos se contradicen, cuál de los dos decide? ¿Dónde hay
que buscar la verdad? Y ahí comienza, precisamente, el dilema del ser humano : se ve confrontado a l
desgarro de su mundo en dos partes — ruptura especialmente dolorosa porque ella lo divide en dos : en
cuerpo y en alma, en materia y espíritu. Encontramos ahí la raíz del conflicto que es parte central de la
historia de nuestra civilización hace ya dos y medio milenios : el que opone el racionalismo al empirismo,
el idealismo al materialismo, las ciencias exactas a las ciencias humanas, las interpretaciones causales a las
interpretaciones finalistas, la hermenéutica al cientismo.
De hecho, esta desgarradura nos lleva a salir mucha más allá de los límites habituales de nuestra historia,
porque las trazas de este dilema tienen más de cuarenta millones de años de existencia (Riedl, 1988, 91)
En todos los idiomas que tienen su origen en el latín, la palabra razón (ratio, raison, reason) significa en
primer lugar la capacidad de razonar. De modo que la razón se entiende siempre como algo racional. Una
razón cuya racionalidad no sea evidente parece incapaz de causar un efecto. Pero en alemán razón, en
tanto que causa, se dice Grund, que es una palabra que nada tiene en común con el latín ratio y significa
originalmente terreno y luego base. Desde el punto de vista del latín ratio, el comportamiento de la chica
sentada en la carretera [ en el ejemplo previo ]aparece como absurdo, desproporcionado, sin razón, y sin
embargo tiene su razón, es decir su base, su Grund. En lo más profundo de cada uno de nosotros está
inscrita una razón semejante, un Grund, que es la causa permanente de nuestros actos, que es el terreno
sobre el que se levanta nuestro destino. Trato de captar el Grund oculto en el fondo de cada uno de mis
personajes y estoy cada vez más convencido de que tiene el cariz de una metáfora. (Kundera, 1990,
284–285).
"Un proyecto más audaz lo ocupó un tiempo : el de un Libro Singular, en el que habría consignado
minuciosamente todo lo que sabía sobre un solo hombre — él mismo : su complexión, su
comportamiento, sus actos públicos o secretos, fortuitos o intencionales, sus pensamientos y también sus
sueños. Este plan, que se le hizo demasiado vasto, lo redujo a solo un año de la vida de este hombre, y
luego sólo a un día. La materia, inmensa, todavía lo sobrepasaba, y se dió cuenta que, de todos sus
pasatiempos, éste era el más peligroso. Renunció a él." (Marguerite Yourcenar, L'oeuvre au noir, 1968).
LAS VARIABLES:
los aspectos, las dimensiones, los factores
que estructuran el concepto
LOS INDICADORES:
"indicios", "signos", "síntomas" — CONSTATACIONES Y MEDIDAS:
las manifestaciones objetos de presencia/ausencia,
constatación, observación, verificación – grado de presencia,
el concepto observado, denotado orden de prioridad,
número y frecuencias
Las variables no son entidades “naturales”, sino conceptos construidos, que tienen el
significado que quiera dárseles, y que pueden limitar el estudio a las dimensiones que los
intereses o las competencias del investigador privilegian. Conviene recordar que,
etimológicamente, un “hecho” no es un “encontrado”, sino “un producido”, fruto de un
“hacer”. Un “hecho” refiere al que lo hizo; es frecuente hablar de las variables como
construcciones. Pueden ser más o menos capaces de definir la totalidad en lo que tratan de
mostrar, pueden ser más o menos bien definidas, más o menos bien medidas. La
comparabilidad de experimentos muestra las dificultades de obtener la comunicación
inequívoca entre investigadores que no compartan los mismos postulados y prejuicios.
Cuando la comunicación tiene éxito, todavía queda el descartar que los postulados pueden
facilitar la comunicación por complicidad implícita más que por acercamiento a una realidad
“objetiva”, que sería el punto de encuentro. Quién controle el número de cigarrillos fumados,
cuáles sean los factores congénitos en el cáncer pulmonar, y qué porcentaje de la variabilidad
expliquen ; qué sea la violencia, cómo medir grados de violencia : el único camino de la
estrategia operacional es tratar de ser lo más explícitos posible. Lo que dista de permitir
afirmar que el método pueda por sí mismo asegurar un grado de seguridad en el conocimiento
de la realidad.
La consecuencia del pensamiento operacional para la lógica de la evaluación es
importante. El paso de la idea, tal como se encuentra en el lenguaje cotidiano, a una definición
mas rigurosa, es el comienzo de la posibilidad de actuar. Cuando estamos de acuerdo de qué
estamos hablando, es mas fácil ponerse de acuerdo sobre el cómo lo vemos, qué vemos que
podría ser diferente, cómo podríamos actuar para producir el cambio, y cuál será el resultado
LAAPUESTADELAEFICIENCIA:
2.4.3 La experiencia
De acuerdo a lo dicho previamente, comienzo con una formulación breve de algunos de los rasgos que
diferencian esta visión de la experiencia de las descripciones más ortodoxas de ella.
i [...] aparece evidente como un asunto que expresa la interacción de un ser viviente con su medio
físico y social.
ii [...] Lo que la experiencia evoca sobre sí misma es un mundo genuinamente objetivo que se mete en
las acciones y en los sufrimientos humanos y que, a su vez, es modificado por sus respuestas.
iii [...] la experiencia en su vitalidad es experimental, [exploratoria], es un esfuerzo para cambiar una
realidad dada ; se caracteriza por su proyección al futuro, por avanzarse hacia lo desconocido ; su
conexión con el futuro es su rasgo más característico.
iv [...] Una experiencia que es un ser penetrado por un medio circundante y un esfuerzo por
reorientarlo en nuevas direcciones, está rebosante de conexiones [de interrelaciones, de interacciones].
[...] Tomemos en serio la contribución de la biología a nuestra idea de experiencia. Todo análisis de la
experiencia tiene ahora que tomar en cuenta que experimentar [“experienciar”] significa vivir ; y que se
vive en y debido a un medio ambiente, no en un vacío. Ahí donde hay experiencia, hay un ser viviente.
