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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

SUAyED

CARRERA: SOCIOLOGÍA

ASIGNATURA: INTRODUCCIÓN AL PENSAMIENTO SOCIAL Y POLPITICO

ACTIVIDAD: ENSAYO. EL RENACIMIENTO

ALUMNO: CABRERA MENDOZA DANIEL

MATRÍCULA: 422096692
EL RENACIMIENTO

La aparición de la burguesía en la edad media se va dando conforme al crecimiento de las


zonas rurales que conformarán las grandes ciudades a base de sus mercados. Donde
destacarán los industriales y mercaderes, estos últimos formarán lo que será la capa más alta
y la más culta. La vida política de las ciudades se va ordenando conforme a sus gobiernos y
municipios se desligan minuciosamente de los regímenes eclesiásticos y feudales. El
crecimiento de las ciudades en riqueza a partir del siglo XII impulsó un cambio estructural en la
sociedad, propiciando el auge de la burguesía, a lo que se conoció como el renacimiento.

La burguesía tiene una relación estrecha con las actividades contables, económicas y de
negocios que incrementan su riqueza a base de una buena administración de salarios y pagos.
Esta noción de trabajo y administración se extiende en las diversas profesiones y oficios,
contribuyendo al aumento de la riqueza y posición social de los individuos. Esta actividad se
extiende por todo Europa, generando las fuentes principales del progreso científico y técnico.
Las diversas capas sociales se van transformando en clases sociales, no sin antes pasar por
verdaderas crisis y levantamientos en pleno siglo XVII. Esta nueva mentalidad social
individualista parte del culto a la virtud y la originalidad. El saber técnico tendrá efectos
inmediatos y de enorme alcance. Finalmente la expansión del humanismo, que se apoya en el
saber clásico, pronto se verá afectado por la reforma protestante y la contrarreforma católica.

Para el francés Eximenes (1340 – 1409), en su libro del gobierno de los príncipes y de las
comunidades, plantea que la entrega del pueblo al monarca constituye una unidad política
fundamental para la ciudad, Siendo esta generadora de plena dignidad humana. Mientras que
la zona rural embrutece y hace ignorante a las personas. La ciudad la considera un mundo
equilibrado y libre, donde los asuntos se resuelven por medio de la palabra, donde su
organización su organización se concibe de forma autónoma, a lo que llama cosa pública.
Proponiendo que los asuntos de la sociedad competen a todos, y que el monopolio por un
grupo no es conveniente ni justo. Teniendo una relación entre sí, y con el príncipe, sólo así se
podrá organizar la ciudad-estado.

En los albores del nacionalismo, el tratado De recuperatione Terrae Sanctae (1305 – 1307), es
considerado como la unidad federal de Europa. En este, se retira la confianza de los grandes
poderes reconocidos y se proclama a un príncipe, como poder independiente, creando así el
absolutismo. Despertando asociaciones e ideas muy diferentes.
Los grandes cambios en la sociedad dieron paso al humanismo, el cual consistía en principio en
un culto a las obras de los clásicos griegos y latinos. Pretendiendo revisar la concepción del
hombre. Así el renacimiento pone sus ojos en la vida, amándola sobre todas las cosas,
impulsando el progreso de la ciencia. Este tipo de renacimiento pretende hallar el equilibrio
entre el pensamiento y la acción, la razón y la vida. Para Baltsar de Castiglione (1478 – 1529),
el hombre debe ser estudioso y atleta, recto y valiente. Esto representaba los nuevos albores
de una actitud de sociabilidad, en la que predominaban los buenos modales y la sencillez en las
relaciones sociales.

Mientras que Erasmo de Rotterdam (aprox. 1469 – 1536), en sus ideas sociales llega a una
reforma social que él deseaba, en la cual se puedan crear hombres tan piadosos como sabios,
así como asumir una interiorización de la fe.

Por otra parte, Juan Luis Vives (1492 – 1540) como uno de los fundadores de la pedagogía
moderna, expone sus ideas acerca de la situación de infraestructura y salubridad de los
edificios escolares, así como la habilidad de los maestros en la enseñanza, mencionando lo
importante que es en el proceso educativo la transmisión adecuada de los conocimientos.

