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Desde los últimos años, en los continentes de Asia, África y América del

Norte, el dengue, Zika y Chikungunya se ha convertido en un importante


problema de salud pública, estas enfermedades virales de origen metaxénica
son transmitidas por un vector, el Aedes Aegypti, el cual es responsable de al
menos 100 millones de episodios de dengue al año en todo el mundo. Esta
enfermedad es una de las más extendidas a nivel mundial y afecta a más de
100 países, por lo cual más de 3,900 millones de personas viven en áreas de
riesgo; está relacionada con los aspectos geográficos, climáticos, ausencia de
servicios básicos, hacinamiento y falta de educación y propagación de
información sobre la prevención.

Las enfermedades metaxénicas en el Perú en las últimas décadas,


constituyen los principales problemas de salud, que afectan a las poblaciones
más pobres y de menos acceso, catalogadas como enfermedades
reemergentes, afectando grandes proporciones de población, con gran impacto
sobre la salud pública nacional.

La Malaria, Dengue, Bartonelosis, Leishmaniasis y Tripanosomiasis son


los 05 problemas de salud, cuyo incremento en la transmisión e incremento de
los factores de riesgo, ha hecho prioritario su abordaje. problemas de salud
pública que permanente amenazan la salud de la población, son condicionados
por múltiples factores, algunos de los cuales la intervención del hombre es casi
nula, el desencadenamiento de estas está relacionado con los desequilibrios
entre las variables climatológicas, pluviosidad, movimiento migracional,
temperatura, siembra y cultivos.

Dentro de los principales objetivos es el asegurar la vigilancia


epidemiológica, apropiado control de vectores y la oportuna provisión de
tratamientos para reducir la incidencia y la mortalidad asociada en las áreas
afectadas.

En los últimos 10 años, se ha reportado entre 200,000 a 150,000 casos


de las enfermedades metaxenicas, siendo la malaria, dengue y bartonelosis,
las que exponen a mayor proporción, y población y afectación de la población;
en los últimos 05 años, la bartonelosis se ha constituido en los principales
problemas a abordar desde los servicios y la población por la elevada
mortalidad y letalidad que ha venido mostrando alta mortalidad y letalidad. De
la misma forma se estima que alrededor de 20, 000,000 de los peruanos
residimos en áreas de riesgo de estas enfermedades, en diferentes estratos,
nicho eco epidemiológicos y riesgos.

La tasa de afectación sobre la población, están relacionadas con la


capacidad de respuesta de los servicios de salud, la cobertura de estos sobre
los ámbitos adjudicados, oportunidad de la identificación, sensibilización de la
población para el control de algunas variables intervinientes, la especie
vectorial predominante, determinada específicamente por los cambios
climatológicos, cepas circulantes, disponibilidad de recursos oportunos y
suficientes, respuesta a los esquemas de tratamiento; sin embargo existen
algunos factores como los desencadenados por los efectos del fenómeno del
niño que facilita la reproducción vectorial, constituyéndose uno de los
principales desencadenantes de la notificación de brotes de las enfermedades
transmitidas por vectores.

Con relación a la afectación por grupos etarios, este es similar para


todos los grupos, observándose últimamente un giro hacia el menor de 14 años
y en edad productiva, sin embargo, constituye un grupo de mayor riesgo los
niños, madres gestantes y ancianos. Una explicación de este fenómeno se
debe a que la población infantil, por la crisis económica que afecta a nuestro
país, se está integrando a temprana edad en la PEA lo cual los hace más
vulnerables a estos daños, expresando indirectamente que las poblaciones de
menores recursos serían mayormente las afectadas.

Por ello, en medio de la emergencia sanitaria COVID-19, los casos de


las enfermedades metaxénicas se han incrementado. Al 26 de agosto de este
año se registran 35.728 personas con dengue en Perú, una cifra que es 41%
más que la reportada en el mismo período del 2020, cuando se presentaron
25.237 casos, según el Centro Nacional de Epidemiología Prevención y Control
de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud. La mayoría de casos se
concentran en Ica, Piura, San Martín, Loreto, Huánuco y Junín. Esto es debido
a que por el SARS-CoV-2 las regiones suspendieron las acciones de
prevención y fumigación. Además “El hacinamiento en las viviendas pequeñas
de familias de escasos recursos es un factor determinante, porque el zancudo
no solo pica a uno, sino a todos los integrantes en un solo día. Además, el no
tener acceso a servicios básicos [agua potable y desagüe] los obliga a que
almacenen agua en depósitos, que se convierten en criaderos de zancudo.

Por consiguiente, en algunas localidades se han detectado pacientes


con ambas enfermedades (COVID- 19 y Enf. metaxénicas); en Ucayali, una de
las regiones de la Amazonía más golpeadas durante la segunda ola de la
pandemia, dos madres gestantes fallecieron en febrero debido a la suma de
dos males: Covid-19 y dengue. Pero estos no son casos aislados: en regiones
endémicas como esta, Loreto y San Martín, también se han detectado
pacientes con ambas enfermedades.

Esta situación, y ahora aún más con la llegada de la COVID-19, nos


plantea el reto de trabajar de forma articulada y con intervenciones
multisectoriales para asegurar la calidad de vida de todos los peruanos y
erradicar esta enfermedad como causa de muerte. Por lo tanto, Múltiples
esfuerzos desarrollados desde el sector con estrategias adecuadas a las
poblaciones menos accesibles han permitido disminuir complicaciones y
mortalidad.

La respuesta del Ministerio de Salud (MINSA) a esta alarmante


reemergencia de las metaxénicas, ha tenido éxito en reducir los niveles de
transmisión en las áreas más contundidas, la capacidad organizativa de los
servicios y la articulación con el trabajo de colaboradores voluntarios ha
permitido controlar de manera eficiente reservorios humanos en tiempos
adecuados. Sin embargo, para reducir aún más el nivel de transmisión y la
morbilidad causada por estas, y evitar y controlar epidemias en el futuro, es
necesario, contar con mayor información en relación con al huésped, el vector,
la transmisión, la epidemiología, y las medidas de control en el país, y tener el
personal de salud entrenado para implementar esas medidas.

Es en ese sentido que debe promoverse un trabajo articulado con todos


los actores sociales involucrados con el problema y su solución. Para el
presente Plan, se unen los esfuerzos de todas las instancias del Ministerio de
Salud a fin de lograr el objetivo común articulando la tecnología y los recursos
disponibles.

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