Allí donde hay vida, hay una doble relación constante con el medio ambiente. Por una parte, las energías
ambientales constituyen las funciones orgánicas, forman parte de ellas. La vida no es posible sin el
apoyo directo del medio ambiente. Pero, si bien todos los cambios orgánicos dependen de las energías
naturales del medio ambiente en su origen y en su presencia, estas energías naturales a veces hacen
avanzar las funciones orgánicas prósperamente, pero a veces les impiden su desarrollo. Crecimiento y
deterioración, salud y enfermedad están siempre en continuidad con el ambiente natural circundante : la
diferencia entre ellas radica en el impacto de lo que sucede en la actividad vital futura.
[...] El ser humano tiene entre sus manos la dura tarea de responder a lo que sucede en su entorno
para que esos sucesos sigan un curso más bien que otro — el que él necesita para su propio
funcionamiento. Aunque en parte apoyado por su medio, su vida no es en nada una pacífica exhalación
de su medio. El está obligado a luchar — o sea, a dirigir el apoyo que recibe directamente de su medio
para llegar indirectamente a producir cambios que no se habrían producido sin su intervención. En este
sentido, vivir es conseguir controlar el medio ambiente. Las actividades vitales deben conseguir cambiar
los cambios del entorno ; deben conseguir neutralizar los incidentes hostiles ; deben transformar los
sucesos neutros en factores cooperadores o en una facilitación del florecimiento de nuevos rasgos.
Estas afirmaciones son externas a la experiencia misma. Son afirmaciones respecto las condiciones de
posibilidad de la experiencia, más que sobre la experiencia en sí ; pero la experiencia en su forma concreta
ciertamente los justifica. Experimentar es fundamentalmente un proceso de someterse (“undergoing”) : un
proceso de aceptar una acción (“standing”) ; un proceso de recepción, de aceptación y de pasión, de
afecto, en el sentido más literal de estas palabras. El organismo debe aguantar, debe aceptar las
consecuencias de sus propias acciones. La experiencia no es un deslizarse a lo largo de una trayectoria
determinada por la conciencia interna. La conciencia privada, personal, es una consecuencia incidental de
una experiencia, que es en sí de un carácter vital y objetivo ; la conciencia no es su fuente. Someterse
(“undergoing”), por otra parte, no es nunca pura pasividad. El más paciente de los pacientes es más que
un receptor. El es también un agente [actor, el que hace – agere], un “reactor”, uno que ensaya
experimentos, uno que está preocupado de sufrir la influencia inevitable de modo que le permitirá
influenciar lo que sucederá a futuro. El aguante y las estrategias evasivas son, después de todo, modos de
lidiar con el ambiente tratando de prever lo que se pueda conseguir. Aún si nos cerramos como ostras,
siempre estamos haciendo algo ; nuestra pasividad es siempre una actitud activa, no una simple
extinción de respuestas. Así como ninguna acción asertiva, ningún ataque frontal a las cosas como son es
acción pura, así también todo aguantar es para nosotros un resistir, un continuar y un sobreponerse.
Los periodistas no están para hacer que las cosas cambien, sino sólo para decirlas. Una vez que han sido
mencionadas, como la pobreza, la gente hará lo que quiera respecto a ellas. En general, no hacen
nada — pero ahora saben, al menos que esas cosas existen. Ya es algo.
A veces, no muy frecuentemente, la gente lee algo que los remece por dentro, y eso les da ganas de hacer
algo para que las cosas cambien. Que cambien de inmediato. Como si la aridez de los tiempos les diera
bruscamente sed de bondad.
[ ... ] Como les decía al comenzar, los periodistas no están allí para cambiar las cosas, sino para decirlas.
Lo que no quita que, cuando el empujoncito las hace cambiar, qué placer...
La formación a la ética comienza con la reflexión-en-la-acción. Esta toma de distancias por la reflexión
permite comprender mejor la dimensión ética personal tal como ha sido estructurada por la experiencia
anterior. Si esta comprensión de sí es una primera etapa en la formación, ella sola no basta : porque si la
ética refiere a una decisión libre de la persona, ella exige también que esa decisión sea responsable. [ ... ]
La responsabilidad, en su sentido ético, se aproxima más bien al sentido de “hacerse cargo” de los
intereses de los demás, como en las expresiones de responsable de la familia, de un medio social dado y,
en un contexto de toma de decisiones, ella toma el sentido aún más preciso de “capacidad de justificar su
decisión ante otros” (Legault, G. A., 1999, p. 2).
“La planificación es el procedimiento mediante el cual se seleccionan, ordenan y diseñan las acciones
que deben realizarse para el logro de determinados propósitos, procurando una utilización racional de
los recursos disponibles.” (Pichardo, 1986, p. 15)
“La planificación es la actividad mediante la cual se realiza la elección racional de un curso de acción
entre varias alternativas, con la intención de asignar recursos escasos a tareas concretas, teniendo en vista
el objetivo de maximizar—en cierto período de tiempo—las probabilidades de alcanzar ciertas metas pre-
establecidas, sobre la base de un diagnóstico preliminar que cubre todos los factores relevantes que
puedan ser identificado” (ILPES, en Barros, 1988, p. 3).
“La planificación expresa la voluntad por asignar racionalmente los recursos, por optimizar las
soluciones, por conseguir una mejor organización social ; ella es el conjunto de esfuerzos para disciplinar,
dar coherencia, dar dirección u orientar, la acción de política económica que toman los decisores en vista
a alcanzar ciertos objetivos, aquellos contenidos en el proyecto político del bloque hegemónico que
controla el gobierno”(definición compuesta, en Barros, 1988, p. 3–4).
1. Hay un solo estratega, que es el director (otros 1. Las estrategias nacen inicialmente como malezas en un pastizal — no son cultivadas
subordinados participan, los planificadores intencionalmente como tomates en un invernadero.
apoyan). 2. Estas estrategias pueden arraigarse en cualquier parte, porque en cualquier parte la
2. El director formula estrategias mediante un gente tiene la capacidad para aprender y recursos para apoyarla.
proceso consciente y controlado de 3. Estas estrategias se hacen organizacionales cuando se colectivizan, esto es cuando estas
pensamiento — así como se cultivan plantas en un estructuras comienzan a difundirse en toda la organización.
invernadero.
4. Este proceso de proliferación puede ser consciente, pero ello no es indispensable ; puede
3. Estas estrategias están claramente formuladas ser dirigido, pero ello tampoco es indispensable.
desde antes de ser implementadas.