En lo que se refiere al mercantilismo, es una expresión de las nuevas ideologías de la clase


ascendente, esta ideología se refiere al liberalismo. Pero lo que va a predominar hasta el siglo
XIX, será la mercantilista. Ya que la parte más rica de la burguesía la constituyen los
mercaderes y los banqueros, y no los industriales. El mercantilismo se presenta ligado a la
política fiscal del estado absolutista, donde el mercantilista influye en las decisiones de la
nación, a través de las decisiones del principado. Estos estaban más preocupados en mantener
un poderío económico en el estado, el cual financiara las guerras y las cortes reales, entre
otras cosas. Si bien, la industria sufre algunos incrementos no deja de estar en manos del
estado. En lo que respecta a la idea de mejorar la vida de la población, no se tenía muy en
cuenta.

Antoni Serra, que escribió un tratado en 1613 dedicado al virrey de España, con la intención de
crear un erario potente, poniendo énfasis en la balanza comercial, como forma de mantener
unas finanzas saludables. Destacó la importancia de la mentalidad de la población y su espíritu
de empresa. El mercantilismo al que Serra se oponía, se basada al proteccionismo a la moneda.
Mientras que Juan de Mariana (1537 – 1623), se manifestaba en contra de prácticas de
falsificación de la moneda por parte del monarca. Para Mariana, reducir gastos, eliminar lo
suntuario e imponer mayor sobriedad en la vida gubernamental, sólo representan para la
corona consejos morales.
Dentro de la problemática mercantilista, se empezaban a observar situaciones sobre la
importancia de respetar reglas de oferta y demanda, consecuencias de la moneda en
circulación, efectos de la competencia sobre los precios y su fluctuación. Varios intelectuales
de la época, como Mariana, Victoria, Soto y muchos otros, empezaron a producir una teoría
sobre la intervención estatal sobre la economía y la función central del estado como gerente y
administrador de la misma.

En contraparte, los franceses no dejaban de dar importancia a la moneda, aun carentes de


minas desarrollaron una teoría proteccionista. El mercantilismo francés a diferencia del
español, desarrollaron una teoría proteccionista, ante los éxitos de sus compañías comerciales,
y no dejaban de dar importancia a la moneda, aun carentes de minas. Antoine de
Montchrétien (1576–1621), en su libro tratado de economía, menciona un fuerte interés por
mantener una riqueza sobre toda la agricultura. El proteccionismo de Montchrétien se centra
en las mercancías que no son vitales para la nación, puesto que las necesarias responden a un
orden de igualdad que compensan el comercio de los hombres. Propugna por el comercio
como una verdadera fuente de riqueza, y no en las minas. De igual forma, Inglaterra comparte
la idea de Francia, en incrementar el tesoro a través del comercio.

La revolución científica que da lugar a principios del siglo XIV hasta finales del XVII, se
considera un aspecto más del renacentismo. Puesto que es una forma más de entender la
realidad. Una realidad que se concibe con el humanismo, el mercantilismo, el absolutismo y la
política. Una realidad que se aleja de la religiosidad y se enfoca más en la parte de la
racionalidad. Los constantes descubrimientos en entender el universo tuvieron muchos
contrastes entre los mismos científicos, aun con el temor de los enfrentamientos con la iglesia.
El aspecto más dramático del conocimiento surgió con Galileo Galilei (1564-1642), al enfrentar
al papa Urbano VIII, pues la iglesia era enemiga acérrima del saber. Esto aunado a las facciones
oscurantistas de la iglesia, así como el carácter difícil y arrogante de Galileo.

El renacimiento, bien puede considerarse como base de los periodos subsecuentes, incluso
hasta nuestros días. Por lo que no debemos dejar de la lado la estrecha relación de disciplinas
como la política, la historia, la ética, la sociología, la economía, entre otras más, que juntas dan
una dirección al funcionamiento ya no solo de nuestro país, sino de forma global, en beneficio
que aún no sabemos si es del hombre, de la sociedad o de algunos intereses particulares.
REFERENCIAS

Guiner, S. (1982). Historia del pensamiento social. Barcelona. Ariel.

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