5. Las nuevas estrategias, que emergen continuamente, se difunden más rápidamente en
4. Estas estrategias son implementadas períodos de cambio, que interrumpen los períodos de continuidad. Las organizaciones, como
formalmente (asignando recursos y estructuras los pastizales, pueden tener tiempos para sembrar y tiempos para cosechar (aunque a veces
organizacionales). cosechan lo que no han sembrado...). Los períodos de convergencia, en los cuales las
5. Administrar este proceso es analizar la organizaciones explotan sus estrategias establecidas, son interrumpidos por períodos de
información pertinente, concebir por anticipado divergencia, en los cuales la organización experimenta y acepta nuevas temáticas
estrategias y después implantarlas estratégicas...
cuidadosamente, siguiendo su implementación. 6. Administrar este proceso no es producir estrategias preconcebidas sino reconocer su
emergencia e intervenir cuando sea apropiado. Las yerbas destructivas deben ser extirpadas
inmediatamente ; las que parecen poder producir frutos inesperados merecen atención, e
incluso protección.
OBSTACULOS
FACILITADORES
ACIERTOS
Realidad presente, Curso inalterado de
conflictiva, contradictoria la realidad actual
PROYECTO
ERRORES
proceso de ajuste
7. EVALUAR:
1° CONSTATAR los cambios que se van produciendo,
2° compararlos con los OBJETIVOS buscados,
3° confrontarlos con la INTENCIONALIDAD del proyecto,
4° ADECUAR la realización a la nueva información.
fase de autocrítica
8. SISTEMATIZAR:
hacer el proceso EXPLICITO y COMPARTIDO por todos los actores,
describiéndolo y explicándolo como una TOTALIDAD COMPLEJA y DINAMICA,
en una dialéctica de tratar de MODIFICAR TENDENCIAS ya presentes
— según una INTENCIONALIDAD TRANSFORMADORA
DEFINIR y DESCRIBIR
sistemáticamente un PROBLEMA
Conseguir y mantener un local y 1500 horas de servicios Informes de la directiva Número adecuado de
su equipamiento voluntarios Presupuesto voluntarios y de
Asegurar participación 50 proyectos colectivos Cronograma de actividades demandas
Asegurar flujo de demandas Reconocimiento
Programación integrada de comunitario
Actividades actividades Apoyo de autoridades
necesarias Campaña de publicidad y locales
financiamiento Obtención de
financiamiento
Al tratar de definir el concepto de objetivo, toda repetición, por majadera que sea, es
indispensable. La tradición está demasiado internalizada : un objetivo hace pensar en
finalidad, en intenciones, en deseos... La definición formal es otra. Un objetivo formula un
punto de llegada, no un deseo de partida. En el lenguaje de la planificación, un objetivo es un
resultado anticipado, “pre—visto”, visualizado concretamente ´: lo que será, si el proyecto
tiene éxito. Objetivo = resultado : ni finalidad, ni meta, ni esfuerzo desplegado, ni recursos
invertidos. El objetivo es el resultado visto por adelantado, visualizado con los ojos de la
imaginación, pero descrito son suficiente detalle para que pueda ser reconocido con los ojos
del cuerpo — descrito en términos de indicadores, observables y, por lo tanto, fácilmente
verificables.
[ ... ] si el sistema es el que piensa, debe hacerlo lejos de la acción ; la estrategia debe estar distante de las
operaciones en curso, la formulación de políticas debe estar lejos de su implementación ; los pensadores,
de los ejecutantes — y los estrategas, lejos del objeto de sus estrategias. Los administradores deben
administrar por control remoto... (Mintzberg, 1998, p. 68) ;
Las tres falacias juntas forman la gran falacia fundamental : que el análisis puede producir
la síntesis, que la acumulación de la información produzca automáticamente la comprensión.
(Mintzberg, 1994, p. 34). La planificación estratégica ha ayudado a programar estrategias, no a
generarlas. Estas falacias serían las consecuencias de tres premisas :
1. La formación de estrategias debe ser controlada y consciente, además de ser un proceso detallado y
formalizado, descompuesto en una serie de pasos o etapas sucesivas, cada uno encuadrado por listas de
control y apoyado en técnicas específicas.
2. La responsabilidad del proceso global es en principio del ejecutivo jefe ; en la práctica, la
responsabilidad de ejecución recae en el personal de planificación.
3. Las estrategias productos de este proceso aparecen como estructuras completas, típicamente en la
forma de posiciones genéricas, que deberán ser explicadas para que puedan ser implementadas con una
atención detallada prestada a los objetivos, presupuestos, programas y planes operacionales de distintos
órdenes que incluyen (Mintzberg, 1994, p. 42).
En realidad, la planificación no se justifica por sus logros, sino por lo que simboliza : la racionalidad. La
planificación es vista como el modo ineluctable de aplicar la inteligencia a los problemas sociales... Hay
palabras que aparecen una y otra vez : la planificación es el modo correcto de visualizar la acción social
porque es sistemática mas bien que improvisada, eficiente mas bien que derrochadora, coordenada mas bien
que desorganizada, consistente mas bien que contradictoria y, sobre todo, racional mas bien que irracional
(A. Wildavsky, The Art and Craft of Policy Analysis, 179, p. 179, tal como citado en Mintzberg, 1994, p.
189).
Un ejemplo simple, inventado con fines didácticos, sería el plantearse que un grupo de
estudiantes debe completar su programa de formación con un trabajo escrito. Para este trabajo,
se suponen tres fechas límites :
• en Abril, los alumnos deberán haber comunicado a la institución el trabajo que
piensan realizar ;
• en Enero del año siguiente, deberán haber presentado su trabajo ;
• la evaluación y el reconocimiento por medio de un diploma deberán realizarse en
Marzo. Es a partir de esta tres fechas límites que podemos empezar un proceso analítico
de planificación.
Cabe hacer notar que un primer efecto de la planificación es el análisis, la
descomposición de una tarea aparentemente simple como es la de presentar un trabajo en una
veintena de actividades componentes — todas y cada una de ellas encabezadas por un verbo
que dice “hacer”, “realizar”—que dicen que alguien hará algo, y que lo hará utilizando
Preparar un Establecer
proyecto contactos
Una reflexión sobre el hacer, el conocer, el decir y el saber puede parecer algo
académica, poco pertinente a la evaluación y al trabajo en la acción social. La relación entre los
cuatro términos puede hacerse más claramente pertinente si comenzamos deteniendo nuestra
atención en qué queremos decir cuando hablamos de trabajo en lo social.
La primera imagen mental de “trabajo” es la de esfuerzo, gasto de energías—esfuerzo
físico, energía corporal : la fatiga del transportar, del forzar, del resistir. Trabajo evoca trabajo
muscular, trabajo manual : el hombre con la pala, el hombre tras el arado, la mujer en la cocina.
Las largas horas de la dactilógrafa y de la cajera, la jornada monótona del funcionario
corresponden menos dramáticamente a la imagen que nos hacemos de trabajo: al fin y al cabo,
están sentados, “hacen” menos. Y cuando pensamos en un “trabajador intelectual”, el
concepto parece estirarse al límite : buen salario y poco “hacer”. El hilo conductor de estas
imágenes es importante, porque es el fundamento emotivo que damos al término “trabajar”,
un sentido emotivo que refleja dos milenios de pensamiento aristocrático y clasista.
Esta primera imagen, heredada, que trabajar sea gastar energía muscular, es peligrosa,
porque deforma la comprensión del trabajo, y desvaloriza paradojalmente al trabajador. En las
parejas del buey en el arado y el campesino que lo guía, del camión y su chofer, de la
computadora y su operadora, el trabajo está menos en el buey, en el camión y en la
computadora que en sus operadores. No porque ellos se esfuercen más : lo importante es que
ellos sean los que guían el hacer, los que trabajan haciendo y dirigiendo su propio hacer. En
los tres casos, la acción, el gasto de energía, el trabajo mecánico o el flujo de la información son
los medios para la realización de una intención, de un plan del operador, que quería hacer
algo, y que le impartió sentido al gasto de energía. La actividad, el hacer físico, es la cara
visible del trabajo humano ; es en la intención, en el hacer conociendo del trabajador, que
radica su sentido.
Creo necesario compartir una imagen, el recuerdo de una experiencia personal. Hace
años, me habían pedido que ayudara en la construcción de una “pirca”, un muro de
separación de campos de cría de ganado, construido con piedras de río sin argamasa ni
cemento que las una. Como no había visto nunca cómo se hacía, hice lo que me pareció más
obvio en una tarea manual : empecé levantando una piedra, para luego tratar de encajarla
entre las otras. Muy pronto descubrí que las piedras de río, redondeadas, no tienden a encajar
en forma estable. Varios intentos no hicieron sino confirmar mi fracaso : la pirca no avanzaba,
la estabilidad no era mucha y la apariencia era harto poco uniforme.
Más tarde vino un campesino, reputado en la zona como constructor de pircas. Su
proceder fue harto distinto del mío. Se paseó a lo largo de lo hecho, se paseó entre las piedras
disponibles. Miraba, se paseaba; volvía a pasearse, seguía mirando. Yo estaba impaciente : al
El sentido de una acción es lo que la define como trabajo, no el esfuerzo que se haya
desplegado. El trabajador es un “práctico” no porque “hace”, sino porque “hace-conociendo”,
porque “hace-sabiendo”. Si estas dinámicas están ausentes, estaremos llamando “práctica” a
una actividad, que será inteligente porque es la obra de un ser humano inteligente, pero que
no será portadora de inteligencia, que no será una contribución a un hacer, un conocer y un
saber colectivos. A riesgo de ser repetitivo y de ser insultante, habría que insistir que el
término de “práctica” es uno que el trabajo y la acción social ha contribuido a desvalorizar, al
hacerlo sinónimo de “estar ocupado haciendo”— aunque no quede ni tiempo ni energías para
reflexionar de modo ordenado y autocrítico.
“Práctica” dice y debe decir mucho más. Los trabajadores sociales llaman muy
fácilmente “la práctica” lo que oponen a “la teoría”—un sentido que no debiera confundirse
con el de una práctica social, una praxis. Llamar “la práctica” a la actividad cotidiana no puede
sino deslavar el término y, lo que es más sutil pero también mucho más grave, llevar a una
desvalorización del trabajo social. Una práctica es un hacer intencionado, consciente,
doblemente crítico, porque se confronta continuamente con las preguntas de cuál sea su
sentido y cuál sea su eficacia, su poder transformador ; es un hacer explícito, que puede
decirse a sí mismo y a otros, y que es productor de un aprendizaje, que puede ser
comunicado, enseñado.
Una reflexión sobre el conocer ni sustituye ni elimina el estudio de la teoría. La teoría es
el telón de fondo de esta reflexión, que se centra en el proceso de conocer, para entenderlo y
explicarlo como un puente entre el hacer y el saber.
La palabra griega theoria muestra la característica distintiva del ser humano, de este fenómeno frágil y
subordinado en el universo : que, pese a su fragilidad y finitud es capaz de la contemplación pura del
universo. Desde el punto de vista griego, sería imposible construir teorías. Eso suena como su fueran obra
nuestra. La palabra no significa, como parece significar desde el punto de vista de una noción que parece
basada en la conciencia reflexiva, la distancia que podemos poner entre nosotros y otros seres, que
permite situar lo que hay que conocer en una relación impersonal, que permite hacerlo objeto de una
dominación anónima. La distancia a la theoria es, por el contrario, una de proximidad y de afinidad. El
sentido primitivo de theoria es el de formar parte de la delegación enviada a un festival en honra de los
dioses. La presencia en las fiestas divinas no es un observar en forma despegada y externa un espectáculo
grandioso. Es participar realmente, con una presencia real, que se incorpora a la acción. En los mismos
términos, la racionalidad del ser, esta magnífica hipótesis de la filosofía griega, no es en primer lugar una
cualidad de la conciencia humana sino del ser, que es la totalidad y que aparece como la totalidad, de
modo tal que la razón humana es comprendida más adecuadamente como participación en esta
racionalidad del ser, más que como una conciencia de sí, que se conoce a sí misma al oponerse a una
realidad que considera externa (Gadamer, 1984, pp. 17–18).
La teoría no refiere sólo al conocer, a ese “comprender lo que se está haciendo”, sino
que también refiere al saber, que es la integración del conocer lo ya conocido en una
significación global, como el sentido total de una acción, integrándola con la experiencia de
otros, expresada en un lenguaje en el que ya no puede captarse la suma de experiencias
existenciales que lo originaron. El saber transciende la experiencia y transciende el individuo.
Al tomar distancia de la experiencia concreta, también la teoría está desgarrada por una
división profunda de dos mundos, que la arraigan y la distienden en dos sentidos distintos : el
de las finalidades, de las imágenes ideales que alimentan la acción ("construir una sociedad
justa"), y el de las causas eficientes, esas metas muy concretas a las que apunta una actividad
("confirmar la reunión de mañana") (Riedl, 1989). Maturana subraya el arraigo existencial que
da su pleno sentido a todo discurso teórico :
"Nosotros hablamos como si lo racional tuviese un fundamento trascendental que da validez universal,
independiente de lo que nosotros hacemos como seres vivos. Eso no es así. Todo sistema racional se
funda en premisas fundamentales aceptadas a priori, aceptadas porque sí, aceptadas porque a uno le
gustan, aceptadas porque uno las acepta simplemente desde sus preferencias. Y eso es así en cualquier
dominio, ya sea el de las matemáticas, el de la física, el de la química, el de la economía, el de la filosofía o
el de la literatura. Todo sistema racional se funda en premisas o nociones fundamentales que uno acepta
como puntos de partida porque quiere hacerlo, y con las cuales opera en su construcción. Las distintas
ideologías políticas también se fundan en premisas que uno acepta como válidas y trata como evidentes
de partida porque quiere hacerlo. Y si uno esgrime razones para justificar la adopción de esas premisas, el
sistema racional que justifica esas razones se funda en premisas aceptadas porque sí, porque uno
consciente o inconscientemente así lo quiere. (...) . Desacuerdos en las premisas fundamentales son
Parto del presupuesto que los profesionales competentes habitualmente saben más que lo que son
capaces de expresar y de formalizar. Su modo de "conocer-haciendo" es sobre todo tácito. Lo que no
impide que podamos partir estudiando los protocolos y registros de su acción, para entender cómo
actúan, y construir e incluso verificar modelos de cómo conocen. De hecho, los profesionales mismos
muestran frecuentemente una capacidad para reflexionar sobre su conocer intuitivo, y ello incluso
cuando están sumergidos en la acción. A veces utilizan esta reflexión para funcionar mejor en las
situaciones tan frecuentemente únicas, inciertas y conflictivas de la práctica.
Lo central de este estudio es el análisis que quiere identificar la estructura que es característica de la
reflexión en la acción. Mi argumento es que ella puede ser rigurosa, con un rigor que es simultáneamente
igual y diferente al rigor de la investigación científica y del experimento controlado. También estudiaré
sus límites, algunos de los cuales derivan de mitos sobre la relación del pensamiento a la acción, y otros
que están enraizados en los rasgos dominantes de los contextos interpersonales e institucionales que nos
creamos nosotros mismos. (Schön, 1983, viii-ix).
Este punto de vista permite comprender el intervenir como actuar en lo desconocido, pero utilizando
lo ya conocido. La acción profesional se basa en nuestra capacidad de percibir las nuevas situaciones a
través de las experiencias... El equilibrio es delicado : hay que respetar la novedad real de cada nueva
situación, pero hacerlo utilizando la experiencia adquirida en situaciones previas... conocer lo nuevo
como si ya lo conociéramos, percibir "COMO...", lo que nos permitirá actuar "COMO SI..."
Cuando un profesional se ubica en una situación que bien sabe que es una novedad, la ve en cierto
modo como algo que ya le es conocido, que ya forma parte de su repertorio de vivencias. Ver ésto como
aquello no significa identificarlo a aquello, decir que es lo mismo. Es, más bien, ver la situación única,
nueva, como simultáneamente semejante y diferente de la que ya nos es familiar, sin que en un primer
momento podamos distinguir en qué es semejante y en qué es diferente. La situación ya conocida
funciona como un precedente, un antecedente, una metáfora, o—en la frase de Kuhn—un ejemplar, un
modelo para la situación todavía no conocida. (Schön, 1983, 138).
Viendo esta situación como aquélla, uno puede actuar en ésta como actuó en aquélla. (...). Es nuestra
capacidad de ver las situaciones novedosas como si nos fuesen familiares, y de hacer en éstas lo que
hicimos en aquéllas lo que nos permite hacer que nuestras vivencias pasadas sean un guía frente a la
novedad. Es nuestra capacidad de ver cómo vimos y de hacer cómo hicimos lo que nos permite adquirir
un sentido de cómo funcionar en situaciones que, de hecho, no encajan perfectamente en lo que ya
sabíamos. (Schön, 1983, 139,140).
LOS AGENTES, que son las personas implicadas tanto en el producir como en utilizar la información
producida por la evaluación :
– los que decidieron que una evaluación era necesaria,
– los que la han concebido y propuesto
– los que la han financiado,
– los que han contratado los servicios para que ella sea realizada,
– los que la han realizado.
LOS BENEFICIARIOS, que son los que obtienen algún provecho que la evaluación sea realizada :
ONTOLÓGICAMENTE, niega la realidad de una realidad objetiva, afirmando, por el contrario, que las
realidades son construcciones sociales de la mente, y que hay tantas construcciones posibles como
individuos (aunque, evidentemente, muchas pueden ser compartidas). Argumentaremos que la ciencia es
en sí una de estas construcciones : no tenemos objeciones par admitirla con una construcción
más — siempre que no se espere de nosotros que aceptemos que la ciencia es la construcción correcta o
verdadera. Y hacemos notar que, si las realidades son construcciones, es sólo por imputación mental que
podemos concebir leyes naturales inmutables como las leyes de causalidad.
El carácter lapidario de la posición es tan radical como beligerante. Digno sucesor del
ambicioso programa de la Escuela de Edimburgo, del programa "duro" que se había fijado
(Bloor, 1976). Con él, el debate epistemológico pasa a ser parte integral del campo de la
evaluación, y la instala más allá de los debates ya incorporados sobre el positivismo y el
pospositivismo, al que hemos hecho múltiples referencias (ver 1.4).
La evaluación no puede evitar de confrontar los debates que recorren la filosofía social,
sobre todo cuando ella toca las estructuras políticas. Individualismo y mercado, ética y
personas concretas son temas inevitables. Dadas las dimensiones que puede exigir tal
tratamiento, la solución oportunista elegida es la de limitarse a una perspectivas que nos
parece la que mejor calza con este tratamiento de la evaluación, y hacerlo a través de algunas
citas externas. Esta posición, la de Philip Selznick, refleja bien la del colectivo que trabaja sobre
el comunitarismo en torno a Amitaï Etzioni, de la Universidad de Washington, y a la
plataforma comunitarista que han construido con Charles Taylor, Micaheil Sandel y Michael
Walzer.
Etzioni subraya que el tema central del comunitarismo es “el equilibrio entre los
derechos individuales y la responsabilidad social” (Etzioni, 1998 : xi) : “el equilibrio entre el
bien común y la autonomía de la persona, entre la anarquía y el conformismo”. Para él, las
comunidades no requieren ni sugieren una concentración geográfica, como lo atestiguan las
comunidades de creencias, de convicciones o de reivindicaciones.
[ ... ] La persona como un objeto de preocupación moral no puede ser nunca una abstracción, nunca puede
estar totalmente subordinada a necesidades sociales, nunca puede ser disuelta como simple miembro de
un grupo o de un proceso. Una vez más, se afirma aquí la primacía de lo particular.
[ ... ] Toda esta argumentación toma muy en serio el que las personas son simultáneamente constituidas
socialmente y auto-determinadas. Ser constituido socialmente no es, en sí, estar aprisionado u oprimido ;
no requiere que la gente sean marionetas o que actualicen funciones sociales programadas en todos sus
detalles. Tampoco la auto-determinación es comprendida adecuadamente como gratificación de
impulsos, dependencia compulsiva o decisión oportunística. En el grado en que tiene importancia moral,
la teoría del ser social deja en claro que un sí mismo moralmente competente debe ser el producto de una
participación social afirmativa y de emociones, creencias y conductas responsables (Selznick, 1995, 125).
De los dos, el particularismo es el más seguro y el más primario. [ ... ] La identificación con un grupo de
pertenencia es un impulso poderoso, fácilmente explicable por el apoyo psíquico que ofrece y por el
poder social que lo apoya. Se puede decir, así, que el particularismo está sobredeterminado, que es el
productos de variadas causas convergentes, cualquiera de las cuales bastaría para mantener un alto nivel
de compromisos con los familiares, la localidad y la comunidad primaria.
El universalismo es más precario — y más distintivamente humano. El punto de vista impersonal es un
resultado de, 1, la capacidad de razonar, y 2, la experiencia de cooperación y de reciprocidad. La
capacidad de razonar crea exigencias (del propio ser como de los otros) de consistencia y de justificación.
Ellas se convierten en rasgos característicos de la interacción humana. Como resultado, el argumento
moral colorea la vida cotidiana. Es en todas partes un elemento importante del orden simbólico que
llamamos cultura (Selznick, 1995, 110–111).
Como conclusión, otro miembro del colectivo hace un llamado ferviente a restituir a la
persona individual, concreta, la posición definitoria en la definición de la dimensión ética de
la acción social, que constituye el apoyo intelectual central de la evaluación :
Implicar los participantes y los afectados es valioso, pero ¿Cómo se podrán incorporar sus ideas y sus
preocupaciones? ¿Acaso todas las opiniones son equivalentes ? ¿Cómo pueden discutir entre ellos
mismos ? Habitualmente, partimos de la base que la referencia a hechos concretos debiera facilitar la
discusión. Pero si la realidad no existe [como lo afirman Guba y Lincoln ], si no hay hechos que puedan
ser pertinentes ¿ Porqué debiéramos esperar del evaluador que aporte hechos que contribuyan a la
discusión ? ¿ Cuál puede ser su contribución ? En ese caso, creemos lo que creemos, y la información
sobre una realidad que no existiera nada puede añadir[...]
Muchas veces, los relativistas piensan que porque el conocimiento es producido socialmente, no puede ser
criticado racionalmente ; pero la segunda tesis no se desprende de la primera. De hecho, los criterios
para elegir una posición más bien que otra requieren que la primera pueda demostrar estar mejor
fundada, ser más coherente, más racional, o de alguna forma moralmente superior. Que los hechos sean
producidos socialmente no significan que no pueden ser verdaderos o falsos (House & Howe, 1999 :
59–61).
¿ Los intereses de quiénes son los que están representados en esta evaluación ?
¿ Quiénes son las partes interesadas que están representadas en el proceso ?
¿ Hay algunas partes interesadas importantes que no se encuentran representadas ?
¿ Hay desequilibrios mayores en la distribución del poder ?
¿ Hay procedimientos considerados para compensar estos desequilibrios de poder ?
¿ Cómo participa la gente en la evaluación ?
¿ Cuán auténtica es su participación ?
¿ Cuánto compromiso se evidencia en su interacción ?
¿ Hay una reflexión deliberativa ?
¿ Cuán profunda y cuán extensa es su deliberación ? (House y Howe, 1999 : 113)
Como conclusión, y a pesar de rechazar el postmodernismo, compartimos tres posiciones con los
posmodernistas. Primero, las subjetividades cuentan : cómo la gente ve su mundo y se ve a sí mismos es
muy importante. Segundo, todo entendimiento social está irremediablemente cargado de intereses, de
relaciones de poder y de juicios de valor : todos exigen que estos entendimientos sean examinados,
“desconstruídos” críticamente. Tercero, la meta de prácticas sociales como la evaluación debe ser el de
construir una sociedad más justa y más democrática (aunque algunos posmodernistas estén en
desacuerdo...). Sin embargo, insistimos que ALGUNOS PRINCIPIOS MORALES Y POLÍTICOS SON
PRESUPUESTOS INEVITABLES EN LA PRÁCTICA DE LA EVALUACIÓN, y que una articulación crítica de estos
principios es crucial en el diseño y la apreciación crítica de las evaluaciones. Reconocemos que, en las
condiciones sociales y políticas presentes, establecer compromisos – y encontrarse comprometidos — son
riesgos inevitables. Por otra parte, y esto es esencial, no se puede evitar el conflicto con la disculpa de
que los valores no pueden ser racionales y que está fuera de la competencia de los evaluadores (House &
Howe, 1999 : 86–87).
¿Qué es, entonces, la comunicación en el nuevo marco de referencia? Podemos responder que la
comunicación es todo el fenómeno que estamos estudiando : seres humanos que entran en relaciones a
través de actos del lenguaje, viviendo siempre en un trasfondo compartido de prácticas, compartiendo
ciertos tipos de escuchar interpretativos y comprometiéndose con la acción colectiva, la cooperación, el
discurso y el conflicto. (Flores, 1988, p. 69).
Es partiendo de esta lógica del compromiso que Flores recupera las cinco categorías de
discurso de Searle, y que formula la relación de compromiso que establecen con la acción:
– haciendo una afirmación, el hablante se compromete a la credibilidad : afirma que puede justificar
lo que expresa, se porta garante de la veracidad de la afirmación ; – al dar una directiva o una orden, el
hablante está afirmando su deseo que la acción sea ejecutada, afirmando su poder para exigir que ella sea
realizada ; – al ofrecer realizar una acción futura, el hablante se compromete a realizarla ; – al hablar un
acto declarativo (hacer un nombramiento, dar una autorización), el hablante afirma tener el poder para
hacer el cambio del ámbito que su declaración afirma ; y – al hablar un acto expresivo, al expresar una
emoción o un sentimiento, el hablante se compromete a la sinceridad de lo que expresa (Flores, 1989, pp.
27–29).
Permanentemente el agente actúa desarrollando una lógica argumental que posee contenido empírico en
— información, — reorientación,
— orientación, — reemplazo,
— apoyo — control
Teoría implícita : Teoría implícita :
apoyar un potencial compensar una limitación,
postulado una desviación de la
norma :
La intervención DE La intervención
APOYO, PREVENTIVA : SUPLEMENTARIA,
se ayuda a la expresión SUPLETORIA :
de un potencial se compensa una carencia,
individual o colectivo se controla una desviación
de la norma
« la INTERVENCION "LA INTERVENCION
VITAMINA › PROTESIS "
Claval (1980) había hablado de “mitos estructurantes” en las ciencias sociales. Tal vez el
concepto es útil para esquematizar las concepciones de la contribución del “interviniente” a la
intervención :
Los tres mitos subrayan concepciones instrumentales diferentes. Nuevamente, hay que
volver a la intervención como relación primera para ver en ella dos modelos latentes.
Uno, que podríamos llamar el modelo espontáneo, en el grado en que es el más
frecuente en las ideologías de sentido común en la intervención social :
"Favorecer la autonomía"...
"Ayudar al cambio social"...
"Apoyar iniciativas locales"...
"Concientizar"...
Las limitaciones :
– Imprevisión... "¿ Para qué prever ?"
– Ausencia de planificación y de programación
– Difusión de la responsabilidad
– Imprecisión de tareas de los participantes
– Ocultación del poder político
4° La VERIFICACION
DE LOS RESULTADOS,
– que deben corresponder a 3° PLANIFICACION DE ACTIVIDADES :
los objetivos, que son – las acciones que habrá que realizar,
obligaciones contractuales – las tareas especificas de cada participante,
– que respetan las condiciones – los recursos que serán necesarios,
de realización – cronograma de duraciones y de fechas límites
(presupuestos, tiempos límites)
intervenir. (Del lat. interveni¯re). tr. Examinar y censurar las cuentas con autoridad suficiente para ello. ||
2. Controlar o disponer de una cuenta bancaria por mandato o autorización legal. || 3. Dicho de una
tercera persona: Ofrecer, aceptar o pagar por cuenta del librador o de quien efectúa una transmisión por
endoso. || 4. Dicho de una autoridad: Dirigir, limitar o suspender el libre ejercicio de actividades o
funciones. El Estado de tal país interviene la economía privada o la producción industrial. || 5. Espiar, por
mandato o autorización legal, una comunicación privada. La Policía intervino los teléfonos. La
correspondencia está intervenida. || 6. Fiscalizar la administración de una aduana. || 7. Dicho del Gobierno
de un país de régimen federal: Ejercer funciones propias de los Estados o provincias. || 8. Dicho de una o
de varias potencias: En las relaciones internacionales, dirigir temporalmente algunos asuntos interiores
de otra. || 9. Med. Hacer una operación quirúrgica. || 10. intr. Tomar parte en un asunto. || 11. Dicho
de una persona: Interponer su autoridad. || 12. Interceder o mediar por alguien. || 13. Interponerse entre
dos o más que riñen. || 14. Sobrevenir, ocurrir, acontecer [Diccionario de la Real Academia Española de
la Lengua ]
Tenemos un triple punto de partida. Intervenir es una relación entre dos partes ; esta
relación es asimétrica ; la voluntad de ambas partes incluye une voluntad de reequilibrar o al
menos neutralizar los costos de esta asimetría. Esta es una relación que quiere distinguirse de
otras de simple imposición del poder de una de las partes sobre la otra. El lidiar con esta
asimetría ha acompañado la historia de la humanidad. Desde la educación y luego a las
ciencias sociales el intento continúa : ¿ Cómo expresar la voluntad de la parte dominante de no
imponerse por la fuerza o por la intimidación, sino llevando a la otra parte a compartir un
punto de vista, una voluntad común ?
En una relación de trabajo asimétrica, en la que todos los actores están dedicados a aumentar el poder de
los clientes, ni el trabajador social ni el cliente pueden embarcar en la utopía de la búsqueda de una
igualdad de poderes. Como alternativa, su orientación debe ser de buscar “una acción de igualdad
moral”, una en la que ambos se comprometen a respetar y a desarrollar la igualdad de dignidad y del
valor humano intrínseco de cada uno, sin por ello dejar de reconocer el desequilibrio de poder y de
autoridad que marca necesariamente su cooperación en la acción (Simon, 1994, p. 12).
Le Bossé y Dufort (2001) desarrollan su perspectiva de revisión como una crítica de lo que llaman “el
modelo médico clásico” — un modelo que deja un espacio mínimo a la persona que es el objeto de la intervención
en la definición de lo que sea el problema y la elaboración consecuente de soluciones (p. 81–82). Este modelo
subraya tendencias que dificultan muchas de las prácticas sociales actuales :
• Define el cambio exclusivamente desde el punto de vista de los responsables de la intervención ;
• Atribuye la responsabilidad el fracaso a las personas que se suponen que debe ser apoyadas o
ayudadas ;
• Subraya las carencias más que las fuerzas y las competencia ;
• Reduce los cambios sociales complejos a un problema sólo de modificación de conductas ;
• Desarrolla intervenciones centradas en las limitaciones que sólo conceden un rol pasivo a las
personas que son objetos de la intervención (Le Bossé y Dufort, 2001, p. 82)
En un barrio en que residen mayoritariamente familias de bajos ingresos, un equipo del Centro Local de
Servicios Comunitarios constata que en el territorio cubierto por sus servicios, el porcentaje de recién
nacidos de bajo peso es claramente más alto que el promedio. Esta situación puede tener consecuencias
sobre la incidencia y la frecuencia de enfermedades infantiles y sobre una variedad de problemas en el
crecimiento de los niños. Los profesionales deciden, por lo tanto, de instaurar un programa preventivo,
orientado a las futuras mamás del barrio, para que ellas puedan disponer de una información básica
sobre las necesidades nutricionales de una mujer embarazada y sobre las exigencias de una mejor
alimentación durante el embarazo.
A pesar de una campaña intensa de anuncios en lugares públicos y de convocar a reuniones de
información en el barrio, muy pocas son las mujeres que responden a esta oferta de servicios del
Centro. Como si fuera poco, ¡ parece que la mayoría de las que participan utilizan los suplementos
alimenticios que les han sido proporcionados para alimentar a otros miembros de la familia !
Decepcionados y un poco amargados por este resultado tan poco halagüeño, los profesionales se
cuestionan : ¿ Porqué las futuras mamás no aprovechan, o aprovechan tan poco de este nuevo servicio,
cuando tienen tan claramente necesidad de él ?
Todas las hipótesis son revisadas. ¿ Será que las futuras mamás no tienen conciencia del riesgo que
hacen correr a su bebé ? ¿ Piensan acaso que lo alimentan adecuadamente ? ¿ Carecen de la educación
suficiente para comprender les desafíos y peligros que explican la instauración del programa ? Los
profesionales confiesan estar descorazonados y decepcionados al confrontar la falta de interés de la
clientela a un servicio que sin embargo necesitan y que ha sido implantado con tantos esfuerzos. El
equipo decide organizar un encuentro con las mujeres del barrio para tratar de entender mejor el
problema.
Una enfermera visita las guarderías infantiles y las cocinas colectivas del barrio para conversar sin
tapujos con las mamás. Esta conversaciones resultan ser tan instructivas como determinantes para el
futuro del programa.
De hecho, las mamás tienen una razón tan simple como lapidaria para explicar la baja popularidad del
nuevo programa : no corresponde a lo que ellas estiman son sus necesidades prioritarias. En este
barrio, las condiciones de vida son especialmente difíciles : todas luchan para asegurar el mínimo a los
suyos. Para algunas de ellas, el simple hecho de conseguir con qué preparar tres comidas al día es ya una
proeza. Un gran número de las futuras mamás tienen otros hijos y muchas asumen la entera
responsabilidad de su familia. Sus necesidades son más inmediatas y más urgentes que la alimentación
sana y equilibrada. Como si fuera poco, para muchas mamás, el recurrir a una ayuda alimenticia es
vivido como una amenaza a su dignidad (Le Bossé y Dufort, 2001, pp. 76–77).
LA MISION :
1. El proyecto de sociedad
2. Las opciones políticas subyacentes
3. La ideología del Estado
4. Los desafíos y problemas identificados
LAS METAS :
1. Identificación del campo de acción
2. Definición concreta de problemas
3. Cambios deseables (indicadores)
EVALUACION DE PROCESO
LOS OBJETIVOS :
El resultado previsto LAS ACTIVIDADES : RESULTADOS :
anticipadamente las acciones específicas necesarias positivos y negativos,
(indicadores cuantificados) para alcanzar el resultado previstos e imprevistos
« insumos » « productos»
costos beneficios
EVALUACION DE LA EFICIENCIA
EVALUACION DE LA EFICACIA
EVALUACION DE LA FUNDAMENTACION
MISION
1. METAS
2. Relaciones entre las metas y los objetivos
2. Problema al que se quiere aportar una solución 3. Objetivo concreto, resultado a alcanzar
2.1 Conocimiento demostrado del problema. 3.1 Participación activa del grupo
2.2 Conocimiento del problema en la situación local. beneficiario en la formulación de los objetivos
2.3 Conocimiento de estrategias de soluciones ya ensayadas del proyecto.
en contextos semejantes. 3.2 Número de personas que participarán
2.4 Experiencia y competencias demostradas en la directamente en el proyecto.
aplicación de este tipo de solución. 3.3 Resultados concretos que deberán ser
2.5 Justificación del camino de solución elegido para este alcanzados.
proyecto.
2.6 Participación del grupo beneficiario en la elección de este
tipo de solución.
4. Actividades que se realizarán para alcanzar el objetivo
4.1 Enumeración completa de todas las actividades necesarias para la realización del proyecto:
— de acción directa para alcanzar los objetivos;
— de coordinación con otros grupos locales;
— de formación y capacitación de los participantes;
— de gestión del proyecto;
— de evaluación de resultados;
— de preparación de informes periódicos.
4.2 Relación de las actividades en el tiempo: etapas y calendario del proyecto.
4.3 Identificación de los recursos necesarios para cada una de ellas.
8. Impacto y repercusiones que se esperan del proyecto 7.1 Conocimiento adecuado de costos.
7.2 Correspondencia con actividades.
7.3 Control ejecutario adecuado.
8.1 Capacidad desarrollada de gestión participativa.
7.4 Calendario adecuado de desembolsos.
8.2 Capacidad de continuación autónoma.
8.3 Efectos multiplicadores contemplados.
Esta concepción centrada en la apreciación del grado en que se alcanzaron las metas resulta de la
traslación acrítica al campo social de las técnicas de evaluación de proyectos económicos. En ellos, una
vez elegida la tecnología, están dadas las etapas lógicas e inevitables de la implementación del proyecto.
En definitiva, en esos casos existe un modo óptimo de alcanzar los objetivos. En los proyectos sociales, en
cambio, las cosas no se dan necesariamente así. Incluso, uno de los objetivos más importantes de la
Hay diferentes modelos de evaluación, que derivan tanto del objeto a evaluar como de la formación
académica de quienes realizan esta tarea. Sin embargo, lo constante es, por un lado, la pretensión de
comparar un patrón de deseabilidad (imagen-objetivo hacia la cual se orienta la acción) con la realidad (la
medida potencial en la cual ésta va a ser modificada, o lo que realmente sucedió como consecuencia de la
actividad desplegada) y , por otro lado, la preocupación por alcanzar eficazmente los objetivos
planteados. “Evaluar es fijar el valor de una cosa ; para hacerlo se requiere un procedimiento mediante el
cual se compara aquello a evaluar respecto de un criterio o patrón determinado” (Cohen y Franco, 1992,
p. 73).
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